- En
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los seis días del mes de diciembre de
2016, a la hora 12 y 45:
- 1 -
Sr. Presidente (Monzó).- Con la
presencia de 130 señores diputados queda abierta la sesión especial convocada
conforme al requerimiento efectuado por varios señores diputados en número
reglamentario.
Invito a la señora diputada por el distrito
electoral de Buenos Aires doña Mónica Edith Litza y al señor diputado por el
distrito electoral de Santa Fe don Lucas Ciriaco Incicco a izar la bandera
nacional en el mástil del recinto.
- Puestos de pie
los señores diputados y el público presente, la señora diputada doña Mónica
Edith Litza y el señor diputado don Lucas Ciriaco Incicco proceden a izar la
bandera nacional en el mástil del recinto. (Aplausos en las bancas y en las
galerías.)
- 2 -
Sr. Presidente (Monzó).- Invito a los señores legisladores
y al público presente a entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, que
será interpretado por un cuarteto de la Orquesta de Cámara del Congreso de la
Nación.
- Puestos de
pie, los señores diputados y el público presente entonan las estrofas del Himno
Nacional Argentino. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
- 3 -
Sr. Presidente (Monzó).- Obra en Secretaría el mensaje y
decreto del Poder Ejecutivo por el cual se convoca al Honorable Congreso de la
Nación a sesiones extraordinarias desde el 1° al 30 de diciembre de 2016.
Por
Secretaría se dará lectura.
Sr. Secretario (Inchausti).- Dice así:
-Se lee.
Aquí decreto y mensaje del poder ejecutivo que convoca a sesiones
extraordinarias
- 4 -
- 5 -
Sr.
Presidente (Monzó).-
Por Secretaría se dará lectura de la resolución dictada por la Presidencia
mediante la que se convoca a sesión especial.
Sr.
Secretario (Inchausti).- Dice así:
-Se lee.
AQUÍ RESOLUCIÓN dictada por LA PRESIDENCIA
mediante la que se convoca a SESIÓN ESPECIAL
- 6 -
Sr.
Presidente (Monzó).- La Presidencia informa que obra en Secretaría la renuncia a su
banca presentada por la señora diputada doña Myriam Teresa Bregman a partir del
6 de diciembre del corriente año.
Por
Secretaría se dará lectura.
Sr.
Secretario (Inchausti).- Dice así:
AQUÍ RENUNCIA PRESENTADA POR LA SEÑORA
DIPUTADA MYRIAM BREGMAN
Sr.
Presidente (Monzó).- En consideración.
Se
va a votar.
- Resulta
afirmativa.
Sr.
Presidente (Monzó).- Queda aceptada la renuncia presentada.
- 7 -
Sr.
Presidente (Monzó).- La Presidencia informa que obra en Secretaría el informe de la
Junta Electoral del distrito de Buenos Aires en el que se determina, según el
orden de lista, quién debe ocupar la vacante producida a raíz de la renuncia de
la señora diputada doña Myriam Teresa Bregman.
AQUÍ INFORME DE LA JUNTA ELECTORAL DE LA
PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Sr.
Presidente (Monzó).- La Presidencia informa que se encuentra en antesalas el señor
diputado electo por el distrito electoral de Buenos Aires don Juan Carlos
Giordano.
Si
hubiere asentimiento, se lo invitará a aproximarse al estrado para prestar
juramento.
- Asentimiento.
Sr.
Presidente (Monzó).- Invito al señor diputado electo por el distrito de Buenos Aires,
don Juan Carlos Giordano, a prestar juramento.
- Puestos de pie los señores diputados y el
público presente, y requerido por el señor presidente el juramento de acuerdo
con las fórmulas del artículo 10 del reglamento, el señor diputado Giordano
jura por la Constitución Nacional, y se incorpora a la Honorable Cámara. (Aplausos en
las bancas y en las galerías.)
- Al requerírsele el juramento:
Sr.
Giordano.- Por la memoria de los 30.000 compañeros
desaparecidos y los caídos del Partido Socialista de los Trabajadores –PST-, en
apoyo a las luchas obreras y populares, y de las mujeres; por un gobierno de
los trabajadores, y por una Argentina y un mundo socialistas, sí juro. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
Sr.
Presidente (Monzó).-
La Presidencia hace suyos los saludos a la saliente diputada Myriam Bregman. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
- 8 -
Sr.
Presidente (Monzó).-
Para rendir homenaje a la memoria del cura Brochero tiene la palabra el señor
diputado por Córdoba.
Sr.
Pereyra.- Señor presidente: quiero decir unas
pocas palabras, pero muy significativas.
El
16 de mayo se aprobó en la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto el
dictamen sobre un proyecto de declaración referido a este tema. El 6 de octubre
se realizó en esta Cámara una sesión especial para rendir homenaje al cura José
Gabriel del Rosario Brochero por su canonización en el Vaticano el 16 de
octubre. Asistieron el señor presidente Mauricio Macri y su comitiva, el señor
gobernador de Córdoba y muchísimas autoridades más.
Voy
a dar lectura de una misiva del señor obispo de Cruz del Eje, que es el pueblo
donde está la diócesis del “cura gaucho”, el cura Brochero. Si bien me la
dirigió a mí, puedo hacerla extensiva a todos. Dice así: “Querido Juan: ya en
nuestra tierra, luego de haber vivido con mucho gozo la canonización de nuestro
querido santo cura Brochero, tengo el agrado de dirigirme a usted para
agradecerle muy expresamente el homenaje sentido, justo y feliz que ha hecho la
Cámara de Diputados de la Nación a nuestro santo cura Brochero.
“Con
la alegría de compartir nuestra misma tierra y quiera Dios que nos encontremos
siempre trabajando juntos, por una sociedad más justa, igualitaria y fraterna.
“Le
envío un muy fraternal abrazo en nombre del Señor, extensivo también a todos
los que integran la Cámara de Diputados, con mi bendición pidiendo para la
Argentina la protección de San José Gabriel del Rosario Brochero.”
Tiene
la firma y el sello del obispo de la diócesis de Cruz del Eje, Santiago
Olivera. (Aplausos en las bancas.)
Sr. Presidente (Monzó).- Para otro homenaje tiene la palabra
la señora diputada por Corrientes.
Sra.
Ferreyra.- Señor presidente: en primer lugar,
permítame homenajear a Myriam Bregman, que deja una banca que será difícil de
ser llenada. Le damos todo nuestro reconocimiento; es una banca de las mujeres.
¡Mucha fuerza, nos volveremos a ver! Nos seguiremos viendo en cada lucha. (Aplausos en las bancas.)
No
solamente quiero rendir homenaje a Fidel Castro sino también a Nelson Mandela.
Se cumple un nuevo aniversario de la muerte de quien fuera no solo un Premio
Nobel de la Paz ‑como tardíamente se lo reconoció- sino uno de los
prohombres –junto con Fidel- que torcieron la historia y ese destino de
sometimiento que tenían los pueblos en la mitad del siglo pasado. A Nelson
Mandela se lo ha tratado de transformar en una especie de pacifista, y la
verdad es que fue un líder extraordinario que adaptó las luchas de su pueblo y
de su organización a las circunstancias imperantes en su tiempo.
Es
así que los pueblos fueron levantándose uno a uno en defensa de ciertos
derechos elementales, como que un hombre pudiera votar o que los negros y los
blancos fueran iguales. Hicieron campaña contra los que sostenían el apartheid, como la Shell, que tiene las riquezas
llenas de la sangre de ese pueblo tan sufrido.
Fueron
también los que desde el Congreso Nacional Americano tomaron las armas en algún
momento, y Mandela –al igual que Fidel- pagó con su libertad el precio de
atreverse a enfrentar a aquellos designios de terror que sometían a sus
pueblos.
Es
cierto que Mandela y el pueblo sudafricano tienen el triunfo contra el apartheid, con mucha valía y
sufrimiento, pero quiero compartir con ustedes las palabras que pronunció el
propio Mandela sobre Fidel Castro, porque el otro gran componente para derrotar
al apartheid fue la solidaridad
internacionalista de la revolución cubana, que participó y ayudó en batallas
decisivas, que fueron las que dieron el tiro de gracia a ese régimen terrible
del apartheid.
Mandela
diría que “Los cubanos vinieron a nuestra región como doctores, maestros,
soldados, expertos agrícolas, pero nunca como colonizadores. Compartieron las
mismas trincheras en la lucha contra el colonialismo, subdesarrollo y el apartheid”. Eso fue Fidel Castro, y la
revolución cubana: una solidaridad, porque cuando otros Estados mandaban armas
y ejércitos, ellos eligieron mandar médicos y educadores a todo el mundo para
apoyar a los pueblos en su realización del deseo de progreso social.
Por
eso, de los 200 millones de niños que esta noche van a dormir en la calle,
ninguno es cubano, porque a partir de esos gigantes que se animaron a enfrentar
a una de las dictaduras más nefastas del Continente, la justicia social y la
educación empezaron a ser una realidad para todo el pueblo cubano, en
condiciones de igualdad.
Permítanme
decir que ninguno de los 638 atentados perpetrados por la CIA y el imperialismo
-los mismos que sostuvieron el régimen del apartheid-
para intentar asesinar al líder de la revolución cubana tuvieron éxito.
Fidel
eligió el día para irse, cuando se cumplían 60 años de que un puñado de hombres
revolucionarios –Fidel junto al “Che”, a Camilo y otros tantos- partieron de un
puerto mexicano, se subieron al Granma e hicieron historia; mejor dicho,
torcieron la historia.
Ese
día Fidel eligió partir a otros destinos, a militar en el comando celestial
junto con los 30.000, con Perón, con Evita, con el “Che”, con cada uno de los
revolucionarios, porque como bien decían algunos, el fuego de los revolucionarios
no se apaga, se multiplica, se siembra, y las nuevas banderas revolucionarias
que van a levantar las nuevas generaciones van a ser en su homenaje.
- Ocupa la Presidencia la señora
vicepresidenta 2ª de la Honorable Cámara, profesora Patricia Viviana Giménez.
Sra.
Ferreyra.- Permítanme terminar este homenaje con
un poema de Juan Gelman que dice así: “Dirán exactamente de fidel/gran
conductor el que incendió la historia etcétera/pero el pueblo lo llama el
caballo y es cierto/fidel montó sobre fidel un día/se lanzó de cabeza contra el
dolor contra la muerte/pero más todavía contra el polvo del alma/la Historia
parlará de sus hechos gloriosos/prefiero recordarlo en el rincón del día/en que
miró su tierra y dijo soy la tierra/en que miró su pueblo y dijo soy el
pueblo/y abolió sus dolores sus sombras sus olvidos/y solo contra el mundo
levantó en una estaca/su propio corazón el único que tuvo/lo desplegó en el
aire como una gran bandera/como un fuego encendido contra la noche oscura/como
un golpe de amor en la cara del miedo/como un hombre que entra temblando en el
amor/alzó su corazón lo agitaba en el aire/lo daba de comer de beber de
encender/fidel es un país/yo lo vi con oleajes de rostros en su rostro/la
Historia arreglará sus cuentas allá ella/pero lo vi cuando subía gente por sus
hubiéramos/buenas noches Historia agranda tus portones/entramos con fidel con
el caballo.”
¡Hasta
la victoria siempre, comandante! (Aplausos
en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Depetri.- Señora presidenta: los que nacimos a la
vida sindical, política y social convencidos de las ideas de justicia social,
de soberanía y de un mundo para todos, los que provenimos de la militancia peronista
y levantamos esa consigna de la distribución justa y equitativa de la riqueza
de la Humanidad, sin ninguna duda tenemos, al igual que otros dirigentes
importantes de la historia, una referencia en la figura del comandante Fidel
Castro.
Recuerdo
que en la década del 90, cuando cayó el muro de Berlín e implosionó el
denominado socialismo real, los intelectuales y dirigentes políticos del mundo
dijeron que el socialismo se había terminado.
Al
mismo tiempo se derrumbó el Estado de bienestar en Europa, mientras que en la
Argentina el peronismo se transformó en el menemismo, que luego se convirtió en
neoliberalismo, alineándose en esa idea global de que el capitalismo era la
nueva teoría o sistema que iba a gobernar a la humanidad, siendo el mercado el
encargado de definir los modelos de país y de sociedad.
- Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Emilio Monzó.
Sr.
Depetri.- En esa oportunidad se habló del fin del
trabajo y de la historia, señalándose que lo único que iba a quedar era el
capitalismo globalizador. Esto implicaba que el gran capital transnacional,
cualquiera fuere el lugar en que estuviera, iba a ser el encargado de definir
el destino de la humanidad.
En
ese momento Cuba no nos dijo “vengan y hagan en el mundo lo que hacemos
nosotros”, pero era un faro muy importante que se oponía a esa globalización.
A
partir de esa conciencia revolucionaria y de esa tozudez en cuanto a la defensa
de los ideales, Cuba fue un espacio que alumbró la reconstrucción del movimiento
nacional y popular en América Latina.
Tal
vez uno de los hechos más trascendentes que vivió precisamente América Latina
se debe al pueblo cubano. Me refiero a la derrota del ALCA, cuando se pretendió
imponer el libre mercado en América Latina. Los pueblos de la región, con
dirigentes como Néstor Kirchner, Lula da Silva, Evo Morales –en ese momento
todavía no era presidente, pero fue al encuentro de Mar del Plata en su
carácter de dirigente social-, Duarte Frutos y Chávez plantearon la idea de que
América Latina no iba a ser el patio trasero de los Estados Unidos sino que iba
a crear una zona de producción, comercio y justicia social para su gente.
De
hecho, a partir de esa derrota del ALCA, durante más de diez años se registró
un crecimiento de nuestras economías, una integración de nuestros pueblos y una
mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Por
eso quiero rescatar la figura de Fidel desde ese plano. Lo quiero hacer
sintiendo que la Argentina es amiga de Cuba, ya que somos un pueblo profundamente
solidario con ese país.
En
ese sentido esta Honorable Cámara efectúa un reconocimiento a uno de los
hombres más importantes de estos tiempos, que estará hoy en la memoria y el
corazón de millones de cubanos, como así también en el pensamiento y en el
corazón de millones de militantes de América Latina y del resto del mundo que
siguen creyendo en la necesidad de construir otra sociedad. Me refiero a la
idea de que otros países se tienen que realizar pensando en la justicia social,
en el trabajo y, sobre todo, sintiéndose parte de todo este pueblo
latinoamericano que sigue peleando por su dignidad.
Por
lo expuesto, quiero expresar todo mi reconocimiento a la figura de Fidel, quien
junto con otros compañeros seguirá siendo una bandera enfocada a seguir construyendo
una patria para todos. (Aplausos en las
bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sr.
Raffo.- Señor presidente: yo también quiero
evocar la figura de Fidel Castro mediante una descripción poética que hizo el
gran poeta cubano Nicolás Guillén cuando señaló los antecedentes de la
revolución cubana. Dijo así: “Por el Mar de las Antillas/(que también Caribe
llaman)/batida por olas duras/y ornada de espumas blandas,/bajo el sol que
la persigue/y el viento que la
rechaza,/cantando a lágrima viva/navega Cuba en su mapa:/un largo lagarto
verde,/con ojos de piedra y agua.//Alta corona de azúcar/le tejen agudas
cañas;/no por coronada libre,/sí de su corona
esclava:/reina del manto hacia fuera,/del manto adentro, vasalla,/triste como la más triste/navega
Cuba en su mapa:/un largo
lagarto verde,/con ojos de piedra y agua.”
Esa
fue la situación que describió el poeta Nicolás Guillén acerca de cómo vivía
Cuba y qué generó la revolución cubana para acabar con ese vasallaje, con la
prostitución y la degradación que el señor Meyer Lansky y otros mafiosos
norteamericanos que trabajaban para Lucky Luciano llevaron a La Habana.
Entonces, la idea era poner de pie al pueblo cubano. Eso generó la revolución.
Esa
revolución que organizó, comandó e instauró Fidel Castro mereció el apoyo y
respeto de las principales personalidades del mundo. En este sentido quiero
señalar la coherencia del ilustre senador socialista argentino Alfredo Lorenzo
Palacios, en cuya campaña puso bajo sus hombros el tema de la revolución cubana
y recorrió con ella el país.
Es
decir que el primer gran defensor de la revolución cubana en la Argentina fue
Alfredo Lorenzo Palacios. Por ese motivo –la defensa de la revolución cubana-
obtuvo el voto de muchos millones de personas, entre ellas gran cantidad de
jóvenes, entre los que estaba yo.
También
el general Perón fue sensible a lo que significó la revolución cubana. En este
sentido, quienes éramos jóvenes en 1974 recordamos que Cuba quiso comprar
camiones Ford que se fabricaban en la Argentina. Pero esa empresa se negó a
vendérselos porque el bloqueo a Cuba no lo permitía. Entonces, el general Perón
dijo: “Si ustedes no se los venden, el Estado nacional los comprará y se los venderá,
porque no vamos a dejar a Cuba sin los camiones que necesita”. Así se hizo.
Tengo
el honor, que comparto con el señor diputado Recalde, de haber podido conversar
personalmente con el comandante Fidel Castro en La Habana en 1989, en
oportunidad de un congreso sobre derecho social que se celebraba en esa ciudad.
Hacía poco tiempo que se habían registrado los tremendos episodios de La
Tablada. Escuchamos un comentario respetuoso, certero y angustiado por parte
del comandante Fidel Castro respecto de esos sucesos. Seguramente el señor
diputado Recalde debe recordar esto.
En
otro orden de cosas, quiero reiterar que de los casi 200 millones de niños que
duermen en la calle ninguno es cubano. Y quiero agregar que el país más
poderoso del mundo, Estados Unidos, que tiene ahorcada a Cuba mediante un
bloqueo que ella resiste desde hace casi cuatro décadas, presenta una tasa de
mortalidad infantil del 6 por mil. En 2014 la Argentina festejó cuando esa tasa
se redujo aproximadamente al 10 por mil. En Cuba dicha tasa es del 4 por mil.
Entonces, en ese país la mortalidad infantil es menor que en los Estados Unidos
y en la República Argentina. Si esto no sensibiliza a los críticos de la
revolución cubana es porque tienen el corazón muy duro.
Respecto
de lo que pueda observarse críticamente, el primero y principal juez es el
pueblo de Cuba. En estos días el pueblo de Cuba ha estado juzgando a su líder,
el comandante Fidel Castro. Todos hemos visto el homenaje que se le ha rendido
a lo largo de Cuba, cuando miles de cubanos fueron a expresarlo.
Adhiero
a todo lo que se ha dicho y termino este homenaje como lo comencé: citando
parte de un poema, en este caso de otro gran poeta cubano llamado Carlos
Puebla, quien analizando la situación de la época y lo que había hecho la
revolución compuso una canción maravillosa que más o menos dice: “Aquí pensaban
seguir/ganando el ciento por ciento/con casas de apartamentos (…) llegó el
comandante/y mandó a parar.”
Porque
Fidel Castro mandó a parar y puso a Cuba de pie frente a las naciones del
mundo, rindo este homenaje. (Aplausos en
las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sra.
Donda Pérez.- Señor presidente: desde nuestro
espacio político no podemos hacer otra cosa que no sea sumarnos a los conceptos
vertidos por los diputados y las diputadas preopinantes en este homenaje a la
memoria del comandante Fidel Castro.
Su
partida física de este mundo deja un sabor amargo a quienes veíamos en su figura
lo que hizo por el pueblo cubano, por su país y por el mundo: mostrar que otro
sistema, que otra forma de vida y que un Estado garante de educación, de salud
y de alimentos para la gente eran posibles.
Nadie
puede negar el nivel educativo que alcanzó la sociedad cubana. Desde otro
pensamiento, desde otra forma de mirar el mundo, ha recibido muchas críticas;
pero a veces hay que ponerse un poco en el lugar del otro y entender por qué
durante todo este tiempo los cubanos y las cubanas se pararon con su soberanía
y la frente en alto ante uno de los poderes bélicos, comerciales y económicos
más grandes –los Estados Unidos‑, diciendo que nadie iba a pisotearlos.
También
hay que saber mirar qué significó para Cuba y para Raúl Castro, quien tiene la
responsabilidad de llevar adelante el futuro de su pueblo orgulloso y soberano,
decir que los tiempos han cambiado y sentarse a hablar con aquellos que hasta
hoy los mantuvieron en el aislamiento, considerando lo que en estos momentos
significa estar aislado.
Creo
firmemente en las palabras vertidas por la señora diputada Araceli Ferreyra
porque Fidel, junto con otros grandes del mundo, demostró a los hombres y las
mujeres que queremos hacer política que la solidaridad y el abrazo entre los
pueblos es posible. La forma de relacionarse con Nelson Mandela, un líder de la
paz, de la soberanía y de los derechos humanos reconocido internacionalmente,
pone en evidencia cómo el trato entre los pueblos puede ser mucho mejor y un
camino para crecer cuando la moneda de cambio es la amistad, la solidaridad y
la fraternidad.
Hay
miles de poetas y de poetisas del mundo que dedicaron sus palabras al
comandante Fidel Castro, a la revolución y a aquellos héroes que nos han
demostrado que como seres humanos podemos ser un poquito mejores. Como decía el
“Che”, el hombre no tiene que ser el lobo del hombre. Fidel Castro cumplía
también con otra frase del “Che” Guevara: no hay virtud más linda de un
revolucionario que sentir en lo más hondo de su corazón cualquier injusticia
cometida contra alguien en cualquier rincón del mundo.
Esta
frase muestra a Fidel como lo que es: un imprescindible en este mundo. Debo
reconocer que me puso muy triste su partida física, porque a partir de ahora
éste será un mundo sin Fidel y con Trump. Creo que sobre este punto debemos
reflexionar. Si hay algo que nos muestra Fidel es que no se va a ir, porque es
un líder del siglo XXI que quedará para siempre en nuestros corazones. Su
ejemplo y su vida siempre inspirarán a los jóvenes que con rebeldía y alegría
queremos terminar con las injusticias.
Finalizo
este homenaje recordando las palabras de una poetisa cubana pobre, alfabetizada
por la revolución cubana, llamada Carilda Oliver Labra. Matancera, nunca soñó
con ser poetisa; pero un día llegaron esos barbudos y le enseñaron a leer y a
escribir. Dijo: “Gracias por ser de verdad,/gracias por hacemos
hombres,/gracias por cuidar los nombres/que tiene la libertad…/Gracias por tu
dignidad,/gracias por tu rifle fiel,/por tu pluma y tu papel (…) Gracias por tu
corazón,/¡Gracias por todo, Fidel!”
¡Hasta
la victoria siempre, comandante Fidel Castro! (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Salta.
Sr.
Pitrola.- Señor presidente: intervendré yo en
representación de nuestro bloque en lugar del señor diputado López.
Desde
hoy los diputados del Frente de Izquierda y de los Trabajadores contamos con un
nuevo integrante: el señor diputado Juan Carlos Giordano, de la izquierda
socialista, con quien pasaremos a conformar un bloque único de cuatro miembros.
De esta manera, alzaremos las voces quienes nos reivindicamos como socialistas
y revolucionarios en la Cámara de Diputados.
No
somos castristas. Somos enemigos históricos del estalinismo, pero ante la
muerte de Fidel Castro queremos reivindicar no solo la revolución social que en
su momento lideró sino también aquella que en 1959 incorporó a América Latina
en el período histórico de la revolución socialista que comenzó con los hechos
ocurridos en Rusia en 1917.
Fidel
Castro lideró un movimiento democrático de tipo nacionalista consecuente que,
en primer lugar, tuvo un gran contraste con muchos procesos democráticos de
América Latina que siguieron a las dictaduras. A diferencia de la Argentina,
Uruguay y Chile, Fidel no pactó con el aparato de Batista sino que lo enfrentó;
se negó a convocar a elecciones en los términos del aparato dictatorial y, en
su lucha por los objetivos democráticos que lo llevaron a Sierra Maestra,
terminó chocando con ese aparato y lo desmanteló.
Este
hecho distinguió de entrada a la revolución cubana aun cuando no habían
empezado a tomarse medidas socialistas como la expropiación del capital de
United Fruit Company, de Texaco, de Shell y de la banca del imperialismo. Es en
un único proceso que la revolución cubana termina expropiando el capital y
adoptando un carácter abiertamente anticapitalista.
El
momento culminante del proceso revolucionario fue aquel en que Fidel, el “Che”
y Camilo Cienfuegos –los líderes de la revolución‑ armaron a un millón de
milicianos para enfrentar la invasión imperialista en 1961 en Playa Girón.
Luego Fidel, que encabezó el Movimiento 26 de Julio –que chocó con los partidos
comunistas de Cuba y de toda América Latina que dieron la espalda a la
revolución‑, monta un régimen de poder personal donde el movimiento
obrero no tiene independencia política ni participación directa en los órganos
de poder.
Es
así como comienza un proceso complejo que no estuvo exento de choques; se
produce todo el fenómeno de la OLAS, del “Che” Guevara, etcétera. Hubo choques
de Fidel con el aparato estalinista internacional, pero en conjunto comienza a
asimilarse a la política de la diplomacia soviética y a aquella llevada
adelante en América Latina por los partidos comunistas. Esto produce una nueva
crisis en los años 1967 y 1968, cuando el “Che” Guevara busca extender la
revolución mediante la experiencia foquista en Bolivia. En este caso el Partido
Comunista vuelve a dar la espalda al “Che” Guevara y Fidel, en tiempo real, critica
al partido por haber entregado al “Che” en Bolivia.
Sin
embargo, luego apoyará al gobierno de colaboración de clases de Salvador
Allende y su pacto con las fuerzas armadas. Después vino la dictadura criminal
de Pinochet, que acabó con la propia vida de Salvador Allende. Asimismo, en la
salida de la extraordinaria revolución sandinista apoyó a un régimen de
colaboración y reconstrucción de la burguesía y la república en Nicaragua
contrario a lo que fue la revolución cubana de los años 1959, 1960 y 1961.
La
muerte de Fidel tiene gravitación internacional por ser uno de los líderes de
la segunda mitad del siglo XX, no solo por su enorme personalidad sino por la
vigencia histórica de la revolución socialista en América Latina y en el mundo.
El
Partido Obrero, que nació reivindicando esa vigencia histórica, la vuelve a
reivindicar hoy homenajeando a los revolucionarios, repudiando cincuenta años
de bloqueo, defendiendo incondicionalmente la independencia de Cuba y luchando
en conjunto con los trabajadores cubanos y de América Latina por la unidad
socialista mediante el gobierno de trabajadores en todos nuestros países. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por San Luis.
Sr. Lusquiños.- Señor presidente: voy a hacer tres
referencias con respecto a este homenaje. En la primera de ellas, pido
autorización para leer: “San Luis, 26 de noviembre de 2016: ‘Visto el
fallecimiento del expresidente de la República de Cuba, comandante Fidel Alejandro
Castro Ruz, acaecido el 25 de noviembre del año 2016, y considerando que el gobierno
de la provincia de San Luis mantiene estrechos vínculos de cooperación con la
República de Cuba; por ello y en uso de sus atribuciones el gobernador de la
provincia decreta: Artículo 1°) Declárese tres días de duelo provincial con
motivo de expresar el profundo dolor del Gobierno y del Pueblo de la Provincia
de San Luis por el fallecimiento del ex Presidente de la República de Cuba,
Comandante Fidel Alejandro Castro Ruz. Artículo 2°) Disponer que las banderas nacional y de la
provincia de San Luis permanezcan izadas a media asta en los edificios de las dependencias
públicas provinciales a partir de la fecha y por el término de tres días.
Artículo 3°) El presente decreto será
refrenado por el señor secretario general de la gobernación. Artículo 4°)
Comunicar, publicar, dar al Registro Oficial y archivar. Alberto José Rodríguez
Saá, Gobernador de la Provincia de San Luis."
Este fue el homenaje de nuestro pueblo al
comandante.
En
segundo lugar quiero hacer una referencia sobre el final de una carta que el
general Perón escribe a Fidel Castro. Es muy bonito lo que le dice: “¡En fin!
Todo esto quiere decir que la tarea no se termina mientras uno viva. Pero bien
vale la pena vivir y morir por un ideal que trasciende a los pueblos".
Este es el final de la carta dirigida a Fidel Castro por Juan Domingo Perón en
1973 en ocasión de lo que contaba el señor diputado Raffo con respecto a la
solidaridad hacia el pueblo de Cuba.
Para
terminar, quiero recordar una película que seguramente muchos de ustedes habrán
visto, dirigida por Stanley Kubrick. Me refiero a Espartaco, que narraba la
vida y la gesta del líder de los esclavos y de los gladiadores romanos que
enfrenta al sistema y a todo el imperio.
Cuando
estaban acorralados, ya vencidos, el general Craso envía el mensaje de que si
se entregaba Espartaco, cuya cara nadie conocía, perdonaría la vida a los
10.000 seguidores que estaban en la última batalla contra Craso en defensa de
la libertad.
Estando
totalmente acorralados, Espartaco se pone de pie y dice: “Yo soy Espartaco”. Y
se empiezan a parar uno a uno diciendo “Yo soy Espartaco”, “Yo soy Espartaco”, “Yo
soy Espartaco”. Y así se pusieron de pie los 10.000 seguidores. Por supuesto,
los 10.000 fueron crucificados en la mayor crucifixión que recuerda la
historia, prácticamente desde el sur de Nápoles hasta Roma, 200 kilómetros de
crucifixiones de uno y otro lado de la famosa Vía Apia.
El
otro día, cuando murió el comandante Fidel Castro, millones de personas en Cuba
estaban unidas en una sola consigna que marcaba el recordatorio de esa gesta de
Espartaco. Todos decían: “Yo soy Fidel”, “Yo soy Fidel”. Todo el pueblo de Cuba
es Fidel.
Vaya
con esto nuestro homenaje al comandante Fidel Castro. Hasta la victoria
siempre. (Aplausos en las bancas.)
Sr. Presidente (Monzó).-
Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sr. Heller.- Señor presidente: al igual que muchos aquí,
formo parte de los que se han criado bajo el clima de la revolución cubana, de
todo lo que significó para nuestro país, para nuestra región y yo diría para el
mundo, esa revolución valiente de un pequeño país ubicado a unos poquitos
kilómetros del país más poderoso de la tierra y que intentó nada más y nada
menos que el desafío de construir su propio proceso, de realizar su propia
experiencia, de llevar adelante su propio proyecto de país.
Eso
le significó una sanción que se mantiene aún hoy, a pesar de haberse llegado al
absurdo de que las Naciones Unidas votaran por unanimidad el levantamiento de
ese bloqueo. En la última votación, incluso el propio país bloqueador terminó
absteniéndose; ni siquiera pudo votar a favor de su propia postura.
Ese
pueblo ha resistido heroicamente, porque hay que poner un poquito de
imaginación acerca de lo que significa tratar de construir una nación
independiente bajo el bloqueo de la mayor potencia económica y bélica del
mundo, que sanciona a los barcos que tocan puerto cubano, a las empresas que
comercian con Cuba, etcétera.
Como
dijo el señor diputado Raffo, debo manifestar que yo también tuve el honor –que
conservo como uno de los momentos más valiosos de mi vida‑ de haber
compartido una extensísima reunión con el comandante Fidel Castro en el año
2001, muy poco antes de que la Argentina sufriera la explosión que tuvo.
Era
notable el conocimiento en detalle que Fidel tenía respecto de la situación
argentina, de su economía, de su política y de sus políticos. También era
notable la visión que tenía sobre la imperiosa necesidad de que la región
encontrara la manera de integrarse por aquello de que solos era prácticamente
imposible enfrentar los desafíos que ya planteaba la globalización financiera
que imponían los países centrales.
Casi
parafraseando algo que alguna vez dijo Perón, “unidos o dominados”, él decía
que si no encontramos la manera de construir la unidad regional, si no
encontramos la manera de construir la patria grande, nuestro futuro va a ser
muy difícil.
Recién
el señor diputado Lusquiños hizo mención a una carta, que quiero leer porque
creo que tiene un valor. Como ustedes saben, yo no soy peronista. Por eso puedo
rescatar la carta que Juan Domingo Perón le manda a Fidel Castro en 1973. La
quiero leer porque me parece todo un resumen de lo que significó la revolución
cubana, lo que era la relación de la Argentina con Cuba y la visión compartida,
en muchos aspectos, de ambos líderes.
La
carta dice así: “Estimado amigo: justamente hoy se cumplen 28 años del día en
que asumí la primera magistratura del país, dando un paso en la evolución con
un movimiento revolucionario basado en la Justicia Social. Movimiento que
perdura en el tiempo y en el espacio, puesto que nuevamente, pese a mis años,
estamos firmes resolviendo el futuro de nuestra Patria, buscando salvarla del
desastre en que un desgobierno de dieciocho años la ha sumido.
“Al
frente de esta misión de amistad, le envío al amigo señor Gelbard, nuestro
ministro de Economía, que tiene el encargo de darle un fuerte abrazo de mi
parte, junto con mis saludos, y también testimonio del profundo agrado que
sentimos por la apertura práctica entre nuestros pueblos. En todas las clases
de relaciones humanas, la verdadera fraternidad se demuestra no con palabras
sino con hechos fehacientes. Nosotros los justicialistas tenemos un aforismo
que dice: ‘Mejor que decir es hacer; y mejor que prometer, es realizar’.
“¡Cuba
y Argentina lo están demostrando en la práctica!
“Las
revoluciones no pueden ser idénticas en todos los países porque tampoco todos
los países son iguales, ni todos los pueblos tienen la misma idiosincrasia. Es
preciso que cada uno actúe dentro de su soberanía con sus propios métodos.
“Pero
es indudable que la necesidad de una unidad latinoamericana será la única
posibilidad de libertad real para nuestro continente. A esta meta debemos
concurrir todos de inmediato, para poder elevar nuestra voz con seguridad y
respaldo en el seno de ese Tercer Mundo que garantizará nuestro desarrollo
futuro y la libertad en lo económico, político y social.
“Tanto
usted amigo Fidel, como yo, llevamos muchos años de permanente lucha
revolucionaria. Ello otorga una experiencia invalorable que es preciso
transmitir a la juventud, para evitarle atrasos que se pagan siempre con dolor
y sangre, inútilmente. La pujanza viril de la vida joven, para rendir
verdaderos frutos a la Patria, debe ir acompañada de la cuota de sabiduría que
otorga la experiencia.
“La
responsabilidad que pesa sobre nuestros hombros no es ya la de realizar la
revolución que cada uno de nuestros ideales concibe como lo mejor para su
pueblo, sino enseñar a nuestros descendientes a consolidarla. Para ello,
tenemos dos caminos: tiempo o sangre.
“Tiempo
sobra. La historia nos enseña cómo los excesos vuelven finalmente a su cauce
habitual.
“Sangre,
falta. Puesto que somos un continente descapitalizado, que precisa su puesta en
marcha por medio de la unidad fraternal, donde los intereses individuales sean
considerados y respetados, cuando los mismos no afecten a la comunidad
latinoamericana; y en ese desarrollo necesitaremos aumentar al máximo los
habitantes en el continente.
“¡En
fin! Todo esto quiere decir que la tarea no se termina mientras uno viva. Pero
bien vale la pena vivir y morir por un ideal que trasciende a los pueblos.
“El
señor Gelbard le contará cómo marchan nuestras cosas y confío en que todo
marchará bien. Reciba un cordial saludo y mi afecto sincero.
“¡Un
gran abrazo!” Y firma la carta Juan Domingo Perón.
Este
es mi homenaje al comandante Fidel Castro. (Aplausos
en las bancas.)
Sr. Presidente
(Monzó).- Tiene la palabra el señor
diputado por Buenos Aires.
Sr.
Giordano.- Señor presidente: en primer lugar quiero
decir que para mí es un orgullo sumarme a la bancada del Frente de Izquierda y
de los Trabajadores en nombre de la Izquierda Socialista. En su momento la
encabezó el compañero Néstor Pitrola, del Partido Obrero; después siguió la
compañera Myriam Bregman, del PTS, y hoy nosotros nos sumamos desde nuestro
partido, la Izquierda Socialista, con esta banca: banca de la unidad de la Izquierda
que supimos conquistar en su momento.
En
segundo lugar quiero decir que para mí es un orgullo participar en este
homenaje a Fidel Castro. Por su muerte, hoy hay un pueblo que está de luto: el
heroico pueblo cubano. Desde ya, quiero expresar mi repudio a la derecha
mundial y a los Donald Trump, que festejaron la muerte de Fidel. Ellos
representan al imperialismo que combatieron Fidel y el “Che” Guevara.
Obviamente,
hay expresiones de condolencias y dolor en todos los luchadores y
revolucionarios del mundo. Esto no es casual, porque la muerte de Fidel está
conmemorando esa revolución socialista, la primera en Latinoamérica que todos
defendimos. Estamos hablando de una revolución que echó al genocida Batista, la
primera revolución que junto al “Che” se dio en nuestro continente, donde se
hizo la reforma agraria, se rompió con el imperialismo y se expropió a las
multinacionales. Asimismo, se repelieron con éxito distintas invasiones
imperialistas, y de esa forma el pueblo se liberó de ser el patio trasero o el
prostíbulo yanqui.
Esa
revolución tuvo su mérito. Por ejemplo, hoy Cuba posee índices de salud y de
educación que no tienen nada que ver con los de muchos países, incluso con
mayor potencial económico.
No
obstante ello ‑es muy probable que esto sea materia de debate o un choque
con esas ilusiones de muchos revolucionarios o luchadores antiimperialistas‑,
tenemos que decir que hemos discrepado con el otro Fidel: el que arrancó desde
la década del 60 pactando con la burocracia estalinista del Partido Comunista
de Rusia, la Cuba del partido único. Recordemos que lamentablemente Fidel
Castro apoyó el aplastamiento de la revolución checoslovaca en el año 1969. En
1979, cuando se produce la heroica revolución nicaragüense donde muchos
revolucionarios participamos junto a brigadistas para echar al dictador Somoza,
lamentablemente Fidel Castro aconsejó que Nicaragua no debía ser otra Cuba. Lo
que les quedaba a Cuba y Nicaragua en ese momento era el ejemplo de la
revolución cubana ‑revolución socialista o caricatura de revolución, como
decía el “Che” Guevara.
Por
supuesto, también debo mencionar el apoyo que Fidel Castro dio en el último
tiempo a los gobiernos supuestamente progresistas de Latinoamérica.
En
el interior de Cuba lamentablemente hay un debate que tiene actualidad: si los
capitales extranjeros la pueden salvar. Casualmente los capitales extranjeros
que desde hace décadas empezaron a ingresar a Cuba han posibilitado un enorme
avance hacia la restauración capitalista.
A
modo de homenaje, para sintetizarlo, quiero decir lo siguiente: estamos con el
pueblo cubano y su trazo heroico en todo este tiempo; estamos por la elección
de la Cuba revolucionaria, de la revolución socialista y de plenas libertades
sindicales y políticas del pueblo cubano para que la pueda llevar adelante.
Este es mi mensaje y es el mensaje de los luchadores del mundo para terminar
con el capitalismo y construir el socialismo.
Sr. Presidente (Monzó).- Para rendir homenaje al general Julio Argentino Roca tiene la
palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sr. Conesa.- Señor presidente: este homenaje
que rindo al presidente Roca es a título personal pero también en
representación del Partido Demócrata. Precisamente estoy sentado en esta banca
sobre la base de un acuerdo entre el PRO y el Partido Demócrata.
El Partido Demócrata es el sucesor del
viejo Partido Autonomista Nacional, que llevara a la Presidencia al general
Julio Argentino Roca en dos oportunidades: desde 1880 hasta 1886 y desde 1898
hasta 1904.
El presidente Roca ocupó la Patagonia,
incorporó 15.000 leguas al territorio argentino ‑lo hizo pacíficamente‑
y firmó dos tratados de paz con Chile, uno en 1881 y otro en 1902. En virtud de
esos tratados la Argentina se quedaba con la Patagonia, y Chile, con el
Estrecho de Magallanes. Este último en poco tiempo más tendría muy poco valor
económico por la construcción del canal de Panamá. En cambio, el inmenso valor
de la Patagonia nadie lo discute. Si no hubiera sido por Roca, el presidente
Kirchner habría sido chileno.
Roca
no solamente engrandeció el territorio nacional sino que también fue un campeón
de la educación pública. Hizo dictar la ley 1.420, de educación primaria
obligatoria y laica, en alianza con Domingo Faustino Sarmiento, su gran socio
político. Tan importante era la educación para Roca y Sarmiento, que no
obstante haber sido anteriormente presidente de la República, Domingo Faustino
Sarmiento aceptó ser presidente del Consejo Nacional de Educación durante la
presidencia de Roca, época en la cual el rector de la Universidad de Buenos
Aires era el expresidente Nicolás Avellaneda. El gasto público en educación era
el más importante del presupuesto nacional.
Como
decía, la educación era obligatoria y laica, y la ley establecía expresamente
que era sin distinción de clases, raza, religión o sexo. Esta cuestión lo llevó
a un conflicto con la Iglesia Católica, porque la ley establecía que no se
podía dictar enseñanza religiosa durante las horas de clase sino fuera de
ellas. Por este y otros motivos, Roca tuvo sus conflictos con la Iglesia
Católica, pero no le tembló el pulso y ordenó la expulsión del nuncio
apostólico, hecho sin precedentes en la historia argentina. Por supuesto, como
buen católico, en su segunda presidencia restableció relaciones, pero no le
faltó el carácter y la firmeza para promover la educación del país a toda
costa.
Tan
importante y tan de avanzada fue la ley de educación 1.420, que un distinguido
exsenador radical y gran historiador, don Rodolfo Terragno, la calificó de
comunista. En este punto hay un contacto ciertamente con Fidel Castro. En
materia educativa, el general Roca era tan avanzado como Fidel Castro.
No
solamente promovió la educación sino también el desarrollo económico. Durante
sus dos presidencias se construyó una extensísima red de ferrocarriles y
puertos.
En
1898 se sancionó la ley de convertibilidad 3.571. En aquellos tiempos, como
ahora, había muchos economistas que sostenían la necesidad del tipo de cambio
libre y fluctuante y que la relación debía ser un peso papel igual a un peso
oro sellado, lo cual implicaba sobrevaluar la moneda y matar las exportaciones.
Roca, con una gran visión de estadista, se opuso a esa relación y dijo que tenía
que ser de 2,27 pesos papel por cada peso oro sellado. Esto permitió que las
exportaciones argentinas crecieran enormemente.
Debo
decir que en el año 1904, cuando el presidente Roca termina su segunda...
Sr.
Presidente (Monzó).- Señor diputado, ¿puede ir cerrando su discurso?
Sr.
Conesa.- ...presidencia, las exportaciones
argentinas equivalían al 2,2 por ciento de las exportaciones mundiales,
mientras que hoy son del 3 por mil. Si nosotros exportáramos igual que en la
época de Roca, deberíamos hacerlo por 500.000 millones de dólares, y solamente
exportamos por 70.000 millones.
Sr.
Presidente (Monzó).- Señor diputado, tiene que ir cerrando su discurso.
Sr.
Conesa.- Señor presidente: se ha hablado mucho de
Fidel Castro, pero Roca es un héroe nacional, argentino, y esto que voy a decir
es importante, porque Roca también se ocupó de los trabajadores. Mandó al
Congreso un proyecto de ley sobre código del trabajo, de avanzada para la
época, que luego fuera la fuente de muchísima legislación del trabajo.
Sr.
Presidente (Monzó).- Ahora sí, señor diputado, está excedido de su tiempo. Puede
insertar el resto de su discurso en el Diario de Sesiones.
Sr.
Conesa.- Señor presidente: creo que esto es
injusto, porque es el único homenaje en la historia que esta Cámara de
Diputados rinde a Julio Argentino Roca, quien fue presidente dos veces y dos
veces senador nacional.
Sr.
Presidente (Monzó).- Si algún otro diputado continúa en el uso de la palabra para el
mismo homenaje, se hará extensiva la aplicación del reglamento. Ha terminado su
tiempo.
Sr.
Conesa.- Gracias, señor presidente. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Con las palabras vertidas por los señores diputados, quedan
rendidos los homenajes de la Honorable Cámara.
- 9 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Para una cuestión de privilegio tiene la palabra el señor
diputado por Buenos Aires.
Sr.
Recalde.- Señor presidente: plantearé tres
cuestiones de privilegio que, brevitatis
causae, fundaré en una sola intervención.
La
primera cuestión tiene que ver con un texto legal que sancionamos en relación
con las tarjetas de crédito, que hasta mereció el pase a un cuarto intermedio.
He sido criticado por haberme arrepentido del cuarto intermedio; en realidad,
me arrepiento a veces de los procedimientos, pero no del fondo y las
convicciones.
En
ese caso estamos violando el proceso de formación de las leyes que establece la
Constitución Nacional porque no éramos Cámara de origen sino revisora, y se
trata de un tema muy sensible en cuanto a los recursos, sobre todo porque la
sanción del Senado perjudicaba la actividad bancaria, es decir, a los bancos,
que este año tuvieron aproximadamente 57.000 millones de pesos de rentabilidad.
No
quiero imputar intencionalidad de ninguna índole ni imagino qué otra cosa
pudieron ocultar aquellos que erraron el procedimiento, pero hubo un error, y
la gravedad institucional del tema radica en que el Senado de la Nación aprobó
por unanimidad una resolución reprochando la actitud de nuestra Cámara ‑y
esto sí lesiona nuestros derechos‑ porque había violado el proceso de
formación de las leyes, que comienza en el artículo 77 de la Constitución
Nacional.
Debido
a eso quedó un tema latente, y sugiero a las autoridades de la Cámara, que
tienen relación con el Poder Ejecutivo nacional, que traten de enmendar este
error, de manera tal que la rebaja de las tasas de interés que cobran las
tarjetas de crédito y que engrosan las arcas de los bancos y aumentan el costo
de las pequeñas y medianas empresas, sea tratada en el período extraordinario
de sesiones para que podamos corregir el error y no volvamos a repetir esto,
porque si somos Cámara revisora, tenemos que actuar como tal.
Antes
de entrar en la segunda cuestión, quiero pedir, como he hecho en otras
ocasiones, a la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento que modifique
nuestro reglamento porque me resulta bastante difícil plantear cuestiones
llamadas “de privilegio”. Nosotros tenemos que plantear cuestiones de derecho.
Pido que les cambiemos el nombre, porque para los peronistas los únicos
privilegiados son los niños, y cuando planteamos defensas es respecto de
derechos, no de privilegios. (Aplausos en
las bancas.)
La segunda cuestión que quiero plantear tiene
que ver con el decreto 1.206 del Poder Ejecutivo nacional, porque es
absolutamente inconstitucional. Si el artículo 83 de la ley, votado por todos
nosotros hace unos cuatro meses, establece que quedan excluidos familiares de
los funcionarios públicos, el decreto no puede decir que quedan incluidos. Esto
viola absolutamente, no el espíritu, como se está diciendo, sino la letra
expresa de la ley. Uno recurre a l’espirit
des lois, como diría Montesquieu, cuando la letra es oscura, pero la Corte
Suprema de Justicia de la Nación ha resuelto en muchos casos que tiene que
estarse a la letra clara de la disposición legal y no buscar subterfugios, como
este decreto que ha merecido críticas incluso –lo quiero reconocer- por parte
de diputados del oficialismo.
Acabo
de presentar un proyecto de resolución porque el Poder Ejecutivo dictó este
decreto justo en momentos en que estamos en el período de sesiones
extraordinarias. De todas maneras, no existe disposición reglamentaria ni legal
que impida que esta Cámara trate un proyecto de resolución en el período de
sesiones extraordinarias. Además, en defensa de lo que es la soberanía popular
expresada en la división de poderes que forma parte del principio republicano,
este proyecto de resolución establece que la Cámara sostiene que el decreto
dictado es inconstitucional. Lo que estamos haciendo es dar una opinión
política; no existe norma alguna que impida que lo hagamos. Por eso pido que
para la próxima sesión que cite, señor presidente, que seguramente será el 14,
tratemos este proyecto de resolución que implica defender el Estado de derecho
y la República.
Un
decreto no puede decir lo contrario de lo que dice la ley. Incluso está la
pirámide jurídica que sostenía Kelsen, el Preámbulo de nuestra Constitución y
los artículos 28 y 99 inciso 2 de la Carta Magna que se refieren con toda
claridad a esto que estoy mencionando.
Finalmente,
hoy leí en un diario de la mañana que el señor jefe de Gabinete de Ministros
dijo –en relación con la modificación al impuesto a las Ganancias que luego
vamos a tratar- que nunca se ha descartado el acuerdo. Desde ya que nadie lo
descarta y siempre buscamos consensos. Luego agregó que se “debe construir en
base a la verdad y no mintiéndole a la gente.” No sé si es una autocrítica del
jefe de Gabinete de Ministros, porque si alguien le mintió a la gente no fuimos
nosotros, sino los que en la campaña electoral prometieron que ningún
trabajador iba a pagar impuestos a las ganancias. ¡Ellos mintieron! (Aplausos en las bancas.)
No se puede trasformar la realidad de esta
manera, utilizando medios hegemónicos de prensa para instalar realidades que
son absurdas y van a contrapelo de lo que es la historia argentina.
Por
las razones expuestas, dejo planteada esta cuestión de privilegio. Lo hago con
todo respeto y afecto para que defendamos las instituciones de la República. Si
el Poder Ejecutivo se equivocó, es bueno que enmiende la plana y volvamos al
Estado de derecho que tanto nos costó recuperar en la Argentina. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio planteada
será girada a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
- 10 -
Sr. Presidente (Monzó).- Para una cuestión de privilegio tiene la
palabra la señora diputada por Entre Ríos.
Sra.
Gaillard.- Señor
presidente: esta cuestión de privilegio es contra el presidente de la Nación y
todo el Poder Ejecutivo nacional, que actualmente se encuentran incumpliendo
con los tratados de derechos humanos que nuestro país ha suscripto, que son
para resguardar el Estado de derecho. Al incumplir, el Estado nacional pasa a
tener responsabilidad internacional. Me estoy refiriendo al caso de Milagro
Sala. (Aplausos en las bancas.)
Planteo esta cuestión, porque es una barrabasada jurídica lo que dijo el
presidente de la Nación, además de ser preocupante. La semana pasada le
preguntaron por qué Milagro Sala estaba presa y contestó que lo estaba porque
la mayoría estaba de acuerdo con que debía estar detenida. Luego sostuvo que
ningún ciudadano de la República puede estar privado de su libertad por su
parecer o por una opinión subjetiva. El presidente de la Nación tiene una
responsabilidad y una investidura.
Recién le
manifesté mi opinión a la señora diputada Camaño, quien también mencionó a
Milagro Sala diciendo que creía que no debía ser liberada.
La ONU,
la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sostienen que Milagro
Sala debe ser liberada. No estamos discutiendo un juicio de valor sobre si nos
gusta más o menos Milagro Sala como dirigente social y política. Lo que estamos
diciendo es que vivimos en un régimen democrático en el que se debe respetar el
Estado de derecho.
Nuestra
Constitución determina que se debe cumplir con el debido proceso y las
garantías procesales. Esto es lo que se está violando en la provincia de Jujuy,
donde hoy no existe el Estado de derecho.
En virtud
de los tratados suscriptos por el Estado nacional, nuestro país sí tiene
responsabilidad por el hecho de que Milagro esté privada de la libertad
arbitrariamente.
Los
organismos internacionales solicitan que Milagro Sala sea liberada. El Poder
Ejecutivo debe escuchar esto y nosotros, como legisladores, debemos comenzar a
hablar desde el derecho y no desde las opiniones o el sentido común. Esto es
muy peligroso para la democracia.
Queremos
a Milagro Sala en libertad, no deseamos que haya presos políticos en la
Argentina. Queremos una Navidad sin presos políticos. Estemos a derecho, por lo
cual solicitamos al gobierno nacional que cumpla con los tratados
internacionales y acate las recomendaciones porque hoy estamos incurriendo en
una irresponsabilidad internacional. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio planteada
será girada a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
- 11 -
Sr. Presidente (Monzó).- Para una cuestión de privilegio tiene la
palabra el señor diputado por Río Negro.
Sr.
Bardeggia.- Señor
presidente: con esta cuestión de privilegio quiero expresar la más honda
preocupación por algunos hechos que vienen ocurriendo en la ciudad de El Bolsón.
Repudio
las amenazas que han sufrido hace pocos días la FM Alas y algunos actores por
conflictos que se han suscitado en la zona en torno a los bienes naturales y la
biodiversidad.
Hace
pocos días se pintaron esvásticas frente a la radio. También hubo amenazas de
incendio y a la integridad física de las personas. Esto es grave, pero mucho
más lo es el hecho de que en abril del año pasado presenté una propuesta
similar de repudio porque en ese momento se incendiaron dos radios: FM
Patagonia Andina y FM Comarca Andina. Como si eso fuera poco, en 2009 también
se incendió casi en su totalidad FM Activa.
Todo lo
comentado es grave y vamos a hacer un reclamo a los responsables de la
seguridad de la provincia para que garanticen no solo las instalaciones de las
radios, sino también la integridad física de las personas que trabajan en
ellas.
Creo que
esa situación se genera en torno a un conflicto severo que existe en relación
con los bienes naturales y ambientales. Hace pocos días el conflicto recrudeció
porque se actualizó la iniciativa de la empresa Laderas, del paralelo 42, y la
empresa Laderas, del Perito Moreno. Me animo a decir en este recinto que esto
remite a Lewis, para realizar una urbanización al pie del centro de esquí
Perito Moreno, en una zona ambientalmente muy sensible. Ese es el conflicto que tiene en vilo a la ciudad y que viene
ocurriendo desde hace tiempo. Expreso mi solidaridad con la gente de la radio y
con la comunidad de El Bolsón, pidiendo que la Cámara tome conocimiento de
esto.
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio planteada
será girada a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
- 12 -
Sr. Presidente (Monzó).- Para una cuestión de privilegio tiene la
palabra el señor diputado por Mendoza.
Sr. Carmona.- Señor presidente: planteo
una cuestión de privilegio contra el presidente Mauricio Macri, la canciller
Susana Malcorra y el interbloque Cambiemos.
En la
sesión pasada se festejó acá un paso importante en la vida democrática y de
esta Cámara: el cambio de autoridades. Hay
bloques que han festejado el inicio de lo que consideran un nuevo tiempo en
este Parlamento. Piensan que todos los temas pueden ser debatidos, donde
supuestamente la oposición tiene un lugar inédito, teniendo en cuenta las
gestiones anteriores.
Estamos
ante hechos de una enorme gravedad institucional que queremos denunciar, porque
no solamente afectan nuestros fueros parlamentarios y nuestra labor como
legisladores sino también la institucionalidad en la Argentina en materia de
política interna e internacional.
En
ese sentido, me tengo que referir a tres hechos que nos causan una terrible
preocupación.
En
primer lugar, en Ginebra se están abriendo negociaciones con el Reino Unido
para la identificación de 123 caídos en Malvinas aun no reconocidos que están
en el cementerio de Darwin. En esas reuniones se anunció la presencia de Mike
Summer, que integra la ilegítima asamblea legislativa de Malvinas.
Al
respecto, quiero remarcar que la canciller Malcorra, que consiente la presencia
del señor Mike Summer en esas negociaciones en las que los isleños nada tienen
que hacer, es la misma que nos ha negado su presencia en esta Cámara ‑a
pesar del compromiso asumido por el interbloque Cambiemos y por la propia
presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto‑ para dar
cuenta del vergonzoso acuerdo que se materializó a través de la comunicación
conjunta del martes 13 de setiembre próximo pasado.
Creo
que la aceptación de la presencia de un ilegal asambleísta isleño, sumado a las
reiteradas negativas de la canciller a concurrir a esta Cámara de Diputados, no
solamente implica un incumplimiento respecto de la responsabilidad de rendir
cuentas ante este Congreso sino que también es una ofensa a los diputados y
diputadas que queremos conocer los detalles de la actuación que lleva adelante
el gobierno nacional con el Reino Unido.
En
segundo término, me tengo que referir a otro hecho que no es menos grave. El
gobierno argentino ha avanzado en la suscripción de un memorándum con Qatar que
compromete en operaciones offshore
–que estarán bajo la administración de terceros y que habilita la jurisdicción
británica en caso de conflicto- recursos del Fondo de Garantía de
Sustentabilidad.
Ese
hecho no solamente va en contra de las normas que rigen el funcionamiento de
dicho Fondo sino que además nos están negando la posibilidad de conocer el
contenido del memorándum. Digo esto porque la canciller y sus funcionarios
–como acabo de señalar- se niegan a concurrir a esta Cámara a rendir cuentas, y
además no hemos tenido respuesta a nuestro pedido de acceso a la información
pública que presentamos en el marco del decreto 1.172 del año 2003.
Lamentablemente,
se está negando a este Congreso la posibilidad de tomar intervención en un hecho
de enorme gravedad institucional, si tenemos en cuenta que se está poniendo en
juego la plata de los jubilados.
Al
respecto, aclaro que muy amablemente la presidenta de la Comisión de Relaciones
Exteriores y Culto me informó que por su situación de conflicto y no conflicto
con el gobierno nacional no tiene margen para citar a los funcionarios. Pero
estos temas no pueden estar ausentes de la agenda del Congreso,
independientemente de que nos encontremos en período de sesiones ordinarias o
extraordinarias. Por ello, vamos a insistir en la necesidad de que los
funcionarios vengan a rendir cuentas.
Por
último, el accionar del gobierno de Mauricio Macri y de la canciller Malcorra
en relación con la arbitraria exclusión de Venezuela del Mercosur, no solamente
constituye un atentado contra el derecho internacional y el derecho comunitario
que nos rige en el ámbito del mercado común, sino que también pone de
manifiesto el accionar eminentemente desintegrador de las políticas de este
gobierno.
El
macrismo no va a cumplir su promesa de terminar con la grieta en la Argentina
profundizando determinados casos, como el de Milagro Sala. Pero lo peor es que
está profundizando la grieta incluso a nivel regional, poniendo a la Argentina
del lado de países autoritarios como Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia
Saudita ‑que han sostenido económicamente el nacimiento de ISIS‑ y
de los golpistas de la región, como Temer, alentando la exclusión de países
democráticos. (Aplausos en las bancas.)
Sr. Presidente (Monzó).-
La cuestión de privilegio será girada a la Comisión de Asuntos
Constitucionales.
- 13 -
Sr. Presidente (Monzó).-
Para una cuestión de privilegio tiene la palabra el señor diputado por Buenos
Aires.
Sr. Solá.- Señor presidente: en la madrugada del 15 de
junio de este año, mientras tratábamos en particular la ley 27.260, planteé al
presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda –en su calidad de miembro
informante- la incorporación de lo que luego fue el artículo 83 de la norma, a
efectos de establecer que no podían blanquear ningún tipo de bienes los padres,
cónyuges ni los hijos emancipados de quienes figuraban en el artículo 82, que
era una larga lista de funcionarios, parlamentarios y jueces, en definitiva, de
integrantes de los tres poderes que estaban claramente especificados.
En ese sentido, me siento agraviado
–al igual que ambas Cámaras de este Congreso y hasta la propia Constitucional
Nacional- por la firma del decreto 1.206 del corriente año. Por ello, formulo
esta cuestión de privilegio contra el presidente Mauricio Macri, su jefe de
Gabinete Marcos Peña y su ministro de Hacienda y Finanzas Públicas Alfonso
Prat-Gay, por ser ellos los tres que firmaron el decreto en cuestión.
El artículo 6° de dicho decreto hace
caso omiso del artículo 83 de la ley 27.260, al establecer: "Los sujetos
comprendidos…”, en relación con los parientes, “…podrán efectuar la declaración
voluntaria y excepcional…”, es decir que podrán blanquear, “…exclusivamente
respecto de los bienes que acrediten se encontraban incorporados en su
patrimonio con anterioridad a la fecha en que los sujetos enumerados
en los incisos a) al w) del Artículo 82 de la Ley N° 27.260, hubieran asumido
los respectivos cargos."
Ese es el agravio. Con este paso
quiero cumplir con la acción administrativa de la cuestión de privilegio y así
quedar libre para luego pedir ante la Justicia la correspondiente cautelar por
la inconstitucionalidad del decreto.
Esto es lo mismo que a los
legisladores de ambas Cámaras nos hubiesen dicho que a pesar de haber decidido
que esos parientes no se pueden beneficiar por la amnistía que implica el
blanqueo, como tienen muchos familiares con empresas offshore que pueden explicar que ellas tenían entidad afuera aunque
estuviesen en negro en la Argentina, decidieron abrirles el paso, con lo cual
la nómina del artículo 82 ahora se ve reducida.
Cabe recordar que el decreto 895/16,
supuestamente reglamentario del régimen de sinceramiento fiscal, establece en
el artículo 21 que hay que interpretar el artículo 82 de la ley con carácter
restrictivo. Ahora bien, ¿por qué debemos interpretar ese artículo con carácter
restrictivo y no así el 83? ¿Acaso para la AFIP no son personas políticamente
expuestas los familiares directos? ¿Por qué un presidente, que es millonario y
tiene un padre multimillonario –lo que no es un pecado per se- no se cuida el doble que un presidente que tiene un
patrimonio común? Porque tiene un capricho, quiere
que su padre pueda blanquear y que los padres de otros CEO puedan hacerlo. (Aplausos en las bancas.)
Sucede
que para blanquear hace falta demostrar que la plata que estaba en negro era de
ellos, antes de ser nombrados, supongamos previo a 2010, la fecha que marca el
comienzo de esta situación. ¿Quién puede decir que era suya tal cantidad de
dólares o de euros? ¿Quién puede decir “esta cuenta que está a nombre de Juan
Pérez es mía” o “ese campo que está a nombre de Pirulo es mío? Nadie; mucho
menos puede hacerlo, por suerte, una persona políticamente expuesta.
En
cambio, la persona que tiene una empresa en el extranjero y acciones, expone su
nombre. Lo ha tenido que demostrar en el extranjero pero en su país está en
negro. El presidente es hijo de una persona que está en esas condiciones y
redacta un decreto especial violatorio de los fueros de este Parlamento, de la
Constitución Nacional y de toda norma ética.
A
la mayoría le da vergüenza el decreto que firmó el presidente Macri. (Aplausos
en las bancas.) Estoy seguro de que les da profunda vergüenza el decreto
que firmó el presidente Macri. Sienten vergüenza quienes se adjudican la
calidad de jueces morales de la República Argentina. Permanentemente, si
miramos el último balotaje, quieren instalar que la mitad de la Argentina es
corrupta y que la otra mitad viene a limpiar la corrupción de 20 años atrás.
¡Nos quieren vender pescado podrido y después sacan estas cosas! ¡No dijeron
nada de los Panama Papers! ¡De eso no
se habla! No dijeron nada sobre este decreto, de esto tampoco se habla.
Por
eso solicito que también nos acompañen con la acción cautelar. Parece que no lo
van a anular porque el niño mimado quiere que su “papi” pueda blanquear porque
si no es injusto. ¡Esa es la verdad de la milanesa! (Aplausos en las bancas).
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio
será girada a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
- 14 -
Sr. Presidente (Monzó).-
Para una cuestión de privilegio tiene la
palabra la señora diputada por Jujuy.
Sra. Burgos.- Señor presidente: llama la atención que a
estas alturas sigamos hablando de Estado de derecho. En Jujuy hay Estado de
derecho a partir del 9 de diciembre del año pasado, porque antes no había
Estado de derecho en Jujuy sino un Estado paralelo.
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- ¡Ladran, Sancho, señal que cabalgamos!
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- Todas las obligaciones internacionales fueron
cumplidas. La verdad es que llama la atención el modus operandi como permanentemente…
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- ¡Pido silencio!
Sr. Presidente (Monzó).-
Señores diputados: hemos escuchado todas
las cuestiones de privilegio, escuchemos también esta.
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- Señor presidente: Milagro Sala no es una presa
política, es una corrupta y una mafiosa que dejó a la gente sin dignidad. ¡Eso
es Milagro Sala!
Sr. Presidente (Monzó).-
Por favor, señor diputada, le solicito
que informe cuál es la cuestión de privilegio.
Sra. Burgos.- Señor presidente: la cuestión de privilegio es
sobre la falta de Estado de derecho en mi provincia.
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- ¡Después hablan de la violencia de género!
¡Déjenme hablar! ¿De qué tienen miedo?
Sr. Presidente (Monzó).-
Por favor, señores diputados, guarden
silencio, dejen hablar a la señora diputada. Se ha hecho silencio cuando se
plantearon todas las cuestiones de privilegio.
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- Están acostumbrados al discurso único, al
relato. Hoy hay Estado de derecho en Jujuy. La gente se animó a hablar, a
decir, porque nos mantuvieron siempre callados. La gente se manifestó en las
urnas y votó a Gerardo Morales porque era el único hombre que podía poner orden
en la provincia de Jujuy.
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sr. Burgos.- Hoy hay Estado de derecho en la provincia de
Jujuy.
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sr. Burgos.- Todas las obligaciones procesales e
internacionales fueron cumplidas a rajatablas. Hoy el Poder Judicial es independiente.
No queremos el Poder Judicial del juez Aróstegui, amigo de Milagro Sala, que la
sobreseyó en sesenta causas. Ese es el Poder Judicial que no queremos. Hoy hay
Justicia en Jujuy.
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- ¿Dónde están los derechos de las víctimas?
¿Dónde están los derechos de cada uno de los jujeños que han sido vulnerados?
No escuché a ninguno de ustedes hablar sobre estos derechos. ¡Nadie habló sobre
las víctimas de Jujuy!
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- ¡Ahora hablan de Milagro Sala! ¿Dicen que es
una presa política? ¡De qué están hablando! Fue una mafiosa y no me llama la
atención que muchos expresaron durante largo tiempo que trabajaron muy bien con
ella. ¡Obvio, son ladrones de guante blanco que se llevaron los caudales de la
provincia!
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- ¡Eso es lo que están cubriendo! ¡No escuché a
ninguno de ustedes decir qué pasó con el fiscal Nisman! ¡Jamás hablaron de eso!
¿Dónde están los derechos humanos?
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- ¿A quién protegen? ¿A Milagro Sala o a los de
arriba? ¿Quién está por arriba? Muchos o algunos de los que están acá, y otros
que no están acá. Son los que van a caer porque son los que hostigaron al
pueblo de Jujuy. Mi provincia no vivía en paz. Hoy hay paz, hay Justicia, hay
orden.
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- Las interminables coacciones. ¿Saben quiénes
eran los rehenes? ¡Los jujeños y jujeñas eran los rehenes de ese accionar
permanente que tenía Milagro Sala y que todos ustedes están avalando!
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra. Burgos.- ¿Qué negociados tendrán? Hablemos en serio. Lo
de ustedes es puro relato, 12 años de relato. Hoy hay Justicia. Hoy Jujuy tiene
un Estado de derecho. (Aplausos en las
bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio
será girada a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
- 15 -
Sr. Presidente (Monzó).-
Para una cuestión de privilegio tiene la
palabra el señor diputado por Córdoba.
