-   En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los diecinueve días del mes de diciembre de 2019, a la hora 15 y 5:

 

 

                                                                                                             - 1 -    

HOMENAJE A LA MEMORIA DEL DOCTOR LEANDRO DESPOUY

 

Sr. Presidente (Massa).- Con la presencia de 129 señores diputados, queda abierta la sesión especial convocada conforme al requerimiento efectuado por los señores diputados en número reglamentario. (Aplausos.)

          Invito a los señores diputados y diputadas a ponerse de pie y a permanecer un minuto en silencio en homenaje al fallecido extitular de la Auditoría General de la Nación, doctor Leandro Despouy.

-   Puestos de pie, los señores diputados guardan un minuto de silencio en homenaje a la memoria del doctor Leandro Despouy. (Aplausos.)

 

 

                                                                                                             - 2 -    

CONVOCATORIA A SESIÓN ESPECIAL

Sr. Presidente (Massa).- Por Secretaría se dará lectura de la resolución dispuesta por esta Presidencia, mediante la que se convoca a sesión especial.

 

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Dice así:

 

Buenos Aires, 18 de diciembre de 2019

         

         

El presidente de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación

 

RESUELVE

 

Artículo 1°.- Citar a las diputadas y a los diputados para el día 19 de diciembre de 2019, a las 15 horas, a fin de considerar los siguientes expedientes:

 

          1) Dictamen del expediente 5.358-D.-2019. De resolución. Reglamento de la H. Cámara de Diputados de la Nación. Modificación del artículo 61 sobre creación de la Comisión de Mujeres y Diversidad, y otras cuestiones conexas.

          2) Dictamen del expediente 16-PE.-2019. Proyecto de ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública.

          3) Proyecto de ley por el que se concede autorización al señor presidente de la Nación para ausentarse del país durante el año 2020, cuando razones de gobierno así lo requieran (Expediente 17-PE-2019).

 

Sr. Presidente (Massa).- Para considerar el proyecto de ley que autoriza al presidente de la Nación a ausentarse del país, solicitado en el pedido de sesión especial, se necesita el voto de los dos tercios de los presentes dado que no cuenta con despacho de comisión.

          Se va a votar. Se requieren las dos terceras partes de los votos.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- Queda incorporado al temario de la sesión.

 

                                                                                                           - 3 -         

HOMENAJE

                                                                                                                   I  

A la memoria del doctor Leandro Despouy

 

Sr. Presidente (Massa).- Para un homenaje a la memoria del doctor Leandro Despouy, tiene la palabra el señor diputado Negri, por Córdoba.

 

Sr. Negri.- Señor presidente, Honorable Cámara: he pedido la palabra para hacer un homenaje a quien durante ocho años fuera titular de la Auditoría General de la Nación, doctor Leandro Despouy. Como todos sabemos, la AGN es un organismo que desde la reforma de la Constitución Nacional de 1994 depende del Congreso.

          Más allá de la amistad personal, el cariño entrañable y el respeto como persona, hay dos puntos en la vida de Leandro Despouy que lo marcan notablemente y con presencia de cara a la sociedad, tanto en el país como fuera de éste.

          Fue diplomático y defensor de los derechos humanos. Antes de cobrar notoriedad por ser presidente de la Auditoría General de la Nación desde el 2002 a 2016, tuvo una gran actuación como defensor de los derechos humanos. Debió irse de la Argentina amenazado por la Triple A y estuvo exiliado en Francia durante ocho años, donde recorrió foros internacionales, como el más famoso de ellos, el Tribunal Russel, sobre el accionar de organizaciones de la dictadura militar.

          Entre 1984 y 1989 fue embajador plenipotenciario de la Cancillería, gestionó la difusión del juicio a las juntas militares y representó al país en distintos foros internacionales.

          En la década del 90 y a instancia del ex canciller Guido Di Tella acompañó en Haití la gestión que le tocó al ex canciller Dante Caputo en la delicada transición del dictador Raúl Cerdá al presidente constitucional Aristide.

          Ocupó quizás el más alto rango: la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Empezamos a conocerlo más de cerca como auditor. Hoy un medio señaló que él inició una cruzada contra la corrupción. La Auditoría General de la Nación se iluminó. Hizo una cantidad enorme de auditorías en un cuerpo colegiado integrado por oposición y oficialismo y ahí, sin distinción, se dilucidaron casos de corrupción y se hicieron las denuncias, como el descontrol con el que terminó la empresa Trenes de Buenos Aires y la tragedia de Once, por enumerar algunas cosas que advirtieron sobre la inseguridad física de los pasajeros.

          Quiero decir que la Auditoría General de la Nación recobró el prestigio y ayudó a recobrar el prestigio del parlamento argentino. Existe una asignatura pendiente que tenemos todos, y él insistió, e inclusive lo hicieron auditores sucesivos en el sentido de que la Auditoría no solamente haga informes que no son vinculantes si no que tenga la autarquía suficiente para vincular sus dictámenes en las decisiones.

          Aunque él no esté vivo, espero que este Congreso pueda saldar esa deuda, que constituye una contribución a la democracia, al equilibrio de poder y a la transparencia.

          Con Leandro Despouy, como dije, se encendieron las luces de los controles. La AGN desnudó lo más oscuro del Estado, fundamentalmente cuando no hay controles y la concentración de poder termina en corrupción, gobierne quien gobierne.

          Se ganó el respeto de propios y extraños y merece hoy por parte de este cuerpo del que depende el que él presidió -y que todo rogamos siga teniendo el mismo prestigio y el mismo camino- este merecido homenaje. (Aplausos.) 

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Riccardo, por San Luis.

 

Sr. Riccardo.- Señor presidente: como diputado de la provincia que vio nacer a Leandro Despouy me sumo las palabras dichas por el presidente de nuestro interbloque.

          Los diputados de San Luis, la Unión Cívica Radical de San Luis, los puntanos y los argentinos queremos rendir nuestro homenaje a Leandro “Chungo” Despouy. Lo hago no a nombre personal sino de todos ellos.

          A lo mejor no muchos saben que Leandro Despouy era puntano, nacido en San Luis en 1947.  Estudió en el Colegio Nacional, luego en la Universidad de Buenos Aires y ya siendo muy joven se inició en la militancia política de la Unión Cívica Radical.

          Por su compromiso democrático y político con los perseguidos por la Triple A debió exiliarse en Francia y desde Europa denunció en diversos foros internacionales -como ya bien dijo Mario- el accionar de la fuerza paraestatal y luego de la dictadura militar.

          Fue convocado por el presidente Raúl Alfonsín al Ministerio de Relaciones Exteriores donde ocupó el cargo de director general de Derechos Humanos, quizá una de sus causas y entregas más resonantes con el rango de embajador extraordinario y plenipotenciario. Desde allí gestionó la presencia de importantes personalidades extranjeras en el juicio a las juntas militares.

          Es destacada su participación en las acciones en misiones internacionales de prevención de discriminación y protección a las minorías de la lucha contra la extrema pobreza, de protección de los derechos humanos, de las personas con discapacidad y del respeto a la institucionalidad.

          Uno de sus temas de preocupación fue la corrupción estatal en el país. 

          Presidió la Primera Conferencia Internacional Parte en la Convención contra la Tortura y otros Tratos Crueles. Fue Representante Especial para Derechos Humanos de nuestro país a través de la Cancillería Argentina con rango de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario y representó a nuestro país en múltiples foros internacionales, como también así lo hizo como expositor externo en nuestro país y en el extranjero, como docente la Universidad de Buenos Aires, en la Universidad de París 8, La Sorbona, Harvard y otras, y tuvo un rol muy importante como jurado internacional en distintos eventos de reconocimiento en defensa de la protección de los derechos humanos.

          Quizás su trabajo póstumo estuvo en la presidencia de la Auditoría General de la Nación, esa construcción institucional que se logró -que soñó también Raúl Alfonsín con la reforma constitucional‑ y que Leandro supo prestigiar, así como lograr la confianza de los ciudadanos en el control del poder del Estado, el control de las buenas prácticas de gobierno, de la transparencia y en el uso de los recursos públicos, lo que es un bien imponderable de la República y de nuestra Patria. Y por supuesto, demostró que la corrupción también mata, investigando numerosos casos de corrupción -como ya se ha dicho- y trabajando, a veces solitario y en el desierto, y a veces no siendo escuchado durante muchos años, pero luego logrando que su minuciosa investigación fuera parte de las pruebas en las causas contra ese tipo de delitos.

          Fue distinguido muchas veces pero quiero resaltar que recibió la medalla “Abuelas de Plaza de Mayo”, el reconocimiento del Honorable Senado de la Nación por su trabajo para lograr la pacificación de la República de Haití y su regreso al régimen constitucional. También recibió el premio “Mauricio López”, de la Universidad Nacional de San Luis, por la lucha por los derechos humanos, y fundamentalmente la distinción “Jrimian Hairig” otorgada por el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica por su enorme compromiso en la construcción de la causa armenia y de una sociedad democrática, el reconocimiento al genocidio de los armenios y el reconocimiento Internacional del genocidio armenio.

          Ya con el dolor de los amigos queremos despedir y reconocer a este hombre que nos supo dar un ejemplo de transparencia, del culto de la ética política y de la ética pública.

          Así como estaba en un foro internacional, también estaba por los caminos de nuestra provincia, muchas veces recorriéndolos como un militante más al lado de los jóvenes ‑como lo hizo hasta hace pocos meses‑ para lograr también alternancia en el sistema político argentino y en el de nuestra querida provincia de San Luis.

          Desde la Unión Cívica Radical, los diputados puntanos queremos despedir con profundo dolor, pero también con una profunda admiración, a Leandro “Chungo” Despouy. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Moreau, por Buenos Aires.

 

Sra. Moreau.- Señor presidente: adhiriendo a las palabras de los diputados preopinantes, quiero aclarar –para aquellos que estaban ausentes‑ que al comienzo de esta sesión los diputados de este bloque junto con diputados de otros bloques hicimos un minuto de silencio en homenaje a Leandro Despouy.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Camaño, por Buenos Aires.

 

Sra. Camaño.- Señor presidente: como Interbloque Federal, adherimos al homenaje que se está rindiendo al dirigente político y al radical de ley que supimos conocer en un organismo tan caro para el trabajo cotidiano de los diputados y senadores como es la Auditoría General de la Nación.

          Sus colegas nos han perfilado sobradamente la trayectoria política de Leandro. Nosotros lo conocimos en esos catorce años en los que, representando a la Unión Cívica Radical como partido de oposición, realizó su tarea en la AGN.

          Señor presidente: como diputada debo decir que realizó su trabajo de manera acabada ‑con controversias, como siempre las hay cuando quienes deben controlar lo hacen‑, con informes que para esta casa han sido de muchísima utilidad en la develación de los actos de corrupción –o no‑ de las acciones políticas del Poder Ejecutivo.

          De manera que con mucha congoja y compromiso adherimos al homenaje que se está rindiendo a don Leandro Despouy, que ‑como bien se dijo acá‑ más allá de esos catorce años como auditor general de la Nación, fue un hombre comprometido con la democracia y los derechos humanos. Esto último –como dijeron acá algunos colegas y todos lo sabemos‑ le valió ocho años de exilio del país.

          Así que queremos decir a sus correligionarios y amigos que compartimos el dolor por la pérdida de un dirigente político de los quilates de don Leandro Despouy. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Rey, por Buenos Aires.

 

Sra. Rey.- Señor presidente: quiero adherir a cada una de las palabras de los diputados preopinantes. Con muchísima tristeza quiero decir que hoy me toca homenajear a un hombre que no solo fue valiente sino que fue un amante de la libertad, un hombre de la democracia, alguien que supo combatir contra la dictadura denunciando cada crimen cometido por esta última, defendiendo los derechos humanos de todos. Quizás este sea el gran legado que nos deja.

          En sus últimos años de gestión como funcionario combatió la corrupción desde su cargo en la Auditoría General de la Nación. Señaló los errores y los abusos de poder y advirtió sobre los riesgos del mal uso del dinero público. Dio pelea contra la impunidad y volvió a darnos un ejemplo de ciudadanía.

          Desde un lugar absolutamente personal, que a nadie es ajeno, no puedo dejar de recordar el acompañamiento de Leandro en su valiente y veraz testimonio en el juicio por la tragedia de Once. Más allá de su rol, fue un ser humano que en cada audiencia acompañó y abrazó a cada víctima y a cada familiar; así lo hizo cada día, sin importar la hora, el calor o el frío. Siempre estuvo ahí, conteniéndonos. Era un ser humano cálido, un ser humano que con su trabajo comprometido logró los informes de la AGN que fueron los pilares que cimentaron la condena por lo ocurrido. Si se lo hubiese escuchado a tiempo, seguramente la tragedia de Once no hubiera sucedido.

          Por eso, y con muchísimo dolor, hoy despido a un gran patriota, a un excelente funcionario; pero por sobre todas las cosas, a un gran hombre de la democracia y a un gran amigo de todos los hombres de bien de nuestro país. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Oliveto Lago, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Oliveto Lago.- Señor presidente: la verdad es que siento un dolor muy grande porque estoy despidiendo a alguien que fue mi maestro y amigo. Fue mi compañero de cátedra, y junto con él recorrimos el país dictando la materia Derecho Administrativo. Realmente me cuesta hablar de Leandro en pasado.

          Creo que las personas que dan su vida por una causa siempre quedan en la historia y en el corazón de los que lo conocimos y de aquellos que alguna vez resultaron beneficiados por su lucha.

          Como parte de la Coalición Cívica quiero decir que adherimos a las palabras de quienes hablaron precedentemente y celebramos que este recinto, que es el recinto de la democracia, haya hecho un minuto de silencio por alguien que dio su vida por la democracia.

          En mis años de militante en la Juventud Radical encontré en él a una persona que seguía mis ideas ‑porque era alfonsinista como yo‑, pero sobre todo tenía bien claro que para pelear por un país había que poner el cuerpo, el alma, el prestigio y el corazón. Como miembro de la Auditoría General de la Nación, como parte de la familia del control, encontré en él a un funcionario honesto que con honestidad intelectual trabajó por un país mejor y por instituciones mejores.

          Hoy es un día muy triste para este país, porque se fue alguien que hizo mucho por él. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Cacace, por San Luis.

 

Sr. Cacace.- Señor presidente: no esperaba que en mi primera intervención en esta Cámara me tocara despedir a un amigo. Pero este es el momento que nos toca, así como hace unas horas nos tocó despedir a Leandro Despouy en la sede de la Auditoría General de la Nación. Nos tocó despedir al “Chungo”, como le decimos los sanluiseños, los puntanos, quienes nos sentimos orgullosos por la figura que él ha representado.

          También nos sentimos orgullosos como radicales, como lo señalaban el presidente de nuestro bloque, diputado Mario Negri, y mi comprovinciano José Luis Riccardo.

          Pero saludo sobre todo las palabras con las que lo ha homenajeado todo el arco político, porque en todos los años en que me tocó trabajar con él ‑tanto en el ámbito de Naciones Unidas como en el de la Auditoría General de la Nación‑ siempre se consideró un hombre de Estado, es decir, una persona dedicada al servicio público en favor de la Nación, por encima de los intereses partidarios y particulares.

          En toda su trayectoria en el ámbito internacional, tanto cuando que le tocó desempeñarse como embajador plenipotenciario de nuestra República así como también desempeñar múltiples mandatos como relator especial de Naciones Unidas en la defensa de los derechos humanos y llegar a ser presidente de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas propuesto por nuestro país, siempre dio testimonio por la vigencia irrestricta de los derechos humanos en nuestro país y en el mundo.

          De la misma forma en 2002, año tan difícil para nuestra patria, el ex presidente Raúl Alfonsín lo llamó por teléfono y lo convocó para desempeñarse como presidente de la Auditoría General de la Nación, en representación del partido político opositor con mayor número de bancas en el Congreso en ese entonces, la Unión Cívica Radical. En ese llamado telefónico le dijo lo siguiente: “Leandro, te llamo para desempeñar esta tarea porque se necesita custodiar la honradez de la República.” Eso fue lo que hizo, controlar, promover la transparencia, custodiar la honradez en la administración de los fondos públicos.

          Ese es el legado que nos deja, el de una persona absolutamente comprometida con el desempeño de nuestro país, con la democracia y con los derechos humanos, y por eso siento que todos estamos agradecidos con él. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (Massa).- Con las palabras vertidas por los señores diputados, queda rendido el homenaje de la Honorable Cámara de Diputados a la memoria del doctor Leandro Despouy.

 

                                                                                                           - 4 -         

cuestion de privilegio

Sr. Presidente (Massa).- Para una cuestión de privilegio tiene la palabra la señora diputada Lehmann, por Santa Fe.

 

Sra. Lehmann.- Señor presidente: hace dos semanas en la Legislatura de la provincia de Santa Fe ocurrió un hecho aberrante que terminó con la violación del orden democrático y de la forma representativa de gobierno.

          En una maniobra totalmente arbitraria, propia de un régimen dictatorial, por unanimidad el cuerpo legislativo decidió no tomar juramento a un diputado de nuestro partido, elegido legítimamente por la voluntad popular, y entregarle su banca a la diputada que le seguía en la lista, supuestamente con argumentos referidos al cupo femenino.

          Sucede que en la provincia de Santa Fe la ley vigente es la de cupo y no hay ley de paridad. Sin embargo, de manera totalmente arbitraria, el cuerpo legislativo decidió ignorar la voluntad popular y entregar la banca a la persona que no correspondía.

          Al estar vigente la ley de cupo sabemos que una de cada tres personas tiene que ser mujer. Esto se cumplió a la perfección, el quinto era nuestro diputado y la tercera y la sexta eran mujeres. No contenta con el resultado ‑lamentablemente por falta de votos no pudimos hacer ingresar más de cinco diputados- la candidata a diputada exigió al tribunal electoral que le entregara el lugar de nuestro diputado. Luego, a través de un fallo, el tribunal electoral nos dio la razón a nosotros y dijo que correspondía que el diputado Sebastián Julierac ocupara esa banca.

          Sin embargo, el 5 de diciembre pasado el cuerpo legislativo de la provincia de Santa Fe, de forma unánime, decidió dar la espalda a la voluntad popular y no solo no tomó juramento a nuestro diputado sino que tampoco lo dejó entrar al recinto y poder defenderse, y decidió entregar esa banca a la diputada que hoy está ocupando un lugar que no le corresponde.

          En Santa Fe se ha violado la democracia al dar la espalda a la voluntad popular, se ha violado la República al haber ignorado un fallo de la Justicia y se han violado las inmunidades del diputado electo no dejándolo hacer uso de su palabra y poder defenderse ante semejante atropello.

          ¿Qué pasaría, señor presidente, si cualquier cuerpo legislativo decide quién ingresa y quién no ingresa a una cámara, dando la espalda a la voluntad popular? Se convertiría en un circo en el que cada uno elige quién ingresa y quién no, y esto podría ser contagioso para cualquier otro cuerpo legislativo que pueda copiarlo. Se trata de un precedente gravísimo.

          Por este motivo, señor presidente, hoy planteo esta cuestión de privilegio, para defender el sistema representativo republicano y federal que sostiene a nuestro país y a cada una de las provincias que lo componen. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (Massa).-  El asunto será girado a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

 

                                                                                                           - 5 -         

cuestion de privilegio

 Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado del Caño, por Buenos Aires.

 

Sr. del Caño.- Señor presidente: quiero plantear esta cuestión de privilegio por un hecho muy grave que está sucediendo en la provincia de Mendoza.

          En el día de mañana, en un trámite totalmente exprés, la Legislatura va a tratar una ley que tira abajo la ley 7.722 por la que se impide en la minería el uso de sustancias tóxicas como el cianuro, el ácido sulfúrico y otras.

          Esta situación es muy grave porque ya hay amenazas de represión. El otro día también se dio una situación muy tensa. No es la primera vez que quienes se movilizan por distintos reclamos en Mendoza sufren represión, y lo más grave es que esto se hace mientras hoy vamos a votar la baja de retenciones a las mineras.

          El secretario de Minería, un hombre de la Barrick Gold, está llevando adelante esta política que no es más que una política de saqueo y contaminación. Por eso, señor presidente, en mi caso personal ‑he participado de esas movilizaciones que conquistaron la ley 7.722- me siento muy afectado y agraviado, como todo el pueblo de Mendoza, porque en esa provincia el agua es un recurso escaso.

          Ya tenemos la experiencia de San Juan donde la Barrick Gold ha contaminado los ríos y esto no solamente sucede en la provincia de Mendoza sino también en la de Chubut. Hay un importante movimiento que se está desarrollando en defensa del medio ambiente, en contra de la minería contaminante.

          Es gravísimo lo que está sucediendo con este pacto entre el gobernador Rodolfo Suárez de la UCR y el presidente Alberto Fernández, a quien hemos escuchado hablar muy claramente como si ya se hubiese votado esta ley en la provincia de Mendoza, diciendo que había conseguido que se avanzara con la minería.

          Insisto: esto significa pasar por encima de la ley 7.722 que se conquistó con la movilización popular. Por eso, como millones de jóvenes en todo el mundo que se movilizan en defensa del medio ambiente, estoy con el pueblo de Mendoza que está reclamando y defendiendo la ley 7.722 y exijo que no se avance con este atropello que va afectar el agua de toda la provincia de Mendoza.

          Quiero decir que vamos a estar acompañando esas movilizaciones con nuestros legisladores, que están dando la pelea en la provincia de Mendoza para que no se avance con esta ley. Vamos a estar en las calles de Mendoza, Chubut y de todos los lugares donde se pretende avanzar con este pacto de saqueo y contaminación.

 

Sr. Presidente (Massa).- La cuestión será girada a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

 

                                                                                                           - 6 -         

dias y horas de sesion

 

Sr. Presidente (Massa).- Previo a la consideración del temario, la Presidencia solicita se fijen los días y horas de sesión para el período extraordinario.

          Tiene la palabra la señora diputada Moreau, por Buenos Aires.

 

Sra. Moreau.- Señor presidente: el bloque al que represento propone sesionar los miércoles y jueves a las 12 horas y los viernes a las 10 horas.

 

Sr. Presidente (Massa).- Si hay asentimiento, así se hará.

-   Asentimiento.

Sr. Presidente (Massa).- En consecuencia, quedan fijados para el período parlamentario mencionado, los siguientes días y horas de sesión: miércoles y jueves a las 12 horas y los viernes a las 10 horas.

 

                                                                                                           - 7 -         

AUTORIZACIONES A LA PRESIDENCIA

Sr. Presidente (Massa).- De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 167 del reglamento, la Presidencia solicita la autorización de la Honorable Cámara a dar entrada y girar directamente los asuntos ingresados a las respectivas comisiones y efectuar las comunicaciones de estilo al Honorable Senado y al Poder Ejecutivo y las sanciones que se produjeron en el desarrollo de las sesiones que no hubieren concluido.

          Si hay asentimiento, la Presidencia quedará autorizada para cumplir los trámites mencionados.

-   Asentimiento.

 

                                                                                                           - 8 -         

modificación del artículo 61 del reglamento sobre creación de la Comisión de Mujeres y Diversidad

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el dictamen de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, recaído en el proyecto de resolución por el que se modifica el artículo 61 del reglamento de esta Honorable Cámara sobre creación de la Comisión de Mujeres y Diversidad, y otras cuestiones conexas. (Expediente 5.358.-D.-2019)


aquí expediente 5.358-D.-2019


Sr. Presidente (Massa).-  Se va a votar.

