SESIONES ORDINARIAS

 

1999

 

ORDEN DEL DIA N° 2907

 

COMISION DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO

 

Impreso el día 23 de noviembre de 1999

 

Término del artículo 113: 2 de diciembre de 1999

 

SUMARIO: Atentado perpetrado por un grupo terrorista contra el Parlamento de la República Federativa de Armenia. Expresión de repudio.

1.- Leyba de Martí (5829-D-1999)

2.- Maurette y otros (5832-D-1999)

3.- Stubrin (5836-D-1999)

 

Dictamen de las comisiones

 

La Comisión de Relaciones Exteriores y Culto ha considerado los proyectos de declaraci6n de la señora diputada Leyba de Martí, de los señores diputados Maurette y otros, y del señor diputado Stubrin, por los cuales declaran su más enérgico repudio al atentado perpetrado por un grupo terrorista contra el Parlamento de la República Federativa de Armenia; y, por las razones expuestas en el informe que se acompaña y las que dará el miembro informante, aconseja la aprobación del siguiente

 

Proyecto de declaración

 

La Cámara de Diputados de la Nación

 

DECLARA:

 

Su más enérgico repudio al atentado perpetrado por un grupo terrorista contra el Parlamento de la República Federativa de Armenia, que costara la vida de legisladores y funcionarios de ese país, entre quienes se encontraban el primer ministro Vazguen Sarkisián, el presidente del Parlamento Karen Oettarchian y el vicepresidente del Parlamento Yuri Bajstuan.

Transmitir nuestras condolencias y solidaridad al gobierno de Armenia y extenderlo a la comunidad armenia que reside en nuestro país.

 

Sala de la comisión, 10 de noviembre de 1999.

 

Fernando W. Maurette - Marcelo J. A. Stubrin - Liliana M. Irrazábal - Marta I. Ortega - Juan C. Olima – Dante M. Caputo - Juan P. Baylac – Carlos A. Becerra - Leticia Bianculli - Rafael H. Flores - María L. González - Ricardo E. Lafferrière - Beatriz M. Leyba de Martí - Marcelo E. López Arias - Manuel L. Martínez – María del Carmen Mossello de Benzo – Mario R. Negri - Juan C. Pezoa – Carlos A. Raimundi - Pascual A. Rampi - Pedro Salvatori - Federico T. M. Storani - Juan M. Valcarcel

 

INFORME

 

Honorable Cámara:

 

La Comisión de Relaciones Exteriores y Culto, al considerar los proyectos de declaración de la señora diputada Leyba de Martí, de los señores diputados Maurette y otros y del señor diputado Stubrin, expresando repudio al magnicidio cometido en la República de Armenia, cree innecesario abundar en más detalles que los expuestos en los fundamentos que los acompañan, por lo que los hace suyos y así lo expresa.

 

Fernando W. Maurette.

 

FUNDAMENTOS

 

1

 

Señor presidente:

 

Seguramente para muchos pueblos de occidente, Armenia, como otros pueblos del Cáucaso y de los Balcanes, constituye un gran interrogante sobre las razones que llevaron a que durante siglos se mantuviera unido lo que de hecho estaba desintegrado por la colonización y ocupación extranjera.

A principios de este siglo, mientras el positivismo inundaba Occidente con las ideas del progreso indefinido, los armenios debían soportar el genocidio más cruento y sin razón que haya conocido la humanidad por esos tiempos. Luego quiso la historia que Armenia dejara de ser un Estado independiente y de hecho una preocupación para la Liga de las Naciones, ya que a la ocupación otomana le siguió la soviética, quedando incorporada a la República Socialista Soviética. A pesar de ello, la nación armenia sin Estado luchó por su independencia en las diferentes latitudes del mundo. Las comunidades armenias trabajaban en silencio para recuperar lo que les había sido arrebatado.

Armenia, al igual que muchos pueblos del mundo y por razones estratégicas, quedó atrapada en el conflicto Este-Oeste que dominó la escena mundial durante gran parte del siglo XX. Cuando este conflicto perdió sentido se inició el proceso de desintegración de la Unión Soviética; los pueblos que durante su dominación acallaron su búsqueda por la libertad, hoy deben enfrentarse a una puja sin precedentes para recuperar las nacionalidades y la identidad de los mismos. Por ello, no es casual que en la región de los Balcanes y en la del Cáucaso veamos, no sin estupor, como se enfrentan pueblos que hasta hace poco formaban parte de un mismo espacio político, construido por la fuerza y el silencio de quienes se repartieron el mundo en un buque del Atlántico, construyendo países satélites a costa de su dignidad y libertad.

Esa búsqueda de la libertad y la independencia se mantuvo incólume en el pueblo armenio, gracias a la cual pudo iniciar en 1991 la reconstrucción de la república y el Estado armenio.

Este proceso naciente ha sido sorprendido por la violencia vandálica de quienes han internalizado la idea de la fuerza, la sangre sobre la palabra y la prudencia.

Cuando sesionaba uno de los bastiones inequívocos de la República, un grupo, supuestamente de ultranacionalistas, invadió la sesión llenando de estupor y horror a quienes participaban de ella, asesinando a mansalva al primer ministro, a miembros del gabinete y a diferentes legisladores.