Sr. Brügge.- Señor presidente: solicito una cuestión de
privilegio como vicepresidente en el orden nacional del Partido Demócrata
Argentino. Nosotros integramos la ODCA, Organización Demócrata Cristiana
Americana, y en el día de la fecha hemos tomado conocimiento de una resolución
de este organismo, que aglutina a todos los partidos que comparten el humanismo
cristiano en América, en la que se muestra el arbitrario e ilegal arresto y
detención de su vicepresidente, un cubano, Eduardo Cardet, líder del Movimiento
Cristiano de Liberación de Cuba.
El 30 de noviembre, en la provincia de
Holguín, Cuba, y como consecuencia de los funerales de Fidel Castro, como ha
venido sucediendo a lo largo de toda su vida política, criticó el pasado de
Fidel Castro y su régimen dictatorial. Esto provocó su detención por parte de
las fuerzas de seguridad. Quieren juzgarlo en un juicio exprés para aplicarle
una sanción prevista en el Código Penal que se maneja Cuba para los disidentes
y opositores de 15 años de cárcel. Por eso hacemos un
enérgico llamado a las autoridades cubanas para que liberen no solamente a ese
preso político, sino a varios que están en esa situación fruto de ese régimen.
Entendemos
que están dadas las condiciones para que Cuba, definitivamente, retome una
democracia tolerante, plural, de respeto mutuo, y queden atrás actos y hechos lamentables que se cometieron bajo el
régimen que impera hasta el día de la fecha en esa isla, como por ejemplo, el asesinato de Oswaldo Payá, un demócrata
cristiano disidente, ocurrido el 22 de julio de 2012. Oswaldo falleció en la
isla, nunca se fue, se quedó y enfrentó al régimen cubano pidiendo la apertura,
democracia, que Cuba fuese plural y que no existiera un único y exclusivo
partido político.
Para
no hacer más larga mi alocución, solicito la inserción del resto de mi discurso
en el Diario de Sesiones, pero expreso mi enérgico rechazo a esta detención
ilegal del compañero Eduardo Cardet, y
por supuesto exhorto a las autoridades cubanas para que lo liberen con el resto
de los presos políticos.
También
solicito insertar en el Diario de Sesiones el pronunciamiento de la
Organización Demócrata Cristina de América, que con fecha de hoy fue suscripta en
Santiago de Chile, donde reside su presidente, Juan Carlos Latorre. Hago mías
las últimas expresiones que dicen así: “Al comenzar una nueva época en Cuba,
reiteramos nuestra esperanza de que termine la represión y la violencia contra
los opositores y que las autoridades generen los espacios para el diálogo y la
participación del pueblo cubano en la definición de su propio futuro. El pleno
respeto a los derechos humanos y el reconocimiento de las libertades públicas
sería un paso importante para avanzar hacia una sociedad tolerante, plural y de
respeto mutuo."
Personalmente,
soy muy respetuoso de todos los homenajes que se han hecho aquí a la revolución
cubana. Entiendo que en su momento tuvo
un rol importante, pero también tenemos que analizar cómo a lo largo de todos
estos años, en Cuba, las libertades individuales también han sido cercenadas y
no se ha permitido el disenso ni el pluralismo, como sí lo hicieron otros
países.
Quizás
la deuda pendiente que tiene el actual régimen con los ciudadanos cubanos es la
apertura democrática a todas las líneas políticas.
Un
hecho muy interesante fue por supuesto la presencia del papa Francisco, que
bregó sobre ese punto y que por supuesto sirvió para encontrarse con el líder
Fidel Castro. Creo que ese puede ser un comienzo hacia ese camino de la
tolerancia y la amistad cívica, que es de lo que hablamos los humanistas
cristianos. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio planteada pasará a la Comisión de
Asuntos Constitucionales.
- 16 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Para una cuestión de
privilegio tiene la palabra el señor diputado por Tierra del Fuego.
Sr.
Pérez (M.A).- Señor presidente: venimos a
plantear una cuestión de privilegio contra el presidente de la Nación Mauricio
Macri, por lo que entendemos es una nueva decisión política en materia
económica y fiscal que afecta a la región de la cual provengo y provienen
muchos diputados: la Patagonia.
Planteo
esta cuestión de privilegio en función de que entendemos que esta decisión de
derogar el decreto que establece el adicional de reembolsos por exportaciones
en puertos patagónicos es parte de un conjunto de medidas económicas que viene
tomando el presidente Mauricio Macri junto a su equipo de trabajo, que están afectando
notoriamente la realidad de nuestra región.
Consideramos
que esas decisiones además significan un ensañamiento contra la región
patagónica, que tiene que ver con una política de retroceso del federalismo
fiscal y del federalismo político en nuestro país, que había sido profundizado
en los últimos años de la Argentina.
Este conjunto de decisiones políticas y
económicas profundizan el centralismo de un gobierno nacional que tiene la
mirada puesta en los grandes centros urbanos y que le ha dado la espalda
notoriamente a nuestra región patagónica.
En
ese contexto, entendemos que una visión meramente economicista de la realidad
argentina significa dar la espalda a la Patagonia, desconocer el criterio de
existencia de nuestra región y la preponderancia que tiene en términos
estratégicos para el conjunto del país y, sobre todo, de la región.
Esta
decisión de derogar el decreto que tiene que ver con los reembolsos a los
puertos patagónicos se suma a una serie de políticas que se vienen adoptando
desde el 10 de diciembre de 2015.
Vemos
con enorme preocupación la situación del sector petrolero argentino, donde la
empresa YPF acaba de recortar un 40 por ciento de sus operaciones de petróleo
convencional, lo que significa la pérdida de 1.700 puestos de trabajo en la
región. Nos parece que existe una decisión deliberada del gobierno nacional de
comenzar un proceso de vaciamiento de la empresa YPF.
Los
patagónicos no queremos repetir situaciones que se dieron en la década del 90,
cuando se comenzó de esta manera y luego se terminó pidiendo la privatización
de una empresa de bandera, como es YPF. (Aplausos en las bancas.)
Como
patagónicos, y en particular como fueguinos, nos preocupa la situación de la
industria electrónica de Tierra del Fuego, donde nuevamente el gobierno de
Mauricio Macri nos invita a reconvertirnos, a tomar la decisión de abandonar el
régimen de promoción industrial ‑que significó el desarrollo y el
crecimiento productivo de nuestra provincia y de nuestra región en general‑,
y nos quiere hacer creer que esa reconversión va a significar ingresar al
Primer Mundo y poder sostener los puestos de trabajo.
Nada
de eso ha sucedido este año. Por el contrario, estamos atravesando una
situación con casi 5.000 desempleos en la industria electrónica de Tierra del
Fuego y nuevamente se ha privilegiado la importación. Por medio de un decreto
presidencial se ha decidido bajar a cero el arancel por el ingreso de
computadoras importadas. Esto afecta seriamente no solo la producción
electrónica en Tierra del Fuego de aquellas empresas que fabrican este
producto, sino también en la provincia de Buenos Aires. Por eso, expresamos
nuestro más enérgico rechazo a esta política de apertura indiscriminada de
importaciones.
También
vemos con preocupación la situación de la floricultura en Río Negro, donde se
ha reducido notoriamente la cantidad de hectáreas cultivadas en la región, y
también la apertura indiscriminada, en términos del ingreso, del producto del
marisco, que está afectando a la provincia de Chubut.
Además,
el freno de la obra pública ha significado la paralización de obras tan
emblemáticas como las represas de Santa Cruz y del Neuquén.
Esta
serie de políticas no se condice con lo que sucedió a principios de año, cuando
por una cuestión cuasi de amiguismo, se otorgó a Rodríguez Larreta un monto de
18.000 millones de pesos para cubrir sus finanzas locales, teniendo en cuenta
que se trata del distrito más rico del país.
El
planteo de esta cuestión de privilegio es para defender a la Patagonia, que en
definitiva es defender a la Argentina. No podemos permitir que se siga adelante
con este atropello fiscal a las provincias patagónicas, que se tomen decisiones
que afectan notoriamente nuestro aparato productivo y la calidad de vida de los
patagónicos, que viven en una región que ha sido históricamente castigada por
políticas centralistas, que por suerte se revirtieron en el transcurso de los
últimos diez años.
Lógicamente,
la mirada política que tiene este gobierno nacional para con una región que le
dio la espalda a la política del gobierno de Mauricio Macri, es que la
Patagonia vuelva a ser el patio trasero de la Argentina. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio pasará a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
- 17 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Para una cuestión de
privilegio tiene la palabra la señora diputada por Jujuy.
Sra.
Martínez (S.A).- Señor presidente: quiero
plantear una cuestión de privilegio contra la diputada Gaillard, que se ha
referido a la provincia de Jujuy negando la existencia del Estado de derecho.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Martínez (S.A.).- Las Naciones Unidas, la
Organización de los Estados Americanos, la propia Comisión Interamericana…
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sr.
Presidente (Monzó).- La Presidencia solicita silencio a los señores diputados.
Sra.
Martínez (S.A.).- …han cometido un grave error,
porque han respondido al lobby kirchnerista
y se han ocupado de tergiversar la realidad.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Martínez (S.A.).- Esos organismos se rigen por un
reglamento, pero deberían hacerlo por el artículo 46 del Pacto de San José de
Costa Rica. Esto no lo han tenido en cuenta en ningún momento. El artículo 31
del reglamento que los rige indica con toda claridad que solo pueden actuar
cuando se han terminado los recursos internos del país o de la provincia. Tal
como corresponde, se están siguiendo cada una de las instancias procesales.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Martínez (S.A.).- A su vez, se siguen todas las
instancias de control. Por más que no les guste que les diga la verdad, lo voy
a hacer, tal como lo hemos hecho dirigiéndonos a las autoridades de los
organismos internacionales.
A
Milagro Sala no se la juzga por el acampe, que fue una toma violenta en el
centro de la provincia de Jujuy. Ella amenazaba a los cooperativistas con
quitarles las casas, los planes y los bolsones.
Milagro
Sala está con prisión preventiva porque se cumple con todo lo dispuesto por el
artículo 319 del Código Procesal Penal de la provincia de Jujuy. No está siendo
investigada por dos causas, como dice el Grupo de Trabajo, sino que está
incriminada en seis causas más. Es investigada por asociación ilícita,
extorsión y fraude al Estado.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Martínez (S. A.).- De las 1.836 viviendas que
debían ser construidas no se construyó ninguna porque se quedaron con la plata.
Extorsionaron e intimidaron a los cooperativistas, quienes tuvieron que darle
una factura apócrifa para que pudieran cumplir con esa estructura mafiosa y se
quedaran con el dinero.
La
diputada tupaquera Balconte manifestó que traía los bolsos con dinero a Olivos.
En el hotel de la calle Lima donde se alojaron pagaron cientos de miles de
pesos en efectivo por su estadía.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Martínez (S.A.).- En el caso Milagro Sala están
todas las pruebas oculares, los libros contables y las declaraciones.
Hay
nueve cooperativistas que cuando cesó la impunidad en Jujuy pudieron hablar,
pero siguen recibiendo amenazas hasta el día de hoy.
Milagro
Sala ha sido procesada por tentativa de homicidio. El juez Pullen Llermanos,
que entiende en esta causa, dice con toda claridad que Sala creyó que este
chantaje iba a poder continuar.
- Varios
señores diputados hablan a la vez.
Sra.
Martínez (S.A.).- Digan ustedes que están
preocupados por causas mayores, como la de Cristina Kirchner y por todos los
que están en la misma situación. La prisión preventiva ha sido dictada en el
marco de las garantías del derecho. Es una corrupta. Cada uno de los argumentos
del Grupo de Trabajo de la OEA y de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos han sido respondidos como corresponde.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Martínez (S.A.).- El kirchnerismo ha construido
mediáticamente e intentado decir que Milagro Sala…
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Martínez (S. A.).- ¡No pueden decir nada!
¡Quieren amparar la corrupción! ¡Les han robado a los pobres! Milagro Sala no
es la abanderada de los desposeídos, sino que ha abusado y usado a los
desposeídos para quedarse con miles de millones de pesos. Es la única que tenía
una máquina de contar plata en su casa, como si se tratara de un
electrodoméstico. (Aplausos en las
bancas.) Además desarrollaba bombas de estruendo.
La
patota que la acompaña acaba de amenazar al abogado Saidman Ros diciéndole que
van a velar a sus hijos antes de que terminen también con él.
Sr.
Presidente (Monzó).- La Presidencia solicita a la señora diputada que redondee su
discurso.
Sra.
Martínez (S.A.).- Vamos a seguir pidiéndoles que
respeten las instituciones democráticas de nuestro país y la división de
poderes. No defiendan la corrupción porque se transforman en cómplices. Cada
uno de los que defienden a Milagro Sala es cómplice de la corrupción. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio planteada pasará a la Comisión de
Asuntos Constitucionales.
- 18 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Para una cuestión de privilegio tiene la palabra el señor
diputado por Santa Fe.
Sr.
Cleri.- Señor presidente: el señor diputado
Moreno me solicita una interrupción.
Sr.
Presidente (Monzó).- Las cuestiones de privilegio no permiten interrupciones, señor
diputado.
Sr.
Cleri.- Señor presidente: usted fue elegido
nuevamente la semana pasada como máxima autoridad de la Cámara. La aplicación
del reglamento debe ser estricta. Solicito que no haga como el presidente
Macri, que luego de la sanción de una ley los deja a todos ustedes en off side ampliando el blanqueo a todos
sus familiares.
La
semana pasada el señor presidente fue elegido por todos los diputados para
presidir las sesiones, por lo que le solicito que lo haga de la manera
correcta. Comprendo que su bloque está completamente estallado y que debe ceder
la palabra a sus miembros, pero es una cuestión política y no reglamentaria.
La
cuestión de privilegio, y de derecho ‑tal como dijo el presidente de
nuestro bloque para nosotros, los peronistas, los únicos privilegiados son los
niños‑, está relacionada con una actitud que tomaron el presidente del
cuerpo y el señor diputado Tonelli el año pasado y que venimos planteando con
insistencia.
Hay
un lugar en el Consejo de la Magistratura que debe ser para un diputado o una
diputada del Frente para la Victoria, y que por desconocer el reglamento,
tratar de construir una mayoría que no está en la ley ni en los usos y
costumbres de las prácticas republicanas y la voluntad popular que debe ser
respetada, está siendo ocupado por un integrante de Cambiemos: el señor
diputado Tonelli. Ese lugar corresponde al Frente para la Victoria.
Esta
situación ha generado varias causas judiciales que siguen avanzando y una gran
inseguridad jurídica para el país, porque ese órgano de control y de
designación de los jueces federales está ilegalmente constituido, por lo cual
cada una de las decisiones que se han tomado durante este año pueden ser
reclamadas de manera judicial.
Solicito
que esta cuestión de privilegio sea tratada lo más pronto posible en la
Comisión de Asuntos Constitucionales, tal como fue planteado anteriormente por
otro diputado del Frente para la Victoria. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio planteada pasará a la Comisión de
Asuntos Constitucionales.
- 19 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Para una cuestión de privilegio tiene la palabra la señora
diputada por Chubut.
Sra.
Lagoria.- Señor presidente: quiero manifestar mi preocupación por actos llevados a cabo por el
señor presidente de la Nación, al que reconozco que se encuentra en la plenitud
de sus poderes delegados por el pueblo. No sé si llamar a esto una cuestión de
privilegio.
Como
chubutense y patagónica, veo afectados los derechos de mi provincia y de toda
mi región. Un diputado por Tierra del Fuego ya se ha expresado sobre este mismo
tema, que es la derogación del decreto 2.229/15, que establecía un beneficio
fundamental para la economía patagónica. Este beneficio se derogó entre gallos
y medianoche, porque nuestro gobernador había asistido a una reunión en Olivos
para tratar este tema pero le indicaron que continuarían conversando al
respeto.
Al
día siguiente se publicó este decreto que significa el cercenamiento de un
beneficio, algo que va a golpear a la región patagónica, que es también
argentina, a pesar de que la quisieron regalar ‑no me refiero a ustedes‑,
que verá quebrada su economía en buena parte. ¿Por
qué? Se quitaron los reembolsos por puertos patagónicos a la producción, ya sea
lanera, pesquera, minera y, fundamentalmente, petrolera. El sistema consistía
en la restitución total o parcial de los importes pagados en concepto de
tributos interiores o así también los que podrían haber surgido por lo que se
exportara.
Este
mecanismo había nacido en la Cámara de Diputados de la Nación. El proyecto
estaba encabezado por el actual gobernador de la provincia de Chubut, señor Das
Neves, y se instauró en noviembre de 2015 mediante un decreto suscripto por el
entonces presidente Kirchner.
El
objetivo que se buscaba era no solo ser un país más federal sino también lograr
la diversificación de las industrias existentes en la región con un gran
incentivo fiscal. En este caso, las empresas se veían beneficiadas de forma
directa ya que, una vez que despachaban la mercadería, el reembolso era casi
automático. No había distinción para el tipo de industria sino que, por el
contrario, cualquier empresa de cualquier industria que despachara mercadería por
un puerto patagónico, podría acceder al beneficio.
Es
por ello y por las dificultades que tienen las empresas instaladas en la
Patagonia que este tipo de beneficio es realmente necesario, principalmente si
queremos diversificar la matriz productiva de la región y fomentar el
federalismo, que va quedando un poco relegado y olvidado.
Quitar
dicho beneficio implica dar la espalda a los trabajadores y empresarios de la
región y nos coloca en un plano de desigualdad dentro de nuestra Patria. Tal
vez sea porque la Patagonia extensa –quizá poco poblada- constituye un baluarte
que ha dado –y da- mucho a lo largo de la historia, como sucede en el caso del
petróleo, porque hace más de cien años que se está extrayendo y bombeando este
combustible desde Comodoro Rivadavia. Por lo tanto, debemos pensar no solo en
el beneficio que nosotros podamos tener sino en el desarrollo de nuestra
Patria.
Hoy
nos consideramos perjudicados, sin derecho a la igualdad y al desarrollo que
nos merecemos como pueblo. Queremos creer que esto no es así porque nuestros
votos son pocos, porque esos votos valen.
Nos
merecemos un futuro que haga crecer nuestra dignidad. Esperamos que nuestro
gobierno, que nos habló de un futuro mejor para todos, revea la medida.
Reembolsar no es lo mismo que reintegrar, porque esto es prueba de manifiesto
en situaciones existentes.
Queremos
un país de iguales donde todos nos podamos desarrollar. Espero que sea
justicia, que nos escuchen y que los patagónicos podamos volver a tener
esperanza en un desarrollo pleno. (Aplausos
en las bancas.)
Sr. Presidente (Monzó).- La cuestión planteada pasará a la
Comisión de Asuntos Constitucionales.
- 20 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Para una cuestión de privilegio, tiene la palabra la señora
diputada por Buenos Aires.
Sra.
Conti.- Señor presidente: voy a plantear dos
cuestiones de privilegio. La primera es contra usted, pero es “suavecita”. En
realidad, es un llamado a la reflexión para que a través de su intermedio se
cumpla el reglamento.
En
primer lugar, las cuestiones de privilegio tienen que ser pertinentes. Es
decir, son mociones con un contenido que agravian a la representación que
nosotros ejercemos aquí o al Congreso Nacional.
En
segundo término, sería bueno que instalemos la forma de dirigirnos a la
Presidencia de la Cámara, que es la que el Reglamento establece en el sentido
de cómo se deben plantear las mociones.
De
lo contrario, me parece que sería contraproducente generar discusiones como las
que tuvimos hace un rato, que no solo opacan el lucimiento del planteo del
legislador o legisladora sino que nos pone en un clima de tensión innecesario
donde parece que importamos más nosotros que la Patria que debemos defender.
Por
otro lado, también quiero plantear una cuestión de privilegio respecto del
presidente de la Nación, quien tiene acotadísima su función legislativa ya que
solo puede hacer vetos, vetos parciales, enviarnos proyectos de ley o dictar
decretos de necesidad y urgencia en materia de administración, más allá de la
potestad reglamentaria, pero el espíritu de las leyes debe ser respetado en
forma absoluta.
La
ley de blanqueo prevé la posibilidad de “blanquear” por parte de los familiares
de los funcionarios que no pueden hacerlo. Se trata de una iniciativa de
contenido impositivo y penal, y ambas características están prohibidas como
materias de decretos de necesidad y urgencia, y hete aquí que la utilización de
un decreto simple viola las facultades de control que el Congreso de la Nación
tiene sobre la función legislativa del presidente de la Nación.
Por
eso, los diputados Di Tullio, Cleri y Tailhade y quien habla –tres de nosotros
integrantes de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo abocada
al control de decretos de necesidad y urgencia y de la actividad legislativa
del presidente- hemos pedido una reunión. Dicha Comisión no admite receso, y
específicamente controla el veto parcial que Macri debió utilizar si quería
cumplir su primigenia voluntad de que su padre y algunos parientes puedan
blanquear su situación o, en todo caso, no haber cometido una acción que por
alguno de nuestros colegas está considerada delictiva, como es la elaboración
de ese decreto simple.
Impetro
al presidente de la Cámara de Diputados para que se comunique con su par del
Senado y conminemos la reunión de esta Comisión Bicameral Permanente. No sea
cosa que ocurra lo mismo que sucedió durante el largo verano pasado -cuando
asumió el presidente Macri-, cuando esta Comisión dejó de existir.
El
Congreso es responsable en este sentido y no tenemos por qué, como uno de los
tres podres del Estado, incurrir en responsabilidades que solo benefician al
presidente de la Nación y a su padre. Se trata de una cuestión que puede tener
connotaciones penales por la actitud de quienes firmaron ese decreto. (Aplausos en las bancas.)
Sr. Presidente (Monzó).- La Presidencia informa que la
cuestión planteada por la señora diputada Conti pasará a la Comisión de Asuntos
Constitucionales.
- 21 -
Sr. Presidente (Monzó).- Para otra cuestión de privilegio,
tiene la
palabra la señora diputada por Chaco.
Sra.
Mendoza (S.M.).- Señor presidente: quiero
plantear una cuestión de privilegio en función de las manifestaciones de las
diputadas Burgos y Silvia Martínez.
En
primer lugar, quiero decir que son muy brutas, de brutalidad absoluta.
Milagros
Sala no está presa por lo que ellas dijeron. Además, ustedes no son unos santos
sino unos corruptos totales.
La
novela que hacen de Jujuy es tan…
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Mendoza (S.M.).- ¡No me griten porque voy a ir
hasta sus bancas!
¡Hola,
qué tal, corruptos! ¡Hola, qué tal, la fantasía que hicieron de Jujuy! A los
que están mal yo no los voy a acusar: el gobernador Morales tendrá que
remitirse a la ONU. El presidente de la República tendrá que responder, pero no
se excusen más en leyes que no son constitucionales sobre Milagros Sala y
otros. Se los pido por el bien de este gobierno.
Señoras
Silvia Martínez y Burgos: no todos somos corruptos.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Mendoza (S.M.).- ¡Momento! ¡Escuchen lo que digo!
Ustedes son unas maleducadas.
Señor
presidente: me están interrumpiendo y le pido más minutos…
Sr.
Presidente (Monzó).- Continúe, señora diputada.
Sra.
Mendoza (S.M).- No todo el mundo es corrupto. Yo
quiero ver qué tal está Jujuy en este momento. No soy quién para juzgar. La que
va a juzgar es la Justicia, pero no la justicia provincial. Para eso la ONU
viene a pedir la libertad de una presa política.
Acá
no se trata de lo que usted piensa ni de lo que yo pienso. Sucede que están
violando los derechos y las garantías de cualquier ciudadano.
¡Qué
fácil hablan de la corrupción! Acá todos mascan agua bendita. ¿Y si exploramos
un poquito y los canales mediáticos muestran a alguna de las personas que no
son del Frente para la Victoria? Porque la tienen y la tienen con el Frente
para la Victoria.
¿Saben
qué? Yo apenas soy una humilde militante de un proyecto político que es
peronista. Soy peronista, de Boca y de Chaco For Ever, y sanseacabó. (Aplausos en las bancas.)
Ahora
bien, si ustedes siguen diciéndonos corruptos, están ensuciando a todo el
Parlamento.
Lo
único que yo digo, señor presidente, es que tienen que acatar jurídicamente lo
que establecen los organismos internacionales, que están pidiendo la liberación
de Milagro Sala ya.
¿Qué
pasa con Milagro Sala? Para eso está la Justicia, pero no la que inventaron en
el Poder Judicial: “cambiamos figuritas, ponemos esto, la acusamos y la metemos
presa”. Eso no es respetar los derechos constitucionales, señor presidente.
Tengan
cuidado con la boca, porque después se van a tragar muchos sapos.
Finalmente,
pido que acaten la orden de la ONU, porque hace a los derechos y a las
garantías de cualquier ciudadano. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Carlotto.- Señor presidente: sin vocación de
entrar en una polémica, quiero solicitarle copia certificada por la Presidencia
de la Cámara de las intervenciones de las diputadas Burgos y Martínez, para
aportarlas al Comité de las Naciones Unidas y a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, porque creo que en esos dos pronunciamientos está la matriz
que explica la detención política de la dirigente Milagro Sala. (Aplausos en las bancas.)
La
situación de gravedad institucional que esto implica, frente a la
responsabilidad que el Estado argentino tiene ante la comunidad internacional y
los compromisos que la Argentina ha asumido en materia de derechos humanos,
amerita que aportemos esta documentación. Repito que lo hago no con una
vocación de polemizar sobre este tema, sino porque nosotros, como integrantes
del Parlamento nacional, somos parte del andamiaje que debe dar respuesta a la
demanda de estos dos organismos internacionales. No debe hacerlo la provincia
de Jujuy sino el Poder Ejecutivo nacional.
Entonces,
me parece que lo que se ventila en el Congreso debe ser también parte del
aporte tendiente a explicar las razones de la detención arbitraria y política
que está sufriendo la dirigente Milagro Sala. Por eso solicito copia de la
versión taquigráfica de los discursos de las mencionadas diputadas, certificada
por la Presidencia, para aportarla a esos organismos internacionales. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio pasará a la Comisión de Asuntos
Constitucionales.
La
Presidencia adhiere a la primera parte de la cuestión de privilegio planteada
por la señora diputada Conti. En la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento
deberemos especificar el alcance de las cuestiones de privilegio. De lo
contrario, esto ocurrirá en forma permanente. Ya hace mucho tiempo que se ha
instalado esta costumbre en el recinto.
- 22 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Corresponde considerar los dictámenes de la Comisión de Presupuesto
y Hacienda ‑Orden del Día N° 1.112‑ recaídos en el proyecto de ley
del señor diputado Grosso y otros señores diputados, por el que se prorroga
hasta el 31 de diciembre de 2019 la emergencia social, en los términos de la
ley 27.200 (expediente 8.438-D-2016).
AQUÍ ORDEN DEL DÍA N° 1.112
Sr.
Presidente (Monzó).- En consideración en general.
Tiene
la palabra el señor diputado por Santa Fe.
Sr.
Laspina.- Señor presidente: voy a compartir el tiempo
de que dispongo con la señora diputada De Ponti, por lo que trataré de ser lo
más breve posible.
Lo
primero que quiero decir es que lamentablemente los argentinos no hemos podido
salir de la crisis de pobreza estructural que se arrastra desde hace muchos
años pero que tiene como principio un quiebre histórico como fue la gran crisis
de fines de 2001 y principios de 2002. Es así que en este Congreso de la Nación
hemos prorrogado la emergencia social hasta el año 2015.
Hoy
nos encontramos con una pobreza que, según el nuevo INDEC, lamentablemente
alcanza al 32 por ciento de los argentinos.
Nuestro
gobierno ha tomado importantes medidas sociales tendientes a paliar la
situación que recibimos al inicio de la gestión, empezando por la extensión de
la asignación universal por hijo a los monotributistas, que benefició a más de
500.000 chicos; la suba de las asignaciones familiares, que benefició a más de
un millón de personas; la devolución del IVA en los productos de la canasta
básica para beneficiarios de planes sociales y jubilados que perciben la
mínima, así como otras medidas que intentaron poner un paliativo a la enorme
crisis social que venimos arrastrando desde hace muchos años.
Entonces,
queremos dejar en claro la posición de nuestro gobierno, en el sentido de que
reconocemos la emergencia social porque lo primero que hemos hecho es poner de
pie al nuevo INDEC para que nos diga cuántos argentinos no llegan a fin de mes,
cuántos argentinos son pobres, y esto es lo que lamentablemente ha arrojado ese
número del 32 por ciento, que claramente no se ha gestado en los últimos meses.
El
proyecto de ley de prórroga de la emergencia social que, con consenso de la
mayoría de los bloques, hoy se está sometiendo a consideración, parte de este
diagnóstico y es el piso a partir del cual queremos trabajar en términos de
mejora de los derechos sociales y de las condiciones laborales de los
trabajadores de la economía popular.
Esta
no es una ley de emergencia en contra de nuestro gobierno, sino que ratifica y
continúa las sucesivas prórrogas que ha habido en los últimos años, y viene a
reconocer el grave diagnóstico en el cual el gobierno ha participado con la
ayuda técnica del INDEC.
Esta
norma viene a agregar institucionalidad a lo que antes era el conflicto social
en las calles; viene a agregar un marco de diálogo que no existía hasta hoy por
la negación del Estado –en algunos casos sistemática- por parte de estos grupos
sociales o por la falta de un clima de diálogo, como lamentablemente sucedió en
la Argentina durante muchos años.
- Ocupa la Presidencia el señor
Vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, ingeniero José Luis Gioja.
Sr.
Laspina.- La nueva ley viene a crear un abordaje
distinto al tratamiento de la economía popular, de aquellos sectores usualmente
informales, que no están alcanzados por las legislaciones ni por muchos de los
derechos que aquí se tratan y que, por supuesto, ni de lejos están alcanzados
por la discusión que hoy monopoliza los diarios y el discurso de la oposición,
que es la de ese 8 por ciento de los trabajadores de mayores ingresos que hoy
pagan el impuesto a las ganancias.
Entonces,
señor presidente, queremos que esta ley se trate y que se cree la
institucionalidad, pero queremos ser muy firmes en cuanto a lo que estamos
expresando: hemos heredado una crisis social dramática, nos hacemos cargo como
gobierno y venimos con esta ley a poner el marco para que las organizaciones
sociales y los movimientos de la economía popular puedan sentarse en un
contexto institucional a debatir las políticas, los recursos y la forma de
colaboración que van a tener con el Estado Nacional en los próximos años. (Aplausos en las bancas.)
Ahora
cedo la palabra a la señora diputada Lucila De Ponti.
Sr.
Presidente (Gioja).- Tiene la palabra la señora diputada por Santa Fe.
Sra.
De Ponti.- Señor presidente: quiero
contextualizar el tema y describir el diagnóstico que da origen a esta ley, que
es una ley de emergencia social pero que fundamentalmente es una ley de la
economía popular, que viene a poner sobre la mesa este debate y este paradigma
en el que algunos venimos trabajando desde hace años.
Es
un diagnóstico que tiene que ver con nuestro país, con nuestra región, pero
también con las transformaciones en los modos de producción y la acumulación de
capital que ha transitado el capitalismo en las últimas décadas en todo nuestro
planeta, con algunas tendencias muy marcadas, como la “financiarización”, la
concentración económica, el aumento de la productividad basada en la tecnologización,
los nuevos criterios organizacionales, que tienden a racionalizar planteles de
trabajadores, y la externalización de muchas empresas de una parte de la
producción: la tercerización.
Son
tendencias y transformaciones en el sistema productivo que se expresan también
en transformaciones en el mundo del trabajo, en la estructura sociolaboral, en
las formas de explotación y en las modalidades de trabajo.
Eso
nos pone frente a un interrogante o una reflexión acerca de la relación
salarial clásica, aquella que constituyó y dio forma a la sociedad salarial,
donde la integración de la mayor parte de la clase trabajadora se encontraba
garantizada con la inscripción en un estatuto de empleo. No solo se inscribía a
los trabajadores sino también a los pasivos, a los inactivos, a sus familiares,
digamos al conjunto de la sociedad, concediendo un piso mínimo de protecciones,
de seguridad y de derechos garantizados por dicha inscripción en el instituto
del salario.
Esta
es la sociedad que vemos que entra en crisis, que ya no forma parte de este
capitalismo que muchos han llamado capitalismo de exclusión, y que en nuestro
país también se ha manifestado. Y podemos hacer un análisis histórico que nos
lleva a ver el corte que ha producido el cambio de modelo económico que
representó la dictadura genocida de 1976, que se vio expresado en su forma más
cruda en los 90 con el desmantelamiento de la matriz productiva, y que fue
llevando a que un sector importante de la población económicamente activa quede
en condiciones sostenidas de exclusión del acceso al trabajo con derechos.
También
nos fue llevando a que la consolidación de estas nuevas formas de trabajo
dieran forma a lo que llamamos la economía popular, que no abarca a una porción
menor de la población económicamente activa. Hace más de 20 años que los
indicadores oficiales de nuestro país señalan que la suma de los índices de
desocupación y subocupación no baja del 25 por ciento de la población
económicamente activa.
Nosotros
queremos interrogar hoy acerca de cuál es la realidad de los trabajadores y
queremos que dejemos de hablar en la Argentina de los desocupados, y empecemos
a hablar de trabajadores desempleados, de trabajadores que no pueden acceder,
porque no se les permite, a un trabajo digno, entendido como un trabajo que
tenga acceso pleno a los derechos.
Muchas
veces estos trabajadores son ignorados o desconocidos por muchos de los que
están aquí presentes, por una parte de la sociedad, pero forman parte de
nuestra cotidianeidad, y no hace falta más que mirar a nuestro alrededor para
conocerlos y reconocerlos. Es la señora que limpia nuestra casa y no está en
blanco, el pibe que corta el pasto en el jardín, el que limpia el vidrio del
auto en una esquina, el que cuida el vehículo estacionado cerca de una cancha,
el productor o el pequeño quintero que cosecha la verdura y recibe dos pesos
por ella, cuando nosotros la pagamos tan cara en los supermercados, el vendedor
ambulante, el feriante, los artesanos de las ferias que engalanan nuestra
ciudad para el turismo pero que no son reconocidos como trabajadores, el
cartonero que separa la basura reciclable para que podamos hablar de que
tenemos una ciudad verde, el cooperativista que limpia los arroyos o que
construye muchas de las viviendas que después entregamos a los beneficiarios,
las costureras de los talleres clandestinos, que cosen ropa para las grandes
marcas y que después la venden a precios exorbitantes.
Estas
situaciones del trabajo están vigentes, forman parte de nuestra cotidianeidad,
pero tienen una característica que las unifica, y es la situación de exclusión
y la precarización, que no les permite acceder a ningún tipo de derecho. Es la
informalidad que los excluye de todo acceso a la institucionalidad, de todo
amparo por parte de una normativa. Son trabajadores que están jurídicamente
excluidos pero que forman parte, y son dependientes de las grandes cadenas de
valor de las cuales muchas empresas, corporaciones y sectores económicos se
benefician.
Como
decíamos, no es una parte menor de nuestra población económicamente activa.
Estamos hablando de entre un 25 y un 30 por ciento de los trabajadores
argentinos, que se encuentran excluidos del empleo formal, pero son
trabajadores, porque tenemos que empezar a hacernos cargo de que en la
Argentina y en el mundo, cualquier persona, sea hombre o mujer, que realiza un
esfuerzo, una práctica laboral, que tiene un saber laboral y a partir de él
produce un valor y genera un ingreso que permite su subsistencia y la de su
familia, merece tener acceso a los derechos al igual que los tienen el conjunto
de trabajadores del sector formal.
Este
es el debate de fondo que queremos traer acá. Es el debate que configura una
nueva cuestión social en nuestro país y que nos hace interrogarnos acerca de la
capacidad de nuestra normativa, de nuestras instituciones y de nuestro derecho
laboral para regular el conjunto de las relaciones del trabajo.
¿Cuál
es el sentido del derecho laboral si renuncia a esa pretensión de regular y
proteger al conjunto de las situaciones del trabajo? En esto también tenemos
que ser cuidadosos porque no queremos que este debate sea interpretado o
utilizado por aquellos que quieren abonar una voluntad flexibilizadora del
trabajo formal en la Argentina, que es un derecho laboral que se ha conquistado
a través de años de lucha. No estamos hablando de eso. No es lo mismo que un
trabajador que se encuentra informalizado en el marco de la economía formal, el
cual debe ser regularizado por parte de sus patrones. Aquí estamos hablando de
otro tipo de trabajadores, de otras relaciones del trabajo y de la necesidad de
crear nuevas normativas que amparen las distintas formas laborales, que hoy por
hoy ya no se ubican solamente bajo la forma de la relación salarial clásica.
Tenemos
que ser capaces de pensar estas nuevas regulaciones para proteger a estos
trabajadores, garantizando que exista un piso mínimo de derechos y garantías
colectivos y jurídicos amparados por la ley argentina.
En
este sentido, esta propuesta es un primer paso para empezar a dar ese debate que
entendemos que tiene que ver con las posibilidades de construir una Argentina
más justa, con mayor inclusión y con un piso de derechos mínimos para el
conjunto de los ciudadanos. El objetivo de esta ley tiene que ver con achicar
la brecha entre los distintos segmentos de la clase trabajadora, pero no
perjudicando o deteriorando la situación de los trabajadores que se encuentran
más arriba, sino mejorando la situación de los trabajadores que se encuentran
en la base de la pirámide social, de aquellos que no tienen la posibilidad de
acceder a ninguno de los derechos y protecciones que el trabajo debería
brindarles.
Es
necesario que pensemos nuevas políticas públicas y rompamos algunas
limitaciones del pensamiento de la política social que nos aíslan de la
política de lucha contra la pobreza a través de la interacción generada por el
consumo a raíz de la transferencia directa de ingresos.
Nosotros
queremos construir políticas públicas que nos permitan consolidar nuevos
sujetos de derechos, trabajadores, que son estos compañeros que deben ser
reconocidos por la institucionalidad argentina. Este es el sentido de esta ley,
y quiero hacer una breve descripción de ella.
En
su artículo 2°, cuando se describe el objetivo de la ley, se habla de los
derechos mínimos que deben garantizar las instituciones que se crean, que son
equivalentes a los que garantiza el salario mínimo, vital y móvil para
cualquier trabajador formal. Consideramos que esto constituye un salto
cualitativo desde el punto de vista de la naturaleza jurídica que van a empezar
a tener estos trabajadores.
Este
proyecto de ley también propone la creación de un Consejo de la Economía
Popular donde las organizaciones representativas del sector, de los
trabajadores y trabajadoras de la economía popular, van a tener representación
en el diseño y planificación de las políticas públicas. Nos parece que este
también es un elemento fundamental, en el sentido de que los sujetos que son
protagonistas de la ley también lo sean en cuanto a la implementación y diseño
de las políticas que se van a llevar adelante para abordar su
institucionalización o el acceso a derechos para esos trabajadores.
En
el marco del Consejo de la Economía Popular también se crea el salario social
complementario, una figura jurídica novedosa que a nuestro juicio es muy
valiosa, forma parte de un debate que trasciende al mismo país y fue parte
integrante de las declaraciones programáticas del último encuentro de
movimientos populares que se llevó a cabo en el Vaticano, donde los
trabajadores de la economía popular de todo el mundo generaron algunas
propuestas programáticas.
Una
de ellas era la creación del salario social complementario, que tiene una
importancia particular porque implica que a partir de esta figura vamos a ir
unificando y transformando el conjunto de los programas sociales de empleo
existentes en nuestro país. De esta forma se podrá empezar a reconocer a estos
trabajadores y trabajadoras que, de hecho, ya realizan un trabajo, pero deben
ser acompañados por el Estado a fin de poder alcanzar un ingreso mínimo que les
garantice los derechos elementales que necesita cualquier familia argentina
para sobrevivir.
Por
otra parte, el proyecto de ley crea el Registro Nacional de Trabajadores de la
Economía Popular. Este es un elemento fundamental porque otorga visibilidad a
estos trabajadores y trabajadoras, es decir, les confiere existencia para que
el Estado argentino los reconozca en su condición de tales. Se trata de
argentinos y argentinas que existen para el Estado nacional porque votan, viven
en una ciudad, consumen y pagan sus impuestos, pero no son reconocidos como
trabajadores y trabajadoras y, en consecuencia, tampoco lo son en lo
concerniente a sus derechos.
El
objetivo fundamental de este registro es posibilitar que esos argentinos y
argentinas empiecen a existir para el Estado nacional como trabajadores y
trabajadoras y que su esfuerzo sea valorado mediante el reconocimiento de los
derechos que les corresponden.
Por
supuesto que este proyecto de ley también implica la asignación de los recursos
necesarios para llevar adelante este conjunto de políticas y ampliar el número
de trabajadores y trabajadoras que actualmente están incluidos en estos
programas estatales, llevándolo a un piso que nos acerque más a ese conjunto de
argentinos y argentinas que estimamos en tres millones de personas. En este
sentido, necesitamos transitar un camino que nos permita dotar de
institucionalidad y amparo legal al conjunto de ellos.
Quiero
referirme brevemente al proceso de construcción de este proyecto de ley. Así
como el derecho laboral actual no nació de la cabeza de los expertos ni de la
de los diputados sentados en sus bancas o encerrados en sus oficinas, sino que
es el fruto de la acción, el conflicto y la negociación colectiva de los
trabajadores que lucharon por convertirse en un sujeto social reconocido. Este proyecto de ley también fue construido
por el sujeto social que lo protagoniza.
Esta
iniciativa fue construida desde la calle, mediante años de movilización,
organización, trabajo colectivo y esfuerzo solidario. Este proyecto de ley lo
redactaron los trabajadores de la economía popular, las organizaciones sociales
y los poetas sociales, como los denominó el papa Francisco.
Quiero
decir que, como muchos de los que están aquí, soy una militante. Concretamente,
soy una orgullosa militante del Movimiento Evita y de la Confederación de
Trabajadores de la Economía Popular.
Como
este proyecto de ley fue redactado por los trabajadores, quiero citarlos, para
lo cual voy a dar lectura de unas palabras que escribieron un 1° de mayo de
hace algunos años y que me parece que son pertinentes. En esa oportunidad
dijeron lo siguiente: “Este camino ya lo hemos iniciado, desde abajo y a los
ponchazos, a mano y sin permiso. No fue la virtud sino la necesidad la que nos
llevó a juntar cartones, recuperar fábricas, defender nuestra tierra, abrir
mercados populares, producir artesanías, pelear por programas sociales, crear
miles de cooperativas. Somos los que frente a la miseria nos fuimos inventando
algún laburo en la villa, en el barrio, en la calle, en el pedacito de tierra
que nos dejaron; somos los cinco millones de trabajadores argentinos que no
tenemos derechos laborales, que sobrevivimos hacinados en las barriadas populares,
que no somos tenidos en cuenta en las grandes decisiones nacionales; somos lo
que falta. Somos lo que falta porque sabemos que no hay justicia social si
todos los trabajadores no tenemos poder ni derechos, porque esta justicia no va
a caer como maná del cielo, porque no hay justicia social sin poder popular. El
poder económico quiere hacernos creer que estamos de más; les decimos: ¡acá
ninguno sobra: somos lo que falta! Y que lo escuchen.” (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Pitrola.- Señor presidente: después de esta
novedosa defensa conjunta de un dictamen entre el PRO y el Movimiento Evita, el
bloque del Frente de Izquierda hará lo propio con su despacho en relación con el
tema de la emergencia social.
Creemos
que este proyecto de ley nació bajo el trauma del “argentinazo” del 19 y 20 de
diciembre de 2001. Asimismo consideramos que la rebelión popular no se puede
anular mediante una ley, que tampoco es posible hacerlo con asistencialismo y
mucho menos con clientelismo político.
Creemos
que la cooptación de organizaciones sindicales y populares ha fracasado
históricamente y en el pasado reciente.
También
quiero denunciar que en estas sesiones extraordinarias no se han incluido temas
absolutamente claves relacionados con la emergencia social, como por ejemplo,
tres que ya cuentan con dictamen de la Comisión de Previsión y Seguridad Social
de esta Honorable Cámara. El primero es el aumento de emergencia del 15 por
ciento para los jubilados y pensionados, frente a la inflación que ha devorado
sus haberes. El segundo es el referido a las rentas vitalicias, tema por el que
sufren situaciones de miseria decenas de miles de familias. El tercero es el de
la jubilación anticipada, a los 60 años de edad, en el caso de los desocupados.
- Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 3º de la Honorable
Cámara, ingeniero Felipe Carlos Solá.
Sr.
Pitrola.- Son tres temas vitales respecto de los
cuales no dejaremos de reclamar su inclusión en la agenda de esta Honorable
Cámara, su tratamiento y su votación en este recinto.
No
tenemos ninguna duda de que estamos frente a una emergencia social. En estos
días la empresa YPF, que cuenta con mayoría de capital estatal, ha anunciado el
despido de 1.700 trabajadores, desmintiendo así las promesas oficiales y los
pactos con el empresariado. El tema de los despidos se agrava sistemáticamente
en la Argentina.
El
mes de octubre arrojó una caída industrial del 8 por ciento y una disminución
de la construcción del 18 por ciento.
Los
meses de noviembre y de diciembre enfrentan un nuevo parate en lo relativo a la
obra pública, para tratar de cerrar cuentas públicas en las que el gobierno ha
fracasado en todos sus objetivos.
Por
su parte, la industria tiene una capacidad ociosa probada y publicada del 35
por ciento.
Este
es el cuadro que han generado los 200.000 despidos que hoy tenemos en la
República Argentina.
Por
lo tanto, la emergencia social resulta muy clara. Incluso creemos que esta
vuelta de contingentes masivos a los comedores populares, que está indicando el
retorno del hambre y de las necesidades más elementales en las barriadas más
sumergidas de los grandes centros urbanos del país, se va a agravar con el
tiempo.
La
inviabilidad de la política de superendeudamiento y ajuste que se ha practicado
este año y que fue votada en el presupuesto para 2017, junto con una emisión
monetaria con fines espurios y usurarios y tarifazos que ya están previstos
para el año próximo, van a sumergir más al país en lo relativo a la caída del
consumo y a las necesidades de la enorme masa de la población que está por
debajo de la línea de pobreza. Por lo tanto, habrá un agravamiento de la
situación y de los choques sociales.
A
mi entender, semejante cuadro requiere de un congreso de las organizaciones
sindicales y sociales. La clase obrera es una sola y la emergencia social
abarca a todo el movimiento obrero argentino. Por eso propugnamos responder con
unidad de clase.
Sin
embargo, en lugar de esto tenemos este proyecto de ley que nace de un acta cuya
esencia es la creación del Consejo de la Economía Popular y el Salario Social
Complementario. Tres de sus integrantes son representantes de tres
organizaciones sociales que tienen nombre y apellido, en lo que realmente es un
traje a medida, cuando existen decenas las organizaciones de lucha que en todo
el país se desenvuelven con una gran tradición.
Esa
acta decreta que no podrá haber conflictos, por ninguna razón, hasta 2019. Esto
no puede afirmarlo nadie; no recuerdo antecedentes de una tregua, de una
estatización de las organizaciones del movimiento social y popular, de estas
características.
En
tiempos del presidente Duhalde existía el consejo consultivo, que era el cuadro
del “participacionismo” de algunas organizaciones inspirado, como en este caso,
por la iglesia y el Vaticano. Todos sabemos cómo terminó: con los sucesos del
puente Pueyrredón, con un movimiento de lucha que escapó a ese mecanismo de
conciliación forzada y con un gobierno que debió irse antes de hora tratando de
ahogar en represión y sangre el combate contra la miseria social.
El
sentido y la esencia de esta acta tienen como origen el fantasma del movimiento
piquetero que conmovió a nuestro país a fines de los años 90 y que escapó al
control de la burocracia sindical que había dado la espalda a la fracción
desocupada de los trabajadores. Creo que bajo esa impronta, el gobierno de
Macri –uno de los gobiernos liberales emergentes de la bancarrota nacional y
popular, y de la centroizquierda en América Latina‑ se ha embarcado en
esta nueva aventura de cooptación y estatización del movimiento popular.
El
Movimiento Evita tiene que reflexionar, porque estaríamos llegando a la
estación terminal de la economía popular bajo el gobierno liberal del presidente
Macri, un gobierno que a todas luces y en la totalidad de los frentes busca
descargar, con una ofensiva sobre los trabajadores, una crisis capitalista de
la que dichos trabajadores no son responsables.
Esta
tregua está articulada con la CGT en la mesa de concertación, donde está
muriendo el conjunto de las reivindicaciones del movimiento obrero: la
reapertura de paritarias, el fin de los despidos, el aumento de emergencia a
los jubilados y la solución al problema de la salud. Todas las reivindicaciones
están muriendo en esa mesa de concertación que pretende maniatar al movimiento
popular.
El
Polo Obrero ganó las calles y un editorialista de alguno de los medios llamados
“hegemónicos” pidió represión para esa organización y para todas aquellas que
escapan a aquel mecanismo de cooptación. Ya lo advertimos a los miles de
compañeros que forman parte de alguna de las organizaciones incluidas en esa
concertación o tregua.
Tanto
el Polo Obrero como el Partido Obrero reivindican el derecho al trabajo. Bajo
el capitalismo, no pensamos en una economía popular porque entendemos que es
una falacia. A nuestro juicio, la economía popular vendrá de la mano de la
gestión de los trabajadores estatales y de los medios de producción; nunca
podrá hacerlo en el marco de una economía capitalista, menos aún en una etapa
de crisis y de bancarrota mundial donde hay millones de personas desocupadas no
solo en la República Argentina sino en el mundo entero.
Ahora
bien, en este capitalismo donde un tercio de la población es pobre podría
existir la posibilidad de desarrollar una economía popular. No cambiemos las
palabras; es una red de precarización laboral. Esto es lo que estamos
discutiendo al considerar este proyecto de ley.
En
este marco capitalista reclamamos sencillamente la firma de convenios
colectivos, un salario equivalente al costo de la canasta familiar y que el
Estado garantice el derecho al trabajo. El Polo Obrero y el Partido Obrero
escaparon siempre al asistencialismo, al clientelismo, a los punteros y a la
caridad; en todo momento los denunciamos y luchamos por una reorganización
económica y social que garantice el derecho al trabajo que, incluso bajo el
capitalismo, es el derecho de quien tiene dos brazos a no ser explotado.
Actualmente, tanto en la Argentina como en el resto del mundo, millones de
personas se ven privadas del derecho a no ser explotadas. Entonces, reitero, no
disfracemos la realidad con expresiones como “economía popular”.
En
cuanto a las fábricas recuperadas, una transición donde el obrero ocupa el
lugar del trabajo vaciado y quebrado con el objeto de hacerlo andar nuevamente,
es preciso reclamar la responsabilidad del Estado. Hace pocos días, estuvieron
en esta Cámara compañeros de Zanón; cobran 500 pesos por semana y están
ahogados por el monopolio de la actividad, por el capital financiero y por un
Estado que no les ha dado ayuda para acceder al recambio tecnológico ni
prioridad para producir y consumir lo fabricado por Zanón. ¡No disfracemos la
realidad! Mientras se hunde a Zanón y a otras empresas recuperadas, se intenta
sancionar con bombos y platillos una ley de emergencia social para la economía
popular. Caiga bien o caiga mal, el Partido Obrero se caracteriza por llamar al
pan, pan y al vino, vino.
La
ministra Stanley habló de un registro de trabajadores informales, lo que
constituye una contradicción porque si sabemos quiénes son corresponde
blanquearlos. El Partido Obrero entiende que en este punto debe haber
transparencia y que es necesario blanquear, en una tarea contra la precarización
laboral, a todos los trabajadores en negro.
- Ocupa la Presidencia la señora
vicepresidenta 2da. de la Honorable Cámara, profesora Patricia Viviana Giménez.
Sr.
Pitrola.- Defenderé capítulo por capítulo la
parte de nuestro dictamen referida al blanqueo laboral porque entiendo que este
registro de trabajadores informales es un registro de los candidatos a la
precarización laboral. Es otro eufemismo, porque estamos hablando de 200.000
trabajadores precarizados de Argentina Trabaja, de Ellas Hacen y de tantos
otros planes sociales.
¿Cómo
se ha montado esta estructura? Hoy ganan 3.600 pesos y a partir de enero
pasarán a percibir 4000; es decir, la mitad del salario mínimo, que a su vez
equivale al 65 por ciento del valor de la canasta básica ya que, de acuerdo con
la medición efectuada por el INDEC en septiembre, asciende a 12.489 pesos.
Esos
trabajadores que ganarían 4.000 pesos conforman esos 200.000 del registro de
trabajadores informales propuesto por la ministra Carolina Stanley. Esta es la
realidad.
Al
inicio de la sesión, se debatió con extraordinario fervor sobre Milagro Sala,
quien no debería estar presa porque si no lo está Boudou, tampoco ella tendría
que estarlo. La apresaron por un acampe y después montaron causas sobre delitos
que no han sido probados; entonces, mientras no sean probados, tiene que estar
libre. Por eso rebotó el gobierno en la OEA, en la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos de la ONU y tantos otros organismos internacionales.
Ahora
bien, ¿qué estamos discutiendo? Un sistema montado por la ministra Carolina
Stanley que no solo continúa sino que profundiza aquel instaurado por el
kirchnerismo, con el mismísimo Emilio Pérsico. Me refiero a la existencia de
unidades de gestión, conformadas por ciento cincuenta trabajadores y cinco
funcionarios que ganarán bastante más de 4.000 pesos, que es lo que percibirían
los beneficiarios de dichas unidades.
El
28 por ciento de los fondos asignados estará destinado al movimiento
administrativo de las unidades de gestión conformadas cada una, reitero, por
ciento cincuenta personas.
Pero
además después vienen 11.843 pesos por cada titular en concepto de ropa,
herramientas y materiales para las obras y emprendimientos.
Las
obras incluyen además veredas y sendas, cerco perimetral de alambrado,
pavimento articulado con producción de adoquines, rampas urbanas, refugios para
transporte público, mejoras en viviendas y en edificios sociocomunitarios,
saneamiento de márgenes, cuencas y arroyos, playón multideporte, pintura y
arreglo de establecimientos educativos, arreglos en establecimientos
hospitalarios y otras cuestiones.
¡La
obra pública con trabajo precarizado a 4.000 pesos! ¿Eso es economía popular?
Señores
diputados y señores ciudadanos que escuchan este debate: ¡esto no es economía
popular! ¡Esto es obra pública con precarización laboral! ¡Por eso está feliz
el macrismo con este tipo de acuerdos y de leyes! Al pan, pan y al vino, vino.
Lo repetimos otra vez: ¡es un símil absoluto del sistema de la Tupac Amaru!
¡Absolutamente un símil!
Para
nosotros, las viviendas deben ser construidas con convenios de la construcción.
El sindicato de trabajadores de la construcción de simple inscripción se
moviliza el 14 de diciembre para reclamar trabajo bajo convenios en la obra
pública. No queremos precarización laboral. La UOCRA ha abandonado esa lucha.
La CGT se acordó de llamar a las organizaciones sociales con nombre y apellido,
porque llamó a las tres que estaban dispuestas a la concertación. Pero no se
acordó de defender el trabajo a convenio en cada actividad. Y cuando se
acuerden quizás sea tarde.
Nunca
hemos compartido con el kirchnerismo el concepto de excluidos e incluidos por
la sencilla razón de que si la mitad de los trabajadores gana menos de 9.000
mil pesos y la línea de pobreza está en 12.500 pesos, entonces los trabajadores
incluidos están excluidos.
Se
hace una divisoria falsa: con la economía popular y la asistencia social se
pretende realizar meramente una malla de contención social. Siguen los lineamientos
del Banco Mundial, que sabe que los gobiernos capitalistas de la etapa ‑y
el gobierno de Macri es líder en ese punto‑ son una fábrica diaria de
pobres y desocupados. Están preocupados por aumentar un poquito el gasto social
para contener el problema de la rebelión social porque saben que habrá más
despidos.
Esto
nunca terminó bien. Tenemos que abrir fuentes de trabajo, hay que tener
inversión en obra pública y en vivienda como corresponde, en infraestructura,
destinar el ahorro nacional, tener un plan para movilizar el país y no para
sacar los feriados cuando nadie tiene de qué laburar. Lo único que van a lograr
es liquidar un poquito de turismo. Quieren que la gente vaya a fichar aunque no
tenga para laburar. Es una reacción patronal en un país cuya perspectiva es de
hundimiento. Acá hay que hacer un giro de 180 grados para enfrentar la
emergencia social.
En
estos días hemos tomado conocimiento de denuncias periodísticas de las obras
sociales. Voy a ser breve porque algunas de las organizaciones ya están en la
cuestión de las obras sociales, que han tenido un contenido muy negativo en la
última etapa. Son gerenciadoras de las prepagas. Se acabaron las obras sociales
de capacidad instalada propia que el movimiento obrero supo tener antaño. Esta
es una gestión más.
Desde
el Partido Obrero queremos advertir que hay otro tema profundo y estratégico de
parte del macrismo, que es el llamado subsidio a la demanda, para que con un
carnecito se dé algún tipo de atención en el hospital público según el aporte que
tiene el titular de ese carnecito. Es la mercantilización del sistema de salud
que ya intentó el exgobernador Romero en Salta. No estamos de acuerdo.
Defendemos el hospital público, la salud pública, la inversión del Estado para
garantizar a todos los argentinos salud integral, y no salud de acuerdo a un
plan médico obligatorio que tendrá por el aporte de los 4.000 pesos del
trabajador precario.
Para
finalizar, quiero decir que nuestro dictamen tiene cinco capítulos: pase a
planta de los trabajadores inscriptos, blanqueo laboral mediante notificación
al Estado y a la patronal con estabilidad laboral del compañero, vigencia del
convenio colectivo principal en toda tercerizada, seguro al desocupado
equivalente al 80 por ciento del salario que venía cobrando al momento del
despido y la creación de un registro de empresas de más de cincuenta
trabajadores para garantizar, mediante reducción de jornada laboral, la
inclusión de los jóvenes.
Frente
al cambio tecnológico tenemos que defender la reducción de la jornada laboral y
el reparto de las horas de trabajo. ¡Que la crisis la paguen los capitalistas y
no los trabajadores! Desde ese lugar denunciamos la emergencia social. No
acompañaremos el dictamen y nos abstendremos en la votación porque hubiéramos
querido votar nuestro dictamen que es un programa de lucha. Con un conjunto de
organizaciones sindicales sociales combativas que no están en la tregua, y con
la izquierda argentina, el 20 de diciembre vamos a ir a la Plaza de Mayo a
defender la lucha general del movimiento obrero por este programa. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada Buenos Aires, que comparte
su tiempo con la señora diputada Gayol.
Sra.
Acerenza.- Señora presidenta: como soy una mujer
de pocas palabras y apenas llego al micrófono, voy a compartir mi tiempo con la
señora diputada Gayol.
Ante
todo, quiero aclarar a todos los ciudadanos que nos están escuchando que desde
el año 2002 hasta 2015 esta Honorable Cámara ha sancionado nueve leyes que
declaran y prorrogan consecutivamente la emergencia pública y social.
Para
no aburrirlos y extenderme demasiado, no voy a mencionar cada una de las leyes,
pero sí es importante decir que hace más
de trece años que la Argentina está sumida en una emergencia pública y social
constante. Eso me lleva a reflexionar y preguntar en general qué clase de
políticas públicas y sociales implementamos en los últimos diez años, donde
hubo una supuesta prosperidad y empoderamiento social.
Sin
hacer un análisis exhaustivo académico y teórico sobre lo que considero una
política social, voy a hacer una breve síntesis, que seguramente más de uno va
a compartir, sobre cuál es la política social que no quiero más para mi país.
No
quiero una política social que sirva para compensar mínimamente a los sectores
más desfavorecidos con programas de emergencia netamente asistencialistas y
cortoplacistas. No quiero una política social que implique algún tipo de
control social persuasivo, que genere y alimente circuitos de clientelismo
político. No quiero una política social desequilibrada y reducida que no sepa
construir verdaderos puentes productivos y estratégicos que generen condiciones
de superación y de movilidad social. Y por supuesto no quiero una política
social con personajes nefastos, que para perpetuarse en el poder y enriquecerse
se sirven y manipulan la pobreza. Fuera de estos cuestionamientos, identifico
un punto de encuentro, un proceso de trabajo compartido entre las fuerzas
políticas y sociales, donde hay un acuerdo común de una búsqueda de soluciones
para reducir los niveles de pobreza estructural que hoy presenta nuestra
Argentina.
Ese
punto de encuentro lo veo plasmado, en parte, en este proyecto de ley que
estamos debatiendo. Este último debe tener como impulso la creación de
instrumentos y estrategias que lleven finalmente a un desarrollo y a un
bienestar social de la gente, donde la premisa no solo sea disminuir las
diferencias socioeconómicas, sino también enfrentar la desigualdad social con
medidas ampliamente redistributivas y el acceso a aquellos servicios que hacen,
en definitiva, a la dignidad de las personas.
Señora
presidenta: me detengo a pensar en la agenda que debería tener esta política
social, que a mi entender debemos resignificar, defender y también construir. Y
digo resignificar, defender y construir alejándonos un poco del desmedido uso
de la retórica política a la que estamos más que acostumbrados. Me refiero a
resignificar, defender y construir una agenda de cara a la sociedad, que en
definitiva es la que nos puso en este lugar y por eso ahora nos está pidiendo
soluciones y respuestas urgentes.
Esa
agenda social, que nuestro gobierno nacional acompaña y promueve, tiene
objetivos claros y realizables. Por ejemplo, hablamos de fortalecer la
independencia de las familias y los adultos mayores y promocionar una primera
infancia de calidad.
También
hablamos de oportunidades de empleo genuino, donde por supuesto la agenda o el
camino es el piso mínimo de derechos y de ingreso. Asimismo, hablamos de una
agenda de desarrollo y de acceso universal a servicios y bienes sociales, que
se encuentren incluidos en un marco legal con opciones legitimadas y dentro de
un rol institucional.
Pese
a esta agenda, señora presidenta, la realidad social que hoy enfrentamos nos
duele, y por eso nos moviliza a todos y
cada uno de nosotros, que tenemos una responsabilidad pública. Debemos dejar de
lado los recursos fulleros y oportunistas para empezar a planificar realmente
una política social de cara a la sociedad, que sea productiva e inclusiva.
Creo
que en algún punto eso se refleja en este proyecto de ley, que rescato como un
devenir de pautas para continuar avanzando y seguir transparentando este
proceso, donde no hay que perder de vista cuál es el objetivo primario, que en
definitiva es la inclusión real de todos los argentinos en el mediano y largo
plazo.
Señora
presidenta: todos los espacios políticos convenimos en este proyecto como un
proyecto responsable y practicable, donde el rol del Estado, de la sociedad
civil y de las organizaciones sociales debe direccionarse a fortalecer
ampliamente las economías populares, que hoy representan un tercio de la
población económicamente activa, dándoles mayores posibilidades de
sustentabilidad en el tiempo.
Por
eso, las diputadas y los diputados del interbloque Cambiemos acompañaremos este
proyecto de ley, pero con el compromiso de seguir instando al gobierno nacional
para que ésta sea la última prórroga de emergencia social en nuestro país.
Para
finalizar, y parafraseando a un importante político internacional, quiero
recordar que, aunque les pese a muchos, hace un año se votó un cambio. Ese
cambio representa un nuevo espacio, donde se deja de pensar en las próximas
elecciones para comenzar a pensar en las futuras generaciones. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por Entre Ríos.
Sra.
Gayol.- Señora presidenta: cuando hablamos de
emergencia social, hablamos de la situación más crítica de los sectores más vulnerables.
Por ejemplo, hablamos de aquellos que no tienen la oportunidad de satisfacer
sus necesidades más urgentes ni de acceder a los derechos más elementales de
las personas, como el de alimentarse. En este sentido, sabemos que hay familias
y familias que diariamente apelan a todos los recursos que tienen disponibles
para cubrir mínimamente una ración de alimentos para sus hijos.
Cuando
hablamos de emergencia social, también hablamos de no tener acceso al agua
potable, de no tener un techo digno y de miles y miles de chicos que no cuentan
con la garantía de la educación porque no han podido insertarse en el sistema
escolar. Cabe mencionar también a las generaciones y generaciones que nunca han
podido incorporarse a una estructura formal de trabajo.
Al
hablar de emergencia social también hablamos de lo que sucede en mi provincia,
por ejemplo, en materia de salud: hay gente que no recibe la atención médica
necesaria porque el sistema de salud atraviesa por la situación más crítica; es
absolutamente deficiente.
Cuando
hablamos de emergencia social, hablamos de aquellos que viven en las
condiciones más precarias. Hablamos de los que no han logrado nada, pero que
cada vez que llueve sienten que lo han perdido todo. Hablamos de barrios
desprotegidos, inseguros. Estamos hablando de un sector que es atravesado por
las mismas problemáticas sociales que cualquiera de nosotros: drogas, abusos,
violencia doméstica, solo que en estos casos la situación es mucho más cruel
porque en su mayoría no tienen manera de enfrentarla.
Hablamos
de aquellos que han dejado de creer en que alguna vez van a estar mejor, que se
cansaron de escuchar al político de turno recorriendo las calles durante la
campaña diciéndoles que todo iba a cambiar. Se cansaron de años y años de los
mismos gobiernos que los han marginado y los han llevado a la desigualdad más
extrema. Se cansaron de las promesas que nunca se cumplieron. Dejaron de soñar
en un futuro para ellos y para sus hijos. Dejaron de pedir oportunidades y se
resignaron a mendigar el día a día, a no tener voz. Se acostumbraron a
sobrevivir.
Por
eso, señora presidenta, celebro que en el día de hoy estemos tratando este
proyecto, que es el resultado de un acuerdo responsable entre los bloques y las
diferentes organizaciones sociales.
Pero,
fundamentalmente, celebro un Estado presente, porque entendemos que la pobreza
no se puede abolir por medio de una ley. Creemos en un Estado activo, que desde
el momento en que se propuso ser gobierno se trazó entre sus metas más urgentes
la disminución y la posterior erradicación de la pobreza.
¿Quién
puede decir que un Estado que transparenta las cifras reales de la pobreza y la
indigencia y enfrenta estas últimas como una problemática urgente no se está
haciendo cargo de lo que le toca asumir? ¿Quién puede decir que un Estado que
entiende que luchar contra la pobreza no es solamente mejorar los ingresos de
las familias, sino también garantizarles una mejor calidad de vida, no es un
Estado que se enfrenta con firmeza a una realidad que nos duele absolutamente a
todos?
Estamos
hablando de un Estado que proyectó destinar un 31 por ciento más al gasto
social, teniendo como objetivo final lograr la inclusión de un 32 por ciento de
nuestra sociedad que atraviesa por la crisis más profunda en materia social.