-   Resulta afirmativa.

Sr. Presidente (Massa).- Queda sancionado el proyecto de resolución[1]. Se harán las comunicaciones pertinentes.

 

                                                                                                           - 9 -         

autorización al señor presidente de la nación para ausentarse del país

Sr. Presidente (Massa).- Informo que en la reunión de presidentes de bloque, a propuesta de esta Presidencia, se resolvió alterar el orden de los asuntos que figuran en el temario, a efectos de tratar como segundo tema el permiso al presidente de la Nación para ausentarse del país.

          Por lo tanto, si hay asentimiento se procederá en la forma indicada.

-   Asentimiento.

Sr. Presidente (Massa).- Habiendo asentimiento, corresponde considerar el proyecto de ley por el cual se autoriza al señor presidente de la Nación para ausentarse del país durante el año 2020, cuando razones de gobierno así lo requieran. (Expediente 17-P.E.-2019)


AQUÍ EXPEDIENTE 17-P.E.-2019


Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente en general y en particular.

-   Se practica la votación nominal.

-   Conforme al tablero electrónico, sobre 235 señores diputados presentes, 232 han votado por la afirmativa y 1 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 232 votos por la afirmativa de las señoras y señores diputados, y uno por la negativa. [2]

 

Sr. Presidente (Massa).- Queda sancionado el proyecto de ley.[3]

     Se comunicará al Honorable Senado.

     Los señores diputados Nuñez y De Mendiguren dejan constancia de que han votado por la afirmativa.

 

                                                                                                          - 10 -       

proyecto de ley de Solidaridad Previsional, Social y de Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública

Sr. Presidente (Massa).- Corresponde considerar el dictamen de mayoría de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y otra recaído en el proyecto de ley de Solidaridad Previsional, Social y de Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública. (Expediente 16-P.E.-2019).


ORDEN DEL DÍA N ° (COMPLETAR)

(Expediente 16-P.E.-2019)


Sr. Presidente (Massa).- En consideración en general.

          Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: es un honor iniciar este mandato con el tratamiento de un proyecto de ley que tiene tanta trascendencia.

          El propio título del proyecto es una definición en sí misma, porque hace alusión a la solidaridad social y a la reactivación productiva, todo ello puesto en el marco de la emergencia económica. Creo que el título es una definición en sí misma, insisto. Trataré de desarrollar este concepto porque me parece fundamental.

          Para iniciar, quiero tomar como referencia lo que dijo unos días el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero. En un reportaje de fin de semana dijo que este gobierno considera a la función pública como una herramienta de transformación, que cree en el Estado y que descree en el mercado para asignar esa justicia que se merecen los sectores más postergados.

          ¿Por qué cito esta frase? Porque creo que está contenida a lo largo de todo el proyecto y es esencial. Cuando hablamos de un cambio de rumbo o de un cambio de modelo, creo que definimos que el Estado debe salir de la idea de ser un Estado canchero ‑es decir de uno que preparaba la cancha para que jueguen los privados‑ a la de ser u Estado que tenga la obligación de actuar en función de la defensa de los intereses de los más débiles, de trabajar para la justicia distributiva y que genere el clima de reactivación productiva en el ámbito de la solidaridad social.

          También es esencial la idea de que uno de los primeros objetivos que tenemos por delante es desterrar el hambre en la República Argentina, reducir la desigualdad y volver a crecer. Todo esto debe hacerse de manera conjunta. Este es el nuevo imperativo ético de nuestra época y la base para edificar una democracia sólida y sostenible en nuestro país que coadyuve también a recorrer un camino de fortalecimiento institucional y democrático en la región. Estoy leyendo los párrafos iniciales del proyecto que estamos considerando y lo hago para marcar que estos conceptos que tienen que ver con la solidaridad, con la ética y con el fortalecimiento institucional y democrático aparecen en todas las líneas.

          Garantizar las libertades constitucionales y al mismo tiempo promover la igualdad es una tarea indelegable de un Estado democrático. En atención a esos objetivos es necesario iniciar el camino de la reactivación productiva y para hacerlo debemos tender a una ética de la solidaridad como principio rector de las políticas públicas.

          En función de todo esto, el primer artículo de este proyecto declara la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria energética, sanitaria y social. La verdad que a medida que uno lo dice y lo menciona tiene que reconocer que suena dramático. Pero la realidad es dramática, no es una descripción exagerada, porque realmente este es el país que se ha recibido.

          Daré algunos datos para poner el punto de partida del proceso que se está iniciando y que arranca luego de una gestión de cuatro años que clara y decididamente marchaba en un rumbo distinto.

          La realidad es que el escenario descripto es la Argentina de hoy y nos plantea urgencias en todos los lugares donde miramos. Por ejemplo, en materia económica, el PBI per cápita ha caído en estos cuatro años entre un 9 y un 10 por ciento. Cuando se conozcan los datos finales del año veremos que el producto bruto per cápita ‑lo que se produce en el país por persona‑ es un 10 por ciento más chico luego de cuatro años. En materia financiera, los compromisos heredados de la deuda son absolutamente insostenibles y requieren recuperar la sostenibilidad. Tan es así el gobierno anterior tuvo que plantear el reperfilamiento de la deuda porque los  hechos demostraron que tal cual como estaba contraída, la deuda era imposible de pagar; salvo que uno pensara que tenían la intención de dejar al futuro gobierno un encadenamiento con los acreedores que estableciera desde el punto de partida una altísima condicionalidad en la toma de decisiones que ese gobierno quisiera llevar adelante.

          En materia fiscal, que ha sido el caballito de batalla durante todos estos años, las cuentas muestran una debilidad extrema tanto por la reducción de los ingresos fiscales como por el resultado negativo de las cuentas públicas.

          Buscando algunos papeles, encontré el prospecto que el gobierno anterior utilizó para convencer a los eventuales acreedores sobre la conveniencia de comprar el Bono a cien años. Daré los datos que el anterior gobierno consignaba para el año 2015, es decir, lo que ellos llamaron todo el tiempo la herencia recibida. Debo creer que los datos del prospecto eran verdaderos, porque si no querían engañar a los eventuales acreedores. Ese prospecto decía que el déficit fiscal primario del año 2015 fue 1,8 por ciento y el déficit total ‑es decir el primario más el financiero, por ende el verdadero porque es lo que hay que pagar‑ del 3,9 por ciento. Este nivel de déficit es varios puntos menor al déficit financiero del año 2019 y luego del brutal ajuste al que fue sometido el pueblo argentino en sus diversos sectores. ¿Saben cuál era la tasa de desempleo de 2015 según ese Bono de cien años? Era del 5,9 por ciento. ¿Saben cómo fue la evolución del Producto Bruto en 2015 según este prospecto? Creció el 2,6 por ciento. El producto bruto ‑según la administración que acaba de terminar‑ del último año de la gestión de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner creció el 2,6 por ciento. ¿Saben cuánto fue la inflación de 2015, tomando la medición el IPC de la Ciudad de Buenos Aires por el problema que existía en ese momento con los datos? El 26,9 por ciento. Esos son los datos de la herencia recibida.


Yo pensé que por ahí estaba mal y que querían seducir a los eventuales tomadores de bonos. Entonces seguí buscando y encontré un informe del gobierno anterior dirigido a la SEC -la Comisión de Valores de los Estados Unidos- hecho en febrero de este año, es decir, relativamente “fresco” medido en términos económicos. Quiero decir que repite los mismos datos: déficit primario, 1,8; déficit consolidado financiero, 3,8; desempleo, 5,9, y deuda pública en pesos dolarizada -es decir, pasada a dólares para hacerla homogénea-, 53,5 por ciento del PBI. Esos son los datos que el gobierno que ahora terminó reconoce le dejó el gobierno anterior y desde el cual tuvieron que comenzar a desarrollar su gestión. Dentro de un ratito vamos a ver qué estamos recibiendo nosotros y podremos así establecer alguna comparación.

          En materia previsional…

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia solicita al señor diputado que vaya redondeando su discurso.

 

Sr. Heller.- ¿Tengo que redondear? Tengo mucho más para decir.

 

Sr. Presidente (Massa).- Es que comparte el tiempo con el señor diputado Darío Martínez y usted ya utilizó sus diez minutos.

 

Sr. Heller.- Entonces termino aquí, señor presidente, y le cedo el uso de la palabra el señor diputado Martínez.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Darío Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: hoy estamos aquí en función de la situación que está atravesando el país, de extrema urgencia. Lo dijo el presidente Alberto Fernández en este mismo lugar. La economía y el tejido social hoy están en una situación más que alarmante.

          Los actuales niveles de inflación, pobreza, desocupación y destrucción de la industria hacen que la emergencia no esté plasmada en una hoja, en un proyecto o en un papel, sino en cada familia, en la mesa de cada argentino.

          Esta es la deuda interna que ha dejado el Estado a sus habitantes: en materia de inflación, el 52 por ciento acumulado, la más alta de los últimos 28 años en la Argentina; en materia de pérdida del poder adquisitivo, el 20 por ciento en los jubilados, y en los trabajadores es aún más alta.

          Estos son datos del “recuperado INDEC”, como se ha denominado públicamente.

          La industria manufacturera muestra una caída del 11 por ciento. Por su parte, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa informa catorce meses consecutivos de caída. Además, la pobreza en la Argentina supera el 35 por ciento, y en el caso de los más vulnerables, que son los niños de 0 a 14 años, se extiende al 60 por ciento.

          La tasa de desocupación ha llegado a los dos dígitos, y en materia sanitaria sufrimos el mayor brote de sarampión desde el año 2000.

          Se trata de indicadores de una verdadera emergencia, y solo en lo referido a la deuda interna con los argentinos y con cada familia.

          En cuanto a la deuda externa, en los últimos cuatro años ha crecido un 76 por ciento, llegando a los 284.000 millones de dólares, y además tenemos un cronograma de vencimientos ya, a partir de la semana que viene, que con la situación de caja vacía que ha quedado, se torna impagable para todos los argentinos.

          No es cuestión de echar culpas sino de analizar el contexto en el cual estamos. Y bajo ese contexto, en función de él, la mayoría de los argentinos ha decidido que sean el presidente Alberto Fernández y Cristina Fernández quienes empiecen a conducir un proyecto de país que apueste al crecimiento, a la inclusión, que incorpore a todos, pero en principio a los que se han quedado afuera, a los que se han caído del sistema. Y justamente en un concepto de solidaridad desde el Estado para con el pueblo argentino hay que plantear claramente a quiénes les vamos a pedir el mayor esfuerzo. Está más que claro que no se lo podemos pedir a aquel que no tiene un plato de comida en su casa, a aquel que está sin trabajo, a aquel que no sabe si va a cerrar o no la pyme porque no puede pagar los tributos ni los salarios, o bien tiene que elegir entre una cosa y la otra.

          Esos son los que más atrás han quedado, y como también lo decía aquí el presidente Alberto Fernández, son los primeros a los que tenemos que ir a buscar en este contexto.

          Por eso es que rápidamente, a ocho o nueve días de comenzar la gestión, se llama a sesiones extraordinarias. Estamos sentados aquí todos los diputados honrando el voto de los argentinos que, independientemente del color político, del espacio, de la agrupación o del partido, necesitan que estemos en este lugar discutiendo y debatiendo las herramientas que el Ejecutivo nacional nos demanda para poner a la Argentina de pie.

          Algunas medidas ya fueron adoptadas rápidamente, y en esto quiero marcar un aspecto vinculado con el orden en que los ministros nos visitaron ayer en la reunión conjunta de las comisiones. Justamente el ministro Daniel Arroyo pidió venir primero a explicar el proyecto porque a la tarde tenía que ir a Entre Ríos a empezar a dar alguna solución a una de las ciudades con mayor pobreza del país. Por su parte, el ministro de Salud, Ginés González García, también planteó venir temprano porque debía viajar al interior de la provincia de Buenos Aires por un operativo de vacunación, en función de estos brotes que hoy nuevamente tenemos en la Argentina.

          El bono alimentario o la situación de aquellos que no llegan a poner un plato de comida en su casa es algo que planteó ayer el ministro Arroyo. El aumento de las jubilaciones es otra medida que el presidente Alberto Fernández plantea a los argentinos, y hoy rápidamente quiere implementarla para la mayoría de los jubilados.

          La rebaja en los medicamentos es otro éxito alcanzado en tan pocos días. Recordemos que no hace muchos años se liberó el precio de los medicamentos. Yo dije en ese momento -y muchos de los que están aquí también- que era un error garrafal porque nadie elige si se enferma o no, y fue así que todos quedaron rehenes de ese tremendo incremento. Pero ya se ha anunciado una baja en los medicamentos.

          La emergencia social que se plantea, y que nos propone el presidente de la Nación enviándonos esta iniciativa para su consideración, apunta a contar con las herramientas que permitan rescatar rápidamente a los más retrasados, a los que se han caído en un pozo del que es muy difícil sacarlos si no aplicamos el concepto de solidaridad. Seguramente algunos argentinos -no diría los que mejor la están pasando, porque son pocos los argentinos que la pasan bien, pero sí los que no la están pasando tan mal- deberán poner el hombro rápidamente.

          En materia de jubilaciones y pensiones, que en esta iniciativa está contemplada en los artículos 51 a 53, se establece la posibilidad de analizar una nueva movilidad mientras se otorgan los aumentos necesarios a la mayoría de los jubilados. El ministro dijo ayer en la comisión que rápidamente, en los primeros seis meses, nos va mandar el análisis que puedan hacer sobre una nueva movilidad jubilatoria.

          En materia de salarios, se contemplan aumentos para el sector privado; en materia de moratoria, debemos reconocer que las pymes son las grandes generadoras de empleo en la Argentina. Por eso necesitamos que no estén pensando en despedir sino en sacar la cabeza, en terminar con la asfixia que tienen hoy, y es así que queremos darles un plazo. Así como frente a la deuda externa vamos a pedir un plazo, el Estado se da vuelta y a aquellas pymes que no la están pasando bien les genera un tiempo para que puedan empezar a ponerse de pie y a recuperarse.

          En materia de tarifas, la gran mayoría de los miembros de este cuerpo planteamos durante varios años que el esfuerzo que estaban haciendo millones y millones de argentinos en el contexto de esa transferencia brutal de muchos a unos pocos, no daba resultado.

          Pondré como ejemplo lo que pasa en mi provincia, aunque lo mismo ocurre en la mayoría de ellas. En 2015 había quince localidades sin red de gas, pese a que la nuestra es una provincia productora de gas. Cuatro años después, a pesar del esfuerzo no solo de los neuquinos y las neuquinas, sino de todos los argentinos, seguimos teniendo quince localidades sin red de gas. Es decir que ese sacrificio no se tradujo en inversiones para quienes estaban marginados.

          En lo que se refiere a la emergencia sanitaria, es preciso dar al Poder Ejecutivo una herramienta para que pueda adquirir los medicamentos y las vacunas necesarios para controlar el brote de algunas enfermedades que no teníamos desde hace años pero que ahora, lamentablemente, hay argentinos que han vuelto a padecer.

          Este proyecto de ley abarca muchos temas y todos son igualmente importantes. Por eso, en el marco de esta emergencia que viven los argentinos, es necesario que el Congreso, que es la caja de resonancia, encare cada uno de ellos y establezca la piedra fundamental del proceso de reactivación.

          Pedimos la mayor solidaridad posible a la sociedad y también a los políticos para que, con su acompañamiento, permitan generar las herramientas necesarias.

          En cuanto a la modificación del impuesto a los bienes personales, la idea es volver a un esquema progresivo donde quienes más tienen, más aporten en ese marco de solidaridad.

          En materia de derechos de exportación, se pretende actualizar aquello que se había definido en 2018.

          A quienes adquieren productos o servicios del exterior, también les pedimos un esfuerzo. Por un lado, para cuidar las divisas que se generan acá; por el otro, para lograr una mejor redistribución. La idea es cuidar los dólares y reactivar la industria turística local.

          Dado que durante la discusión en particular hablaremos en detalle sobre distintos aspectos, simplemente agregaré lo siguiente. No es mi intención buscar quiénes son los culpables de esta crisis, de esta emergencia, que vive el país y tampoco decir si tal o cual diputado votó a favor o en contra de determinada herramienta. Solo espero que, en este camino de solidaridad en el que el señor presidente Alberto Fernández trata de incluir a todos los argentinos, los diputados entendamos cuál es la situación.

          Pido a todas las fuerzas políticas –no solo a la que hoy le toca ser oficialismo, sino también a la oposición‑ que comprendan la realidad de muchos argentinos y contribuyan a sancionar esta herramienta que permitirá poner en marcha el país.

          Empecemos, a construir la Argentina que nos merecemos con el aporte y la opinión de todos. Demos al señor presidente Alberto Fernández y a su gabinete la posibilidad de que todos puedan subir a este colectivo; quizás algunos no se sentirán tan cómodos como antes, pero es importante que esté la gran mayoría de los argentinos y podamos poner en marcha el país. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: comenzaré haciendo algunas consideraciones respecto de esta declaración de emergencia, para luego abocarme al fondo de este proyecto de ley.

          En la Argentina, la emergencia se ha consagrado como un estado de normalidad más que de excepción. El kirchnerismo gobernó durante doce años en emergencia. Como sostiene la constitucionalista Susana Cayuso, secretaria de Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación: “…la emergencia económica se ha reiterado sistemáticamente a fin de justificar el sometimiento de la Constitución a los sucesivos poderes políticos.”

          A nuestro criterio, es un abuso del artículo 76 de la Constitución Nacional lo que se pretende hacer mediante este proyecto de ley. La jurisprudencia es clara en lo que respecta al momento en que se debe declarar una emergencia: se tienen que agotar todos los recursos que nuestra Carta Magna prevé para el funcionamiento normal de sus instituciones.

          El artículo 29 de la Constitución Nacional prohíbe que el Parlamento entregue la suma del poder público al Poder Ejecutivo; pero, a nuestro juicio, con esta nueva declaración de emergencia, que supera aquella del año 2002, lo estamos haciendo.

          No nos parece bien cerrar el Congreso de la Nación en el altar de las herramientas del nuevo gobierno; no es un argumento serio. Entiendo la necesidad política de la gestión del señor presidente Alberto Fernández de instalar la sensación de tierra arrasada; pero ese relato no es consistente con la transición ordenada que hemos tenido en nuestro sistema político, como hace muchos años no veíamos, y tampoco con aquella imagen tan civilizada de Alberto Fernández y Mauricio Macri el día siguiente de las elecciones o los múltiples abrazos que hubo en este recinto.

          Por supuesto que hay una crisis social y económica muy importante, y también inflación; lo reconocemos. Pero esto no amerita dejar de lado la Constitución Nacional violando su artículo 76 o dando la suma del poder público al presidente de la Nación. ¡No podemos permitirlo! (Aplausos.)

            Hechas estas consideraciones, permítaseme ir al fondo de este proyecto de ley; es decir, a la verdadera naturaleza de esta iniciativa camuflada detrás de un estado de emergencia que aquí afuera no se ve, ya que la única emergencia que debemos atender en este momento es la alimentaria, declarada por el Congreso Nacional hace algunas semanas.

          En el nuevo presupuesto, hay más de 10.000 millones de pesos destinados a atender la situación alimentaria. Son más los problemas logísticos para que los alimentos lleguen a quienes padecen hambre que dificultades presupuestarias. Es en esa emergencia en la que tendríamos que estar trabajando ya, en lugar de debatir sobre el otorgamiento de “superpoderes”.

          Para que la gente que está viendo este debate entienda, el proyecto de ley en tratamiento indica que el programa económico del gobierno tiene tres ejes centrales.

          Primero, el congelamiento de las jubilaciones cuyos haberes son superiores al haber mínimo; o sea, mayores a los 14.067 pesos. Es decir que no estamos hablando de jubilados ricos.

          Segundo, un impuestazo a la clase media; luego, si tengo tiempo, explicaré por qué creo que es un impuestazo a la clase media y no a los ricos. ¿O acaso alguien piensa que el que compra por Internet es Paolo Rocca? Es mucha la gente que accede a Internet para comprar diversos productos; también son muchos quienes pagan en doce cuotas un viajecito para conocer otros lugares del mundo. Hoy día, Internet nos permite viajar con la imaginación. Se viaja mucho más que hace diez años, y ahora quieren quitar ese privilegio de oro a la clase media y a sus hijos con ese impuesto oneroso del 30 por ciento. (Aplausos.)

-   Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, doctor Álvaro Gustavo González.

 

Sr. Laspina.- Tercero, la reestructuración del sistema energético. Ojalá no sea para despilfarrar la energía, como hicieron durante diez años de gobierno, situación que nos obligó a subir las tarifas como nunca antes en la historia porque la energía era carísima, dado que había que traerla del exterior en barcos gasificadores. Es decir que el país con el segundo yacimiento de gas más grande del mundo tenía que importar gas licuado de no sé dónde. A esa vergüenza no queremos volver y por eso no acompañaremos con nuestro voto este proyecto de ley.

          Quiero hablar sobre el congelamiento de los haberes jubilatorios. La última modificación a la movilidad jubilatoria, un derecho adquirido consagrado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que costó catorce toneladas de piedras tiradas por unos energúmenos contra el Congreso y algunos diputados agredidos, tenía por objeto proteger a los jubilados de los procesos de alta inflación, como el que estamos sufriendo. Iban a tener una recomposición del 12 por ciento en marzo y un aumento interanual del 52 por ciento, lo que posibilitaría ganarle a la inflación. No obstante, ahora se la quiere suspender.

          ¿Alguien cree que se necesita una ley para subir los haberes mínimos? Nunca en la historia vino alguien a pedir una norma para subir las jubilaciones mínimas.


Lo que quieren es congelar las jubilaciones superiores a la mínima,... (aplausos.) …las asignaciones a los veteranos de Malvinas, a los adultos mayores, las pensiones no contributivas. De eso estamos hablando y ahora, para colmo, me entero, mirando el nuevo dictamen, que tenemos jubilados de primera y jubilados de segunda en la Argentina. Al que está mirando en su casa y cobra 19 mil pesos de jubilación quiero decirle que los jubilados de primera que van a estar exceptuados de este congelamiento, son los docentes ‑contra los cuales no tengo nada‑, los científicos ‑tampoco tengo nada contra ellos‑ y los jueces. Escuché que se estaba conversando poner algunos jubilados jueces ‑tampoco tengo nada contra los jueces‑.

          ¿Por qué un empleado público va a estar congelado y estos tres sectores no? No quiero pensar que el hecho de que haya un diputado de la bancada oficialista que pertenece a la CTA fue lo que llevó a que tengamos en la Argentina jubilados de primera y jubilados de segunda. Los riesgos y antecedentes de este congelamiento son enormes, porque el kirchnerismo hizo de 2002 a 2006 un achatamiento tremendo de la pirámide previsional, que llevó al fallo Badaro y culminó en la ley de reparación histórica del gobierno de Macri, que probablemente le haya costado su gobierno, porque esa ley costó más de un punto y medio del producto y que, probablemente, si no se hubiesen gastado, no estaríamos en la situación de endeudamiento en la cual estamos. Es decir, el gobierno de Macri no solamente se comió el chasco de recomponer las tarifas de la energía que ustedes se rifaron en diez años, sino que tuvo, además, que pagarle a los jubilados, y no a aquellos 200 mil y pico que murieron en la transición para poder cobrar. Y ahora quieren repetir la misma historia. (Aplausos.) 