No importan las causas ni tampoco las intenciones, lo que importa es que todas las repúblicas levanten sus voces proclamando que es necesario sortear las diferencias a partir del diálogo, la prudencia y la justicia. No hay razón alguna que justifique la violencia sangrienta, no hay argumento alguno que sostenga la acción de destruir a quien o a quienes no son sus enemigos sino sus contrincantes. Debemos todos repudiar aquellos actos que durante décadas fundaron la estrategia del conflicto, avasallando identidades, ideales, libertades y dignidades.

Es imperioso que la nueva estrategia se construya con el otro, el cual ya no es un enemigo, sino simplemente un adversario. La estrategia de amigo-enemigo enlutó al siglo XX de las prácticas más cruentas de lesa

humanidad. Por ello no podemos sino repudiar a quienes se siguen aferrando a esa estrategia para imponer por la fuerza, la violencia y el terror, su voluntad.

Por las razones expuestas, es que solicito la aprobación del presente proyecto de declaración.

 

Beatriz Leyba de Martí

 

2

 

Señor presidente:

 

Frente a la acción homicida perpetrada por un grupo terrorista en el Parlamento armenio y que costara la vida del primer ministro Vazguen Sarkisián y de legisladores y funcionarios de ese país, y frente a la reacción de repudio de la comunidad internacional, esta Honorable Cámara no puede dejar de ser partícipe, acompañando los sentimientos de indignación al pueblo y la comunidad armenia en nuestro país.

La violencia política, que tanto ha golpeado a nuestros pueblos, nos impide permanecer indiferentes. Los argentinos tenemos una triste experiencia de secuestros, torturas, persecuciones y muerte. Hemos padecido el duro tiempo del totalitarismo de la intolerancia. No

podemos menos que expresar nuestra solidaridad con el pueblo armenio, tan caro a nuestro sentir.

La reacción de repudio expresada por la comunidad internacional, señala que estos hechos de violencia no son indiferentes y que, cuando la lucha por las ideas políticas se dirime en el terreno de la muerte, es el mundo entero quien, superando intereses ideológicos, reacciona en forma unánime en defensa de la vida. Los partidos políticos, superando intereses personales, deben ser representativos de esta demanda que no detenta individualidades.

Por lo expuesto precedentemente, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.

 

Fernando W. Maurette

 

3

 

Señor presidente:

 

Como es de público conocimiento, en el día de ayer un grupo de personas armadas irrumpieron disparando a mansalva en la sesión del Parlamento armenio en Erevan, mientras el primer ministro con todo su gabinete

estaba brindando un informe al Parlamento sobre la marcha de los asuntos del Estado.

Como consecuencia del brutal atentado fueron acribilladas a balazos numerosas personas, estimándose en por lo menos diez el número de victimas, entre quienes se encontraban el primer ministro Vazguen Sarkisián, el presidente del Parlamento Karen Demirchián y el

vicepresidente del Parlamento Yuri Bajshián.

Siendo coherentes con los principios del derecho internacional que Argentina sostuvo tradicionalmente, corresponde condenar el atentado terrorista, repudiar la violencia como expresión de la política, abogar por una pronta solución del conflicto de Nagorno-Karabach.

Asimismo corresponde enviar nuestras condolencias a los deudos de las víctimas.

Por lo expuesto, es que solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.

Marcelo J. A. Stubrin

 

ANTECEDENTES

 

1

 

Proyecto de declaración

 

La Cámara de Diputados de la Nación

 

DECLARA:

 

Su repudio y se solidariza con la República Armenia frente a los acontecimientos que enlutan al pueblo de la nación armenia por el magnicidio cometido contra la persona del primer ministro y miembros del gabinete, así como también de legisladores que participaban en una sesión parlamentaria celebrada el día 27 de octubre de 1999.

Hecho violento perpetrado por quienes se obstinan en sostener acciones fundamentalistas, sean del signo que fueren, resistiéndose aún a renunciar a las prácticas terroristas y a comprender que la construcción social y la pacificación debe ser la resultante del consenso, en el cual queden expresadas las diferentes interpretaciones sobre los procesos históricos.

 

Beatriz Leyba de Martí

 

2

 

Proyecto de declaración

 

DECLARA:

 

Su más enérgico repudio al atentado perpetrado por un grupo terrorista en la República de Armenia que costara la vida del primer ministro Vazguen Sarkisián y de legisladores y funcionarios de ese país. Transmitir nuestras condolencias al gobierno de Armenia y extenderlo a la comunidad armenia que reside en nuestro país.

 

Fernando W. Maurette - Dante M. A. Caputo - Guillermo E. Estévez Boero

 

3

 

Proyecto de declaración

 

La Cámara de Diputados de la Nación

 

DECLARA:

 

Repudiar el atentado terrorista perpetrado contra el Parlamento de la República Federativa de Armenia.

Su hondo pesar por las víctimas mortales del ataque, entre quienes se encontraban el primer ministro Vazguen Sarkisián, el presidente del Parlamento Karen Demirchián y el vicepresidente del Parlamento Yuri Bajshián.

 

Marcelo J. A. Stubrin.