Estamos
hablando de un Estado que ha decidido incrementar su presupuesto en un 32 por
ciento para obras de vital importancia, como la urbanización de los barrios más
vulnerables, los planes de vivienda y mejoramiento y la puesta en marcha del
Plan Nacional de Agua Potable, a fin de que algo tan básico y esencial deje de
ser solamente el derecho de unos pocos.
Podría
enumerar un listado extenso de todo lo que ha puesto en marcha desde que asumió
el gobierno de Cambiemos con el objetivo de lograr pobreza cero. Sabemos que
las grandes obras que le cambian la vida a la gente no se hacen de un día para
el otro y que los resultados demoran mucho más que la paciencia ya agotada de
los que necesitan soluciones, no hoy, sino desde hace muchísimos años.
Esta
iniciativa es un gran avance y tiene carácter de urgente, pero es este gobierno
el que asumió el desafío y el compromiso de volver a poner a este país de pie.
No podemos estar tranquilos, ni como gobierno, ni como representantes, ni como
ciudadanos, hasta que la inclusión, la igualdad y la garantía de los derechos
sea una realidad y ya no más una promesa incumplida de campaña. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- La señora diputada Raverta comparte su tiempo con el señor
diputado Depetri.
Tiene
la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra.
Raverta.- Señora presidenta: me voy a referir al
proyecto contenido en el expediente 8.438‑D.-16, firmado por los señores diputados Grosso, Negri, Massot,
Massa, Bossio y otros. Este proyecto es el resultado de un acuerdo firmado
entre algunas organizaciones sociales y el Poder Ejecutivo nacional el pasado
23 de noviembre. En el último punto de este acuerdo las organizaciones sociales
se comprometían a presentar una nueva iniciativa que reemplazara al proyecto
original, que es una norma que tiene sanción del Senado y está en esta Cámara
de Diputados.
Es
necesario hacer referencia a ese proyecto porque en el camino se fueron
modificando algunos puntos y otros se quitaron. Ese proyecto fue aprobado en el
Senado por unanimidad, y entre los puntos más importantes, se eliminó el que
establecía la creación de un millón de puestos de trabajo mediante el
denominado Programa Solidario de Ingreso Social con Trabajo, previsto en el
ámbito del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
También
se eliminó de ese proyecto de ley sancionado por el Senado el aumento del 15
por ciento mensual, durante el tiempo que durara la emergencia social, en la
asignación universal por hijo y en la asignación universal por embarazo.
Asimismo,
en el nuevo proyecto que estamos tratando se ha eliminado la declaración de
emergencia alimentaria que contemplaba la sanción del Senado. No estaba
previsto originalmente en el proyecto, pero durante el tratamiento en comisión
en el Senado fue incorporado y sancionado por ese cuerpo.
Estas
tres cuestiones han sido eliminadas y ahora tenemos un nuevo proyecto, donde sí
quedó la creación del Consejo de la Economía Popular y el Salario Social
Complementario. Algunos diputados y diputadas recordarán los CLES -Consejo Local Económico Social- de la época del gobierno de Eduardo Duhalde, que parecen
inspirarlo. Se prevé cómo va a estar constituido ese Consejo y cuáles serán sus
funciones.
No
están en el cuerpo normativo del proyecto en debate, pero sí en el acta acuerdo
firmada el 23 de noviembre, algunas cuestiones que me parece importante
señalar. Entre ellas, la actualización de los montos que perciben los
compañeros y compañeras que están incluidos en los programas Argentina Trabaja
y Ellas Hacen, ambos en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y del
programa Trabajo Autogestionado, en el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social.
Esa
actualización va a comprender a más o menos 400.000 personas, y es un aumento
de casi 600 pesos, llevándose lo que hoy reciben como ingreso de 3.430 pesos,
para quienes tienen asistencia total, a 4.000 pesos. Este es un aumento de
alrededor del 17 por ciento, casi un tercio de la inflación interanual.
Entonces, es fácil señalar que este acuerdo cristaliza una pérdida en el poder
de compra de aquellos que tienen este ingreso, lo cual no es menor en el marco
de la profunda crisis económica que vive la Argentina.
Por
eso, lo primero que quiero decir es que en nuestro gobierno no hacía falta una
movilización popular ni la intervención del Congreso para que se actualizaran
los montos de los programas; lo hacía el gobierno por voluntad propia y por
convicción. Pareciera que ahora es necesario obligar al Poder Ejecutivo a tomar
estas medidas, que claramente no tomarían solos, si fuera por ellos.
Cuando
decimos que este es un gobierno de ricos para ricos, no es nada más que una
frase, sino la guía de todas las acciones que toma este gobierno.
Por
eso, si este nivel inflacionario y esta crisis económica se agudizan, como es
fácil anticipar, probablemente tengamos que volver a dictar una ley y pensar en
movilizaciones para que se actualicen los montos.
Por
lo tanto, pareciera que es necesario hacer una reflexión en relación a cómo Cambiemos
va construyendo su política social y económica. Pareciera que lejos del diálogo
y la búsqueda de acuerdos, como repiten en su marketing político, siempre
terminan acudiendo a la extorsión.
La
extorsión arrancó a principios de año, cuando el ministro de Economía dijo que
si los trabajadores peleaban y pedían mejores condiciones en las paritarias, se
iban a quedar sin trabajo, iba a crecer la lista de desocupados; extorsión que
llega al punto de que para que 400.000 desocupados o trabajadores desempleados
reciban un aumento del 17 por ciento, obligan a las organizaciones que los
representan a firmar un acuerdo donde se comprometen a que hasta el final del
mandato de Mauricio Macri, hasta que termine este gobierno, no van a poder
movilizar.
Quiero
leer puntualmente lo que dice el acta acuerdo, porque es bastante llamativa:
“Las organizaciones presentes, con la finalidad de colaborar en la
conciliación...” –conciliación- “...aquí alcanzada, se abstendrán de cualquier
situación conflictiva, cualquiera sea su naturaleza”.
La
verdad es que estaría bueno que el presidente Macri y su equipo, cuando hagan
retiros espirituales, entre karaoke y guitarreada se constituyan en una mesa
que piense la gestión desde un lugar de racionalidad y profesionalidad. Parece
que no hubiera iniciativa para pensar políticas públicas sin extorsionar a
organizaciones de desocupados, a diputados y senadores, a quienes los
gobernadores tienen que llamar para que voten leyes en contra del pueblo.
Por
eso me parece que tenemos una responsabilidad, porque somos militantes y
dirigentes de un proyecto político que durante doce años y medio se preocupó
por el conjunto de los 40 millones de argentinos. Y tenemos que hacer algunos
señalamientos. Nos dolía lo que faltaba, pero más aún nos duele todo lo que se
destruyó en estos pocos meses de gobierno, endeudando nuevamente a la Argentina
por varias generaciones. (Aplausos en las
bancas.)
Entonces,
hay que señalar cosas que para nosotros son obvias, pero evidentemente no lo
son para los demás: la desocupación no se resuelve con políticas sociales, sino
con políticas económicas. No lo decimos nosotros; lo dijeron algunos compañeros
un poco más lúcidos, en otros momentos. Nosotros sabemos bien quiénes han dicho
esto.
Este
modelo económico que está implementando Cambiemos destruye el mercado interno y
es una fábrica de nuevos desocupados. Esto también lo tenemos que decir. El
presidente Macri y su equipo de CEO tienen que entender que la sociedad
argentina y la Argentina no son una empresa. Macri y su equipo negocian con las
organizaciones sociales como una patronal negocia salarios a la baja en una
paritaria, y ¡negocian mal!
Por
eso, señora presidenta, creo que esta Cámara lo que debiera declarar no es la
emergencia social, sino la emergencia en la gestión de este gobierno, porque
este modelo que está aplicando el gobierno nos lleva a una nueva implosión del
sistema económico y social de la Argentina. No solo generó esta deuda a la que
hice referencia, sino que en lo que va del año provocó más de 200.000 nuevos
desocupados, trabajadores sin empleo.
Sabemos
que los compañeros y compañeras de nuestros barrios, de los sectores populares,
necesitan contar con un mejor ingreso, sobre todo porque se acercan las
fiestas. Entonces, este bloque va a acompañar este proyecto de ley. Pero la
verdad que el gobierno debería estar preocupado por la suerte de esos miles y
miles de familias argentinas, por su destino, por su bienestar, y no por ver
cómo compran la paz social lo más barato posible.
Por
último, señora presidenta, quiero advertir que no es posible impedir los
reclamos de los sectores populares con un acuerdo entre cúpulas. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Depetri.- Señora presidenta: alrededor de este
proyecto de ley de emergencia se ha hablado mucho sobre el 2001, sobre la
crisis que estalló producto de un modelo que combinó un endeudamiento masivo de
nuestro país –blindaje, megacanje- con la liquidación del patrimonio nacional ‑proceso
de privatización‑ y sobre el derrumbe de la industria, que llegó a
niveles de desocupación del 25 por ciento. Nuestro país llegó a tener el 54 por
ciento de su población por debajo de la línea de pobreza.
Existió
un sistema de represión que utilizó una política de clientelismo para
consolidar un país de ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres.
Los
movimientos sociales expresaron una realidad de resistencia a ese proyecto que
se imponía en la Argentina. Era la continuidad de las políticas que inauguró la
dictadura militar en 1976, que las continuó –luego de recuperada la democracia-
el menemismo, después el gobierno de la Alianza y la llegada del doctor Duhalde
instaló un cambio de paradigma con la posibilidad de contención. Ahí
aparecieron los primeros planes Trabajar.
Por
supuesto que la salida de la convertibilidad benefició a los sectores
económicos más poderosos. Fíjense que la devaluación estableció ganancias
extraordinarias de los sectores exportadores. ¡Qué dato parecido con el de hoy,
ya que la devaluación y la quita de retenciones a la soja del macrismo
trasladaron casi 100 mil millones de pesos de un plumazo! Por supuesto que esta
devaluación también favoreció al sistema financiero, subsidiado por este
gobierno. Este Parlamento votó la no quiebra de Clarín con la famosa ley de protección de los medios de la
Argentina.
Hubo
1.500.000 planes Trabajar como para contener la conflictividad social y
reconstruir la salida electoral que luego se produjo en la Argentina, cuando
asumió Néstor Kirchner, quien vino a poner la distribución de la riqueza en su
lugar. Resolver los problemas de la pobreza y de la miseria no se logra con
planes sociales, sino con el único proyecto que puede devolver la dignidad: el
trabajo. ¡Nadie quiere que nuestros hijos vayan a los comedores comunitarios ni
que vivan de un plan social! ¡Nosotros queremos vivir del trabajo digno para
todo el pueblo argentino! (Aplausos en
las bancas.)
Solo la
dignidad del trabajo permitirá que nuestros hijos, familias y pueblo tengan un
destino adecuado y venturoso.
Debemos
reivindicar el hecho de que, al salir de la crisis estructural, se comenzó a
plantear un modelo con eje en la industrialización de la Argentina. Así se
crearon 6 millones de puestos de trabajo. El convenio colectivo de trabajo de
la dirigencia sindical, siempre estuvo legitimado a partir de acuerdos
salariales que estaban por encima de la inflación. Si tenemos un acuerdo
salarial que supera a la inflación, hay más consumo; con mayor consumo, hay más
producción; y con más producción, hay más horas de trabajo. En esta discusión
entre sectores populares y los grupos económicos, existe una tarea principal
que tiene que ver con el Estado y con el gobierno.
El
Estado como el que nosotros administramos, con Néstor y Cristina, estuvo del
lado de los sectores populares y en contra de los grupos económicos
concentrados. Por eso hoy vemos una diferencia con un gobierno que asume la
defensa de los grandes grupos económicos concentrados.
Estamos
discutiendo una norma que va a destinar 30.000 millones de pesos en los
próximos tres años. ¡Este Parlamento en la sesión anterior votó el perdón a
Edenor y Edesur de una deuda de 20.000 millones de pesos!
Ni
hablar de las trasferencias que le está haciendo al sector financiero este
gobierno de Macri con las LEBAC. Los bancos ganaron casi 100.000 millones de
pesos con ese negocio financiero.
Los
movimientos sociales arrancamos perdiendo. La devaluación nos afectó el salario
en 10 puntos. Un trabajador del sector industrial que cobra 15 o 20 mil pesos
mensuales, al año representa 250.000 pesos. Si se pierde diez puntos, la caída
del salario es de 25.000 pesos.
Así
como han bajado las pensiones, las jubilaciones y los planes sociales, existe una
brutalidad de trasferencias de este gobierno a los sectores más concentrados.
¡Ni hablar del escándalo que fue y que es actualmente el endeudamiento externo!
Este año serán 50.000 millones y este mismo Parlamento votó un presupuesto que
habilita a Macri a endeudarse en 50.000 millones más el año que viene. Al mismo
tiempo, el presupuesto rebaja salarios, porque estableció un aumento del 17 por
ciento, cuando la inflación promedio será del 25 por ciento, con un arrastre de
este año que llega a 43.
No
podemos festejar la sanción de este proyecto de ley. No se puede pensar que con
políticas sociales vamos a resolver el problema estructural.
Nosotros
hemos bajado la pobreza y la desocupación tomando decisiones acertadas, como la
estatización del sistema previsional, lo que posibilitó que se incorporaran 3
millones de compatriotas al sistema previsional, quitándole el negocio a los
bancos.
Todo
tiene que ver con una cuestión de modelo. Debemos decidir qué sociedad queremos
construir. Además, tenemos que asumir el hecho de si vamos o no a defender el
trabajo nacional.
Todas
las medidas que tomó este gobierno van contra los intereses de los trabajadores
y de los pueblos. Va contra los propios movimientos sociales, que hoy vemos
cómo aumentan las pobreza y la miseria en las barriadas populares. Esto no lo
decimos nosotros, sino quienes trabajan con el Papa Francisco. Han aseverado
que las políticas del macrismo nos trajeron más de 1.500.000 pobres.
La
discusión de hoy tiene que ver con el hecho de que este gobierno quiere
sancionar este proyecto de ley y el otro de Ganancias para mostrar que quiere
gobernar, pero la mayoría de los sectores populares saben que estamos ante un
gobierno que está del lado de los ricos.
Es
un gobierno de trasferencia de riquezas de los sectores populares a los más
concentrados. Además, este gobierno va a terminar derribando la industria, que
es la base de la generación de empleo. La dignificación del trabajo solo se
puede hacer con la industrialización del país y no con este modelo agrícola
ganadero exportador de materias primas que va a dejar afuera a la mitad de la
población.
Vamos
a votar afirmativamente el proyecto de ley, sabiendo que hay miles de miles de
organizaciones sociales que están fuera de este acuerdo y no lo convalidan. Lo
aprobaremos como una demostración más de una apuesta que hacemos para hallar
una mínima respuesta para los sectores populares.
No
vamos a dejar de decir siempre –acá, afuera y en todos los lugares- que la
madre de las batallas que hay que dar no tiene que ver con la discusión de
políticas de asistencia social, sino con un modelo productivo que vuelva a
poner el trabajo y al salario como los grandes ordenadores de las políticas
públicas de esta sociedad. (Aplausos en
las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires, quien
comparte su tiempo con el señor diputado Daer.
Sr.
Solá.- Señora presidenta: deseo expresar la
posición del interbloque UNA-Frente Renovador sobre este proyecto de ley.
Por
primera vez en bastante tiempo tratamos de sancionar una norma con un costo
fiscal importante, que toca un tema bastante quemante de la actualidad. Vamos a
votar en conjunto, pero no entiendo por qué los discursos están dirigidos
básicamente a mostrar nuestras pobrezas y desuniones ante algo logrado con
mucho esfuerzo, básicamente callejero, mediante trabajo, presión y negociación
política, elementos no siempre muy simpáticos, pero válidos en la vida
cotidiana de una democracia.
A
lo mejor me equivoco, pero creo que es la primera vez que legislamos
fuertemente para algunas organizaciones sociales que existen hace ya casi
quince años, y esto ocurre porque su realidad se impone con fuerza en este
recinto.
El
trabajo de movilización, presión y negociación provocó cuatro grandes marchas
en lo que va del año, convocadas al comienzo por los tres sectores de la CGT,
unificados el 29 de abril pasado.
Después hubo una masiva marcha a San Cayetano, que de allí volvió a la
Plaza de Mayo en las que participaron buena parte de los movimientos
sociales.
Después
hubo otra marcha masiva convocada por las dos CTA, con estos movimientos
presentes. Finalmente, hace pocas semanas hubo otra marcha frente al
Congreso. Esa fue la primera vez que una
conducción unificada de los tres sectores hizo un gran acto.
La
CGT unida no pidió nada para los trabajadores organizados ‑los que tenían
un trabajo formal‑, sino que pidió por la otra mitad de la plaza, por los
que buscan trabajo, los que tienen un plan o los que trabajan en una
cooperativa y no alcanzan el salario mínimo, vital y móvil para llegar al piso
de la dignidad.
Todos
los reclamos de los discursos, y en especial el del compañero Smith, fueron
para ese lado, y eso es un cambio cualitativo importantísimo en la Argentina de
hoy. Si se los quiere valorar, se lo valora; si no se los quiere valorar,
podemos sentarnos a esperar que la nueva pobreza extendida, y la adicionada del
año que acabamos de transcurrir, encuadren perfectamente dentro de los valores
tradicionales. Hay patrones que buscan empleados tratando de obtener plusvalía,
y hay empleados capacitados que no obtienen empleo.
Esto
se resuelve pensando en el exceso del capitalismo, y estoy totalmente de
acuerdo con lo expresado acerca de los excesos del capitalismo, del
hipercapitalismo y del capitalismo concentrado, lo que nos lleva a la situación
desesperante en cuanto a la no creación de empleos decentes.
Esta
concentración fenomenal hace que el 2 por ciento de la población que posee el
50 por ciento de la riqueza del mundo cruce con sus aviones el Atlántico y el
Pacífico. A esa situación hemos llegado
por el hipercapitalismo, por la necesidad cada vez mayor de ganar y concentrar.
Ahora
bien, eso no es lo que ocurre en la Argentina.
Hay un enorme sector de argentinas y argentinos ‑y en muchos casos
de gente que emigró de otros países‑ que claramente no tiene un patrón y
un trabajo formal que los espere, y que a lo mejor se está capacitando. Aunque si es joven, a lo mejor no se está
capacitando para trabajar. Incluso, tenemos un problema adicional con los
jóvenes de la pobreza: no resisten ocho horas de trabajo diarias porque no las
vieron nunca, porque no están acostumbrados y porque los capturan otros vientos
distintos a los del trabajo.
Convengamos
en que los gobiernos han tenido responsabilidad y culpa en mayor o menor
medida; eso dependerá de qué lado de la Cámara se sienta uno. El grave problema es que el nuevo gobierno
acelera las cosas que ya estaban muy mal, y hace lo mismo con las cosas que
critica.
Estamos
frente a hechos que no tienen jurisprudencia ni experiencias previas en las que
podamos buscar la solución. Esto no se soluciona sin creatividad, y la
creatividad siempre genera riesgos.
¿Cómo no va a haber riesgos de inventar una nueva obra social?
Por
supuesto que hay riesgos, y podemos llegar a arrepentirnos si el control no es
efectivo. Hay riesgos también al dejar asociados de una manera tan fuerte al
gobierno y a un grupo de organizaciones sociales -que lo merecen, porque han sido
las que fueron adelante- en un consejo que tiene la facultad de reglamentar
casi todo lo que establece esta iniciativa, sobre todo en cuanto al uso de
25.000 millones de pesos.
Recuerden
lo que decía Simón Rodríguez, el maestro de Simón Bolívar: "En el fondo de
todo, inventamos o erramos." Los
nuevos problemas no se solucionan con viejas recetas, sino afrontando el futuro
como se puede. La norma que llegó del
Senado afrontaba ese futuro como se podía, pero parecía haberla tirado para acá
sin haberla votado con ganas, porque decía que se creaba un millón de puestos
de trabajo. Eso es falso; no se crea un
millón de puestos de trabajo. Eso es faltarle el respeto a la creación de
trabajo genuino, y no creo que los senadores hayan querido faltar el respeto a
nadie.
La
gente tiene razón: no crearon un millón de puestos de trabajo, sino un millón
de planes de 3.600 pesos, porque la pobreza había avanzado más y porque la
inflación de abajo es mucho mayor que la inflación promedio. Esto está
comprobado: observen cuánto valía una botella de Coca Cola hace seis
meses. Los desafío a tomar un elemento
de uso común, y van a ver un ciento por ciento de aumento en seis meses. Esa voracidad se ve en los barrios.
Hay
un último elemento que quiero rescatar.
Hay una función para las organizaciones sociales que pueden cumplir; el
Estado, además, debe darles un salario complementario a quienes ya ganan algo y
ampliar los planes de 3.600 pesos. Combatir la indigencia es relativamente
fácil; no así la pobreza, y muchísimo menos la exclusión.
La
indigencia es responsabilidad del manejo de caja del Ministerio de Desarrollo
Social, una institución que no integra si la economía no se modifica. Ese
Ministerio puede vencer la indigencia y puede promover el crecimiento de las
organizaciones y las personas. Sin embargo, no puede integrar si la economía no
cambia, y solo se integra con el trabajo decente.
Además,
hay una cantidad de barrios y lugares en nuestro país a los que ya el Estado y
varios argentinos no entran, ya sea porque no quieren ver o porque les duele
mucho. Prefieren no ver y, entonces, ni
pisan algunas zonas de la pobreza y de la indigencia, que son ya directamente
otro país.
Aquí
conviven dos países: el país hasta donde puedo caminar, y el país al que nunca
quiero entrar. Ni siquiera entra el
Estado, y la policía entra de noche sin bajarse de los autos. Lo vemos y lo
sabemos. Ahí están las organizaciones
sociales, y otras tantas que a lo mejor no están representadas, pero que se han
formado; en cambio, el Estado no está.
Entonces,
ellos tienen que ser el Estado de a poco. Hace doce años en la provincia
hicimos una apuesta para que sean promotores de la salud, del medioambiente, de
la no violencia familiar, del empleo y de la niñez. Les dimos funciones, ropa
de trabajo, un salario mínimo vital y móvil y respondieron. Por supuesto que
esto requiere de muchos años, pero hoy inventamos o erramos. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor
diputado por Buenos Aires.
Sr.
Daer.- Señor presidente: voy a hacer un poco de
historia para relatar por qué llegamos.
En
marzo de 1976 empezaba a cambiarse estructuralmente la sociedad de nuestro
país. La idea era abrirnos al mundo, favorecer a los grupos concentrados, pero
la realidad es que todo empezó a modificarse. Ahí comenzamos a conocer sectores
de la población que iban quedando al margen; en alguna medida eran grupos
pequeños que luego fueron creciendo, vinieron las privatizaciones y algunos
compañeros creyeron que por las abultadas indemnizaciones podían tener el sueño
americano.
Todo
esto fue potenciando un sector que cada vez quedó más al margen de la economía
y tuvo su mayor epicentro en el año 2001, como bien dijeron acá algunos
compañeros. En ese momento fue fundamental el trabajo de las organizaciones
sociales que aparecían como novedad, veíamos llegar a la gente a las ciudades
con un reclamo, con sus necesidades a cuestas y con el pasado reciente que
había sido distinto.
Desgraciadamente,
hoy llegamos a una situación de precariedad estructural de un sector muy grande
de la población. No es casualidad que tengamos el 32 por ciento de pobreza. Aun
midiéndola por ingresos, quizás es una medición que no nos dice la verdad;
llegamos a esta situación que, inclusive, ha sido aumentada durante este último
período.
El
22 de agosto se normalizó la CGT y ese día el movimiento obrero comprendió que
debíamos tener un cauce común, que teníamos que incorporarnos a la sociedad
como instrumento e institución de interlocución social. También asumimos que no
había trabajadores de primera ni de segunda, sino que había trabajadores en la
República Argentina. Así fue que incorporamos la agenda de los compañeros que
desgraciadamente trabajan en la informalidad. No hablo solo de la informalidad
que puede aparecer en algunos sectores o nichos, como el trabajo fraudulento y
demás, sino de la informalidad de quienes tuvieron que inventarse el trabajo a
sí mismos para poder subsistir. Este es un tema que se discute en el mundo.
Hoy
la deshumanización de los medios de producción nos lleva a discutir el avance
tecnológico que aparece según avanza el tiempo y se mueven las agujas del
reloj. Hay un ejemplo muy claro que todos conocemos. Los cajeros automáticos
asisten al público que concurre a retirar dinero o a hacer trámites nada más
que con el 8 por ciento de los trabajadores que se requerirían si hicieran
trabajo humano. Esto nos hace ver que tenemos una realidad estructural y que
debemos reconocerla.
No
les quepa la menor duda, ni a aquellos que nos miran con el prisma de la
izquierda clasista ni a aquellos que nos miran con el prisma neoliberal, que no
vamos a resignar bajo ningún punto de vista los convenios colectivos de
trabajo. Los trabajadores y las organizaciones sindicales tenemos esto muy
claro.
Por
otra parte, quiero mencionar que llegamos a este punto, como bien decía el
diputado Solá, después de haber impulsado un proyecto en el Senado a través del
senador Abal Medina, y por haber comprendido las organizaciones sociales que
tenía que haber una iniciativa lógica. Transitamos las calles junto a muchos de
los que están acá, aun no perteneciendo a la CGT. Estuvieron presentes, incluso
no coincidiendo, como alguna vez conversamos con algún diputado en este
recinto. Todos sabíamos que teníamos que avanzar en un proyecto de ley a fin de
sustanciar una situación social de emergencia y para que estos trabajadores
tuvieran mínimamente la posibilidad de realizarse, quizás no en el marco de
dignidad que todos pretendemos.
También
es verdad que vamos en busca del trabajo digno, convencional, con seguridad
social, con la posibilidad de desarrollarse humana y dignamente en un ámbito
familiar y social. Esta es la realidad que nos toca vivir. Esta es la realidad
de nuestro país. No podemos claudicar ni resignar derechos de los trabajadores
que están en el sector formal, pero no podemos dejar de tener en claro que hay
otros trabajadores que no cuentan con el
mínimo derecho y ahí hay que acudir en ausencia del Estado.
Quiero
expresar que llegamos a diciembre después de un cambio de gobierno, y no es
casualidad. Creemos que la actual gestión debe hacer una autocrítica, porque
después de un año de haber hecho ajustes para resolver las cuestiones
macroeconómicas que acusaban que el gobierno anterior tenía desvirtuadas ‑podemos
decir que algunas se veían de ese modo-, lo único que se ha logrado es que esas
variables no se resolvieran, que el famoso achique del déficit fiscal no se
solucionara, que aumentara la pobreza y la desocupación y que nos encontremos
en un proceso recesivo a la espera de que algunas de estas cuestiones se
resuelvan. No encaramos el camino a la pobreza cero. No estamos transitando ese
rumbo en estos días.
Señor
presidente: sé que usted habló hace unos días de la política en esta Cámara y
creo que la misma política es la que llevó a que hoy podamos tener un proyecto
consensuado y apoyado por todos a fin de declarar la emergencia social. Espero
que la política también comprenda que el rumbo de una sociedad tiene que ser
sustanciado y sostenible para todos los argentinos. De lo contario, como bien
lo decían algunos diputados y diputadas preopinantes, estos temas serán
recurrentes. Eso es lo que no queremos los argentinos. Los argentinos queremos
trabajo digno.
Quiero
terminar con una definición que me dijera Emilio Pérsico cuando me clarificó
los límites, el avance y el sentido de
este proyecto.
No
nos queremos plantear más asistencialismo de planes sociales y que algunos se
sienten en el umbral de la casa a esperar cómo se resuelven sus problemas.
Queremos que exista la posibilidad de trabajar y que ese trabajo tenga una
retribución mínima para que acceda al salario vital, mínimo y móvil,
complementándolo con sus changas o con sus tareas y que esto derive y termine
en el trabajo formal que aspiramos para todos los que habitan esta tierra. (Aplausos.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor
diputado por Salta.
Sr.
Kosiner.- Señor presidente: si uno mira el debate
de estos últimos días en la Argentina y los temas que se han ido instalando,
podemos observar dos cuestiones que han ocupado el mayor tiempo, tanto en los
medios de comunicación como en la discusión política. Uno es el bono de fin de
año y el esfuerzo que el Estado nacional y los provinciales van a poder hacer
para ayudar a los sectores vinculados al sector del trabajo estatal para llegar
mejor a fin de año. El otro es la emergencia social.
Claramente,
nosotros, como peronistas, pero creo que también toda la sociedad, debemos
poner sobre la mesa del debate qué ha pasado en la Argentina durante este
último año para que el eje de la discusión de estos días sea un bono de fin de
año y la emergencia social. Eso no lo podemos mirar de costado.
Lo
que ha pasado tiene que ver con dos conceptos -y esta iniciativa tiene que ser
una bisagra para afrontar las cosas de otra manera-, que son la desigualdad y
la pobreza.
Cometeríamos
un error si creyéramos que, a partir de esta norma, podemos salvar
responsabilidades diciendo que estamos poniendo todo desde la actividad estatal
para ayudar a combatir los criterios de desigualdad o mejorar los niveles de
pobreza.
Lo
que se está tratando con esto –creo que ese ha sido el marco de discusión de
los movimientos sociales y de la CGT-, a esta altura del año y a partir de la
crisis que se ha generado en materia social –ya vamos a ver algunas
evaluaciones-, es ver de qué manera los sectores más vulnerables de la sociedad
argentina pasan un mejor año y superan lo que a nuestro criterio es una
situación difícil en los primeros meses del año que viene. Pero bajo ningún
punto de vista este Congreso puede entender que aquí ha finalizado la tarea de
la discusión social.
En
cuanto a la desigualdad, quiero hacer referencia a dos datos significativos. No
hay otra manera de poder analizar si estamos por buen o mal camino si no
hacemos una evaluación y no tenemos datos objetivos de la realidad.
En
el año 2015 la brecha entre el decil más alto y el decil más bajo era de 18,7
veces. Es decir, entre los sectores que estaban más contenidos y los sectores
menores contenidos, había una diferencia de 18,7 veces. En el año 2016 esa
brecha se acrecentó a 22,4 veces.
De
manera que hay datos objetivos de la realidad que dicen que hoy la sociedad
argentina es más injusta desde el punto de vista de la distribución de los
ingresos y del acceso a los bienes específicos.
Si
tenemos en cuenta cómo ha ido variando el ingreso anual, el decil más alto este
año ha visto acrecentado su ingreso un 56 por ciento. Es decir, por arriba del
nivel inflacionario. Pero el decil más bajo, este año ha visto incrementado su
ingreso solamente en un 30,4 por ciento. Es decir que los sectores más
vulnerables de la sociedad argentina actual no han podido recuperar sus
ingresos por arriba de la inflación.
La
primera reflexión, entonces, es que no es casualidad que hoy estemos
discutiendo la emergencia social. Tampoco es consecuencia solamente de que a
determinados dirigentes de movimientos sociales se les ocurrió salir a
reclamar. Es un emergente de una realidad puntual, de una realidad que tampoco
tiene como base un análisis político, sectorial o coyuntural. Hay datos
objetivos de la realidad que indican que los sectores más vulnerables la están
pasando peor y mal, para decirlo en un lenguaje contundente y concreto.
Si
nos abocamos al análisis de la pobreza, también tomando datos del mismo
gobierno, como es la encuesta permanente de hogares del INDEC, observamos que
en el segundo semestre de este año la pobreza llegaba al 32,2 por ciento.
Pero
aquí quiero agregar un elemento que es fundamental para analizar cómo vamos a
ejecutar esta norma y así tener en claro cómo no cometer algunos errores.
En
el NOA, la pobreza es del 35,8 por ciento; es decir que está por arriba de la
media nacional. En Cuyo, es del 35,6 por ciento; es decir, por arriba de la
media nacional, y en el NEA es del 40,1 por ciento; es decir, también por
arriba de la media nacional.
Por
eso les pedimos a las autoridades ‑que van a ser los organismos de
aplicación de esta iniciativa‑ que la distribución de los recursos no se
haga con criterios arbitrarios, unilaterales o a partir de discusiones
bilaterales con determinadas organizaciones solamente. Por el contrario, les
pedimos que la afectación de recursos, fundamentalmente, vaya a los sectores
con mayor tasa de desocupación y mayor nivel de pobreza.
Esta
norma también requiere de un criterio federal en cuanto a la aplicación de la
misma. De lo contrario podemos desaprovechar esta herramienta o este paliativo
para tratar de contener las difíciles situaciones que se dan hoy en materia de
desigualdad y de pobreza.
No
quisiéramos que, a partir de no tener criterios justos y objetivos, se pueda
desperdiciar el fuerte esfuerzo fiscal del Estado, que se ha logrado a partir
del acuerdo celebrado.
Cuando
se habla de pobreza, hay que recordar que existen elementos para decir que no
es casualidad lo que hoy está viviendo la Argentina, ya que había sido
advertido.
En
ese sentido se habló mucho de los informes de la Universidad Católica
Argentina. Los quiero retomar porque en su momento fueron cuestionados y otras
veces, levantados, claramente de acuerdo al momento coyuntural. Sin embargo,
son datos objetivos de la realidad y nadie niega que tienen una base de
sustento importante.
En
el mes de agosto de este año, el Observatorio de la Deuda Social de la
Universidad Católica Argentina advertía un riesgo social. Por ejemplo, decía
que los sectores más vulnerables no habían sido objeto de una especial
protección social frente a la actual fase de caída del consumo, aumento de
precios y mayor riesgo de despido y caída de la actividad.
El
mismo informe hablaba de los nuevos pobres, que son aquellos que emergen de las
medidas normalizadoras adoptadas por el actual gobierno.
De
manera que la Universidad Católica Argentina ya estaba haciendo una vinculación
directa entre los 1.400.000 argentinos que se incorporaron a los niveles de
pobreza y las medidas tomadas por el actual gobierno, cuando plantea que no hay
una distribución socialmente equitativa de los costos del ajuste.
Estas
no son menciones a las que hace referencia un partido político en especial.
Quienes hablan de costos del ajuste, de riesgo social y de nuevos pobres son
organizaciones que no tienen que ver con la discusión de la coyuntura política.
Se habla de los precios que siguen creciendo antes y después de la devaluación
e incluso del poco respaldo del empresariado nacional, que también se ha visto
perjudicado por medidas de ajuste generadas por el mismo gobierno. Una frase
contundente del Observatorio de la Deuda Social hace referencia a la
transferencia de ingresos que ha servido para transitar esta crisis.
Con
relación al crecimiento de los índices de pobreza, de acuerdo a los datos de la
Universidad Católica Argentina, la Argentina claramente ha pasado del 29 por
ciento de pobreza a fines de 2015 al 34,5 por ciento en el primer semestre de
este año. Cuando se discutió el proyecto de ley sobre debates públicos, dijimos
que uno de los elementos más importantes era exponer los desafíos.
Acá
hubo un gobierno que asumió desafíos con la sociedad y con muchos sectores que
lo votaron ‑con los que no lo votaron tiene una obligación moral‑,
que significa mejorar los niveles de pobreza, de marginalidad y de inclusión
social en la Argentina.
Lamentablemente,
un año después de haber asumido este gobierno estamos discutiendo un proyecto
de ley de emergencia social porque los desafíos que se plantearon a la sociedad
argentina no se han cumplido. Esto hay que decirlo con todas las letras, no hay
que negarlo ni ocultarlo. Hoy estamos discutiendo un proyecto de emergencia
social que no debería tratarse si el gobierno nacional hubiera cumplido los
desafíos asumidos con la sociedad argentina.
La
misma Universidad Católica Argentina reclama un nuevo modelo de desarrollo de
largo aliento; creo que aquí está la clave. Reitero que sería un grave error
irnos de esta sesión conformes por haber sancionado este proyecto de ley.
Necesitamos un fuerte acuerdo nacional sobre la base de la necesidad de un
desarrollo que genere inclusión a través del aliento al sector industrial, a la
pequeña y mediana empresa, para recuperar los niveles de consumo y favorezca al
mercado interno.
Ese
nivel de acuerdo y de coincidencias requiere de una redefinición del concepto
de Estado. No le podemos tirar la responsabilidad a los movimientos sociales,
ni a la Confederación General del Trabajo, porque este proyecto busca articular
con ellos la manera de acceder a la cobertura de la emergencia social. Hay un
solo responsable de mejorar los niveles de pobreza y de desarrollo que es el
Estado. Y el Estado somos todos, cada uno dentro de sus responsabilidades.
Por
otra parte, quiero llamar la atención porque ayer se celebraron audiencias por
los nuevos aumentos tarifarios. Hoy estamos tratando un proyecto de ley de
emergencia económica, pero en tres meses habrá un aumento de tarifas del gas
del 50 por ciento; y este no es un dato menor.
Hay
sectores productivos y del trabajo que todavía no se pueden reponer del fuerte
tarifazo de este año. El gobierno se va a equivocar si piensa que oprimiendo
aún más el cuello de los sectores más vulnerables y de la pequeña y mediana
empresa vamos a salir de la emergencia social. Los sectores productivos
vinculados a las economías regionales están suplicando que se revean las
presiones tributarias y tarifarias para generar crecimiento. Sin embargo, el
gobierno está a punto de concretar en unos meses un nuevo incremento tarifario.
En
nombre de nuestro bloque solicito que se revea esta situación, porque de lo
contrario mucho de lo que hoy estamos diciendo va a caer en saco roto, y el
próximo año tendremos que discutir un nuevo capítulo dentro de la emergencia
social.
Hoy
tendríamos que estar hablando acerca de cuántos puestos de trabajo se han
generado en el país a partir de este nuevo año de gestión y de qué cantidad de
argentinos va saliendo paulatinamente de la indigencia y de la pobreza. ¡Cómo
no vamos a prorrogar la declaración de la emergencia social si se han perdido
140 mil puestos de trabajo registrado y se ha multiplicado por tres la cantidad
de empleos no registrados que se han perdido!
¡Cómo
no hablar de emergencia social si han cerrado 2.500 empresas desde el 1° de
enero hasta la fecha, de las cuales 1.990 eran pymes! ¿Por qué insistir en este
contexto?
Salir
de la emergencia social depende claramente del impacto de las políticas
públicas que encare el gobierno. Tenemos la vocación y la voluntad de
contribuir y aportar todos los elementos necesarios para que la actividad del
Estado alcance aquellos objetivos.
Una
vez finalizado este debate comenzaremos a discutir un proyecto de ley esencial,
que es el de impuestos a las ganancias. Aquí encontramos otra contradicción.
¿Podemos salir de la emergencia social si el mismo gobierno nos anticipa que
habrá aumentos salariales para el próximo año del orden del 21 por ciento –a
pesar de que creemos que serán mayores‑ y solamente propone un aumento
del mínimo no imponible del 15 por ciento?
Como
estos elementos son contradictorios, no podemos dejar de tenerlos en cuenta.
Insisto, no se sale de la emergencia social con un efecto rebote. Hay quienes
piensan que hay que profundizar la crisis para llegar abajo y rebotar. El
problema es que el que puede rebotar y salir es el que tiene aire porque se da
impulso desde abajo. En definitiva, es el que ha acumulado riqueza. Pero aquél
que no lo pudo hacer, o sea, el que no ha podido acumular, no va a poder tomar
aire. Va a llegar abajo y se va a ahogar, porque no tendrá fuerzas para salir.
Eso es lo que está pasando en la sociedad argentina.
Si
confiamos solamente en políticas monetarias, en la reacción de los mercados y
en la voluntad del derrame, nos vamos a equivocar. Quiero decir algo con la
mejor buena voluntad. No es casualidad que cualquier encuesta indique que una
amplia mayoría de los argentinos piensa que este gobierno trabaja para los
sectores de más recursos, y algunos hasta dicen que lo hacen para los más
ricos.
Las
últimas encuestas producidas por las consultoras a las que acuden las empresas
más importantes de la Argentina dicen que entre el 20 y 25 por ciento de los
argentinos cree que este gobierno está gobernando bien, más allá de las
expectativas de salir adelante. Es verdad que la mayoría de los argentinos
tienen expectativas de salir adelante. Sería ilógico pedirle al pueblo
argentino que no tenga expectativas, porque si no se frustraría. Pero la
realidad es que la mayoría del pueblo argentino no se siente representado con
la forma de gobernar de este gobierno.
Por
lo tanto, la oportunidad que tenemos de debatir la emergencia social no se
termina con el debate del proyecto, ni debemos quedarnos conformes pensando que
con estos instrumentos se va a acabar la exclusión social en la Argentina.
Estas herramientas se han ganado saliendo a la calle, protestando y poniendo el
tema en agenda.
No
queremos vivir en un país donde la agenda sea el bono y la emergencia social.
Queremos un país donde la agenda sea la creación de puestos de trabajo, el
crecimiento, la inclusión social, el desarrollo de las economías regionales y
las pymes. En definitiva, se trata de la dignidad de todo el pueblo argentino. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Corresponde el uso de la palabra al señor diputado Masso, quien
compartirá el tiempo asignado con la señora diputada Ciciliani.
Tiene
la palabra el señor diputado por Tucumán.
Sr. Masso.- Señor presidente: estamos contentos de estar
debatiendo este proyecto de ley en el Congreso de la Nación. Creo que esta situación de
emergencia social la hemos venido planteando no solo desde las organizaciones
sociales y por muchos diputados que ocupamos una banca en el Congreso sino
también desde la iglesia argentina a través de nuestro papa Francisco.
En
ese sentido, claro que no es ideal que hoy votemos una emergencia social cuando
sabemos que la dignidad final de cualquier jefe de familia debe ser el trabajo
genuino.
Hemos
transitado por lugares en donde residen los 13 millones de argentinos que hoy
viven bajo la línea de pobreza y la indigencia y que necesitan de un comedor
comunitario para poder alimentarse.
Observamos
con mucho dolor que desde hace más de catorce años hay cinco millones de niños
que a pesar de que van creciendo siguen comiendo fuera de su casa.
En
ese sentido, algunos diputados me preguntaban por qué había traído estos
cubiertos que tengo en mi banca. ¿Sabe por qué, señor presidente? Porque esos
niños hace catorce años que lo único que conocen es la cuchara, ya que lo único
que pueden comer en esta Argentina de la emergencia social es un plato de sopa,
de guiso, o en el mejor de los casos alguna albóndiga con un poco de fideos.
Debemos
reflexionar y discutir en profundidad qué país queremos construir. La Argentina
produce alimentos para 400 millones de personas, y si somos aproximadamente 40
millones de habitantes quiere decir que algo se está haciendo mal si tenemos 13
millones de argentinos viviendo bajo la línea de pobreza. Por lo tanto, la
clase política tiene que terminar con la hipocresía.
En
relación con esta ley de emergencia social debo decir que a algunos les aflige
que supuestamente las organizaciones sociales hayan firmado una tregua hasta el
año 2019. A quienes les preocupa esa tregua poco conocen acerca de cómo esas
organizaciones sociales han conseguido los logros que han firmado. Una de esas organizaciones fue la que hace
tres años, cuando gobernaba Cristina Fernández de Kirchner, cortó la ruta 2
porque les habían quitado los alimentos a sus comedores. ¿Saben adónde llevó a
los detenidos el ex secretario de Seguridad, Berni, a esos compañeros –había
embarazadas y niños- del Movimiento Barrios de Pie? Al tristemente célebre
Campo de Mayo.
Hay
que terminar con la hipocresía y tener memoria, porque hoy tendríamos que estar
discutiendo, como lo decía mi colega de la provincia de Santa Fe, en qué lugar
van a trabajar estos argentinos en función de lo que han podido aprender en sus
oficios.
Estamos
discutiendo una ley de emergencia que al traiga formalidad -que por supuesto no
es la que nos gusta ni la ideal- a fin de que se pueda contar con un registro
que permita el acceso a una obra social y que una persona pueda atender a su
familia.
A
su vez, van a tener la posibilidad de contar con un salario social
complementario equivalente al 50 por ciento del salario mínimo, vital y móvil.
Y si sumamos su actividad, podrá llegar mínimamente en el año 2017 al salario
mínimo, vital y móvil que, si todos estamos de acuerdo en dar dignidad a los
que menos tienen, tendría que ser igual a la canasta básica total, para
asegurar así que ningún argentino esté por debajo de la línea de pobreza.
En
ese camino, que no es fácil, creemos que hoy vamos a aprobar una ley que ha
sido sobre todo traída a esta Congreso gracias a la lucha de hombres y mujeres
que, lejos de darse por vencidos, quieren mejorar y tener un ingreso para dar a
sus hijos la posibilidad de estudiar, pero por sobre todas las cosas, de ser
personas de bien, alejadas de la triste realidad que hoy tenemos en ese combo
que tanto nos duele, que está entre la delincuencia y las adicciones. Ese combo
tiene como primera respuesta la falta de inclusión social.
En
ese sentido, creo que es positivo que el gobierno haya reconocido los datos
sobre la pobreza y la indigencia, pero debemos trabajar para que sobre la base
de esa realidad podamos de alguna manera mejorar la calidad de vida de este
sector que representa un tercio de la sociedad.
El
resultado que se da en lo más profundo de la pobreza es hoy en día el fenómeno
de la mala nutrición. El 43 por ciento de los cinco millones de niños que hoy
están bajo la línea de pobreza y en situación de indigencia tiene un problema
de desnutrición, donde la obesidad y el sobrepeso ocupan el 33 por ciento. Así,
se ha marginado a una cifra no tan despreciable del 10 por ciento de niños que
están al borde del peso mínimo.
En
ese sentido, creo que este dato tiene que ver con la calidad de lo que han
podido comer en los últimos años, incluyendo el 2016. Nos debemos preguntar qué
responsabilidad nos cabe para que esos argentinos puedan de una vez por todas
no solo comer en sus casas sino volver a utilizar el cuchillo y el tenedor para
cortar algo sólido ‑carne o pollo- y ahí seguramente nos sentiremos
tranquilos de que pueden volver a sus casas para comer mínimamente lo que este
país tan rico produce. (Aplausos en las
bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por Santa Fe.
Sra.
Ciciliani.- Señor presidente: realmente estamos
muy satisfechos con este debate porque consideramos que avanza en conceptos muy
importantes. Estamos pasando de la palabra “subsidio” a la expresión “salario
social complementario”, reconociendo que ese porcentaje de la población que
denominamos “excluidos” quiere un trabajo digno. Al mismo tiempo dejamos de estigmatizarlos
como que son los únicos que están pidiendo subsidios y no quieren trabajar.
Esto es absolutamente importante para efectuar un diagnóstico.
Quiero
traer a colación las palabras del diputado Solá. Es claro que, o estamos
creando o vamos a errar, porque desde 1976 venimos aumentando paulatinamente el
número de trabajadores no registrados. Hago un enorme esfuerzo para no
llamarlos “trabajadores en negro”, como popularmente estamos acostumbrados; ni
trabajadores en negro ni jóvenes “ni ni”, porque es una estigmatización a los
que no existen. Se trata de una importante porción de nuestra población que
hoy, con esta declaración de emergencia, venimos a reconocer en todo su
dramatismo y en toda su problemática.
Otra
cuestión que hoy tenemos que reconocer es que no es un problema de que el
Estado no está. El Estado estuvo, con diferentes filosofías, de diferentes
formas y en diferentes momentos del ciclo económico. Sin embargo, el Estado no
fue suficiente para terminar con estas sociedades duales propias del
capitalismo del siglo XXI.
Hoy
tímidamente empezamos a cambiar el enfoque y a hablar de salario social
complementario. Tenemos la oportunidad de transformar esta ley en un nuevo
paradigma de intervención desde el Estado y desde la economía. De lo contrario
no habremos hecho otra cosa que cambiar de organizaciones sociales o de
dirigentes sociales lo que venimos repitiendo década tras década: asistencia y
complementariedad en una economía de baja productividad.
Además
de dar dignidad a los trabajadores y de asegurarnos de que nuestros niños no
sigan comiendo solo con la cuchara –como aquí se decía recién-, tenemos que
focalizar en la economía para ver cómo incrementamos la productividad de esa
economía popular en la que miles y miles de argentinos diariamente encuentran
sentido a sus vidas y un sustento para lograr apenas una cobertura mínima de
sobrevivencia.
Este
es el enorme desafío. Estamos haciendo un importante esfuerzo fiscal que
alcanza a todos los sectores populares. Debemos hacer que los tres niveles del
Estado pongan en práctica esta ley con todas las organizaciones sociales, tanto
las que firmaron esta propuesta como las que no lo hicieron, para que junto con
las universidades públicas logremos aumentar la productividad. Tenemos que
buscar los técnicos que nos den sustento en cada una de las actividades y salir
de la idea de la dualidad. Debemos integrar la sociedad e integrar la economía,
prestando atención a las cadenas de valor.
Con
estupor escuchaba, a quienes critican este proyecto de ley, hablar de las
organizaciones que no están, como si en el pasado todas las organizaciones
hubieran estado en un pie de igualdad o como si en el pasado los planes
sociales hubieran alcanzado por igual a todo el territorio de la Nación.
Además,
queremos buscar la integración y no limitarnos a hacer la foto de dos
economías, con dos modalidades, donde unos sean trabajadores de primera y otros
lo sean de segunda. Este es el enorme desafío que tenemos por delante. Hoy
empieza con un gran proyecto de ley y con un gran acuerdo político. Los
resultados dependerán de su implementación. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- El señor diputado Oliva comparte su tiempo con el diputado
Herrera.
Tiene
la palabra el señor diputado por Santiago del Estero.
Sr.
Oliva.- Señor presidente: intentaré ser breve ya
que a lo largo de este debate se han explicitado las posiciones de los
diferentes bloques, que por suerte son coincidentes, lo que constituye una
buena noticia.
En
primer lugar, queremos resaltar que hoy consideramos un tema que no es de los
más agradables para la Cámara de Diputados, pues se trata de declarar una
emergencia. Lamentablemente lo tenemos que hacer a partir de un diagnóstico y
de asumir la realidad en la que hoy estamos insertos.
Lejos
de chicanas políticas, todos los partidos y los sectores políticos debemos
hacernos cargo de esta realidad que hoy nos toca vivir.
Casualmente,
el temario de la sesión de hoy se vincula con dos cuestiones muy sensibles para
la sociedad. Por un lado estamos viendo cómo resolvemos la cuestión del
impuesto a las ganancias para un vasto sector de la sociedad que desarrolla sus
actividades en el marco de la formalidad, con el tema de las escalas y demás, y
por otro lado estamos enfocando nuestra mirada en un sector que comprende a
miles y miles de argentinos que están muy lejos de aquel universo que acabo de
mencionar.
Dicho
esto, y para no autoflagelarnos, debo señalar que, a partir del diagnóstico que
se ha formulado, también es una muy buena noticia que hoy estemos abordando,
mediante este proyecto de ley, la implementación de medidas concretas como es
la prórroga de la emergencia social hasta el año 2019. Se trata de tomar
medidas efectivas y políticas activas que demandan un importante esfuerzo
fiscal, lo cual debemos reconocer.
No
hay duda de que todas las provincias cuentan con un vasto sector de su
ciudadanía que desarrolla actividades en el marco de la informalidad. A lo
largo de estos años no se ha contemplado este tipo de situaciones. Casi diría
que hemos sido un poco distraídos con este sector de nuestra sociedad, y por
eso es importante el proyecto en tratamiento.
Esta
es una iniciativa que involucra nada más ni nada menos que a hermanos
argentinos que, con muy poca previsibilidad y con más incertidumbres que
certezas, se levantan todos los días a pelearla, a salir a una calle que está
muy dura, en un contexto social difícil. Es ahí adonde tienen que salir para
intentar obtener el sustento diario para su familia, para su educación y para
todas las necesidades básicas de su seno familiar.
Advertimos
la importancia que tiene que desde el Estado se focalice la mirada en esta
iniciativa, para que a partir de allí se ejecuten políticas activas, claras y
conducentes para intentar resolver esta situación.
No
sé si esta es la ley perfecta; creo que no lo es. De hecho, en algún momento
nos propusimos introducir alguna modificación, pero finalmente hemos desistido
de hacerlo. Ello así porque entendemos que esta norma no debe ser un objetivo
en sí mismo sino que, por el contrario, debe constituirse en el punto de
partida de un trabajo conjunto, articulado entre los diferentes estamentos del
Poder Ejecutivo nacional, y lógicamente también desde este Congreso, con todas
las instituciones y entidades que nuclean a este sector, para que a partir de
la sanción de esta ley, de un adecuado seguimiento y de los diagnósticos que
deberán realizarse periódicamente, pueda ir mejorándose la situación de este
universo de hermanos argentinos que hoy estamos intentando contemplar.
Por
ello, considero que vale la pena hacer un reconocimiento contundente a todas
las organizaciones sociales que han reclamado con firmeza, que han expuesto su
punto de vista para ser escuchadas en forma pacífica, y también, por qué no, a
todos los legisladores de esta Cámara que han motorizado y logrado que un tema
tan sensible y trascendente sea motivo de tratamiento en sesiones
extraordinarias.
Puede
no ser la mejor ley, pero –y esto es lo que hay que resaltar- se advierte un alto
consenso político para su sanción. Esto nos permite entender que se trata de un
gran compromiso entre las diferentes fuerzas políticas que componen esta Cámara
para seguir trabajando hacia el futuro y proyectar todas aquellas medidas
conducentes a mejorar la legislación para este sector social, para que, en
definitiva –y ojalá que no sea por mucho tiempo más-, todos los que hoy van a
ser amparados por esta normativa puedan ser contemplados en el futuro en el
trabajo formal, en la ley de contrato de trabajo.
Con
estas breves palabras, quiero adelantar el voto positivo de nuestro bloque, y
las consideraciones siguientes las hará mi colega.
Sr. Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado
por Santiago del Estero.
Sr.
Herrera (J.
A.).- Señor presidente: la verdad es que me siento claramente reconfortado
después de haber participado y escuchado una serie de exposiciones de distintos
emergentes vinculados a la economía popular. Hace varios meses que venimos
trabajando en este tema. De alguna manera quiero transmitir algunas vivencias
personales en relación con el tema social que hoy estamos exponiendo en esta
Cámara. Me tocó el honor de ser intendente de mi ciudad en el 2001. Menciono
esta circunstancia porque en esos años sucedieron dos crisis muy fuertes en el
país, cuyas consecuencias tardaron bastantes años en encaminarse. Tal vez la de
2001, que fue una crisis terminal, me trae algunos recuerdos y enseñanzas que
quisiera recordarlas como experiencia personal en la gestión.
Recuerdo
lo difícil que era poner la cara a nivel local cuando estas crisis afectaron a
nuestro país, y es conmovedor escuchar sobre la situación de muchos de los
compañeros que forman parte de estas organizaciones sociales que necesitan de
todos nosotros una respuesta nueva. Es un tiempo nuevo que debemos asumir, que
va a exigir de aquí en más muchísimas alternativas de este tipo para dar
respuesta a un sector de la población que llega casi al 40 por ciento. Es la
gente que hoy está trabajando en la economía informal.
Al
respecto, siempre me acuerdo de aquellos principios que me guiaron y fueron
pilares durante mi mandato al frente del municipio de Clodomira, mi ciudad
natal: a mayor justicia social, mayor paz social; a mayor injusticia social,
mayor violencia social.
Decía
el general Perón que nuestro movimiento tenía dos brazos: la justicia social y
la ayuda social. Mientras llega la justicia social es fundamental la ayuda
social. También decía que gobernar es dar trabajo. El trabajo es un derecho que
hace a la dignidad del hombre, y es un deber porque es justo que cada uno
produzca lo que consume. Estos son los principios que llevamos adelante.
También
hablamos de la economía social, o sea el capital puesto al servicio de la
economía y ésta al servicio del bienestar del hombre. Nosotros entendemos que
en un país la justicia social se genera como consecuencia de las decisiones
económicas que se toman desde el gobierno.
Más
allá de estas cuestiones puntuales, creo que lo importante que hoy estamos
haciendo es poner sobre la mesa a todo este enorme sector social, que es de una
Argentina distinta a la que nosotros pensamos en su momento, en un mundo que
está cambiando y está generando nuevas cuestiones.
Soñamos
con esa Argentina linda y anhelamos trabajo formal y registrado. En los últimos
años peleamos mucho y de una manera muy fuerte para lograrlo. Es un sector
social que viene siendo señalado por estas organizaciones y también por el papa
Francisco; genera un conjunto de actividades valiosas y el Estado tiene que
apoyarlo. Es un conjunto de actividades que no son tomadas en cuenta cuando se
habla de la economía tradicional, pero las queremos poner sobre la mesa.
No
sé si este es el mejor proyecto, pero hasta ahora no hay otro superador. Da un
puntapié inicial para encarar las cuestiones sociales populares profundas de
esta Argentina que hoy tenemos.
Sr. Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado
por Buenos Aires.
Sr.
Grosso.- Señor presidente: en primer lugar,
quiero decir que estoy muy contento de estar debatiendo este tema en este
recinto después de tantos meses de plantear la necesidad de poder llevar
adelante este proyecto de ley que tiene que ver, como todos saben, con la
emergencia social y con la posibilidad de establecer herramientas
institucionales que aborden la temática de la economía popular, que es una
temática de la cual no se ahonda, no se habla mucho, pero que en este último
tiempo se ha instalado y sobre la cual quiero hacer algunas precisiones.
Nosotros
venimos hablando desde hace unos años de la economía popular y construimos
teoría alrededor de ella desde la práctica. Ahí nos fuimos acercando y
analizando procesos económicos, sociales y políticos, y entendemos esto que
bien planteaba mi compañera Lucila De Ponti al principio, cuando hacía el
informe de la ley, que tiene que ver con las transformaciones del capitalismo a
nivel global, con las transformaciones en el modo de producción capitalista,
con el salto que ha dado en términos tecnológicos el modo de producción, y con
la imposibilidad a partir de ese salto tecnológico de incorporar los mismos
niveles de mano de obra que se incorporaban antaño, en la época de pleno
empleo, del trabajo más fabril, como nosotros solíamos llamarlo.
Esto
fue en convergencia con otro proceso que se dio en la Argentina y que tiene que
ver con largos períodos de implementación de políticas neoliberales, llámese la
última dictadura militar, el menemismo, o quizás también este momento. En estas
situaciones lo que ha primado es la tendencia a concentrar la economía y
excluir del trabajo a grandes mayorías sociales y populares.
A
partir de esta combinación de elementos es que aparecen los trabajadores de la
economía popular. ¿Pero cómo aparecen? Veamos un poco la historia, porque no
aparecen ahora, el 7 de agosto en la marcha de Liniers a Plaza de Mayo, no
aparecen hace unos años a partir de las organizaciones sociales, que fueron
peleando distintos derechos y conquistando distintas cuestiones. Esto aparece
lejos en la historia.
Nosotros
tenemos un punto de nacimiento o una coincidencia con el resto de las
organizaciones hermanas, que tiene que ver con la experiencia piquetera en la
Argentina, con las primeras resistencias al modelo neoliberal. En el año 1994
fueron creo que Cutral-Có, Tartagal y Mosconi, las distintas puebladas de las
que irrumpieron miles y miles de trabajadores que habían quedado desocupados a
partir de la privatización y la entrega, es decir de la extranjerización y la
concentración de la economía; habían quedado en la calle y como ya no tenían fábricas
donde hacer huelgas, como ya no tenían sindicatos que los defendieran porque
estaban desocupados, salieron a las rutas, hicieron esos cortes y apareció la
resistencia del menemismo y del neoliberalismo, surgiendo así los piquetes.
Este fue el primer paso.
Después, esas organizaciones fueron
haciendo sus propias experiencias y construyendo sus respuestas a los distintos
problemas que les iba plantando el sistema neoliberal.
Esas organizaciones que nacieron como
piqueteras empezaron a abordar diferentes problemáticas, como por ejemplo las
relacionadas con la salud, el trabajo y la educación. Nosotros, en los barrios,
construimos desde bachilleratos populares hasta salitas de primeros auxilios.
Los que quedamos afuera de todo, los excluidos del sistema, los descartados
–como dice el papa Francisco- construimos nuestras propias soluciones con
nuestras propias manos.
Este fue todo el trayecto que fuimos
construyendo hasta acá. Nos convertimos en organizaciones sociales, logramos
visibilidad y de alguna manera empezamos a participar políticamente. Desde hace
un tiempo –más precisamente, cinco años- con un grupo enorme y muy diverso de
organizaciones sociales nos venimos planteando la tarea de la sindicalización
de estos compañeros y compañeras mediante la Confederación de Trabajadores de
la Economía Popular.
En este camino quedaron Maxi y Darío,
que querían plantear la discusión de este tema en este recinto.
En
este camino quedó el “Oso” Cisneros, que quería hacer lo mismo.
En
este camino quedaron miles de compañeros campesinos que pelean por sus tierras,
viven en ellas y son expulsados por la frontera sojera.
En
este camino quedaron muchos compañeros que dieron su vida y fueron organizando
experiencias sociales que hoy llegan a este recinto, pero no por nuestra
voluntad política o por la del gobierno, sino por la calle. En otras palabras,
llegaron porque se hicieron escuchar. Todos nos sorprendimos el 7 de agosto,
día de San Cayetano, cuando miles de hombres y mujeres peregrinaron desde esa
iglesia hasta la Plaza de Mayo para plantear la emergencia social.
Además
de recordar a los compañeros que ya no están, me gusta hacer lo mismo con los
que aún están y plantear este protagonismo que salió a la calle y todos vimos,
aunque por debajo se verifique todo el tiempo.
Aquí
se encuentran presentes algunas compañeras de la CTEP. Ellas son Zulma, Luisa y
Sandra, a las que deben agregarse otros compañeros que están afuera. Al
respecto, quiero decir que Zulma es una compañera proveniente de una barriada
muy humilde del barrio Nueve de Julio, de San Martín, lugar donde yo vivo. En
la época de mayor crisis de nuestro país ella le robaba la comida a los
caballos de los compañeros carreros para darle de comer a sus hijos.
Posteriormente
Zulma y Luisa se juntaron para armar un comedor en el barrio.
Ellas
dos, junto con Sandra, organizaron una cooperativa de trabajo y se pusieron a
limpiar arroyos. En otras palabras, inventaron su propio trabajo.
Ahora
Zulma es una orgullosa concejala en San Martín, representando a la
Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, y defendiendo todos los
días los intereses de los más humildes en el Concejo Deliberante de esa ciudad.
(Aplausos en las bancas.)
Eso
es construcción de poder popular y lo que viene a hacer este proyecto de ley
que estamos considerando. Esa es la única forma de derrotar a la pobreza:
construyendo poder popular. Chávez decía que la mejor forma de derrotar a la
pobreza es dándole poder a los pobres. Eso es lo que viene a plantear este
proyecto de ley. No viene a proponer un acuerdo, una negociación o una política
social, sino la necesidad de otorgar poder a los pobres, los humildes y los
trabajadores de la economía popular que están en la calle.
También
se habló mucho del tema de los cortes. Hubo discusiones mediáticas al respecto.
Insisto en que nosotros nacimos como piqueteros por lo que dije antes, es
decir, porque no había posibilidad de hacer huelga, ya que no teníamos esa
herramienta debido a que nos habíamos quedado afuera de las fábricas. La única
forma que teníamos de construir la visibilización de estos trabajadores y
trabajadoras de la economía popular era en la calle. Así lo hicimos siempre.
Así
también empezamos este año, organizando más de cien piquetes en reclamo de la
libertad de Milagro Sala, cuya figura también quiero traer a este recinto
porque es una compañera de la economía popular y las organizaciones sociales
que actualmente está siendo perseguida por el gobierno de la provincia de
Jujuy.
También
el 24 de febrero fuimos a la calle con los trabajadores y trabajadoras
estatales.
Asimismo,
el 29 de abril fuimos parte de la gran convocatoria que hicieron la CGT y la
CTA. Me refiero al acto enorme que las cinco centrales sindicales llevaron a
cabo frente al Monumento “Canto al Trabajo”.
Por
otra parte, junto con la Corriente Clasista y Combativa y la organización
Barrios de Pie, que aquí tiene varios compañeros y compañeras diputadas, fuimos
desde Liniers hasta Plaza de Mayo el 7 de agosto.
También
fuimos a la marcha federal organizada por las dos CTA.
Concurrimos
al Encuentro de Movimientos Populares que se desarrolló en el Vaticano y
también en la CGT. En esa oportunidad la CGT, la Iglesia y las organizaciones
sociales empezaron a debatir, junto con los trabajadores de la economía
popular, la forma de construcción y fortalecimiento de las herramientas
necesarias para llevar a cabo esa idea que expresó Hugo Chávez y que señalé
anteriormente, en el sentido de otorgar poder a los pobres.
Este
fue el camino que recorrimos para lograr que este proyecto de ley de emergencia
social se trate hoy en el Congreso Nacional. ¿Por qué? Porque la justicia
social no llueve como maná del cielo –esto se dijo en la declaración del Teatro
Verdi, de la que dio lectura mi compañera-, sino que se construye en la calle.
Eso es lo que hicieron nuestros compañeros y compañeras y por eso estamos
discutiendo esta iniciativa en este recinto.
Quiero
efectuar algunas aclaraciones respecto de las dudas que han ido planteando los
diputados y diputadas de otros bloques.
En
primer término, deseo aclarar que el acta de acuerdo de las organizaciones y la
ley son cosas diferentes. Si bien hubo distintas versiones periodísticas al
respecto, quiero señalar que hay mala información que está circulando, ya que
una cosa es el acta y otra la ley. Todos estamos trabajando sobre el texto del
proyecto de ley. En consecuencia, solo hay que leerlo para darse cuenta de que
se trata de dos cosas distintas.
En
relación con el acta de acuerdo de las organizaciones, creemos que en ese
momento tuvo lugar la primera paritaria de la economía popular de la historia
argentina. Ello es así en virtud de que esa fue la primera instancia de
negociación colectiva de los trabajadores de la economía popular con el Estado
nacional, más allá del gobierno de turno.
Como
resultado de esa instancia de negociación se obtuvieron aumentos de las
partidas presupuestarias destinadas a los comedores y los merenderos. Esto lo
pensamos desde la lógica de los trabajadores. Anteriormente una señora diputada
planteó su preocupación por uno de los aumentos, señalando que se había pasado
de 3.400 pesos a 4.000 pesos. Es verdad que ese fue el último aumento, pero
además hubo otros dos durante el corriente año.
Al
10 de diciembre del año pasado los compañeros y las compañeras de las
cooperativas cobraban 2.600 pesos. En marzo y en julio hubo aumentos a 3.000
pesos y a 3.400 pesos, respectivamente. Ahora se registró otro por el cual se
llegó a 4.000 pesos. De esta forma, los compañeros y las compañeras de las
cooperativas lograron un incremento anual del 40 por ciento. Eso también se
conquistó en la calle, mediante movilizaciones y ollas populares e insistencia
en las puertas del Ministerio de Desarrollo Social.
También
logramos un aguinaldo de 2.030 pesos para los compañeros y las compañeras de la
economía popular, por única vez y en el mes de diciembre.