          La desindexación o congelamiento de las jubilaciones es poner el carro delante del caballo. No digo que sea fácil lo que tiene que hacer el oficialismo, porque nosotros fracasamos en tratar de estabilizar una economía cuando salimos del desastre que nos dejó Cristina Kirchner, y esto es así y la historia cada día… (aplausos) …nos lo deja más claro, porque esta ha sido la historia de la Argentina y de Latinoamérica en el último siglo.

          Lo que pasa es que la diferencia entre la Argentina y algunos países de Latinoamérica es que no volvieron al populismo, no volvieron al revoleo de dinamitar las bases de una macroeconomía. Después no es fácil; no nos fue fácil a nosotros y no les va a ser fácil a ustedes. Van a pagar parte de la herencia de Cristina Kirchner y este camino no los lleva al éxito. Tienen que construir sobre las bases que dejó el presidente Macri, no destruir lo que se ha dejado.

          ¿Por qué digo que es poner el carro delante del caballo? Porque primero, para desindexar la economía, tiene que haber un plan económico, que el ministro Guzmán esboza pero no termina de definir. Lo respeto mucho a Martín Guzmán y todo el día habla de un plan integral de estabilización, pero todavía no vemos el plan. No podemos hacer caer sobre los jubilados el ajuste si antes no pusiste sobre la mesa un plan para bajar la inflación. Es al revés. ¿Quieren experiencias? Tenemos la de Israel en 1985, el Plan Austral de 1987, la convertibilidad de 1991, el plan Cardozo de 1994, planes económicos de estabilización que tuvieron luego de ese plan de estabilización como una condición en la política de ingresos la desindexación de toda la economía, no de los jubilados, de las tarifas, del gasto público, de los salarios, de los contratos de la economía, y esos fueron los programas que inicialmente tuvieron éxito. Por supuesto, después hubo muchas dificultades, pero en Brasil funcionó, en Israel funcionó. Acá se hace al revés. Nos piden que votemos el ajuste a los jubilados antes de poner un plan para bajar la inflación que no conocemos.

          El paquete impositivo es un impuestazo a la clase media de casi 2 puntos. Alguno me dirá que las retenciones no son a la clase media. El pequeño y mediano productor rural yo no sé si es rico, yo no sé si el que cultiva soja en 100 o 200 hectáreas es rico. Tiene que poner un poco más que aquel que no llega a fin de mes; pero estamos yendo a cazar siempre al mismo zoológico. Lo entiendo.

          Otra vez vuelvo con el impuesto a los bienes personales; aquel que tenga un ahorro de 30 mil dólares declarado va a pagar la nueva tasa potenciada de bienes personales. Los viajes al exterior, ¿son un privilegio de los ricos únicamente? No lo sé. Los jubilados que ganan más de 14.067 pesos, ¿son ricos? Creo que no.

          A tal punto llegamos, que este proyecto grava con el 30 por ciento la ayuda familiar a ciudadanos argentinos en el extranjero, que cuando era gobierno Cristina Fernández de Kirchner puso un tope de 1.500 dólares para ayuda familiar. Esto es cero. Si uno tiene un hijo estudiando afuera, algún pariente que vive afuera, o un venezolano que quiere mandarle a su familia que está agobiada por el régimen de Maduro tiene que pagar el impuesto del 30 por ciento que acá vamos a poner. A los muchos venezolanos que vinieron a trabajar acá ‑y que lo están haciendo muy bien y los recibimos con los brazos abiertos porque es gente de primera‑ les van a cobrar el impuesto del 30 por ciento para subsidiar a sus pobres familiares que no tuvieron plata para venir hasta la Argentina.

          Voy a finalizar porque ya se me ha acabado el tiempo. Nosotros queremos ayudar al gobierno, lo queremos ayudar, le queremos dar herramientas, pero no nos pidan que traicionemos a nuestro 41 por ciento, no nos pidan que traicionemos a un electorado que votó muy dividido y no les dio la suma del poder público. Si ustedes quieren, ni siquiera a nuestro 41 por ciento, al 52 por ciento que no los votó, y acá incluyo a los compañeros de la oposición que se sientan en el medio, ellos también son parte del 52 por ciento, con todos nosotros. Y ese 52 por ciento, en gran medida, votó por el miedo a esto, por el miedo a volver al abuso, a los superpoderes, la prepotencia y que se vuelvan a cometer los mismos errores del pasado y acá se están pidiendo herramientas para llevar adelante las mismas políticas que fracasaron y que nos pusieron en gran parte de la responsabilidad de esta situación.

          Por estas razones no vamos a acompañar este proyecto de ley y, por el contrario, vamos a pedir enorme cantidad de cambios en la discusión en particular para que por lo menos podamos acotar parte de los abusos que incluye este proyecto de ley. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Luis Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: bien dicen que no existe una segunda oportunidad para causar una primera impresión.

          Lamento mucho, nuestro interbloque lamenta mucho que la primera impresión que da la nueva gestión recientemente asumida sea este pésimo proyecto de ley que viene bajo un rimbombante título de solidaridad social y de reactivación productiva. En realidad, advertimos con una primera lectura rápida que es un pretexto solamente para otorgarle facultades excepcionales al presidente de la Nación.

          Lamentamos –repito‑ que el primer proyecto enviado por la nueva gestión haya tenido que ser este muy mal proyecto.

          Este proyecto de ley no es de solidaridad social. No entendemos nosotros como solidaridad social suspender a los jubilados y pensionados del país la actualización trimestral de sus haberes tal como lo marca la ley vigente y dejar al arbitrio del presidente de la Nación cuánto va a otorgar, a quiénes, cómo y de qué manera.

          No hemos visto nunca en la historia económica que la reactivación productiva de un país vaya de la mano de la creación de nuevos impuestos o del aumento de las alícuotas de los impuestos ya existentes. No es esto solidaridad social. No es esto reactivación productiva. Es el título que han encontrado para justificar un festival continuado de emergencias, como el que propone este proyecto de ley. Nos hablaban la semana pasada de tres emergencias y nos encontramos con nueve emergencias, multiemergencias a la carta, en el proyecto que estamos tratando.

          La pregunta clave para analizar este proyecto de ley es si realmente estamos en una emergencia en la Argentina, del modo que se pretende exponerla aquí, que justifique cada uno de los 12 títulos y alrededor de 20

capítulos que hubiesen merecido, de por sí, al menos una docena de leyes que hubiésemos contribuido, con todo gusto y con el ánimo de colaborar y de aportar, a discutirlas y aprobar todas las que nos parecieran pertinentes.  Discutirlas una por una, pero no en un paquete que entra a las cinco de la tarde del día martes, que es tratado en un plenario de comisiones de doce horas al día siguiente. Aquí quiero reconocer y desagraviar a una oficina que no es de ningún sector político, de ningún bloque. Me refiero a la Oficina de Presupuesto del Congreso,… (Aplausos.)  … esta oficina que nosotros creamos por ley y cuyo análisis habría sido de una gran valía conocer para despejarnos un montón de dudas. Lamentablemente, la gran ausente de este debate es la Oficina de Presupuesto del Congreso.

          Pero volvemos a la pregunta clave: ¿estamos realmente en una situación de emergencia como la que aquí se pretende? Toda gestión de gobierno como el que terminó su mandato hace pocos días tiene sus luces y sus sombras. Vamos a empezar por las sombras para que se advierta que no estamos encerrados en una posición de creer que todo lo que se hizo se hizo bien.

          Entre las sombras, acá se destacó la caída de la actividad económica, que en estos cuatro años terminará siendo de un promedio del 1,2 por ciento del PBI. También, el aumento de la pobreza, que creció del 30 al 36 por ciento en estos cuatro años, de acuerdo a los últimos datos. La inflación, por su parte, aumentó del 28 al 55 por ciento, pero el promedio 84 - 2009 es del 68 por ciento. El desempleo, que al segundo trimestre era del 10,6 por ciento, bajó al 9,7 por ciento en el tercer trimestre de este año, según nos enteramos hoy a través de la publicación del INDEC. Asimismo, tenemos una deuda pública con problemas de liquidez para el pago ‑no de solvencia‑ y que debe ser reestructurada, con lo cual estamos absolutamente de acuerdo. Estos datos representan sombras que obviamente hoy están sobre la Argentina.

          Pero quiero contrastar estas sombras con las luces que significan importantes logros que no pueden ser minimizados. Veamos: la baja del déficit fiscal primario del 5,8 del PBI en 2015 a menos del 1 por ciento este año; la reducción del gasto público primario en 5,5 puntos del PBI, especialmente en los subsidios a la energía y al transporte; la baja del déficit fiscal total del 5,1 por ciento en 2015 al 3,8 por ciento del PBI en 2019; la recuperación del federalismo fiscal con las provincias, que aumentaron su participación en la recaudación de impuestos nacionales del 40,5 por ciento en 2015 al 49,5 en 2019; el equilibrio energético después de muchos años; el descenso de la presión impositiva del 31 al 28 por ciento del PBI, esto es, tres puntos de baja en la presión a partir de la reducción en las alícuotas del impuesto a las ganancias para sociedades; suba del mínimo no imponible para personas físicas; disminución en las alícuotas del impuesto a los bienes personales y suba del mínimo no imponible en dicho impuesto; baja de las retenciones a las exportaciones de soja del 35 al 24 por ciento y el resto del 22 al 6 por ciento; mínimo no imponible para las cargas patronales en los aportes de los impuestos al trabajo; el impuesto al cheque a cuenta del impuesto a las ganancias; la balanza comercial superavitaria y el déficit de la cuenta corriente cercano al equilibrio; superávit en la balanza comercial; un tipo de cambio que hoy es competitivo, o por lo menos lo era antes de esta devaluación que produjo el anuncio de la implementación del impuesto a la compra de moneda extranjera; los acuerdos comerciales con la Unión Europea y el EFTA, entre otros.

          Podemos discutir las políticas públicas: podemos estar más o menos de acuerdo, totalmente de acuerdo o totalmente en desacuerdo. Pero los números no los podemos discutir; los números son estos. (Aplausos.) No podemos discutir los números a partir de la recuperación del INDEC en tiempo velocísimo. En este sentido, quiero brindar un reconocimiento a la extraordinaria labor del doctor Todesca, quien al frente del INDEC lo ha recuperado. Gracias a ello hoy podemos hablar sobre bases ciertas, con números reales, comprobables y que utilizamos todos: oficialismo y oposición.

          Quiero hacer aquí una pequeña digresión. Queremos desear el mayor de los éxitos al colega mandato cumplido Marco Lavagna,… (Aplausos.) … quien va a continuar la gran labor que desempeñó Todesca. Pero también quiero decir que no me gustó que la primera publicación realizada por el INDEC hable de un aumento del desempleo citando el 9,7 por ciento, cuando en realidad venimos del 10,6 del trimestre anterior. Más abajo aclara, con letra chiquita, que el aumento es en la comparación interanual. Pero lo cierto es que el desempleo bajó respecto a la última medición. Espero que esto haya sido simplemente una omisión, que se le haya pasado por alto al amigo Marco Lavagna, a quien apreciamos mucho.

- Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Sergio Tomás Massa.

 

Sr. Pastori.- Entonces, como decía, señor presidente, las políticas públicas las podemos discutir; los números son estos. Volviendo a la pregunta inicial: ¿estamos en la situación de emergencia pública total que pretende este proyecto de ley, bajo el cual se esconde la verdadera intención de otorgar poderes excepcionales al presidente de la Nación? Claramente entendemos que no.

          Por ello consideramos que se equivoca el nuevo gobierno en su primera apuesta grande, equivocación que lamentablemente vamos a pagar otra vez todos los argentinos. (Aplausos.) 

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Yedlin, por Tucumán.

 

Sr. Yedlin.- Señor presidente: permítanme que hable unos minutos acerca de algunos números y de la situación de emergencia sanitaria que hoy volvemos a traer al debate en este Congreso y que seguramente terminará con media sanción al final de esta jornada.

           La emergencia sanitaria fue establecida por primera vez en la Argentina en el año 2002, es decir que llevamos diecisiete años prorrogándola. Evidentemente, las responsabilidades son de todos. Es una situación compleja.

          La Argentina tiene un sistema de salud del cual se puede sentir orgullosa. Es un sistema de salud fraccionado, un sistema de salud mixto en donde la mitad de la población se atiende en el sector público de salud y la otra mitad tiene seguridad social a partir de sus obras sociales, con los aportes y contribuciones del trabajo en blanco.

          Hoy estuve invitado por el ministro Ginés González García a la primera reunión del Consejo Federal de Salud de este año, donde tuve contacto con los ministros de salud de todas las provincias argentinas. El escenario que describen en cada una de las provincias ‑de todos los signos políticos‑ es de clara emergencia: hay una situación de quebranto y falta de cadena de pago en el sistema de salud de todas las provincias argentinas. Este contexto está agravado con el riesgo de reemergencia de enfermedades, por ejemplo el sarampión, como se dijo acá. Es una situación mundial que tiene que ver con las bajas coberturas de vacunas pero también con la alerta por la reintroducción del dengue desde Paraguay en las próximas semanas.

          La otra mitad de la Argentina, aquella que se atiende a través de la seguridad social, también se encuentra en situación crítica. Fíjense algunos números: en febrero de 2010 el Plan Médico Obligatorio –aquel que las obras sociales deben asegurar a sus afiliados‑ valía 88 pesos, mientras que en julio de 2019 ‑antes de la última devaluación‑ ascendía a 1833 pesos. La inflación en el sistema de salud es un 70 por ciento más alta que la inflación general. Eso pasa en casi todos los países, pero evidentemente en la Argentina está agravado.

          Los ingresos a la seguridad social en ese mismo período bajaron un 17 por ciento en relación a la pérdida de trabajo formal que tuvieron los argentinos. Hoy tenemos cerca de 111 obras sociales pequeñas en la Argentina, que si no votamos la emergencia sanitaria van a entrar en situación de quebranto. Representan la atención de 4,5 millones de argentinos que se atienden a partir de estas obras sociales.

          ADECRA, una de las asociaciones de clínicas y sanatorios que representa el 30 por ciento de estas entidades, tiene un 50 por ciento de las clínicas y sanatorios de la Argentina sin pagar sus obligaciones fiscales. Imagínense lo que es el otro 70 por ciento, que seguramente es mucho peor y aparte tiene una distribución geográfica más negativa en el NOA y en el NEA que en la Ciudad de Buenos Aires.

          Es necesario reprogramar la emergencia sanitaria, pero también es indispensable que los argentinos con responsabilidad generemos los cambios estructurales para que de acá a unos cuantos años más no tengamos que seguir prorrogando la emergencia sanitaria.

          En este sentido tengo que decir que esta iniciativa es muy buena. El gobierno de Alberto Fernández ha recuperado el Ministerio de Salud para un sistema absolutamente fraccionado como el argentino, que requiere una gobernanza clara, y ha puesto en él al ministro Ginés González García. Este proyecto de ley prevé un plan federal de salud. Nosotros venimos pidiendo desde hace muchos años priorizar las acciones sanitarias más importantes, como las vinculadas a la madre y el hijo, a las vacunas y a las enfermedades crónicas como el VIH, que no han sido priorizadas en la última gestión.

          Es necesario controlar todo el sistema de salud, el público, como la seguridad social y el PAMI, y el de las prepagas. Este proyecto de ley incorpora la posibilidad de que no tengamos que pagar impuestos por las vacunas que están en la Aduana. Se acordarán que cuando tratamos el tema de las vacunas el año pasado habíamos solicitado esto y lo habían negado. Hoy hay doce millones de dosis de vacunas en la Aduana que tienen que ser retiradas. Esta iniciativa viene a quitar las tasas de importación y el IVA para las vacunas.

          Tenemos un claro problema en la Argentina en muchas áreas, y el tema sanitario no es menor. Pido a todos los diputados que acompañen la sanción de este proyecto porque esto lo tenemos que resolver entre todos. La situación en la Argentina es grave, y en materia sanitaria es crítica. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Vallejos, por Buenos Aires.

 

Sra. Vallejos.- Señor presidente: estamos trabajando esta tarde para dar sanción al proyecto de ley de solidaridad social y reactivación productiva, pero estoy segura de que además estamos inaugurando un nuevo tiempo histórico en nuestro país.

          Con este proyecto nuestro presidente, que nos ha hablado en esta misma casa de una nueva Argentina, de una Argentina unida, nos está convocando a todos y a todas a construir esa nueva unidad de los argentinos y de las argentinas. Y no es cualquier unidad, es una unidad basada en la solidaridad, que no casualmente es el pilar sobre el cual han sustentado su éxito los países más desarrollados del mundo, aquellos que tantas veces observamos como ejemplos.

          Es una solidaridad que busca tender la mano a los que más están sufriendo, y viene a restañar cuatro años de dolor y sufrimiento para millones y millones de argentinos y argentinas en situación de vulnerabilidad extrema.

          Es una solidaridad que se construye con el compromiso y participación de aquellos que ‑como bien decía el señor diputado Darío Martínez‑ no decimos que son privilegiados pero sí tienen una posición relativa más favorecida que el resto.

          Es una solidaridad que repone la justicia social, que tan ausente ha estado en estos últimos cuatro años en nuestra patria, pero al mismo tiempo asegura la razonabilidad económica de los instrumentos que de ella emanan, como los que surgen de esta norma. Porque cuando tendemos la mano a los que más están sufriendo, estamos dando además un impulso al consumo, a la demanda, a la actividad, cuando venimos en nuestro país de un largo período de recesión profunda, de avance del desempleo, la pobreza, la indigencia y la  desigualdad.

          Hemos visto a muchos argentinos y argentinas con algo de tristeza en algunas actitudes de las últimas jornadas. Parece difícil pensar que quienes han gobernado hasta hace pocos días atrás y durante los últimos cuatro años nuestro país –no se trata de echar culpas pero sí de que todos asumamos la responsabilidad que nos cabe- puedan eludir la responsabilidad por esta situación de emergencia económica, social y financiera que hoy atraviesa nuestra patria.

          Se trata de la responsabilidad por haber puesto en marcha un programa de política económica en el que seguramente han creído, un programa neoliberal de desregulación y liberalización económica y financiera, de debilitamiento del Estado y de un vertiginoso e irresponsable –a mi juicio- endeudamiento, que además casi en su totalidad se usó para financiar la fuga de 90.000 millones de dólares de nuestro país.

          En fin, cargan con la responsabilidad de haber generado a partir de ese programa de política la situación de emergencia que es la que nos conduce al tratamiento de este proyecto de ley.

          No obstante creo que estamos a tiempo porque nadie –no importa a qué espacio político pertenezca o qué ideas profese- que esté dispuesto a levantar la mirada y observar al de al lado, a esos seis de cada diez niños, niñas y jóvenes que hoy están viviendo bajo la línea de pobreza, a los quince millones de compatriotas que están sufriendo hambre e inseguridad alimentaria, a las más de veinte mil empresas que han desaparecido, a los comercios, empresas y familias que no pueden pagar las tarifas de los servicios básicos, y a los jubilados que no solo no pueden cubrir la canasta básica alimentaria sino que además tienen que privarse de un bien tan indispensable como son los remedios, puede dejar de conmoverse.

          Nadie que sea capaz de mirar al de al lado, de reconocerlo como igual, de reconocernos en definitiva como lo que somos, una gran comunidad nacional, puede ser indiferente. Entonces, este nuevo tiempo histórico que estamos inaugurando puede ser la ocasión en que se terminen los pretextos. Y digo “pretextos” porque he escuchado a diputados de la oposición hablar sobre las funciones y el funcionamiento de este Congreso.

          Durante cuatro años tuvimos un presidente de la República que prácticamente gobernó por decreto; hasta se pretendió imponer jueces de la Corte por decreto. Y este Congreso permaneció virtualmente cerrado, incluso en situaciones tan graves y trascendentes como fue la que ingresó otra vez por la ventana el Fondo Monetario Internacional, después de que nos habíamos librado de esa tremenda presencia. Y no abrieron el Congreso para eso y no bajaron a debatir en la sesión especial que convocamos al efecto.

          Cuando estuvo abierto este Congreso fue para aprobar leyes en contra del pueblo argentino, como hace dos años, en diciembre de 2017, cuando se aprobó la reforma previsional, que ha provocado que las jubilaciones cayeran un 13 por ciento en los últimos dos años y un 20 por ciento en los cuatro años del gobierno de Macri.

          Esa fórmula que se ve en el gráfico en la línea roja[4] muestra la diferencia con respecto a lo que hubieran ganado de haberse mantenido la fórmula anterior. Es una fórmula que rechazamos en aquel momento, como lo hizo el pueblo argentino en la calle soportando una brutal represión de las fuerzas de seguridad del gobierno que terminó el 10 de diciembre.

          Entonces, ahora el nuevo gobierno está pidiendo ciento ochenta días para trabajar en una fórmula superadora para nuestros jubilados.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia solicita que finalice su exposición, señora diputada.

 

Sra. Vallejos.- Ya termino, señor presidente.

          No hay congelamiento de jubilaciones. Rige el aumento de diciembre con la fórmula actual. Hay 5.000 pesos de bono extra en diciembre y en enero para los que perciben los haberes más bajos… (Aplausos y manifestaciones en las bancas.) …y hay aumentos trimestrales, como hubiera correspondido y como corresponde, con la diferencia de que no se fijarán con el criterio de esa fórmula que nosotros siempre rechazamos sino con uno nuevo que fijará el gobierno que eligió la mayoría de los argentinos y de las argentinas para que cambie este modelo económico, para que dé vuelta una situación dramática en nuestro país. Esto es lo que empezaremos a hacer con estos instrumentos con los que dotaremos a nuestro gobierno y a nuestro presidente para que dé a los argentinos y a las argentinas las respuestas que necesitan y para las que nos han votado. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Cleri, por Santa Fe.

          Tiene dos minutos menos, que ya utilizó su compañera de bloque.

          Solicito respeto hacia los diputados que están en uso de la palabra.

 

Sr. Cleri.- Señor presidente: sea uno, dos o tres minutos, lo importante es poner en contexto por qué hoy estamos aquí.

          Estamos hoy en este recinto solicitando se declare la emergencia porque entre los años 2015 y 2019, en los que gobernaron quienes hoy son opositores y antes eran oficialistas, cayó 5 por ciento el producto bruto interno; cayó 8 por ciento el producto bruto per cápita; hubo 500 por ciento de devaluación; nos dejaron con un 40 por ciento de pobreza en la Argentina; 11 por ciento de desempleo, 18 por ciento en varones jóvenes y 23 por ciento en mujeres jóvenes, y el 90 por ciento del producto bruto interno comprometido con un brutal endeudamiento, que tomaron sin pasar por este Congreso de la Nación, principalmente acotando los vencimientos en los próximos cuatro años con el Fondo Monetario Internacional.

          Nos dicen que aquí estamos delegando facultades al Poder Ejecutivo nacional. Es verdad, lo estamos haciendo desde el Congreso de la Nación, y desde aquí las vamos a controlar.

          Hay legisladores nuevos, pero aquellos que ya tienen experiencia deben saber que hay una comisión que se constituyó esta mañana, la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo. Esa comisión debe controlar los decretos que emitirá el Poder Ejecutivo nacional en base a las facultades que hoy le delegaremos.