A
esto debe agregarse el aumento obtenido en cuanto a las partidas destinadas a
los comedores y los merenderos. Cuando los compañeros de los sindicatos van a
negociar con el gobierno discuten acerca de los recursos para sus
organizaciones y obras sociales. Los hijos de los trabajadores y las
trabajadoras de la economía popular comen en los comedores y desayunan y
meriendan en los merenderos. Nosotros peleamos por eso, que forma parte de esta
primera paritaria de la economía social.
Como
broche de oro de esta paritaria de la economía popular vamos a lograr la
sanción de la ley, que constituye otro punto más y, como bien lo señalaron
algunos diputados y diputadas, implica la institucionalización de los
trabajadores de esa economía. El Consejo de la Economía Popular y el salario
social complementario no están inspirados en la Mesa del Diálogo Social creada
por Duhalde, sino en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, al que desde
hace cinco años estamos solicitando ingresar, para lo cual nos concentrábamos
en las puertas del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social cada vez
que ese organismo se reunía.
Por
lo tanto, si bien todavía no pudimos ingresar al Consejo del Salario Mínimo,
Vital y Móvil, hemos podido construir una instancia similar en la que se
plantea la negociación paritaria de acá en adelante.
En
otro orden de cosas, se habló del esfuerzo fiscal del gobierno nacional. Al
respecto quiero señalar que el esfuerzo fiscal es el que están haciendo
nuestros compañeros este año. Por eso estamos discutiendo aquí el tema de la
emergencia social, ya que hubo una formidable transferencia de recursos desde
las mayorías populares hacia un puñado de empresas. Esto lo señaló el señor
diputado Depetri cuando citó el ejemplo de las compañías eléctricas. Se
transfirieron 19.000 millones de pesos simplemente pulsando un botoncito verde
en este recinto y otro en el Senado.
Ahora
peleamos por 30.000 millones de pesos para los trabajadores y las trabajadoras
de la economía popular. Si hacemos el cálculo considerando lo que cobra un
cooperativista, esa cifra implicaría la creación de 200.000 puestos de trabajo
por año. Esta es, en términos numéricos, la emergencia social, y me parece
importante explicarlo de esta manera para que tampoco pensemos que es poco: son
en tres años 600.000 puestos de empleo.
Independientemente
de ello, creo que la pelea por este proyecto de ley que prorroga la emergencia
social es como aquella que libró David contra Goliat, porque el sector más
empobrecido de la clase trabajadora argentina logra, en la calle a través de la
movilización popular y en este Parlamento por intermedio de la unidad opositora
que la semana pasada logró la incorporación del tema en sesiones
extraordinarias, imponer este debate en la agenda de un gobierno que expresa
los intereses del capital más concentrado en la República Argentina.
Los
más humildes, los más pobres, los más sencillos, aquellos que nunca salen en la
tele ni figuran en los libros de historia pero que cuando salen a la calle
colectivamente logran hacerlo y aparecen para quedarse, son los que pudieron
imponer la discusión del tema en este recinto.
Hagámonos
cargo del problema y que el árbol no tape el bosque. Tengamos en cuenta la
dimensión de esta pelea política y sancionemos hoy este proyecto de ley. El
pueblo en la calle es el que marcó la agenda y nosotros somos quienes debemos
hacernos cargo de expresar sus reclamos. Solo el pueblo salvará al pueblo. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por San Luis.
Sra.
Arenas.- Señor presidente: estamos considerando
un proyecto de ley que prorroga la emergencia social hasta el 31 de diciembre
de 2019.
Las
idas y venidas con las que se trató de bajar los decibeles tienen su
trascendencia, porque significa que la situación económica y social ha
empeorado. En el mes de agosto se publicó la cifra real del índice de pobreza y
se reconoció que era mayor al 32,2 por ciento: 8.700.000 argentinos están por
debajo de la línea de pobreza, y de ellos el 6,3 por ciento se encuentra en la
indigencia. Este porcentaje equivale más o menos a 1.700.000 personas.
Asimismo,
se dio a conocer el valor de la canasta básica de alimentos: más de 7.000
pesos, mientras que la canasta básica total –que contempla no solo alimentos
sino también indumentaria y servicios básicos‑ supera los 14.000 pesos.
Por supuesto, esto es producto de la inflación que prácticamente ha deglutido
el salario mínimo vital y móvil.
Con
este proyecto de ley –que, como bien se ha dicho, es de emergencia‑ se
trata de encontrar un paliativo para quienes se encuentran en situación de
vulnerabilidad social. En gran parte, como ha sido descripto por algunos
colegas diputados, su tratamiento es logro de los representantes de los
movimientos sociales que efectuaron el reclamo y tuvieron la madurez suficiente
para abrirse al diálogo, pensando principalmente en la necesidad de resolver
los problemas de quienes tal vez se encuentran al límite de pasar hambre.
Las
noticias sobre distintos índices que tienen que ver con el mercado laboral y la
actividad económica en la Argentina nos alarman porque muestran que la
situación está empeorando. Por ejemplo, el índice de la construcción cayó más
de 19 por ciento; se registran cierres en la industria y el comercio, y la
semana pasada se anunciaron despidos en el sector petrolero. Evidentemente,
este escenario indica que se produjo una retracción económica y que los logros
alcanzados, el Estado de bienestar en materia laboral, están a punto de
esfumarse.
Una
vez más, el acecho a la pobreza está presente y con más fuerza. No podemos
hablar de pobreza si no tenemos en cuenta la distribución de los ingresos: la
riqueza sigue concentrándose en menos del 10 por ciento de la población,
mientras el resto de la gente gana mucho menos y hay sectores importantes que
se encuentran en una situación social que linda con la indigencia.
No
puedo dejar de mencionar que el gobierno puso entre sus prioridades el pago de
la deuda externa. Indudablemente, los fondos destinados a tal fin son fondos
que luego faltan para atender a aquellos sectores.
Más
allá de que se aboque al tratamiento de esta emergencia social, el Estado
argentino no puede dejar de lado el principal objetivo: lograr un desarrollo
sostenible, que –a mi entender‑ solo será alcanzado si se genera empleo
de calidad con salarios dignos, se respetan los derechos y se protege el gasto
social.
Vemos
que, de pronto, en los medios de difusión intentan convencernos de que el
problema del trabajo en la Argentina es el costo laboral. Cuando escuchamos
comentarios de esa naturaleza sentimos temor, porque pensamos que se quiere
introducir la idea de la flexibilización laboral. Debemos estar atentos.
Indudablemente,
el Estado tiene que incentivar al sector privado para que genere nuevas fuentes
laborales, pero debe hacerlo procurando que se respeten los derechos de los
trabajadores porque de esa manera será posible disminuir la pobreza y la
desigualdad.
- Ocupa la Presidencia la señora
vicepresidenta 2ª de la Honorable Cámara, profesora Patricia Viviana Giménez.
Sra.
Arenas.- El bloque Compromiso Federal apoyará la
sanción de este proyecto de ley que introduce como novedad la creación del
Consejo de la Economía Popular y el Salario Social Complementario. Según
nuestro criterio, es bueno que dependa del Ministerio de Desarrollo Social
porque la lucha contra la pobreza es multidimensional. Además, creemos que debe
contemplar no solo un mejoramiento monetario sino también el acceso a la salud,
a la educación y a una vivienda digna.
Por
otro lado, la iniciativa contempla la creación del Registro Nacional de la
Economía Popular, cuya finalidad ya ha sido descripta.
No
puedo dejar de mencionar que, como ocurre con cualquier otro proyecto, será
necesario establecer una agenda. Mi gran preocupación son los jóvenes que se
encuentran en situación de vulnerabilidad social. Por eso creo que debe haber
una agenda donde la educación tenga un nexo con el trabajo bien remunerado y
este, al mismo tiempo, sea el eje de la inclusión social. Esto contribuirá a la
autonomía de los jóvenes y les permitirá ingresar en un ámbito clave signado
por la participación en el desarrollo productivo del país, el acceso a
condiciones de bienestar y el progreso personal.
Los
jóvenes que hoy están en esas condiciones de pobreza y de indigencia están
sujetos a un entorno violento donde muchas veces son víctimas. En otras
ocasiones, como ya lo han mencionado, se encuentran en una situación de
estigmatización, que sabemos que es un camino de difícil retorno.
Entonces,
en la agenda tiene que estar necesariamente considerada la situación de los
jóvenes. Debemos estimular su participación política; esa es la mejor manera de
impulsar los cambios, tal como lo demuestran los señores diputados de esta
Cámara. Debemos saber interpretar las movilizaciones de los jóvenes y
acompañarlos en sus reclamos.
La
otra realidad que también debe estar en la agenda se vincula con la igualdad de
género, sobre todo en lo laboral. Esta iniciativa no solo tiene que ser una
oportunidad para el acceso a los beneficios ‑que por supuesto debe darse
de manera igualitaria a lo largo y a lo ancho del país‑ sino también un
eslabón en la solución de la situación, y lo que nosotros tenemos que impulsar
son los trabajos genuinos. No obstante, como se trata de una circunstancia de
emergencia, vamos a acompañar este proyecto.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por Mendoza.
Sra.
Sosa.- Señora presidenta: en primer lugar quiero
aclarar que a partir de hoy, con la jura y asunción del diputado Juan Carlos
Giordano, nuestro bloque tiene cuatro integrantes, con lo cual nos corresponden
quince minutos. Entonces, quisiera pedir si se puede modificar el temporizador,
porque incluso compartiré con el diputado esta exposición.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Cada uno tiene un bloque, señora diputada. Tiene que ser un
único bloque.
Sra.
Sosa.- No se estaría respetando al bloque del
Frente de Izquierda, que lo integramos cuatro diputados. Nos corresponden
entonces quince minutos.
Sra.
Presidenta (Giménez).- El diputado acaba de presentar una nota indicando que integra un
bloque unipersonal.
Sra.
Sosa.- Vamos a compartir el tiempo.
Mi
compañero de bloque ya ha dejado en claro los términos por los que rechazamos
esta emergencia social. Consideramos que no constituiría una mejora para los
cientos de miles de trabajadores que ya se encuentran en emergencia social en
nuestro país, que están sin trabajo o con trabajo precario, hacinados o
directamente ocupando tierras para poder habitar viviendas totalmente
precarias.
Creemos
que cualquier fuerza política que pretenda ejercer una oposición popular a este
gobierno del ajuste debe llamar a la reflexión sobre las consecuencias que va a
traer esta ley de emergencia social.
Este
proyecto no está concebido para asistir al sector más vulnerable del pueblo
trabajador, sino que justamente está considerado para amordazar, encorsetar y
aplacar a nuestro pueblo, que empieza a deliberar, a organizarse y a pelear
desde las barriadas más humildes de nuestro país.
Por
lo tanto, esta norma intenta formalizar una colaboración que viene
desarrollando una oposición trucha a este gobierno, que viene a consolidar una
tregua que le han otorgado las direcciones sindicales ‑en este caso
puntual, organizaciones sociales que formaron parte de esta tregua firmada en
un documento.
Me
parece que esto tiene por objeto allanar el camino a estas políticas de ajuste
y endeudamiento que está llevando adelante el gobierno de Macri y también los
gobernadores, justamente en momentos en que el presidente de esta Cámara de
Diputados declaró a los cuatro vientos que no les da el cuero solos y que
necesitan incorporar a un sector del peronismo a la coalición del gobierno.
Este
proyecto tiene los términos impuestos por la iglesia católica, por el Vaticano
y por el gobierno de Macri. La iglesia está siendo bastante cuestionada y se
encuentra en el ojo de la tormenta en la provincia de la que vengo, Mendoza,
justamente por el encubrimiento a los curas pedófilos del Instituto Próvolo.
Este
acuerdo no admite dudas: las organizaciones sociales –lo dice concretamente‑
se abstendrán de cualquier situación conflictiva, cualquiera sea su naturaleza,
por el término de tres años. Es decir, por lo que queda de la gestión de Macri.
Los sectores que empezaron el año diciendo que resistían con aguante le están
haciendo un favor enorme al gobierno nacional.
Este
acuerdo no llega en cualquier momento: llega en las vísperas del decimoquinto
aniversario del “argentinazo”, esa gesta popular que mediante la movilización
popular derrocó no a un gobierno sino a media docena de gobiernos. Ese recuerdo
está latente y vivo.
Ese
proceso político que se inició en 2001 tuvo como rasgo distintivo la enorme
movilización de las organizaciones piqueteras. Quienes eran despedidos o ya
estaban desocupados no se paraban frente a las fábricas para hacer competencia
a los que estaban trabajando dentro de ellas para reducir la mano de obra, sino
que hacían piquete en la puerta para que no echaran a trabajadores e
incorporaran a los que estaban despedidos. Ese método del movimiento piquetero
que marcó una solidaridad enorme en nuestro país fue inigualable a nivel
internacional. Es decir que los piqueteros de verdad nada tienen que ver con
los que van a vivir del Estado pasando a ser los “Macri-piqueteros” de ahora,
con el antecedente de los “piquetruchos” del kirchnerismo. Quiero dejar en
claro esto porque es uno de los movimientos sociales de los cuales provengo y
donde tuvo origen mi militancia en 2002.
Esta
alianza entre el Vaticano y las organizaciones sociales ha ido muy lejos en la
integración del Estado. En Mendoza, Libres del Sur es parte de este gobierno
endeudador y ajustador de Cornejo ‑un adelantado de Macri‑, que
junto con el movimiento Evita y la CCC acaban de cerrar un acuerdo de paz
social con Macri por una obra social de monotributistas. Están siguiendo el
mismo ejemplo que llevó adelante la integración estatal de la burocracia
sindical.
Hay
otra cosa que también quiero dejar en claro. Si alguien aquí se alarmaba por la
xenofobia de Lanata o de Pichetto, después llegó el gobernador de San Luis con
una ley por la que impone una tasa del 10 por ciento a las empresas que no
contraten mano de obra originaria de la provincia.
Este
concepto de la puntanidad es realmente de adelantados, porque quiere decir que
para fijar un piso al salario ya no basta con la explotación de los compañeros
latinoamericanos, de los migrantes de nuestro país. Directamente están
profundizando la pelea entre los pobres, siguiendo los ejemplos del salario
devaluadísimo del Brasil o de China.
Voy
a terminar acá mi exposición porque comparto el tiempo con mi compañero de
bloque diputado Giordano. Quisiera que luego se aclare esta situación porque
este es un bloque unificado y nos correspondían quince minutos que no han sido
respetados.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Giordano.- Señora presidenta: el presidente
Macri, después del retiro espiritual en Chapadmalal, dijo: “Nos hemos
convertido en el gobierno de mayor presupuesto social de la historia de la
Argentina.” Evidentemente decidieron lanzar la campaña electoral, porque esto
es una hipocresía total. Es un gobierno que sigue hablando de pobreza cero
cuando hay revelaciones directas de 13 millones de pobres ‑un millón y
medio más que en el gobierno anterior‑, dos millones y medio de
indigentes y un 40 por ciento de trabajo en negro. Es el gobierno de los
convenios Mc. Donald’s, con un desprecio total hacia el conjunto de los
trabajadores de los sectores populares. Otorgar un bono de 1.000 pesos a
quienes cobran la jubilación mínima es una vergüenza total. No se trata de un
gobierno que está aplicando un ajuste al servicio de aquellos a los que dice
beneficiar sino que lo hace al servicio de los fondos buitre y las megamineras.
Además, subsidió a las petroleras, sacó las retenciones a las patronales del
campo, ganan los bancos, etcétera.
Esto
no es casual. Se trata de gobiernos que mienten. El anterior decía que era el
gobierno más popular de los últimos 200 años. La Alianza, que manifestaba que
iba a combatir la corrupción, terminó en el heroico “argentinazo”. Más atrás,
el gobierno de Menem con el “salariazo” y la revolución productiva o la UCR de
los 80, diciendo que con la democracia se come, se cura y se educa. Son
gobiernos al servicio de aplicar los ajustes, con distintas variantes, para
pagar la deuda externa y beneficiar a los de arriba.
Este
proyecto de ley de emergencia social es un paliativo. No lo decimos solo
nosotros. Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, dijo recientemente en los
medios que esto alcanza para el pan, un pollo y la sidra de fin de año.
Tendremos
un diciembre tranquilo. La ministra de Desarrollo Social, elogiada por el papa
Francisco, también dijo que es un diciembre de fiesta, y reconoció que los
ingresos que aportará este proyecto son mínimos. Por eso sorprenden las
declaraciones del integrante del triunvirato de la CGT, el diputado Héctor
Daer, quien manifestó y reconoció que darán 4.000 pesos a quienes integren una
cooperativa de trabajo, aunque para llegar al salario mínimo vital y móvil
tendrán que hacer changas por otros 4.000 pesos. Esto es una miseria absoluta;
ni siquiera alcanza el valor del salario mínimo vital y móvil, que es de
miseria e indigencia.
Por
eso concuerdo con lo que manifestó el compañero Néstor Pitrola, expresado
también en su dictamen de minoría. Acá hay un pacto de la CGT que está lejos de
ser un gesto para con los pobres, porque no hay que abandonar al movimiento
obrero para atender a los pobres. La CGT se debería haber puesto a la cabeza de
la lucha del movimiento obrero, en un año en que hubo un 45 por ciento de
inflación y obtuvo el 32 por ciento de incremento en las paritarias. Cada
trabajador debería recibir 15.000 pesos para alcanzar por lo menos el valor
perdido con la inflación de 2016.
La
reapertura de las paritarias es un robo escandaloso del salario y de la miseria
que dan a los movimientos sociales, cuando se necesitaba el famoso paro sin
fecha, que fuera un paro general contra el ajuste y los tarifazos del gobierno
nacional y de los gobiernos provinciales que apoyan esta política.
Por
eso, debemos comparar los 10.000 millones de pesos que darán a los movimientos
sociales con los 900.000 millones de pesos ‑es decir, 90 veces más‑
que este gobierno ha otorgado a los de arriba con las medidas que ha tomado,
desde el pago a los fondos buitre, las exenciones impositivas a los poderosos y
la previsión en el presupuesto 2017 de 10.000 millones, no de pesos sino de
dólares, para pagar los intereses de la deuda externa. Por eso, la salida de
fondo que queremos plantear ante la emergencia social es una salida de
izquierda.
Estamos
hablando de una emergencia social. Sin embargo, el gobierno, los gobernadores y
aquellos que apoyan esta norma proponen una miseria social para consolidar la
pobreza, cuando tendríamos que atacarla con medidas de fondo en el sentido
contrario: en vez de pagar a los fondos buitre deberíamos suspender los pagos
de la deuda para que ese dinero se destine a salario, trabajo, educación y pase
a planta permanente de todos los trabajadores, terminando así con la
precarización laboral. Se debería implementar un plan de obras públicas para
dar trabajo genuino, con trabajadores en blanco que paguen la previsión social
para cuidar los haberes de los jubilados.
Efectivamente,
esto demuestra que la deuda externa es clave: se paga la deuda o se come y se
da trabajo genuino. Es por ello que llamamos a tomar medidas de fondo, como lo
explicamos desde el Frente de Izquierda: un nuevo programa económico al
servicio de los trabajadores y los sectores populares para terminar con la
pobreza, y no al servicio de los de arriba.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por Tucumán.
Sra.
Villavicencio.- Señora presidenta: el proyecto de
emergencia social que hoy estamos tratando es una consecuencia lógica de los
índices de pobreza. El gobierno ha iniciado un camino de no ocultamiento de
datos estadísticos. Eso es bueno porque para medir los resultados de las
políticas sociales debemos partir de la verdad. Por ello, adelanto que
acompañaré esta iniciativa, ya que estamos ante un hecho sin precedentes. El
Consejo de la Economía Popular y el Salario Social Complementario funcionará
como una paritaria de la economía social.
Debemos
pensar en todos los argentinos, pero especialmente en los que más necesitan.
Esta iniciativa apunta a garantizar el acceso al trabajo, la alimentación y la
salud de los trabajadores y trabajadoras que se desempeñan en la economía
popular.
Durante
este año se tomaron muchas medidas que evitaron la crisis a la que nuestro país
estuvo expuesto. Esto es importante, pero también lo es legislar con la mirada
puesta en el pueblo y las situaciones más urgentes. Esta norma va en ese
sentido.
Por
ello votaré favorablemente, esperando que al momento de su reglamentación no
veamos burlada la voluntad que expresamos en este Congreso.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Tucumán.
Sr.
Casañas.- Señora presidenta: celebramos poder
estar debatiendo hoy este proyecto que entendemos que es sumamente importante y
necesario en esta Argentina con un 30 por ciento de pobreza.
Muchos
se quejan de que siguen existiendo estos programas o planes, pero la verdad es
que si esta gente, que siempre se quedó afuera y estuvo marginada, no tuviera
esta ayuda, no podría comer. La posibilidad de sentarse a una mesa con un plato
de comida depende de este tipo de programas.
Sin
embargo, debemos encontrar otra solución. Desde la época de Alfonsín, con las
cajas PAN, se viene trabajando por los pobres. Es increíble cómo los políticos
nos llenamos la boca hablando de los pobres y qué poco hacemos por ellos.
La
madre Teresa de Calcuta los llamaba “siguientes”; no le gustaba utilizar la
palabra “pobres”. Entiendo que los siguientes eran aquellos a los que había que
prestar atención y solución, o bien eran los que siguen esperando una respuesta
por parte de quienes cumplimos algún rol en la toma de decisiones.
Decimos
que ayudamos a los pobres, pero hemos visto que este tipo de ayuda no sirve. Lo
único que hacemos es crear un marco protector que determina que el que nació
pobre muere pobre. Los siguientes no quieren un plan o un bolsón sino poder
ganárselo, trabajar y estudiar.
Es
obvio que hay que declarar la emergencia social, y es todo un éxito después de
tanto tiempo. Algunos diputados dicen que es bueno que después de tantos meses
se trate este proyecto, pero la verdad es que deberíamos haberlo hecho hace por
lo menos diez años. Esto es un éxito, después de tantos años en que se negó la
pobreza.
Hoy
tenemos un 30 por ciento de pobreza. Eso duele, y duele más todavía cuando se
vive en el interior, donde vemos cómo los chicos se vuelan la cabeza con el
paco porque ya no tienen esperanza ni sueños y no creen en la clase política.
En
los últimos años del gobierno anterior se negó la existencia de la pobreza. Se
habló de un 5 por ciento de pobres, cuando hoy estamos hablando de un 33 por
ciento. Incluso algún referente de esa gestión dijo que estábamos mejor en la
Argentina que en Alemania. ¡Qué grotesco! ¡Qué burdo! Se escondió la basura
debajo de la alfombra, y hoy es tanta la mugre que es impostergable declarar la
emergencia social y ponernos a trabajar en ese sentido.
Los
partidos políticos populares hablan con facilidad y con mucha capacidad sobre
la distribución de la riqueza, pero lamentablemente no tienen idea de lo que es
la generación de la riqueza. Advierto que hay un mensaje en contra de los CEO.
Hay una crítica descarada contra el Gabinete, contra los CEO, contra los nuevos
que llegan a la política, como si se tratara de una guerra en la que están
enfrentados los CEO con los políticos. Me parece que es todo lo contrario. Creo
que lo nuevo potencia a la política; es simbiótico, nos sirve a todos. Es bueno
que en todos los partidos políticos empecemos a rodearnos de gente que está más
formada en algunos temas, sobre todo en los técnicos. Las cuestiones políticas
las conocemos ‑además, recorremos la calle y tenemos una sensibilidad
especial‑, pero es bueno que en los temas técnicos nos apoyemos en las
personas que tienen la capacitación necesaria.
Algunos
sostienen que el actual es un gobierno de ricos y para ricos, pero no dicen
nada de los políticos que se empezaron a enriquecer con la famosa circular
1.050 durante la dictadura militar. Hoy hay ex funcionarios que no pueden justificar
su patrimonio. Esa plata se la robaron a la Argentina, pero afectaron mucho más
a los pobres. Escuché con mucha atención a algunos diputados del gobierno
anterior y la verdad es que no entiendo qué les pasó: o tienen muy mala memoria
o son muy buenos jugadores de póquer. Se robaron todo.
Hoy
la única forma de generar trabajo es con inversiones: con inversiones de
argentinos –porque muchos argentinos tenían miedo por la forma en que se vivía
y se llevaron sus dólares al exterior‑ y con inversiones extranjeras.
Entonces, se deben crear las condiciones para que esa inversión exista y todos
los argentinos podamos vivir mejor y en armonía. En todo caso, peleémonos por
otros temas, pero debemos comprometernos todos a sacar a la Argentina de la
pobreza.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Salta.
Sr.
Olmedo.- Señora presidenta: luego de treinta años
de democracia venimos a hablar de emergencia. Yo hablaría de fracaso,
directamente. Hicieron una fábrica de pobres, los unos y los otros; para mí ya
no hay distinción. Si esta ley la está sacando el oficialismo y antes lo hacían
los otros, quiere decir que cada vez hay más pobres. Hay una pobreza
estructural. Lo que sucede en el interior ya no da ni lástima ni vergüenza,
sino mucha tristeza.
En
la Argentina, donde curiosamente se producen alimentos, se mueren chicos de
hambre por las malas políticas de todos los gobiernos que hubo, y también del
actual, porque no está resolviendo nada. Por el contrario, les está dando más
plata a algunos para que no trabajen, cuando lo que tienen que hacer es
trabajar y no descansar. A cambio de ese dinero que reciben por parte del
Estado deberían trabajar, ya sea construyendo hospitales o escuelas, haciendo
trabajos de forestación, etcétera. No puede haber un grupo de gente que cobra
sin hacer nada, y encima ahora les van a dar un aumento y seguramente les van a
armar un sindicato.
¡Paren
la mano! ¡Prueben laburando! ¿Qué país quieren ustedes? ¡Prueben trabajando!
¡Ningún país se levanta fomentando la vagancia! ¡Se levanta fomentando el
trabajo! ¡Acá hay que darles obligaciones! ¡Basta de derechos: derecho a pedir,
derecho a esto, derecho a lo otro! ¿Para cuándo las obligaciones? ¿Cuántas
generaciones han pasado que no han visto trabajar a sus padres? Los han visto
hacer colas en los bancos, pero no para el plazo fijo ni para cambiar dólares
–esto es para algunos políticos que robaron‑ sino para cobrar por no
hacer nada. Lamentablemente lo único que hacen con los hijos de esas personas
es esclavizarlos, porque no tienen derecho a la educación, ya que los hacen
pasar de grado sin estudiar, ni al trabajo, porque no les enseñan un oficio. No
les enseñan un oficio a propósito, para que terminen en la droga y demás
adicciones y nunca puedan ponerse de pie. De esta forma los tienen arrodillados
y pueden seguir manejando al pueblo. En algunos lugares de la provincia de
Salta cambiaban un voto por una dosis de paco; en otros lugares lo cambiaban
por plata.
Ya
hemos llegado a la vergüenza total de que a los países que están alrededor
nuestro les fue muy bien en la “década ganada”. Explíquenme quiénes ganaron en
la “década ganada”. Habrán sido los que agarraron los bolsos, porque los otros
están ahora en la puerta del Congreso.
Señora
presidenta: yo los pondría a trabajar a todos. Si ustedes quieren disolver un
piquete, vayan y tiren una pala en el medio; van a ver que se disuelve
enseguida. Esto es así de claro. ¿Por qué no trabajan? ¿Por qué los punteros
políticos tienen la distribución de los planes? ¿Qué es eso? Ningún puntero
debería tener la distribución de los planes. Otórguenles planes a quienes los
retribuyen con trabajo. Aquel que no lo pueda realizar, por razones físicas,
seguramente podrá hacer algo desde su casa para colaborar con algún hogar de
niños o de ancianos, o en tantos otros lugares que hay, para sacar a la
Argentina adelante.
Seguimos
distribuyendo la plata que no tenemos. Explíquenme de dónde va a sacar la plata
este gobierno. Los otros por lo menos hacían andar la maquinita. No sé qué va a
hacer el oficialismo ahora, es decir, de dónde va a sacar la plata para
aumentar los planes. Si quieren pasar la Navidad en paz, apunten a la familia y
al trabajo y no a darles más plata para que consuman droga y el 1° de enero
sigan estando en la misma situación.
Por
todo lo expuesto, no voy a acompañar desde ningún punto de vista este proyecto
de ley, porque no quieren recuperar al país. Este gobierno tuvo un año para
poder cambiar el rumbo al Titanic ‑decían que era todo lujo, todo oro‑.
Si no lo hace, vamos a volar por los aires. Le digo al presidente Macri que le
quedan alrededor de veinte días para cambiar el rumbo. Le pido que lo cambie,
porque de lo contrario vamos a chocar de frente.
Una
persona que está con la cara tapada y un palo en la mano no garantiza la
gobernabilidad del país. No puede tener más poder una persona a la que se le
está pagando por no hacer nada, y que encima tiene un palo en la mano, que
alguien que está poniendo el hombro a lo ancho y a lo largo del país, ya sea en
Salta, en Tierra del Fuego, en Buenos Aires o donde fuera.
Obviamente,
primero hay que darles la posibilidad de que tengan trabajo; pero si se les
está pagando un plan, por lo menos que lo devuelvan de alguna manera, es decir,
que trabajen, que se capaciten. Hay que capacitar a los jóvenes. Hay que volver
a las escuelas técnicas, a los oficios. Hay que volver a las obligaciones. Hay
que volver a transpirar la camiseta. Hay que ponerse la camiseta argentina y
transpirarla, pero no para subir una bandera porque le están pagando para estar
ahí. Yo no quiero eso para mi país. Mi país fue bendecido por Dios, porque
donde cae una semilla crece algo para comer.
Es
increíble lo que nos está pasando. ¡No le tengan miedo a las organizaciones
extorsionadoras! ¡Basta! ¡Solamente tengan miedo de hacer mal las cosas!
¡Gobiernen como corresponde! Este Congreso de la Nación le está dando todas las
herramientas al presidente de la Nación para que gobierne como corresponde.
¡Que no salga corriendo por la puerta de atrás! Más allá de las distintas
expresiones o ideologías políticas –de derecha, de izquierda, de centro o como
quieran llamarlas‑, todos coincidimos en que queremos un país mejor.
Todos queremos que la Argentina salga adelante.
No
podemos vivir de emergencias ni de urgencias. Debemos vivir de lo importante.
Algún día acá hay que tratar lo importante y dejar de pensar en quién tiene más
poder político o quién va a ganar con esta ley o la otra. La única que está
perdiendo con las leyes es la gente. A la gente le importa poco de las leyes;
lo que le interesa es comer, trabajar, educar a sus hijos, que no los violen ni
les vendan droga en las escuelas, y no perderlos, como está ocurriendo.
Como
hago siempre, voy a dejar unos minutos para otros señores diputados.
Señora
presidenta: usted, que trabaja y como yo es del interior del interior, sabe que
nuestro país es maravilloso, fabuloso, y tiene un capital humano que no existe
en otros lugares del mundo que conozco. Somos la envidia de todos. Pero tenemos
la viveza criolla y la viveza de los que nos robaron el país, y por eso están
votando la emergencia, que ellos mismos armaron, los que gobernaron. Por eso no
voy a dar mi voto, y digo a viva voz: ¡viva mi Argentina grande! ¡Viva mi
Argentina profunda! De esto se sale trabajando, no descansando. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Hemos terminado con el tiempo asignado a los bloques. Comenzamos
con las exposiciones individuales.
Tiene
la palabra la señora diputada por Córdoba.
Sra.
Carrizo (M.S.)- Señora presidenta: quiero
adelantar mi acompañamiento a este proyecto logrado con un gran esfuerzo de
acuerdos, y discusiones seguramente, en pos de buscar una solución a este
flagelo que nos preocupa a todos los argentinos.
Tengo
la imagen de que hace un año muchas de estas organizaciones sociales que hoy
acompañan y ven con beneplácito este proyecto le reclamaban al gobierno que
había asumido, que hoy lleva un año de gestión, que trabajara a efectos de no
hacer desaparecer los planes sociales y programas de acompañamiento a los más
vulnerables. Lejos de tomar esas decisiones, con acciones positivas hicimos
muchos avances que durante doce años de gobierno no se pudieron lograr, quizá
porque no hubo voluntad o decisión política, y muchas veces porque usaron a los
pobres como bandera para pregonar su política mientras ellos se enriquecían.
Algunos
ejemplos de esas decisiones son la ampliación de la asignación universal por
hijo a los monotributistas y la devolución del IVA sobre los productos de la
canasta básica familiar a los beneficiarios de la asignación universal por
hijo, pensionados y jubilados.
Hemos
tenido la oportunidad de escuchar a la señora ministra de Desarrollo Social,
ámbito donde se presupuesta para el año 2017 un aporte un 40 por ciento
superior en materia de desarrollo social.
Debo
recalcar estos números: el gobierno asumió con una desocupación del 4,7 por
ciento, según mostraba el relato, pero a los pocos meses se encontró
tristemente con un 32 por ciento de pobreza. Y con valentía, el presidente,
lejos de ocultar los números, le mostró a la Argentina la lamentable herencia
que teníamos.
A
33 años de recuperarse la democracia, resuenan en mis oídos aquellas palabras
de Alfonsín, que decía que con la democracia se come, se cura y se educa. Creo
que hoy esas palabras se revitalizan con este acuerdo y el proyecto en
consideración, dando un paso concreto y comenzando a cambiar el paradigma del
asistencialismo estatal a la institucionalización de un sector que muchas veces
permanece invisibilizado y que lo máximo que llegó a hacer es recorrer con sus
banderas la Avenida de Mayo y la 9 de Julio.
Hoy
logran la institucionalización a través de este Consejo cuya conformación
refleja la voluntad de un gobierno de sentarse a la misma mesa el Poder
Ejecutivo ‑a través de sus Ministerios‑ y las organizaciones, que
son las que realmente saben lo que se requiere para que las políticas públicas
no fracasen sino que sean la herramienta para la solución de la situación de
los que más necesitan.
Seguramente
todos los que estamos aquí presentes tenemos una gran deuda con esta
democracia, pero no debemos bajar los brazos. Es necesario que cada día
tengamos la convicción positiva de pasar de una democracia formal a una
democracia real, y estos son los pasos que debemos dar.
Evidentemente,
quedó plasmado en este Congreso que doce años de una mayoría arbitraria no
dieron resultado. Hoy, con el consenso puesto en la voluntad de trabajar para
los que más necesitan, cuidar sus derechos y promover este cambio de paradigma
del asistencialismo a un crecimiento progresivo y sostenido de estos
trabajadores de la economía popular, es realmente muy positivo para quien
entienda y conozca la necesidad de estos trabajadores que se encuentran
totalmente invisibilizados.
Por
eso llamo a todos los colegas a trabajar en este nuevo desafío, como lo marcó
nuestro querido Raúl Alfonsín. Hemos logrado la democracia, pero falta mucho
para que alcancemos la igualdad que tanto necesitamos los argentinos.
Los
convoco a trabajar para que desnaturalicemos de una vez por todas esta
desigualdad.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por Entre Ríos.
Sra.
Cremer de Busti.- Señora presidenta: en primer
término quiero destacar el espíritu preocupante de esta ley por tener que
declarar una emergencia social dada la crisis económica que está viviendo
nuestro país. En este momento tenemos hombres y mujeres que están realizando
trabajos no formales, trabajos que son precarios y por los que reciben una retribución
muy baja, que no les alcanza para vivir dignamente.
Por
eso considero que este Congreso de la Nación tiene que hacerse eco y palpar la
situación que se está viviendo, porque la crisis se ve, se siente y el gobierno
es el responsable fundamental de tratar de ir paliando estas situaciones y de
trabajar en la búsqueda de soluciones. Y no debe hacerlo solo sino en forma
solidaria, codo a codo, con organizaciones sociales, que por más reparo que
algunos tengan, son sectores que conviven los 365 días del año juntos y son los
que más comprenden estas situaciones de precariedad.
En
ese sentido, debo decir que la Argentina se encuentra en un momento difícil.
Por más que por allí el oficialismo considere que estamos mejor, en realidad ha
sido un año muy difícil. Los datos que dan los distintos estudios que se han
hecho muestran que la pobreza y la desocupación han aumentado en gran medida.
Tenemos
el caso del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica
Argentina, que ha revelado que la tasa de pobreza aumentó en un año del 29 al
34,5 por ciento. Esto quiere decir que tenemos aproximadamente 13 millones de
compatriotas que en la actualidad se encuentran viviendo bajo la línea de
pobreza.
Pero
no nos quedamos solamente con las referencias que nos da la UCA sino que
tenemos, por ejemplo, la opinión de Orlando Ferreres en La Nación, quien en octubre de este año sostuvo que en el segundo
trimestre la pobreza había alcanzado el 32 por ciento, y la indigencia, el 6,5
por ciento; y lo que es más aterrador, que el 47,4 por ciento de los niños
argentinos son pobres.
Este
escenario ya lo veníamos observando desde nuestra fuerza. Por eso el licenciado
Daniel Arroyo advertía sobre esto en el mes de marzo diciendo que la situación
social estaba empeorando y que se esperaba cerca de un 30 por ciento de
pobreza. Las cifras oficiales no escapan a lo que dice el INDEC: la pobreza
aumentó al 32,2 por ciento y la indigencia, al 6,3 por ciento.
El
INDEC entiende que para que una familia tipo no caiga por debajo de la línea de
pobreza necesita ganar 12.500 pesos por mes. Esto no es lo único preocupante,
ya que debemos controlar los números vinculados con el empleo, porque la
pobreza y el empleo van de la mano. En este aspecto, no quiero dejar de mencionar
que uno de cada tres trabajadores en este momento no está registrado, lo que
equivale a un 33,4 por ciento, de acuerdo al índice que publica el Ministerio
de Trabajo. Con estos datos, considero más que oportuno el tratamiento de este
proyecto, porque conozco el tema de la pobreza, de la falta de trabajo y la
forma en que vive esta gente que no consigue desarrollarse a nivel familiar.
Los niños, los discapacitados y los ancianos son los más vulnerables.
Mi
provincia de Entre Ríos, en 2001, fue una de las que más sufrió este problema
de la crisis porque más allá de la situación crítica que vivía el país teníamos
una cuasi moneda, donde un peso equivalía a 50 centavos. No era aceptada para
la compra de elementos básicos ni para el pago de servicios o impuestos
nacionales. En este contexto, el doctor Busti –mi marido y gobernador de la
provincia de Entre Ríos- se encontró con que en 2003 una de las ciudades más
importantes –Concordia- alcanzó a tener el 52 por ciento de pobreza. Esto fue
conocido por los medios. Dicha pobreza fue reducida a un 24,9 por ciento, pero
no fue consecuencia de un milagro. Lo que ocurrió fue que se aplicó un programa
de austeridad y no de ajuste. Hubo un equilibrio fiscal que posibilitó que cada
año se fuesen incorporando al mercado de trabajo más entrerrianos.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Vaya terminando, señora diputada, porque se ha excedido en su
tiempo.
Sra.
Cremer de Busti.- Ya concluyo, señora presidenta.
Es fundamental tener los índices como
corresponde, porque son los que posibilitan que los gobiernos puedan ir viendo
las políticas a implementar para paliar las crisis por falta de trabajo. El
objetivo es que la pobreza y la indigencia no sean en la Argentina los estigmas
que nos persigan año a año.
En
función de lo expuesto deseo expresar mi apoyo al proyecto y terminar con estas
palabras: es imperioso que los gobernantes y los poderes financieros levanten
la mirada y amplíen sus perspectivas, procurando que exista empleo digno,
educación y cuidado de la salud para todos los ciudadanos. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por Río Negro.
Sra.
Horne.- Señora presidenta: ya se ha descripto con
lujo de detalles lo que significa el reconocimiento a la institucionalización
de los trabajadores de la economía popular. Mis compañeros más jóvenes se han
expresado con toda claridad. Nuevos marcos teóricos van a hacer camino en el
derecho argentino, en el derecho laboral y en la economía.
No
me voy a referir específicamente a este proyecto de ley. Quiero dirigirme a los
protagonistas de este hito que ya es histórico en la lucha de los trabajadores
de la Argentina. Creo que en la medida en que estos trabajadores se organicen,
también marcarán un rumbo en el mundo.
Esos
trabajadores ahora están ganando la calle, como lo han hecho durante mucho
tiempo. Están protagonizando luchas que tienen muchos años de vigencia. En este
recinto estamos discutiendo este tema, con movilización y una olla popular en
la puerta de este Congreso de la Nación.
A
ellos me quiero dirigir: a las mujeres cartoneras, a las recuperadoras
ambientales, a las trabajadoras de la ARB, a los huerteros del interior, a los
del cordón de La Plata, a las cooperativas de trabajo que construyen viviendas,
a los artesanos, a los trabajadores de estacionamiento medido, a los
trabajadores que han recuperado sus empresas y las están haciendo producir ‑Zanon,
Los Manzanares, IMPA, Primero de Mayo y otras-, y a las cooperativas que
trabajan por el acceso a la vivienda en sus villas o con sus tomas de tierras
para obtener la regularización dominial.
No
me olvido de los trabajadores de la agricultura familiar ni de los que crían
cerdos y tienen que luchar contra la importación, que compite deslealmente.
Ellos, por esta vez, son el verdadero sujeto social del proyecto de ley que
vamos a sancionar. Son trabajadores, pero sin derechos.
Ya
todos han dicho y explicado que el trabajo formal se aleja del horizonte. Son
cada vez más los trabajadores que tienen que alcanzar su propio trabajo por
necesidad. Esto es lo que está generando este capitalismo perverso que solo
busca la ganancia.
Esta
situación configura un nuevo mapa socioeconómico. No se trata de una coyuntura:
es algo que no podemos desconocer, ya que obliga a los gobiernos a planificar
teniendo en cuenta que estos nuevos trabajadores son una parte sustancial de la
sociedad. Además, no alcanza con la resolución que ellos toman solos de
generarse trabajo. Deben exigirle al Estado que los atienda, que les dé parte
del trabajo, que les compre sus productos, que les pague parte del monotributo,
que los capacite, etcétera. El gobierno no puede eludir nunca más este
diagnóstico.
Muchos
colegas temen que este paso sea hacia la política antiderechos laborales que
pretende este gobierno. Quisiera manifestarles a estos compañeros cierta
intranquilidad aún mayor. Cuando se apuesta a la organización popular se corren
muchísimos riesgos y nunca existen garantías. Lo único que está garantizado es
que esas luchas cada día sean más claras y fuertes. Quizás puedan aventar las
tentaciones sectarias, evitando la fragmentación de los trabajadores para que
puedan unirse. Lo malo es no intentar esta lucha. Es como creer que la unidad
de los trabajadores solo se consigue por el acercamiento de los dirigentes de
sus organizaciones. Es solo un paso ineludible. No se puede arrancar sin que
exista organización, como pasó con la unidad de la CTEP y los trabajadores de
la economía popular con la CGT. Fue un paso importante porque todos los
trabajadores acuñaron un concepto que no se puede borrar fácilmente: todos
somos trabajadores.
Por
otro lado, quiero hacer mención a la emergencia en sí misma. Ya se ha dicho que
el gobierno ha generado una formidable transferencia de recursos a ciertos
sectores económicos, que derivó en recesión, empresas cerradas,
desaceleramiento de la construcción, el consumo por el piso, los precios por el
techo e inflación, que le ha quitado valor a nuestra moneda. Lo que no se ha
dicho es que esta crisis está magnificada en el sector de la economía popular,
lo cual significa una vez más la existencia de hambre en la Argentina.
Hay
comedores y merenderos por doquier, escuelas que se deben preocupar más de las
comidas diarias de los chicos que de lo pedagógico.
Quiero
recordar que el hambre no se tolera ni espera; a las discusiones teóricas se
las lleva puestas. No estamos dispuestos a tapar esta hambre con bolsas de
alimentos.
El
dirigente piquetero Emilio Pérsico nos recordó lo que nos enseñaba Néstor Kirchner:
"No peleen más por bolsas de comida. No peleen por alimentos quemando
gomas en las puertas de los supermercados. Peleen por el trabajo, y este
gobierno les abrirá las puertas.” No
puedo olvidarlo, porque en ese momento nació el Movimiento Evita, al cual me
enorgullezco de pertenecer. Hoy quisiera
dedicarle este pequeñísimo triunfo en esta gigante batalla al compañero Néstor
Kirchner, quien seguramente junto a Fidel nos mira y nos protege.
Por
todo lo expuesto y por tantas luchas, quiero reafirmar que aquí no hubo ningún
pacto sino solo el compromiso de traer al recinto el pedido de las
organizaciones refrendado por todos los bloques del Congreso.
Tenemos
que cuidarnos entre nosotros y no usar términos hirientes de los cuales es
imposible volver.
Sra.
Presidenta (Giménez).- No encontrándose presente el señor diputado Abraham, tiene la
palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Amadeo.- Señora presidenta: esta mañana, cuando
leí la noticia sobre lo que había sucedido con el programa PISA, recordé una
frase bíblica, pero en otro sentido.
Dice la Biblia: "La verdad os hará libres." En este caso pienso: la mentira os hará
esclavos. La mentira, el ocultamiento de la pobreza y de las fallas en la
educación os hará esclavos, os mantendrá como rehenes, os mantendrá como
excluidos. No podréis crecer en la medida en que se siga mintiendo respecto de
la educación.
Estoy
convencido de que la negación de la realidad favorece a los ricos, a quienes
tienen más capacidades y más recursos para construir su vida sin recurrir al
Estado. Los que han escondido la pobreza han cometido un acto reaccionario al
negarla, al olvidarse de los bienes sociales básicos de calidad y al politizar
totalmente la dinámica de base. Esto
quita energías, reduce exigencias y favorece a los burócratas en perjuicio de
los pobres.
Hago
esta introducción para que recordemos de dónde venimos, qué hemos heredado y
hacia dónde vamos. Venimos de un tiempo
donde el ocultamiento ha creado más pobres y los ha excluido todavía más.
Muchos
compañeros dicen que la calle ha hecho oír su voz, y por eso estamos sentados
aquí discutiendo esta ley. Cambiemos escucha la voz antes de las
movilizaciones. Contra lo que decían los
augures del fracaso, redoblamos nuestro compromiso contra esa pobreza escondida
mediante la Asignación Universal por Hijo, el salario mínimo vital y móvil, la
cobertura universal de salud, la escolaridad obligatoria desde los 3 años con
más días de clase, la devolución del IVA a los jubilados y a los pobres, la
asignación universal para los zafreros y los bienes públicos de calidad con los
que estamos cambiando la educación. Además esperamos que pronto se reglamenten
las leyes de pymes y de primer empleo.
Esta
ley no es un fin sino un inicio y un desafío.
No es muy complicado juntar plata de algún lado para repartirla, porque
finalmente eso se logra con mayor o menor costo. Lo importante es cómo hacer para que esta
norma sea el inicio de un camino hacia la plena inclusión a partir de un piso
mínimo de ingresos. Esto es necesario, aunque no suficiente.
Los
trabajadores de la economía popular y los dirigentes políticos deben trabajar
conjuntamente con el Estado para encontrar nuevas formas de inclusión y agregar
calidad a la inclusión educativa. No
alcanza con la inclusión sin calidad. Debemos trabajar para que se respete el
derecho de los chicos a una buena educación y para frenar el acceso de los
jóvenes a las drogas.
Por
eso confiamos en estos dirigentes que están en la calle acompañando esta
iniciativa y los invitamos a trabajar juntos. La lucha no es todo, pero exige
trabajo de calidad y de cercanía, así como principios para resolver los
problemas estructurales de la pobreza.
Señora
presidenta: es necesario no tener un doble discurso. No hay que llenarse la
boca hablando de la pobreza sin pensar en la equidad. No es posible plantear proyectos de ley que
beneficien a los más ricos ‑como el que vamos a discutir posteriormente‑
mientras decimos que estamos comprometidos con la pobreza.
No
se pueden presentar propuestas económicas que generen inflación y desordenen la
economía, porque en la Argentina una crisis más llevaría hacia atrás todo lo
que estamos construyendo.
Por
lo expuesto, nuestro bloque va a acompañar este proyecto, pero insisto en que
esta no es la llegada sino el inicio. La llegada será un país sin excluidos,
con argentinos incluidos en el trabajo y con buena educación, y donde la opción
preferencial por los pobres sea una responsabilidad cotidiana de toda la clase
política y no solamente de una parte. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra.
Tundis.- Señora presidenta: celebro que tomen en
cuenta que hay que prorrogar esta emergencia social.
Quiero
referirme a una entrevista hecha al ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social hace unos cuantos días a través de un medio radial en la cual cuestionó
la ley de emergencia social y a los legisladores que querían aprobarla. Entiendo que se refería a la ley de
emergencia que venía del Senado, pero me llamó mucho la atención que
cuestionara su prórroga cuando ya se sabía que había una emergencia social.
También
planteó el ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que había mucho
diálogo entre los Ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social con la CGT y
organizaciones sociales. Lo celebro,
porque es importante que exista el diálogo. Es cierto que ahora podemos tener
diálogo, más allá de que muchas veces pensamos en forma diferente.
Se
habló asimismo de los recursos que se reasignaron a jubilados en diciembre del
año pasado, en mayo y ahora nuevamente en diciembre mediante los 1.000 pesos de
adicionales. Se hicieron referencias a reajustes, a aumentos en las
asignaciones universales por hijo y a su ampliación, y a la devolución del
IVA. Tener en cuenta a estos sectores
más vulnerables es una acción social necesaria dentro de un país.
En
principio, la devolución del IVA quizás benefició mucho más al trabajador que
al jubilado, porque ‑haciendo un estudio estadístico‑ el 2 o el 3 por
ciento de los jubilados está utilizando este mecanismo, ya que la gran mayoría
de este sector que cobra los haberes mínimos retira su dinero totalmente del
cajero. Entonces, ese beneficio de la
devolución del 15 por ciento del IVA no lo disfrutan porque no compran con la
tarjeta de débito. Pero son recursos que
se les da, y obviamente hay que tenerlos en cuenta.
El
ministro también habló sobre cómo generar trabajo digno. Es bueno que se hable y se reconozca que hay
que buscar trabajo digno y que los planes sociales son ayudas emergentes,
momentáneas y circunstanciales que no dan un derecho a un beneficio
previsional, cobertura médica o protección. Es bueno que el gobierno piense en
el trabajo digno, que es trabajo estable, con aportes previsionales, descuentos
en la obra social y derecho a las vacaciones y al medio aguinaldo. Eso es
hablar de trabajo digno.
Se
considera que son manifestaciones políticas el hecho de haber declarado la
emergencia o pedir la emergencia social, y ahora vemos con buenos ojos que
desde el Poder Ejecutivo se acepte la prórroga hasta diciembre de 2019 de esta
emergencia social que en un principio y desde algún sector del gobierno se
intentó negar.
Tenemos
una emergencia social que está establecida en el objeto del proyecto. Pido
permiso a la Presidencia para leerlo. Dice así: “…con miras a garantizarles
alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, cobertura médica,
transporte y esparcimiento, vacaciones y protección previsional…”, lógicamente
con las garantías otorgadas para todo ciudadano que trabaja en el territorio
argentino y por lo que dice la Constitución Nacional en su artículo 14 bis.
En
el tiempo que me resta para hacer uso de la palabra quiero referirme
específicamente a los jubilados. Mucho se ha hablado de los trabajadores, a los
jubilados se los toma muy al pasar. A pesar de la reparación histórica, se
trata de un sector muy vulnerable, al que le falta todo esto que establece el
proyecto, es decir, alimentación adecuada, vestuario, vivienda, muchos están
alquilando y el dinero no les alcanza. No todos tienen un subsidio del PAMI,
algunos no están afiliados o fueron transferidos y tienen su propia obra
social. La mayoría de ellos no puede ir de vacaciones, muy pocos tienen sueldos
altos y van a recibir una reparación.
Tampoco
se han tenido en cuenta las rentas vitalicias, de entre 100 y 300 pesos. Esa no
es una previsión social justa. Se despidió a 30 mil personas de sus empleos por
la jubilación anticipada, que estamos pidiendo y que no fue tratada.
En
este proyecto de emergencia social se destinan 25 mil millones de pesos para
reasignar partidas, por lo cual pido al gobierno que tenga en cuenta a estos
sectores tan vulnerables y que determine un haber mínimo acorde a una canasta
básica, que aumente las rentas vitalicias y que dé oportunidad a estas personas
que tienen 40 años de aportes, le faltan dos o tres años para jubilarse y no
tienen cobertura de ninguna clase. Están sin cobertura económica, por lo tanto
no tienen derecho a una prestación de desempleo y no cuentan con cobertura de
salud porque no tienen ningún tipo de ingreso.
Adelanto
que acompañaremos con nuestro voto este proyecto de prórroga de la emergencia
social. Me alegro que el gobierno haya reconocido que existe una continuidad de
la emergencia social y que hay pobreza. (Aplausos
en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Entre Ríos.
Sr.
Solanas.- Señora presidenta: tengo un profundo
respeto por los movimientos sociales de mi patria, fundamentalmente por los
humildes. Escuché la palabra “pobreza” en forma permanente, de un lado y del
otro, pero yo quiero referirme a los humildes de la patria.
Evidentemente,
el gobierno del presidente Macri está eludiendo las responsabilidades que tiene
para con nuestro pueblo. Todas las medidas tomadas al principio de esta gestión
así lo indican. Iban a llover dólares, se eliminaría rápidamente la pobreza, al
principio en el primer semestre y luego en el segundo. Sin embargo, todo esto
no ocurrió, y por más que aquí lo quieran negar, existen responsabilidades.
En
este año de gestión hubo muchísimas promesas, la mayoría incumplidas. Casi 200
mil trabajadores han perdido el empleo, alrededor de 326 mil trabajan en forma
precaria porque muchos han sido suspendidos, situación que ha provocado una
enorme recesión.
Soy
de Paraná, Entre Ríos, y cuando voy a comercios, farmacias, carnicerías,
etcétera, veo que los empleados tienen miedo absoluto de perder su empleo. Ese
es un dato de la realidad. Evidentemente hay una recesión que ha tenido que ver
con el tarifazo, el 40 por ciento de devaluación, y la inflación acumulada, que
es mayor al 43 por ciento. Esto no es cargar las tintas sino mencionar datos de
la realidad. Hay mucha más pobreza en la Argentina, y muchísima gente está mal;
la mayoría no llega al 20 de cada mes. Muchos padres han perdido la posibilidad
de enviar a sus gurises a la universidad pública.
Este
proyecto no apunta a vencer las desigualdades. El gobierno de Macri ha
gobernado para los más poderosos de la Argentina, como se ha dicho durante toda
la tarde en este recinto. No me cabe la menor duda de que el proyecto en
tratamiento es consecuencia de la presión que el presidente Macri y su gobierno
tienen por el mes de diciembre, con él quieren evitar lo que subyace en las
provincias de nuestro país.
Siento
dolor porque nuevamente aparecen los comedores comunitarios. Debemos abogar
para que los gurises humildes de la Argentina coman en su casa, y con lo que ha
pasado este año, muchísimos de ellos están comiendo en las escuelas de lunes a
viernes y no el sábado y el domingo. Evidentemente, no hay proyecto de Macri
que apunte a vencer las desigualdades, son parches.
Además,
han debilitado y desfinanciado al Estado. Han endeudado al país en 50 mil
millones, y esto cae fuertemente sobre las espaldas de todos los argentinos,
pero más sobre las de los trabajadores, de los humildes de la patria.
Me
molesta cuando los diputados hablan de los pobres y se llenan la boca con esa
palabra. Son los humildes de la patria que necesitan inclusión, ahondar y
profundizar sus derechos. Esto lo habían conseguido, y lo logrado en este
recinto se va viendo lentamente en cada una de nuestras provincias. Hay un
reconocimiento expreso a lo que muchos llaman “la década perdida”. Muchos
humildes de la patria manifiestan que extrañan al gobierno que pasó. Por eso no
me cabe la menor duda de que no se toma a los humildes como sujetos de derecho.
Acá permanentemente se dice que sí, pero es mentira. Esto que aparentemente
amplía, para el presente y el futuro genera mayores incertidumbres.
Adelanto
que acompañaremos el proyecto por la movilización de los organismos sociales,
porque ellos han sido producto de su lucha y nosotros estamos interpretando esa
lucha, pero esta iniciativa no apunta a la responsabilidad de un gobierno que
tiene problemas.
Si
me permiten, voy a compartir datos sobre la actividad del calzado, que se
convirtió en un cementerio industrial y casi está desapareciendo debido a las
importaciones.
Sra.
Presidenta (Giménez).- La Presidencia le
solicita que redondee su exposición, señor diputado.
Sr.
Solanas.- Ya finalizo, presidenta.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Le pido que no lea porque
ya terminó su tiempo.
Sr.
Solanas.- Permítame unos instantes más. ¿No le
gusta lo que digo, señora presidenta? ¿Por eso quiere cortarme el uso de la
palabra?
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sr.
Solanas.- Le pido disculpas, señora presidenta;
ya termino.
La
ola de despidos y suspensiones de los trabajadores petroleros es una realidad.
Además, hay 445 empresas de la construcción que cerraron o presentaron quiebra
y en YPF habrá 1.700 despidos. No se quiere ver la realidad; la emergencia es
un parche.
Vamos
a acompañar el proyecto, pero evidentemente Macri sigue gobernando para los
ricos de la República Argentina. (Aplausos
en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la
señora diputada por Santiago del Estero.
Sra.
Pastoriza.- Señora presidenta: lo primero que
quiero señalar es que esta ley tiene la enorme virtud de visibilizar, con el
reconocimiento institucional y la creación de políticas concretas, a un nuevo
tipo de trabajador producto de la economía popular.
Los
excluidos del mercado formal han ido construyendo una identidad en la periferia
social, creando sus propios trabajos, aferrándose a los programas sociales y
empujando pequeñas empresas, que si bien son de gran relevancia social, no
garantizan condiciones dignas de trabajo.
Esta
economía viene creciendo con el esfuerzo denodado de más de 4 millones de
trabajadores informales que, con ansias de superación y mucho esfuerzo personal
y colectivo, desafían una economía que les niega el trabajo.
Este
universo heterogéneo, en su inmensa mayoría, no posee protección legal y no
tiene vacaciones ni aguinaldo. Son empleos de baja remuneración, están
precarizados y se desarrollan en distintas tareas, como por ejemplo, los
cartoneros, los motoqueros y los campesinos. Pero todos ellos tienen una
característica común: no se resignan a ser excluidos de la dignidad del
trabajo.
El
nodo central de este proyecto inclusivo es registrar, reglamentar y dotar de
derechos a este segmento de trabajadores.
Gran
parte de esta responsabilidad recaerá en el Consejo de la Economía Popular y el
Salario Social Complementario, que más allá de las tareas específicas que le
impone la norma, tendrá la misión de monitorear las políticas públicas que se
vayan ejecutando.
Este
consejo también debe pensar las políticas para este sector en un escenario de
transformación productiva y para asegurar su inclusión adecuada e impulsar sus
potencialidades con el fin de otorgarle los mismos derechos que al resto de los
trabajadores.
- Ocupa la Presidencia el señor
vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, ingeniero José Luis Gioja.
Sra.
Pastoriza.- Esta responsabilidad no solo debe ser
del consejo. Entre todos debemos buscar políticas de Estado que nos saquen de
la emergencia que venimos transitando desde los años 90. Estas medidas urgentes
son vitales para dar condiciones de vida digna a los más necesitados.
Nuestro
desafío como sociedad, es lograr terminar con la idea de los planes sociales y
el salario precarizado, para entrar en el mundo del trabajo formal. Es tiempo
de buscar alternativas que nos puedan llevar a un camino que retorne a la
dignidad del trabajo.
La
obligación de todos los poderes del Estado es trabajar mancomunadamente para
reactivar una economía pensada al servicio del empleo genuino. Esto solo será
posible con el compromiso del conjunto de la clase política y la comprensión de
que cada uno de los actores debe ceder parte de sus exigencias, en pos del bien
común. Esta norma es un claro ejemplo de cómo anudar acuerdos que redunden en
beneficios colectivos.
Fíjese, señor presidente, lo interesante del
desarrollo de este proyecto. La
propuesta tiene su origen en una idea que parte de las organizaciones sociales
de las más disímiles ideologías y metodologías. Es tomada por un grupo de
senadores y aprobada en el plenario, pero luego fue puesta en agenda por la
movilización de la calle. El Ejecutivo nacional, en lugar de hacer oídos sordos
al reclamo, tomó el proyecto y se avino a la tarea de llegar a un consenso con
el resto de los bloques y las organizaciones sociales que le dieron origen.
Este
es el camino de los consensos que tenemos que seguir para salir de la situación
de emergencia. Hoy nos encontramos frente a una oportunidad que requiere de
nuestra madurez y visión estratégica. Es tiempo de generar políticas públicas
que trasciendan la emergencia y se atrevan a construir un país distinto. Por
ello, adelanto mi voto positivo, con la convicción de que es preciso promover
políticas que permitan el crecimiento económico, la generación de puestos de
trabajo y una distribución justa del ingreso.
Sr.
Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor
diputado por Corrientes.
Sr.
Ruiz Aragón.- Señor presidente: en primer lugar
adelanto mi posición favorable al proyecto, pero también quiero manifestar
algunas opiniones.
En
principio, esta situación de emergencia social la ha generado el actual Poder
Ejecutivo, es decir, el gobierno de Mauricio Macri, no sé si porque no pudo
resolver la cuestión, no supo, por impericia o porque no quiso. ¡Vaya uno a
saber por qué! Lo que sí sé es que hay un grupo de empresarios amigos del
presidente que está siendo muy favorecido, como así también las grandes
corporaciones de la Argentina.
Recuerdo
que el presidente Mauricio Macri dijo en campaña: “podemos estar mejor”,
“hagámoslo juntos”. No sé qué pasó con ese eslogan. La verdad es que no
entiendo. Con sinceridad, lo reflexiono y me parece que, intencionalmente, las
medidas que fue adoptando llevan a esta situación. Sin embargo, tengo algunos
ítems para aportar para analizar por qué estamos en esta situación.
Claramente
se declara una emergencia social en
diciembre de 2016 porque en diciembre de 2015 no existía. Las
condiciones actuales son fruto de las decisiones –los errores- tomadas por el
denominado mejor equipo de los últimos 50 años. Sucede que el mejor equipo de
los últimos 50 años va aprendiendo sobre la marcha, y cuando no saben algo, te
dicen: “te la debo”. Además, cuando no logran sus cometidos por la labor
legislativa, lo hacen por decreto, vulnerando todas las reglas establecidas
democráticamente.
Esta
emergencia no hubiese ocurrido si no hubiesen generado desempleo en el sector
privado, despedido un montón de gente en el sector público y desactivado
programas del gobierno que tenían por objeto incluir a las personas. Todas esas
fueron decisiones deliberadas de este gobierno.
Sin
embargo, acá estamos debatiendo lo mismo que a principios del siglo XXI, es
decir, paliativos para los más vulnerables, y tratando un proyecto que pone
parches en lugar de torcer el rumbo de la política que sin duda nos arrastra a
una debacle similar a la del neoliberalismo de los 90.
¿Por
qué no discutimos proyectos inclusivos? Porque no importa mejorar la situación
de los pobres; solo interesa darles un paliativo para que no molesten en las
calles. ¿Y la pobreza cero? No interesa incluir realmente. El pueblo visibiliza
sus necesidades y el establishment se
enfurece, se enoja, se molesta.
La
meritocracia que impulsa el presidente Mauricio Macri resta oportunidad a los
más humildes, quienes sin un Estado presente no tienen las mismas herramientas
que el resto. No sé cuál será el resultado final de esta brutal política del
gobierno de Cambiemos, pero la intuyo y la puedo avizorar por lo que ya estamos
viendo. No entiendo tampoco por qué están tan obstinados por seguir llevando
adelante esa política, si a pocos meses de haber asumido estamos viendo las
repercusiones.
En
pocas palabras, tenemos inflación, tarifazos, alta presión impositiva,
paritarias en baja, devaluación, liberación de importaciones, condonación de
deudas a grandes empresas, quita o baja de retenciones, recesión, caída del
consumo, aumento del desempleo, caos y emergencia social.
Hace
algunos días unas organizaciones firmaron la paz social. Nosotros, como
peronistas, buscamos la justicia social, que es muy diferente. Ahora hay que
apagar un incendio creando un millón de puestos de trabajo, lo que no sé si
será posible, pero queremos hacer esto realidad.
Cierro
mi intervención con una frase que pronunció Néstor Kirchner el 25 de mayo de
2003: “Reinstalar la movilidad social
ascendente que caracterizó a la República Argentina requiere comprender que los
problemas de la pobreza no se solucionan desde las políticas sociales sino
desde las políticas económicas”. (Aplausos en las bancas.)
Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra la señora diputada por Formosa.
Sra. Duré.- Señor presidente: si bien hablamos de
opresores y de oprimidos, no nos basta. Añadimos a los incluidos y los
excluidos, pero tampoco nos basta. Hoy tuvimos que agregar otro matiz gráfico y
duro: los que caben y los que sobran. Estas son palabras de nuestro Santo
Padre, el papa Francisco.
Hoy vamos a hablar de los que sobran
para el sistema neoliberal, de todos aquellos que resistieron y crearon una
economía para hacer frente a un sistema económico que los expulsaba. En esta
sesión estamos hablando nada más y nada menos que del movimiento de las
economías populares, que es una constante en acciones heroicas de solidaridad,
de resistencia y de amor fraternal. En 2001, en una emblemática jornada, este
movimiento expresó: “No fue la virtud sino la necesidad la que nos llevó a
juntar cartones, recuperar fábricas, defender nuestra tierra, producir
alimentos, abrir mercados populares, producir artesanías, pelear por programas
sociales, crear miles de cooperativas.”
Este proyecto tiene dos ejes
fundamentales, uno de los cuales es el reconocimiento y la identificación de la
crisis por la que está pasando el sector más vulnerable de nuestra sociedad. Es
importante ese reconocimiento porque a partir de él podemos pensar cuáles son
las soluciones. El otro eje importante es la institucionalización de las
economías populares y solidarias como componente necesario y como actor de
desarrollo de nuestro país. Allá por 2001 esto tomó cuerpo, fue un efecto
colateral de la Argentina neoliberal de los 90.
Tristemente, tengo que reconocer que
los que administraron el Estado en la década de los 90 llegaron con los sones
de la sublime marcha peronista. Cuidado, porque así como en ese entonces nos
dijeron que no nos iban a defraudar, ahora nos dijeron que íbamos a tener una
Argentina de pobreza cero, sin corrupción y una república. Hasta ahora, los
gobernantes que aplicaron políticas concretas para ir hacia un sistema
republicano fueron los santafecinos. En su primera gestión como gobernador,
Hermes Binner se proscribió para designar jueces. Esas son políticas concretas
para avanzar hacia un Estado republicano.
- Ocupa la Presidencia la señora
vicepresidenta 2° de la Honorable Cámara, profesora Patricia Viviana Giménez.
Sra.
Duré.- Debemos
tener cuidado porque puede ser el marco institucional para el desarrollo de
nuevos paradigmas y de nuevas economías o la institucionalización de un marco
regulatorio para la precarización laboral.
Es muy importante este proyecto de ley
que prorroga la emergencia social, pero falta más, tenemos que seguir
avanzando. (Aplausos en las bancas.)
Sra. Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por Santiago del Estero.
Sra. Morales.- Señor presidente: mi intervención
se basará en mi experiencia. Muchos saben que soy ex beneficiaria de un
programa social. He sido integrante de la cooperativa Presidentes Argentinos,
Plan Argentina Trabaja, de la ciudad de La Banda.
Sin dudas, gracias a dicho plan y al
sacrificio de mis padres canillitas, que trabajan día a día bajo el sol, la
lluvia y el frío para ayudarme a lograr mi cometido, he podido terminar mis
estudios y recibirme de abogada. Esta es una realidad que vivimos millones de
argentinos. He tenido la posibilidad de estudiar, recibirme y hoy de
representar, en cierta medida, esta realidad y venir a apoyar este punto de
partida para un mejor proveer a todas las personas que han sido invisibilizadas
durante años, que no tienen quién los represente y cuyas necesidades se
desconocen.
Se estigmatiza a los beneficiarios de
los programas sociales diciendo que no trabajan, pero eso es mentira. Yo sí
trabajaba como beneficiaria de un plan. Muchos compañeros míos trabajaban
cuatro horas por día, a veces más que los empleados públicos. Por eso, veo con
beneplácito este punto de partida para llegar a los principios consagrados en
el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que dice: “…igual remuneración
por igual tarea…”.
Debemos pelear
para que esta transformación se refleje en salario social, y que aquellas
personas que hoy tienen la posibilidad de integrar esta actividad económica de
nuestro país además puedan progresar y crecer. Pero esto no depende solo de
nosotros como Poder Legislativo, ya que simplemente sancionamos leyes de
carácter general. El Poder Ejecutivo tiene que designar los funcionarios
correctos para que controlen y hagan cumplir las leyes que nosotros
sancionamos. Sin embargo, muchas veces los funcionarios que tienen a su cargo
la responsabilidad de lograr los objetivos de estos programas, no cumplen con
ellos.
Yo
he sido beneficiaria de un programa social. Tras rendir mi última materia y
recibirme trabajé un año más en el programa para poder pagar la matrícula en mi
provincia. Por eso, señora presidenta, tengo fe y esperanza, y soy la voz de
muchos cooperativistas más. Este es el punto inicial para que en años
posteriores tengamos un progreso.
Muchos
beneficiarios del programa Argentina Trabaja ni siquiera han terminado la
escuela secundaria. Eso es responsabilidad del Estado y de los funcionarios
públicos que no hacen cumplir los objetivos del programa. Tenemos que trabajar
para eso, señora presidenta.
Hoy
los trabajadores tenemos muchos derechos, somos todos iguales, pero sucede que
en algunos casos se reconocen mejor los derechos. Por eso es importante que
trabajemos y sigamos analizando esta realidad que muchas veces no se quiere
ver.
Los
trabajadores regulares reflejan la representación concreta de lo que tenemos en
cifras y estadísticas. Sin embargo, ¿quién nos dice cuántos trabajan en negro
en el interior del país, haciendo changas todos los días para dar de comer a
sus hijos y brindarles educación? Con 4 mil pesos no se come todos los días, no
se educa a los hijos ni se pagan los impuestos. Esa gente trabaja en otra cosa
y lo hace de manera informal.
Debemos
soslayar esta situación y tratar de que esta Argentina mejore. Eso lo
lograremos reconociendo la realidad al sancionar este proyecto de ley de
prórroga de la emergencia social. No solamente tenemos en cuenta a los
beneficiarios de planes sino también a los jubilados, los pensionados y todos
aquellos que ni siquiera han podido acceder a un plan social. Tenemos que hacer
salir adelante a la Argentina tomando esta iniciativa como base principal.
Para
finalizar, quiero expresar mi beneplácito y, al mismo tiempo, mostrar la
realidad desde otro punto de vista: la de los beneficiarios de los programas
sociales, como fue mi caso. (Aplausos en
las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por Catamarca.
Sra.
Juárez.- Señora presidenta: este proyecto, que es
muy importante y plantea la prórroga de la emergencia social, tiene por objeto
promover y defender los derechos de los trabajadores que se desempeñan en la
economía popular en todo el territorio nacional.
Esta
iniciativa plantea claramente un piso de prestaciones mínimas de garantías y de
derechos. No podemos desconocer que aproximadamente un 30 por ciento de los
trabajadores y las trabajadoras de esta economía popular está excluido del
sistema formal. Tenemos que hacer esfuerzos para que puedan sumarse a los
sistemas formales. Como dijeron los
miembros informantes, diputados Laspina y De Ponti, ese debe ser el debate de
fondo.
Puede
haber miradas diferentes y posiciones distintas, pero debemos tener en claro
que este proyecto de ley constituye un paso y que, entre otras cosas, adopta el
salario mínimo vital y móvil para estos trabajadores. Asimismo, también plantea
la novedosa iniciativa del salario complementario.
Este
proyecto ha sido impulsado por los sujetos sociales, que son los auténticos
protagonistas de esta realidad. Debemos tener en cuenta que nadie conoce a
fondo el problema más que quien lo padece.
En
un esfuerzo articulado del Ministerio de Desarrollo Social, las organizaciones
sociales y distintos sectores, se está
trabajando en impulsar esta prórroga, que es hasta el año 2019. Es un proyecto que surge de un abanico de
experiencias y una suma esperanzas, y pone en valor este acto de madurez
política que significó que el diputado Laspina y la diputada De Ponti compartan
el término de informar el dictamen. Sin duda, esto pone de manifiesto que algo
está cambiando y que, más allá de los diferentes posicionamientos, cuando se
busca el bien común hay que superar las diferencias y los marcos ideológicos.
Ojalá
que esta prórroga que vencerá en 2019 sea la última que tratemos en este
recinto, porque eso significará que vamos a estar en la puerta de un nuevo
país, con cambios reales.
Finalmente,
adhiero a la idea del diputado Olmedo, quien dice que de esta crisis se va a
salir trabajando. Por supuesto, se va a salir con producción y fortaleciendo la
cultura del trabajo, pero en el mientras tanto tenemos que repensar y
redireccionar las políticas públicas con transparencia, construyendo sobre la
verdad, y fundamentalmente entendiendo que cuando se habla de honestidad no es
solamente desde el punto de vista material sino desde lo moral e intelectual. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sra.
Schmidt-Liermann.- Señora presidenta: cambiaré un
poco lo que pensaba decir porque no puedo dejar pasar algunos dichos de los
diputados preopinantes, en especial del Frente para la Victoria, cuando afirman
que la pobreza la generó nuestro presidente.
No
sé qué hicieron algunos en la última década –o un poco más-, pero sí sé lo que
hizo nuestro gobierno: sincerar la pobreza que existe. Ustedes simplemente
querían barrerla y ponerla debajo de la alfombra. (Aplausos en las bancas.)
Sinceramos la pobreza y también lo que
pasó con la última prueba PISA, que ha sido una vergüenza. Esas mentiras y
falsedades que inventaron han motivado que hoy estemos en este lugar.
Nos
estamos autorresponsabilizando y autolimitando porque en 2019 queremos estar
mejor que ahora. Por eso estamos dando estas cifras que ninguno de ustedes
niega. No puede ser que en unos pocos meses, de repente, hayamos pasado de
pobreza cero al 32 por ciento. Aclaren la situación y digan la verdad en cuanto
a que lo que estamos midiendo es real.
La
segunda cuestión, que también me molesta mucho, tiene que ver con lo que se
dice acerca de la justicia social. Si hay algo que estamos haciendo ‑lo
demostramos en la ciudad es trabajar por una real justicia social. Hicimos
justicia social y no demagogia, que es lo que a algunos les encanta hacer y con
lo cual engañan a la ciudadanía. Pero los ciudadanos no son tontos; por eso,
eligieron un cambio y estamos profundizándolo.
Eso
es lo que queremos hacer con este proyecto de ley, es decir, transparentar
efectivamente a ese 40 por ciento de trabajadores informales que existe.
También
es importante saber que hay mucha gente que quiere trabajar y necesita condiciones
para poder hacerlo. Entonces, cuando el presidente sostiene “Hagámoslo juntos”
–parece que la oposición no entiende lo que significa- quiere decir que lo
tenemos que hacer entre todos.
¿Cómo
lo hacemos? Debemos discutir una real agenda productiva y no solamente
dedicarnos a dar dádivas, porque de esa manera estamos impidiendo que la gente
crezca, y es obvio que todos quieren progresar. Como bien se dijo en este
debate, la riqueza se hace trabajando. ¿Y quién trabaja? Los hombres y las
mujeres. Así es como tenemos que lograr un país mejor, porque nos lo merecemos
todos.
Por
último, quiero hacer un pedido especial a la oposición, que sea crítica y
responsable, y que considere que nosotros tratamos de ir por el mejor camino.
Lo tenemos que hacer juntos; tratemos los proyectos de ley que todavía no
pudimos considerar, como por ejemplo el de primer empleo o el de
emprendedurismo, que está en el Senado y tiene que ser sancionado. Siento que
hay leyes que servirían para que nos fuera mejor, y que ustedes no nos están
acompañando porque lamentablemente ya se metieron en la política de campaña, y
en lo único en que están pensando es en ver con qué discurso demagógico pueden
ganarse un puestito el año que viene. (Aplausos
en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Entre Ríos.
Sr.
Huss.- Señora presidenta: la política no se mete
solamente en campaña sino en cada uno de los lugares de la Argentina y en
cada una de nuestras acciones. Al menos eso es lo que entendemos quienes
abrazamos la política y estamos ocupando una banca para representar al pueblo,
que en mi caso pertenece a la provincia de Entre Ríos. Estamos haciendo
política, no politiquería barata.
Nuevamente
los representantes del pueblo somos convocados a una sesión, y el pueblo tiene
vedado ocupar las galerías de este recinto, mientras está en la calle
reclamando y exigiendo que se lo escuche. No me voy a cansar de exigir que se
abra este recinto para que el pueblo pueda discutir junto a sus representantes.
No tenemos miedo a ningún tipo de abucheo ni postura en nuestra contra. Creo
que precisamente en eso consiste el libre juego de la democracia y la
representación.
Quisiera
retomar lo que expresó el presidente de esta Cámara en relación con su reivindicación
de la palabra en la política. La única manera de enaltecer la política es
procurando que las discusiones parlamentarias se hagan con el pueblo y en favor
del pueblo.
Dicho
esto, adelanto mi voto por la afirmativa. No nos mueven intereses mezquinos ni
partidarios, ni tampoco la necesidad de poner palos en la rueda en el camino.
Sinceramente, estamos ante una crisis de una magnitud muy importante. Somos
responsables, y no vamos a privar a los sectores más vulnerables del pueblo
argentino de lo que les corresponde, ni siquiera de las migajas que les quiera
otorgar el gobierno nacional.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Por favor vaya cerrando su discurso, señor diputado.
Sr.
Huss.- Tenía cinco minutos para hacer uso de la
palabra, y recién empecé. No puede ser que se haya agotado mi tiempo; tal vez
haya un problema con el reloj.
Sra. Presidenta (Giménez).- Dispuso de los cinco minutos
correspondientes.
Sr.
Huss.- No puede ser, señora presidenta. Recién me
acaba de dar la palabra y no puedo haber consumido los cinco minutos.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Me parece que perdió el tiempo hablando de las galerías.
Sr.
Huss.- Discúlpeme, pero no es posible; apenas
pronuncié unas palabras.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Vaya cerrando su discurso, señor diputado.
Sr.
Huss.- En líneas generales, quisiera concluir
diciendo que ante la grave enfermedad que significa la crisis terminal en la
que nos encontramos, solo vamos a dar un paliativo, es decir, un Geniol o un
placebo que apenas nos permita continuar en la misma situación.
Pensamos
que hay que convocar a todos: al oficialismo y a la oposición. La oposición
acompañó las grandes medidas que ha tomado este gobierno, y que son
consecuencia de la emergencia social que se está votando. Consideramos que
muchos de los recursos que se destinaron a pagos de honorarios a los abogados
de los fondos buitre se podrían haber puesto a disposición para generar los
puestos de trabajo que se perdieron y que se seguirán perdiendo. Voy a dar un
pequeño ejemplo. El oficialismo está en contra de los feriados puente bajo el
supuesto de favorecer el trabajo. Como provengo de una provincia donde el
mercado interno del turismo es muy importante, quiero hacer una pregunta:
¿quiénes atendían los hoteles, los bares, los restaurantes y las casas de
alquiler en Entre Ríos si no eran trabajadores? Son esos trabajadores los que
están por perder sus puestos de trabajo.
Finalmente,
como por arte de magia se me está acabando el tiempo –aunque la expresidenta
decía “no fue magia”‑, aclaro que apoyaremos esta iniciativa. No creemos
en la paz social entendida como la paz de los cementerios; creemos firmemente
en la justicia social, y para lograrla tiene que haber trabajo y un gobierno
que cambie el rumbo de las políticas económicas, sociales y culturales. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por Santiago del Estero.
Sra.
Abdala de Matarazzo.- Señora presidenta: sin
dudas es positivo que se esté tratando este proyecto. Me alegra que desde esta
Honorable Cámara podamos dar respuesta a un sector que, aun siendo de
trabajadores, y a pesar de los avances de los últimos años, continúa en una
situación de precariedad. Es esa misma realidad la que me duele: que en la
Argentina siga habiendo sectores en situaciones de informalidad y
vulnerabilidad.
En
los últimos años los programas de trabajo para la inclusión, como los programas
de Ingreso Social con Trabajo y Ellas Hacen, entre otros, significaron
verdaderos avances en materia de desarrollo social. Estos programas han
permitido que los argentinos y las argentinas que se encontraban en una
situación de total marginalidad, luego de la peor crisis social y económica que
sufrió el país en 2001, recibieran la ayuda del Estado. Pero no fue solo eso.
El Estado también les devolvió la dignidad a través del trabajo. Estos
programas han permitido no solo que los jefes o las jefas de hogar volvieran a
llevar el pan a la mesa, sino también que lo hicieran trabajando. Ese es el
baluarte fundamental de estos programas.
Es
destacable que este tipo de trabajos que constituyen la llamada economía
popular se hayan consolidado, y eso es producto de la organización y de la
cooperación de los argentinos y las argentinas que los sostienen.
Es
lamentable que hasta hoy no hayamos podido avanzar en la formalización de este
tipo de empleos, y que aun tratándose de trabajadores plenos no cuenten con los
mismos derechos que les corresponden a los trabajadores en relación de
dependencia, tales como el aguinaldo y los aportes patronales. En ese sentido,
la iniciativa que hoy estamos votando representa un gran avance, ya que
permitirá una conversión progresiva para que esos ingresos que hoy reciben como
contrapartida de un programa social se conviertan en un salario digno, tal como
lo merecen.
De
igual manera, entendemos que la creación del Consejo de la Economía Popular
fomentará el desarrollo de políticas tendientes a reducir esa situación de
informalidad. Consideramos que con la elaboración de un registro de la economía
popular las diferentes actividades laborales se podrán ir convirtiendo en algo
parecido al trabajo formal y registrado, lo que representará un verdadero
reconocimiento para estos trabajadores de nuestra economía.
Este
año nos encuentra en un contexto muy complejo. La recesión económica está
provocando una vez más un deterioro del tejido social de nuestro país. Es
necesario que, desde el lugar que nos toca ocupar, atendamos a los más
vulnerables con toda responsabilidad. Es imperioso legislar para recomponer los
ingresos de los sectores populares, que han sido duramente impactados por la
inflación y por el desempleo creciente en este último año. Por eso lamento que
esta iniciativa no contenga mayores paliativos ni la recomposición de todos los
subsidios a los sectores vulnerables.
Entendemos
que la situación fiscal del país es compleja, pero más apremiante es la
situación de quienes deben sobrevivir con menos de un salario mínimo vital y
móvil, que tal como lo indica su nombre es lo mínimo que necesita un trabajador
para subsistir.
De
todas maneras, la progresividad propuesta en este proyecto es al menos una luz
de esperanza de que esta situación de vulnerabilidad tenderá a resolverse. Por
tal motivo, acompaño este proyecto, así como acompañaré siempre todas aquellas
leyes tendientes a mejorar la calidad de vida de los argentinos, especialmente
de aquellos sectores más vulnerables, que son quienes necesitan del amparo del
Estado cuando el sistema los margina.
Celebro
que en esta Cámara podamos sancionar un proyecto de ley de amplio consenso
político, no solo de los bloques políticos sino también de los movimientos
sociales, y que podamos dar respuesta a un pedido genuino de estos sectores. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- No encontrándose presente el señor diputado Eduardo Seminara,
tiene la palabra el señor diputado por Corrientes.
Sr.
Valdés.- Señora presidenta: en años anteriores,
cuando decíamos que íbamos a acompañar las leyes que proponía el oficialismo,
veíamos un gran conjunto de chicanas de parte de la bancada oficialista del
momento. No quiero caer en el mismo juego porque hoy están acompañando este
proyecto de ley de emergencia social que, como decía el miembro informante, es
una prórroga, pero no se me escapan algunas partes de ciertos discursos
políticos, que quiero resaltar.
Varias
veces mencionaron al papa Francisco, que recuerdo es la misma persona que no
atendían acá, en Buenos Aires. Hoy se ha convertido en el papa Francisco y lo
parafrasean de modo permanente.
Sorprendentemente,
hoy estamos coincidiendo en algo, en que de la pobreza se sale con trabajo.
Venimos a proponer la prórroga de la emergencia social porque por primera vez
podemos decir cuánta pobreza hay en la Argentina. Varias veces visitaron esta
Cámara ministros y no les podíamos sacar una letra, una coma, un número porque
escondían los pobres debajo de la alfombra, y no daban cifras porque no querían
decir cuánta era la pobreza en la Argentina.
Entonces,
hay un cambio de discurso, aunque se pretende imponer que existe un rápido
deterioro de la cuestión social. En realidad, están cambiando de lado,
necesitan decir que hay un mal gobierno porque –acéptenlo- dejaron al 30 por
ciento de la República Argentina en la pobreza. Sostienen que fueron el mejor
gobierno de la historia, pero no es cierto.
Este
tipo de medidas que hoy debe tomar este Congreso de la Nación tienen que ir en
ese sentido. Sabemos que la situación es compleja, difícil y delicada, y
nosotros como Estado tenemos que garantizar la paz social, que por supuesto cae
en cabeza del Estado y de cada una de las provincias. Justamente, lo que este
proyecto de ley garantiza es la paz social, apuntando exactamente a los que más
necesitan.
Sabemos
que tenemos que crear puestos de trabajo genuinos, pero eso no es algo que se
haga de la noche a la mañana. No decimos que hay que hacerlo con magia sino con
mucho trabajo, esfuerzo, sacrificios, adoptando medidas que quizás son
antipáticas, pero hay que tomarlas.
También
hay que decir cuáles son los pasos que tenemos que dar para tratar de
amortiguar la situación con este tipo de medidas.
Decían
que muchas medidas no se podían tomar desde el gobierno nacional porque la
plata no alcanzaba, como por ejemplo devolver el 15 por ciento a las provincias
de manera que éstas puedan dar mejores respuestas en cada uno de sus
territorios. Podíamos hacernos los distraídos, pero no fue así. Valientemente
el gobierno ha decidido avanzar y devolver esos recursos a las provincias, de
manera tal que recuperen el poder fiscal y tengan mayores recursos para dar
soluciones a sus ciudadanos. Este es un plan que está direccionado a devolver
justamente a los sectores más necesitados la posibilidad de que puedan tener
una atención más justa y solidaria.
Un
diputado dijo que en 2015 no existía esta situación social, pero yo lo voy a
corregir. Esta situación existe desde hace mucho tiempo; lo que pasa es que no
quisieron ver cuáles eran los índices y los indicadores de la Argentina. Por
eso intervinieron los órganos de control, mintieron descaradamente, y hasta
llegamos al absurdo de decir que en la República Argentina había menos pobres
que en Alemania.
Creo
que tenemos que seguir avanzando. Hay mucho trabajo por hacer en la República
Argentina y desde Cambiemos estamos dispuestos a dar el combate y seguir con
optimismo hacia adelante porque queremos revertir la situación social del país.
Tenemos el firme convencimiento de que estamos en el buen camino.
Este
es un proyecto que mejorará la situación de muchos argentinos; no es la
solución definitiva, pero estamos prorrogando una emergencia social que hemos
heredado de los que no quisieron ver durante mucho tiempo. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por el Chaco.
Sra.
Masin.- Señora presidenta: hoy estamos
discutiendo en este recinto un proyecto de ley ley de emergencia social que
surge en un contexto de muchísimo
deterioro de nuestra economía. Esto es producto de un gobierno que beneficia a
los empresarios y olvida a los trabajadores.
Esto
cobra sentido cuando analizamos que el gobierno nacional está conformado en su
mayoría por ejecutivos de grandes empresas. Cuando se gobierna solo a favor de
las empresas, de los grandes grupos de poder, el pueblo sufre las consecuencias,
y nos convencen a través de los medios de que esto es necesario para que crezca
el país.
Ya
en diciembre de 2000, a modo de balance anual, un artículo del diario Clarín titulaba: “Como un gesto de comprensión hacia los problemas que afrontan de la
Rúa y su gobierno, el 91,5 por ciento de los encuestados opina que los
problemas del país no se resuelven en un año de gestión; el 91 por ciento
considera que la oposición debería trabajar más junto al gobierno, y el 79,5
por ciento sostiene que la Alianza recibió una pesada herencia del menemismo”. Es
decir, cada vez que nuestro país entra en crisis, estos medios justifican e
intentan distraer o esperanzar a la ciudadanía con titulares que ya sabemos
cómo terminan.
El
4 de diciembre de este año el mismo diario,
luego de realizar una descripción de las medidas tomadas por la actual gestión,
decía lo siguiente: “El optimismo crece con vistas a la gestión de
Macri para 2017. Las cifras indican que para el 38,6 por ciento de la gente el
año que viene será mejor que el primero, para el 31,9 por ciento será peor y
para un 15,4 por ciento no habrá diferencias.”
Esto
nos demuestra claramente que todo medio de comunicación forma opiniones y, vaya
casualidad, está al servicio de quienes defienden sus intereses.
Lo que tampoco nos extraña, después de
doce años de ampliar derechos, es que sean los trabajadores quienes salen a la
calle a exigir que el gobierno se haga cargo de generar oportunidades y no les
dé la espalda a sus necesidades. Digo los trabajadores y no los sindicatos,
porque estos no fueron los espacios de representación genuina. Hoy se conforman
con declarar la emergencia social y un salario social complementario. Durante
los últimos doce años han tenido paritarias libres y abiertas que siempre
estuvieron por encima de la inflación. Siento y entiendo, como miles de
argentinos, que en los últimos doce meses hemos retrocedido en la discusión
política sobre derechos, crecimientos y oportunidades.
La discusión en este recinto realmente
debería ser mucho más profunda y no encontrar un paliativo o un parche a la
situación de miles de trabajadores que hoy no tienen empleo o tienen miedo de
perderlo. Poder pensar en un salario social complementario profundiza aún más
la informalidad laboral y pone un velo a los derechos de los trabajadores.
La verdad es que durante todo este año
no hemos votado una sola ley en defensa de la mayoría del pueblo argentino. En
realidad, hemos sancionado la ley antidespidos, que al día siguiente el presidente
de la Nación vetó mediante un decreto. Las demás discusiones han estado
referidas al aumento de las penalidades, al incremento de la deuda, al blanqueo
de capitales, etcétera.
Este gobierno no tiene la voluntad, la
intención y la decisión política de mejorar la condición de vida de miles de
argentinos. Se disfraza con frases poco argumentadas, como por ejemplo la de la
“herencia recibida”. Pero realmente en todo el año no ha podido saber cómo y
qué hacer para reactivar la economía y el consumo. Ni el propio presidente supo
responder a esta pregunta. Están intentando encontrar la fórmula que les
permita inyectar mayor optimismo para 2017.
En relación con este proyecto de ley,
quisiera compartir las declaraciones del presidente de la bancada del bloque del
PRO, el señor diputado Nicolás Massot, luego de la firma del acta mediante la
cual compraron la paz social. En esa oportunidad, el señor diputado Massot dijo
lo siguiente: “Se están tomando cartas
en el asunto e institucionalizando a un sector de la economía que crea
trabajos.” Repentinamente, el diputado que defendió y aprobó leyes como las del
presupuesto nacional, de los fondos buitre y de blanqueo de capitales, con las
consecuencias nefastas que han tenido para el pueblo argentino, ahora reconoce
la necesidad de generar los mismos puestos de trabajo que el gobierno ha
destruido. ¿No será que pretenden funcionar como bomberos que vienen a apagar
el fuego que ellos mismos encendieron?
Está
claro que no son las políticas de caridad las que van a resolver los problemas
que están padeciendo actualmente los trabajadores formales e informales de
nuestro país, sino otras políticas económicas radicalmente opuestas al gobierno
nacional, al presidente Macri, que no está en condiciones de aplicarlas porque
forman parte de un dispositivo de defensa del modelo liberal, con baja
salarial, flexibilización y patrones de distribución del ingreso regresivos.
Nosotros definitivamente no solo no
coincidimos con las medidas y decisiones del gobierno nacional, sino que ideológicamente
estamos en contra de la opresión al pueblo argentino y de la falta de
oportunidades que miles de familias, niños y adolescentes están sufriendo en
este tiempo, donde lo que se profundiza es la desocupación, la pobreza y la pérdida
de los salarios de los trabajadores.
Si bien acompañaremos este proyecto de
ley, insistimos y pedimos al gobierno nacional y a este Parlamento que de una vez por todas pueda
discutir y tomar medidas que contribuyan al bienestar del pueblo argentino. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Tierra del Fuego.
Sr.
Rodríguez (M.D.).- Señora presidenta: seguramente
vamos a acompañar el proyecto de ley en consideración porque todo lo que
signifique una ayuda para las familias argentinas contará con nuestro apoyo.
Pero una vez más siento que esto es como una frazada o una botella de agua para
una familia que ha sufrido un temporal que sistemáticamente la ha lastimado
durante todo el año y respecto del cual nada indica que vaya a parar.
Esto
no ha sido igual para todos los argentinos. Por el contrario, hay un grupo
concentrado de argentinos que se han visto beneficiados y sentido protegidos
ante este temporal.
Hace
unos días, en un editorial del diario La
Nación, respecto del cual nadie puede decir que sea kirchnerista o que haya
acompañado al anterior gobierno, se expresaba que claramente podía establecerse
una división entre los ganadores y los perdedores de este año. En ese sentido,
en la lista de ganadores ubicaba al campo, la minería, las empresas de
servicios públicos y los bancos. Yo agregaría en este listado a la timba
financiera, porque todo aquel que haya tenido inversiones en ella se vio muy
beneficiado por este proyecto.
En
cuanto al gran grupo de perdedores, el diario La Nación decía que dentro de él “se encuentran todas las
actividades que dependen del poder adquisitivo del salario, quizás el indicador
más universal de la economía, que fue afectada negativamente en la gestión de
Macri. De él depende la producción destinada al consumo, que abarca un universo
de servicios y productos masivos.”
Evidentemente,
los grandes perdedores son los trabajadores. Por más que el gobierno se haga el
distraído, lo tiene bien en claro: este año los grandes perdedores son los
trabajadores argentinos y sus familias.
En
los años anteriores teníamos problemas en materia de trabajo informal. Nosotros
lo aceptábamos y decíamos diariamente. Pero el escenario que se había generado
era otro porque mientras se procuraba reducir el trabajo informal, que
sistemáticamente venía disminuyendo año tras año, se generaba empleo e
inclusión demostrándose que se podía crecer con inclusión.
Sin
embargo, este año, luego de doce meses de gobierno del presidente Macri,
estamos hablando de renovar la emergencia social. Como dijo la señora diputada
Raverta, el proyecto originario hacía referencia al tema de la emergencia
alimentaria. Pero seguramente el gobierno lo sacó porque le daba mucho calor.
Lo
cierto es que durante este año no se generó empleo, sino todo lo contrario. Voy
a citar algunos números a modo de ejemplo. Durante este año, en el marco de
esta emergencia social generada por el gobierno de Macri, se tomó deuda por
52.000 millones de dólares y se registró una fuga de capitales de 11.000
millones de dólares, equivalente al doble de la producida en 2015. A esto debe
agregarse que la recesión económica es de casi el 3 por ciento, que la
inflación asciende al 44 por ciento, que la empresa YPF anunció que su
actividad se va a paralizar en un 40 por ciento y que el salario cayó un 12 por
ciento. La verdad es que podría estar suministrando números durante un buen
rato. Pero las cifras siempre son negativas en relación con los trabajadores.
Quiero
compartir algo que puede sintetizar lo que les está pasando a las familias
argentinas. Hace pocas horas albergué en mi casa a una familia de jóvenes,
ambos de treinta años de edad. Los dos confiaban fuertemente en su país. Se
trata de dos docentes de los cuales el hombre, al mismo tiempo, tiene otra
profesión. En los últimos años habían confiado hasta tal punto que abrieron su
propio negocio, al que le iba bien a pesar de ser pequeño. Entonces, no
solamente se animaron a efectuar ventas minoristas, sino también al por mayor.
Para hacer venta al por mayor y generar su propia producción, abrieron una
pequeña fábrica. Hasta el año pasado, habían abierto una segunda boca de venta.
Ella,
que es profesora, se animó a retomar sus estudios porque quería ser licenciada.
Sin embargo, tuve que albergarlos en casa porque están buscando laburo.
Me
contaron todo lo que vivieron desde diciembre del año pasado y no entienden qué
les pasó por encima; no comprenden cómo, después de años de crecimiento, el
macrismo logró quitarles ese brillo que tenían en los ojos por creer en su país
e invertir en él. (Manifestaciones en las
bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- La Presidencia solicita al señor diputado que vaya concluyendo
su exposición porque el término del que disponía para hacer uso de la palabra
ha finalizado.
Sr.
Rodríguez (M.D.).- Solo me resta agregar que
estamos a fin de año y que deseo de todo corazón que tanto el señor presidente
de la Nación como su equipo, en el momento de brindar, tengan presente no solo
a esta familia sino también a los 400.000 despedidos, de los cuales 6.000 son
de nuestra provincia.
Ratifico
que haremos todo lo posible para que estos jóvenes recuperen el brillo de sus
ojos. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
Sr.
Brügge.- Señora presidenta: siempre que
analizamos las situaciones de emergencia en la Argentina, nos cuestionamos por
qué son de tanto tiempo. De hecho, esta es la novena prórroga desde el 6 de
enero de 2002, día en que se sancionó la ley 25.561 que declaró la emergencia
luego de la catástrofe económica, social y política.
Parece
ser que la emergencia social, un instrumento transitorio, ha venido para
quedarse. Algo parecido ocurre con el proyecto de ley que comenzaremos a tratar
dentro de un rato sobre modificación del impuesto a las ganancias, un gravamen
nacional directo que conforme con nuestra Constitución debe ser por tiempo
transitorio y de acuerdo con las necesidades del país. Aparentemente, a las
necesidades de la sociedad ninguna receta económica pudo darle solución; si no,
no se entiende esta cantidad de prórrogas.
A
continuación haré referencia a algunos números para que nos demos cuenta de que
ni algunos son tan buenos ni otros son tan malos; dicho de otra manera, ni una
receta económica fue la panacea ni la otra fue la endemoniada. En este recinto,
he dicho en más de una oportunidad que no soy un fanático del mercado y tampoco
del Estado, y que creo que es preciso encontrar puntos de contacto que nos
permitan salir de la emergencia de una vez por todas.
En
la República Argentina la constante es la emergencia, que tiene consecuencias
negativas. ¿Por qué digo esto? Porque desde el punto de vista constitucional,
cuando un Estado entra en emergencia se robustecen los poderes del Ejecutivo.
El Congreso es quien delega facultades y permite que una sola persona, con el
título de presidente de la Nación, tome decisiones.
Como
dije hace instantes, desde 2002 esta situación ha sido continua. Si la gente
tuviese ese tan preciado brillo en los ojos al que hacía referencia el señor
diputado preopinante, me pregunto por qué el gobierno anterior prorrogó siete
veces la situación de emergencia. Quiere decir que no existía tal emergencia
pero necesitaban robustecer las facultades presidenciales, o sí la había y era
necesario sancionar este tipo de leyes.
Tomemos
algunos datos de la CEPAL, un organismo internacional cuya información es
segura. En 2015, a través del área de Desarrollo Social, publicó que en 2014
había en América Latina 168 millones de personas en la pobreza y 70 millones en
la indigencia.
El
mencionado organismo confeccionó un cuadro donde refleja la situación entre
1990 y 2015. Veamos qué curioso: desde 1990 hasta 1999, en Latinoamérica la
pobreza involucraba a 215 millones de personas y la indigencia a 99 millones.
¿Qué se aplicaba en ese momento? Una receta económica que, por supuesto con
muchas modificaciones, es la que el actual modelo pretende introducir. Pero
como ni unos son tanto ni otros tan poco, analicemos los datos de 2011. Ese
año, según la CEPAL, había 171 millones de pobres y 70 millones de indigentes.
Este
informe –que, como dije, es del año pasado‑ sostiene que vuelven a crecer
la pobreza y la indigencia en Latinoamérica.
Nuestros
números, que comenzaron a sincerarse a través de la UCA y del INDEC, los
conocemos todos: hay un 32 por ciento de pobreza.
Como
es sabido, en toda América Latina para calcular estos índices se toma la
Encuesta Permanente de Hogares. Ahora bien, el objetivo de este proyecto de ley
‑que compartimos‑ es reducir los índices de pobreza y de
indigencia. Pero esto no alcanza si no se miden adecuadamente los efectos
positivos de los métodos que se van a aplicar.
En
otras palabras, para que sea posible salir de la pobreza y de la indigencia, y
para que los esfuerzos que se deben realizar en materia económica de un
gobierno a otro arrojen los resultados esperados, es necesario mejorar el
sistema de distribución de la riqueza, los ingresos, la concentración funcional
–o sea, el reparto entre el capital y el trabajo‑, la creación de fuentes
de empleo genuinas y formales, la inversión en educación en forma progresiva a
través de métodos que permitan elevar el nivel educativo ‑ni hablemos de
las estadísticas actuales‑, asegurar el acceso a una salud pública de
calidad –no la que se brinda a través de centros asistenciales improvisados o
postas sanitarias como las que tenemos en el interior del país, donde la
atención médica es paupérrima‑, garantizar el acceso a una vivienda digna
–otro elemento fundamental‑ y, por supuesto, perfeccionar las
herramientas de gestión.
Para
no abundar en detalles, simplemente agrego que en la República Argentina es
necesario medir todos los procesos de inversión del gasto público que
contribuyan a superar la situación de pobreza y de indigencia. Es preciso que
sean efectivos, no efectistas, que tengan por objeto mejorar la calidad de vida
y no sean simplemente un paliativo. Como bien dijo la señora diputada Morales,
es fundamental que sirvan para el progreso y la dignificación del ser humano,
como ella misma lo logró y por eso ocupa una banca junto a nosotros.
Estos
son ejemplos de verdadera justicia social. Lo otro es puro asistencialismo, el
mismo que no nos permite salir de este círculo vicioso de pobreza que la República
Argentina viene soportando desde hace más de catorce años. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por el Chubut.
Sra.
Llanos.- Señora presidenta: estamos considerando
un tema que no es menor: la pobreza en nuestra Argentina.
A
un año del gobierno del presidente Macri, la inflación pasó del 25 al 43 por
ciento; la desocupación, del 7 al 9,6 por ciento y la pobreza, del 12 al 32 por
ciento. El consumo bajó un 8,2 por ciento y cerraron más de 6.300 locales
pertenecientes a pymes. La importación cayó un 6 por ciento y la economía un
4,7 por ciento.
Nosotros,
los patagónicos, sentimos tristeza en el alma porque el señor presidente dictó
un decreto de necesidad y urgencia que elimina los reembolsos por exportaciones
desde puertos patagónicos. Nos tocaron las provincias de Chubut, Tierra del
Fuego, Santa Cruz, Río Negro, Neuquén. Los diputados, senadores y gobernadores
del sur debemos unirnos. Pedimos que, a través de esa comisión bicameral, se invalide
en forma permanente este decreto que nuevamente dejará a los patagónicos sin
trabajo y sin economías regionales.
Este
gobierno no puede hablar más de federalismo. Si continúan con estas medidas,
demostrarán que solo tienen mirada hacia los sectores con mayor caudal
electoral. ¿Cuáles son las políticas de desarrollo que ustedes han prometido en
campaña? En la Patagonia no vimos un peso. De nuestra Patagonia se enriquecen
las empresas y el Estado nacional. Nos quitan, nos destrozan, y hoy también tocan
a las petroleras. Más de 1.700 personas quedarán en la calle. Esas familias no
tendrán sustento; con una bolsa de alimentos no podremos solucionar esto.
Nos
dejaron fuera de las universidades públicas, y ahora nos tocan los puertos
patagónicos. Solo pido medidas, con los fondos correspondientes, a favor de los
trabajadores de nuestra región y para todos los argentinos que hoy sufren el
desempleo.
Por
lo visto, a nuestra Patagonia la tratan con la chequera o con el látigo y
castigo.
No
queremos ser colonias. Somos argentinos que luchamos por nuestra patria.
Seguiremos el mandato de considerar los temas que realmente corresponde.
Los
patagónicos sentimos mucho dolor. No tenemos otro sustento más que nuestras
riquezas. Hoy, a través de un DNU quieren sacarnos lo que realmente podemos
seguir trabajando. Las retenciones que recaudan del sur son millonarias. Los
empresarios y el Estado se enriquecieron, pero la pobreza que tenemos es cada
vez mayor.
Queremos
una Patagonia funcionando como corresponde. Queremos acompañar, pero no podemos
hacerlo cuando tenemos un gobernador que solo está pidiendo que se abran las
puertas del diálogo. Eso significa que hoy se habla y mañana, a través de un
DNU, nos dejan a todos los patagónicos sin nuestro sustento.
Nosotros
no nos sentamos en esta Cámara a hacer retiros espirituales con la pobreza
ajena. Estamos en esta Cámara para dictar o acompañar leyes.
Estaremos
todos juntos en una Navidad sin Jesús, sin el sustento, el trabajo ni la
familia.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Carlotto.- Señora presidenta: antes de hablar del
proyecto en consideración, no puedo abstraerme de algo que acaba de suceder en
el Salón de Pasos Perdidos, que creo que es sumamente auspicioso e importante
en términos políticos. Me refiero a la posibilidad de que distintos bloques de
la oposición acuerden un posicionamiento compartido con respecto al próximo
proyecto al que daremos tratamiento.
En
esta sesión he escuchado a muchos diputados y diputadas con quienes coincido en
el diagnóstico de lo que ha significado el proceso económico que llevó adelante
el gobierno de Mauricio Macri desde el 10 de diciembre de 2015. Lo sintetizaría
diciendo que se acabó en la Argentina el proceso de movilidad social
ascendente, y entramos en un nuevo proceso de disputa. Me refiero a la
aplicación en la Argentina de un nuevo modelo neoliberal que sin ninguna duda
tiene enormes consecuencias sobre los trabajadores e, inmediatamente, sobre los
sectores que hoy en forma delegada estamos tratando de representar en este
Parlamento, que son los trabajadores y trabajadoras de la economía popular.
Creo
que la discusión, que no vale solo para la Argentina sino que trata sobre el
funcionamiento del sistema capitalista salvaje a nivel mundial, no es la
discusión de la pobreza sino la de la riqueza y el proceso de concentración
económica que se vive en el mundo, que realmente está dejando secuelas de
carácter social sumamente duras y difíciles. Muchos líderes lo están reflejando
a nivel mundial y es parte de la discusión que estamos teniendo en el día de
hoy en este Parlamento.
Hago
mías las palabras del diputado Leonardo Grosso y de la diputada Conti en el
sentido de que hay un importante proceso en el tratamiento de esta ley, que
desde mi perspectiva tiene que ver con la creación de instrumentos donde los
trabajadores de la economía popular tendrán institucionalmente un rol y un
lugar muy importante, no para claudicar frente al gobierno nacional sino para
construir empoderamiento de los sectores populares. Es allí donde está la
discusión.
Hace
poco tiempo, cuando se empezó a discutir la idea de plasmar la emergencia
social en el ámbito parlamentario, desde el gobierno nacional se lo negaba.
Hubo una pulseada, donde la movilización y participación de las organizaciones
sociales consiguieron el tratamiento que hoy estamos dando en este Parlamento.
Escuché
algunos discursos que debemos lamentar. Escuchar a un diputado de la Nación
diciendo que los recursos volcados desde la intervención directa del Estado
sobre los sectores populares es –como lamentablemente también dijo un senador
en su momento‑ tirarlos en la canaleta del juego y la droga, y es un acto
que debemos repudiar terminantemente en este Parlamento. Encima, los dichos provienen
de alguien que justamente está vinculado con los sectores de la riqueza, la
producción sojera y la explotación de los trabajadores rurales en el interior
del país. Por eso, el que se está creando hoy no es un instrumento que pueda
acallar las demandas de los sectores populares.
De
la misma manera que reflejo que hace unos minutos la oposición dio una
conferencia de prensa en el Salón de los Pasos Perdidos, hoy también fue un día
de alerta y movilización de los sectores de la economía popular por la sanción
de este proyecto.
Como
siempre sucede, el campo nacional y popular estará demandando, movilizándose y
dando las pulseadas que tenga que dar, para impedir la aplicación de los planes
económicos como los que implementa el gobierno de Mauricio Macri.
Señora
presidenta: creo que a partir de la creación de la Confederación de
Trabajadores de la Economía Popular y del Consejo del Salario Social
Complementario, su integración, las formas de participación y los recursos
económicos para los sectores populares más acuciantes debe ser nuestra
obligación, no solamente para discutir la situación de la pobreza en la
Argentina sino para discutir la demanda que debemos hacer en la discusión con
aquellos que concentran económicamente los recursos, o sea, la discusión
definitiva de la riqueza en la Argentina.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
Sr.
Cleri.- Señora presidenta: en primer lugar quiero
adherir a cada una de las palabras expresadas por los diputados y diputadas del
Frente para la Victoria en el día de hoy con respecto a este proyecto de ley.
Por supuesto, saludo los puntos de acuerdo para tratar el segundo proyecto, que
es muy importante y que viene a resolver los problemas que generó un DNU ‑que
en su momento rechazamos en la comisión bicameral‑ del gobierno de
Mauricio Macri, que hacía que muchos más trabajadores argentinos pagaran el
impuesto a las ganancias.
La
señora diputada Raverta describió con claridad en qué consiste este proyecto de
ley, cómo era el proyecto que venía del Senado y cuáles son las diferencias y
modificaciones. Describió este proyecto de ley consensuado entre el oficialismo
y gran parte de la oposición, que seguramente terminaremos aprobando.
El
eje central de este proyecto de ley está en su artículo 1°, y es la prórroga de
la emergencia. En el año 2015, al aprobar el presupuesto nacional para el 2016,
antes del período del balotaje, el bloque del Frente para la Victoria ‑tanto
en esta Cámara como en el Senado‑ votó la prórroga de la emergencia
social hasta diciembre de 2017. Me estoy refiriendo a la ley 27.200. Esa nueva
prórroga, junto con la prórroga del impuesto al cheque y la aprobación del
presupuesto nacional, tenía por objeto darle previsibilidad al futuro gobierno
que asumiría en la Argentina. Lógicamente, nosotros esperábamos que en el
balotaje ganara Daniel Scioli.
Es
decir que en forma anticipada estábamos dando a quien triunfara en las
elecciones las herramientas necesarias para que puediera gobernar durante todo
el año 2016 y también en 2017. Pero el resultado de toda herramienta depende de
quién la utilice, es decir, puede terminar siendo beneficiosa para los
argentinos o los trabajadores, o puede terminar siendo perjudicial; por
ejemplo, un martillo se puede utilizar para construir o para destruir.
Nosotros
prorrogábamos constantemente la emergencia, principalmente por la debacle
económica de la Argentina a la que nos llevaron las mismas decisiones
políticas, económicas y culturales que estamos viviendo a partir del 10 de
diciembre hasta la actualidad. Hubo momentos y hechos políticos anteriores, en
otros gobiernos, pero terminaron de consolidarse o expresarse en el gobierno de
De la Rúa.
Esta
herramienta permitía al Estado nacional negociar con las privatizadas y
negociar en los tribunales internacionales. El Estado nacional lo utilizaba
para cerrar esos juicios y recuperar autonomía, libertad; y por supuesto, no
solo soberanía política sino la posibilidad de tener autonomía económica y
desde ahí generar el círculo virtuoso de un proyecto político, que era la
inclusión social y generar más de 6 millones de puestos de trabajo para seguir
avanzando.
Por
supuesto, a todos nos dolía lo que faltaba, porque para algo en una democracia
hay procesos electorales, propuestas, ideas y un debate parlamentario que tiene
que tomar la iniciativa para que lo que esté faltando lo podamos consensuar y
seguir avanzando para lograr el bien común.
En
el proyecto de país como el que nosotros teníamos hasta el 10 de diciembre de
2015, esas herramientas estaban puestas al servicio del pueblo. En cada uno de
los programas que con claridad se llevaban a cabo a lo largo y a lo ancho del
país, como los del Ministerio de Desarrollo Social, se atendían las distintas
demandas, buscando organización y dando las respuestas necesarias.
A
partir del 10 de diciembre vimos que, más allá de haber sido aprobados
distintos proyectos de ley, algunos se terminaron aplicando en su totalidad y
otros no. Yo quiero que este proyecto de ley se aplique, aunque creo que pudo
haber sido mucho mejor. Por supuesto, tenemos muchísimas cosas más para seguir
haciendo, pero de otra manera. Por ejemplo, sancionamos la ley para las pymes
pero no está reglamentada, con lo cual las pymes todavía no tienen una
respuesta en materia del incentivo económico que necesitan para poder seguir en
esta coyuntura macroeconómica negativa por las decisiones de política económica
que tomó el gobierno de Mauricio Macri. Simplemente se reglamentó un artículo:
el de la prórroga para pagar el IVA, pero el resto de los artículos no están
reglamentados. Tampoco reglamentaron de manera correcta, aunque después lo
terminaron haciendo de manera incorrecta, lo del blanqueo, metiendo por la
ventana a los familiares.
Esto
hace que el gobierno no tenga credibilidad y avance sobre el Congreso Nacional,
donde hoy estamos sancionando una ley que prorroga la emergencia social y que
faculta al jefe de Gabinete –que ya tenía esa facultad en la ley de
superpoderes‑ a administrar los recursos excedentes del Estado y girar
partidas a distintos programas de acuerdo a la coyuntura. Estos programas ya se
estaban llevando a cabo en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, con
otras modalidades y exigencias, que tenían que ver también con la capacitación,
la formación y el programa FINES.
- Ocupa la Presidencia el presidente de la
Honorable Cámara, doctor Emilio Monzó.
Sr.
Cleri.- Por eso, señor presidente, nosotros vamos
a acompañar este proyecto, pero quiero que haya coherencia. Esta última tiene
que estar fundada en que se debe trabajar en la búsqueda del bien común, no
tiene que haber oportunismo y tampoco ceder banderas o convicciones. No puede
ser, y es paradójico, que algunos le tengan mucha más paciencia a la ministra
Carolina Stanley que a la propia ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández
de Kirchner.
Señor
presidente: como dije, vamos a acompañar este proyecto de ley, aunque –reitero‑
creemos que podría ser mucho mejor. Creemos que es un paliativo a una coyuntura
que han generado ustedes, respecto de la cual el diputado Axel Kicillof dice
que es una tormenta perfecta. Pero como peronistas, siempre buscamos la
justicia social. Para lograr esta última tiene que haber muchísimos más
trabajadores, y para esto último tiene que cambiar este rumbo económico, que
nos está llevando a los peores momentos de la historia argentina que ya
vivimos. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
Sr.
Pereyra.- Señor presidente: lamentablemente hoy
nos vemos en la necesidad de tratar una ley que declara la emergencia social y
laboral porque en once meses de gobierno de Cambiemos más de 200.000
trabajadores perdieron su empleo formal, muchos más trabajadores perdieron su
trabajo precario, y más de un millón y medio de argentinos cayeron bajo la
línea de pobreza. Esto ocurrió por la aplicación de políticas económicas
neoliberales.
Esta
película ya la vimos y sabemos que termina mal. Como sabemos, son los más
pobres los que sufren las peores consecuencias. Pero no deberíamos estar
votando esta iniciativa, que en definitiva terminará siendo un parche
transitorio al problema, sino que deberíamos estar votando leyes que cambien el
rumbo económico, generando empleo digno, fomentando la producción de bienes y
servicios, sosteniendo la demanda a través del salario y pensando en el mercado
interno.
Señor
presidente: quiero comentar mi experiencia como intendente durante dos
períodos, uno en la década del 90 y otro de 2007 a 2015. Lógicamente, me voy a
referir al plano social. En la década del 90, en la Dirección de Acción Social
se hacían largas colas porque se atendía a 250 o 300 personas por día, lo cual
era una barbaridad porque estamos hablando de ciudades del interior del
interior. Cuando volví a la intendencia, en 2007, no teníamos demanda. Por
supuesto, la Dirección de Acción Social seguía existiendo pero atendía otras
cuestiones, como guarderías, etcétera. Entonces, ese dinero lo aplicamos en
obras, con recursos genuinos.
Pero,
lamentablemente, señor presidente, el gobierno eligió un camino equivocado y
gobierna para los ricos: quitó las retenciones a las agroexportadoras y a las
mineras, condonó deudas a las empresas eléctricas, otorgó un tarifazo, devaluó
y se endeudó; es decir, todas medidas para los que más tienen.
Ese
es el problema: el modelo económico que asfixia a las pequeñas y medianas
empresas, que elimina puestos de trabajo, que vuelve a generar pobres y
excluidos, incrementando una vez más la deuda externa, que volverán a pagar
millones de compatriotas. Eso es lo que hay que cambiar: el modelo neoliberal.
Al
comienzo de la gestión se prometió pobreza cero. Pero la pobreza cero no existe
en América. El país número uno en cantidad de pobres es México, el segundo es
Brasil y el tercero es Estados Unidos, tomando la cantidad de pobres, no el
porcentaje sobre la población.
Deseamos
que en el año 2017 logremos como argentinos bajar la pobreza que subió este
año, es decir, ese millón y medio de nuevos pobres, y que en los dos años
restantes el gobierno tenga la suerte, corrigiendo todo, de disminuir un millón
y medio de pobres por año, es decir, tres millones.
Creo
que respecto del tema de la pobreza cero habría que decirle al señor Durán
Barba que la termine, porque en campaña todo vale, pero hace poco he escuchado
a funcionarios decir que están trabajando por la pobreza cero, cuando eso no
existe.
Aquí
siempre han existido pobres, solo que ahora se han incrementado, pero van a
seguir existiendo. Entonces, estas palabras son para que la democracia, la
política, los partidos políticos, logren tener credibilidad en la gente, porque
no sé si los argentinos van a esperar a que ese 32 por ciento de pobreza baje a
cero. Es imposible ni en diez gobiernos o cuarenta años de Cambiemos como oficialismo.
Por eso, por ser una persona de buenos deseos, les pido que terminen con lo de
pobreza cero porque jamás se va a ver.
En
nombre del partido que represento quiero decir que voy a apoyar esta ley
paliativa, que atiende a la emergencia pero no soluciona los problemas de
fondo. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por Mendoza.
Sra.
Huczak.- Señor presidente: cuando hablamos de
emergencia social, de pobreza, de familias en estado de vulnerabilidad, de
trabajo informal, no podemos estar ajenos a que todos esos sectores forman
parte de nuestra sociedad; sociedad que hace muchos años viene con políticas de
Estado en el área social que no funcionan. Seguimos haciendo las mismas cosas,
con los mismos resultados negativos.
Por
eso hoy, con la prórroga de este proyecto de ley de emergencia, apoyamos y
estamos convencidos de que va a ser un buen camino para lograr que estos
programas y proyectos mejoren la situación de muchas personas. Para mejorar la
situación de estas personas debemos controlar quiénes forman parte de estos
programas sociales; debemos saberlo, manejarlo y controlarlo, tanto a corto
como a mediano plazo.
Tengo
que poner énfasis en que no podemos seguir con el asistencialismo, porque no es
el camino para lograr que las familias se independicen en lo social y en lo
intelectual. Nosotros tenemos que apostar al progreso, a que todos ellos tengan
una buena calidad de vida con igualdad de oportunidades. No debemos asistir
sino contener, y este proyecto que hoy estamos tratando busca eso: contener y
modificar lo que son los programas sociales y planes sociales y pasar a lo que
es el salario compensatorio.
Señor
presidente: aprobar una ley de emergencia no significa que se termine con la
pobreza sino que vamos por el camino adecuado para mejorar la situación y la
sociedad en que vivimos. Pero si nosotros no nos comprometemos, si no volvemos
a esa sociedad del respeto, donde el vínculo familiar era lo primordial, una
sociedad con una adecuada calidad de educación y salud públicas, no vamos a
poder modificar nada.
Cuando
digo que aprobar una ley no significa que se terminen los pobres, quiero decir
que necesitamos la participación de todos, no sólo de los legisladores sino de
todos los sectores de la sociedad, tanto de las ONG como de los empresarios,
los empleados y demás.
Señor
presidente: apoyo la prórroga de la emergencia social, espero que no exista más
emergencia social y que todos colaboremos y trabajemos para igualar las
oportunidades de todos los argentinos. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por Catamarca.
Sra.
Mercado.- Señor presidente: voy a intentar ser
breve en mi intervención y solicito la inserción en el Diario de Sesiones del
resto de mi exposición.
Ya
se ha dicho mucho aquí, pero lo importante es destacar que existe una voluntad
de acompañamiento al proyecto. Sin embargo, cuando en el intento de abordaje de
temas como la pobreza o la exclusión escucho que vuelven a poner en foco acciones
como la contingencia y la asistencia, no puedo menos que señalar que,
paradigmáticamente, desde la acción de un gobierno inclusivo, hemos tenido una
mirada que hacía foco en el individuo, su promoción, desarrollo, integración e
inclusión en su comunidad.
Señor
presidente: pocas veces los proyectos de ley tienen un nombre tan acertado como
este, emergencia social. Esa es la sensación acuciante que cada vez más
familias, hombres, mujeres, niños, van teniendo mientras el calendario nos
acerca a las fiestas de fin de año.
La
emergencia social es el resultado de la caída del empleo registrado e informal,
de la caída estrepitosa del consumo y el crédito, de la pérdida del salario,
del incremento de la inflación, de la caída en la construcción y del cierre de
empresas, fábricas y cooperativas.
La
emergencia social es el deterioro sostenido de nuestras economías regionales,
es consecuencia de los tarifazos sobre los servicios públicos, del deterioro de
los servicios públicos y del corrimiento del rol activo del Estado.
La
emergencia social es producto del endeudamiento, de la supuesta creencia de que
una lluvia de dólares surgidos de la especulación puede estimular el
crecimiento y el desarrollo productivo de un país.
La
emergencia social la han generado las políticas de este gobierno, con la ayuda
de leyes que han sido aprobadas en este Congreso en este último año.
Fueron
leyes propuestas por el oficialismo y acompañadas por una parte de este
Parlamento, que es el que tiene que defender los derechos de todos. Sin
embargo, muchas veces fueron silenciosos partenaires
de esta violenta contracción de la economía y la ampliación de la población que
vive en condiciones de pobreza e indigencia.
La
emergencia social es la que viven millones de personas hoy en nuestro país. No
es el patrimonio de algunos actores que, cuando se encienden las cámaras de
televisión, promueven destellantes shows
mediáticos con frases altisonantes.
La
emergencia social no se resuelve con parches o con cesiones simuladas. Esta
emergencia es reflejo de un entramado de situaciones complejas que deben
enfrentar cotidianamente miles de familias argentinas.
Esta
emergencia social no es el resultado de la desviación de un modelo económico o
de pequeños errores en el mundo que seguramente alguna mente fantasiosa cree
que se puede corregir.
A
la emergencia social se ha llegado por las medidas de fondo que se han tomado,
por el modelo económico y por un modelo de país que se define muy al norte.
Dicho modelo lo aplican obedientemente en la Casa Rosada, en el Ministerio de
Hacienda o en el Banco Central.
Ante
esa emergencia social, se debe actuar con premura. Hay que tomar medidas,
distribuir riqueza, ampliar derechos, construir redes sociales, organizarse aún
más, sumar actores sociales, políticos, sindicales, etcétera. Es correcto
pedirle a este gobierno que resuelva la urgencia, porque son ellos los que la
han provocado.
No
nos engañemos: la emergencia social –con este modelo- llegó para instalarse. No
alcanza el reclamo para morigerar las consecuencias que un importante sector de
nuestra sociedad necesita superar.
En
este momento no discutimos la necesidad de la ayuda ni de la asistencia. La
discusión de fondo tiene que ver con el modelo, con el endeudamiento, la exclusión,
la pérdida de derechos y el deterioro del empleo.
Apoyamos
el modelo que se está imponiendo en esta etapa de nuestra historia en nuestro
país o confrontamos contra él en forma coherente y sostenida.
Si
vamos a compartir el diagnóstico de que la emergencia social llegó para
quedarse, debemos actuar en consecuencia y sin tropiezos. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Moyano.- Señor presidente: en principio quiero
felicitar a las organizaciones sociales que vienen peleando desde hace tiempo
por un reconocimiento de mayores derechos y garantías para trabajadores que
lamentablemente se encuentran en una situación de precariedad laboral, sin
empleo o con la asistencia de un subsidio otorgado por el Estado.
Quiero
remarcar que esta lucha se vincula con la participación activa y militante de
organizaciones como la CTEP, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y
Combativa.
Otra
cosa me parece importante y tiene que ver con el hecho de que el movimiento
obrero sindicalmente organizado ha acompañado los reclamos por este mayor
reconocimiento de derechos para estos trabajadores que están en precariedad
laboral.
Más
allá de pertenecer a la Confederación General del Trabajo, creo que es
importante que este proyecto que reconoce muchas cuestiones a nivel laboral de
los trabajadores, sea entendido como un puente o un pasaje hacia la formalidad
laboral, el trabajo registrado y que todos estén amparados por la ley de
contrato de trabajo. Los trabajadores tienen derecho de poseer una obra social
administrada por un sindicato que los represente, que cuide el poder
adquisitivo de sus salarios, la fuente laboral y las condiciones de trabajo. Es
importante que éste sea el Norte de los trabajadores con sus respectivas
organizaciones gremiales.
En
ese sentido, quiero destacar el contexto en el que se da la discusión de esta
norma. Es un ámbito en el que aumentan el trabajo precario, el desempleo, la
precariedad laboral, etcétera. Según datos de octubre, la industria cayó un 8
por ciento; la construcción bajó un 19,2 por ciento; además, hay una pérdida
importante del poder adquisitivo porque la inflación aumento 8 o 10 puntos en
relación a 2015. Con las proyecciones anuales de 2016 llegamos a un 43 por
ciento según la estimación de la mayoría de las consultoras privadas. La
inflación del Congreso está fijada en un 41 por ciento para este año. Esto lo
digo porque en la medida en que haya más trabajo informal y precario, podemos
llegar a leer ‑independientemente del optimismo y voluntad que pongamos-
que esto sea un avance hacia la institucionalización de la pobreza y de la
precariedad laboral.
Por
eso destacaba lo de la CGT y que la agenda es compartida. Por eso hablaba del
puente o del pasaje hacia una verdadera inserción laboral y justicia social,
que es en lo que creemos los peronistas y los trabajadores.
Debo
decir que este debate nos lleva a algunas cuestiones que debemos discutir
indefectiblemente, de cara hacia los nuevos paradigmas del mundo laboral.
El
presidente de la Nación hace poco habló de revisar los convenios colectivos de
trabajo. También se refirió a la productividad, palabra a la que no le
escapamos desde la representación sindical ni desde la representación política,
y menos de cara a los cambios que se están dando en el sistema laboral en
cuanto a lo que tiene que ver con la tecnología.
No
creemos que debamos discutir la productividad a partir de la flexibilización
laboral ni a partir de la rebaja de los salarios. No queremos avanzar hacia un
modelo chileno ni que en la Argentina sigan depreciándose los salarios.
Deseamos
discutir productividad copiando el modelo alemán. Lo podemos hacer bajando la
carga laboral. Acá se trabajan 48 horas semanales y en Alemania 39. Podemos
hablar de la participación de los trabajadores en las ganancias, como una forma
de que ellos sean parte de la productividad que generan con su fuerza de
trabajo. Estamos dispuestos a discutir todo esto, pero no la precarización
laboral que se asoma a partir de las declaraciones del gobierno.
Nuevamente
celebro la posibilidad de avanzar hacia el reconocimiento de derechos para un
sector importante y notorio del mercado laboral. Siempre debemos tener en
cuenta que esto es un pasaje, porque la verdadera justicia social para los
trabajadores tiene que ver con un trabajo digno y registrado. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Mendoza.
Sr.
Abraham.- Señor presidente: prácticamente se ha
dicho casi todo. Estamos de acuerdo en la aprobación de este proyecto. Como
peronista no podía hacer otra cosa que acompañar su sanción.
Evidentemente,
diferimos en el estado de situación y por qué ocurre esto. La gran mayoría ha
dicho que esto es consecuencia de las políticas económicas del gobierno actual.
Por esto creo que el oficialismo debe llamarse a la reflexión, ya que con las
políticas económicas neoliberales éste no va a ser un proyecto de emergencia,
sino de permanencia. Simplemente,
los llamo a la reflexión. La verdad es que estamos en un buen día porque con
este proyecto y con el que trataremos luego se va a dar soluciones al trabajo
informal y formal.
Le
pido al oficialismo ‑sobre todo, al presidente de la Nación‑ que
respete la voluntad de este Congreso y de estos legisladores que van a
acompañar esta norma y la que se tratará a continuación. Pido al presidente de
la Nación que no ejerza el derecho al veto, que le corresponde, pero votarán
los representantes de la gran mayoría del pueblo argentino.
Pido
que se respete el Congreso, la división de poderes, la institucionalidad y lo
que cada uno de los legisladores significa para su pueblo. Pensemos que tal vez
mañana puede ser un día mejor para los trabajadores informales y también para
aquellos trabajadores que tienen que pagar el impuesto a las ganancias.
Señor
presidente: no quiero tomar más tiempo porque el próximo tema merece un
tratamiento urgente, así que le voy a solicitar permiso para insertar el resto
de mi exposición. Transmita al presidente
Macri el pedido de que respete la voluntad de este Congreso de la Nación, que
oportunamente acompañe las decisiones y que no ejerza ese derecho de veto que
muchas veces puede traer consecuencias nefastas para todo el sector del trabajo
y la producción argentina. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por Santa Fe.
Sra.
Copes.- Señor presidente: en primer lugar,
quisiera detallar las leyes que han prorrogado esta emergencia social desde
2002, para ubicarnos en el tema. Se trata de las leyes 25.561, 25.820, 25.972,
26.077, 26.204, 26.339, 26.456, 26.563, 26.729, 26.896 y 27.200. Esto es una prueba de prórrogas durante la
década ganada. Este no es un tema nuevo.
Centralmente,
me preocupa que se comprenda que la igualdad se consigue con la construcción de
ciudadanía, puesto que ésta tiene que ver con un trabajo digno. No se puede achacar a este gobierno el origen
de la situación en la que estamos porque la recibió de esta manera.
Quisiera
ejemplificar esta dimensión con algo pequeño. El gobierno recibió un déficit
histórico del 7 por ciento del PBI. Si
nos referimos al empleo público, más allá de que no voy a mencionar una
cuestión que tenga que ver con su menoscabo, ¿qué pasó de 2003 a 2015? Pasamos
de 1.800.000 a 3.200.000 trabajadores. Pensemos que por una cuestión de mayor
prestación de servicios y por el crecimiento vegetativo, la necesidad de este
sector pudo haber aumentado en unos 400.000 puestos, y además redondeemos en un
millón los empleos generados por falta de creación de empleo genuino que se
encubrió con empleo público estatal.
La
masa salarial de ese millón equivale a 350.000 millones de pesos por año. Para que se dé una idea, señor presidente, si
vendiéramos los 55 millones de toneladas de soja de la Argentina, ello
representaría 220.000 millones de pesos. Si vendiésemos las casi 50 millones de
cabezas vacunas del país, ellas representarían 250.000 millones. Esto lo digo para que se vea lo que
representa este encubrimiento irresponsable por la falta de crecimiento y por
la falta de creación de empleo genuino, encubierto ‑insisto‑ con
empleo estatal.
Verdaderamente,
esto es más que preocupante. ¿Cómo
cubrió el gobierno anterior estas cuestiones?
Emitiendo y creando inflación, los peores flagelos para la clase
asalariada. Hoy aquí se dice que se
quiere bajar la inflación con recesión, pero es necesario entender que la
inflación es la que crea la recesión.
Recordemos las medidas que ha tomado este gobierno: leyes de primer
empleo, emprendedurismo y de pymes y de micropymes, devolución del 23 por
ciento del IVA, reparación histórica a los jubilados, aumento del mínimo no
imponible para el impuesto a las ganancias. Entre ellas, solo el aumento del
mínimo no imponible representa 50.000 millones, mientras que el resto de las
nombradas resulta en 70.000 millones de pesos.
Este
gobierno ha puesto en el bolsillo de los argentinos 120.000 millones de
pesos. ¿Qué lo ha licuado? La inflación. Esto ha sido reconocido por los
propios señores diputados sindicalistas presentes en este recinto. La verdadera
solución está en la corrección de la macroeconomía, en la lucha contra la
inflación, en la credibilidad, en el financiamiento y en el sinceramiento de
las condiciones para que haya creación de empleo genuino para que de esa manera
se crezca con inversión.
Por
último, quiero hacer un llamado a la responsabilidad de la clase dirigente. Hay
muchos economistas que critican estas medidas, y lo cierto es que esta es una
preocupación constante. Hay economistas que critican estas medidas, pero yo
estoy sumamente preocupada porque esto fue que pensado para la coyuntura y ha
sido prorrogado diez veces durante la década ganada. Si se cumple el objetivo
de pasar a la formalidad y al trabajo registrado, esto verdaderamente será por
un esfuerzo que todos los argentinos haremos por una causa justa.
No
nos olvidemos que esto ha sido el producto de una enmascarada inclusión y,
fundamentalmente, de una política clientelar.
Dar vuelta esto significa recuperar la construcción de derechos y de
ciudadanía, y la recuperación de la dignidad a través de un trabajo formal.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por Corrientes.