          Esta comisión debe cumplir esa tarea, junto con otras comisiones que también deben analizar las acciones que lleva adelante el Poder Ejecutivo nacional. Además de la ya mencionada, existe la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas y la Comisión Bicameral de Control de los Fondos de la Seguridad Social. Hay otras comisiones bicamerales importantes que, por su integración proporcional ‑tanto de diputados como de senadores‑, nos brinda la posibilidad no solo de controlar sino de hacer que el Poder Legislativo trabaje junto con el Poder Ejecutivo para poner a la Argentina de pie.

          Como dije anteriormente, con el Fondo Monetario Internacional endeudaron a la Argentina en 44.000 millones de dólares. Ese acuerdo no pasó por este Congreso de la Nación, pero el Poder Ejecutivo nacional y algunos legisladores que hoy son opositores y antes eran oficialistas, delegaron en el Fondo Monetario Internacional el modelo político-económico-social que se aplicó en la Argentina.

          Las consecuencias de ese modelo nos llevó a esta situación, es decir, a que debamos establecer la emergencia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social. Sí; ustedes, que gobernaron la Argentina durante cuatro años, nos dejaron estas consecuencias.

          Hoy, nosotros junto con ustedes debemos buscar la solución.          Para ello, el Poder Ejecutivo nacional respeta el contrato electoral de que lo que se dice en campaña se cumple, porque gobernamos con la sinceridad y la verdad. Esto también contrasta con lo que sucedió en los cuatro años de gobierno anterior, en los que se hizo lo contrario de cada cosa que dijo en campaña.

          Nosotros deseamos tener un vínculo genuino y sincero con nuestro pueblo. Queremos que este Congreso, con transparencia, claridad y convicción, transmita al pueblo argentino la situación real del Estado nacional y que entre todos salgamos adelante.

          Por eso, con la verdad y la sinceridad pedimos esta emergencia, que delega facultades, según establece la Constitución Nacional, en su artículo 76, por un período determinado: un año. Es la declaración de emergencia para los casos específicos que se establecen, por supuesto con el control que el Congreso de la Nación deberá realizar.

          Muchas cosas dirán mis compañeros de bancada en el día de hoy, que seguramente será nuestra verdad relativa, de la que trataremos de convencerlos para construir una mayoría y que este proyecto de ley se sancione por unanimidad. El pueblo también está pidiendo eso: que además del diálogo y el consenso, comprendamos que, en el contexto en que se encuentra, la Argentina necesita de todos y de todas para ponerse de pie.

          A dieciocho años del 19 de diciembre de 2001, quiero recordar a “Pocho” Lepratti, quien fuera ejecutado por la policía en el barrio Ludueña, provincia de Santa Fe, cuando salió del comedor comunitario en el que trabajaba y pidió a la policía que bajara las armas porque allí solo había chicos comiendo.

          Bajen los prejuicios; el pueblo argentino quiere unidad. Construyamos y pongamos a la Argentina de pie. Pongamos el pan y el plato de comida en la mesa de los argentinos, el programa y la mirada integral para salir adelante en conjunto.

          De esa crisis de 2001 nació la emergencia de 2002. De los cuatro años en que gobernaron ustedes surge esta emergencia, que todos debemos aprobar para poner a la Argentina de pie. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ferraro, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Ferraro.- Señor presidente: en primer lugar, para llevar adelante este debate debemos llamar a las cosas por su nombre.

          Más que un proyecto de ley de solidaridad social y reactivación productiva, lo que se está pretendiendo aprobar es una nueva norma de plenos poderes.

          ¿Por qué digo esto? Cuando en marzo de 2001 se discutían los plenos poderes para Domingo Felipe Cavallo, la diputada Carrió sostenía claramente en su discurso que hay culturas jurídicas donde hay cosas que no se pueden discutir, que no se pueden obviar. Porque como decía el gran jurista Genaro Carrió acerca del lenguaje del Derecho, si es posible decir cualquier cosa en un texto, entonces todo es posible en la Argentina.

          Quiero marcar esto porque me parece que en este recinto, como ya lo expresé ayer en la reunión conjunta de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Legislación General, debemos hacer un orden en el planteo desde lo simbólico y desde lo político. Sigo sosteniendo esto, ya que en la discusión en general y en el análisis particular de cada uno de los artículos, al momento de debatir una norma debe estar claramente expresado el espíritu del legislador, es decir, qué es lo que se pretende con la iniciativa en cuestión.

          Entonces, de nuestro lado no vamos a permitir que se instale, desde el punto de vista del texto, desde el punto de vista de la semiótica, que esto es una ley de solidaridad para sacar a la Argentina adelante. Llamemos las cosas por su nombre, señor presidente: esto es una clara ley de plenos poderes para que el Ejecutivo haga lo que quiera a partir de la sanción definitiva de esta norma. (Aplausos.)

          Esto lo planteo porque el texto de una ley hace a un contexto, y es otra de las grandes diferencias que nosotros queremos plantear. Esta decisión del gobierno electo por el pueblo, que entró en funciones el pasado 10 de diciembre, pretende hacernos creer o crear la idea de que la Argentina es tierra arrasada, igual o similar a lo que fue el 2001 o la crisis hiperinflacionaria de 1989.

          Esto no es así, señor presidente. Nosotros, por supuesto, gobernamos cuatro años, con aciertos, con errores. No somos infalibles. Nos hacemos cargo de la responsabilidad que nos otorgó el mandato popular durante cuatro años. Pero no vamos a permitir que de un lado se diga que estamos ante una Argentina de tierra arrasada como si eso fuera una verdad instalada por quienes llegaron ahora, el 10 de diciembre.

          Una vez más pretenden la declaración del estado de excepción, del estado de emergencia, que ya la Argentina repetidamente tuvo y actuó en forma recurrente. Pretenden instalar este estado de excepción como la regla. Se nos presenta una vez más, en el debate parlamentario en este recinto, como un claro paradigma de gobierno dominante. Y esto es un umbral de indeterminación y de absolutismo que pone en jaque a las instituciones de nuestro país.

          Lo dijimos desde un principio, no es de ahora, señor presidente: estamos dispuestos a colaborar; lo ha dicho el diputado Laspina. Somos una oposición seria y responsable, y hemos dicho que estamos dispuestos a sesionar las veces que sean necesarias, en diciembre, en enero, en febrero o cuando así lo consideren, para discutir los casos y las leyes específicas que sean necesarias para definir las políticas públicas en la Argentina.

          ¿Pero sabe a qué no estamos dispuestos? No estamos dispuestos a otorgar una vez más en la Argentina superpoderes especiales. No estamos dispuestos a delegar facultades que le son propias a este Parlamento. En el debate, en algunas alocuciones de diputados preopinantes, veo cómo se confunde lo que es la delegación de una facultad con lo que es un decreto de necesidad y urgencia, que claramente ‑nos guste más o nos guste menos‑ quedó resuelto por el convencional durante el debate en la Convención Constituyente de 1994 y expresado en nuestra Constitución.

          Pero a su vez no es un capricho, señor presidente. No es porque asumió un nuevo gobierno el 10 de diciembre que nosotros venimos a este recinto a decir que no estamos dispuestos a otorgar superpoderes ni estamos dispuestos a delegar facultades, sino que tiene que ver con una coherencia parlamentaria durante muchos años en esta Cámara, que si se quiere empieza en la discusión de delegación de facultades en la Convención Constituyente de 1994, en los plenos poderes a Domingo Cavallo, en las emergencias económicas que se votaron en 2002, 2003 y 2004, en los superpoderes que se pretendían para Uberti y para Julio de Vido con respecto a corredores viales. No es una posición de muchos de nosotros que no se conoce.

          Con esta ley, señor presidente, pretenden quitarle al Congreso facultades que le son propias. Nosotros vivimos en una República. En un estado de derecho y en regímenes donde manda la Constitución republicana, uno no puede hacer lo que quiera. Muchas veces los poderes de turno ‑de distintos signos políticos a los que les ha tocado gobernar‑ creen que son más poderosos teniendo este tipo de facultades y superpoderes especiales, que confiando en el mecanismo de la representación popular que ostentamos en este Congreso de la Nación las distintas representaciones de mayorías y minorías que lo conformamos.

          Por supuesto que ninguno de nosotros va a poner en duda que el pueblo los ha avalado con su voto. Pero el aval que les dio la ciudadanía con su voto no es un cheque en blanco para que vuelvan a instaurar en la Argentina el estado de excepción. No lo es. Todos, mayorías y minorías, en un orden constitucional, republicano y de división de poderes, tienen pesos y contrapesos. Una mayoría en nombre de esa mayoría no puede hacer lo que quiere. Y tampoco una minoría en nombre de esa minoría puede hacer lo que quiere. Por eso nuestros constituyentes hicieron una Constitución muy sabia con esos pesos y contrapesos y con la división de poderes, y también al determinar cuáles son cada una de las facultades que tienen los poderes del Estado.

          Diputados y diputadas de nuestro interbloque van a hacer después un análisis más profundo desde el punto de vista jurídico y constitucional, pero está claro y lo queremos decir con todas las letras: acá se están violando sistemáticamente los artículos 29, 75 y 76 de nuestra Constitución.

          Como decía, esto no puede ser un cheque en blanco, una ley de tratamiento exprés para que pasemos de un plumazo, de un día para el otro, a una democracia refrendataria, a una democracia delegativa.

          Así como ustedes tienen la responsabilidad que les otorgó el 47 por ciento de los votos, como manifestó el diputado Laspina nosotros tenemos la responsabilidad de representar al 41 por ciento de la ciudadanía. Y esa representación tiene que ver con la manera de controlar la calidad democrática e institucional, no solamente de esta Cámara de Diputados sino también en cuanto al funcionamiento de toda la República.

          Nosotros ninguna manera vamos a acompañar, porque ‑esto me parece que también hay que decirlo con todas las letras‑ no vamos a acompañar ninguna presión ni carga tributaria mayor para diversos sectores de nuestra sociedad.

          Nosotros no vamos a avalar ningún tipo de quita en el poder adquisitivo de nuestros jubilados. De ninguna manera vamos de a meterles otra vez la mano en el bolsillo a los pequeños y medianos productores que todos los días trabajan en nuestra Argentina. (Aplausos.)

          Por último, quiero reiterar lo que dije ayer en el sentido de que la complejidad de los problemas actuales de la Argentina no son de hace cuatro años. A quienes nos tocó la responsabilidad de gobernar no somos los únicos responsables. Sinceramente, creo que si no destruimos las facultades que son propias de esta Cámara de Diputados y que cada uno de nosotros tenemos que honrar y representar, podemos comenzar a resolver esta situación entre todos, sin destruir el Parlamento y sin destruir nuestra Constitución porque, a partir del día de mañana ‑o el lunes‑, cuando el Senado le dé sanción definitiva, pasaremos directamente a esa democracia refrendataria y delegativa a la que ninguno de nosotros queremos volver. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Contigiani, por Santa Fe.

 

Sr. Contigiani.- Señor presidente: tengo el honor de representar con estas palabras preliminares a mi interbloque, y en este sentido voy expresar algunas definiciones políticas.

          Con mis compañeros de banca vamos a hablar durante toda la tarde sobre las cuestiones que abarca esta iniciativa, y vamos a ir tomando posición y madurando el texto definitivo en el transcurso de esta sesión, pero al escuchar algunas de las expresiones vertidas en este recinto, encuentro un congreso invertido.

          Parecería que algunas posiciones de este lado las habían dicho diputados del Frente para la Victoria meses atrás ‑lo digo con respeto‑ y hay algunas expresiones vertidas de este otro lado que parecería que las hubiera dicho el bloque de Cambiemos meses atrás. Ese es el drama de la Argentina. Esta es la crisis de legitimidad política que nuestra sociedad nos interpela, es decir, la imposibilidad de establecer consensos y puentes, trabajando con responsabilidad fuera del blanco y negro para que la única salida no sea “blanco no; negro sí”, o lo que fuera.

          No somos capaces de tener otra alternativa y sobre todo de hacernos cargo ‑señoras diputadas, diputados y presidente‑ de que la emergencia en la Argentina implica el fracaso de la política que tiene que llevarnos al desarrollo nacional, articular el bien común y la justicia social. La emergencia es el triunfo de la dinámica del odio. A nadie le gusta este tipo de leyes -hagámonos cargo-, porque es la dinámica del hoy en el desencuentro nacional.

          Este interbloque va a trabajar para terminar con esta dinámica del odio y con responsabilidad vamos a hacer todos los aportes y vamos a correr los riesgos que necesita este país en un estado de situación más que difícil, quebrado, con una fractura social y una pobreza que nos debe interpretar como clase política porque le estamos transfiriendo al pueblo argentino ajustes que nosotros nos hacemos.

          Hagámonos cargo de esta situación. Somos militantes. Reivindicamos la militancia política. ¡Hagámonos cargo de esta situación!

          Señor presidente: no vamos a sentirnos propietarios. Esto es lo que pido a todos con humildad, porque todos somos parte de un gran fracaso. No vamos a sentirnos propietarios ni de un lado de la República ni de un lado de la justicia social, porque entendemos que no hay República sin justicia social y no hay justicia social sin República. Este es el punto en el que está la Argentina. (Aplausos.) 

          Entonces, no vamos a sentirnos propietarios de un argumento. Vamos a tratar de establecer esos puentes y esos denominadores comunes para que podamos avanzar.

          Digo esto con todo respeto; ya todos saben cómo me manejo. Hablan de delegación de facultades. Claro que esto no nos gusta y vamos a trabajar para acotarla lo más posible durante el día de hoy. Pero del otro lado se olvidan que delegaron facultades de hecho a una valorización financiera de la macroeconomía que considero escandalosa, que hoy pone en aprietos la soberanía de nuestro país.

          Por supuesto que del otro lado hay preocupaciones -las comparto‑ porque hay algunas autocríticas que faltan acerca de cómo se manejaron las discrecionalidades del poder años atrás en este país. Lo cierto es que de un lado y del otro son responsables.

          Hace ocho años que la Argentina está estancada y en esta dinámica del odio se ponen de acuerdo en tres cosas: pobreza, desempleo y estancamiento económico. Lo hacen con dos macroeconomías diferentes: una, apelando al consumo, al voluntarismo, pero sin modificar la matriz productiva necesaria para cambiar las bases del subdesarrollo argentino y trayéndonos problemas de inversión estructural en serio; la otra, apostando a la teoría del derrame, que fracasó en todo el mundo ‑no sólo en la Argentina reiteradamente‑, que nos llevó a la concentración de la riqueza, al quiebre de las pymes industriales y al estado de situación en el que nos encontramos.

          En vez de argumentar de un lado y del otro quién tiene más razón en esta crisis, hagámonos cargo para salir adelante. Esto lo que nos anima como interbloque Federal, un interbloque que está representado por diputados que pertenecen a las provincias de Santa Fe, de Córdoba, de Buenos Aires, entre otras.

          Nosotros estamos dispuestos a hacer un gran aporte, porque entendemos que hay cosas que corregir de esta ley de emergencia. Hay delegaciones que nos preocupan y situaciones que todavía a esta hora no están resueltas. Por ejemplo, entendemos que los pequeños y medianos productores no tienen nada que ver con los 10.000 productores sojeros que producen el 80 por ciento de la soja en la Argentina. (Aplausos.) Esos no son ni oligarca ni terratenientes. Vayan a las provincias y van a entender que el pequeño y mediano productor trabaja e invierte todos los días en nuestras provincias. (Aplausos.) 

          Entendemos que un jubilado, mejor dicho, un trabajador   ‑usted entiende de esto, señor presidente-, que llegó a una jubilación mínima no es un jubilado privilegiado sino que es un pobre al que en estos últimos años le vaciaron su bolsillo. Como dije, es un pobre que con esta propuesta queda mal parado.

          También entendemos que los docentes y los científicos no son privilegiados. No pueden ser tratados de esa manera a través de este proyecto. Por eso, apelo a muchos compañeros que conozco del bloque oficialista para que sepan defender esto y sobreponerse a esta situación.

          Tenemos toda la tarde para trabajar. Tenemos mente abierta. Queremos romper este esquema del blanco y negro. Estamos invitando a todos a hacernos cargo en este contexto del país difícil, para tratar de avanzar en una Argentina que con humildad necesita cerrar esa herida de legitimidad política que tenemos con nuestra gente, cerrar la herida y la vergüenza de la pobreza.

          Y nosotros somos los primeros que debemos dar ese gesto político. Debemos revertir esta situación en ese punto. Debemos reforzar nuestra vocación de servicio para eso. Por eso apelamos a la humildad, y van a encontrar a este interbloque por ese camino: trabajo, estudio y vocación para transformar la realidad argentina, estableciendo los puentes necesarios, salvando la República, salvando el desarrollo y salvando la justicia social y el federalismo en la Argentina. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón, por Mendoza.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: en primer lugar, quiero marcar la línea directriz de la formación de nuestro bloque y de dónde provenimos.

          Cuando en 2017 me tocó formar parte de esta Cámara de Diputados, de un lado estaban quienes intentaban imponer un sistema de ajuste para nuestros jubilados y, del otro, quienes decían que eso era una barbaridad. Pero lo que en realidad estaba ocurriendo en esta Cámara ‑lo digo a dos años de ese momento‑ era una pelea tremenda entre dos frentes o dos fuerzas que se estaban disputando el poder. Lamentablemente, quienes quedaban en la trampa o en medio de esa pelea eran los jubilados, es decir, la parte más débil de nuestra sociedad.

          Ya pasaron dos años, y durante ese tiempo he estado en mi provincia. Quiero hablar de mi provincia, porque los que integramos el bloque Unidad Federal para el Desarrollo representamos –desde distintos partidos provinciales‑ al pueblo de nuestras provincias, y no a las arcas de nuestras provincias.

          En parte de quienes hoy son oposición hay una negativa a reconocer que cuando estaban en el poder tenían una manera de dirigir la política tratando de sobreponerse con el otro grupo que intentaba sacarle el poder. Esto no es un juego de palabras sino que tiene que ver con la República, con quién tiene el poder. Recién escuchaba a compañeros de la oposición hablar de la República y de que hay una delegación de facultades y suma del poder público en el actual presidente, y la verdad es que en los últimos dos años casi se gobernó a través de decretos de necesidad y urgencia cuando había que reasignar partidas presupuestarias.

          Hace muy poco se trabajó en una ley de emergencia alimentaria. ¿Y qué ocurrió en el juego de amigo/enemigo de esos dos frentes que luchaban por el poder? Para dar un mensaje a la sociedad, se dijo que las partidas presupuestarias serían distribuidas solamente por la ministra de Desarrollo Social. El consejo de representación de los intereses del pueblo de nuestra provincia no estaba en esa ley que dictó este Congreso. Esto tiene que ver con el federalismo. La Argentina no termina en la General Paz o en el Conurbano bonaerense.

          Esta iniciativa que se está tratando hoy tiene problemas graves. Los que hoy la están cuestionando, la cuestionaban anteriormente. Por ejemplo, los argentinos que vivimos en el interior seguiremos subsidiando a las empresas Edenor y Edesur, que prestan el servicio de electricidad en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Aquí la gente paga facturas de 1.000 pesos cuando en mi provincia –Mendoza‑ y en las provincias más alejadas no bajan de 3.500 pesos. Esto es así porque los del interior seguimos subsidiando aquello que ocurre en esta Capital Federal.

          Por eso la línea directriz de nuestro bloque y del interbloque es marcar esa diferencia. Creo que tenemos una oportunidad, y lo digo por lo siguiente: si bien este proyecto ingresó con la intención de darle la suma del poder público al presidente, a poco de andar ya habían eliminado el artículo 85 gracias a que quienes queremos cuidar los intereses federales y del interior nos hemos plantado. ¿Qué quiero decir con esto? Que ya no existe ese “absoluto” que tiene un frente o el otro para resolver la política de la Argentina.

          Ahora me voy a referir al proyecto en particular. Necesitamos que el plazo de un año que estamos dando al presidente de la Nación para que resuelva y reasigne casi un 1,5 por ciento del PBI de nuestro país sea más corto. Ese plazo no puede ser de un año. El bloque del oficialismo debe reflexionar en este sentido. Ese plazo debe ser menor. Además, debe haber una rendición de cuentas de ese 1,5 por ciento del PBI que va a administrar el presidente con las manos libres. El jefe de Gabinete de Ministros deberá venir a este Congreso y rendir cuentas. Este es uno de los puntos; diría que el principal.

          Otra cuestión a tener presente es la de los servicios públicos y el valor de las tarifas. Comencé mi exposición diciendo que me toca hacer política cara a cara, en la casa de cada una de las familias de cada uno de los departamentos de mi provincia. ¿Y qué encuentro ahí? Que el problema no está en las paritarias que consiguen ingresos buenos, regulares o magros. El problema de las familias que viven en el interior –y también de algunas que viven en esta Capital y en el Gran Buenos‑ radica en los egresos que tienen: el pago de la factura de electricidad, el pago de la factura de gas, los gastos del supermercado –recordemos que son solo cinco cadenas que se apoderaron del mercado minorista en el país‑, los gastos en transporte público ‑para ir a estudiar, a trabajar, o ir de vacaciones‑, etcétera.

          El sistema económico en la Argentina, concentrado en un grupo muy pequeño de empresas que se hicieron gigantes económicamente por no haber sido controladas, es el objetivo de cada una de estas leyes que concentran el poder en un presidente. Por eso queremos que tenga límites.

          Necesitamos que cuando se hable de cuadros tarifarias y de ajuste se tenga en cuenta la equidad federal. Cuando en esta misma Cámara se trató la ley de adecuación de los valores de las tarifas de los servicios públicos de gas y de electricidad, querían equidad. Hoy este proyecto también quiere equidad.

          Pero quiero decir a los señores diputados del oficialismo que eso está equivocado. La verdadera equidad no significa “todos iguales” o “todos por igual”. En el caso de las tarifas, depende del lugar donde se encuentre cada uno. ¿Qué es ser más igual que otro? ¿Dónde están todos los recursos? ¿En esta Capital y en el Gran Buenos Aires? Aquel que vive en la Patagonia, en el norte de nuestro país o en la zona septentrional de mi provincia, ¿tiene que pagar la misma tarifa de gas que se paga en la Capital Federal? Por una casa similar, una familia de acá paga una factura de 2 mil o 3 mil pesos, mientras que en mi provincia estaría pagando entre 9.000 y 10.000 pesos. Esa es la inequidad.

          Hablan de equidad, pero esta última no existe en el proyecto, porque equidad significa equilibrar la balanza para que seamos más iguales, y eso no está ocurriendo acá.

          Yo veo dos cosas en la emergencia sanitaria. Hay un pícaro que metió el dedo en el lugar. Una mano negra dice que van a limitar las nuevas prestaciones que ingresen al PMO. Esto significa limitar el acceso a la salud. Por ejemplo, si el abuelo de la familia necesita una prótesis para poder caminar y dejar de estar en una silla de ruedas, puede elegir entre una prótesis muy barata y otra más cara. Pero si quiere acceder a ella, deberá recurrir a un abogado que defienda a los consumidores para iniciar un juicio de amparo a fin de que la Justicia le dé la posibilidad de acceder a esa prótesis. Este proyecto no puede tener esa disposición de que se limite el PMO.

          Todos los consumidores –incluidos los que estamos aquí‑ hemos logrado tener la posibilidad de mutar de obra social si la que tenemos no nos brinda la prestación que necesitan nuestras familias. En el proyecto, esa mano negra está previendo que los consumidores de salud no tengamos la posibilidad de poder cambiarnos a una obra social de mejor calidad.

          Como todos sabemos, el motor de desarrollo de la Argentina es la clase trabajadora, es decir, el maestro, el policía, el comerciante que levanta la persiana de su negocio a las 6.30 de la mañana.

          En determinado momento este Congreso resolvió que esas personas de la clase media de nuestra sociedad tuvieran la posibilidad de acceder a un préstamo, transformarse en un usuario bancario y adquirir un préstamo UVI ‑sancionado en esta Cámara- que se ajustaba por el índice de la construcción, lo que permitiría que se pagara una cuota razonable. Pero, ¿qué pasó? Hubo un gobierno en los últimos cuatro años ‑por eso yo no puedo creer esa antinomia que hoy encontramos en la Cámara y a la que recién claramente el diputado Contigiani hacía referencia- al que el Banco Central le dijo: “No hay más UVI; ahora son UVA.” ¿Dónde se resolvieron los UVA? En el Banco Central.

          En el Banco Central los bancos encontraron la manera de dictar una resolución para que los préstamos UVA sean ajustados por la inflación. El problema es que el combo de la inflación y del desmejoramiento de los ingresos de una familia, provoca que no haya manera de pagar ese crédito. ¿Y qué pasa con aquel que compró un auto con un crédito? Hay que ajustar y la inflación se lo está llevando puesto. Este proyecto no está incluyendo a esta parte de la sociedad que está sobreendeudada.

          Señor presidente: le solicito treinta segundos más porque quiero referirme a una parte de la sociedad que es motor de desarrollo.

          La emergencia no puede ser solo de costo y  rentabilidad sobre aquello que se le concedió en la prestación de los servicios públicos del Estado, la salud y los servicios sociales.

          Necesitamos que una ley de emergencia prevea la protección de los intereses económicos del ciudadano común, que es motor de desarrollo de esta sociedad. Espero que en el transcurso del debate de hoy podamos resolver muchos de los puntos que hemos pedido al oficialismo que tenga en cuenta para que nuestro bloque, de manera federal y respetando a esta parte de la sociedad a la que me referí, pueda apoyar el proyecto en tratamiento.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Sapag, por Neuquén.

 

Sra. Sapag.- Señor presidente: el país está en una profunda recesión. El 40 por ciento de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza, la actividad económica cayó nuevamente en el orden del 3 por ciento, tenemos déficit crónicos en las cuentas públicas y prácticamente vedado el acceso al financiamiento externo.

          Como Congreso Nacional tenemos la obligación de tomar las medidas legislativas necesarias y acompañar al Poder Ejecutivo para poner al país de pie y en actividad.

          La emergencia pública ha sido definida por la Corte Suprema como aquellas situaciones que derivan de acontecimientos extraordinarios e imprevisibles, que tienen una repercusión muy honda y extensa en la vida social, que demandan también de remedios extraordinarios.

          La Corte sostiene además que la delegación de atribuciones no puede ser amplia e imprecisa y que la delegación tendrá mayores probabilidades de éxito cuanto más claras sean las directrices de la ley que delega y menores sean las pautas indeterminadas.

          La delegación debe tener cláusulas que no sean demasiado genéricas o indeterminadas, que no sean imprecisas, que no sean amplias y que no sean poco claras. Estamos en emergencia, necesitamos declarar la emergencia y vamos a acompañar no solo para declararla y para dar nuestras sugerencias para superarla sino que desde nuestra provincia, Neuquén, aportaremos soluciones concretas para salir adelante. Esto no significa, sin embargo, que vayamos a conceder un cheque en blanco al nuevo gobierno.

          La delegación de facultades, que por ley se realiza en virtud de la emergencia existente, en ningún caso debe entenderse como una alteración de las facultades no delegadas por las provincias a la Nación. Cualquier avance arbitrario sobre las autonomías provinciales, sobre las facultades, derechos, bienes o recursos de la provincia, desobedeciendo expresas normas constitucionales que hacen a los pilares básicos del federalismo, será nulo de nulidad absoluta.

          Que no haya ningún malentendido. No podrá esgrimirse esta ley de emergencia ni buscarse explicaciones, excusas o subterfugios para pretender ilegítimamente la suspensión, limitación o avasallamiento de las autonomías provinciales y los derechos federales que de ella derivan.

          Una ley de emergencia representa mayor poder, pero no para ser usado en forma discrecional y estamos decididos a fijar los límites que sean necesarios.

          Los límites están enunciados en la Constitución Nacional; allí están las declaraciones, derechos y garantías, las normas que todos los poderes del Estado debemos respetar.

          Señor presidente: antes de entrar en el análisis del proyecto no quiero pasar por alto que el nuevo gobierno iniciará su gestión sin un presupuesto nacional aprobado por este Congreso. Esta situación excepcional ya le concede al Poder Ejecutivo una amplia posibilidad de disponer a su criterio la asignación de partidas y quita a este Congreso la posibilidad de ejercer el rol de contralor.

          Por lo expuesto, desde el bloque del Movimiento Popular Neuquino le requerimos al Poder Ejecutivo un compromiso de fecha cierta de presentación del proyecto de presupuesto nacional para el año 2020.

          Las facultades extraordinarias de la emergencia necesitan un límite en el tiempo. La delegación debe ser clara y precisa y se tienen que fijar los parámetros sobre los cuales se delega. Se necesita una clara política legislativa para el ejercicio de la atribución delegada, pues la facultad de crear cargas tributarias y de definir o modificar los elementos esenciales de un tributo es facultad exclusiva y excluyente del Congreso de la Nación.

          El Congreso Nacional en la emergencia económica no puede ni debe desentenderse con una delegación amplia y genérica de facultades en el Poder Ejecutivo. Tiene que seguir legislando en el marco de la emergencia que esta Cámara declare y aumentar el trabajo de sesiones del Congreso o en reuniones de las comisiones. Es decir, lejos de delegar toda la responsabilidad en el Poder Ejecutivo este Poder Legislativo tiene la responsabilidad de generar las normas necesarias para que la Argentina encuentre el camino de las soluciones a la emergencia y a la crisis, a fin de que pronto sean un mal recuerdo del pasado y que nuestro querido país entre en el camino del progreso, del desarrollo económico y de la paz social.

          El artículo 76 de nuestra Constitución es muy claro cuando expresa que la delegación de facultades necesita contar como requisito con un plazo fijado para su ejercicio. Sin embargo, este proyecto incluye cuatro artículos que establecen cuatro vigencias distintas. De aprobarse así estaríamos asumiendo que no somos un país predecible. Pareciera ser que hay distintas emergencias en el proyecto. Si la emergencia es por el término de un año, debemos aplicarla a todo el proyecto sin dar lugar a excepción alguna.

          En el caso del Título III de la iniciativa que trata sobre el sistema energético, el enfoque está claramente dirigido a proteger a los usuarios finales de energía eléctrica y gas, sean estos consumidores residenciales o empresas, para estas últimas con la finalidad de promover la producción.

          No desconocemos que la población fue sometida a durísimos esfuerzos para afrontar el pago de tarifas luego de casi cuatro años de aumentos importantes. Sin embargo, en nuestra provincia del Neuquén, como gran productora de energía del país, estamos muy atentos para que las necesidades de los consumidores finales y los requerimientos del sector energético sean compatibles. Necesitamos encontrar un equilibrio para que la prevalencia de uno sobre otro no perjudique el conjunto. Las tarifas deben ser justas, equitativas y razonables, como dice la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Si las tarifas son justas y razonables se benefician los usuarios pues tendrán los servicios disponibles y también se favorecerá la inversión, asegurando una lícita y razonable rentabilidad que permita que el sistema funcione.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia le recuerda que ha finalizado su tiempo para hacer uso de la palabra, señora diputada.

 

Sra. Sapag.- Le solicito dos minutos más, señor presidente.

          Necesitamos la potencia energética para poner en movimiento la producción del país.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia le recuerda que ya hizo uso de esos dos minutos de más.

 

Sra. Sapag.- Lo sé, señor presidente, lo que ocurre es que es muy complejo acortar el discurso cuando estamos tratando una ley tan importante. Pido un poco más de tiempo para redondear.

          La formación de Vaca Muerta, que es de un potencial hidrocarburífero impensado en la Argentina, necesita señales claras y duraderas para alcanzar la plenitud.

          En ese sentido, vemos con agrado que el precio de boca de pozo para el petróleo crudo continúe vinculado al valor internacional.

          Por otra parte, celebro la inclusión del plan de facilidades para las micro y medianas empresas.

          Asimismo, otro artículo contenido en el mismo título contempla la creación de un nuevo impuesto a las transacciones realizadas con moneda extranjera.

          Por otro lado, hay un artículo que define el destino de la recaudación del novedoso impuesto, con la sorpresa de que todo lo recaudado va a las arcas nacionales, sin coparticiparse a las provincias, vulnerando así el federalismo.

          Pido permiso a la Presidencia para insertar el resto de mi discurso en el Diario de Sesiones.

          No puedo dejar de decir que acompañaremos al nuevo gobierno legitimado por la voluntad popular. Fuimos y seguiremos siendo responsables. Pero pedimos controles y exigimos que las reglas de juego sean claras.

          Por lo expuesto, reiterando la necesidad de que se defina una fecha concreta de presentación del proyecto de ley de presupuesto 2020, acompañaré en general el proyecto de ley en tratamiento, reservándome el derecho de no acompañar en particular la totalidad de los artículos. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado del Caño, por Buenos Aires.

 

Sr. del Caño.- Señor presidente: en primer lugar, está claro que el gobierno de Macri benefició a los grandes grupos económicos y atacó duramente a los sectores populares.

          A continuación me voy a referir a lo que ocurrió hace dos años. Justamente ayer se cumplieron dos años de esa escandalosa sesión donde Cambiemos aprobó el robo a los jubilados gracias a los votos de muchos diputados que hoy integran Frente de Todos. Recordemos que ellos argumentaban que esa reforma previsional iba a generar un ahorro de 100.000 millones de pesos. Ellos votaron a favor de la ley mientras más de mil gendarmes ‑puestos por la ministra Bullrich‑ tiraban toneladas de balas y reprimían a miles de personas que nos movilizábamos en los alrededores del Congreso.

          Seguramente todos recordarán la imagen de un jubilado caminando solo mientras los policías motorizados le disparaban. Entonces, ¿por qué dicen que defienden a los jubilados? ¡Por favor! ¡Cuánta hipocresía la de Cambiemos al decir que defiende a los jubilados!

          Durante el gobierno de Macri los jubilados perdieron el 25 por ciento del poder adquisitivo. ¡Son unos caraduras al decir que defienden a los jubilados!

          Pareciera ser que para las clases dominantes y los partidos que las representan, el problema son los jubilados y las jubiladas, las personas que trabajaron toda su vida. Pero el tiro les salió por la culata, porque se disparó la inflación, que es lo opuesto a lo que apostaba Cambiemos. Por lo tanto, por primera vez en muchos años, en el primer semestre de 2020 los jubilados y las jubiladas deberían tener una mejora respecto de la inflación, ya que se calcula que tendrían que recibir en ese período un 29 por ciento de aumento en sus haberes.

          ¿Qué dijo el ministro Guzmán sobre este tema? Que la actual movilidad genera inflación. Así es, señoras y señores, según el ministro los que generan inflación son los jubilados a raíz del salario diferido. De ninguna manera es así; los que la generan inflación son los grandes formadores de precios, los exportadores que venden a precio dólar en el mercado interno.

          Uno de los puntos centrales del proyecto de ley presentado por el oficialismo apunta a otorgar facultades al Poder Ejecutivo para determinar cuánto, cómo y de qué modo se hará el aumento, eliminando la movilidad.

          El oficialismo nos dice que eso es para garantizar el bienestar de los últimos, es decir, de los más afectados. Pero resulta que un jubilado que cobra más de 19.068 pesos tiene que ser solidario con el que gana 14.000.

          Paralelamente, el proyecto de ley en tratamiento plantea la reducción de las retenciones a las petroleras y a las mineras. Tampoco toca un centavo a los bancos, que fueron los grandes ganadores; tan solo en el último año ganaron 250.000 millones de pesos.

          A las grandes patronales del campo les aplican las mismas retenciones que fijó Macri en 2018, a pesar de que también fueron de las principales beneficiadas por esa política –lo que les permitió multiplicar sus ganancias- y son las responsables de generar las devaluaciones que provocaron que hoy tengamos 5 millones de nuevos pobres.

          Pasando al tema de los tarifazos, las familias que pasaron a destinar el 25 por ciento de sus ingresos a pagar tarifas, beneficiando a las empresas privatizadas y a las petroleras, tendrán que seguir haciéndolo. A esas grandes empresas no se les tocan las ganancias, como tampoco a los grandes empresarios de la AEA. Parece que la lógica aplicada es la misma que cuando justificaban el impuesto al salario de los trabajadores integrantes de la cuarta categoría, que ganan un poquito más; ahí también están incluidos los jubilados que ganan un poquito más.

 

-   Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1º de la Honorable Cámara, doctor Álvaro Gustavo González.

 

Sr. del Caño.- Insisto en que a muchos de estos jubilados y jubiladas ni siquiera les alcanza para cubrir la mitad de la canasta básica. Entonces, ¿van a decirme que un jubilado que gana 40.000 pesos es un privilegiado?

          Se plantea la lógica de que la redistribución y la solidaridad deberían darse entre los jubilados y los trabajadores. El mismo miembro informante del oficialismo dijo que quienes ganan un poquito más, quienes no están tan mal, tienen que ser solidarios.

          Sin embargo, a mi entender, para beneficiar a los últimos hay que tocar a los primeros, a los grandes grupos económicos beneficiados por Macri. Para recuperar lo perdido los sectores populares tienen que atacar a los grandes grupos económicos.

          El núcleo del proyecto está en el artículo 2°, inciso a) que sostiene: “asegurar la sostenibilidad de la deuda pública”. El ministro Guzmán dijo que necesitan la ley para negociar con el Fondo Monetario Internacional. Entonces, el dinero es para pagarle al FMI y a los especuladores sin hacer ningún tipo de investigación.

          Todos saben que la postura del Frente de Izquierda es desconocer esta deuda completamente ilegítima.

          Tampoco piensan investigar la deuda que tomó Macri a través de la emisión de un bono a cien años que llevó adelante Caputo para beneficiar a un grupo inversor del que formaba parte. Esto también lo van a pagar los trabajadores que ganan un poquito más, pero que igualmente están por debajo del costo de la canasta básica.

          Sabemos que el 50 por ciento de los trabajadores argentinos gana menos de 22.000 pesos, mientras que la canasta familiar calculada por los trabajadores de ATE y el INDEC se ubica en aproximadamente 55.000 pesos. O sea que a esos trabajadores el sueldo solo les alcanza para vivir doce días. De todos modos, hablan de solidaridad.

          Nuestro proyecto es muy claro en lo relativo a las jubiladas y los jubilados: hay que garantizarles el 82 por ciento móvil, restituyendo el 33 por ciento de los aportes patronales. Señalo esto porque acá se plantea que las contribuciones patronales serán del 16 por ciento, es decir que estarán muy por debajo de la cifra estipulada hace cuatro años, y ni hablar de lo que ocurrió en los años 90, cuando Cavallo directamente las eliminó. También habría que aplicar un impuesto sobre la renta financiera para garantizar el pago del 82 por ciento móvil.

          Por supuesto que a los jubilados se les puede garantizar el pago del 82 por ciento móvil, pero para lograrlo hay que tocar los intereses de los grandes ganadores.

          También rechazamos el artículo 53, que plantea la posibilidad de utilizar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES para pagar la deuda. Nos parece terrible que se meta mano en los recursos de las jubiladas y los jubilados para pagar esa deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta.

          Por otro lado, se habla del congelamiento de las tarifas. Por eso, quiero preguntar al oficialismo si recuerda que en 2018 ‑hace poquito; menos de un año‑ votamos una iniciativa para retrotraer las tarifas a noviembre de 2017. Si bien no era un proyecto de nuestra autoría lo acompañamos y fue votado favorablemente por quienes hoy están en el oficialismo. A su vez, impulsamos la anulación de los tarifazos. Esa norma luego fue vetada por el presidente Macri, tal como ocurrió con la ley antidespidos sancionada en 2016.

          Sin embargo, el ministro Moroni ayer no respondió cuando le preguntamos por qué no se establecía la prohibición de despidos si estamos ante una emergencia y por supuesto debemos defender los puestos de trabajo impidiendo que despidan a una sola trabajadora o a un solo trabajador.

          Creo que la síntesis que podríamos hacer es que a los banqueros, a los especuladores, a las empresas privatizadas y a las petroleras les garantizan sus ganancias. Mientras tanto, se plantea un ajuste a los jubilados y los trabajadores no saben cómo van a ser las paritarias. Los dirigentes de la CGT dijeron que había que suspender las paritarias por seis meses. Estos dirigentes siempre van en contra del movimiento obrero y de los trabajadores y por eso estuvieron apoyando y dejando pasar cada una de las medidas de Macri.

          El planteo del Frente Izquierda siempre es coherente: esta crisis no la tiene que pagar el pueblo trabajador sino que la tienen que pagar aquellos que la generaron como son los grandes grupos empresarios. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- La Presidencia informa al cuerpo que tenemos 138 anotados en la lista de oradores. Si todos respetaran los 5 minutos asignados la votación se llevará a cabo a las 4 y 57 de la mañana. Por ende, la Presidencia solicita encarecidamente por respeto a sus pares que todos cumplan con el tiempo estipulado.

          Tiene la palabra la diputada del Pla, por Buenos Aires.

 

Sra. Del Pla.- Señor presidente: en primer lugar quiero recordar otros aniversarios de esta fecha porque no lo quiero dejar pasar. Ayer se cumplieron dos años de esa represión violentísima con la cual se aprobó la reforma previsional macrista y hoy se cumple un nuevo aniversario del 19 y 20 de diciembre del 2001. Esa fecha justamente colocó en el centro de la escena el nivel de ajuste al que se había sometido a la población. Todavía estamos padeciendo ese ajuste y esa crisis, porque efectivamente muchas de las medidas que hoy estamos debatiendo han devenido de las consecuencias de esos sucesivos gobiernos y que en esa fecha terminaron con el reclamo de la salida de de la Rúa y Cavallo.

          Eso tiene un hilo de continuidad porque el día de la asunción del nuevo presidente tuvimos que ver al ex presidente Menem saludado como si fuera un héroe por muchos de los que componen esta Cámara, cuando en realidad condujo uno de los gobiernos responsables de las privatizaciones y de los saqueos y la flexibilización a los trabajadores. Todo esto tiene un hilo de continuidad, porque justamente el presidente de la Rúa gobernaba con Cavallo. Ayer dijimos y hoy lo reiteramos que algunas consecuencias de las políticas que se tomaron en esa época nunca se revirtieron, como por ejemplo la reducción de los aportes patronales. Fíjense que seguimos con los mismos problemas del gobierno que privatizó las jubilaciones y que produjo un enorme saqueo sobre los trabajadores.

          Es por esto que quiero rendir mi homenaje a todas las víctimas de la represión del 19 y 20 de diciembre del 2001. Reclamamos el fin de los procesamientos a los compañeros César Arakaki y Daniel Ruiz, procesados por movilizarse junto a cientos de miles de trabajadores para evitar la reforma previsional y la reforma laboral el 18 de diciembre de 2017.

          Justamente, el proyecto de ley de emergencia que estamos discutiendo es un mega paquetazo que cobra toda su centralidad cuando uno lee el artículo 3°, que define que el eje de todo lo que estamos debatiendo es el pago de la deuda externa. De esta manera, se garantizan los negocios especulativos a los bonistas privados, el cobro al FMI y le brindan legalidad al conjunto de la deuda usuraria y fraudulenta, incluyendo aquella contra la que se despotricaba hasta hace unos meses. Tal como acá se mencionó también se incluye aquí la deuda de Caputo y sus amigos.

          Ayer, ante una consulta que le hicimos, el ministro Kulfas colocó toda la deuda en un plano de legalidad e indicó que tenemos que garantizar el pago del conjunto de la deuda usuraria. Pero a su vez, estableció quiénes somos los que vamos a pagar esa deuda. No la van a pagar las petrolera ‑les reducen una vez más las retenciones y los impuestos‑ ni las mineras, que son las nuevas privilegiadas del gobierno porque de hecho están desmantelando todas las leyes restrictivas que protegen el ambiente en Santa Cruz, en Chubut, en Mendoza como aquí se dijo y en tantos otros lugares. Tampoco la van a pagar los bancos. El artículo 56 del proyecto en tratamiento le dice a hipotecados UVA que se dictarán medidas tomando en cuenta el esfuerzo común de los bancos y de los deudores. ¿De qué esfuerzo común de los bancos habla? ¡Por favor, lo que hay que escuchar! ¡Lo único que reciben los bancos son superbeneficios y superganancias!

          Por lo tanto, estamos frente una iniciativa cuyo hilo conductor nuevamente es un ajustazo sobre los jubilados y sobre los trabajadores. El empleado registrado seguirá pagando impuesto a la ganancia, y por eso nosotros insistimos en que el salario no es ganancia. Por su parte, aquel que logró comprar una propiedad tendrá que pagar bienes personales, mientras que los capitalistas ‑no nos engañemos‑ no pagan nada en ese concepto porque disimulan sus propiedades detrás de sus empresas. Por eso, se pretende presentar como cuestiones positivas aquellas que son un salvataje del capital privado.

          Ayer le comenté al ministro Ginés González García algo sobre los laboratorios al hablar de un tema tan sensible como la emergencia sanitaria. ¿Cómo no vamos a saber que estamos en emergencia sanitaria si los hospitales están vaciados, si las salitas prácticamente no existen, si los médicos cobran salarios miserables, si a las enfermeras les quieren modificar todo el tiempo en todo el país su régimen laboral y si los residentes tuvieron que salir a la calle para evitar que les impongan una ley violentísima en la ciudad? ¿Cómo no vamos a saber que estamos en emergencia laboral si nosotros estamos en la puerta de todas las fábricas donde están despidiendo trabajadores o están cerrando? ¿Cómo no vamos a saber que hay emergencia alimentaria si estamos con los compañeros de las organizaciones sociales, como el Polo Obrero, sosteniendo los comedores que hoy no están recibiendo las partidas para funcionar? Resulta que los laboratorios que aumentaron los medicamentos 110 por ciento según las propias estadísticas oficiales ahora celebran que bajan los precios el 9 por ciento. ¡Por favor!

          Quiero decir al diputado Laspina que no se preocupe porque ayer haya tenido que defender la movilidad jubilatoria de los docentes. ¡Los diputados de la CTA no abrieron la boca sobre el punto ayer frente a los ministros! ¡No dijeron una palabra! ¡Justificaron el robo a los jubilados! ¡Se tuvieron que bajar los incisos que saqueaban la movilidad jubilatoria de los docentes universitarios y de los investigadores porque se armó una rebelión en esos sindicatos! Aprovecho para saludar a Agduba, a Ademis, al SUTE, a la Conadu histórica que salieron rápidamente a denunciar este saqueo. Este cambio surgió por la movilización de los trabajadores y no es el resultado de los dirigentes sindicales integrados al gobierno que no dicen una palabra porque están temerosos del gobierno que integran. No nos confundamos.