Sra.
Ferreyra.- Señor presidente: como bien lo han
explicado mis compañeros del Movimiento Evita que me precedieron en el uso de
la palabra, este proyecto de ley de emergencia social viene a dar cuenta de la
posición del sector de los trabajadores de la economía popular, que son los
nuevos cabecitas negras de este siglo, los desposeídos y los descamisados de
toda necesidad, de todo derecho, quienes están ausentes por no tener un recibo
de sueldo, obra social, aportes jubilatorios ni cuota sindical, por lo que no
tienen derecho a hacer paro y a los beneficios que da la agremiación.
Los
cabecitas negras de hoy, a diferencia de aquéllos de la primera etapa del
peronismo del gobierno del general Perón y de Evita, están en un mundo
completamente distinto. Aquel mundo salía de la Segunda Guerra Mundial bajo el
signo de la producción, y hoy ello está ausente.
Sabemos
que el 1 por ciento de la población mundial tiene la misma riqueza que el 99
por ciento restante; estamos ante un enorme nivel de desigualdad. Hay 62
milmillonarios que tienen igual riqueza que 3.500 millones de pobres. Esto es
lo que nos está pasando y lo que nos pasó en los 90. Este proceso de
concentración se llevó el empleo no solo de los argentinos, sino de millones de
habitantes del mundo. La desocupación que empezó en los 90 se fue haciendo
crónica. Se había generado el concepto
de que era una situación transitoria, pero la verdad es que nos fuimos
encontrando con que no era así.
La
gente que había caído en el universo de la desocupación tenía que realizar
trabajos para sobrevivir y dar de comer a su familia cada día. Eso que algunos
llaman changas o trabajos informales tiene la dignidad de llevar el alimento a
la familia por el esfuerzo propio. No se mendigan planes ni asistencia social,
sino el reconocimiento de la dignidad de ese trabajo que millones de argentinos
realizan cada día, levantándose a la mañana y acostándose a la noche con la
conciencia de haber peleado por esa dignidad y por poder llevar el pan a la
mesa con su trabajo.
El
concepto de paritaria social es parecido al de aquellas épocas y el salario
social complementario para nivelar los márgenes de ingreso de todos, sin
distinción de recibo ni de situación laboral, constituye un acto mínimo de
dignidad.
Estamos
a un año de un nuevo gobierno que prometió pobreza cero y que no tuvo la
posibilidad, la valentía ni la decisión de generar una distribución del ingreso
hacia los sectores más castigados de la sociedad. Los movimientos sociales son herederos de la
resistencia al neoliberalismo y no ONG que se generan para lograr subsidios truchos
o para poner la plata afuera, en el exterior; se trata del ejemplo militante de
mayor solidaridad que he visto en la Argentina.
Los
movimientos sociales no entregan a los demás lo que les sobra, sino que se
sacan el pan de la boca para compartir y asistir a los que se encuentran en la
misma situación. Aquellos que marcharon desde el 7 de agosto pidiendo pan, paz,
tierra y trabajo son los que nos llevaron a debatir este proyecto.
Es
cierto que hubo un flaco patagónico, bizco y desgarbado, que convocó a estos
mismos movimientos sociales y les abrió las puertas de la Casa de Gobierno,
después de decir que allí no iba a dejar sus convicciones. Claro que lo
acompañamos y dejamos los piquetes, porque salimos a buscar la dignidad del
trabajo.
Esas
cooperativas construyeron casas que eran un tercio más baratas que las que
hacía la patria contratista y todos los testaferros o, quizás, habría que decir
“testaferras”, ya que habría que citar el nombre de Calcaterra, quien es el
único que hace obras en este gobierno.
Esos movimientos sociales no vienen acá a
pedir migajas ni limosnas. En todo caso, si uno tuviera que cuestionar los quantum de asistencias, la devolución
del IVA de 300 pesos sujeto a un Posnet fue una ayuda y una dádiva social. Este
es un concepto que permite que no solo vayan a tener aguinaldo social a fin de
año las familias más necesitadas, sino que por primera vez estos sectores, que
no tienen representación y que han estado ausentes, van a tener la posibilidad
de discutir, rama por rama, cada una de las actividades que desarrollan esos
trabajadores, cuál es el nivel de ingreso y las condiciones laborales
adecuadas.
Por
eso, señor presidente, no comulgamos con la moralidad de los que llegan al
final de la marcha bien peinados y perfumados y que vienen a decir que esta es
una entrega de los movimientos sociales, porque esos movimientos sociales
sostuvieron a la patria en los momentos más difíciles de la Argentina y lo van
a seguir haciendo.
Por
Teresa Rodríguez, Ángel Verón, Mauro Ojeda, Francisco Escobar, por cada uno de
los muertos en la resistencia popular, y
por Néstor, Chávez y Fidel pedimos emergencia social y una Navidad sin presos
políticos. Basta de presos por luchar. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la
señora diputada por Buenos Aires.
Sra.
Lospennato.- Señor presidente: hoy es un día para
volver a sentir vergüenza por enterarnos de que no solo nos mintieron con la
inflación, el déficit fiscal y las estadísticas de la pobreza, sino que también
nos mintieron con la educación. Hicieron trampa en las pruebas para medir la
calidad educativa.
Nosotros
tenemos memoria y por más que vengan a rasgarse las vestiduras y a querer
borrar con el codo lo que escribieron con la mano, no nos olvidamos de que
decían que en la Argentina había menos pobres que en Alemania. Sus funcionarios
se ponían colorados cuando alguien les preguntaba: “¿Cuál es el nivel de
inflación, señor ministro? ¿Nos podría decir la inflación, señor jefe de
Gabinete, así como nos dice la hora?” No
lo podían hacer porque habían elegido una política fiscal que se financiaba
cobrando a los pobres el peor impuesto de todos, la inflación.
Este
país vivió la estafa de la inflación y cobró en el pan y en la leche los
millones que se malgastaban en obras públicas que no se terminaron. Se llenan
la boca para hablar de la pobreza los que dejaron un país rico con un 30 por
ciento de pobres. Solamente les pedimos un poco de humildad para que reconozcan
que en doce años de un enorme crecimiento económico no pudieron resolver la
pobreza estructural en la Argentina.
A
los que hoy descubren la pobreza y antes no la nombraban porque decían que no
había que estigmatizar, les deseo realmente que pronto descubran el daño que le
hace la mentira a la sociedad, para que eso no se vuelva a repetir.
Hoy
estamos aprobando este proyecto de ley sobre la verdad, reconociendo una
realidad en el sentido de que tenemos un país en el que hay una gran cantidad
de argentinos que no viven como merecen, que no tienen un empleo formal, hacen
changas, tienen un trabajo precario y no cuentan con los beneficios sociales
que tenemos el resto de los trabajadores.
Muchos
argentinos van a comer a los comedores porque no pueden hacerlo en sus casas,
no pueden ir a la escuela y los que asisten, no logran terminarla. Esa
Argentina nos duele a todos. Esa es la Argentina que estamos reconociendo con
la verdad en este proyecto de ley y por eso nos pusimos como meta la pobreza
cero.
Celebraría
que este fuera un punto de encuentro y unión entre todos los argentinos y que
todos los proyectos tengan como norte la pobreza cero. Porque nosotros no
queremos más pobreza, pero tampoco queremos más clientelismo. No queremos que
usen a los pobres. No queremos más mentiras de los que hablan de un gobierno de
CEO y de ricos, pero no condenan la corrupción de los que, en nombre de los
pobres, se llenaron los bolsillos, llenaron bolsos y valijas con lo que podrían
dar de comer a un barrio completo, solamente vendiendo los Rolex que acumulan
en alguna caja de seguridad, en algún dragón o en algún convento.
Vamos
a votar este proyecto de ley con la seguridad de que nadie le va a pedir a los
que se inscriban en este registro que estamos creando que vengan a vitorear a
ningún funcionario del gobierno nacional. No vamos a anotarles en una libretita
si van o no a un acto político para ver si son dignos de recibir una vivienda.
Eso no lo queremos más en la Argentina.
Vamos
a votar este proyecto de ley porque creemos que es posible una política social
transparente. Consideramos que se puede hacer una política social seria y
transformar los planes sociales asistencialistas en verdaderos planes de
empleo. Por eso, señor presidente, con orgullo, voy a acompañar esta propuesta.
(Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La Presidencia informa que con la exposición de la diputada por
la provincia de Buenos Aires han finalizado las intervenciones individuales y
comenzaremos con los cierres.
Tiene
la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra.
Camaño.- Señor presidente: mucho se dijo esta
mañana y esta tarde con respecto al proyecto que estamos considerando. Hemos
escuchado críticas, más o menos elevadas. Se habló mucho de la pobreza. ¿Y cómo
no hablar de la pobreza, señor presidente, si somos un país con un 32 por
ciento de argentinos sumidos en la pobreza? Es decir, 32 de cada 100 argentinos
son pobres. Repito: 32 de cada 100 argentinos son pobres. Pero, además, 6 de
cada 100 argentinos son indigentes.
En
la década del 70, la pobreza era del 4 por ciento. Es decir que 4 de cada 100
argentinos eran pobres.
En
el 83, cuando recuperamos la democracia y asumió el doctor Raúl Alfonsín, 3,9
de cada 100 argentinos eran pobres.
Ese
es el dato que nos tiene que convocar. Pero ese dato no nos puede convocar al
discurso fácil, a echarnos la culpa o a construir castillos de papel.
El
sistema democrático tiene una deuda con los argentinos pobres. Nosotros, todos
los dirigentes políticos del sistema democrático, tenemos que hacer una profunda
autocrítica y pensar profundamente qué es lo que estamos haciendo mal.
¿Qué
hacemos mal para que, aún con crecimiento, nuestro país siga siendo una fábrica
de pobres?
Luego
de todos estos años de democracia les debemos a los argentinos el empezar a
recapacitar en algún momento y
plantearnos seriamente si lo que estamos haciendo está bien.
La
verdad, señor presidente, es que me temo que vamos a seguir contando pobres. La
realidad nos indica que hay una pobreza estructural que ha llevado a que cientos
de compatriotas nuestros vivan de la economía informal. El mercado del trabajo
es lo que no logramos resolver desde la política. No lo estamos logrando, señor
presidente.
En
1995 se instalaron en la República Argentina los dos dígitos de desocupación. A
partir de ahí, nunca más pudimos resolver de manera constante, progresiva y con
sustentabilidad el drama de la falta de trabajo.
Nunca
nos detuvimos a hacer un análisis concienzudo respecto de lo que pasa con la
generación de trabajo en la República Argentina. Y me temo que tampoco lo
estamos haciendo ahora.
Ese
es el grave problema que hace que hoy estemos reconociendo esta cuestión.
Porque es eso lo que estamos haciendo, por más que acá hubo algunos discursos
para intentar poner en algún lugar el proyecto de ley.
El
proyecto de ley que vamos a votar es el mea
culpa más vergonzoso de la política. Estamos reconociendo que hay millones
de compatriotas que están en la economía informal, que no es más que un título
elegante para decir que hay millones de compatriotas que se las rebuscan y que
le ponen el cuerpo y el corazón todo el día para sacar adelante a su familia.
Ese
reconocimiento tiene que servir para saber que tienen que ser infamantes las
palabras de aquellos que se alzan en contra de los pobres y pretenden
rotularlos para simplificar el drama de la pobreza en la Argentina.
Con
este proyecto de ley, quisiera que hoy pudiéramos reivindicar a los cientos de
trabajadores y trabajadoras informales que existen en nuestro país y que forman
parte de nuestros desaciertos políticos. Tampoco forman parte de ningún clientelismo político,
sino de la necesidad que nosotros, desde la política, no sabemos satisfacer.
Es
muy fácil decir “no quieren trabajar”. Es una manera de tratar de apaciguar las
conciencias. Pero aquellos que detentamos el poder económico, político y
laboral sabemos que ningún pobre quiere ser pobre. ¿O alguien cree que a algún
pobre le gusta vivir en la villa? (Aplausos.)
¿O alguien cree en serio que una mujer, a los catorce años, se embaraza por un
programa social? Es una infamia. (Aplausos.)
Es una infamia que forma parte del discurso de aquellos que jamás han puesto
sus zapatos en una villa.
Señor
presidente: en este trabajo de votar un proyecto de ley, estamos reconociendo
el trabajo informal. Eso es lo que estamos haciendo. No pretendamos hacer
ningún discurso altisonante; no cabe hacer ningún discurso altisonante,
muchachos.
Con
este proyecto de ley lo único que hacemos es decir que los excluidos ‑como
dice el Papa Francisco‑, los que son más, tienen que estar
institucionalizados, ser visibles y tener representación, la que debe ser
respetada por el Estado.
Es
cierto que hubo un momento de gran crisis en la Argentina en la que dimos un
primer paso para la generación de ese espacio de consulta y de decisión, que
son esos lugares donde pretendemos que los trabajadores informales y sus
representantes tengan la legalidad que corresponde.
Bienvenido sea que lo pudimos hacer. Es un
pequeño paso de muchos otros grandes pasos que tenemos que dar. La realidad
también nos indica que si seriamente queremos llegar a “pobreza cero”, debemos empezar a pensar que no solamente se
trata de la canasta básica alimentaria. Se trata de algo mucho más importante,
como el hábitat, los servicios y alcanzar los niveles educativos que le
permitan a cada uno de los argentinos tener la oportunidad de desarrollarse.
Alcanzar
la pobreza cero, señor presidente, implica tener un país en crecimiento y
distribución durante por lo menos diez años a un promedio de un 5 o 7 por
ciento.
¡Qué
lejos estamos! ¡Qué lejos estamos de tener ese país! Ese país requiere
crecimiento, sustentabilidad en el tiempo y vocación política de distribución
equitativa. Ninguna de las tres cosas está ocurriendo hoy. El año que viene no tendremos
un crecimiento de más del 5 por ciento y nada hace suponer que podamos alcanzar
ese nivel en los próximos diez años.
La
distribución de la riqueza es lo más inequitativo que tenemos, porque no
contamos con la vocación de resolver los puntos donde se decide cuál es,
precisamente, la carga impositiva.
El
próximo tema que vamos a tratar está relacionado con la forma en que
distribuimos la riqueza. Lamentamos que el oficialismo no haya tenido la
vocación de construir el diálogo, para que todos los bloques que están aquí
reunidos podamos empezar a dar los pasos necesarios para distribuir mejor la
riqueza.
Nuestro
bloque acompaña gozoso –estoy utilizando una palabra muy cercana a la Iglesia‑
este proyecto de ley que viene a decirnos que los pobres no quieren ser pobres,
que los pobres quieren trabajar y que aun cuando trabajan en la informalidad
quieren tener derechos, representantes y una mesa donde discutir las razones de
sus pobrezas.
Lamento
que, casi cerrando la lista de oradores, la Presidencia advierta que faltan
tantos diputados del oficialismo, porque han sido muchos los discursos de dicha
bancada en orden a este tema. Espero que las ausencias sean solo
circunstanciales. (Aplausos en las
bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
Sr.
Negri.- Señor presidente: quiero hacer una
aclaración. Supongo que no habrá ninguna suspicacia en las palabras de la
diputada preopinante.
Los
diputados del oficialismo no están presentes en este momento porque estábamos
reunidos fuera del recinto. Todos los bloques realizan reuniones, unos las
hacen en el recinto y otros fuera de él.
Creo
que está de más decir que el gobierno ha hecho un gran esfuerzo y que ha
logrado un acuerdo con las organizaciones sociales. Tal como dijo el diputado
Felipe Solá, es la primera vez que tenemos necesidad de pelear, aunque estemos
de acuerdo; parece que hay que sacarse las ganas.
Estamos
destinando 30 mil millones de pesos para este fin en un plazo de tres años. Estamos
haciendo un enorme esfuerzo fiscal. Saludamos esta situación y, por favor,
dejemos de hacernos zancadillas. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Castagneto.- Señor presidente: solicito permiso
para insertar mi discurso, porque tengo mucha información para dar sobre estos
doce años de gestión y todo lo que se ha hecho en referencia a las políticas
sociales. El discurso que pensaba hacer es muy largo y por eso solicito
autorización para insertar.
Tal
como dijo el presidente de mi bloque y los diputados preopinantes vamos a
acompañar este proyecto de ley.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sra.
Carrizo.- Señor presidente: he escuchado
atentamente el desarrollo de este debate. Mi exposición va a ser muy breve.
Me
parece interesante marcar tres puntos para enriquecer este debate, si es
posible, sobre emergencia social. En primer lugar, ¿de qué hablamos cuando nos
referimos a la emergencia social en la Argentina? Esta es una frase que dice
mucho, pero explica poco. Y cuando explica lo hace mal y con un hashtag de campaña: viejos problemas,
nuevas herramientas.
La
emergencia social en la Argentina tiene que ver con viejos problemas y hoy
estamos utilizando una vieja herramienta. Empecemos por la herramienta.
La
emergencia social empieza el 6 de enero de 2002 durante el gobierno del ex
presidente Duhalde, y sucesivamente se va prorrogando durante los gobiernos de
Néstor Kirchner y Cristina Kirchner. El proyecto de ley en consideración está
prorrogando la emergencia, por lo que no estamos creando ninguna herramienta
nueva ni estamos resolviendo con nuevos elementos antiguos problemas que antes
no teníamos. Entonces, en esto no hay ninguna novedad. Seguimos administrando
la capacidad de supervivencia y no el desarrollo de la pobreza estructural del
país.
La
segunda cuestión es la siguiente: ¿cuándo nace esto? Acá se han mencionado
fechas que no son correctas, porque se hizo alusión a la dictadura y al
capitalismo salvaje. A esta altura del debate creo que tenemos que sincerarnos.
Esto no tiene que ver con la dictadura, sino con lo que produjo la democracia.
No
se trata de ser endogámicos. Durante la década del 90 surgió el concepto de los
nuevos pobres de la Argentina. No lo dijeron los políticos, sino muchos
sociólogos o historiadores como Javier Auyero, que habló del nuevo peronismo,
Steven Levitsky ‑en el libro La
Transformación del Justicialismo. Del
Partido Sindical al Partido Clientelista‑ y Maristella Svampa.
La
política de la informalidad por la pobreza estructural surge en la década de
los 90 y no es una herencia de la dictadura ni tiene nada que ver con el
capitalismo salvaje, porque pasaron 12 años de abundancia con un gobierno que
tuvo mayoría en las dos Cámaras, salvo durante dos años. Estamos aplicando
viejas respuestas a viejos problemas.
Por
lo tanto, no estamos legislando con una herramienta novedosa y esta es una
responsabilidad de la dirigencia política de la democracia. No tiene nada que
ver la dictadura en este costo social.
En
tercer término, celebro que lleguemos a este acuerdo, pero si estamos
repitiendo la norma, ¿cuál es la novedad? Yo creo que hay una novedad, pero es
política, y no tiene nada que ver con el dinero que se aporta a esta
herramienta ni con los protagonistas que lo van a recibir.
La novedad es que por primera vez un gobierno
no peronista puede pactar la paz social con movimientos populares que
representan a un electorado normalmente asociado al peronismo. En este punto
quiero disputar con el periodista Verbitsky, quien ha denunciado la negociación
de la paz social como una traición. Esto me parece una novedad política. Aquí
no hay que hacer ninguna denuncia, sino simplemente una celebración. Estamos
frente a la novedad de que podemos negociar que la pobreza no se utilice como
una herramienta de conflicto social.
Además,
como dirigencia política nos estamos repitiendo. Para quienes padecen la
pobreza, que no es un recurso de politización, sino una tragedia social y
colectiva, les puede cambiar la vida.
Como
dirigencia política es importante justamente lo que ha denunciado el periodista
Verbitsky. No hay ninguna traición en lo que se ha hecho. Lo importante es
despartidizar lo que tantos sociólogos han denunciado: la desigualdad, el
dominio y el clientelismo de la pobreza estructural en la Argentina. Insisto en
que esta es la novedad y no hay ninguna traición en ello.
Esta
situación me parece que es un aprendizaje colectivo de los movimientos sociales
y también una fortaleza de un gobierno no peronista que tiene minoría en ambas
Cámaras del Congreso de la Nación y que está haciendo un esfuerzo fiscal enorme
para dar a los sectores informales de la Argentina un monto equivalente a dos
presupuestos del Poder Judicial. Para una situación de escasez, no es mucho,
pero la verdad, tampoco es poco. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Se va a votar nominalmente en general el dictamen de mayoría de
la Comisión de Presupuesto y Hacienda recaído en el proyecto de ley por el que
se prorroga la emergencia social hasta el 31 de diciembre de 2019 en los
términos de la ley 27.200. (expediente 8.438-D.-2016.)
Sra.
Donda Pérez.- Señor presidente: en virtud de que
se trata de un acuerdo al que se llegó con mucho esfuerzo y de que no hay
ninguna propuesta de modificación de la redacción, solicito que se vote
nominalmente en general y en particular, si es que todos están de acuerdo.
Sr.
Presidente (Monzó).- Si existe asentimiento, así se procederá.
- Asentimiento.
Sr.
Presidente (Monzó).- Entonces, se va a votar nominalmente en general y en particular.
-
Se practica la votación nominal.
- Conforme al
tablero electrónico, sobre 233 señores diputados presentes, 227 han votado por
la afirmativa y 1 por la negativa, registrándose además 4 abstenciones.
Sr. Secretario (Inchausti).- Han
votado por la afirmativa 227 señores diputados y 1 por la negativa; hubo 4
abstenciones.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Tierra del Fuego.
Sr.
Roma.- Señor presidente: solicito que se deje
constancia de mi voto por la afirmativa.
Sr.
Presidente (Monzó).- Así se hará, señor diputado.
AQUÍ VOTACIÓN NOMINAL
Sr.
Presidente (Monzó).- Queda sancionado el proyecto de ley. (Aplausos
en las bancas.)
Se
comunicará al Honorable Senado.
- 23 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Corresponde considerar los dictámenes de la Comisión de
Presupuesto y Hacienda recaídos en el proyecto de ley sobre modificación de las
deducciones y escalas de la Ley de Impuesto a las Ganancias. (Orden del Día
N°1.113)
AQUÍ ORDEN DEL DÍA
N° 1.113
Sr. Presidente (Monzó).- En consideración en general.
Tiene
la palabra el señor diputado por Santa Fe.
Sr.
Laspina.- Señor presidente: vamos a dar inicio al
debate de este proyecto de ley tan importante para muchos argentinos.
A
lo largo de este año hemos hecho un gran esfuerzo en materia de mejora de la
alícuota del impuesto a las ganancias de los trabajadores. El gobierno del
presidente Macri ha decretado un aumento importante del mínimo no imponible,
que operó desde principios de este año, y ha tenido un costo fiscal de unos 55
mil millones de pesos. Para que tengamos una idea, este monto equivale a lo que
se gasta anualmente en la asignación universal por hijo en la Argentina.
Ha
llegado la hora de discutir lo que era una gran injusticia, es decir, las
escalas del impuesto a las ganancias, ya que desde 1999 no habían sido
actualizadas. Esto generaba una enorme injusticia para los trabajadores
alcanzados por el impuesto a las ganancias, porque prácticamente tenían la misma alícuota
impositiva, fuese cual fuese su posición. Es decir, paga lo mismo hoy en la
Argentina el dueño del camión que el camionero, el presidente del banco que el
gerente del banco o el cajero de la sucursal. Esta era una enorme injusticia
que había que reparar.
Sabemos
que estamos en un escenario en el cual la Argentina tiene por delante el
importante desafío de ir reduciendo su déficit fiscal. Acabamos de votar un
proyecto de ley sobre emergencia social a partir de un diagnóstico que ha hecho
el nuevo INDEC, quien nos dijo que el 32 por ciento de los argentinos está por
debajo de la línea de pobreza.
En
este marco es que el Poder Ejecutivo nacional ha enviado un proyecto al
Parlamento que, por supuesto, se suma al debate de otras iniciativas que están
en consideración hoy en el recinto, y esto genera una fuerte reducción en los
pagos en concepto de impuesto a las ganancias, fundamentalmente en los tramos
medios y bajos de los trabajadores alcanzados por este tributo.
Multiplicamos
por 6 las escalas más bajas y por 3 y medio las más altas, lo que genera una
reducción sustancial en los primeros tramos de los asalariados alcanzados por
el impuesto a las ganancias, que van desde el 80 por ciento en salarios brutos
de 35 a 40 mil pesos al 40 o 50 por ciento de los tramos de salarios de 80 mil
pesos brutos mensuales.
Se
trata de una reforma que mejora sustancialmente el salario de bolsillo de los
trabajadores y pone progresividad respecto a lo que se venía haciendo en
materia de impuesto a las ganancias.
A
raíz del debate de los últimos días y lo que hemos escuchado en los medios de
comunicación han surgido diferentes posiciones respecto a la discusión del
mínimo no imponible.
Pensamos
que es un error centrar la discusión en el mínimo no imponible, y esto lo digo
por varias razones. En primer lugar, con la suba del mínimo no imponible que
hemos implementado este año, la Argentina ha llevado dicho mínimo no imponible,
ese umbral a partir del cual los trabajadores empiezan a pagar el impuesto a
las ganancias, al nivel más alto de Latinoamérica, con excepción de Colombia.
Es el mínimo no imponible más alto del mundo si uno lo normaliza en función del
salario medio de la población.
Además,
hemos tenido un costo fiscal de 55 mil millones de pesos, que se suma a lo que
ahora estamos proponiendo con la modificación de las escalas del impuesto a las
ganancias.
Tenemos
la responsabilidad de gobernar para todos los argentinos y de priorizar en qué
gastamos sus recursos. Acabamos de votar una iniciativa que, además de crear la
institucionalidad de la emergencia económica, le da atributos al jefe de
Gabinete para asignar futuros recursos a los sectores de la economía social, y
ahora estamos discutiendo una norma que impacta en el bolsillo de los
trabajadores, pero no de todos.
Hoy
en día el impuesto a las ganancias es pagado por el 8 por ciento de los
trabajadores de la Argentina, es decir, por el 20 por ciento de los
trabajadores registrados, los que presentan ingresos superiores.
Tenemos
la responsabilidad de llevar a cabo un debate racional que considere que
estamos haciendo una reforma que es justa, pero que no debe excederse por
tratarse del beneficio de los trabajadores de más altos ingresos.
Creemos
que se ha puesto excesivamente el foco en el debate respecto a la discusión del
mínimo no imponible, pero consideramos que está filosóficamente errada.
Obviamente,
la suba del mínimo no imponible había que aplicarla para subsanar los años de
retraso. Esto había generado que muchos trabajadores pagaran el impuesto a las
ganancias solo por el paso del tiempo y la inflación. Pero sabemos que cuando
uno sube un peso el mínimo no imponible, está subiendo la exención para el
trabajador que cobra 40 mil pesos brutos, pero también para aquel directivo de
una compañía que cobra 400 mil pesos brutos.
La
discusión de la progresividad del impuesto a las ganancias debe darse en el
marco de las escalas. Lo que hemos propuesto, señor presidente, es una reforma
que busca el equilibrio entre progresividad en las escalas y racionalidad en el
costo fiscal.
Hace
pocas semanas hemos aprobado aquí mismo una ley de presupuesto para el
ejercicio 2017 –que luego también aprobó el Senado‑ que incluía un costo
fiscal de aproximadamente 30.000 millones de pesos en concepto de la reforma
del impuesto a las ganancias.
El
monto de ese costo fiscal surgió de una discusión que el Poder Ejecutivo
nacional mantuvo con los ministros de Hacienda de las provincias. En esa
discusión se llegó a un consenso respecto de cuál era el costo que podían
afrontar las provincias en materia de reducción de la recaudación por el
impuesto a las ganancias. En ese entendimiento, hemos traído a consideración un
proyecto que respeta precisamente la filosofía de ese acuerdo.
Como
dije antes, se trata de un proyecto que apunta fuertemente a mejorar el
bolsillo de los trabajadores medios alcanzados por el impuesto a las ganancias.
Hoy
vimos en los medios y en el debate público cuáles fueron las posiciones de
algunos bloques que hasta hace poco tiempo eran gobierno, que tenían mayoría en
ambas cámaras y que durante doce años se negaron a discutir una actualización
de las escalas y una reforma al impuesto a las ganancias. También vimos que,
por medio de una conferencia de prensa, quienes ejercieron la conducción
económica de la Argentina hasta hace pocos meses nos están pidiendo que hagamos
en doce meses lo que ellos no hicieron en doce años. Consideramos que este es
un acto de irresponsabilidad que como oficialismo no vamos a avalar. (Aplausos en las bancas.)
Nuestro
deber como Interbloque Cambiemos, como espacio político y como oficialismo es
defender un proyecto de gobierno integral; es decir, se trata de defender a
todos los argentinos. Tenemos la obligación de observar a cada momento cuáles
son las prioridades, los límites y las responsabilidades de gestión, que no
consisten únicamente en tener saneadas las cuentas públicas del gobierno
nacional, sino también en asumir la responsabilidad respecto de las finanzas
provinciales.
Nosotros
no podemos tener una aproximación a las leyes con la búsqueda de una tajada
política en cada una de las discusiones, sin mirar la integralidad de lo que
estamos haciendo ni las señales que le estamos dando al mundo en términos de
cómo está legislando este Parlamento. Nosotros tenemos la responsabilidad de
dar a los argentinos señales de responsabilidad en materia fiscal y de justicia
tributaria, en un país donde, como dije antes, el 32 por ciento de su población
vive por debajo de la línea de pobreza, y donde todavía existe un elevado
déficit fiscal.
Cuando
se discute un impuesto como este, hay que ponerlo en perspectiva. Estamos
hablando de un impuesto que durante doce años no fue legislado, y que ha sido
incrementado de manera sustancial, ya que la recaudación empezó con medio punto
del PBI y ascendió al 1,5 por ciento en el año 2015. Esto se hizo sin que el
Parlamento tuviese la más mínima intervención: simplemente fue producto del
impacto de la inflación.
Nosotros
queríamos resolver el sinsentido que implicaba que muchos argentinos vieran
cómo el salario de bolsillo caía año tras año sin que la discusión se diera en
el Parlamento. Por eso dimos un primer paso con la suba del mínimo no
imponible, mientras que ahora estamos cumpliendo la palabra del presidente
Macri de plantear en las discusiones de este año la reforma de las escalas del
impuesto a las ganancias. Ese es el corazón de la reforma que estamos
proponiendo.
Además
de las mejoras que establece el proyecto del Poder Ejecutivo, que es el
dictamen de mayoría que estamos tratando, hemos incorporado modificaciones que
eran solicitadas por todo el arco de la oposición. Estas modificaciones
consisten en la deducción por alquileres, que es un viejo reclamo de la clase
media; en la deducción por viáticos, que es un viejo reclamo de la
Confederación General del Trabajo; y en el aumento de las escalas del
monotributo, que es un viejo reclamo de los profesionales independientes que
venían exigiendo esa actualización hace mucho tiempo.
Asimismo,
hemos incorporado, para compensar el impacto fiscal de esas medidas, un
gravamen a las apuestas y al juego. Como representante del Estado –y en este
punto creo representar también la visión de la mayoría de los bloques
opositores‑, considero que el juego es una actividad que no debe ser
promovida. Buscamos hacer esto con equilibrio. El Poder Ejecutivo nacional debe
tener la flexibilidad suficiente para adaptar esa carga impositiva y no
comprometer ninguna fuente de trabajo que se haya creado en esa industria, pero
al mismo tiempo para poder cumplir con el objetivo de desalentar esa actividad
y recaudar los recursos que hoy necesitan los argentinos para poder hacer
frente a la reforma.
Todas
estas modificaciones han sido, de algún modo, el fruto de las discusiones que
se han dado en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de esta Cámara, donde se
planteó un mejoramiento del proyecto del Ejecutivo. Pues bien, las hemos
incorporado y hoy las hemos traído para su consideración en el recinto.
Sin
embargo, esto parece no alcanzar. La oposición nos corre el arco, nos pide
gestos, y a la vez cada gesto nuestro no alcanza. Nos corren el arco
sistemáticamente. Pero como Poder Ejecutivo nacional tenemos la responsabilidad
de gestionar racionalmente y de priorizar lo que estamos haciendo con los recursos
de los argentinos. (Aplausos en las
bancas.) Los que nos corren el arco son aquellos que durante doce años no
hicieron nada para modificar la injusticia que significa este impuesto sobre
las espaldas de los trabajadores. (Aplausos
en las bancas.) Son los mismos que ofician de voceros de una reforma
regresiva. Digámoslo con todas las letras y háganse cargo de todo esto. Estamos
generando una reforma regresiva que borra con el codo lo que escribieron con la
mano cuando eran gobierno hasta hace doce meses.
Heredamos
un mínimo no imponible de 15.000 pesos. Esto lo discutí con el diputado
Kicillof en la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Hablamos del decreto del año
2013, que dicho sea de paso fue una aberración jurídica y tributaria que
violaba el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que dice que a igual
trabajo, igual remuneración. Había dos personas haciendo el mismo trabajo, y
mientras una era alcanzada por los beneficios del congelamiento de ganancias
dispuesto por el decreto de 2013, la otra no. Esto quiere decir que una recibía
más remuneración que la otra.
Independientemente
de eso, el diputado Kicillof me recordaba que ese mínimo no imponible hoy
habría sido equivalente a 35.800 pesos. En nuestro proyecto, un trabajador
casado con dos hijos que reciba 35.800 pesos de salario bruto, pagaría ‑si
lo aprueba este Honorable Congreso‑ 216 pesos por mes. Si la distancia
que tenemos respecto del engendro jurídico y tributario que significó el
decreto de 2013 es de 216 pesos, entonces digamos la verdad: esta no es una
discusión técnica, sino política. Se quieren llevar por delante al gobierno
nacional generando un desfinanciamiento de las provincias y del Ejecutivo
nacional que no practicaron en doce años. (Aplausos
en las bancas.)
Los
veo felizmente unidos en esa foto que hemos visto hoy en los diarios, y también
los vemos en la televisión. No voy a hacer la chicana que me hacían ante cada
uno de los proyectos que hemos negociado con distintos bloques opositores y con
cada uno de ustedes, respecto a que no vi el dictamen que se está negociando o
que se negoció entre bambalinas. Ese es el juego de la democracia. (Aplausos en las bancas.) Lo entendemos,
no les voy a hacer esa chicana, les voy a ahorrar esos minutos de disgusto.
Pero
ojalá ese proyecto que han consensuado tan arduamente respete primero la
progresividad de este impuesto, que puedan trabajar más sobre las escalas y no
tanto sobre el mínimo no imponible, porque es un error conceptual lo que están
haciendo. Están tomando una medida que beneficia a los sectores de altos
ingresos.
Espero
que también ese proyecto tenga la necesaria responsabilidad fiscal para no
desfinanciar a las provincias, para que no suceda que vaya al Senado y vuelva a
esta Cámara nuevamente el problema para ver cómo cerramos el agujero fiscal que
se crea. Esa debe ser la responsabilidad, y espero que la oposición haya
logrado ese objetivo.
Para
concluir voy a decir lo siguiente. He dado un ejemplo numérico, con perdón de
lo aburrido que puede ser, para enfatizar y para que la gente que nos está
viendo entienda que lo que se está discutiendo aquí no es un problema técnico,
no es un problema tributario, no es un problema de progresividad, es un
problema político. No hay ninguna coherencia entre lo que se decía hace un
tiempo y lo que se dice ahora.
No
hay ninguna coherencia en trabajar en la suba del mínimo no imponible sabiendo
que Argentina ya tiene hoy el mínimo no imponible más alto de Latinoamérica. No
hay ninguna coherencia en decir a la gente que no estamos haciendo un esfuerzo
de reducción del impuesto a las ganancias cuando los trabajadores de los tramos
medios y bajos alcanzados por el impuesto a las ganancias van a ver una
reducción en el pago de dicho impuesto que va desde el 80 al 50 por ciento de
lo que pagan actualmente. Esa es la verdadera progresividad de nuestro
proyecto. Esto más las incorporaciones de los alquileres, los viáticos y el
monotributo.
Esta
reforma reúne una posición fiscalmente responsable con muchos de los pedidos de
distintos sectores, que también estaban en los dictámenes de la oposición.
Esperemos
que la racionalidad, la sensatez y la coherencia histórica e ideológica
predominen a lo largo de este debate que está empezando ahora y se llegue a una
posición más justa, más equilibrada y más racional, para que los trabajadores
argentinos tengan una reforma digna y justa del impuesto a las ganancias. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Sr.
Kicillof.- Señor presidente: voy a tratar de ser
breve porque este es un tema que ha tenido una enorme discusión en la opinión
pública y una profunda, aunque un poco confusa, discusión a nivel de buena
parte de los especialistas y de los diferentes sectores sociales.
Lo
primero que debo decir es que hoy estamos discutiendo un proyecto de
modificación del impuesto a las ganancias ante una situación que cuanto menos
es incómoda y perturbadora. El Poder Ejecutivo nacional actual, que nos gobierna,
hizo una campaña electoral citando puntos sobre los que podemos tener alguna
controversia, principalmente porque tiene una tendencia a asesorarse con
quienes cosechan la disciplina del marketing político.
Durante
la campaña de Macri nos tocó observar muchísimas afirmaciones abstractas y
generales y pocas precisiones. Ahora, todos los que estamos en esta Cámara
sabemos perfectamente bien que hubo una promesa electoral taxativa reforzada
con una publicidad, que creo que fue sacada en el mes de setiembre, un breve
spot en el que aparecía el actual presidente de la Nación diciendo
textualmente: “El Estado no tiene que quedarse con el fruto de tu trabajo. En
mi gobierno los trabajadores no van a pagar el impuesto a las ganancias”. (Aplausos en las bancas.)
A
muchos de nosotros nos tocó ser candidatos, funcionarios o legisladores en esa
campaña, y durante la misma nos acusaron por el solo hecho de plantear nuestros
interrogantes acerca de las cosas que Macri decía y las cosas que el candidato
de entonces no decía, ambas cosas. Nos tacharon de ser especuladores o incluso
de estar haciendo algo que denominaron “campaña del miedo”.
Muchos
de los que están acá y quien habla decíamos que Macri no iba a cumplir con sus
promesas, y que con aquellas cosas que no eran promesas de campaña
probablemente fuera a aplicar medidas de corte neoliberal que iban a generar un
programa económico cuyos resultados estamos viendo.
Pero
nos tacharon de estar orquestando una campaña del miedo. Ha habido -y tengo
conocimiento directo de muchos casos- gente que votó al candidato Mauricio
Macri simplemente porque él dijo que si llegaba a la Presidencia nadie iba a
pagar el impuesto a las ganancias. Y hoy nos encontramos con que no cumplió con
esa promesa, como decíamos en ese momento.
Una
cosa es que por equis motivo defina que no va a modificar el impuesto a las
ganancias o no lo va a anular en su cuarta categoría, lo cual podía pasar, como
también que lo dejara constante, pero otra cosa fue la sorpresa que nos
llevamos. El presidente Macri emitió un decreto en el mes de marzo que fijaba
un mínimo no imponible de 22.000 pesos, y esto ha provocado que de un millón de
trabajadores que pagaban impuesto a las ganancias cuando nosotros terminamos el
gobierno, se pasara a que hoy lo paguen prácticamente el doble.
Esto
no es solo no cumplir una promesa, es no cumplirla doblemente, porque lo que ha
hecho es duplicar la cantidad de argentinos que pagan el impuesto a las
ganancias con respecto al año 2015, que tanto se ocupan de denostar. (Aplausos.)
Ante
esta situación, la verdad es que nosotros como miembros de la oposición
marcamos una serie de puntos importantes. Muchos han hablado de lo que se
conoce en este Parlamento como “teorema de Baglini”, que indica que cuando se
es oposición se dice una cosa, pero se hace otra cuando se es oficialismo.
- Manifestaciones en las bancas.
Sr.
Kicillof.- El gobierno de Macri no se trata de un
caso del teorema de Baglini, sino de estafa electoral: hacer una promesa para
que te voten por lo que prometiste y después no cumplirla y hacer absolutamente
lo contrario, en esto y en otras cosas. Esto es algo que estamos diciendo desde
el primer día, pero en el caso de nuestro bloque, del Frente para la Victoria,
quiero dejar en claro que nuestra posición fue una en el gobierno, fue la misma
en la campaña electoral y es la misma hoy cuando somos oposición. (Aplausos en las bancas.)
Esta
es la refutación del teorema de Baglini, porque el teorema de Baglini es
también el oportunismo que han tenido para buscar votos.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sr.
Kicillof.- No pataleen, esperen…
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sr.
Presidente (Monzó).- La Presidencia solicita a
los señores diputados que guarden silencio, a fin de que el señor diputado
Kicillof pueda continuar su exposición.
Sr.
Kicillof.- Durante los doce años que estuvimos en
el gobierno, con algunos como 2009 y 2012, que fueron de excepción, tratamos de
mantener un criterio, en el sentido de que quienes eran alcanzados por el
impuesto a las ganancias representaran el 10 por ciento de los trabajadores
registrados. ¿Por qué? Porque tanto cuando fuimos gobierno y nos tocó hacer
campaña con nuestro candidato como ahora, que somos oposición, siempre
planteamos lo mismo: creemos que es un impuesto progresivo pero que no debe
alcanzar a dos millones de personas como está ocurriendo ahora –o a dos
millones y medio de contribuyentes, como sucederá en caso de que prospere el
proyecto del oficialismo‑, sino aproximadamente al 10 por ciento de los
trabajadores registrados.
Por
eso durante la campaña electoral nuestro candidato no dijo que iba a eliminar
el impuesto a las ganancias, sino que iba a modificar las escalas y el mínimo
no imponible.
Hoy
estamos en este Parlamento para seguir la misma línea coherente que hemos
tenido durante todos estos meses: apostar a una situación que no perjudique
especialmente a los trabajadores –como pretende el proyecto del oficialismo‑
y, sobre todo, que no marque esta enorme inequidad y doble vara que ha exhibido
el gobierno de Macri, que se ha mostrado generoso perdonando impuestos a los
sectores concentrados o más poderosos, aún después de haber llevado a cabo una
devaluación, lo que de por sí constituye una gigantesca transferencia de ingresos.
Pero
cuando llega el turno de los trabajadores, no es que el gobierno no cumpla con
las promesas de la campaña, sino que simplemente dice “se me acabó la plata y
el que quiera hacer esto no es responsable”. Al respecto quiero decir que
“responsabilidad” es cumplir con las propias ideas, las convicciones y la
plataforma electoral. Eso es responsabilidad, sobre todo respecto de los que
menos tienen. (Aplausos en las bancas.)
En
síntesis, hemos planteado un proyecto que sigue con el mismo parámetro. Nosotros
queremos que los argentinos sepan que el impuesto a las ganancias va a alcanzar
al 10 por ciento que más gana. Esto lo hemos consensuado en este momento con
una buena parte de la oposición.
Nos
disponemos a arribar a un proyecto conjunto que satisface una necesidad de
muchísimos argentinos que se han visto defraudados por el gobierno. Además, el
tema del impuesto a las ganancias debe ser estudiado en su contexto.
Una
cosa es plantear a los trabajadores que los que más ganan deben pagar y otra
muy distinta es hacer eso en un contexto recesivo, de caída del 10 por ciento o
más del salario real, de caída del 8 por ciento en el sector industrial y de
caída del 13 por ciento de la actividad de la construcción, mientras los más
poderosos de la Argentina se siguen llenando de plata porque la política
económica está dirigida exclusivamente a los que más tienen y ganan. (Aplausos en las bancas.)
Este
es un mal plan, que se está aplicando mal y que ha fracasado. El presidente
Macri preguntó cómo había que hacer para reactivar el consumo. Lo que hay que
hacer es votar el proyecto que presenta la oposición porque eso va a reactivar
el consumo y dar posibilidades a muchísimos argentinos de comprar. A su vez,
esto dará posibilidades de vender a otros argentinos, lo que al mismo tiempo
permitirá que otros produzcan.
Este
simple principio que durante doce años generó un crecimiento económico es algo
que realmente este gobierno ha ignorado y atacado, confiando en las inversiones
extranjeras y particularmente en la apertura indiscriminada de nuestra economía
y en los tratados de libre comercio.
Han
tratado de entrar por una puerta que nosotros creemos que es equivocada. Pero
ahora, a partir de los sucesos recientes, observamos que les han cerrado esa
puerta en la cara. Mientras el gobierno busca enriquecer a los argentinos con
improbables inversiones extranjeras, tenemos un mundo que abiertamente se
cierra. Esto es algo que viene haciendo desde hace muchos años.
Si
no se distribuye la riqueza, si no se apuesta a los que menos tienen y si
solamente se trata de seducir a los extranjeros, la Argentina no va a crecer.
En
este contexto es imposible defender un proyecto de modificación del impuesto a
las ganancias como el que ha presentado el oficialismo.
Tienen
que reestablecer el principio de la equidad tributaria. No les pueden perdonar
impuestos a los que más tienen mientras le cobran cada vez más a los que menos
tienen.
En
este sentido, lo que hemos hecho es presentar desde nuestro bloque un proyecto
que cumple con estos parámetros. Por un lado, a fin de que haya una absoluta
certidumbre en cuanto a los índices de actualización, se respeta el criterio de
que solamente se alcance al 10 por ciento de los trabajadores registrados que
más ganan. Esa será la porción que pagará el impuesto a las ganancias. En
consecuencia, el 90 por ciento de los argentinos no estará alcanzado por este
impuesto a partir de la sanción de este proyecto en el Senado.
Por
otro lado, quiero dejar muy en claro que ante esta situación no solamente se ha
manifestado la sensibilidad de nuestro bloque, que sistemáticamente ha venido
alertando sobre los resultados de esta política económica y de muchas de las
leyes sancionadas por este Parlamento. En otras palabras, hemos conseguido, con
una buena parte de los miembros de la oposición, flexibilizar nuestra posición
y proyecto, a fin de arribar a una iniciativa que constituya un verdadero
acuerdo de este Parlamento en el sentido de que ahora, al finalizar el
corriente año, se adopte una medida de política económica que favorezca a los
trabajadores.
Por
lo tanto, quiero expresar mi agradecimiento a todos los miembros de la
oposición que trabajaron denodadamente para alcanzar este acuerdo.
También
quiero dejar en claro que se ha hablado con los diputados y, a través de ellos,
con los responsables de las provincias, que son sus gobernadores, a fin de que
este proyecto que se ha acordado no sea lesivo de las finanzas provinciales.
En
este sentido, quiero señalar que hubo una gran sensibilidad para entender que
si hoy la gente no llega a fin de mes porque sufrió una devaluación, una
inflación del 40 por ciento, una disminución del salario, la aplicación de un
tarifazo y una pérdida del empleo al abrirse las importaciones, reducir hoy y
ante esa situación el peso impositivo del impuesto a las ganancias será también
una medida de reactivación de las economías regionales, del consumo, del
mercado interno y de esa gran olvidada por el gobierno de Macri desde que éste
pronunció su discurso al asumir el cargo, que es la industria argentina. Digo
esto porque ahora hasta se permite la importación de bienes usados.
Debemos
apostar a la industria argentina. Nuestro proyecto apuesta a los trabajadores y
a la industria argentina. (Aplausos en
las bancas.)
Simplemente
voy a señalar algunos de los aspectos del proyecto que consideramos centrales y
que seguramente algunos representantes de los bloques que suscribimos este
acuerdo referido a un proyecto único profundizarán.
En
primer término, se plantea el criterio que he expresado, en el sentido de que
solamente el 10 por ciento de los trabajadores registrados paguen el impuesto a
las ganancias. Se trata de un criterio objetivo, preciso, estable y previsible.
En
segundo lugar, se establece un aumento de las deducciones para los que menos
ganan. Eso va a permitir que la escala que se prevé también sea progresiva. En
otras palabras, se van a actualizar las escalas.
En
tercer término, también se van a actualizar aquellas deducciones que ya
existían pero que tienen que ser objeto de una mejora. En este sentido quiero
destacar un aspecto central debido a que es motivo de una gran preocupación por
parte de las provincias patagónicas. Concretamente, el proyecto contempla la
deducción por zona desfavorable para quienes viven en regiones remotas del país
y deben afrontar un mayor costo de vida, correspondiendo sus salarios a esa
situación. Por eso vamos a elevar la deducción por zona desfavorable al 45 por
ciento.
Por
otra parte, se va a permitir la deducción de los alquileres y de los créditos
hipotecarios. Esto también forma parte de otros proyectos que habían sido
presentados, ya que hubo múltiples iniciativas para consensuar.
Por
otro lado, se exime del pago del impuesto a las ganancias a las jubilaciones
inferiores a los 60.000 pesos mensuales.
Un
punto central de este acuerdo es que los nuevos magistrados del Poder Judicial
pasarán a tributar este gravamen. No podemos seguir con una situación de
injusticia que, a nuestro entender, debe ser solucionada. (Aplausos y manifestaciones en las bancas.)
Asimismo,
se actualizan los montos de facturación y precio de venta del monotributo, y se
permite el ingreso en el plazo de un año. Este tema también es muy sensible.
Respecto
de los recursos, nuestra propuesta consiste en la reinstauración de las
retenciones a la minería, eliminadas por el presidente Macri en sus primeros
días de gobierno. Si tanta preocupación hay por las cuentas fiscales, empecemos
a cobrar más a quienes más ganan.
De
la misma manera, y seguramente quienes hablen luego lo explicarán con más
detalle, hemos acordado que se grave la renta financiera ‑los plazos
fijos y las LEBAC superiores a 1.500.000 pesos‑ y las ganancias de
capital e interés para otros activos financieros cuando dichas ganancias excedan
los 300.000 pesos.
Asimismo,
proponemos que vuelvan a gravarse los dividendos. ¿Sabe por qué, señor
presidente, los bloques de la oposición llegamos a un acuerdo muy importante
respecto de este punto? Este impuesto, cuya aplicación ha sido históricamente
solicitada por los miembros de la oposición, fue quitado en forma transitoria
cuando se aprobó el blanqueo; por eso ahora decidimos que este gravamen
regrese, porque en una situación como la actual es imposible que quienes más
tienen y particularmente aquellos que viven de la especulación, no paguen
impuesto a las ganancias.
Por
otra parte, proponemos que se grave con un impuesto adicional –siempre que lo
permitan los convenios de doble tributación‑ la remisión de utilidades al
exterior.
En
cuanto al juego, acordamos que se graven con un 7,5 por ciento las apuestas online y con un 10 por ciento aquellas
efectuadas en las máquinas tragamonedas.
Por
último, proponemos que se aplique un impuesto a los inmuebles improductivos y
un gravamen extraordinario a las ganancias obtenidas por operaciones con dólar
futuro. ¿Por qué? Porque quienes el año pasado especularon con la devaluación,
cuando llegaron al gobierno devaluaron y obtuvieron ganancias que hoy están
siendo discutidas judicialmente. De todas formas, más allá de lo que dictamine
la Justicia sobre si comprar un instrumento de especulación, participar luego
en las negociaciones, generar después una devaluación y por último embolsarse
las ganancias constituye o no delito, acordamos que quienes se enriquecieron de
esa manera paguen un impuesto extraordinario por el dólar futuro. (Aplausos y manifestaciones en las bancas.)
Estamos
ante un hecho fundamental, ante una novedad en este Parlamento: los bloques de
la oposición hemos demostrado que cuando las medidas del gobierno no son
favorables a los sectores que representamos y con sabiduría, paciencia y
humildad podemos unirnos para llegar a un acuerdo, tranquilamente y con la
frente en alto podemos en conjunto defender los derechos de los trabajadores, de
las provincias y de todo el pueblo argentino. (Aplausos y manifestaciones en las bancas. Varios señores diputados
rodean y felicitan al orador.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sr.
Lavagna.- Señor presidente: hay un hecho que creo
que debemos resaltar.
A
lo largo de este año parlamentario demostramos nuestra vocación de encontrar
consensos en absolutamente todos los proyectos. Esto ha significado que, en
aras de la negociación, debiéramos ceder muchas cosas en las que creíamos. Es
decir que uno va cediendo y, al mismo tiempo, le van concediendo cosas.
Lamentablemente,
respecto del tema en tratamiento no tuvimos posibilidad alguna de buscar un
consenso con el oficialismo. No menciono a ninguno de sus miembros en esta
Cámara porque conozco la voluntad de diálogo que existe en muchos casos.
Partimos
de una base que, a mi criterio, es esencial: ¿qué estamos discutiendo? ¿Solo un
costo fiscal? ¿O tal vez sobre quiénes van a pagar el impuesto a las ganancias?
Lamentablemente, el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo ‑más
allá de algunas modificaciones que le fueron introducidas y que ya comentó el
señor diputado Laspina‑ termina incorporando nuevos trabajadores en el
pago del impuesto a las ganancias. Para nosotros, esta cuestión es –si se
quiere‑ filosófica: no podemos aprobar ninguna iniciativa que implique la
incorporación de nuevos trabajadores en este gravamen. (Aplausos en las bancas.)
Desde
hace tiempo sostenemos –lo dijimos no solo durante la campaña sino también
desde 2013‑ la necesidad de modificar el impuesto a las ganancias para
reducir la cantidad de trabajadores que lo pagan. Hoy, cada vez son más quienes
tributan este gravamen y consideramos que es preciso volver a la normalidad
dando un marco de mayor razonabilidad.
Ese
fue el objetivo que perseguimos hoy: que el día de mañana los trabajadores –los
monotributistas, los autónomos, etcétera‑ y los jubilados cuenten con una
norma que comience a revertir los incrementos de este impuesto que vienen
sufriendo en los últimos años.
Este
año, los trabajadores que paguen impuesto a las ganancias serán más que el año
pasado y el próximo el número será aún mayor. Es cierto que quizás, como decía
el señor diputado Laspina, el aumento sea de 200 pesos; pero son 200 pesos que
hoy no pagan y que el año que viene tendrán que pagar.
No
encuentro justificativo alguno para sancionar una ley diciendo a un trabajador
que el año próximo será alcanzado por el impuesto a las ganancias y que no
estamos dispuestos a gravar la renta financiera. Esto para nosotros es
totalmente inadmisible.
Buscamos
todas las posibilidades habidas y por haber para llegar a un consenso un poco
más amplio que el logrado con los distintos bloques de la oposición. Asimismo,
procuramos tener mucha responsabilidad en términos de costo fiscal. Hemos
recibido llamadas de gobernadores preocupados porque los costos no cierran y la
situación fiscal no da para más. A ellos les pido que se queden tranquilos
porque no es así: los costos fiscales cerraban con los proyectos presentados
originalmente por el Frente Renovador y el Partido Justicialista, y cierran
ahora en este proyecto consensuado porque los márgenes son mayores.
¿Qué
estamos haciendo? Primero, bajamos las pretensiones y tratamos de acercar
posiciones, incluso con el oficialismo, asegurando la responsabilidad fiscal.
Segundo,
incorporamos las escalas propuestas por el gobierno porque entendemos que no
son malas. Quizás, las elaboradas por los bloques de la oposición son un poco
más optimistas y beneficiosas para el trabajador; no obstante, estamos
dispuestos a aceptar las escalas del oficialismo porque no las consideramos
malas. Lo único que hemos hecho fue incorporar, en los primeros tramos,
deducciones adicionales para evitar que nuevos trabajadores comiencen a pagar
el impuesto a las ganancias.
Gracias
a estas modificaciones, reducimos la brecha fiscal, que el gobierno decía que
era de 30.000 millones de pesos, a 20.000 millones. Además, con los gravámenes
que sugerimos incorporar –a la renta financiera, al juego, a las ganancias con
dólar futuro, etcétera‑ podemos decir a los gobernadores que no perderán
un peso de sus recursos provinciales. En esto pueden estar tranquilos.
En
el marco de nuestra vocación de diálogo, queremos buscar un impuesto progresivo
que vaya devolviéndole la racionalidad. Hasta último momento estuvimos
dispuestos a llegar a todos los acuerdos habidos y por haber. Nuevamente,
lamento que el Poder Ejecutivo no haya estado a disposición para alcanzar estos
consensos.
De
ninguna manera aceptaré el mote que nos quisieron poner de irresponsables, de
que no buscábamos llegar a un impuesto que realmente fuera posible de aprobar y
no tuviera efectos negativos para las provincias.
Seguiremos
con algunas premisas básicas que planteamos en los proyectos. Discutimos con
los distintos bloques, incorporamos una serie de exenciones, y creemos que
realmente hemos llegado a una modificación del impuesto a las ganancias que es
progresiva, responsable desde el punto de vista fiscal, que empieza a devolver
la lógica de cuáles son los trabajadores que realmente tienen que pagar este
impuesto y, desde ya, saldamos una deuda pendiente con los jubilados. No podía
ser que jubilados que estuvieran ganando un poco por encima de la mínima
tuvieran que pagar impuesto a las ganancias. Para nosotros eso era totalmente
inadmisible.
Junto
con las modificaciones al monotributo ‑estamos duplicando los montos
actuales, como decía anteriormente el señor diputado Kicillof‑ traeremos
un alivio fiscal muy considerable para la clase media trabajadora, que
mayoritariamente volcará estos nuevos recursos al consumo. Así, estaremos
motorizando el mercado interno, las pymes y dando incentivos a estos sectores
para que se empiece a mover la producción, motorizando a su vez nuevas
contrataciones de trabajadores.
Como
dijimos muchas veces, debemos cambiar el rumbo de la actual política económica;
de lo contrario, esto terminará mal. Esta propuesta apunta a colaborar en este
cambio, considerando la complicada situación fiscal que tiene el gobierno
actualmente. Créanme que estamos dispuestos a cuidar esto. Lo hemos hecho al
momento del tratamiento del presupuesto y lo haremos ahora.
Tampoco
es cierto que el costo fiscal del proyecto del gobierno sean solo 30.000
millones de pesos. Debemos ser sinceros a la hora de discutir cuáles son los
impactos. El impacto del proyecto que estaba trayendo al recinto el gobierno es
de 50.000 millones de pesos. Con las modificaciones que hemos incorporado,
nuestra iniciativa solo está 10.000 millones de pesos por encima del costo del
proyecto del oficialismo, que lo compensamos con creces con las imposiciones
que estamos haciendo a las altas rentas financieras que no tengan destino
productivo.
No
estamos gravando los dividendos de las pymes ni al mercado de capitales que
tenga como destino la producción y la generación de puestos de trabajo. Estamos
gravando la renta financiera especulativa, el juego y aquellas rentas que hoy
tienen una situación beneficiosa particular.
Finalizo
mi exposición porque quiero compartir el tiempo con el resto de los bloques que
han colaborado en el armado del acuerdo al que hemos arribado.
Si
Dios quiere, saldremos de este recinto con una norma que proteja a los trabajadores,
los jubilados, los monotributistas, los autónomos, y dé tranquilidad a las
provincias de que no van a perder un peso de sus recursos. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por Santa Fe.
Sra.
Ciciliani.- Señor presidente: hablaré en nombre
del interbloque Progresista que en febrero de 2016 vino a este recinto con un
proyecto de impuesto a las ganancias en el que se pedía que los casados con dos
hijos cuyos salarios en ese momento no superaran los 40.000 pesos no pagaran
este impuesto. Vinimos con el espíritu de debatir con un nuevo gobierno que
recién iniciaba su mandato el sistema impositivo y todos los temas económicos.
Lamentablemente,
no hemos debatido nada, solamente una imposición sobre un blanqueo que
rechazamos, una imposición sobre un decreto que costó 50.000 millones de pesos
al fisco nacional y a las provincias y no dejó conforme a nadie. Nos hubiera
encantado poder discutir, en ese momento en que tomaron esa decisión por
decreto, una nueva escala del impuesto a las ganancias.
Con
enorme responsabilidad el interbloque Progresista viene a ceder sus
aspiraciones hasta lograr este consenso, donde después de un año de 43 por
ciento de inflación los trabajadores argentinos aportaron el 10 por ciento de
su salario, pagando el impuesto inflacionario.
No
queremos que a partir del 1° de diciembre una directora de escuela pague el
impuesto a las ganancias, mientras que un especulador financiero o que tiene
renta minera no pague impuestos en la Argentina.
Claro
que esto es profundamente político. Podemos resolver las cuestiones técnicas.
Venimos acá para acordar. Hemos hecho un enorme esfuerzo para acordar con la
oposición. No queremos que se transforme en un blanco-negro de oposición versus
oficialismo. Queremos debatir profundamente este tema porque implica una
cuestión importantísima: que los trabajadores y los sectores medios en la
Argentina sientan que el esfuerzo es compartido.
Podemos
garantizar que el empeño es muy grande, y con la escala de impuesto a las
ganancias que plantea el proyecto oficial se benefician los sectores de altos
ingresos, inclusive nosotros mismos. Con la escala que presenta el proyecto del
Poder Ejecutivo nacional, los diputados nacionales nos estamos bajando los impuestos,
y lo creemos injusto. Por eso seguiremos trabajando para lograr un acuerdo que
dé equidad al sistema. (Aplausos en las
bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Romero.- Señor presidente: llegamos a esta
circunstancia y creo que usted podrá interpretar mejor que nadie la intención
de mis palabras.
Hemos
llegado aquí venciendo un montón de obstáculos: nuestros recelos, nuestros
egos, nuestras diferencias. Hemos consensuado a partir de un esfuerzo importantísimo
de toda la oposición, pero lo hemos hecho con política.
Con
toda humildad, queremos dirigirnos a aquellos que quieren prevalecer sobre la
política, a los economistas que hoy quizás están marcando al oficialismo ese
grado de no negociación, de no aceptación de una postura diferente, diciendo
que nos los queremos llevar puestos.
Cuando
en los momentos más complicados tratábamos de darles una mano, hablaban de
gobernabilidad. Hoy estamos planteando una alternativa política para los
trabajadores que pagan un impuesto que todos sabemos que no deben pagar.
Hemos
hecho un esfuerzo enorme para salir de esos prejuicios, miedos o recelos. Lo
hemos hecho con racionalidad y responsabilidad. En ningún momento hemos pensado
llevarnos puestos a nadie, y ustedes lo saben bien. No es el ánimo de ninguno
del arco de la oposición venir a voltear a alguien. Simplemente estamos
discutiendo un impuesto que pagan los trabajadores.
Hemos
venido ofreciendo alternativas, no solo para acompañar la postura que hemos adoptado
la gran mayoría de la oposición. Hemos traído alternativas de financiamiento,
porque nuestra intención no es llevarnos puesto al gobierno ni desfinanciar a
las provincias o al Estado nacional. Creemos que tienen una gran oportunidad, y
les habla alguien que alguna vez tuvo diferencias con el sector al cual
perteneció. Rebélense contra la economía. La política puede más. Hoy es la
noche de la política. La política puede dar respuesta a los trabajadores. (Aplausos en las bancas.)
No
venimos acá a imponer. Esto no es una cuestión de números. Esto no es una
cuestión de aprietes, de si llamo a un gobernador o no lo llamo, de si pongo el
culo en la banca o no lo pongo. Acá venimos a hablar de una realidad que aqueja
a muchos trabajadores y que se debería haber revertido hace mucho tiempo.
Reitero:
hoy tienen una oportunidad. La tenemos todos. Asumámosla. Y si les toca perder,
no piensen que estamos en contra de ustedes. Estamos yendo a favor de los
trabajadores que hoy necesitan una respuesta.
Estamos
terminando un año legislativo, con aciertos y errores de todos los espacios.
Pero creo que hoy la oposición ha demostrado que puede estar a la altura de las
circunstancias, planteando razonabilidad, alternativas, soluciones y, sobre
todo, marcando un camino: dar respuesta a aquellos que lo necesitan. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Pitrola.- Señor presidente: venimos a defender el
proyecto del Partido Obrero y del Frente de Izquierda y de los Trabajadores,
que rescata integralmente el reclamo del movimiento obrero argentino, que es
terminar con la aplicación del impuesto a las ganancias al salario de los
trabajadores porque el salario no es ganancia; en otras palabras, se trata de
poner fin al llamado “impuesto al salario”, como lo bautizó el movimiento
obrero argentino.
Este
impuesto es uno más de nuestro sistema impositivo, que es absolutamente
regresivo. Del salario de un trabajador en la Argentina se va en impuestos entre
el 40 y el 53 por ciento. Hay una medición internacional que establece cuál es
el primer día libre de impuestos del salario. En el caso del asalariado
argentino, especialmente el de mayores ingresos, ese día ronda el 1° de julio,
es decir que los primeros seis meses del año trabaja para pagar impuestos.
Entre ellos, el IVA, el impuesto a los ingresos brutos –que va a los precios‑,
impuestos como el que se aplica a los combustibles –que vía fletes es
trasladado a los precios‑ y el impuesto al cheque, que también va a los
precios. Finalmente, después de saltar todas esas vallas, el que tiene un
ingreso de alguna significación tiene que pagar también el impuesto a las
ganancias, que jamás debió aplicarse a los salarios.
La
clase capitalista argentina se ha desembarazado de la responsabilidad de
financiar al Estado. Poner fin al “impuesto al salario” es para nosotros el
puntapié para una reforma impositiva integral que permita cambiar un sistema
regresivo por un sistema impositivo de carácter progresivo a las rentas y las
fortunas.
¿Cómo
llegamos a este debate? Por un lado, llegamos en el último mes del año, cuando
ya corrió todo el 2016 y más trabajadores pagaron el impuesto a las ganancias,
concretando así una defraudación mayúscula, ya que una de las promesas de
campaña era que se eliminaría este impuesto. Incluso esto se prometió en el
momento del debate presidencial, y no solo lo hizo el presidente Macri sino
también otros candidatos a presidente, como el diputado Sergio Massa. Esto es
muy particular, porque el Frente Renovador, el bloque Justicialista y el Frente
para la Victoria ‑especialmente en el Senado‑ han sido
corresponsables de la agenda parlamentaria que no trató el impuesto a las
ganancias para terminar con él en 2016.
Esos
sectores han acompañado la agenda del gobierno del presidente Macri, que empezó
con el endeudamiento con los fondos buitres y siguió con todo tipo de rebajas
impositivas; por ejemplo, la rebaja a las terminales automotrices. Sin embargo,
a la hora de discutir la aplicación del impuesto a las ganancias a los salarios
nunca hubo tiempo ni acuerdo.
A
este debate también llegamos bajo extorsión. Digo esto porque, como ya se ha
aprobado el presupuesto para 2017, ahora tenemos que discutir hasta el detalle
de la coma para no desfinanciar al Estado. No estamos de acuerdo. Además, en el
presupuesto 2017 se ha votado que el impuesto a las ganancias aumenta un 27,9
por ciento, contra una pauta inflacionaria del 17 por ciento. La pauta
inflacionaria no se va a cumplir. ¿Pero de dónde iba a salir semejante aumento
de la recaudación del impuesto a las ganancias?