          Este proyecto tiene enormes problemas confiscatorios. Por eso no lo podemos acompañar, y por eso vamos a defender cada una de las medidas para salir verdaderamente la crisis. Porque se puede salir, por supuesto, desconociendo el pago de la deuda usuraria; nacionalizando la banca y el comercio exterior para evitar la fuga de las divisas; restableciendo el 82 por ciento móvil vía el restablecimiento de los aportes patronales, vía el blanqueo de todos los trabajadores en negro y no registrados, vía la nacionalización de los recursos estratégicos puestos bajo control de los trabajadores, vía la nacionalización y la apertura de los libros de las energéticas. ¡Por supuesto que hay recursos! ¡Lo que pasa es que los recursos se los sigue llevando la misma clase social para la que gobernaron los que se fueron y para la que gobiernan los que entraron!

 

Sr. Presidente (González).- Dando comienzo al bloque de exposiciones individuales, tiene la palabra la diputada Corpacci, por Catamarca.

 

Sra. Corpacci.- Señor presidente: la verdad es que, cuando ayer participé en la reunión conjunta de comisiones a la que asistieron los ministros para informarnos sobre este proyecto de ley de emergencia, tengo que decir que celebré, en primer lugar, que el presidente de la Nación hubiera mandado esta iniciativa al Congreso para su tratamiento. Celebré la solidez de los ministros; celebré que, después de mucho tiempo, sintiera que volvíamos a tener un gobierno con un rumbo, que sabe por qué y para qué toma las medidas.

          Podemos estar de acuerdo o no en relación a cuánto tiempo debe durar la emergencia y si es el mecanismo ideal o no lo es. Ahora bien, mi abuela decía que ante situaciones extraordinarias, las medidas debían ser extraordinarias. Y lo que nadie descarta hoy es lo que sucede en nuestro país: por más que me hablen de las variantes macroeconómicas de la balanza comercial, cualquiera que camina por nuestro país ve a la gente durmiendo en la calle y ve una gran cantidad de gente en los comedores; solamente aquellos que no tienen contacto con la gente pueden decir que no estamos en emergencia.

          Ante esa situación, el presidente dijo en este recinto en oportunidad de asumir el cargo, que iba a tomar medidas para proteger a los que menos tienen, para encender la economía y para reactivar el país.

          He escuchado mucho sostener que lo que se hace es disminuir la jubilación a la población argentina. En verdad, el aumento que correspondía a este trimestre ha sido pagado, y sobre eso, a los de la mínima se les paga una cuota de 5.000 pesos en enero y otra previa, en diciembre, por lo que de ninguna manera podemos decir que se les recorta los haberes.

          Me parecen muy bien todos los aportes sobre que este régimen de promoción debe ser controlado. Ahora bien, es muy importante tener en claro que a esta situación no llegamos solos, que a esta deuda que tiene el país nos llevaron en estos cuatro últimos años; antes no la teníamos.

          Es importante decir que estamos asfixiados por esa deuda, a punto tal que un día nuestro anterior presidente salió a decir que entrábamos al Fondo Monetario. Pero no pasó por el Congreso ni le consultó a nadie; nos enteramos por la televisión.

          De la misma manera, a pesar de que hoy los titulares dicen que vuelven las retenciones, debo recordar que las retenciones las puso el expresidente Macri cuando, después de una de las tantas devaluaciones que sufrimos, no tuvo más remedio que volver a ponerlas siendo que él había prometido quitarlas.

          Lo que hacemos en este momento con las retenciones es simplemente actualizarlas, porque debido a la devaluación el país ha cambiado totalmente. En efecto, ese valor de retenciones no es el mismo hoy, con un dólar de aproximadamente -con suerte y buena voluntad- 63 pesos que cuando el dólar estaba a 38 pesos. Esa es una diferencia enorme.

          Por otro lado, frente a quienes dicen que se niegan a meterles la mano en el bolsillo a los argentinos, yo quiero decir que ya nos metieron la mano muchísimas veces. No vale la pena decir cuántas veces lo hicieron, pero puedo citar como ejemplo los programas alimentarios de mi provincia, que históricamente la Nación pagaba el 51 por ciento y, la provincia, el 49. Sin embargo, en este último año la provincia se hizo cargo del 72 por ciento de los programas alimentarios y la Nación del resto.

          Nos han metido la mano en el bolsillo a los argentinos y a los Estados provinciales. De la noche a la mañana nos enteramos de que nos quitaban el Fondo Sojero. ¿Es o no meternos la mano en el bolsillo? Eso generó una denuncia de por lo menos ocho provincias ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

          ¿Es o no meterles la mano en el bolsillo a los argentinos cuando se permiten devaluaciones monstruosas como las que se han permitido acá, que benefician solamente a algunos sectores de la economía? ¿Es o no meterles la mano en los bolsillos a los argentinos cuando la tarifa de energía, reglamentada por el gobierno nacional, aumenta un 1.800 por ciento? Esto también motivó una sesión especial en repudio de esa tarifa, cuyo trámite se impidió.

          No es que yo quiera echar la culpa a unos u otros; simplemente quiero decir que hay responsabilidades que se deben asumir y que, por sobre todas las cosas, no podemos negar a este presidente, que no tiene ni siquiera diez días de haber asumido, la posibilidad de instrumentar las medidas necesarias que empiecen a reactivar la economía de nuestro país. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Como no se encuentra presente el diputado Carambia, tiene la palabra el diputado Eduardo Valdés, por la Ciudad de Buenos Aires. Es un placer darle la palabra, señor diputado.

 

Sr. Valdés.- Gracias por su saludo, señor presidente.

          Estamos tratando un proyecto de ley -me gusta mucho su título- de solidaridad social y reactivación productiva, y siempre que pueda voy aprovechar para buscar el consenso. Aunque hemos sido duros en los primeros discursos, ¿por qué no podemos encontrarlos?

          Discutimos si corresponde o no la declaración de la emergencia. En este sentido, Rafael Bielsa, un amigo y un guía en muchas cosas, tiene una oración muy interesante. Dice que si uno se va de viaje al exterior, por 15 días, cuando vuelve a la Argentina parece que hubieran pasado 15 años; ahora, si uno se va a vivir 15 años fuera de la Argentina, cuando vuelve le parece que se hubiera ido ayer. Esto es así porque la emergencia en la Argentina es cíclica. Algo nos pasa; algo no hacemos bien. No es los unos contra los otros. Los actuales números de la microeconomía y de la macroeconomía son de emergencia, y no le hago cargo sólo al gobierno anterior. Que la pobreza esté en 40 puntos le juro que es algo que duele y mucho, pero nosotros la dejamos en 30; no es que la dejamos allá abajo. Le aseguro que dolía y mucho. La situación no está para que uno enrostre la pobreza al otro.

          La democracia argentina se debe un acuerdo político para luchar contra la desigualdad social. En esa materia no estamos hoy mejor que aquel 10 de diciembre de 1983 en que juró Raúl Alfonsín.

          La desocupación es del 10 por ciento y la inflación ronda el 60 por ciento, mientras que el riesgo país está en 2.270 puntos. Son cifras excepcionales que se corresponden con una situación de emergencia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria y energética.

          Si se me permite, quiero hablar nuevamente sobre la desigualdad. Hace treinta años, cuando cayó el muro de Berlín, se unificaron la Alemania democrática o comunista con la Alemania federal. Se llegó a un acuerdo, la República Federal Alemana recibió a la República Democrática Alemana, mucho más atrasada socialmente y en infraestructura, y se creó el impuesto de solidaridad. Dicho impuesto sirvió para que quienes se incorporaban a esa nueva Alemania pudieran llegar a un equilibrio desde el punto de vista social.

          En aquella época gobernaba Helmut Kohl, un social cristiano; en la jerga alemana, era la derecha frente a los social demócratas, que conformaban la izquierda. Fue él quien impulsó ese impuesto que regirá hasta el año que viene y que realmente permitió que la Alemania unificada sea un lugar muy digno para vivir.

          Ese es mi sueño: que esta emergencia dure solo trescientos sesenta y cinco días, y que los dirigentes políticos de nuestro país lleguemos a un acuerdo para luchar contra la desigualdad. Entonces sí haremos nuestra aquella frase de Raúl Alfonsín: con la democracia se educa, se cura y se come. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Tonelli, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Tonelli.- Señor presidente: este proyecto de ley gira en torno a dos institutos muy bien conocidos no solo en nuestra historia política, sino también en el derecho público: la emergencia y la delegación de facultades.

          Digo que son bien conocidos porque la primera emergencia fue declarada en 1939; es decir, hace ochenta años. Durante todo este tiempo hemos tenido emergencias de todo tipo; la más frecuente es la económica, pero también hubo emergencias contra el agio y la especulación, los monopolios y por la situación sanitaria. Incluso hubo una emergencia contra las armas. En los últimos veinte años se declararon diecinueve emergencias; sin embargo, los problemas no se resuelven.

          Este solo recordatorio de nuestra historia de desde cuándo tenemos emergencias en la Argentina, es suficiente para demostrar que, por sí mismas, no solucionan nada. Nada resolvemos con declarar la emergencia y delegar facultades excepcionales en el presidente de la Nación. La historia así lo demuestra; son ochenta años viviendo de emergencia en emergencia. Seguramente, lo mismo ocurrirá ahora.

          Para no ir muy atrás en el tiempo, diré que en 1994 ni siquiera estaba regulado este instituto. En ocasión de la reforma constitucional, se introdujo en nuestra Carta Magna el artículo 76, tantas veces mencionado durante el debate, que establece una regla general: queda prohibida la delegación de facultades del Congreso en el presidente de la Nación. O sea, dicho artículo prohíbe lo que hoy vamos a hacer.

          La delegación de facultades legislativas está prohibida salvo en dos supuestos. Primero, que se trate de materias determinadas de administración; claramente, hoy no estamos frente a ese caso. Estas fueron finalmente fijadas en la ley 26.135, norma con la que se aprobó y ratificó legislación delegada dictada con anterioridad.

          El segundo supuesto es que se trate de una situación de emergencia. La emergencia es una anomalía constitucional, precisamente porque la delegación de facultades legislativas queda prohibida a partir del artículo 76, salvo que se produzca esa excepción.

          Después de tantos años y fracasos –según lo manifestado por diputados oficialistas‑, pareciera que no tiene sentido insistir una vez más en una herramienta que, además de ser una anomalía constitucional, no ha dado resultado.

          Básicamente, es una anomalía constitucional porque, de acuerdo con lo que hoy nos proponen, el Congreso se desprendería de sus atribuciones para transferirlas al presidente de la Nación. En otras palabras, estaremos alterando de manera sustancial la división de poderes establecida en nuestra Constitución.

          Nuestra propuesta era distinta porque, como muchas disposiciones del proyecto de ley están fuera de la delegación de facultades y de la emergencia, perfectamente podríamos acompañarlas. Por ejemplo, la moratoria para las pymes, el incremento de algunas alícuotas ‑no, por supuesto, las retenciones‑ y la emergencia sanitaria, que ya está vigente. Pero, al insistir el gobierno con esta anomalía que consiste en que el Congreso se desprenda de sus atribuciones para dárselas al Poder Ejecutivo, no podemos acompañar este proyecto de ley. Somos coherentes y nunca, en todas las oportunidades en que se extendieron los plazos establecidos por ley de las emergencias económicas, apoyamos la delegación de facultades legislativas. Desde 2003, que es cuando el PRO comienza a tener representación parlamentaria, nunca lo hicimos. Ni siquiera votamos favorablemente la última prórroga que se sancionó tres días después de la elección en primera vuelta de 2015; es decir, cuando estábamos en la antesala de ganar los comicios y ser gobierno. Entonces, no vamos a acompañar esta iniciativa.

          Finalmente, me parece importante aclarar qué pasaría si hoy el Congreso no declara la emergencia ni delega facultades extraordinarias en el Poder Ejecutivo. ¿Saben qué pasaría, señores diputados? Regiría la Constitución Nacional. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Cornejo, por Mendoza.

 

Sr. Cornejo.- Señor presidente: hace escasos días escuchamos al señor presidente de la Nación, Alberto Fernández, pronunciar un discurso ante la Asamblea Legislativa en el inicio de su gestión. En gran parte, nos entusiasmó, ya que era una convocatoria a la unidad nacional y a terminar con la grieta.

          Citó a Raúl Alfonsín, nuestro líder, en tres oportunidades. También a Sarmiento y a Alberdi; viniendo de un peronista, era realmente para entusiasmarse escuchar que íbamos hacia ese proceso de unidad nacional que necesitamos.

          Como representante de la provincia de Mendoza con un pasado reciente como funcionario público, como presidente del radicalismo y como diputado de la Nación, anhelo fervientemente la unidad de los argentinos. Entiendo que, desde la actividad política, de la que abrevamos muchos de los aquí presentes, debemos aislar a los fanáticos de uno y otro lado de la grieta para encaminarnos realmente hacia un proceso de unidad nacional.          

          Dicho esto, debo decir que, al ver lo que pasa con este proyecto y su ingreso, no esperaba que el presidente Alberto Fernández, después de ese discurso, se animara a un proyecto de este tipo.

          Lo concreto del proyecto lo han dicho sin eufemismos los informes técnicos, porque la deliberación pública debe ser transparente, intelectualmente honesta y directa. Este lugar debe ser la caja de resonancia de la democracia y, para tener legitimidad, debemos hablarles con la verdad a los argentinos.

          En primer lugar, este proyecto contiene un fuerte aumento de impuestos al sector productivo argentino y a la clase media. Lamentablemente, la clase media en nuestro gobierno sufrió un ajuste, pero ahora insisten en castigarla.

          En segundo lugar, baja el gasto público por la vía del congelamiento de las jubilaciones. Si bien dan vueltas con palabras y palabras, lisa y llanamente, implica un congelamiento de los distintos regímenes jubilatorios.

          Se escucha por ahí que han eximido a los docentes y a los científicos, y también a otros regímenes, como el de los jueces.

          En tercer lugar, contiene una extraordinaria delegación de facultades de este Congreso al Poder Ejecutivo. Hay once delegaciones de facultades, algunas tienen plazos cortos, de 180 días, otras de uno o de cinco años, pero muchas no tienen plazo de finalización.

          Podríamos mencionar algunas de las facultades más relevantes que solicitan y que demuestran que, en realidad, no son necesarias facultades extraordinarias. Piden facultades para negociar la deuda, cuando claramente ya están facultados a hacerlo por la ley de Administración Financiera; sin embargo, la modificación que se incluye les permite negociar en condiciones perjudiciales para la Argentina sin ser demandados penalmente. ¡Vaya facultad que le estamos dando al nuevo ministro de Economía de la Argentina!

          Piden facultades para renegociar tarifas, cuando ya existen mecanismos corrientes que permiten llevar esa renegociación a la práctica. También piden facultades para incorporar nuevos supuestos como base para pagar un impuestazo al que rimbombantemente denominan PAÍS, cuando nuestra Constitución claramente prohíbe esa delegación.

          Al leer los fundamentos de este proyecto pareciera que los problemas de la Argentina, como la pobreza, hubieran nacido en estos últimos cuatro años ‑celebro que el diputado preopinante haya dicho que se la dejó en un 30 por ciento‑ y que el nuevo Gobierno viniera a refundar el país.

          Vale recordar que los objetivos concretos, los números y los registros públicos oficiales demuestran que el PBI argentino y el PBI per cápita están estancados y que su distribución per cápita está en baja desde 2010 en adelante, no desde 2015.

          Hace muchos años que no crece la Argentina y su economía, son indicadores objetivos. Entonces, este es un problema no solo del gobierno del expresidente Macri, que acaba de terminar, sino también de los sucesivos gobiernos anteriores.

          No hay tierra arrasada y tampoco hemos dejado las bases para empezar a crecer ‑lo digo desde la coalición Cambiemos‑; ni lo uno ni lo otro. No tenemos ningún derecho los dirigentes de este país, mucho menos el Poder Ejecutivo, a atribuirnos ese carácter fundacional.

          El radicalismo, un partido que históricamente custodió las instituciones y las libertades cívicas y la defensa de la democracia, cree en los grandes acuerdos como forma de sacar a mucha gente de la pobreza, pero considera que la pobreza se soluciona con un país en crecimiento, con equidad, sin quitarles a unos para regalarles a otros y brindando a cada cual lo que produce y lo que genera. Esos acuerdos son indispensables.

          Desde el radicalismo queremos rechazar este proyecto y anunciar nuestro voto en contra, ya que es violatorio de la división de poderes y del sistema constitucional argentino.  Muchas gracias. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Omar Félix, por Mendoza.

 

Sr. Félix.- Señor presidente: la verdad es que, tanto en la comisión de ayer como hoy, hemos escuchado diversas cifras de la realidad de la Argentina.

          Seguramente ninguno de nosotros necesita una planilla de Excel para saber lo que está ocurriendo en los barrios y en las calles de cada ciudad de nuestro país. Este es un ámbito político, y yo creo que la responsabilidad está en la política.

          Alguna vez, un asesor de un candidato de otro país, refiriéndose a este tipo de realidades, dijo: “Es la economía, estúpido.” Puede ser que así sea en ese país; en el nuestro, la responsabilidad es de la política, y hay dos tipos de responsabilidades: o se toma el interés general o se toma el interés de unos pocos, concentrando la economía en beneficio de esos pocos. Esto último es lo que ocurrió en la Argentina, señor presidente.

          Llegamos ahora a esta situación en la que la economía nos falta en los barrios, en las calles, en la realidad de tantos argentinos desocupados o que están en situación de calle, y se encuentra en otros lugares: en los bancos, en los sistemas de transferencia, en los sectores privilegiados, generalmente ‑en la mayoría de los casos‑ amigos de quienes tuvieron la responsabilidad del gobierno de turno.

          Repito que yo no voy a hablar de cifras, pero lo que ocurrió en la Argentina con el gobierno nacional también se reflejó en las provincias. En mi provincia, por ejemplo, pasamos de un nivel de endeudamiento de 14.500 millones al 31 de diciembre de 2015, a una deuda de 70.107 millones al 30 de septiembre de 2019. Cada mendocino que debía 7760 pesos en 2015, ahora debe 37.200 pesos. Esto tiene responsables. El nuevo gobernador ha tenido que enviar un presupuesto con 300 millones de dólares más de endeudamiento.

          Sin duda, las consecuencias las pagan todos los mendocinos. Y esto se replica en cada una de las provincias del país, salvo en aquellas donde los gobernadores tuvieron la responsabilidad de no endeudarla, de no tomar el mismo camino de la nación.

          Cuando hablo de responsabilidad de la política, quiero decir que tenemos distintos caminos a tomar. Claramente hay una responsabilidad y una emergencia. Podemos mirar para otro lado, pero también podemos aportar a la solución de esas emergencias. No se solucionan los problemas siendo Fulgencio Batista en la provincia y Fidel Castro en este recinto porque, de esa manera, ese doble rol o estándar no ayuda a solucionar los problemas que tenemos en la Argentina

          Realmente, considero que entre todos los sectores afectados por la política, los sectores productivos ‑que son los que tienen la responsabilidad de generar trabajo‑, los trabajadores ‑que van a tener una Navidad difícil o triste‑, nuestros jubilados ‑de los que tanto se ha hablado, pero que recordemos que hace años no tenían ni siquiera un ajuste, como se hizo después semestralmente‑, hoy tenemos que generar los recursos y este Congreso debe darle al presidente las herramientas para que pueda generar los recursos para que la Argentina pueda volver a crecer.

          No hay solución si no hay políticas de crecimiento. Ya tuvimos promesas de brotes verdes, de semestres que no llegaron, de lluvias de inversiones, y los resultados están a la vista. Se pueden ver o no se los quieren ver.

          Lo cierto es que está claro que hay dos modelos posibles. No pretendo con esto convencer a nadie en este recinto, porque claramente están las posiciones tomadas, pero sí tiene que conocerse fuera de este recinto ‑cada uno de los ciudadanos a lo ancho y a lo largo de la república‑ que tenemos una situación de emergencia que necesita ser solucionada y que este gobierno opta por una responsabilidad, la del interés general, la del crecimiento y la de aportar para que nuevamente la Argentina tome el ritmo y el camino de la distribución, de la equidad y, fundamentalmente, de la inclusión

          Quiero, señor presidente, aprovechar estos segundos que ya se me están terminando para llamar a la reflexión para ayudar a un gobierno que está iniciando su gestión. No es como otros gobiernos; ahora la primera iniciativa es una ley de emergencia, y no una ley para pagarles a los fondos buitre, como fue antes.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Carmen Polledo, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Polledo.- Señor presidente: en el día de ayer, en la reunión de las comisiones, expresé cuán atentamente había escuchado al presidente de la Nación la semana pasada, en ocasión de su asunción, donde habló ‑y me impactó‑ de dejar de lado los muros emocionales, de vivir en la diferencia, de dejar de lado los muros del rencor y del odio y, realmente, trabajar para la unión de la Argentina.

          Celebro y festejo esas intenciones. También celebro y festejo el lugar del ministro de Salud de la Nación, el doctor Ginés González García, a quien conozco hace muchísimo tiempo, lo respeto intelectualmente, sé de su idoneidad y espero que le vaya muy bien. En ese marco quiero decir que para nosotros es muy importante aclarar que esta emergencia sanitaria está vigente en la Argentina desde el año 2002. Hasta el 31 de diciembre estamos en emergencia sanitaria.

          Nosotros vemos en el texto que se instruye al ministro de Salud a conformar varios consejos, como el Consejo Nacional Consultivo de Salud; también tenemos el Consejo Federal, que va a trabajar el Plan Federal de Salud, una comisión que va a estudiar el impacto de la carga impositiva y tributaria, y también otra comisión asesora dentro del Ministerio de Salud para evaluar el endeudamiento público y privado.

          En el día de ayer le pregunté al señor ministro si le parecía conveniente que la parte legislativa estuviera presente, porque en todas estas cuestiones el Parlamento estaba excluido. Él dijo que lo veía con buen agrado, así que cuando lleguemos al momento de la votación en particular, voy a hacer alguna propuesta en ese sentido

          También quiero festejar y celebrar la decisión de quitar el cierre del PMO por 360 días. Para nosotros era una preocupación muy importante y sobre todo viniendo de una fuerza política que ha hecho una bandera de los derechos humanos. Cerrar el PMO para nosotros era algo catastrófico y muy grave.

          También se faculta al Ministerio de Salud para establecer un mecanismo de monitoreo de los precios. Ahí realmente también vamos a insistir para ver de qué manera se podrá lograr ese objetivo. También hay distintas maneras de contratación. A nosotros, en general, no nos gusta y no nos parece prudente apartarse de las cuestiones que están normalmente contempladas, porque promueven la discrecionalidad y tienen un riesgo altísimo de incumplimiento.

          También suspenden por 360 días las ejecuciones de los créditos del Estado a las empresas que participen y de la AFIP contra los prestadores médicos. También se suspende la traba de medidas cautelares, y eso nos parece peligroso.

           Quiero hacer hincapié en el artículo 67, en donde se asevera que, de acuerdo a la grave y notoria crisis por la cual atraviesa el sistema de salud argentino, es necesaria esta emergencia.