Eso
estaba previsto; fue una decisión consciente de quienes votaron el presupuesto
2017. Incluso hubo diputados del Frente para la Victoria que votaron el
presupuesto 2017; si no me equivoco, lo hicieron doce de ellos. Estaba muy
claro que no se iba a terminar con el impuesto a las ganancias, no ya en 2016
sino tampoco en 2017, año en el que este impuesto seguirá afectando a los
salarios.
- Ocupa la Presidencia la vicepresidenta 1ª
de la Honorable Cámara, profesora Patricia Viviana Giménez.
Sr.
Pitrola.- Está muy claro que además este proyecto
debe pasar por el Senado, y allí están los senadores siguiendo órdenes de
gobernadores que han acompañado el ajuste del gobierno de Macri y que están
pensando en la caja en lugar de pensar en cómo resolver esos problemas de caja,
desafectando a los trabajadores de una carga impositiva que jamás debieron
tener.
En
este punto quiero decir algunas palabras sobre este proyecto, cuya letra exacta
todavía no conozco; ha sido informado en una conferencia de prensa. Creo que el
eje de este proyecto ha sido el Frente para la Victoria y que los números se
han fijado en el Senado de la Nación. Quiero decir a todos los trabajadores
argentinos que esos números consagran la perpetuación del impuesto a las
ganancias sobre los salarios, con un nuevo mínimo no imponible de 44.000 pesos
para los casados ‑después hay que hacer las deducciones correspondientes,
con lo cual de bolsillo queda alrededor de un 20 por ciento menos‑ y de
32.000 pesos para los solteros. Hay alguna alteración en la tablita.
Creo
que los autores intelectuales de la confiscación salarial por vía del impuesto
a las ganancias han sido el gobierno kirchnerista y su ministro de Economía, y
el ex ministro Kicillof en toda la última etapa. La prueba está en que acaban
de defender que el 10 por ciento de los trabajadores sigan pagando el impuesto
a las ganancias. Ello representa alrededor de un millón de trabajadores.
¡Están
defendiendo el concepto de que se meta la mano en el bolsillo de los
trabajadores con el impuesto a las ganancias! No estamos de acuerdo. Esto es la
ley Baglini al revés, es decir, el que abandona el poder se pone en opositor y
dice y hace lo contrario de lo que hacía cuando estaba en el poder; en otras
palabras, cuando se alejan del poder, se ponen combativos.
Creo
que las corrientes políticas o los frentes que han gobernado la Argentina son
los que están atrás de este proyecto de consenso. Acá hay un tema muy de fondo,
porque las perspectivas inflacionarias del año que viene son muy importantes.
Hay un factor deflacionario, que es la recesión económica; se está jugando a
una deflación por la vía de la recesión económica. Sin embargo, tenemos tarifas
dolarizadas y una guerra de devaluaciones, en el mundo en general y en América
Latina en particular. Tenemos un dólar que ya pasó los 16 pesos y tiene que
terminar el año 2017 en 18 pesos. No parece que fuera a ser así. Por lo tanto,
aun con recesión, las expectativas inflacionarias son muy importantes y aquí se
están fijando importes que probablemente queden debajo de las paritarias del
año que viene.
El
problema político del movimiento obrero con este tipo de cosas es que después
el nuevo mínimo no imponible o el impuesto a las ganancias en su nueva
modalidad van a ser un factor de contención de las paritarias. Desde luego, el
proyecto oficial es el que hace eje en eso y por ello no se ha movido del 15
por ciento de aumento en el mínimo no imponible.
Nosotros
creemos que hay que definir con claridad qué estamos discutiendo. La posición
oficial es parte de una ofensiva de conjunto contra la clase trabajadora:
despidos, caída del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, revisión de
convenios colectivos a la baja ‑posición reiterada del presidente Macri,
que ha empezado a aplicarse en el gremio petrolero-, empleo basura para
jóvenes, reforma en la ley de accidentes de trabajo contra los derechos
jurídicos. Acá hay una ofensiva para bajar el costo laboral, cuando lo
escandaloso en este país son los costos empresarios, especialmente financieros.
El impuesto al salario es parte de una ofensiva de conjunto.
¿Qué
quiere decir? Que a la bancarrota que dejó el gobierno kirchnerista se la
afronta con una ofensiva en regla contra los trabajadores. Y esa ofensiva en
regla es una política económica que ya ha sumado un año de fracasos. La
devaluación no operó la salida exportadora esperada, todo lo contrario; hubo un
endeudamiento de 40.000 millones de dólares y no hubo tal lluvia de
inversiones. Al contrario, tenemos fuga de capitales y desinversión, y como
mencionamos en el tema anterior, una industria con un 35 por ciento de
capacidad ociosa. Y tenemos como perspectiva que para el año que viene el
propio presupuesto establece un nuevo endeudamiento y una refinanciación de
deudas por más de 50.000 millones de dólares. ¿Cómo van a afrontar las enormes
deudas en letras del Banco Central? Muy probablemente con emisión monetaria, y
ésta va a traer inflación, que se va a devorar el mínimo no imponible que hoy
se está discutiendo en esta Cámara.
Repetimos:
si hoy venimos al Parlamento a discutir un impuesto no es para fijar un nuevo
número en el mínimo no imponible, que lo fijan el titular de la AFIP o los
ministros de Economía, como ha hecho el propio gobierno durante este año. Acá
tenemos que discutir una reforma impositiva para terminar con una distorsión
espantosa, que consiste en que el salario es considerado ganancia. La cuarta
categoría no nació para eso en tiempos de Perón, sino para gravar a los
directivos empresarios, que se fijan un alto ingreso para disimular ganancias
cobrando salarios como directores. Ahí es donde nace la cuarta categoría, y hoy
se la afecta con todo tipo de manipulación, como la bendita tablita, que está
congelada desde 1999, que ahora se altera, pero no en la medida que
corresponde, porque no se le ha aplicado la inflación de estos diecisiete años
sino una corrección totalmente arbitraria que va a consagrar la continuidad del
impuesto a las ganancias en los salarios, que no es lo que viene discutiendo el
movimiento obrero.
El
impuesto al salario llevó al movimiento obrero a varios paros; fue por lo menos
un gran disparador junto a otras reivindicaciones, como la lucha contra la
inflación y en otros momentos por despidos muy importantes, como en el 2009.
Pero hubo paros disparados por la aplicación del impuesto a las ganancias a los
salarios, porque se discutían paritarias y después se perdían las mejoras por
la incidencia del impuesto a las ganancias.
El
movimiento obrero fue al paro porque era una mentira la redistribución de la
riqueza, desde el momento que se estaba pagando serialmente una deuda externa.
Es decir, se confisca al trabajador con el fin de alimentar la usura
financiera. No hay tal redistribución de la riqueza, sino que se alimenta la
patria contratista de los José López y compañía. Otra finalidad que no tiene
nada de equitativa ni de redistribucionista.
Entonces,
digamos las cosas como son: hoy tiene los mismos fines.
Quiero
decir que los sindicatos combativos han fijado posición definitivamente en
apoyo de nuestro proyecto, como otros sindicatos que no forman parte de nuestro
andarivel político en el movimiento obrero, como La Bancaria, que ha ido al
paro por la confiscación que este impuesto significa sobre los salarios de los
trabajadores bancarios, y ha fijado posición por la eliminación de la cuarta
categoría, es decir, del impuesto a las ganancias en el salario de convenio.
La
CGT, que no está luchando ni por esta ni por otras reivindicaciones, y sus
dirigentes diputados que no vinieron a la Comisión de Presupuesto y Hacienda a
defender su posición, sin embargo envió una delegación a la comisión,
encabezada por su secretario de Prensa, que pertenece al gremio del seguro, Jorge
Sola. ¿Qué planteó la CGT? Eliminar la cuarta categoría, y se armó un lío. El
presidente Laspina no lo quería dejar hablar, el diputado Sánchez tampoco. Les
molestó la posición de la CGT, una CGT que no está yendo al paro nacional por
este tema, que ha decretado una tregua en todas las reivindicaciones del
movimiento obrero, pero cuando tuvo que fijar posición, lo hizo en coincidencia
con el proyecto del Frente de Izquierda y los Trabajadores, que plantea
definitivamente que el salario de convenio no pague impuesto a las ganancias.
Alguien
podrá decir aquella vulgaridad de que lo bueno es enemigo de lo mejor. Sin
embargo, en todo este tiempo se ha ido cambiando el mínimo no imponible, y con
el correr de los años, los avatares y las crisis de la política económica, han
ido pagando choferes, metalúrgicos, camioneros y todos los sectores del
movimiento obrero. No es justo que un camionero o un obrero del neumático
paguen impuesto a las ganancias, por ningún motivo.
En
el debate en la Comisión de Presupuesto y Hacienda su presidente me sugirió
ocuparnos de los trabajadores que menos ganan. Le respondimos, primero, que
siempre nos ocupamos; tenemos un proyecto de ley de blanqueo laboral que no lo
quieren tratar; pero hemos respondido que la clase obrera es una sola. En
primer lugar, verdaderamente se llaman salarios a los que hoy están sujetos al
impuesto a las ganancias, es decir los que superan la canasta familiar, que hoy
no está en menos de 23.000 pesos. Pero el salario promedio argentino del mes de
septiembre, según el INDEC, es de 10.771 pesos, y ese es un subsalario, porque
la línea de pobreza está en 12.500 pesos.
Entonces,
estamos defendiendo la unidad de la clase obrera y que el sector que está mejor
organizado, por tener espaldas para la lucha, por ser el que lleva adelante la
defensa de los convenios colectivos de trabajo y un salario equivalente a la
canasta familiar, no quede desprendido del conjunto de la clase obrera. A la
clase obrera se la defiende en conjunto, para que no sufra despidos, para terminar
con los salarios de hambre, para que no vengan a revisar los convenios
colectivos, como plantea el presidente Macri, y que no se aplique el impuesto a
las ganancias a los salarios. Esa es la realidad. ¿Cuántas veces hemos
escuchado a todos los actores del movimiento obrero decir que el salario no es
ganancia? Venimos a defender esa posición.
El
dictamen de mayoría ha sido suficientemente conocido y criticado. Un 15 por
ciento de aumento en el mínimo no imponible está destinado a deprimir los
salarios del año que viene. Los salarios han perdido además un 8 a 10 por
ciento este año. Si el año que viene queremos recuperarlos, como queríamos
hacerlo este año con la reapertura de paritarias, a la inflación del año que
viene hay que sumarle la pérdida de este año. Si lográramos paritarias de esa
magnitud, la cantidad de trabajadores que pagan ganancias habría aumentado de
manera gigantesca; probablemente duplicaríamos la cantidad de trabajadores.
Por
otro lado está el tema jubilación, que para nosotros es un salario diferido.
Como tal, durante la época activa el trabajador ya tributó ganancias. Por lo
tanto, aplicarle este impuesto a los jubilados sería una doble imposición. Lo
que pasa es que no se quiere aceptar el concepto de que la jubilación es un
salario diferido. Por ello nuestro proyecto termina definitivamente con el
impuesto a las ganancias a los salarios de convenio, de carrera estatal,
judicial o docente, para monotributistas y jubilados, colocando tres canastas
familiares de 69.000 pesos como mínimo no imponible para cargos directivos,
gerenciales y para los jueces, que no han sido incluidos en el proyecto
oficial. Ellos son parcialmente tenidos en cuenta en este proyecto de consenso.
Agregamos a legisladores, funcionarios, etcétera.
Queremos
terminar con la aplicación del impuesto a las ganancias a los salarios, como
también con la tablita de Machinea, a la que aplicamos una corrección de
dieciocho veces en todos sus números. ¿Por qué? Porque es la inflación de 1999
a la fecha. Esto es para nosotros un programa del movimiento obrero y de lucha.
Con él vamos a seguir trabajando en los sindicatos argentinos. Lo haremos
porque aunque hoy se apruebe este proyecto de ley y pase en revisión al Senado,
tenemos que ver si el presidente Macri no veta la norma.
Por
eso, más temprano que tarde, será la clase obrera la que tenga que salir a la
lucha por las todas las reivindicaciones y en contra del impuesto al salario.
Por
todos los reclamos, por la reapertura de paritarias, para terminar con los
despidos y con las jubilaciones que están hundidas, por los problemas del
movimiento obrero y para poner fin al impuesto al salario, el 20 de diciembre
estaremos en la Plaza de Mayo con todo el movimiento obrero y las
organizaciones sociales que no han ingresado en la tregua. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Misiones.
Sr.
Pastori.- Señora presidenta: en materia
tributaria podríamos aplicar aquel viejo dicho que dice que “no hay mal que
dure cien años”, y yo agregaría “ni contribuyente que lo resista.”
El
dictamen de mayoría ha sido firmado por el interbloque de Cambiemos. Tiene por
objeto enderezar y reestructurar el impuesto a las ganancias, el mejor impuesto
del sistema tributario argentino al que literalmente destrozaron durante muchos
años. Lo desflecaron.
Los
inventos, sin sustento técnico, difícilmente terminen bien. El gobierno que se
fue hace un año nos tenía acostumbrados a tanta improvisación tributaria que
hoy tal vez nos sirva para explicar por qué en la Argentina no nos va tan bien,
como seguramente merecemos.
Voy
a desmitificar la naturaleza casi diabólica de algunas exposiciones vertidas en
este recinto o en las comisiones en relación con el impuesto a las ganancias. Hay
voces que piden la eliminación del impuesto. Recién las oímos. Esto nos
llevaría a una falta de equidad, por la carencia de fundamentación técnica y
teórica. Agregaría que hasta carece de argumentación filosófica. Digo esto
porque el impuesto a las ganancias quizás esté mal definido, porque si uno lee
la ley, la definición de “ganancia” luego es asimilada a la palabra “renta”. Se
califica a la renta como aquel rendimiento de naturaleza periódica que implica
la permanencia de la fuente productora de esa ganancia o renta. Esto es lo que
en técnica impositiva se llama la teoría de la fuente o el rédito-producto. De
esto se trata. ¿Cuál es el rendimiento de naturaleza periódica? El salario.
¿Cuál es la fuente productora que tiene permanencia en el tiempo? El trabajo.
Mientras subsista el trabajo, genera un rendimiento. Dicho rendimiento es el
salario y esto es lo que la ley del impuesto a las ganancias establece como el
sujeto del gravamen. Quiere decir que desde el punto de vista técnico y teórico
no es cierto que el salario no sea ganancia. Ni siquiera lo es desde el punto
de vista filosófico. El impuesto a las ganancias es el mejor tributo que
contribuye a que el fin extrafiscal de la tributación sea la redistribución del
ingreso. El que más gana, más tiene o más consume es el que más debe contribuir
en beneficio de los que menos tienen, menos ganan o menos consumen. Este es el
principio de redistribución del ingreso que recepta el impuesto a las
ganancias.
Los
impuestos patrimoniales siguen esa lógica, aunque debemos convenir que se
aplican en mucha menor magnitud y dimensión. Los impuestos patrimoniales no son
tan significativos en materia recaudatoria en nuestro régimen tributario.
Por
último, están los impuestos al consumo, que son los más regresivos del sistema
tributario. En ellos se basa en gran medida la recaudación de nuestro sistema.
Por
eso es tan importante el impuesto a las ganancias acá y en el resto del mundo.
En todo el planeta funciona así, gravando los salarios. En nuestro sistema
afecta a la cuarta categoría y al trabajo personal. De lo que se trata es de no
desvirtuarlo ni desnaturalizarlo, como lo ha hecho el kirchnerismo en estos
últimos doce años. Repito: han destrozado el impuesto, transformando el mejor
tributo, el más progresivo y redistributivo del ingreso en algo que casi
equivale a un impuesto más al consumo. Lo han hecho de manera perversa, no
modificando el mínimo no imponible en función de la inflación que el mismo
gobierno desconocía cuando manifestaba que no existía.
Seguíamos
los índices del INDEC de Guillermo Moreno. Fíjense cómo nos fue. Entonces, si
no había inflación, ¿para qué había que tocar el mínimo no imponible? ¿No
estábamos fenómeno? El mínimo no imponible es la cantidad mínima que el
legislador considera que un individuo necesita para su subsistencia en un
período fiscal, en este caso de un año. Es decir que es el umbral inferior de
la imposición. Este mínimo no imponible no debe ser gravado por el impuesto a
las ganancias porque es lo que persona necesita para la educación, la salud, la
seguridad y para el grupo familiar.
Durante
muchos años ese mínimo no imponible no se actualizó, a pesar de que había
inflación y de que estaba Guillermo Moreno en el INDEC. Es el límite inferior
de la capacidad contributiva. Sin embargo, no es el único problema. Hoy se
quiere presentar al mínimo no imponible como el centro del problema del
impuesto a las ganancias. Ese es un aspecto, pero ni siquiera es el más
importante. Mucho más importantes que el mínimo no imponible ‑para darle
la progresividad que necesita este impuesto‑ son las escalas que están en
el artículo 90 de la ley y que durante dieciséis años no se modificaron. La
última vez fue en 1999, durante el gobierno de la Alianza, y rigieron a partir
de 2000. Han pasado casi diecisiete años y seguimos con las mismas escalas.
Esto
es lo que da a este impuesto el sesgo regresivo y lo transforma en un impuesto
más al consumo. Este es el corazón de la reforma del oficialismo en el dictamen
de mayoría. De nada servirían todas las modificaciones que hagamos a la ley de
impuesto a las ganancias si no tocáramos la escala del artículo 90. Este es el
gran avance que genera este dictamen de mayoría: la escala del artículo 90,
porque sobre la base de ella se calcula cuánto debe pagar cada trabajador
independiente o bajo relación de dependencia que esté alcanzado por el
impuesto. Como esta escala está tan achatada, en la práctica los siete tramos
se transformaron en dos: uno que refleja el promedio y otro que va directamente
a la última escala, es decir, la del 35 por ciento. Hoy la gran mayoría de los
trabajadores, superado el mínimo no imponible, rápidamente pasan a pagar el 35
por ciento. Esta es la perversidad que el kirchnerismo no quiso, no supo o no
pudo solucionar durante doce años: no haber tocado la escala del artículo 90.
Este proyecto viene a salvar esa situación.
También
podría hablar del decreto 1.242, al que ya se refirió el señor diputado Laspina
cuando dijo que fue muy perverso porque hacía que aquel trabajador que ganaba
menos de 15.000 pesos hasta agosto de 2013, no pagara aunque después, en 2014 o
2015, ganara 50.000, 80.000 o 100.000 pesos. Como no pagaba en 2013, tampoco lo
hacía después pese a haber tenido un incremento fabuloso en sus ingresos. Esto se
solucionó con el decreto del mes de febrero que derogó al decreto 1.242.
Volviendo
al tema del mínimo no imponible, tenemos el más alto de la región, solamente
superado por Colombia. Chile tiene un mínimo no imponible de 11.000 dólares por
año, o sea, menos de 1.000 dólares por mes; Estados Unidos tiene varias
categorías, pero en general para los solteros ronda los 10.000 dólares, y para
los casados, los 20.000 dólares. Según la edad, después hay tablas distintas;
en España asciende a 5.151 euros. Con este proyecto la Argentina tendrá un
mínimo no imponible equivalente a casi 2.500 dólares mensuales, 30.000 dólares
anuales, por encima de Chile, Estados Unidos y España. Somos el país con el
mínimo no imponible más alto del mundo ‑medido en términos de salarios
medios‑ y el más alto de la región después de Colombia. Este es el mínimo
no imponible que la oposición critica. (Aplausos
en las bancas.) Pero más importante, repito, es la escala del artículo 90.
Entonces,
con este proyecto estamos dando solución a un elenco estable de inquietudes y
reclamos permanentes y de todo tipo que se escucharon en este Congreso durante
muchos años. Con la escala del artículo 90 estamos volviendo a darle
progresividad retocando nuevamente el mínimo no imponible, que –repito‑
es el más alto de la región.
Asimismo,
en el dictamen de mayoría agregamos deducciones tales como los alquileres:
hasta un 40 por ciento de la facturación con el tope establecido en el inciso
a) del artículo 23 para casos de familia única. Esta es una manera indirecta de
elevar el mínimo no imponible de manera sustancial.
De
igual modo estamos agregando como deducción a los viáticos, con un tope que
también es del 40 por ciento. Esta es otra novedad ya que actualmente pueden
deducir viáticos únicamente los corredores y viajantes de comercio.
Además
estamos modificando las categorías del monotributo, que no se tocan desde hace
mucho tiempo y que sufren la misma falta de adecuación, lo que lleva a que
mucha gente no pueda permanecer en ese régimen.
En
caso de resultar afirmativa la votación del dictamen de mayoría vamos a
proponer que se grave a los magistrados del Poder Judicial a medida que se
vayan incorporando. Quiero reivindicar en este sentido al diputado Tonelli, ya
que es un proyecto de su autoría. (Aplausos
en las bancas.)
Por
otra parte estamos agregando dos impuestos que gravan al juego. Uno de ellos se
refiere a las máquinas tragamonedas, con un monto fijo por año, con la
flexibilidad para que la AFIP lo pueda determinar en función de la ubicación y
las particularidades que tengan las distintas provincias. El otro, que se
asemeja a un impuesto interno, es un gravamen sobre el expendio de fichas, tickets, vouchers, etcétera, para los juegos en estas máquinas
electrónicas. De esta manera se compensa
en gran medida la mayor detracción de la recaudación por la incorporación de la
deducción por alquileres y por viáticos.
Estamos
ciertamente en presencia de una discusión que ‑como bien decía el miembro
informante del dictamen de mayoría‑ se ha tornado esencialmente política
mucho más que técnica. Digo esto porque con todas estas incorporaciones, con un
impuesto que vuelve a la senda de los impuestos progresivos –el más progresivo
de todos‑ no se entiende cómo no se puede llegar a un acuerdo con la
oposición y básicamente con quienes hasta hace un año se habían encargado de
dejarnos el mínimo no imponible el 15.000 pesos y ahora proponen un impuesto a
los altos ingresos. Quienes ahora proponen este impuesto progresivo en
beneficio de todos los trabajadores nos dejaron una escala de aplicación
achatada desde hace dieciséis años.
Entonces,
no es creíble esta propuesta, mucho menos de parte de quien la hizo en nombre
de esta nueva alianza parlamentaria, porque como ministro de Economía fue el
máximo responsable durante todos estos años en que tuvieron todas las
oportunidades para modificar el impuesto. (Aplausos
en las bancas.) Sin embargo nunca lo hicieron; se ausentaban del recinto
cada vez que llamábamos a una sesión especial, jamás dieron quórum y ahora
están muy preocupados por la suerte de los trabajadores a quienes supuestamente
quieren proteger. Se acordaron tarde; han perdido las elecciones, muchachos. Lo
hubieran hecho antes. (Aplausos en las
bancas.)
Entonces,
nuestro objetivo es mantener el impuesto. Es un error pretender que se elimine
el impuesto a las ganancias de cuarta categoría. Hay que mantenerlo, pero debe
hacerse con sesgos progresivos, no como el impuesto que heredamos el 10 de
diciembre de 2015. Lo que hay que hacer es subsanar las deficiencias del
impuesto, no suprimirlo. Es el impuesto más progresivo. Eliminar la cuarta
categoría sería un gravísimo error en términos económicos y de progresividad
del sistema tributario.
Nos
dicen que durante la campaña, en un spot
del mes de septiembre, el presidente había dicho que los trabajadores no iban a
pagar el impuesto a las ganancias. Pero en esa misma fecha el actual presidente
de la Nación, Mauricio Macri, también manifestó a un medio gráfico en una
entrevista periodística que el objetivo es que los que más ganan paguen el
impuesto a las ganancias. Incluso dio un
parámetro al hablar del quintil más alto. En buen romance eso significa que el
20 por ciento de los mejores ingresos deben tributar por la cuarta categoría del
impuesto a las ganancias.
Eso
es lo que proponemos a través de nuestro proyecto para que el 20 por ciento de
los asalariados con mayor capacidad contributiva pague este impuesto, tal como
ocurre en la actualidad. Esto es lo que queremos mantener.
Entonces,
¿de dónde sacaron que más gente va a tributar impuesto a las ganancias? Creo
que a través de esas manifestaciones buscan defender determinado proyecto, por
más que no tengan nada que ver con la realidad. Digo esto porque si se aumenta
el mínimo no imponible, se incrementan los valores de las escalas y se
incorporan deducciones importantísimas –como la de alquileres‑, lo más
probable es que terminen pagando menos personas.
El
impuesto a las ganancias no es un tributo simple, porque tiene una naturaleza
celular: está dividido en cuatro categorías y varios artículos contemplan una
serie de deducciones, algunas de las cuales se aplican en determinadas
categorías, y las demás, en otras. Por lo tanto, no se puede aprobar una parte
y otra no; es una propuesta integral que el oficialismo viene a presentar
responsablemente ante este plenario solicitando el acompañamiento de los
señores diputados.
Evidentemente,
no hay mal que dure cien años ni contribuyente que lo resista. Más allá del
resultado de esta votación, mediante una reforma tributaria integral vamos
camino a un sistema más justo, más equitativo y progresivo, desandando la senda
por la que el kirchnerismo nos condujo en los últimos doce años.
Por
eso, con convicción y énfasis venimos a pedir a nuestros pares que acompañen la
propuesta contenida en el dictamen de mayoría. (Aplausos en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- No encontrándose presente el señor diputado Oliva, tiene la
palabra el señor diputado por Salta, que comparte su tiempo con el señor
diputado Giordano.
Sr.
López.- Señora presidenta: quiero ratificar los
alcances de nuestro dictamen, que muy bien ha fundamentado el señor diputado
Pitrola en esta sesión y en la reunión de la Comisión de Presupuesto y
Hacienda.
Nuestra
propuesta expresa acabadamente la voluntad del conjunto del movimiento obrero
argentino para terminar con el impuesto a las ganancias sobre los salarios. Tal
como sostuvimos en 2014 –cuando presentamos una iniciativa de similares
características que es la base de este dictamen-, es necesario eliminar el
impuesto a las ganancias sobre los salarios de convenio, el monotributo y las
jubilaciones. Al respecto cabe señalar –tal como lo manifestó en su
intervención mi compañero de bloque- que los jubilados tributan este impuesto
por partida doble: cuando percibían sus salarios en la etapa laboral y luego al
cobrar el haber diferido, como lo es la jubilación.
Durante
el debate algunos diputados hicieron referencia al desfinanciamiento que le
provocaría al Estado la eliminación o modificación del impuesto a las
ganancias. Sin embargo, esos diputados no tuvieron el mismo reparo cuando
aprobaron el acuerdo con los fondos buitre o el presupuesto para el año
próximo, que contempla casi 300.000 millones de pesos en exenciones impositivas
a los grandes grupos económicos. Tampoco tuvieron ese tipo de consideraciones a
la hora de defender los recursos del Estado.
Además,
muchos gobernadores se han expresado en contra de la modificación del impuesto
a las ganancias en función de que al ser un gravamen coparticipable eso
afectaría los recursos de las provincias. Uno de ellos fue el gobernador de mi
provincia, el doctor Urtubey, que gobernó Salta durante el kirchnerismo y que
hoy es el gobernador peronista más macrista de todos los que existen. Esto es
muy llamativo, porque los diputados que responden al gobernador Urtubey forman
parte del acuerdo al que han arribado los diputados de algunos bloques para
aprobar una modificación del impuesto a las ganancias.
El
tema es que Urtubey, que hoy dice defender los ingresos de la provincia, no
tuvo la misma actitud cuando se trataron las diferentes leyes de promoción que
eximieron de distintos impuestos a los grandes monopolios que desarrollan su
actividad en Salta. En mi provincia hubo un verdadero festival de exenciones
impositivas a los monopolios.
Tampoco
se expresó en defensa de los fondos provinciales cuando destinó 500 millones de
pesos del presupuesto de la provincia de Salta a financiar los intereses de la
deuda privada que tienen los terratenientes con los bancos, que ya pagan
treinta veces menos de lo que deberían por el impuesto inmobiliario rural. Esto
es lo que ocurre en una provincia que exporta miles de millones de dólares y
donde las empresas mineras tributan por todo concepto 3,5 millones de pesos a
pesar de haber exportado por más de 1.500 millones en lo que va del año.
En
ese contexto tenemos que escuchar las quejas del gobernador Urtubey cuando dice
que con la modificación de este impuesto la provincia perderá recursos. Esto es
lo que sostuvo recientemente en el marco de la reunión anual de la Unión
Industrial Argentina, en la que habló de la necesidad de cambiar el régimen
impositivo, pero no para derogar los tributos que afectan a la clase
trabajadora sino para beneficiar a los empresarios. En esto coincidió con el
gobernador socialista –nos preguntamos si realmente lo es- de Santa Fe, quien
se refirió a la necesidad de evitar que la carga tributaria afecte la
competitividad del sector productivo.
En
consecuencia, Urtubey quiere financiar al Estado a través de la aplicación de
este tipo de impuestos sacándoles la plata a los trabajadores y no a los grupos
empresarios ni a los monopolios.
Llamativamente
sus diputados han defendido en esta sesión el proyecto de ley de emergencia
social, que Urtubey rechazó en esa reunión anual de la Unión Industrial.
También
cabe recordar que Urtubey cuenta con funcionarios que provienen, por ejemplo,
de la agrupación Libres del Sur, que se han juntado con los diputados
provinciales oficialistas para reclamar la declaración de la emergencia social
a nivel nacional, a pesar de que nunca denunciaron que en Salta los niños
mueren por desnutrición.
Claramente
mi provincia vive una emergencia social, y sin embargo su gobernador quiere
llevar a otras jurisdicciones una idea que ha fracasado, como la del Ministerio
de la Primera Infancia, que entrega la asistencia a los niños desnutridos a
organizaciones del Opus Dei.
Por
todas estas razones venimos a defender nuestro dictamen, que es un programa de
lucha de toda la clase obrera, al que también vamos a defender el próximo 20 de
diciembre en plaza de Mayo.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Giordano.- Señora presidenta: desde el Frente de
Izquierda intervenimos en este debate diciendo claramente que el salario no es
ganancia. Por lo tanto, ningún trabajador bajo convenio debe pagar un peso de
este impuesto nocivo porque es un robo al bolsillo de los trabajadores.
Quienes
producen ganancias son los bancos, las multinacionales, los oligarcas del
campo, las megamineras, las empresas privatizadas y los usureros de la deuda
externa. Ellos han sido beneficiados con leyes que se han votado en este
Congreso junto al oficialismo y a los supuestos opositores.
Como
se ha dicho, efectivamente del gobierno nacional no hay que esperar nada. Hoy
están pagando 2 millones de trabajadores, pero van a pagar 500.000 empleados y
350.000 jubilados más. Por eso hay que llamar a los trabajadores de los sectores
populares a fin de enfrentarlos.
Ahora
bien, lo que acá surge como novedad es que los supuestamente progresistas, los
que se pintan la cara diciendo que van a tocar a la renta financiera y demás,
están declarando que con este impuesto le quieren seguir robando a cientos de
miles de trabajadores. Me refiero al Frente Renovador de Sergio Massa y al
Frente para la Victoria, por quien informó el ex ministro Kicillof. Ellos han
acordado un proyecto, y no es casualidad, porque Sergio Massa ha sido jefe de
Gabinete de Cristina Kirchner y el ex ministro Kicillof dijo que hay una línea
coherente del Frente para la Victoria, es decir que el gobierno anterior le
robó a los trabajadores. Está claro que si hoy gobernara Scioli también les
robaría a los trabajadores, porque han declarado que 1.100.000 personas tienen
que seguir pagando este impuesto.
¿De
qué coherencia hablan? ¿A qué gobierno nacional y popular se refieren? Pagan
impuesto a las ganancias los trabajadores que cobran un poco más que el valor
de la canasta familiar, los que hacen horas extras o los docentes que cumplen
doble turno. Queda claro que en el gobierno anterior recaudaban y que el
consumo popular, el IVA y demás se utilizaba para pagar los 200.000 millones de
dólares de contado de la deuda externa.
Entonces,
la coherencia viene por parte de los trabajadores de la izquierda, que apoyamos
los paros generales y que durante los doce años anteriores reclamamos que los
trabajadores no paguen impuesto al salario. Nosotros denunciamos la tregua de la
CGT porque en todo este tiempo debería haberse dado un paro general, no solo
para enfrentar el impuesto al salario, a las ganancias, sino para luchar contra
el robo salarial al conjunto de los trabajadores. Ahora estamos ante el famoso
paro sin fecha.
Además,
el impuesto a las ganancias se agrega al robo general conformado por el 45 por
ciento de inflación –lo dijimos
anteriormente-, cuando se han firmado paritarias con el 32 por ciento de
aumento. A cada trabajador habría que devolverle no 2.000 pesos sino 15.000
como bono de fin de año. Si esa plata no va al bolsillo del trabajador, termina
en el bolsillo de la patronal. Por eso, como dice el dictamen del compañero
Néstor Pitrola, los impuestos se llevan el 55 por ciento de lo que cobra un
trabajador. Un empleado tiene que trabajar más de 200 días al año solo para
pagar impuestos. Es una vergüenza. Es algo escandaloso.
Por
eso, cuando preguntan de dónde sacar la plata decimos que hay que quitársela a
quienes han sido beneficiados por este gobierno y por el anterior. Han ganado
las megamineras, las petroleras, los grandes bancos, los usureros
internacionales. Todos ellos han sido favorecidos en la década ganada y
siguieron beneficiándose durante el primer año de gobierno de Macri. Entonces,
el Frente de Izquierda es el que dice de dónde sacar la plata: tocando esos
grandes intereses y suspendiendo los pagos de la deuda externa.
Quienes
hoy dicen que tienen que seguir cobrando impuestos sobre los salarios de los
trabajadores son los que primero votaron pagar a los fondos buitre. Esto no
solo lo hizo el gobierno nacional sino la supuesta oposición. Por eso, en honor
a los trabajadores ‑que han enfrentado este impuesto nocivo‑ y a
sus luchas, seguimos diciendo que hay muchos proyectos pero el único que establece
que los trabajadores no tienen que pagar impuesto a las ganancias es el del
Frente de Izquierda. En consecuencia, vamos a hacer valer esta consigna, la de
los trabajadores, que no quieren que se les siga robando el salario.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Tucumán.
Sr.
Casañas.- Señora presidenta: lástima que hoy es 6
de diciembre, porque tal como se dieron las cosas debería ser 17 de octubre,
día de la lealtad peronista. Sin duda alguna la ex presidenta Cristina
Fernández de Kirchner estará de fiesta: tiene todos los patitos alineados. (Aplausos en las bancas.)
Es bueno que la interna peronista
llegue a su fin; lástima que un grupo grande de diputados que hemos presentado
proyectos sobre este tema hoy nos vemos marginados, porque ‑como dijo un
compañero diputado‑ ganó la política. Yo diría que ganó la política
partidaria, y a mí no me interesa jugar este juego.
Sin
duda, este impuesto es el que diferencia a un país serio de uno bananero.
Siempre hemos estado en contra de las retenciones al campo porque el agricultor
paga las retenciones aunque pierda. Con este impuesto, cuanto más gana, más
paga, pero cuando pierde, no paga.
Coincido
totalmente en que el salario no debe pagar ganancias. Esto no tiene discusión.
Lo vengo sosteniendo desde hace tiempo, hasta el último año del gobierno de la
presidenta Cristina Fernández, cuando los que ganaban 15.000 pesos pagaban
ganancias. Era hora de que se actualice la tabla y también el mínimo.
Estoy
de acuerdo con que la Justicia también pague ganancias. Es inconcebible que en
emergencia social y con el 30 por ciento de la población por debajo de la línea
de pobreza, un sector que gana bien ‑y es verdad que tiene
responsabilidad‑ no pague ganancias y que quienes lo integran sean arte y
parte.
En
fin, ya nos sacamos la máscara: ya ganó la política partidaria y la ex
presidenta estará contenta con el gesto de parte de los hijos pródigos.
Nosotros hemos perdido una excelente oportunidad para discutir un beneficio
para los trabajadores.
Lo
que son las cosas, ¿no? Cuando eran gobierno no querían tratar este tema para
no afectar la caja y hoy no lo discutimos porque ustedes lo usan para acomodar
a la tropa. La democracia es así y los números ganan. Veremos cómo termina la
historia.
Solicito
autorización para insertar los argumentos técnicos en el Diario de Sesiones.
Sra.
Presidenta (Giménez).- La Presidencia informa
que con la exposición que acabamos de escuchar han finalizado las
intervenciones por bloque y comenzamos con los tiempos individuales.
Tiene
la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Amadeo.- Señora presidenta: en todas mis
intervenciones acostumbro hacer un planteo recurrente sobre el presente y el
futuro de la Argentina. Será porque muchas veces he visto crisis y porque
observo permanentemente que estas fantasías que tenemos los argentinos de que
tenemos el futuro asegurado se van rompiendo una y otra vez. La historia
lamentablemente no para de repetirse. Por eso acompaño y aplaudo los planteos
del presidente Macri. Está previendo un camino que combina positivamente la
relación entre presente y futuro.
En
esa relación entre presente y futuro hay varios ejes: la opción por los pobres,
la construcción de instituciones, el apoyo a la inversión, la previsibilidad y
el federalismo. Muchas de las leyes que hemos aprobado en este Congreso van en
ese camino. Más temprano mencioné algunas de ellas, de manera que no voy a
repetirlas.
Ahora
bien, ninguno de estos principios apareció en los últimos diez años: la opción
por los pobres, la construcción de las instituciones, el apoyo a la inversión,
la previsibilidad ni el federalismo. Por eso es tan extraño ver al último
ministro del kirchnerismo como vocero de esta nueva alianza política que se ha
formado esta tarde. El camino que
tenemos de ahora en adelante es muy fino, se recorre cada día, lo recorre el
Ejecutivo y también lo recorremos nosotros. Por eso admiro la voluntad política
del presidente Macri de seguir adelante, sin dejar de lado estos principios.
En
su momento aplaudimos y agradecimos algunas de las cosas que se hicieron en
este Congreso con la oposición. Por ello hoy día vemos con tanta preocupación
lo que está sucediendo.
A
pesar del facilismo mediático de convertir este tema en una demanda popular, el
80 por ciento de los trabajadores no pagan. A veces oigo a algunos líderes
mediáticos que se arrancan los pelos por el impuesto a las ganancias. Yo
pienso: “Vos sos el que está preocupado. Los que trabajan alrededor tuyo, no,
porque ellos no lo pueden pagar”.
Esta
es una discusión estratégica y crítica, porque afecta a todas las dimensiones
que hemos hablado. Afecta a la equidad; el marketing
es mucho más fácil que la responsabilidad, como muy bien lo ha planteado mi
compañero Pastori, para cuyo discurso no tengo más que aplausos.
Nosotros
optamos por los más pobres al principio de la gestión del presidente Macri. Por
eso le rebajamos el mínimo no imponible a todos los que ganaban hasta 30.000
pesos. Ahora vamos por los sectores medios. Esto está clarísimo en nuestra
propuesta. No nos importan los que ganan 150.000 o 200.000 pesos. Por eso damos
más importancia a las escalas que al mínimo no imponible. Esta discusión hay
que darla y no esconderla detrás de la retórica “marketinera”.
Vamos
por la previsibilidad fiscal, señora presidenta. No podemos seguir jugando. Las
nuevas condiciones económicas son imprevisibles en el mundo. Acá no se trata de
la mayor o menor suerte del gobierno del presidente Macri; se trata de la mayor
o menor suerte de la Argentina. No puedo creer que alguien esté pensando que
cuanto peor, mejor.
En
la Argentina no hay más lugar para la destrucción mutua. ¿O no leen lo que está
pasando en el mundo? Si no hay responsabilidad fiscal, el sistema político va a
temblar.
Por
lo tanto es esencial que mantengamos este principio, como así también el
federalismo. Si alguien cree que lo que le pase al Poder Ejecutivo es
independiente de lo que les pase a las provincias, está muy equivocado. La
vaca, señora presidenta, no da más leche. Ya hemos cumplido con las provincias
con todo lo que podíamos y debíamos cumplir. De ahora en adelante se abre un
camino de mutua responsabilidad.
En
síntesis, señora presidenta, no estamos discutiendo un impuesto: estamos
discutiendo el futuro del país. (Aplausos
en las bancas.)
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra la señora diputada por el Neuquén.
Sra.
Villar Molina.- Señora presidenta: quisiera hacer
una observación al dictamen del oficialismo en el sentido de poner a
salvaguarda del impuesto que estamos tratando a las loterías estatales.
Los
artículos 13 y 18 del dictamen del oficialismo se refieren al impuesto
específico sobre la realización de apuestas a través de máquinas electrónicas
de juegos de azar.
Con
todo lo que se ha dicho en el día de hoy, parecería que no habría nada más que
agregar sobre este impuesto. Sin embargo, en mi provincia ‑creo que
muchas provincias tienen la misma situación‑ tenemos lotería provincial.
Por eso venimos a poner a salvaguarda a esas loterías, que hacen un aporte al
desarrollo social de las provincias. Creo que esto también es hablar del
verdadero federalismo.
Con
el impuesto que se quiere aplicar a las loterías, estamos dejando de lado
algunos beneficios para las provincias.
Por
eso, proponemos la siguiente redacción para el artículo 13: “A los efectos de
la aplicación del impuesto de esta ley se consideran sujetos del gravamen a las
personas humanas y personas jurídicas privadas que exploten este tipo de
máquinas, bajo cualquier forma, instrumentación o modalidad en el territorio
argentino, estando obligados a la habilitación y/o autorización ante la
autoridad de aplicación. Quedan exceptuadas de este gravamen las loterías
estatales.”
También
proponemos la siguiente redacción para el artículo 18: “Establécese con
carácter de emergencia por el término de tres (3) períodos fiscales a partir
del 1° de enero de 2017, inclusive, un impuesto que se aplicará en todo el
territorio de la Nación y que recaerá sobre las máquinas electrónicas de juego
de azar y/o de apuestas automatizadas (de resolución inmediata o no)
habilitadas y/o autorizadas ante la autoridad de aplicación, a los fines de su
explotación en la República Argentina por personas humanas o jurídicas
privadas, existentes al cierre de su ejercicio económico anual.”
Estas
propuestas toman en cuenta los reclamos de la Asociación de Loterías y Casinos
Estatales de la República Argentina, que ven el riesgo que se corre al seguir
gravando esta actividad que aporta al desarrollo social de las provincias. Esta
actividad comprende a 250.000 trabajadores en relación de dependencia, a los
que se pondría en riesgo.
Acá
estamos hablando de sacar un impuesto a los trabajadores, pero también tenemos
que ser cautos y poner el acento en cuidar las fuentes laborales. No podemos,
por poner un impuesto a una actividad, correr el riesgo de que queden sin
trabajo 250.000 trabajadores que dependen de las loterías estatales en nuestro
país.
Por
otro lado, si gravamos con impuestos las loterías estatales corremos el riesgo
de promover el juego clandestino.
Hago
este reclamo –reitero‑, para salvaguardar a las loterías estatales, y por
supuesto a La Neuquina, que es la lotería de mi provincia.
Este
es el aporte que queremos hacer al dictamen del oficialismo desde el bloque del
Movimiento Popular Neuquino.
Obviamente,
si nosotros viéramos reflejada esta petición podríamos acompañar el dictamen
del oficialismo, que si bien tiene mínimos no imponibles que no son los que
nosotros aceptaríamos, estaríamos dispuestos a acompañarlos en virtud de que,
como siempre, se prioriza la gobernabilidad.
Lo
que nosotros necesitaríamos es ser escuchados con respecto al tema de las
loterías estatales.
Sra.
Presidenta (Giménez).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Bazze.- Señor presidente: la verdad es que
venimos a un debate extraño. Estamos escuchando de parte del bloque del Frente
para la Victoria la profunda preocupación que manifiestan sus integrantes por
los trabajadores que tienen que pagar el impuesto a las ganancias.
Durante
muchos años en esta Cámara de Diputados los bloques que integrábamos la
oposición requeríamos permanentemente que diéramos este debate. Fracasaron
sesiones por falta de quórum porque el Frente para la Victoria ‑seguramente
luego de consultar al Poder Ejecutivo de aquel momento‑ no acompañaba la
posibilidad de abrir el debate sobre este tema.
Por
eso nos parece extraño que hayan cambiado tanto la posición y que hoy aparezcan
en este recinto como los abanderados de este cambio. También nos extrañan los
acuerdos generados entre los distintos bloques de la oposición. Por supuesto,
consideramos que es un tema que debemos analizar entre todos con
responsabilidad y con seriedad.
En
verdad nos llama poderosamente la atención el acuerdo que se ha logrado en
pocas horas entre el Frente Renovador y el Frente para la Victoria.
Fundamentalmente se busca salir de esta sesión con un posicionamiento político
que permita al Frente Renovador y al Frente para la Victoria exhibir un
triunfo, o al oficialismo, una derrota. Este es un problema que debemos abordar
en toda su dimensión.
Aquí
se ha dicho que es importante que los trabajadores que menos ganan no paguen
impuesto a las ganancias y nosotros estamos de acuerdo con esto. Por eso una de
las primeras medidas de este gobierno fue elevar de manera sensible el mínimo
no imponible del impuesto a las ganancias. A diferencia de lo que ocurría en
años anteriores, hemos habilitado la consideración de este tema y hoy podemos
abordarlo en el recinto.
En
el proyecto que nosotros impulsamos se eleva el mínimo no imponible y a su vez
se modifican las escalas de manera tal de que los que menos ganan paguen muy
poco o nada. Esto ya lo han explicado perfectamente los señores diputados
Laspina, Pastori y Amadeo.
Nosotros
hemos avanzado en un análisis responsable buscando ‑tal como aquí se ha
dicho‑ que los trabajadores no tengan esta carga impositiva y tratando de
preservar la situación fiscal del país.
Para
nosotros es muy importante abordar la discusión del tema tributario con
responsabilidad. No podemos modificar los impuestos de la noche a la mañana en
pocos minutos para tratar de resolver alguna situación puntual; no me parece
razonable.
Estamos
de acuerdo en impulsar un impuesto al juego y a la minería, así como en que el
Poder Judicial pague impuesto a las ganancias, pero me parece que debemos tener
una discusión racional.
Creo
que es tiempo de que algunos comprendan que el relato ha terminado, que ahora
hay que tratar de hacer las cosas con responsabilidad y seriedad entre todos y
que hay que resolver una difícil y compleja situación económica que heredó este
gobierno producto de los tremendos errores que cometió el gobierno anterior en
los últimos años.
Por
eso me parece que la coincidencia alcanzada esta noche entre distintos bloques
detrás del proyecto impulsado principalmente por el Frente para la Victoria es
un importante error que se está cometiendo en esta Cámara de Diputados.
Sra.
Presidenta (Giménez).- No encontrándose presente la señora diputada Navarro, tiene la
palabra la señora diputada por Mendoza.
Sra.
Balbo.- Señora presidenta: me pregunto si alguien
en este recinto puede dudar de que a lo largo de 2016 nuestro país enfrentó
desafíos mayúsculos para volver a ser un país moderno y competitivo que pueda
atraer nuevamente no solo inversiones sino también a ciudadanos de otras partes
del mundo en busca de oportunidades. Claro que aún estamos muy lejos de lograr
este cometido y que quedan muchos desafíos que enfrentar y muchas distorsiones
que solucionar.
Hace
apenas un año ‑parece mucho tiempo‑ nuestros enfrentamientos
internos en materia política no nos permitían llegar al más mínimo acuerdo
sobre temas públicos y este Honorable Congreso tenía un papel absolutamente
secundario.
Hoy
discutimos, cambiamos nuestros criterios y acordamos propuestas sobre la base
de ideas que parecen contrapuestas, pero sin embargo al final llegamos a
legislar con mayor calidad, algo que la sociedad reclamaba.
Es
cierto que podemos mirar el vaso medio vacío, pero la realidad es que en apenas
un año hemos hecho profundos avances en la convivencia política y esta
institucionalidad traerá más temprano que tarde un mayor bienestar a nuestro
pueblo, al que representamos.
Me
pregunto quién puede dudar de que tenemos que transitar un camino de frágiles
equilibrios. Más del 30 por ciento de pobres es inmoral e inadmisible en un
país que es capaz de producir alimentos para más de 400 millones de personas.
Hay rutas deterioradas, escuelas que no logran resultados mínimos en la
educación de nuestros niños y hospitales saturados, además de la inseguridad,
que se apoderó de casi todas las calles del país. El Estado que tenemos todavía
está lejos de funcionar como debería hacerlo, y peor aún: contó con los
recursos para solucionar todos estos problemas durante muchísimos años y no lo
hizo. No nos hace falta ver muy lejos; nuestros países vecinos con menos
recursos han logrado mejores resultados.
La
respuesta a todas las demandas sociales no puede venir más por el lado de
aumentar impuestos. Esa fórmula ya nos llevó a ser uno de los países con mayor
carga impositiva, similar a los del Primer Mundo, que cuentan con la economía
del bienestar. El problema, señora presidenta, es que nosotros tenemos los
impuestos y ellos tienen el bienestar.
Es
decir, mientras más impuestos pagamos, menos plata tenemos para lo que queremos
fomentar, que es el empleo. Por supuesto, el resultado es obvio: más economía
informal.
El
camino que queda si no alcanzan los recursos es pedir prestado, y entonces nos
transformamos en un país más inseguro. Si no pedimos prestado, tenemos
inflación y por lo tanto se genera más inestabilidad. Por eso debemos atender
el momento actual con mucha prudencia.
En
este recinto nos gustaría limpiar de un plumazo e instantáneamente el flagelo
de la pobreza, pero no lo podemos hacer rápidamente porque hemos elegido el
camino de la gradualidad. Esto también exige tomar medidas graduales, porque es
lo que la población puede soportar. Lo que nos gustaría está muy lejos de lo
que queremos. Por eso el esfuerzo fiscal que proponemos con el proyecto de ley
que estamos impulsando tiene un límite que no podemos sobrepasar, y tenemos que
ser muy cuidadosos.
-Ocupa la Presidencia el señor presidente
de la Honorable Cámara, doctor Emilio Monzó.
Sra.
Balbo.- Este gobierno ha ampliado la base de
asistencia social como ningún otro lo había hecho antes. También ha recorrido
el camino de bajar los impuestos a las pequeñas y medianas empresas. A su vez,
está poniendo en funcionamiento un Estado más ordenado y más equitativo y
seguirá avanzando en las reformas impositivas que disminuyan la carga y
eliminen las profundas distorsiones.
Se
optó por el camino más largo y más difícil, que es el de la gradualidad.
Entendamos entonces que las respuestas también serán graduales. No exijamos lo
que la sociedad no va a poder soportar. La devolución de impuestos es la más
abultada de toda la última década; más allá de esto sería imprudente y
pondríamos en peligro los frágiles equilibrios de los que hemos hablado. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
Sr.
Marcucci.- Señor presidente: creo que estamos
viviendo un momento muy importante porque después de 16 años podemos debatir
libremente en este Congreso el impuesto a las ganancias, que estaba vedado e
imposibilitado por voluntad del Poder Ejecutivo, ya que prohibía cualquier tipo
de sesión especial a partir del pedido de que los diputados no asistieran a las
sesiones, y tampoco habilitaba el tema a través de ningún proyecto.
El
hecho de que hoy estemos tratando el impuesto a las ganancias por voluntad de
los legisladores de Cambiemos y del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo
marca un cambio de época. Esto implica la idea de que el impuesto a las
ganancias tiene que volver a ser progresivo y que en el marco de los
trabajadores que están en relación de dependencia alcance a los que mayores
recursos tienen.
Nadie
en este recinto puede obviar que durante 16 años se mantuvo intacta la tablita,
que a su vez retrasó el mínimo no imponible –lo hacían ex profeso, por
supuesto, las justificaciones del invento de Moreno y del INDEC-, y que a fines
de 2008 se eliminaron las deducciones progresivas que tenía el proyecto
original. Todo eso hizo que sea cada vez más regresivo el impuesto a las
ganancias, más que nada en un país con el 30 por ciento de pobreza.
La
imagen que hoy teníamos del ex ministro de Economía dándonos lecciones de lo
que hay que hacer con el impuesto a las ganancias constituye una afrenta a los
que quieren cambiar este país y a la credibilidad de la clase dirigente. Es una
afrenta a todos aquellos que con confianza eligen a sus representantes para que
hagan lo que corresponde.
Cuando
escuché en este recinto al ex ministro de Economía decir que había que gravar
el dólar a futuro, me di cuenta de que el cinismo a veces no tiene límites. El
uso de la representación política que se hace aquí es increíble. Que aquellos
que inventaron el dólar a futuro vengan a plantearnos que hubo una ganancia
extra y que por eso hay que gravarlo –aclaro que dejaron una cuenta de 70 mil
millones de pesos que tiene que pagar este gobierno-, me parece que constituye
un exceso y una burla hacia todos. La gente no busca solo mejorar su ingreso en
forma progresiva, también pretende respeto y dignidad.
Aquellos
que estuvieron con el freezer a todo
vapor durante todo este tiempo congelando la tablita, en una sobreactuación
increíble hoy quieren aparecer como los que tienen la salvación.
Indudablemente, la propuesta que traemos a este recinto cambia esa posición de
congelar la tablita, queremos que sea progresiva y actualizar el monto no
imponible…
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sr.
Marcucci.- Señor presidente: quiero saber si me
están aplaudiendo a mí o al diputado que acaba de entrar al recinto.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sr.
Marcucci.- Parece que no me aplauden a mí.
Decía
que venimos a traer a ese recinto una mejora sustancial tendiente a comenzar un
proceso progresivo de mejora del impuesto a las ganancias para no seguir
cometiendo injusticias, pero que los injustos no nos hablen de injusticia,
porque le están faltando el respeto a la gente. Vamos a hacerlo progresivamente
y con el compromiso de todo este Congreso, que seguramente piensa lo mismo.
Por
supuesto, quiero decir que estoy dispuesto a discutir un nuevo régimen de
minería y de mercado de capitales de renta financiera. Además, si el dictamen
de mayoría que presentamos es avalado, vamos a incorporar la propuesta del
diputado Tonelli, y sería bueno que aquellos que la repitan por lo menos
reconozcan en el autor a aquel que ha impulsado esta idea de gravar a los
jueces, al igual que tantos que también presentamos proyectos.
Estamos
convencidos de que en el Congreso vamos a lograr muchas cosas, y desde
Cambiemos decimos que tenemos el coraje de empezar a discutir un nuevo cambio
en el impuesto a las ganancias de acuerdo con las demandas de la sociedad. No
tomaremos atajos ni generaremos un desfinanciamiento del Estado sino que lo
vamos a hacer conjuntamente con todos los diputados en forma responsable, pero
que no vengan aquellos que estuvieron 12 años avanzando a paso de tortuga a
explicarnos cómo y de qué manera se puede recomponer el impuesto a las
ganancias. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Para una moción de orden, tiene la palabra la señora diputada
por Buenos Aires.
Sra.
Camaño.- Señor presidente: hace unos minutos
verifiqué por Secretaría el número de diputados que están anotados para hacer
uso de la palabra, y realmente la cantidad es desmesurada. Vamos a seguir
haciéndonos discursos…
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Camaño.- ¿Sabe cuál es el problema, señora
diputada, con todo el afecto que le tengo? Lo peor es que nos acabamos de
enterar de que YPF ha despedido 1.700 agentes.
O sea, no estamos bien. Entonces, respetémonos por lo menos en este
debate, del que algunos no van a salir victoriosos.
Señor
presidente: formulo moción de orden
conforme al artículo 127 del reglamento, cuyo apartado 4 permite
solicitar que se vote el cierre del debate.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
Sr.
Negri.- Señor presidente: en el día de ayer en la
Comisión de Labor Parlamentaria planteamos, como es costumbre cuando se prevén
sesiones prolongadas, una suerte de ensayo para acortar los tiempos con
contribución de todos los bloques. Sin embargo, casualmente, por la
trascendencia que tenía esta sesión en función de los temas que se iban a
tratar, quienes representan al Frente Renovador nos plantearon la necesidad no
solo de no acortar los tiempos sino de dejar que se explayen todos los
diputados que quisiesen hablar, porque atento a la envergadura del tema no se podía
cortar la palabra a nadie. Es más, retiramos toda la moción de acortamiento de
los tiempos y accedimos a que así fuera. Por supuesto, si eran muchos los que
hablaban y no alcanzaba el tiempo, se incorporó inclusive la necesidad de
analizar en el recinto la propuesta de
pasar a cuarto intermedio.
Entonces
nos parece que es poco decoroso querer cortar el uso de la palabra de los
diputados que están anotados en la lista de oradores mediante una moción de
orden. En todo caso, no tenemos ningún problema en acceder a que no se anote
nadie más, pero pedimos que puedan hablar todos los que están anotados en la
lista, como siempre se ha hecho en esta Cámara. Cualquier otra maniobra que se
pretenda hacer puede lograr un resultado, pero empañará los discursos y las
voces que han recomendado conductas plurales y autorizaciones para hablar a
todos en nombre de la democracia en esta Cámara.
No
pido inventar nada. Lo único que pido es que nos correspondamos en el mismo
sentido en que ayer se plantearon las cosas cuando nosotros fuimos los
promotores de acortar los tiempos y nos fue rechazado. (Aplausos en las bancas.)
- 24 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Para una cuestión de privilegio tiene la palabra la señora
diputada por Buenos Aires.
-Varios señores diputados hablan a la vez.
Varios
diputados.- ¡Hay una moción de orden!
Sra. Lospennato.- Señor presidente: esta es una cuestión de privilegio y, como tal,
se discute previo a todo…
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sr.
Presidente (Monzó).- Siempre me he manejado de esta manera.
Continúa
en el uso de la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra.
Lospennato.- Voy a plantear esta cuestión de
privilegio contra todos los legisladores y, lamentablemente, en especial contra
los que participaron en la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria. El
Frente para la Victoria pidió que todos hablaran en los tiempos reglamentarios;
el Frente Renovador se sumó a esa propuesta, y ahora no nos quieren dejar
hablar. ¡Nos quieren cortar el uso de la palabra! ¡No son democráticos! ¡No
saben ser democráticos! ¡No les alcanza con perder las elecciones! ¡Siguen
siendo tiranos! (Aplausos en las bancas.)
¡Abusan
del reglamento para cortar la palabra en la Cámara de Diputados de la Nación!
¿Hay algo peor que hacer eso? ¿Hay algo peor que vulnerar el derecho a hablar?
¡Si
tenemos que perder la votación, la perderemos, pero queremos dar nuestros
argumentos!
¡Hace
menos de una hora que se inició este debate! ¡Nosotros los esperamos 14 horas
con los holdouts! ¡Sabían que perdían
pero los aguantamos las 14 horas democráticamente! (Aplausos en las bancas.)
¡No
vamos a permitirles que nos falten el respeto, que se lo falten a la mayoría
del pueblo argentino, que puso a este presidente y a estos diputados en el
Congreso Nacional! (Aplausos y
manifestaciones en las bancas.)
¡Siento
mucha pena que esta moción la haya propuesto quien yo considero la decana de
esta casa! ¿Cuántas veces ha argumentado en contra de los abusos, de no dejar
hablar? ¡La verdad es que esta es una sesión muy triste!
¡No
pudieron ganar la elección pero quieren gobernar marcándonos las leyes!
¡Quieren hacer un agujero fiscal porque tienen una irresponsabilidad enorme! (Aplausos en las bancas.)
¡En
12 años no fueron capaces de mover el mínimo no imponible! ¡Les cobraron
impuesto a los pobres con la inflación! ¡Les cobraron impuestos a los
trabajadores con las ganancias y hoy se viene a unir el arco kirchnerista ‑lamentablemente-
con el Frente Renovador! Y digo que lamentablemente porque era una oposición
que ayudaba a gobernar. (Aplausos en las
bancas.)
¡Lo
peor es que ni siquiera nos dan la posibilidad de hablar! ¡Nos quitan la
posibilidad de hablar! ¡Nos quitan la palabra y se dicen democráticos! (Aplausos en las bancas.)
Mire,
señor presidente, imaginé muchas cosas que podían pasar: que íbamos a perder,
que no íbamos a tener los votos, que la ley iba a salir una fortuna, que nadie
la iba a poder pagar, que esto iba a ser un acto de la demagogia. ¡Lo no me
imaginé es que además iba a ser una sesión vergonzante y antidemocrática,
porque nos quitan la palabra! (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Gracias, señora diputada…
Sra.
Lospennato.- No terminé de argumentar mi cuestión
de privilegio, señor presidente, y esta sí que es una cuestión de privilegio,
no las tres horas de pavadas. ¡Porque escuchamos tres horas, al inicio de la
sesión, durante las cuales hablaron de cualquier cosa! ¡Pero no quieren hablar
del impuesto a las ganancias porque no pueden justificar lo que van a hacer! (Aplausos en las bancas.)
Si
quieren, váyanse caminando ahora. Ya que no pudieron entregar la banda, la
quieren ir a buscar caminando, muchachos. ¡No ganan las elecciones pero quieren
venir a gobernar! ¡No nos dejan hablar! ¡No nos dejan ejercer nuestra función!
¡La verdad es que esto es una vergüenza, y lo digo en nombre de todos los
diputados de Cambiemos! ¡Son antidemocráticos! ¡Nos quitan palabra! ¡Pero el
pueblo no es idiota! ¡Al pueblo no se le miente! (Aplausos en las bancas.)
¡Ustedes,
que durante 12 años no tocaron las escalas, hoy vienen a hacer una fantochada!
¡Háganlo! ¡Son demagogos! ¡No podíamos esperar otra cosa de los demagogos, si
han robado el país! ¡Por eso no los votaron! ¡Nos han mentido y nos siguen
mintiendo esta noche! ¡Bueno, háganlo, con felicidad! ¡Nosotros seguiremos
teniendo todos los micrófonos para hablar, pero lamentablemente no donde
queremos, que es nuestro lugar, que es la casa del pueblo, que es donde ustedes
deberían tener el respeto democrático de escucharnos! (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Recalde.- Señor presidente: con todo respeto, más
allá del oxímoron, de irse y de venir, y del juego de la silla, hay un
reglamento que establece que las mociones de orden no se discuten, se votan.
Sr.
Presidente (Monzó).- Corresponde votar la moción de orden propuesta por la diputada…
Sr.
Negri.- Pido que la votación sea nominal.
Sr.
Presidente (Monzó).- La votación será nominal.
- 25 -
Sra.
Camaño.- Pido la palabra para plantear una
cuestión de privilegio.
Sr.
Presidente (Monzó).- Para una cuestión de privilegio tiene la palabra la señora
diputada por Buenos Aires.
Sra.
Camaño.- Señor presidente: lamento hacerle una
cuestión de privilegio, porque usted debe cumplir con el reglamento.
Cuando
estamos en presencia de una moción y hay quórum, las mociones no se discuten.
Usted no puede dejar de pasar a la votación, señor presidente, bajo la argucia
del pedido de la palabra para una cuestión de privilegio inexistente. Al
momento del cierre del debate, usted tiene inscriptos a casi todos los
diputados de Cambiemos, vieja treta, si las hay en la política, para aquellos
que dicen representar la nueva política.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Camaño.- En el recinto había un diputado, el que
tenía el uso de la palabra, y el resto estaba afuera. Y como si fuera poco,
señor presidente, durante toda la tarde los diputados tienen llamadas
telefónicas que el jefe de Gabinete del gobierno novedoso, y que nos viene a
pretender el cambio, hace a los gobernadores para quebrar la voluntad a los
diputados. (Aplausos en las bancas.)
Así
que si vamos a hablar de las nuevas prácticas políticas, debo decir que yo, que
tengo muchos años en esta Cámara y muchos incidentes, a estas mismas prácticas
las he visto en muchas otras oportunidades. Acá no se está quitando la
posibilidad ni la libertad de hablar a nadie, pero deben tener seriedad. No
pueden pretender estar todo el tiempo haciendo admoniciones, señalando con el
dedo estratégicamente: “Allá están los feos, sucios y peronistas, y acá estamos
los de Cambiemos”, que dicho sea de paso, llevan en las mochilas a algunos
peronistas que más vale olvidar que recordar. (Aplausos en las bancas.)
Entonces,
lamento sinceramente que el señor presidente no haya puesto a votación un
pedido que, de acuerdo con el reglamento –del cual no me he ido en ningún
momento y les puedo seguir diciendo cómo se utiliza-, corresponde someter a
votación.
La
cuestión de privilegio queda planteada, señor presidente.
Sr.
Presidente (Monzó).- Se dará traslado de las dos cuestiones de privilegio a la
Comisión de Asuntos Constitucionales.
Se
va votar nominalmente la moción de orden formulada por la señora diputada
Camaño.
- Se
practica la votación nominal.
- Conforme al tablero electrónico, sobre
237 señores diputados presentes, 148 han votado por la afirmativa y 87 por la
negativa. No se ha computado el voto de un señor diputado.
Sr.
Secretario (Inchausti).- Votaron 148 señores diputados por la afirmativa y 87 por la
negativa.
AQUÍ
VOTACIÓN NOMINAL
Sr.
Presidente (Monzó).- Queda aprobada la moción.
Tiene
la palabra la señora diputada por el Chaco.
Sra.
Rach Quiroga.- Señor presidente: solicito que se
deje constancia de mi voto por la afirmativa.
Sr.
Presidente (Monzó).- Así se hará, señora diputada.
Se
va a votar en general el dictamen de mayoría de la Comisión de Presupuesto y
Hacienda recaído en el proyecto de ley sobre modificación de la ley de impuesto
a las ganancias (Orden del Día N° 1.113).
- Se
practica la votación nominal.
- Conforme al
tablero electrónico, sobre 237 señores diputados presentes, 88 han votado por
la afirmativa y 144 por la negativa, registrándose además 4 abstenciones.
Sr. Secretario (Inchausti).- Han
votado por la afirmativa 88 señores diputados, 144 por la negativa y hubo 4
abstenciones. (Aplausos en las bancas.)
AQUÍ VOTACIÓN NOMINAL
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sr.
Kicillof.- Señor presidente: como miembro
informante del primer dictamen de minoría, pido que por Secretaría se dé
lectura del texto consensuado con el resto de las fuerzas políticas, que
modifica el mencionado dictamen.
Sr.
Presidente (Monzó).- No, señor diputado; primero vamos a votar el dictamen y después
haremos los cambios correspondientes que están en la presentación que obra en
Secretaría. Eso es lo que corresponde.
Tenemos
que votar el dictamen; otra cosa no se puede votar. Por lo tanto, se va a votar
el primer dictamen de minoría de la Comisión de Presupuesto y Hacienda recaído
en el proyecto de ley sobre modificación de la ley de impuesto a las ganancias
(Orden del Día N° 1.113).
- Se
practica la votación nominal.
- Conforme al
tablero electrónico, sobre 234 señores diputados presentes, 140 han votado por
la afirmativa y 86 por la negativa, registrándose además 7 abstenciones.
Sr.
Secretario (Inchausti).- Han votado 140 señores diputados por la afirmativa y 86 por la
negativa, y se han registrado 7 abstenciones. (Aplausos en las bancas.)