          En ningún lado se puede constatar semejante dato. No sé en dónde se acredita esa afirmación. Nosotros sabemos que en este momento hay dificultades; sin embargo, no nos encontramos en un estado similar al año 2002, fundamentalmente porque, a pesar del desfavorable contexto social que reconocemos, existe un stock razonable de medicamentos, de vacunas y de insumos críticos en el Ministerio de Salud, por lo cual, en el día de ayer, también le pregunté al ministro cuáles eran los faltantes concretos de vacunas y de insumos, y no me contestó.

          Le pregunté también cómo iba a garantizar que el mecanismo de monitoreo de precios que establece el artículo 66 se llevara adelante, y no me contestó. Le pregunté por qué se pretenden restablecer las medidas cautelares que en el año 2006 se excluyeron de la prórroga y ahora se vuelven a poner, y no me contestó.

          También le pregunté por qué en el artículo 68 no se establece algún tipo de límite para los créditos que se van a trabajar. Tampoco tuve respuesta. De todas maneras, en la votación en particular, vamos a hacer algunos aportes, a ver si podemos llegar a un objetivo en común.

          A mí me gustaría también insistir en este momento en algo que para mí es muy importante. Usted sabe, señor presidente, porque me conoce, que no es mi estilo levantar la voz ni nada, pero la verdad es que estoy indignada con que se diga que esta emergencia sanitaria es necesaria por el brote de sarampión. Esto es una mentira. (Aplausos.)

          No es verdad. La situación de sarampión, al momento, está circunscripta a la Ciudad de Buenos Aires y a algunos partidos del conurbano. La tasa de vacunación de la Argentina es del 95 por ciento. Todos sabemos muy bien que este tema tiene toda una implicancia global, a partir de los grupos antivacunas, que han hecho realmente un trabajo muy importante y han alejado a un montón de gente de la necesidad de vacunar.

          La realidad en nuestro país es que la tasa de vacunación alcanza al 95 por ciento, por lo cual hay una razonable certeza de que el virus no circula. Ahora sí, en algunos distritos del conurbano ha habido algunos casos, pero en el interior del país no hay ni un solo caso.

          Les recuerdo que, en Brasil, nuestro país vecino, ya hay cerca de 8.000 casos, así que realmente hablar de que hay una epidemia de sarampión no es apropiado. Creo que tenemos que ser serios con nuestras apreciaciones y decir las cosas como son. Les agradezco la posibilidad que tengamos más adelante de poder incorporar algunos cambios. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el diputado Ricardo Buryaile, por la provincia de Formosa.

 

Sr. Buryaile.- Señor presidente: antes que nada, quiero desearle a usted y al presidente de la Cámara la mejor de las gestiones en esta etapa.

           Me regocijo de estar otra vez en el Congreso. Encuentro un clima distinto al que había cuando me fui, allá por el año 2015. Es un clima mucho más cordial y creo que tiene que ver con el discurso que hizo el presidente de la República. Cuando vino el presidente, el clima fue respetuoso, cordial y, ojalá, podamos transitar estos años con el mismo clima, aun con el disenso que tenemos.

          Hoy nos convoca el tratamiento de este proyecto de ley llamado de Solidaridad y Reactivación Productiva. En realidad, encuentro una paradoja enorme al título, porque cuando hablamos de solidaridad nos referimos a aquellos que más tienen hacia los que menos tienen, y hoy la solidaridad la están aportando los jubilados.

          Asimismo, para quienes creemos en el marco de la inversión y del sector privado, la reactivación productiva es muy difícil cuando la presión impositiva crece. Cuando sube la presión impositiva es muy difícil generar inversión, y si no se genera inversión no se crea empleo. A su vez, si no se crea empleo tenemos indicadores sociales malos.

          Hace diez años que la Argentina no crece; hace diez años que tenemos el mismo producto bruto y en diez años la población ha crecido alrededor del ocho por ciento. Quiere decir que la torta es mucho más chica que cuando empezamos hace diez años.

          Hoy estamos justificando una emergencia económica diciendo que es producto de lo ocurrido entre los años 2015 y 2019. Sin embargo, la emergencia económica se instaló en el año 2002 y se sostuvo hasta 2017, aun cuando escuchábamos loas del período que pasábamos, llamado la década ganada. Yo creo que la emergencia económica en la Argentina tiene que ver con los muchísimos años en que no cambiamos la estructura productiva del país. Ese es el problema de la Argentina. Debemos entender que tenemos que cambiar la matriz productiva.

          Dado que disponemos de poco tiempo, voy a hacer mías las palabras del diputado Tonelli en cuanto a la delegación de facultades, pero quiero hacer referencia a un punto específico: los derechos de exportación. Yo no creo en los derechos de exportación, pues detraen recursos de las zonas más distantes del país para entregárselos a la administración central.

          Provengo de la provincia de Formosa. ¿Qué cree usted, señor presidente, que sucederá con este nivel de retenciones? ¿Alguien irá a sembrar a Formosa o lo va a hacer en Pergamino? ¿Alguien cree en el desarrollo local? ¿Alguien cree en la generación de empleo si no tenemos el principal recurso, que es la producción en el sector agropecuario? Es muy difícil.

          He escuchado decir que este proyecto no implica un aumento de impuestos. En realidad, es una cuestión semántica. Si las retenciones eran del 24,5 por ciento para la soja y hoy piden que sean del 33 por ciento, explíquenme cómo se llama eso. Si eran del 6 por ciento para el trigo y maíz y ahora dicen que serán del 15 por ciento, díganme qué es eso. Y si eran del 6 por ciento para la carne y ahora piden que sean del 15 por ciento, esto es lisa y llanamente un impuestazo. Esto implica condenar a miles de productores a que no tengan rentabilidad, a una caída de la producción y a una mayor sojización.

          Quiero hacer solamente una pregunta. ¿Por qué cuando hablamos de pymes no nos referimos a los productores agropecuarios, que representan el 90 por ciento del total? ¿Por qué olvidamos eso? Lo pregunto con mucho respeto: ¿es una cuestión ideológica? ¿Cuál es la razón de esta distinción?

          Quiero decir que estoy absolutamente a disposición para cambiar esta visión. Hay productores que no podrán seguir produciendo. Esto es como pensar que todos los futbolistas son Messi, y claramente no es así. Ojalá el presidente tenga la sabiduría para entender que la Argentina necesita absolutamente de los recursos del sector agropecuario, de donde proviene el 60 por ciento de las divisas. El 32 por ciento de la mano de obra proviene de ese sector.

          Entonces, les pido que cuando tengan la sabiduría de redactar lo que el presidente está planteando, nos consulten.

          Una última reflexión: acá se llevan una ley de emergencia en 48 horas. ¿Para qué necesitan la emergencia si este Congreso les ha dado todas las posibilidades de discutir? ¿Para qué resignamos las potestades que nos son propias, que nos delega la Constitución, si tenemos la voluntad de mejorar las cosas? Pido a los colegas que no deleguemos las facultades que nos son propias. No importa quién sea el presidente, descarto que todos los que estamos acá tendremos la mejor voluntad. (Aplausos.)   

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Casaretto, por Entre Ríos.

 

Sr. Casaretto.- Señor presidente: hace pocos días tuvimos la presencia del presidente de la Nación electo y de la vicepresidenta electa asumiendo el mando. Por supuesto, llegaron por el voto popular de los argentinos. En los cuatro años anteriores gobernó Mauricio Macri y su equipo y, más allá de que nos guste más o menos, lo que tenemos que hacer es ver los resultados de esas políticas sobre el conjunto de la sociedad. Esos resultados no han sido satisfactorios para los argentinos, por lo que se decidieron por otra opción: la del Frente de Todos. Nuestro presidente rápidamente constituyó su gabinete y esbozó su plan de gobierno, que presentó para su tratamiento en este Congreso de la Nación.

          Es nuestra responsabilidad cumplir con el mandato de los argentinos que eligieron autoridades y darle las herramientas al presidente electo para que pueda gobernar y llevar adelante su programa de gobierno.

          Por supuesto que hay una situación de emergencia pública, pero eso no tiene que ver con uno u otro artículo de una norma, sino con la realidad en la que se encuentra la sociedad: miles, decenas de miles, cientos de miles y hasta millones de argentinos.

          Entonces, más allá de analizar las sutilezas técnicas, nuestro gobierno debe dar respuesta a esa situación. Por ello, rápidamente, se instrumentó el Plan Argentina Contra el Hambre, con su respectiva tarjeta alimentaria. En mi provincia, en la ciudad de Concordia, hoy estaba el ministro de Desarrollo Social entregando nueve mil tarjetas alimentarias junto al gobernador, al intendente y demás autoridades. En los próximos días se hará lo mismo en todos los lugares de la Argentina, para que aquellos que no pueden esperar, antes de fin de año tengan una respuesta. Son argentinos que llevaron mucho tiempo esperando y ya no pueden esperar más.     

          Nuestro gobierno también tiene una política en relación con aquellos sectores de jubilados que menos ganan. Acá se discute una u otra fórmula. Mientras tanto, en sus primeros días de gestión, nuestro gobierno estará dando un bono de 5.000 pesos, durante este mes y el próximo, a aquellos jubilados que ganan la mínima o cerca de la mínima, sector que representa el 75 por ciento del total. Ese bono representa un 36 por ciento de aumento por encima de cualquier fórmula de este gobierno, del anterior o del que fuere. O sea que hay un concepto claro de ayudar a los sectores de la sociedad que más lo necesitan.

          Lo mismo ocurre en lo que respecta al sistema de tarifas. Venimos de un gobierno que aumentó un mil o un dos mil por ciento las tarifas. ¿Le preguntó a alguien si eso era lo correcto? No. Buscó el interés de las empresas o de los amigos que tenían participación en ellas. Entonces, lo que haremos nosotros es renegociar esas tarifas en 180 días congelando los valores para llegar a una ecuación que, además de ser razonable para el inversor, lo sea para nuestros vecinos, para los ciudadanos, para el pueblo argentino.

          Por otro lado, venimos de un proceso en el cual la recesión económica abarcó tres de los cuatro años del gobierno anterior. Quedaron 25.000 pymes en el camino y muchas otras quedaron tecleando, con grandes deudas ante la AFIP. Hoy venimos a considerar la posibilidad de que ingresen a una moratoria con quita de intereses y de multas y con una refinanciación del capital hasta diez años, para que las pequeñas y medianas empresas de toda la Argentina puedan normalizar su situación. Además, les estamos dando 180 días para que realicen el primer pago, o sea que el primer vencimiento en materia impositiva para las pymes sería recién a partir de mediados de julio.   

          De la misma manera, los créditos UVA fueron implementados por el gobierno anterior y han ido comiendo una porción cada vez mayor del salario de los trabajadores endeudados. Nuestro gobierno va a tratar de crear un paliativo.

          Además, como fue anunciado por el presidente, nosotros tenemos un proyecto presentado que vamos a sostener en esta Cámara. Vamos a dar las herramientas para que nuestro presidente siga adelante con el plan de gobierno para los argentinos. También, incluso mediante un tuit de hace unas horas, instruyó a los diputados que integramos el bloque oficialista a que hagamos las modificaciones necesarias. Ya hicimos modificaciones, ya eliminamos un artículo en el tratamiento en comisión, y hoy vamos a modificar otros, porque nosotros no nos abrazamos a la letra fría de una norma, sino que lo hacemos a las causas nobles, que tienen que ver con el futuro de la Argentina.

          Por eso vamos a votar a favor de este proyecto, para que la Argentina tenga al gobierno que votó y que con el correr del tiempo lo podamos evaluar por sus éxitos y sus fracasos. Pero no le atemos la mano, no neguemos el quórum y no le impidamos tener las herramientas necesarias. Nosotros vamos a bancar a este gobierno. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Ávila, por Tucumán.

 

Sra. Ávila.- Señor presidente: cuando hablamos de emergencia nos referimos a una situación grave, extrema, de crisis, súbita, colectiva, imprevista y que requiere, por lo tanto, remedios extraordinarios, que no están en el ordenamiento jurídico positivo. Pero también esta emergencia tiene que ser transitoria, con medidas excepcionales.

          Como han dicho diputados que me antecedieron en el uso de la palabra, hoy la pobreza también es excepcional. Más del 40 por ciento de los argentinos la está pasando muy mal. Lamentablemente, la declaración de emergencia ha sido usada en repetidas ocasiones a lo largo de la historia nacional y en cada oportunidad hubo planteos, críticas y reclamos. Y muchos de los que estamos acá hemos visto sus consecuencias.

          El proyecto de ley que estamos tratando declara la emergencia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social. Como lo dije ayer en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, de Legislación General y de Acción Social y Salud Pública, me hubiera gustado un instrumento más equilibrado, conocer el plan económico en general y no solamente medidas urgentes.

          Tal como lo dije ayer, no solamente tenemos que hablar de lo que significa aumentar impuestos, sino que también se debería estudiar e incorporar la reducción del gasto político. Estamos pidiendo la emergencia para muchos sectores de la Argentina, a los sectores medios, a los medios altos, al campo, a los sectores productivos, a los comerciantes, y la política debe dar el ejemplo achicando sus gastos. Los políticos tenemos que ser los primeros en dar el ejemplo de lo que hoy estamos pidiendo a la sociedad.

          Hablamos de sacrificio, de que con esta ley pronto las cosas pueden mejorar, pero los políticos tenemos que ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos. Esto está esperando la sociedad de nosotros.

          En los últimos años el gasto político se ha disparado descomunalmente. La política es servicio y la sociedad no debe vernos como unos privilegiados. La sociedad debe vernos como lo que somos, servidores públicos. Las palabras no valen de nada si no van acompañadas con actos, y si los que tenemos responsabilidades políticas no somos austeros en tiempo de crisis y de emergencia, la palabra solidaridad –como dice el proyecto- se transforma en vacía.

          Estamos pidiendo a la sociedad un sacrificio, pero también nosotros tenemos que hacerlo achicando los gastos, y esto abarca a los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales nacionales, provinciales y municipales. Los organigramas deben ser claros, y en esto quiero dejar un mensaje muy claro. Cuando hablo de achicar el gasto político no me refiero a eliminar puestos de trabajo ni mucho menos. Desde el interbloque vamos a acompañar a aquellos artículos que sabemos que van a hacer bien a los argentinos y en otros vamos a disentir y a proponer modificaciones.

          Sobre el artículo 7° hablé del sistema eléctrico; lamentablemente, una pelea que desde el interior ya la teníamos ganada para hacer un país más federal, con este nuevo proyecto nuevamente el interior tiene que subsidiar el servicio eléctrico a los vecinos de CABA y de la provincia de Buenos Aires.

          Hemos pedido la eliminación de este artículo porque no me parece justo que, si a CABA y a Buenos Aires van a darles un subsidio, no lo hagan con el resto de las provincias. ¿No está en emergencia todo el país? Cuando ayer se lo planteé al ministro Kulfas reconoció que tenía razón, pero dijo que, lamentablemente, no podía avanzar mucho más de lo que ya estaba haciendo.

          Entonces, no entiendo esa lógica. Las boletas de la luz son absolutamente desiguales e inequitativas. Acá, en Recoleta –y permítanme que dé este ejemplo porque es el que conozco- las boletas de la luz están entre 300 y 500 pesos. En una villa en el interior, en San Miguel de Tucumán o en el interior de esta provincia, están entre 3.000 y 5.000 pesos.

          También ayer hablé sobre un tema tan candente como son las retenciones al campo, y propuse que sería mucho más justo que estas retenciones sean segmentadas por el tamaño del productor y también por la distancia a los puertos.

          ¿Usted sabe que el flete de un camión de Tucumán a Rosario sale lo mismo que un barco de Rosario a Shanghái? No hay relación. Las retenciones no pueden ser permanentes, deben ser transitorias porque los productores tucumanos trabajan con costos mucho más superiores a los que soporta la Pampa Húmeda.

          Quiero resaltar que me parece muy importante el trabajo consensuado que se ha realizado en las últimas horas. Nuestro interbloque busca ser una oposición sensata, constructiva, responsable, aportando y modificando muchos artículos cuando hagamos el tratamiento en particular. Creemos que el camino no es boicotear al nuevo gobierno que recién ha sido elegido por el voto popular, que ha dado marcha atrás con los artículos sobre los que veíamos...

 

Sr. Presidente (González).- Señora diputada: le pido que vaya redondeando su exposición.

 

Sra. Avila.- Voy terminando, señor presidente.

          Tengo que resaltar que el oficialismo dio marcha atrás con un desmesurado artículo que hablaba sobre el ejercicio del poder. No tenemos margen para cometer errores. Por eso quiero decir que vamos a acompañar el dictamen de mayoría, que no es acompañar al gobierno; es acompañar a los argentinos que la están pasando mal. Cuando tratemos el proyecto en particular vamos a hacer nuestras sugerencias.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Sierra, por Buenos Aires.

 

Sra. Sierra.- Señor presidente: estamos frente a una emergencia social, económica y financiera, y más allá de las cuestiones puntuales que se mencionaron ayer en el plenario de las comisiones, como hoy mismo, quiero contarles por qué estamos en emergencia.

          Vengo del Municipio de Avellaneda, en el conurbano bonaerense, acá nomás, y a diciembre de 2015 el municipio asistía a seiscientas personas. ¿Sabe a cuántas asiste hoy? A veintidós mil. Y tal vez me quede corta porque en estos cuatro meses la situación de los habitantes es desastrosa y se ha ido deteriorando exponencialmente.

          Así están mi municipio y otros tantos, donde tal vez la crisis no se sienta tanto, porque ahí estuvieron sosteniendo con sus magros presupuestos cuestiones en alimentos, con los comedores sociales, barriales y también con el Servicio Alimentario Escolar.

          Nadie tiene que contármelo, el saliente ministro de la provincia me dijo que los adolescentes no eran prioridad, y en las escuelas secundarias de mi provincia los adolescentes, hasta en las escuelas técnicas, reciben un mero desayuno. ¡Y qué decir de los remedios! ¡Qué decir de los jubilados, a quienes todos los días les iban diezmando los derechos reales y concretos que hasta 2015 podían ejercer!

          Hablo de números concretos y de todo un esfuerzo que los municipios han venido sosteniendo en estos años, pero les cuento que ya no dan más. Por eso es necesario poner un freno a esta caída y comenzar a sentar las bases para empezar a crecer y poner a la Argentina de pie.

          Por supuesto que también sabemos que el cambio no se logra por derrame. No es de arriba hacia abajo. Por el contrario, se consigue poniendo platita en el bolsillo a los que menos tienen, para así reactivar los comercios, las pymes, las industrias, por el bien de todos y de todas.

          Estos últimos días escuchaba a muchos analistas hablar de cuestiones tributarias, impositivas, que este proyecto de ley introduce y, en realidad, es como el proyecto dice: se trata de la solidaridad. Si en este momento que atraviesa la Argentina los que más tienen no pagan un poco más, lamentablemente no podremos discutir una Argentina de cara al futuro.

          Se me hace muy difícil entender una cuestión: ¿quién puede creer que nosotros podemos ir en contra de los jubilados, viniendo de un gobierno que sacó al sistema jubilatorio argentino de las garras de las AFJP? ¡El gobierno de las dos moratorias previsionales!

          Para nosotros y nosotras, la salida es a través del trabajo, la producción, las pymes y el acceso pleno a los derechos.

          Este proyecto no va en contra de uno u otro sector; es a favor de todos y de todas, pero necesitamos recuperar la economía argentina en general y, como dijo nuestro presidente Alberto Fernández, empezando por los que menos tienen.

          Por último, es importante entender que la emergencia es una situación excepcional que nosotros no la generamos, pero que necesitamos abordar de manera urgente. Porque no estamos hablando solo de datos económicos, sino de personas, de argentinos y argentinas que están padeciendo y están esperando de nosotros -el Estado- una solución. Para eso nos votó la gente y aquí estamos. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Hernández, por Chubut.

 

Sra. Hernández.- Señor presidente: esta es mi primera sesión, y quiero hablar del proyecto de ley que estamos tratando hoy, que tiene que ver nada más ni nada menos que con la recomposición de derechos. Estamos tratando de recomponer algo que dañaron. Debemos recomponer derechos que, durante el gobierno anterior, lamentablemente, desaparecieron y dejaron ‑como bien dijo nuestro presidente‑ una tierra arrasada.

          Hablamos de emergencias para erradicar el hambre, algo ante lo que muchos ni se ponen colorados. Debemos hablar del hambre en nuestras provincias.

          Vengo de la provincia del Chubut, en nuestro querido Sur argentino, nuestra querida Patagonia, que lamentablemente en los últimos cuatro años ‑como alguna vez dijo el expresidente Néstor Kirchner‑ volvió a ser el patio trasero del país. Fuimos olvidados.

          La Patagonia tiene un territorio muy extenso, y allí no hay equidad, como algunos diputados y diputadas mencionaron anteriormente. Porque cuando hablamos de equidad debemos hablar, por ejemplo, de los servicios públicos iguales que en la Capital Federal, y eso no pasa.

          En mi provincia, los servicios públicos son altísimos. Se pagan boletas de 3.900, 5.000 o 6.000 pesos de electricidad, y en una zona donde el gas es de absoluta necesidad, se pagan facturas con cifras altísimas.

          No fuimos auxiliados, fuimos olvidados. Sé que eso no nos volverá a pasar, y que podremos no solo paliar el tema del hambre, que se ha incrementado no solo en mi provincia, sino en todo el país. De cada diez chicos, hay seis que no comen. Todo esto debería darnos un poco de vergüenza. Hay pibes que no tienen para comer.

          La tarjeta alimentaria es una manera de devolver dignidad. La comida no pasa solo por llenar la panza, sino por ser dignos, y una bolsa de comida no es dignidad. Dignidad es poder comprar y elegir lo que se quiere comer, todos por igual. Eso fomenta la equidad.

          Acá nomás, saliendo del Congreso, vemos negocios y negocios que están cerrados. Ni hablar en el interior, en mi provincia o en pueblos del interior profundo, donde todo se siente mucho más, donde el clima es inhóspito, las distancias son extensas, donde había pocos comercios, y los pocos que había tuvieron que cerrar. Y están cerrados con esos cartelitos rojos que dan bronca porque antes no estaban. Por eso hay bronca, porque antes no estaban. Antes teníamos comercios que trabajaban. Hoy tenemos empleo en negro, comercios cerrados, pequeñas industrias que no pueden seguir sosteniéndose. Si esto no es emergencia, ¿qué es la emergencia?

          A ver, si no estuviéramos en emergencia, no estaríamos acá tratando estas leyes; probablemente estaríamos tratando otras para un mayor crecimiento. Pero estamos tratando estas leyes porque esta es la situación que nos quedó y porque son necesarias.

          Por otro lado, estas leyes tienen un plazo. Yo comparo la emergencia con alguien que está padeciendo una enfermedad y necesita primeros auxilios. Estas leyes no son ni más ni menos que los primeros auxilios para un país que hoy encontramos muy dañado. Después de los primeros auxilios va a venir el tratamiento para ver cómo seguimos. Pero tenemos que estar todos y todas en este tratamiento, en ver cómo seguir, porque no es cuestión de los unos o los otros, ni de quién lo hizo mejor o peor.

          Esto es lo que hay, es lo que encontramos, señor presidente. Es lo que hay en este país: hay hambre, hay desocupación, hay abuelos que no tienen para sus remedios. Y la verdad, yo creo que nuestro presidente, con todo su equipo, está pensando en esto, está pensando en breve tiempo poder recomponer, mejorar entre todos, salir adelante y poner a nuestra querida Argentina de pie, que estoy segura de que es lo que todas y todos queremos. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Carambia, por Santa Cruz.