AQUÍ VOTACIÓN NOMINAL
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra.
Camaño.- Señor presidente: evidentemente
existe número para la votación. Los 144
votos están señalando que la vocación de la mayoría de esta Cámara sobradamente
supera cualquier tipo de mayoría que se quiera buscar. En aras de terminar esta
reunión como corresponde, propongo que por Secretaría se dé lectura del
proyecto de modificación del dictamen, de manera tal que todos los diputados
presentes podamos saber de qué se trata y así dejarlo asentado en la versión
taquigráfica.
Además,
señor presidente, le voy a pedir que una vez que el secretario le dé lectura,
se vote en particular y en general el proyecto del que estamos hablando.
Sr.
Presidente (Monzó).- En general ya se votó, señora diputada.
Sra.
Camaño.- En una sola votación en particular,
señor presidente.
Sr.
Kicillof.- Estoy de acuerdo, señor presidente.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
Sr.
Negri.- Señor presidente: me excusa solicitar que
se lea por Secretaría, porque ha dicho bien la señora diputada preopinante que
hay que hacerlo, porque no sabemos de qué se trata. Creo que está bien que se lea así, a lo
mejor, al vuelo, podemos ir calculando el impacto fiscal aquí, con una
calculadora, hacia el final de la lectura. (Aplausos
en las bancas.)
En
segundo lugar, desde ya hago reserva de la moción. Para no seguir con la idea
de la ambición de adueñarse de una noche, vamos a pedir votación nominal
artículo por artículo. Nos gusta ver cómo perdemos, no importa la diferencia;
es un derecho que nos da el reglamento. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr.
Recalde.- Señor presidente: apoyo la moción de la
señora diputada Camaño.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra.
Camaño.- Señor presidente: para mí es muy serio
lo que estamos votando. Le quiero hacer constar al señor diputado preopinante
que hemos depositado en Secretaría -de hecho, lo hicimos a través suyo- la
copia del dictamen a las 6 y media de la tarde.
Por
su parte, el señor diputado Tonelli ha tenido la caballerosidad de venir a
pedirlo y se lo hemos entregado. Asimismo, la prosecretaria Parlamentaria nos
ha venido a pedir copias, y también se las dimos. Es decir, que quien se quiso
enterar, se enteró.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sr.
Sánchez.- Hay un reglamento, señor presidente. Si
no tienen vergüenza para otras cosas, por lo menos respeten el reglamento.
Tiene
razón el señor diputado Negri. Yo entiendo que se juntan y el Frente para la
Victoria empieza a tener un bloque más numeroso, como en el día de hoy.
Vamos
a ser serios, señor presidente, porque este proyecto tiene muchas cosas muy
importantes. No se trata de quién quiso enterarse sino de quiénes podemos
enterarnos vía el reglamento. No tenemos ningún problema en votar o en no
votar, según nos dé la conciencia. Ahora bien, toda la Cámara, los taquígrafos
y los organismos oficiales de esta casa, tienen que enterarse por la lectura
oficial de la Secretaría. Por eso pido formalmente que se dé lectura.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por La Pampa.
Sr.
Ziliotto.- Señor presidente: estas son las
situaciones en las cuales uno empieza a conocer a la gente. Algunos tienen que
empezar a entender que no siempre el consenso va para el lado de ellos. A esta
altura de la noche uno está cansado de recibir agravios y de que lo traten de
irresponsable.
Nosotros
tenemos calculadora, señor diputado Negri. La suya debe ser la misma que tiene
Prat-Gay, con la que calculó la inflación del 25 por ciento... (Aplausos en las bancas.) ...con la que
calculó la desocupación cero y un crecimiento del 3,5. Por eso, quédese
tranquilo, a nuestra calculadora la respaldan los gobernadores. No somos
“tirabombas”, queremos construir un país más justo, nada más. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Por haber sido aludido tiene la palabra el señor diputado por
Córdoba.
Sr.
Negri.- Señor presidente: con el mayor de los
afectos quiero decir que para mí se pierde la votación, pero no he pretendido
agraviar a nadie, ni he agraviado a nadie. En todo caso, si esa fuese la
devolución de la pelota, creo que así como me recomienda esa calculadora el diputado
preopinante no debería tener ningún inconveniente en darse cuenta de que se
equivocó al estar ahora junto con el Frente para la Victoria cuando ellos
usaron durante 12 años la calculadora al revés. (Aplausos en las bancas.)
- 26 -
Sr. Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada
por Buenos Aires.
Sra.
Moureau.- Señor presidente: quiero plantear una
cuestión de privilegio porque siento que están faltando el respeto a una
diputada que además de ser presidenta de mi bloque fue una de las responsables,
junto con usted, de que este año en la Argentina las instituciones y este
Parlamento funcionaran como no funcionó el Poder Ejecutivo nacional.
- Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sra.
Moureau.- Hace unos días, cuando a usted se lo
acusaba desde el Poder Ejecutivo de vivir en un microclima, los mismos que se
encerraban dentro de un colectivo rodeado de policías, nosotros les
recordábamos que este Parlamento y este bloque acompañaron al gobierno con más
de 100 leyes.
Entonces,
les pido respeto por la diversidad, por la opinión y por los trabajadores, que
están viendo cuál es el resultado de la sesión de esta Cámara. Pido al diputado
Sánchez que sea respetuoso de la presidenta de mi bloque y de todos aquellos
que no estamos de vacaciones y estamos hoy acá viendo cómo defendemos los
intereses de los trabajadores. (Aplausos
en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio pasará a la Comisión de Asuntos
Constitucionales.
- 27 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Continúa la consideración del dictamen de minoría de la Comisión
de Presupuesto y Hacienda recaído en el proyecto de ley por el cual se modifica
la ley de Impuesto a las Ganancias.
Tiene
la palabra el señor diputado por Salta.
Sr.
Olmedo.- Señor presidente: algunos se fueron a
Miami a tomar sol, pero yo me quedé en mi Argentina a ponerle el hombro.
Voy
a ser muy claro: acá hacen falta más aradores y menos oradores. Votemos y
sigamos adelante. (Aplausos en las
bancas.)
- 28 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sra.
Donda Pérez.- Señor presidente: la verdad es que
este año yo no me había enganchado con esto de plantear cuestiones de
privilegio para discutir las cosas que creía que había que discutir. Siento
mucho que haya quienes piensen que lo que estamos votando es en contra de
alguien. No, estamos votando a favor de los trabajadores, de los registrados y
de los no registrados, y el que se sienta agraviado será porque defiende otros
intereses y no el de los laburantes.
Por
otro lado, quiero pedir con todo respeto a través suyo –hay que dirigirse a la
Presidencia- que los diputados y las diputadas nos tratemos con respeto, porque
estoy harta de que el diputado Negri nos mande a las diputadas a hacer desfiles
de modas si queremos y que encima ahora le grite “chiquita” a una diputada,
porque es diputada y joven; si fuera joven y hombre no le diría “chiquito”. La
verdad es que tiene que tratar a todas y a todos con el mismo respeto. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Córdoba.
Sr.
Negri.- Señor presidente: yo no tengo ningún
problema, pero a quien le he dicho “chiquita” la he visto nacer y le tengo un
profundo afecto personal, así que no tengo ningún problema.
En
segundo lugar, hubiese querido ver ese efluvio de la diputada Donda Pérez
pidiendo que nos respeten dejándonos hablar y no desesperarse para que nos
corten el uso de la palabra. Eso hubiera sido muy bueno. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- La cuestión de privilegio pasará a la Comisión de Asuntos
Constitucionales.
- 29 -
Sr.
Presidente (Monzó).- Continúa la consideración del dictamen de minoría de la Comisión
de Presupuesto y Hacienda recaído en el proyecto de ley por el cual se modifica
la ley de Impuesto a las Ganancias.
Por
Secretaría se dará lectura del dictamen de minoría con las modificaciones
propuestas.
Sr.
Secretario (Inchausti).- Dice así: “PROYECTO DE LEY. MODIFICACIONES A LOS IMPUESTOS A LA
RENTA DE PERSONAS FÍSICAS (GANANCIAS Y MONOTRIBUTO) Y MEDIDAS FISCALES PARA
DOTAR DE MAYOR EQUIDAD AL SISTEMA TRIBUTARIO ARGENTINO
TITULO I. MODIFICACIÓN DEL IMPUESTO A LAS
GANANCIAS.
CAPÍTULO I. IMPUESTO A LAS GANANCIAS:
EMPLEADOS EN RELACIÓN DE DEPENDENCIA, JUBILADOS Y AUTÓNOMOS.
ARTÍCULO 1°.- Sustitúyese el artículo 23 de la Ley de Impuesto a las
Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, por el siguiente:
‘ARTÍCULO 23.- Las personas de existencia visible tendrán derecho a deducir de
sus ganancias netas:
a) En concepto de ganancias no
imponibles, la suma de PESOS CUARENTA Y OCHO MIL SEISCIENTOS SESENTA Y SEIS ($
48.666), siempre que sean residentes en el país.
b) En concepto de cargas de familia por
cada hijo, hija, hijastro o hijastra menor de DIECIOCHO (18) años o
incapacitado para el trabajo, o cónyuge y/o concubino, la suma de PESOS
VEINTIDÓS MIL OCHOCIENTOS SETENTA Y DOS ($ 22.872) anuales, siempre que dichas
personas sean residentes en el país, estén a cargo del contribuyente y no
tengan en el año entradas netas superiores a PESOS CUARENTA Y OCHO MIL SEISCIENTOS
SESENTA Y SEIS ($48.666), cualquiera sea su origen y estén o no sujetas al
impuesto.
La deducción de este inciso sólo podrá
efectuarla el pariente más cercano que tenga ganancias imponibles.
La deducción de este inciso se elevará
una vez para el caso de que la persona a cargo del contribuyente esté incluida
en el sistema de protección integral de las personas discapacitadas a que hace
mención el Capítulo I de la Ley N° 22.431.
c) En concepto de deducción especial,
hasta la suma de PESOS CUARENTA Y OCHO MIL SEISCIENTOS SESENTA Y SEIS ($
48.666), cuando se trate de ganancias netas comprendidas en el Artículo 49,
siempre que trabajen personalmente en la actividad o empresa y de ganancias
netas incluidas en el Artículo 79.
Es condición indispensable para el
cómputo de la deducción a que se refiere el párrafo anterior, en relación a las
rentas y actividad respectiva, el pago de los aportes que como trabajadores
autónomos les corresponda realizar, obligatoriamente, al Sistema Integrado
Previsional Argentino (SIPA) o a las cajas de jubilaciones sustitutivas que
corresponda.
El importe previsto en este inciso se
elevará tres coma ocho (3,8) veces cuando se trate de las ganancias a que se
refieren los incisos a), b) y c) del Artículo 79 citado. La reglamentación
establecerá el procedimiento a seguir cuando se obtengan además ganancias no
comprendidas en este párrafo.
No obstante lo indicado en el párrafo
anterior, el incremento previsto en el mismo no será de aplicación cuando se
trate de remuneraciones comprendidas en el inciso c) del citado Artículo 79,
originadas en regímenes previsionales especiales que, en función del cargo
desempeñado por el beneficiario, concedan un tratamiento diferencial del haber
previsional, de la movilidad de las prestaciones, así como de la edad y
cantidad de años de servicio para obtener el beneficio jubilatorio. Exclúyese
de esta definición a los regímenes diferenciales dispuestos en virtud de
actividades penosas o insalubres, determinantes de vejez o agotamiento
prematuros y a los regímenes correspondientes a las actividades docentes,
científicas y tecnológicas y de retiro de las fuerzas armadas y de seguridad.
Para reducir la carga tributaria de las
remuneraciones inferiores, las deducciones previstas en los incisos a), b) y c)
del primer párrafo se incrementarán conforme la siguiente fórmula progresiva:
A - 0,2 x B si A – B > C
Deducciones a efectuar
C si A - B < C
donde:
A =
$334.099 + (Cargas de Familia * x $54.146)
0 si Salario
neto anualizado ** < A
B =
Salario neto ** anualizado – A si Salario neto anualizado ** > A
C =
Deducciones aplicables incisos a), b) y c) Artículo 23°
*Cargas de familia indicadas en el inciso b) del
Artículo 23°
**Ganancia neta sujeta a impuesto indicada en Artículo
17°
Las deducciones establecidas en los
incisos a), b) y c) del primer párrafo se incrementarán en un CUARENTA Y CINCO
POR CIENTO (45%) cuando se trate de las ganancias a que se refieren los incisos
a), b) y c) del Artículo 79 de dicha ley, cuyos beneficiarios sean empleados en
relación de dependencia que trabajen y jubilados que viven en las Provincias y,
en su caso, Partido a que hace mención el Artículo 1° de la Ley N° 23.272 y sus
modificaciones.
Los montos previstos en el presente
artículo se ajustarán anualmente por el coeficiente que surja de la variación
anual del valor del salario neto correspondiente al límite inferior del percentil NOVENTA (90) de la distribución de los
salarios registrados en el SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO (SIPA)
devengados al 31 de diciembre de cada año deducido el Sueldo Anual
Complementario (SAC) y multiplicado por TRECE (13).
En el caso de
que al aplicar la actualización establecida en el párrafo precedente, el valor
del factor ‘A’ –sin deducción en concepto de carga de familia alguna- resultara
inferior al valor anualizado de la ganancia neta sujeta a impuesto (salario
neto) correspondiente al límite inferior del percentil NOVENTA (90) de la
distribución de los salarios registrados en el SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL
ARGENTINO (SIPA) devengados al 31 de diciembre de cada año, la autoridad de
aplicación establecerá un coeficiente de actualización adicional de modo que el
valor del factor ‘A’ -sin deducción en concepto de carga de familia alguna- que
resulte idéntico al valor del salario neto anualizado correspondiente al límite
inferior del percentil NOVENTA (90) de la distribución de los salarios registrados
en el SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO (SIPA).
Facúltese al
Poder Ejecutivo Nacional a reglamentar el alcance de los párrafos anteriores,
en orden a evitar que la carga tributaria neutralice los beneficios derivados
de la política económica y salarial asumidas.’
ARTÍCULO 2°.- Incorpórase como Artículo sin número
agregado a continuación del Artículo 23 la Ley de Impuesto a las Ganancias,
texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, el siguiente: ‘ARTÍCULO…-
Increméntase, respecto de las rentas mencionadas en el inciso c) del artículo
79 de la presente, la deducción especial establecida en el inciso c) del
artículo 23 de dicha Ley, a los efectos que -una vez computada- determine que
la ganancia neta sujeta a impuesto sea igual a CERO (0).
Lo dispuesto en
el párrafo anterior tendrá efectos exclusivamente para los sujetos cuyo mayor
haber bruto mensual, devengado entre los últimos DOCE (12) meses, no supere la
suma de SESENTA MIL ($ 60.000), y solo por las rentas mencionadas en el inciso
c) del artículo 79 de la presente.
Los montos
previstos en el presente artículo se ajustarán anualmente por el coeficiente
que surja del incremento del índice de movilidad de prestaciones a que hace
mención el artículo 32 de la Ley N° 24.241.
Facúltese al
Poder Ejecutivo Nacional a reglamentar el alcance de los párrafos anteriores,
en orden a evitar que la carga tributaria neutralice los beneficios derivados
de la política económica y salarial asumidas.’
ARTÍCULO 3°.- Sustitúyese el Artículo 79 de la Ley
del Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, por
el siguiente texto:
‘Art. 79 -
Constituyen ganancias de cuarta categoría las provenientes:
a) Del desempeño
de cargos públicos nacionales, provinciales, municipales y de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, sin excepción, incluidos los cargos electivos de los Poderes
Ejecutivos y Legislativos y los Magistrados con ingreso al Poder Judicial o al
Ministerio Público posterior al 1° de enero del año 2017.
b) Del trabajo personal ejecutado en relación de dependencia.
c) De las jubilaciones, pensiones,
retiros o subsidios de cualquier especie en cuanto tengan su origen en el
trabajo personal y de los consejeros de las sociedades cooperativas.”
Si
el señor presidente me permite, continuará la lectura la señora prosecretaria
parlamentaria.
Sr.
Presidente (Monzó).- Prosigue la lectura la señora prosecretaria parlamentaria.
Sra.
Secretaria (Luchetta).- El texto continúa así: “d) De los beneficios netos de aportes no
deducibles, derivados del cumplimiento de los requisitos de los planes de
seguro de retiro privados administrados por entidades sujetas al control de la
SUPERINTENDENCIA DE SEGUROS, en cuanto tengan su origen en el trabajo personal.
e) De los servicios personales prestados
por los socios de las sociedades cooperativas mencionadas en la última parte
del inciso g) del artículo 45, que trabajen personalmente en la explotación,
inclusive el retorno percibido por aquellos.
f) Del ejercicio de profesiones liberales
u oficios y de funciones de albacea, síndico, mandatario, gestor de negocios,
director de sociedades anónimas y fideicomisario.
También se consideran ganancias de esta
categoría las sumas asignadas, conforme lo previsto en el inciso
j) del artículo 87, a los socios
administradores de las sociedades de responsabilidad limitada, en comandita
simple y en comandita por acciones.
g) Los derivados de las actividades de
corredor, viajante de comercio y despachante de aduana.
También se considerarán ganancias de esta
categoría las compensaciones en dinero y en especie y los viáticos que se
abonen como adelanto o reintegro de gastos, por comisiones de servicio
realizadas fuera de la sede donde se prestan las tareas, que se perciban por el
ejercicio de las actividades incluidas en este artículo. No obstante, será de
aplicación la deducción prevista en el inciso e) del Artículo 82 de esta Ley,
en el importe que fije la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS, entidad
autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE HACIENDA Y FINANZAS PÚBLICAS, sobre
la base de, entre otros parámetros, la actividad desarrollada, la zona
geográfica y las modalidades de la prestación de los servicios, el que no podrá
superar el equivalente al CUARENTA POR CIENTO (40%) de la ganancia no imponible
establecida en el inciso a) del artículo 23 de la presente Ley.
A tales fines la ADMINISTRACIÓN FEDERAL
DE INGRESOS PÚBLICOS establecerá las condiciones bajo las cuales se hará
efectivo el cómputo de esta deducción.’
ARTÍCULO 4°.- Sustitúyese el tercer párrafo del inciso a) del Artículo 81 de
la Ley de Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus
modificaciones, por el siguiente:
‘No obstante lo dispuesto en el párrafo
anterior, los sujetos indicados en el mismo podrán deducir el importe de los
intereses correspondientes a créditos hipotecarios que les hubieren sido
otorgados para la compra o la construcción de inmuebles destinados a casa
habitación del contribuyente, o del causante en el caso de sucesiones
indivisas, hasta la suma equivalente a la de la ganancia no imponible anual,
definida en el inciso a) del artículo 23 de la presente. En el supuesto de
inmuebles en condominio, el monto a deducir por cada condómino no podrá exceder
al que resulte de aplicar el porcentaje de su participación sobre el límite
establecido precedentemente.’
ARTÍCULO 5°.- Incorpórase como inciso i) al Artículo 81 de la Ley de Impuesto
a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, el siguiente:
‘i) Las personas humanas y sucesiones
indivisas podrán deducir el importe de alquileres de inmuebles destinados a
casa habitación del contribuyente, o del causante en el caso de sucesiones
indivisas, hasta la suma equivalente a la de la ganancia no imponible anual,
definida en el inciso a) del artículo 23 de la presente, siempre y cuando el
contribuyente o el causante no resulte titular de ningún inmueble, cualquiera
sea la proporción. En el supuesto de inmuebles en condominio, el monto a
deducir por cada condómino no podrá exceder al que resulte de aplicar el
porcentaje de su participación sobre el límite establecido precedentemente.’
ARTÍCULO 6°.- Incorpórase como inciso j) al Artículo 81 de la Ley de Impuesto
a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, el siguiente:
‘j) Las personas humanas y sucesiones
indivisas podrán deducir en concepto de educación el importe de gastos
vinculados a los estudios de nivel inicial, primaria, secundaria, terciaria y
universitaria de cada hijo, hija, hijastro o hijastra menor de VEINTICUATRO
(24) años o incapacitado para el trabajo, hasta la suma equivalente al
CINCUENTA POR CIENTO (50%) de la deducción definida en el inciso b) del
artículo 23 de la presente.’
ARTÍCULO 7°.- Sustitúyese el primer párrafo del Artículo 90 de la Ley de
Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, por el
siguiente:
‘Las personas humanas y las sucesiones
indivisas -mientras no exista declaratoria de herederos o testamento declarado
válido que cumpla la misma finalidad- abonarán sobre las ganancias netas
sujetas a impuesto las sumas que resulten de acuerdo con las siguientes
escalas:
a) Con efectos a partir del 1° de enero
de 2017 en adelante:
Ganancia neta imponible acumulada |
Pagarán |
|||
Más de $ |
Hasta $ |
$ |
Más el % |
Sobre el excedente de $ |
0 |
61.000 |
0 |
5 |
0 |
61.000 |
91.000 |
3.050 |
10 |
61.000 |
91.000 |
122.000 |
6.050 |
15 |
91.000 |
122.000 |
182.000 |
10.700 |
20 |
122.000 |
182.000 |
243.000 |
22.700 |
25 |
182.000 |
243.000 |
426.000 |
37.950 |
30 |
243.000 |
426.000 |
en adelante |
92.850 |
35 |
426.000 |
‘Los
montos previstos…”
Sr.
Presidente (Monzó).- Si me permite, señora prosecretaria parlamentaria, continuaré
con la lectura.
“Los montos previstos en el presente
artículo se ajustarán anualmente por el coeficiente que surja del incremento de
la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que publica
el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, el cual podrá
incrementarse en función a la variación anual del valor anualizado del salario
neto correspondiente al límite inferior del percentil NOVENTA (90) de la
distribución de los salarios registrados en el SIPA devengados al 31 de
diciembre de cada año.
Facúltese al Poder Ejecutivo nacional a
reglamentar el alcance del párrafo anterior, en orden a evitar que la carga
tributaria neutralice los beneficios derivados de la política económica y salarial
asumidas.’
ARTÍCULO 8°.- Incorpórense como incisos z) y z.i) al artículo 20 de la Ley de
Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, los
siguientes:
‘Artículo 20.- Están exentos del gravamen:
z) Las sumas, bonificaciones o
remuneraciones percibidas por los siguientes conceptos: productividad y pagos
por excesos a la jornada legal de Trabajo.
z.i) El sueldo anual complementario,
únicamente para los sujetos cuya mayor remuneración bruta mensual devengada
entre los últimos DOCE (12) meses no supere la suma equivalente a OCHO (8)
veces el SALARIO MÍNIMO VITAL Y MÓVIL y que resuelva el Consejo Nacional del
Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil.
Para los sujetos no abarcados en el
párrafo anterior pero cuya mayor remuneración bruta mensual devengada en el
ejercicio fiscal no supere la suma equivalente a DOCE (12) veces el SALARIO
MÍNIMO VITAL Y MÓVIL, la exención sobre el sueldo anual complementario solo
regirá para el tope de OCHO (8) veces el SALARIO MÍNIMO, VITAL Y MOVIL,
debiendo el empleador integrar el excedente a la ganancia neta imponible.”
Tiene
la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra.
Camaño.- Señor presidente: estoy controlando la
lectura y pido a los taquígrafos que tachen la “y” que incorporó cuando dijo:
“…ocho veces el salario mínimo vital y móvil y que resuelva el Consejo
Nacional…” La “y” luego del término “móvil” no figura en el texto que
proporcionamos.
Sr.
Presidente (Monzó).- Si usted lo dice, señora diputada…
El
texto del dictamen continúa así:
“TITULO II: RÉGIMEN SIMPLIFICADO PARA
PEQUEÑOS CONTRIBUYENTES ‘MONOTRIBUTO’.
CAPÍTULO I: MODIFICACIONES AL RÉGIMEN DE
MONOTRIBUTO.
ARTÍCULO 9°.- Sustitúyese el inciso a) del artículo 2° del Anexo de la Ley N°
24.977, sustituido por la Ley N° 26.565, por el siguiente:
‘a) Hubieran obtenido en los doce (12)
meses calendario inmediatos, anteriores a la fecha de adhesión, ingresos brutos
provenientes de las actividades a ser incluidas en el presente régimen,
inferiores o iguales a la suma de pesos ochocientos mil ($ 800.000) o, de
tratarse de ventas de cosas muebles, que habiendo superado dicha suma y hasta
la de pesos un millón doscientos mil ($ 1.200.000) cumplan el requisito de
cantidad mínima de personal previsto, para cada caso, en el tercer párrafo del
artículo 8°.’
ARTÍCULO 10°.- Sustitúyese el inciso c) del artículo 2° del Anexo de la Ley N°
24.977, sustituido por la Ley N°26.565, por el siguiente:
‘c) El precio máximo unitario de venta,
solo en los casos de venta de cosas muebles, no supere el importe de pesos
quince mil ($15.000);’
ARTÍCULO 11.- Sustitúyese el artículo 8° del Anexo de la Ley N° 24.977,
sustituido por la Ley N°26.565, por el siguiente:
‘Se establecen las siguientes categorías
de contribuyentes -según el tipo de actividad desarrollada o el origen de sus
ingresos- de acuerdo con los ingresos brutos anuales y demás parámetros que se
indican a continuación:
CATEGORÍA |
INGRESOS BRUTOS (ANUAL) HASTA $ |
SUPERFICIE AFECTADA |
ENERGÍA ELÉCTRICA CONSUMIDA (ANUAL) |
MONTO DE ALQUILERES DEVENGADOS (ANUAL)
HASTA $ |
A |
$96.000 |
Hasta 30 m2 |
Hasta 3.300 KW |
$36.000 |
B |
$144.000 |
Hasta 45 m2 |
Hasta 5.000 KW |
$36.000 |
C |
$192.000 |
Hasta 60 m2 |
Hasta 6.700 KW |
$72.000 |
D |
$288.000 |
Hasta 85 m2 |
Hasta 10.000 KW |
$72.000 |
E |
$384.000 |
Hasta 110 m2 |
Hasta 13.000 KW |
$90.000 |
F |
$480.000 |
Hasta 150 m2 |
Hasta 16.500 KW |
$90.000 |
G |
$576.000 |
Hasta 200 m2 |
Hasta 20.000 KW |
$108.000 |
H |
$800.000 |
Hasta 200 m2 |
Hasta 20.000 KW |
$144.000 |
En la medida en que no se superen los
parámetros máximos de superficie afectada a la actividad y de energía eléctrica
consumida anual, así como de los alquileres devengados dispuestos para la
Categoría H, los contribuyentes con ingresos brutos anuales superiores para
dicha categoría podrán permanecer en el régimen siempre que dichos ingresos
provengan exclusivamente de venta de bienes muebles.
En tal situación se encuadrarán en la
categoría que les corresponda -conforme se indica en el siguiente cuadro- de
acuerdo con la cantidad mínima de trabajadores en relación de dependencia que
posean y siempre que los ingresos brutos no superen los montos que, para cada
caso, se establecen:
CATEGORÍA |
CANTIDAD MINIMA DE EMPLEADOS |
INGRESOS BRUTOS (ANUAL) HASTA $ |
I |
1 |
$940.000 |
J |
2 |
$1.080.000 |
K |
3 |
$1.200.000 |
Los montos de alquileres devengados
previstos en el presente artículo se ajustarán anualmente conforme a la
variación promedio anual que surja del Índice de Precios al Consumidor elaborado
por el Instituto Nacional de Estadística y Censos.’
ARTÍCULO 12.- Sustitúyese el cuarto párrafo del artículo 21 del Anexo de la
Ley N° 24.977, sustituido por la Ley N° 26.565, por el siguiente:
‘Los contribuyentes excluidos en virtud
de lo dispuesto en el presente artículo serán dados de alta de oficio o a su
pedido en los tributos ‑impositivos y de los recursos de la seguridad
social- del régimen general de los que resulten responsables de acuerdo con su
actividad, no pudiendo reingresar al régimen hasta después de transcurrido UN
(1) año calendario posterior al de la exclusión.’.
ARTÍCULO 13.- Sustitúyese el inciso e) del artículo 31 del Anexo de la Ley N°
24.977, sustituido por la Ley N° 26.565, por el siguiente:
‘e) Cuando se trate de locación y/o
prestación de servicios, no llevar a cabo en el año calendario más de seis (6)
operaciones con un mismo sujeto, ni superar en estos casos de recurrencia, cada
operación la suma de pesos cinco mil ($ 5.000);’
ARTÍCULO 14.- Sustitúyese el inciso h) del artículo 31 del Anexo de la Ley N°
24.977, sustituido por la Ley N° 26.565, por el siguiente:
‘h) No haber obtenido en los doce (12)
meses calendario inmediatos anteriores al momento de la adhesión, ingresos
brutos superiores a pesos noventa y seis mil ($ 96.000). Cuando durante dicho
lapso se perciban ingresos correspondientes a períodos anteriores, los mismos
también deberán ser computados a los efectos del referido límite;’
ARTÍCULO 15.- Sustitúyese el artículo 47 del Anexo de la Ley N° 24.977,
sustituido por la Ley N° 26.565, por el siguiente:
‘Los asociados de las cooperativas de
trabajo podrán incorporarse al Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes
(RS).
Los sujetos cuyos ingresos brutos anuales
no superen el monto máximo de ingresos anuales previsto para la categoría ‘A’
establecida en el artículo 8° de la presente solo estarán obligados a ingresar
las cotizaciones previsionales previstas en el artículo 39 y se encontrarán
exentos de ingresar suma alguna por el impuesto integrado.
Aquellos asociados cuyos ingresos brutos
anuales superen la suma indicada en el párrafo anterior deberán abonar ‑además
de las cotizaciones previsionales- el impuesto integrado que corresponda, de
acuerdo con la categoría en que deban encuadrarse, de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 8°, teniendo solamente en cuenta los ingresos brutos
anuales obtenidos.
Los sujetos asociados a cooperativas de
trabajo inscriptas en el Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Local y
Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social cuyos ingresos brutos anuales
no superen el monto previsto en el primer párrafo estarán exentos de ingresar
el impuesto integrado y el aporte previsional mensual establecido en el inciso
a) del artículo 39 del presente Anexo. Asimismo, los aportes indicados en los
incisos b) y c) del referido artículo se ingresarán con una disminución del
cincuenta por ciento (50%).
ARTÍCULO 16.- Sustitúyese el artículo 52 del Anexo de la Ley N° 24.977,
sustituido por la Ley N° 26.565, por el siguiente:
‘Facúltase a la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE
INGRESOS PÚBLICOS (AFIP) a modificar, una (1) vez al año, los importes del
impuesto integrado a ingresar, correspondientes a cada categoría de pequeño
contribuyente, así como las cotizaciones previsionales fijas en una proporción
que no podrá superar el índice de movilidad de las prestaciones previsionales, previsto
en el artículo 32 de la ley 24.241 y sus modificaciones y normas
complementarias.
Los importes de ingresos brutos anuales
que se indican en los inciso a) y c) del artículo 2°, en el artículo 8° y en
los incisos e) y h) del artículo 31 se ajustarán anualmente conforme a la variación
promedio anual que surja del Índice de Precios al Consumidor elaborado por el Instituto
Nacional de Estadística y Censos.
TÍTULO III: MEDIDAS FISCALES PARA DOTAR
DE MAYOR EQUIDAD AL SISTEMA TRIBUTARIO ARGENTINO
CAPÍTULO I: IMPUESTO A LAS GANANCIAS. RENTA
FINANCIERA. DIVIDENDOS. DEDUCCIÓN DE DIFERENCIAS DE IMPUESTOS.
ARTÍCULO 17.- Sustitúyese el séptimo párrafo del Artículo 18 de la Ley de
Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, por los
siguientes:
‘Para el caso de los sujetos que
encuadren en la categoría de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, según los
términos del artículo 1° de la ley 25.300 y sus normas complementarias, las
diferencias de impuestos provenientes de ajustes se computarán en el balance impositivo
correspondiente al ejercicio en que se determinen o paguen, según fuese el
método utilizado para la imputación de los gastos.
Para el resto de los sujetos, las
diferencias de tributos provenientes de ajustes y sus respectivos intereses, se
computarán en el balance impositivo del ejercicio en el que los mismos resulten
exigibles por parte del Fisco o en el que se paguen, según fuese el método que
corresponda utilizar para la imputación de los gastos’.
ARTÍCULO 18.- Sustitúyese el inciso h) del artículo 20 de la Ley N° 20.268 de
Impuesto a las Ganancias (t.o. 1997 y modificatorias) por el siguiente texto:
‘h) Los intereses originados por los
siguientes depósitos, efectuados en instituciones sujetas al régimen de la Ley N°
21.526 de entidades financieras, y/o instrumentos de inversión:
1. Caja de ahorro.
2. Cuentas especiales de ahorro.
3. A plazo fijo.
4. En instrumentos de regulación
monetaria emitidos por el Banco Central de la República Argentina de acuerdo a
lo dispuesto en el inciso i) del artículo 18 de la Carta Orgánica.
5. A plazo fijo en cuentas judiciales.
6. Los depósitos de terceros u otras
formas de captación de fondos del público conforme lo determine el Banco
Central de la República Argentina en virtud de la Ley N° 20.520.
En los casos mencionados en los puntos 3.
y 4., la exención será procedente en la medida que el total de las sumas
depositadas y/o invertidas por una persona durante el ejercicio fiscal no supere
la suma de UN MILLON QUINIENTOS MIL ($ 1.500.000) o que sea consecuencia de
indemnizaciones laborales, indemnizaciones por causa de accidentes de trabajo o
enfermedad, de juicios previsionales, programas de retiro voluntario o que correspondan
a inversiones de sumas de dinero depositadas judicialmente.
Los intereses producidos por las sumas
que las empresas acrediten o paguen a sus empleados sobre depósitos o préstamos
hasta la suma de DIEZ MIL ($ 10.000).
Lo dispuesto precedentemente no obsta la
plena vigencia de las leyes especiales que establecen exenciones de igual o
mayor alcance;’
ARTÍCULO 19.- Sustitúyese el artículo 83 de la ley
N° 24.441 por el siguiente texto:
‘ARTÍCULO 83.- Los títulos valores representativos de deuda y los certificados
de participación emitidos por fiduciarios respecto de fideicomisos que se
constituyan para la titulización de activos, serán objeto del siguiente tratamiento
impositivo:
a) Quedan
exentas del impuesto al valor agregado las operaciones financieras y
prestaciones relativas a su emisión, suscripción, colocación, transferencia,
amortización, intereses y cancelación, como así también las correspondientes a
sus garantías;
b) Los
resultados provenientes de su compraventa, cambio, permuta, conversión y
disposición, actualizaciones y ajustes de capital, quedan exentos del impuesto
a las ganancias, excepto para los sujetos comprendidos en el Título VI de la
Ley de Impuesto a las
Ganancias (texto ordenado 1986) y sus modificaciones. Cuando se trate de
beneficiarios del exterior comprendidos en el Título V de la citada norma legal,
no regirá lo dispuesto en su artículo 21 y en el artículo 104 de la ley 11.683
(texto ordenado 1978) y sus modificaciones.
c) Los
resultados provenientes de sus intereses tendrán el siguiente tratamiento:
1. Para el caso
de los sujetos no comprendidos en el Título VI de la Ley de Impuesto a las
Ganancias quedan exentos del impuesto en la medida que correspondan a fideicomisos que se constituyan para la
titulización de activos que tengan como subyacentes activos destinados al
financiamiento de: proyectos de infraestructura, inversión productiva,
inmobiliarios, energías renovables, pequeñas y medianas empresas, préstamos
hipotecarios actualizados por Unidad de Vivienda (UVI), desarrollo de economías
regionales y demás objetos vinculados con la economía real, conforme a la
reglamentación que oportunamente dicte la Comisión Nacional de Valores, entidad
autárquica actuante en el ámbito de la Secretaría de Finanzas del Ministerio de
Hacienda y Finanzas Públicas. A tal fin, la Comisión Nacional de Valores reglamentará
los mecanismos necesarios para ejercer, a través de Caja de Valores S.A., la
fiscalización del cumplimiento de lo dispuesto en este punto a los efectos de
hacer aplicable la exención.
Para el caso de
los fideicomisos que no tengan como subyacentes activos destinados al
financiamiento de los proyectos indicados en el punto anterior, la exención
será procedente en la medida que el total de las sumas depositadas y/o
invertidas por una persona durante e1 ejercicio fiscal no supere la suma de UN
MILLÓN QUINIENTOS MIL ($ 1.500.000) o que sea consecuencia de indemnizaciones
laborales, indemnizaciones por causa de accidentes de trabajo o enfermedad, de
juicios previsionales, programas de retiro voluntario o que correspondan a
inversiones de sumas de dinero depositadas judicialmente.
2. No
corresponde exención para los sujetos comprendidos en el Título VI de la Ley de
Impuesto a las Ganancias (texto ordenado 1986) y sus modificaciones.
3. Cuando se
trate de beneficiarios del exterior comprendidos en el Título V de la citada
norma legal, no regirá lo dispuesto en su artículo 21 y en el artículo 104 de
la ley 11.683 (texto ordenado 1978) y sus modificaciones.
El tratamiento
impositivo establecido en este artículo será de aplicación cuando los referidos
títulos sean colocados por oferta pública.
ARTÍCULO 20.- Sustitúyese el artículo 25 de la Ley
N° 24.083 de Fondos Comunes de Inversión, por el siguiente texto:
’ARTICULO 25.- El tratamiento impositivo aplicable
a los fondos comunes de inversión regidos por la presente ley y a las
inversiones realizadas en los mismos, será el establecido por las leyes
tributarias correspondientes, no aplicándose condiciones diferenciales respecto
del tratamiento general que reciben las mismas actividades o inversiones.
Las cuotapartes y
cuotapartes de renta de los fondos comunes de inversión, serán objeto del
siguiente tratamiento impositivo:
a) Quedan
exentas del impuesto al valor agregado las prestaciones financieras que puedan
resultar involucradas en su emisión, suscripción, colocación, transferencia y
renta.
b) Los
resultados provenientes de su compraventa, cambio, permuta, conversión y
disposición, actualizaciones y ajustes de capital, quedan exentos del impuesto
a las ganancias, excepto para los sujetos comprendidos en el Título VI de la
Ley de Impuesto a las Ganancias (texto ordenado 1986) y sus modificaciones.
Cuando se trate de beneficiarios del exterior comprendidos en el título V de la
citada norma legal, no regirá lo dispuesto en su artículo 21 y en el artículo
104 de la Ley 11.683 (texto ordenado 1978) y sus modificaciones.
c) Los
resultados provenientes de sus rentas tendrán el siguiente tratamiento:
1. Para el caso
de los sujetos no comprendidos en el Título VI de la Ley de Impuesto a las
Ganancias, quedan exentos del impuesto en la medida que correspondan a fondos
comunes de inversión, abiertos o cerrados, regulados por las leyes 24.083 y sus
modificatorias y complementarias, y 26.831, cuyo objeto sea la inversión en
instrumentos destinados al financiamiento de: proyectos de infraestructura,
inversión productiva, inmobiliarios, energías renovables, pequeñas y medianas
empresas, préstamos hipotecarios actualizados por Unidad de Vivienda (UVI),
desarrollo de economías regionales y demás objetos vinculados con la economía
real, conforme a la reglamentación que oportunamente dicte la Comisión Nacional
de Valores, entidad autárquica actuante en el ámbito de la Secretaría de
Finanzas del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas. A tal fin, la Comisión
Nacional de Valores reglamentará los mecanismos necesarios para ejercer, a
través de Caja de Valores S.A., la fiscalización del cumplimiento de lo
dispuesto en este punto a los efectos de hacer aplicable la exención.
Para el caso de los
fondos comunes de inversión que no tengan como subyacentes activos destinados al
financiamiento de los proyectos indicados en el punto anterior, la exención
será procedente en la medida que el total de las sumas depositadas y/o
invertidas por una persona durante el ejercicio fiscal no supere la suma de UN
MILLÓN ($ 1.500.000) o que sea consecuencia de indemnizaciones laborales,
indemnizaciones por causa de accidentes de trabajo o enfermedad, de juicios
previsionales, programas de retiro voluntario o que correspondan a inversiones
de sumas de dinero depositadas judicialmente.
2. No
corresponde exención para los sujetos comprendidos en el Título VI de la Ley de
Impuesto a las Ganancias (texto ordenado 1986) y sus modificaciones.
3. Cuando se trate
de beneficiarios del exterior comprendidos en el título V de la citada norma
legal, no regirá lo dispuesto en su artículo 21 y en el artículo 104 de la Ley 11.683
(texto ordenado 1978) y sus modificaciones.
El tratamiento
impositivo establecido en el párrafo anterior será de aplicación cuando los
referidos títulos sean colocados por oferta pública.
Asimismo, a los
efectos del impuesto al valor agregado, las incorporaciones de créditos a un
Fondo Común de Inversión, no constituirán prestaciones o colocaciones
financieras gravadas. Cuando el crédito incorporado incluya intereses de
financiación, el sujeto pasivo del impuesto por la prestación correspondiente a
estos últimos continuará siendo el cedente, salvo que el pago deba efectuarse
al cesionario o a quien éste indique, en cuyo caso será quien lo reciba el que
asumirá la calidad de sujeto pasivo.
ARTÍCULO 21.- Incorpórase como sexto y séptimo
párrafo al Artículo 90° de la Ley de Impuesto a las Ganancias, texto ordenado
en 1997 y sus modificaciones, el siguiente:
‘Tratándose
de dividendos o utilidades, en dinero o en especie ‑excepto en acciones o
cuotas partes-, que distribuyan los sujetos mencionados en el inciso a),
apartados 1, 2, 3, 6 y 7 e inciso b), del artículo 69, no serán de aplicación
la disposición del artículo 46 y la excepción del artículo 91, primer párrafo y
estarán alcanzados por el impuesto a la alícuota del diez por ciento (10 %),
con carácter de pago único y definitivo, sin perjuicio de la retención del
treinta y cinco por ciento (35 %), que establece el artículo sin número
incorporado a continuación del artículo 69, si correspondiere.
Lo dispuesto en
el párrafo anterior no resultará aplicable para el caso de dividendos o
utilidades que distribuyan los sujetos mencionados en el inciso a), apartados
1, 2, 3, 6 y 7 del artículo 69 que encuadren en la categoría de Micro, Pequeñas
y Medianas Empresas, según los términos del artículo 1° de la ley 25.300 y sus
normas complementarias.’
CAPÍTULO II:
IMPUESTO AL VALOR AGREGADO. SUJETOS DEL EXTERIOR QUE REALIZAN PRESTACIONES EN
EL PAÍS. RESPONSABLE SUSTITUTO.
ARTÍCULO 22.- Incorpórase como inciso h) al
Artículo 4° de la Ley de Impuesto al Valor Agregado, texto ordenado en 1997 y
sus modificaciones, el siguiente:
‘h) Sean
locatarios, prestatarios, representantes o intermediarios de sujetos del
exterior que realizan locaciones o prestaciones gravadas en el país, en su
carácter de responsables sustitutos.’
ARTÍCULO 23.- Incorpórase como Artículo sin número
agregado a continuación del Artículo 4° de la Ley de Impuesto al Valor
Agregado, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, el siguiente:
‘ARTÍCULO… .- Serán considerados responsables o
sustitutos a los fines de esta ley, por las locaciones y/o prestaciones
gravadas, los residentes o domiciliados en el país que sean locatarios y/o
prestatarios de sujetos residentes o domiciliados en el exterior y quienes
realicen tales operaciones como intermediarios o en representación de dichos
sujetos del exterior, siempre que las efectúen a nombre propio,
independientemente de la forma de pago y del hecho que el sujeto del exterior
perciba el pago por dichas operaciones en el país o en el extranjero.
Se encuentran
comprendidos entre los aludidos responsables sustitutos:
a) Los ESTADOS
NACIONAL, PROVINCIALES y MUNICIPALES, y el GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE
BUENOS AIRES, sus entes autárquicos y descentralizados.
b) Los sujetos
incluidos en los incisos d), f), g) y m) del Artículo 20 de la Ley de Impuesto
a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones.
c) Los
administradores, mandatarios, apoderados y demás intermediarios de cualquier
naturaleza.
Los responsables
sustitutos deberán determinar e ingresar el impuesto que recae en la operación,
a cuyo fin deberán inscribirse ante la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS
PÚBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS
PÚBLICAS, en los casos, formas y condiciones que dicho organismo establezca.
En los supuestos
en que exista imposibilidad de retener, el ingreso del gravamen estará a cargo
del responsable sustituto.
El impuesto
ingresado con arreglo a lo dispuesto en el presente artículo tendrá, para el
responsable sustituto, el carácter de crédito fiscal habilitándose su cómputo
conforme a lo previsto en los Artículos 12, 13 y en el primer párrafo del
Artículo 24, de corresponder.
El PODER
EJECUTIVO queda facultado para disponer las normas reglamentarias que estime
pertinentes, a los fines de establecer la forma en que los ESTADOS NACIONAL,
PROVINCIALES, MUNICIPALES o el GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES,
liquiden e ingresen el gravamen, en carácter de responsable sustituto.’
CAPITULO III:
IMPUESTO SOBRE LA GANANCIA EXTRAORDINARIA PRESUNTA A LA COMERCIALIZACIÓN DE
JUEGOS DE AZAR DESARROLLADA A TRAVÉS DE MAQUINAS
ELECTRÓNICAS. IMPUESTO A LA REALIZACIÓN DE APUESTAS. ‘IMPUESTO AL JUEGO’.
ARTÍCULO 24°.- Apruébase como ‘Impuesto sobre la Ganancia Extraordinaria
Presunta a la Comercialización de Juegos de Azar desarrollada a través de Máquinas
Electrónicas’, el siguiente texto:
‘ARTICULO 1°.- Establécese un ‘Impuesto sobre la Ganancia Extraordinaria
Presunta a la Comercialización de Juegos de Azar desarrollada a través de Máquinas
Electrónicas’, de resolución inmediata (tragamonedas), que se determinará sobre
la base de los activos afectados a dicha actividad, valuados de acuerdo con las
disposiciones de la presente ley, y que regirá por el término de cinco (5)
ejercidos anuales.
ARTÍCULO 2°.- Son sujetos pasivos del impuesto quienes exploten en el
territorio de la Nación los activos señalados en el artículo siguiente.
ARTÍCULO 3°.- Los activos afectados a la actividad son las máquinas
electrónicas de resolución inmediata (tragamonedas) explotadas en todo el
territorio de la Nación, que deberán valuarse al costo de adquisición o valor
del ingreso al patrimonio. Para considerar el valor de los activos en cuestión
serán contemplados los valores oficializados de manera más reciente en las
destinaciones de importación de los mismos.
Al valor así obtenido, se le restará el
importe que resulte de aplicar el coeficiente anual de amortización que surja
de lo dispuesto por la Ley de Impuesto a las Ganancias (t.o. 1997),
correspondiente a los años de vida útil transcurridos desde la fecha de
adquisición o de ingreso al patrimonio, hasta el año, inclusive, por el cual se
liquida el gravamen.
ARTÍCULO 4°.- El impuesto a ingresar surgirá de la aplicación de la alícuota
del DIEZ POR CIENTO (10%) sobre la base imponible del gravamen determinado de
acuerdo con las disposiciones del artículo anterior.
ARTÍCULO 5°.- El impuesto resultante por aplicación de la presente se
liquidará y abonará anualmente sobre la base de declaración jurada efectuada en
formulario oficial que a tal efecto determine la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE
INGRESOS PÚBLICOS.
Asimismo, los sujetos ´pasivos del
gravamen quedan obligados a cumplir el ingreso de DOCE anticipos mensuales, en
las condiciones que establezca la Administración.
ARTÍCULO 6°.- Facúltase a la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS,
entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE HACIENDA Y FINANZAS PÚBLICAS,
a establecer el calendario de vencimientos.
ARTÍCULO 7°.- Para los casos no previstos en los artículos precedentes y en su
reglamentación, se aplicarán supletoriamente las disposiciones de la Ley de
Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, y de su
decreto reglamentario.
ARTÍCULO 8°.- El gravamen establecido por la presente se regirá por las
disposiciones de la Ley N° 11.683, texto ordenado en 1998 y sus modificaciones,
y por las establecidas en el Decreto N° 618 de fecha 10 de julio de 1997, y su
aplicación, percepción y fiscalización estará a cargo de la ADMINISTRACIÓN
FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE
ECONOMÍA y FINANZAS PÚBLICAS, la que queda facultada para dictar las normas
complementarias que resulten necesarias.
ARTICULO 25°.- Apruébase como ‘Impuesto sobre la realización de apuestas a
través de plataformas digitales’, el siguiente texto:
ARTÍCULO 1°.- Establécese en todo el territorio de la Nación un impuesto que
grave la realización de apuestas a través de plataformas digitales (juego por
internet), debidamente autorizadas para operar en el territorio de la República
Argentina por las autoridades nacionales o locales competentes, y que regirá
por el término de cinco (5) ejercidos anuales
ARTÍCULO 2°.- A los efectos de la aplicación del impuesto de esta ley se
consideran sujetos del gravamen a las personas humanas y personas jurídicas que
desarrollen la actividad de apuestas efectuadas a través de plataformas digitales
(juego por internet), recayendo el impuesto sobre los operadores que hubieran
sido designados por las autoridades competentes, quienes serán responsables del
tributo en calidad de agentes de percepción.
ARTÍCULO 3°.- El perfeccionamiento del hecho imponible previsto en el Artículo
1° se configurará al momento en que se efectúa el pago o, de corresponder, al
vencimiento fijado para el pago por parte de la administradora de la tarjeta de
crédito y/o compra, el que sea anterior.
ARTÍCULO 4°.- El impuesto a ingresar surgirá de la aplicación de la alícuota
del SIETE COMA CINCO POR CIENTO (7,5%) sobre el ingreso neto. A tal efecto se
entenderá por ingreso neto el monto total de las apuestas realizadas, previa
deducción de los pagos de premios efectuados y los créditos o bonos entregados
a los apostadores.
ARTÍCULO 5°.- El impuesto resultante por aplicación de la presente ley se
liquidará y abonará en forma mensual sobre la base de la declaración jurada
efectuada en los términos que reglamente a tal fin la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE
INGRESOS PÚBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE HACIENDA Y
FINANZAS PÚBLICAS.
ARTICULO 6°.- Para los casos no previstos en los artículos precedentes y en su
reglamentación, se aplicarán supletoriamente las disposiciones de la Ley de
Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, y de su
decreto reglamentario.
ARTÍCULO 7°.- El gravamen establecido por la presente se regirá por las
disposiciones de la Ley N° 11.683, texto ordenado en 1998 y sus modificaciones,
y por las establecidas en el Decreto N° 618 de fecha 10 de julio de 1997, y su
aplicación, percepción y fiscalización estará a cargo de la ADMINISTRACIÓN
FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE
ECONOMÍA y FINANZAS PÚBLICAS, la que queda facultada para dictar las normas
complementarias que resulten necesarias.
ARTÍCULO 26.- Incorpórase al Libro Segundo, Título XI del Código Penal, el
siguiente artículo:
‘Será reprimido con prisión de tres a seis
años el que explotare, administrare, operare o de cualquier manera organizare,
por sí o a través de terceros, cualquier modalidad o sistema de captación de
juegos de azar sin contar con la autorización pertinente emanada de la
autoridad jurisdiccional competente’.
ARTÍCULO 27.- Las autoridades competentes comunicarán a la Dirección Nacional
de Registro de Dominio de Internet (NIC Argentina), al Banco Central de la
República Argentina (BCRA), a la Administración Federal de Ingresos Públicos
(AFIP) y a la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual
(AFSCA) los sitios, medios de pago y operadores autorizados, a los efectos de
que dichos organismos adopten las medidas pertinentes en el área de su
competencia.”
Sr.
Grandinetti.- Pido la palabra.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Santa Fe.
Sr.
Gradinetti.- Señor presidente: en lugar del
AFSCA, se debe reemplazar por el Ente Nacional de Comunicaciones, ENACOM, dado
que el AFSCA no está más en funcionamiento.
Sr.
Presidente (Monzó).- Continúo: “CAPITULO IV: DERECHOS DE EXPORTACIÓN ACTIVIDAD
MINERA.
ARTÍCULO 28.- Déjese sin efecto la reducción de derechos de exportación a los
productos minerales implementada por el Decreto N° 160, de fecha 18 de
diciembre de 2015 y el Decreto N° 349, de fecha 12 de febrero de 2016.
ARTÍCULO 29.- Instrúyase al Poder Ejecutivo Nacional a reestablecer, y
publicar en el Boletín Oficial, las alícuotas de derechos de exportación
aplicables a los productos minerales vigentes con anterioridad a la reducción
implementada por el Decreto N° 160, de fecha 18 de diciembre de 2015 y el
Decreto N° 349, de fecha 12 de febrero de 2016.
ARTÍCULO 30.- Derógase toda normativa que se oponga a lo establecido en la
presente.
CAPÍTULO V: IMPUESTO EXTRAORDINARIO A LAS
OPERACIONES FINANCIERAS ESPECULATIVAS ‘DÓLAR FUTURO’.
ARTÍCULO 31.- Apruébase como ‘Impuesto Extraordinario a las Operaciones
Financieras Especulativas (Dólar Futuro)’, el siguiente texto:
‘ARTÍCULO 1°.- Establécese un ‘Impuesto Extraordinario a las Operaciones
Financieras Especulativas (Dólar Futuro)’ aplicable por única vez a las
personas jurídicas, humanas y sucesiones indivisas que hubieran obtenido
utilidades por operaciones de compra y venta de contratos de futuros sobre
subyacentes moneda extranjera.
Se considerará utilidades alcanzadas por
el presente impuesto:
a) Para el caso de personas jurídicas:
las utilidades devengadas en los ejercicios fiscales en curso a la fecha de
entrada en vigencia de la presente;
b) Para el caso de personas humanas y
sucesiones indivisas: las utilidades obtenidas en el año fiscal 2016.
ARTÍCULO 2°.- El impuesto a ingresar por los contribuyentes indicados en el
artículo anterior surgirá de aplicar la tasa del quince por ciento (15%) sobre
las utilidades derivadas de ‘diferencias positivas de precio’ por operaciones
de compra y venta de contratos de futuros sobre subyacentes moneda extranjera,
no pudiendo ser deducible gasto alguno.
ARTÍCULO 3°.- El impuesto a ingresar será incluido y liquidado, de manera
complementaria, en la declaración jurada del impuesto a las ganancias del
período fiscal respectivo.
ARTÍCULO 4°.- El presente gravamen no será deducible para la liquidación del
impuesto a las ganancias y no podrá ser computado como pago a cuenta del mismo.
ARTÍCULO 5°.- Para los casos no previstos en los artículos precedentes, se
aplicarán supletoriamente las disposiciones de la Ley de Impuesto a las
Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones y su decreto
reglamentario, no siendo de aplicación las exenciones impositivas –objetivas y
subjetivas- previstas en dicha ley.
ARTÍCULO 6°.- El gravamen establecido por la presente se regirá por las
disposiciones de la Ley N° 11.683, texto ordenado en 1998 y sus modificaciones,
y por las establecidas en el Decreto N°618 de fecha 10 de julio de 1997, y su
aplicación, percepción y fiscalización estará a cargo de la ADMINISTRACIÓN
FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE
ECONOMÍA Y FINANZAS PÚBLICAS, la que queda facultada para dictar las normas
complementarias que resulten necesarias.’
CAPITULO
VI: IMPUESTO A LOS INMUEBLES IMPRODUCTIVOS
ARTÍCULO 32.- Apruébase como “Impuesto de Emergencia a los Inmuebles
Improductivos”, el siguiente texto:
‘ARTÍCULO 1°.- Establécese con carácter de emergencia por el término de TRES
(3) períodos fiscales a partir del año fiscal 2016, inclusive, un impuesto que
recaerá sobre los inmuebles situados en el país y en el exterior que no se
exploten, arrienden y/o se afecten a actividades productivas y que sean
propiedad de personas humanas o jurídicas, existentes al cierre de su ejercicio
económico anual.
El impuesto también se aplicará en el
caso de inmuebles situados en el exterior que estén registrados a nombre de una
sociedad, fideicomiso y cualquier otro vehículo de inversión del exterior
propiedad de personas humanas o jurídicas residentes en el país.
ARTÍCULO 2°.- No estarán alcanzados por el impuesto los inmuebles afectados a
casa habitación del contribuyente y, para el caso del resto de los inmuebles,
cuando su valor en conjunto resulten iguales o inferiores a pesos QUINCE
MILLONES ($15.000.000)
ARTÍCULO 3°.- El gravamen a ingresar por los sujetos indicados en el artículo
anterior de esta ley, será equivalente al CERO COMA SETENTA Y CINCO POR CIENTO
(0,75%) del valor del inmueble.
ARTÍCULO 4°.- Para los casos no previstos en los artículos precedentes y en su
reglamentación, se aplicarán supletoriamente las disposiciones de la Ley de
Impuesto sobre los Bienes Personales, texto ordenado en 1997 y sus
modificaciones, y de su decreto reglamentario.
ARTÍCULO 5°.- El gravamen establecido en la presente ley se regirá por las
disposiciones de la Ley N° 11.683, texto ordenado en 1998 y sus modificaciones
y su aplicación, percepción y fiscalización estará a cargo de la ADMINISTRACIÓN
FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE
HACIENDA Y FINANZAS PÚBLICAS, la que queda facultada para dictar las normas
complementarias que resulten necesarias.
TÍTULO
IV: DISPOSICIONES GENERALES
ARTÍCULO 33.- Destínase al ‘FONDO FEDERAL SOLIDARIO’, creado por el artículo
1° del Decreto 206/2009 y declarado válido por Resolución 1697/2009 del
CONGRESO DE LA NACIÓN, de fecha 28 de Octubre de 2009, el CINCUENTA POR CIENTO
(50%) de la totalidad de lo recaudado en virtud de la derogación prevista en el
Capítulo IV del Título III de la presente (Derechos Exportación Actividad
Minera).
ARTÍCULO 34.- Deróguese el artículo 4° de la Ley 26.731, y demás normas
complementarias.
ARTÍCULO 35.- La ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS, entidad
autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE HACIENDA Y FINANZAS PÚBLICAS, deberá
confeccionar y poner a disposición de todo el público en la web institucional del Organismo antes
del 15 de enero de cada año un informe que contenga la distribución
percentílica y las medianas de cada percentil de los salarios netos de los
trabajadores en relación de dependencia del SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL
ARGENTINO (SIPA), deducido el Sueldo Anual Complementario (SAC) al 31 de
diciembre de cada año con el detalle de la metodología utilizada. Los informes
anuales sucesivos deberán contener, como mínimo, los valores correspondientes
al año inmediato anterior. Estos valores deberán utilizarse para determinar la actualización
de las deducciones establecidas en el artículo 23° de la Ley de Impuesto a las
Ganancias, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones.
ARTÍCULO 36.- Déjense sin efecto las exclusiones de pleno derecho del Régimen
Simplificado para Pequeños Contribuyentes (RS) efectuadas por la Administración
Federal de Ingresos Públicos durante los últimos DIECIOCHO (18) MESES.
ARTÍCULO 37.- Instrúyase a la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS,
entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE HACIENDA Y FINANZAS PÚBLICAS,
a establecer un régimen de retención en la fuente para las utilidades gravadas
derivadas de:
a) Intereses originados en depósitos a
plazo fijo y/o en instrumentos de regulación monetaria emitidos por el Banco
Central de la República Argentina de acuerdo a lo dispuesto en el inciso i) del
artículo 18 de la Carta Orgánica al momento de que las instituciones liquiden
los intereses respectivos;
b) Intereses de fideicomisos que se
constituyan para la titulización de activos, y;
c) Rentas derivadas de fondos comunes de
inversión.
La ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS
PÚBLICOS, entidad autárquica en el ámbito del MINISTERIO DE ECONOMÍA Y FINANZAS
PÚBLICAS, especificará el alcance y obligatoriedad del ‘Régimen especial de
emisión y almacenamiento electrónico de comprobantes originales’, Resolución
General (AFIP) 3749/2015, aplicable al alquiler de los inmuebles destinados a
casa habitación a efectos de facilitar la deducción incorporada por el artículo
4° de la presente.
ARTÍCULO 38.- Las disposiciones de la presente Ley son de orden público y
entrarán en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial y tendrán
efecto:
a) Las del Título I, Capítulo I: A partir
del año fiscal 2017, inclusive, con excepción de la exención prevista para el
sueldo anual complementario, la cual tendrá vigencia a partir de la segunda
cuota del sueldo anual complementario correspondiente al período fiscal 2016,
inclusive.
b) Las del Título II, Capítulo I: A
partir del primer día del mes siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial.
c) Las del Título III, Capítulo I:
Tratándose de personas humanas y sucesiones indivisas, a partir del año fiscal
2017, inclusive; demás sujetos, para los ejercicios fiscales en curso a la
fecha de entrada en vigencia de la presente y los siguientes.
d) Las del Título III, Capítulo II y
Capítulo III: Para los hechos imponibles que se perfeccionen a partir del
primer día del mes siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial.
e) Las del Título III, Capítulo IV: Para
las respectivas destinaciones de exportación que se oficialicen a partir del
primer día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial.
f) Las del Título III, Capítulo V: Para
el caso de personas jurídicas: las utilidades devengadas en los ejercicios fiscales
en curso a la fecha de entrada en vigencia de la presente. Para el caso de
personas humanas y sucesiones indivisas: las utilidades obtenidas en el año
fiscal 2016.
g) Las del Título III, Capítulo VI: A
partir del año fiscal 2016, inclusive.
ARTÍCULO 39.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.” (Aplausos en las bancas.)
Tiene
la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra.
Troiano.- Señor presidente: solicito que en el
artículo 1°, inciso b), se cambien las palabras “incapacitado” y “discapacitadas”
por “personas con discapacidad”, como lo establece la Convención Internacional,
que tiene carácter constitucional en nuestro país. Además, ordena que la nueva
legislación se adecue a ella.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sr.
Kicillof.- Señor presidente: aceptamos la
modificación propuesta.
También
quiero que en los artículos en los que se haga referencia al “Ministerio de
Economía y Finanzas Públicas”, se cambie dicha expresión por “Ministerio de
Hacienda y Finanzas Públicas”.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra la señora diputada por San Juan.
Sra.
Castro.- Señor presidente: teniendo en cuenta que
se votará en un solo acto todo el articulado, solicito autorización para abstenerme
en los artículos 28, 29 y 30, del Capítulo IV.
Sr.
Gioja.- Señor presidente: en el mismo sentido que
la señora diputada preopinante, pido autorización para abstenerme en la
votación de los artículos 28, 29 y 30.
Sr.
Presidente (Monzó).- Si hubiere asentimiento de la Honorable Cámara, se darán por
autorizadas la abstenciones solicitadas.
- Asentimiento.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por La Rioja.
Sr.
Olivares.- Señor presidente: quería aclarar el
sentido de mi voto en el Capítulo IV, artículos 28 y 29. Lo haré
afirmativamente porque es un capítulo vinculado con las retenciones mineras.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por Catamarca.
Sr.
Tomassi.- Señor presidente: en el mismo sentido
que el señor diputado Gioja, solicito autorización para abstenerme.
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por San Luis.
Sr.
Riccardo.- Señor presidente: sinceramente, estoy
azorado. Primero nos quitaron el uso de la palabra y después nos pusieron un
proyecto de ley encima. Pensé que podíamos discutir este proyecto. Una cosa es
debatir la modificación de un artículo y otra distinta es discutir un proyecto
de ley hecho en los pasillos a las seis de la tarde. A mí me eligieron para
discutir seriamente. Esto hay superado todos los récords que hemos visto en los
últimos años, cuando los proyectos ingresaban los martes a la tarde, se
dictaminaba esa noche y los teníamos que escuchar los miércoles a la mañana.
Esto lo superó. (Aplausos en las bancas.)
Todos
conocen nuestra posición de gravar desde la primera hasta la última de las
explotaciones mineras, desde el primero hasta el último de los jueces, la renta
financiera y la timba también.
Voy
a hacer una propuesta de modificación en el artículo referido a la timba: en
vez de que el impuesto sea el 10 por ciento del valor de la máquina, que sea el
10 por ciento de su recaudación porque este proyecto de ley está denunciando el
acuerdo con la timba en toda la República Argentina. (Aplausos en las bancas.) ¿Por qué establecen que sea el 10 por
ciento del valor de la recaudación de cada una de las máquinas? Formulo esa
moción concreta, y no el 10 por ciento del valor de importación de la máquina,
que es mil veces menor que lo que recauda. Ese impuesto a la timba, que están
vendiendo en todos los titulares, es muchísimo menor del gravamen que
establecía el proyecto el Poder Ejecutivo.
Voy
a votar negativamente porque estoy en contra de traer un proyecto a las ocho de
la noche, cuyo impacto no se conoce y que además denuncia un acuerdo con la
timba nacional. Por eso hay tanto apuro en que salga esta noche. Todo nuestro
bloque lo va a votar en contra. (Aplausos
en las bancas.) ¡Esto representa un acuerdo con el juego nacional y no
tiene nada que ver con gravar el juego! Gravar el juego es otra cosa.
Por
lo tanto, formulo moción de que en el artículo del proyecto oficial referido al
juego diga que es el 10 por ciento de la recaudación total neta de cada máquina
o el 10 por ciento de la recaudación total de los juegos online. Vamos a ver si
lo votan. (Aplausos en las bancas.)
Sr.
Presidente (Monzó).- Tiene la palabra el señor diputado por la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Sr.
Kicillof.- Señor presidente: sería un caso de
doble imposición. No se puede aceptar.
‑Varios señores diputados hablan a
la vez.
Sr.
Presidente (Monzó).- Si hay asentimiento de la Honorable Cámara, se darán por
autorizadas las abstenciones solicitadas por los señores diputados.-
Asentimiento.
Sr.
Presidente (Monzó).- Quedan autorizadas las abstenciones de los señores diputados.
Se
va a votar en forma nominal los artículos 1° a 38 del primer dictamen de
minoría, con las modificaciones leídas por Secretaría.
‑Varios señores diputados hablan a
la vez.
- Se
practica la votación nominal.
- Conforme al tablero electrónico, sobre
229 señores diputados presentes, 141 han votado por la afirmativa y 84 por la
negativa, registrándose además 3 abstenciones.
Sr. Secretario (Inchausti).- Se han
registrado 141 votos afirmativos, 84 negativos y 3 abstenciones.
AQUÍ VOTACIÓN NOMINAL
Sr.
Presidente (Monzó).- El artículo 39 es de forma. Se comunicará al Honorable Senado.
Se van a
votar las inserciones solicitadas por los señores diputados en el curso de esta
sesión.
-
Resulta afirmativa.
Sr.
Presidente (Monzó).- Quedan autorizadas las
inserciones solicitadas.
Habiéndose
cumplido el objeto de la convocatoria, queda levantada la sesión.
- Es la hora 0 y 30 del día 7.