 

Sr. Carambia.- Señor presidente: voy a ser muy breve y agradezco que me haya dado la palabra luego de haber perdido mi turno.

          La verdad que estar discutiendo sobre pobreza y una ley de emergencia a esta altura, como argentinos nos duele a todos. No quiero entrar en la discusión de quién es el culpable de esto. Sé que este último gobierno ha entregado prácticamente un país con un 36 por ciento de pobreza, pero no nos olvidemos de que el anterior lo entregó con el 30 por ciento, o sea que tampoco hizo bien las cosas.

          Muchas de las medidas que están incluidas en el proyecto no son simpáticas; no son simpáticas para la clase media. Y creo que tenemos que hacer un gran esfuerzo entre todos para poder paliar esta difícil situación, no sólo económica, sino fiscal y social.

          Uno de los grandes problemas que tenemos es que no nos podemos seguir endeudando. Yo creo que una de las pocas salidas que nos quedan es darle una mano a este gobierno y poder acompañar esta ley.

          Nosotros, desde el interbloque, celebramos la gran discusión que tuvimos en las comisiones. Siento que nos han escuchado, hemos podido modificar muchos artículos del proyecto y la verdad que apelamos a la gobernabilidad acompañándolo. Creo que esta ley va a dotar de recursos al Poder Ejecutivo para poder afrontar esta crisis que estamos viviendo todos y que se palpa día a día.

          La verdad es que el proyecto también tiene cosas buenas y destacables, sobre todo para las pymes, porque uno de los planteos que éstas nos vienen haciendo hace mucho tiempo es el de la moratoria, que va a ser un gran desahogo para ellas, ya que muchas están en un estado crítico.

          También es positivo el congelamiento de las tarifas. Usted sabe, señor presidente, que vengo de una provincia donde las tarifas de gas y luz subieron desmedidamente. Realmente el gas es un bien de uso diario y hay mucha gente que no puede pagar estas tarifas, ya que se hacen impagables para las familias.

          Lo que voy a proponer para su consideración en el tratamiento en particular es el tema de las retenciones, más que nada a la lana, porque es uno de los planteos que tenemos desde Santa Cruz.

          Nosotros planteamos la necesidad de ser una oposición constructiva. Queremos que a la Argentina le vaya muy bien y que los recursos que se generen a través de esta ley sean dirigidos a los sectores que menos tienen, que son los que peor la están pasando. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Terada, por Chaco.

 

Sra. Terada.- Señor presidente: el título que lleva el proyecto de ley en tratamiento es de “Solidaridad Social y Reactivación Económica”. La verdad, es un título bueno y grandilocuente, pero cuando analizamos el texto del proyecto nos encontramos con una incongruencia: por un lado, se habla de la defensa de los más débiles, y en ese punto tomamos a los jubilados. ¿Qué pasa con los jubilados? Son la variable de ajuste de esta ley, señor presidente, porque evidentemente, suspender o congelar por 180 días la movilidad jubilatoria implica un detrimento a la actualización de esos haberes jubilatorios. Más allá de que se dé un bono para paliarlo, la verdad es que se produce un congelamiento de los haberes jubilatorios.

          El artículo 51 no solamente comprende a los jubilados y pensionados de la ANSES, sino también a los docentes, investigadores, docentes universitarios, presidente de la Nación, jueces de la Corte, magistrados, jubilados de la Fiscalía Nacional de Investigación Administrativa, y la pensión universal del adulto mayor, a la que accede aquel que no pudo hacer aportes en su momento y obtuvo la pensión que nosotros aprobamos con la sanción de la ley de Reparación Histórica. Esa persona, que también cobra el monto de una jubilación mínima, tampoco va a tener actualización, como no la tendrán los que cobren la Asignación Universal por Hijo, porque también están atadas a la ley de movilidad que nosotros sancionamos en 2018.

          Entonces, cuando uno analiza el texto del proyecto ve que nos criticaron cuando se utilizó el 50 por ciento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del sistema previsional, pero la novedad que trae este articulado es que se permite utilizar un 20 por ciento más; o sea, un 70 por ciento del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que eso sí significa desfinanciar a la ANSES en el resguardo del pago de jubilaciones y pensiones y de todo el sistema previsional argentino.

          La otra irregularidad que hay en este articulado es que el proyecto de ley propone una emergencia por un año, hasta el 31 de diciembre de 2020; sin embargo, se permite la utilización del Fondo de Garantía hasta 2023, o sea que se traslada a cuatro años, no a uno.

          Por otra parte, el artículo 54 obliga al empleador del sector privado a abonar incrementos salariales mínimos, que no se establece de cuánto son, y por otro lado la CGT ha dicho que se van a suspender las paritarias, por lo que no sabemos de cuánto será ese aumento salarial mínimo.

          A su vez, se ha establecido por decreto la doble indemnización. Con lo cual, respecto de la otra parte del título ‑reactivación económica-, me pregunto cómo se va a producir con todas estas trabas y dificultades que se ponen al pequeño comerciante y al pequeño emprendedor que quiera contratar obreros y trabajadores.

          Todo esto sin mencionar los juicios que se puedan plantear, como se produjo en su momento con el caso Badaro.

          La conducta del bloque de la Coalición Cívica ha sido, desde nuestra líder -la doctora Elisa Carrió-, la de jamás votar superpoderes, porque estimamos que conceder superpoderes significa desnaturalizar la función de este Congreso Nacional y, a su vez, es violar los artículos 29 y 76 de la Constitución Nacional.

          Es por eso que nosotros no vamos a acompañar la sanción de esta ley, más allá de que pueda tener algunas cosas que puedan ser beneficiosas, como el tema de la moratoria para las pymes. Pero la realidad es que de ninguna manera se reactiva un país con más ajuste hacia los jubilados, pensionados y la clase pasiva; tampoco se reactiva con la creación de mayores impuestos ‑que ejercen mayor presión impositiva‑, y menos con la concesión de superpoderes al presidente de la Nación. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Menna, por Chubut.

 

Sr. Menna.- Señor presidente: el proyecto de ley que estamos tratando contiene una delegación de poderes inédita. Se declaran nueve emergencias y creo que, con excepción de la ley que en 1835 le concedió la suma del poder público a Juan Manuel de Rosas, esta es por lejos la ley más delegativa de la historia legislativa argentina.

           Supera ampliamente aquellas leyes de reformas económica y administrativa y de emergencias administrativa y económica del principio de la presidencia de Menem y la ley 25.561 ‑de la gestión de Eduardo Duhalde‑, esa norma que iba a tener un año de vigencia y terminó rigiendo durante dieciséis años.

           Creo que, para llegar a este punto, a esta exageración delegativa en el Poder Ejecutivo, se invoca lo que se mencionó acá: la existencia de una supuesta tierra arrasada cuando más allá de que no podemos negar una macroeconomía complicada, defectuosa y para nada apegada a estándares de bienestar, lo cierto es que hay indicadores que también demuestran que no es para nada equiparable la actual situación a las que de algún modo se dieron en el contexto de la sanción de aquellas leyes.

           Por caso, un indicador que marca cómo un país tiene que salir para adelante ‑me refiero al comercio exterior, a las exportaciones‑ después de muchos años en los que el país tuvo déficit comercial -desde 2009‑, hace más de un año recuperó sostenidamente todos los meses el superávit comercial. De esta manera, vamos a cerrar el año con más de 15.000 millones de superávit comercial. Esta es la única manera de crecer y de salir adelante: generando riqueza y divisas.

           También tenemos que tener en cuenta la situación del déficit fiscal, que no es para nada equiparable a la que había en 2015, o el propio índice de desempleo. En los últimos 36 años la media de desempleo en este país ha sido del 11 por ciento y, como hoy decía el diputado Pastori, hace dos días se publicó el índice del tercer trimestre de este año, que baja respecto del segundo trimestre, y está en el 9,7, es decir, por debajo de esa media histórica.

           Aquí lo que se propone es una ley que exorbita, incluso, las autorizaciones constitucionales para delegar facultades en el Poder Ejecutivo porque se incursiona en materias -como también se dijo acá‑ que están vedadas.

           Si bien las materias prohibidas por parte de facultades excepcionales del Poder Ejecutivo están en la cláusula constitucional que refiere a los DNU, el artículo 76 remite a esa norma. Así lo ha dicho la Corte. Esto es jurisprudencia sentada. Hay diversos casos –por ejemplo, Selcro y Camaronera Patagónica‑ donde la Corte invalidó disposiciones del Poder Ejecutivo que incursionaron en materia tributaria.

           Y acá se lo está haciendo: se está delegando poder para crear tributos, para incrementar alícuotas y para incorporar nuevos sujetos obligados a diversos tributos, todo lo cual constituye, además de una inconstitucionalidad, un ajuste claro e importante sobre las pequeñas y medianas empresas y sobre las economías regionales, no sólo por lo que tiene que ver con el incremento de derechos de exportación, sino también por dejar de lado esa senda de desgravación gradual de lo que se llama el impuesto al trabajo, los aportes, las contribuciones.

           Hay multiplicidad de economías e, incluso, sectores a los que hace pocos meses acabamos de dar garantía de estabilidad fiscal y una senda de incentivos importantes, como es el caso de la industria o la economía del conocimiento. Ahora desandamos ese camino y le volvemos a cargar la romana.

           Esto lo hacemos, además, en el marco de una imprecisión legislativa importante. También se expresó acá: cuarenta y ocho horas para tratar una ley semejante en donde no se está advirtiendo la propia incongruencia intrínseca de esta ley.

           En el artículo 1° se habla de una emergencia que va a durar hasta el 31 de diciembre del 2020, pero después hay cláusulas legales en donde cedemos potestades tributarias por cinco años, como es en el caso del impuesto país, o por más de un año ‑hasta 31 de diciembre del 2021‑, como es en el caso de la delegación de potestades tributarias en materia de derecho de exportación.

           ¿Cómo explica esto el oficialismo? ¿Cómo explican el claro ajuste los que hace dos años se rasgaban las vestiduras por el cambio de la fórmula de movilidad de las jubilaciones? Se trata de un camino que la Argentina comenzó a recorrer en 2008: la actualización deja de estar en manos discrecionalmente del Poder Ejecutivo para que esté fijada en una ley con previsibilidad también para los jubilados.

           Hace dos años, con el argumento de que la fórmula no les gustaba, se armó un escándalo de proporciones, incluso alrededor de este Congreso. El tiempo demostró que esa fórmula era más conveniente. Son datos; no es opinión.

           Pero ahora, con el argumento de que hay que revisar esa fórmula, resulta que dejamos el ajuste o la actualización por ley para dárselo al Poder Ejecutivo. Es un acto de fe.

           Acá se ha dicho: “¿Cómo vamos a dudar de la bondad de esa delegación? El Poder Ejecutivo nunca haría algo en contra de los jubilados”. Por expresar una determinada corriente política, esa es una garantía. Le recuerdo a quien hizo esa afirmación que es ese mismo partido que hoy ejerce el oficialismo el que en 1993 privatizó el sistema jubilatorio. No fuimos nosotros los que privatizamos el sistema jubilatorio; lo privatizaron ustedes. (Aplausos.)  Ustedes crearon las AFJP y resulta que ahora tenemos que delegar el poder para actualizar cuándo y cómo les parece las jubilaciones.

           Por lo tanto, no digamos que esta es una ley de solidaridad. No lo es. Claramente no lo es. Lo que se busca es achatar la pirámide y esto también ya tuvo fracaso probado.

 

Sr. Presidente (González).- Diputado, vaya redondeando, por favor.

 

Sr. Menna.- Voy redondeando.

           El caso Badaro ‑acá hay especialistas que conocen este tema‑ multiplicó las condenas contra el Estado nacional, que además fueron obtenidas luego de peregrinar con jubilados sometidos a recursos interminables ante los tribunales.

           Lamento el poco tiempo disponible para desarrollar todas las cuestiones que hay para observar de este proyecto de ley. Estoy seguro de que quien analizó esta iniciativa, aún dentro del oficialismo, no la aprobaría porque no votaría disposiciones antifederales, tales como volver a poner bajo la órbita federal el único…

 

Sr. Presidente (González).- Diputado, vaya cerrando, por favor.

 

Sr. Menna.- …distrito del país que tiene el servicio de energía eléctrica bajo la órbita federal. Esto se había dejado de lado y lo vamos a pagar a lo largo y a lo ancho del país. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Di Giácomo, por Río Negro.

Sr. Di Giácomo.- Señor presidente: estamos escuchando que hay culpas hacia un lado y hacia el otro. Estamos pensando que venimos de un gobierno que fue caracterizado como el gobierno de los CEO o el gobierno de los de arriba, durante el cual nos caímos. Previamente, también tuvimos un período de gobierno donde la patria era el otro, pero muchas veces era nada más que el otro que pensaba como yo.

           Nosotros venimos del interior con una propuesta federal y por eso constituimos el bloque Unidad Federal para el Desarrollo, porque entendemos claramente que únicamente a partir de la producción y el desarrollo, nuestro país va a salir de esas cíclicas crisis en las cuales cae. Se trata de crisis que, evidentemente, los que tenemos unos años más, las podemos remontar al Rodrigazo. Quizás cuando éramos chicos hayamos escuchado hablar del Empréstito 9 de Julio. A mi padre -que era trabajador‑ en algún momento le pagaron con esos papeles que, por supuesto, no le sirvieron para nada, pero a muchos que pudieron acumularlos después le sirvieron para hacer fortuna.

           Entonces, creemos que, más allá de tomar la culpa como algo reciente, evidentemente, en este país hay que resolver algunas cuestiones que no se han tomado estructuralmente y que, quizás por esa razón, es que estemos hoy también ante una nueva crisis. Esto es innegable. Se trata de una crisis que nos abarca a todos y en ese sentido sí tomamos las palabras del presidente cuando dijo que había que empezar por atender a los de abajo. También tomamos las palabras de algunos diputados preopinantes que, perteneciendo al oficialismo, reconocen las situaciones críticas que también se vivieron durante su gobierno y llaman a la concordia, a la unión, al consenso, a la posibilidad de que entre todos podamos sacar el país adelante.

          Por eso estamos acompañando esta iniciativa que intenta hacernos salir de la emergencia, con observaciones muy puntuales en algunos casos y otras referidas a los conceptos generales. Esas observaciones tienden a profundizar esa intencionalidad de dar a las pymes una oportunidad para que puedan salir del ahogo financiero y empezar a poner en marcha este país.

          Por eso acompañamos aquellas cuestiones que tienen que ver con la moratoria que se propone. Por eso acompañamos también la posibilidad de que, si va a haber retenciones ‑que tienen que ver con los que más tienen y más producen‑, haya una diferenciación respecto de lo que son las economías de la Pampa húmeda y las economías regionales, con ocupación de mano de obra intensiva, como es el caso de la fruticultura. Estas economías deben ser atendidas en forma especial, ya sea quitándoles las retenciones o, por lo menos, dejándolas en el nivel que estaban.

          También pedimos que esas pymes, que estaban excluidas de la posibilidad de comprar insumos con el impuesto del 30 por ciento, sean incluidas, porque no son insumos para consumo suntuario o personal, sino para integrar a la cadena productiva productos que en muchos casos no se fabrican en el país.

          Ese mismo artículo dice que no se va a imponer este tributo a aquellos investigadores que por cuenta del Estado estén desarrollando tareas que los obliguen a importar productos. En este sentido, pedimos que se incluya también a las empresas del Estado; si no, se daría la paradoja de que nuestra empresa INVAP, que es ejemplo en el mundo en materia de evolución tecnológica, no está alcanzada por la exención de este impuesto. Estamos hablando de una empresa que hace investigación aplicada ‑de allí la sigla INVAP‑ y que tuvo un importante desarrollo desde 2001 en adelante; esto hay que reconocerlo. Después, lamentablemente, tuvo un parate muy difícil de superar. Fue sacada adelante con la imaginación de su propia directiva y con la ayuda de la provincia durante este último ciclo de gobierno. Confiamos en que con el actual gobierno nuevamente podamos poner en marcha aquello de construir nuestros propios satélites y nuestra propia tecnología de última generación con el actual gobierno.

          Desde el interbloque Unidad Federal, apoyamos esta iniciativa que nos puede sacar de la situación de emergencia, y adelanto que durante el tratamiento en particular plantearemos otros puntos. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Macha, por Buenos Aires.

 

Sra. Macha.- Señor presidente: en primer lugar quiero aclarar que a nadie le gusta votar emergencias. Recién se hablaba de nueve emergencias y se decía que esto sería algo inédito. Pero inédito es el modo en que dejó el país el gobierno anterior. Me parece que la situación crítica que vivimos amerita pensar en un proyecto de ley de estas características.

          En general, estas crisis las pagan más las mujeres, las personas no binarias, los niños, las niñas y los jóvenes, porque son quienes quedan a la intemperie y quienes tendrán más problemas de desempleo.

          Hace unos instantes, varios diputados y diputadas se refirieron a la emergencia sanitaria como un tema central. Leyendo algunos informes, advertí que ya el 25 de noviembre la entonces Secretaría de Salud –hoy Ministerio de Salud‑ hablaba de un brote de sarampión, con más de sesenta casos confirmados. Es un brote si lo comparamos con los números registrados durante todos estos años y tomamos como una fecha clave el año 2000. Como decía una diputada, bien podría pensarse que este brote es consecuencia de esta movida de familias que no están de acuerdo en vacunar a sus hijos. Pero también podemos pensar que es consecuencia del desfinanciamiento que tuvo el Ministerio de Salud ‑degradado a Secretaría‑ y del despido de una cantidad de trabajadoras y trabajadores de equipos territoriales, que tenían que ver con el trabajo de prevención durante el gobierno macrista.

          Eso también da cuenta de por qué hoy estamos frente a un brote de sarampión. Si no hay prevención, si hay desfinanciamiento, si no se compran las vacunas y si éstas no llegan en tiempo y forma a los espacios de salud, es probable que el brote de sarampión sea solo un ejemplo entre otros, que esperamos poder frenar. Por eso también estamos planteando la necesidad de estas emergencias.

          También pienso en el tema de las viviendas y en las personas que tienen créditos UVA. El bloque de la oposición se plantea como defensor de los sectores medios; sin embargo, fue parte del gobierno que más castigó a los sectores medios, que no pudieron pagar el alquiler ni los créditos UVA ni las tarifas ni los alimentos.

          Podemos pensar también en aquella ley que propusieron Negri, Massot y Carrió: la de creación del RENABAP, es decir, el Registro Nacional de Barrios Populares, que proponía la constitución de un fideicomiso que permitiera la urbanización de esos barrios. Ese fideicomiso nunca existió.

          Estas son parte de las instancias que nos llevan a pensar en la necesidad de una ley como la que estamos discutiendo. Creo que su sanción es urgente, porque en definitiva esa urgencia implica asumir que hay familias que están sufriendo y mucho. De ahí la necesidad de sancionar hoy esta ley, que significa una piedra fundacional para poder establecer entre argentinos, argentinas y argentines un contrato social diferente, solidario, responsable. Tal vez, como decía el jefe de Gabinete, hoy algunas personas deban pagar un impuesto para poder viajar al exterior o para comprar dólares, pero ese dinero que se está generando va a ir, por ejemplo, al fideicomiso para la urbanización de muchos de los barrios que están en el Registro Nacional de Barrios Populares.

          Me parece que son discusiones que, como argentinos, argentinas y argentines nos tenemos que dar. Esto también es ser parte de la historia. En la región se está discutiendo, no sobre la democracia –como dijeron alguna vez algunos sectores de la actual oposición‑, sino sobre el neoliberalismo. Lo podemos ver en Chile, en Colombia o en Ecuador. Acá lo resolvimos vía las elecciones, y eso también da cuenta de la posibilidad de un pueblo organizado, en sus sindicatos, en sus partidos políticos, en organizaciones comunitarias. Me parece que eso también es estar a la altura de la historia.

          Esta no es una discusión sobre qué tan bueno o tan malo es votar una emergencia. Es asumir la situación que la Argentina tiene hoy y asumir que la situación actual del país no tiene que ver con la linealidad de la historia, sino especialmente con los efectos y consecuencias de un gobierno como el de Cambiemos, que fue indiferente y mostró desidia con todo lo que tiene que ver con el Estado y el pueblo de la Argentina.

          Por eso necesitamos sancionar hoy esta ley. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Wolff, por Buenos Aires.

 

Sr. Wolff.- Señor presidente: en primer lugar, quiero felicitar a la ciudadanía que en el día de ayer se expresó de manera cívica, organizada y respetuosa frente a este Congreso para manifestarse en contra del artículo 85 (Aplausos.), sin arrojar piedras y sin pegar a la policía ni a los gendarmes. Ellos hicieron posible que podamos comenzar a modificar esta iniciativa, siendo una oposición responsable, como dijimos que íbamos a ser.

 

-   Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 2° de la Honorable Cámara, ingeniero José Luis Gioja.

 

Sr. Wolff.- Finalmente hemos logrado que se quite el artículo 85, que otorgaba la suma del poder público al presidente de la Nación para reasignar partidas en la totalidad de los entes descentralizados.

          De manera que felicito a la gente, y también agradezco al oficialismo por haber quitado ese artículo, que era lamentable. No voy a hablar mucho de este proyecto porque ya se habló y se hablará bastante a lo largo de esta sesión.

          Nosotros nos hemos hecho cargo de las cosas que no hicimos bien. En este sentido, hablaron muy bien los diputados Pastori y Laspina. Tal como se dijo, lo primero que hicimos fue recomponer la credibilidad del INDEC, y hoy podemos hablar de cifras verdaderas. Nosotros no escondemos lo que hicimos.

          Respecto de este paquete que nos presentan, quiero decir lo siguiente. Hay un viejo dicho que expresa: ¿cómo se hace para esconder un elefante en la 9 de Julio? Y la respuesta es: se llena de elefantes. Este paquete tiene tantas cosas que terminamos hablando de todo y no hablamos de nada.

          El eje de este paquete es hacer un ajuste del 2,2 por ciento del PBI vía el congelamiento de la movilidad previsional que nosotros logramos con los jubilados. Lo logramos haciendo una de las cosas que sí hicimos bien, logramos que la movilidad se haga por salarios, recaudación e inflación. En un contexto de crisis como el que tuvimos logramos que se preserve el poder adquisitivo por encima de la fórmula anterior y ahora los mismos que promovieron que nos tiren 15 toneladas de piedras en el Congreso –hoy hace 762 días- son los que vienen a proponer que, por decreto, le demos al presidente de la Nación la suma del poder público, casi a nivel de un emperador.

          Haré un paréntesis, señor presidente, para nombrar a dos diputados. Sé que tal vez esto me cueste una cuestión de privilegio, pero lo diré con elegancia y no los voy a ofender. Escuché hablar a la diputada Ávila y al diputado Carambia del gobierno anterior. Ellos pueden pasarse a otro gobierno si quieren y a otro espacio político, pero no nos hagan cómplices de callarnos la boca permitiendo que nos llamen ellos a nosotros “gobierno anterior”, cuando fueron parte de nuestro gobierno. (Aplausos.)  

          Dicho esto, señor presidente, nos piden que le demos al presidente de la Nación la discrecionalidad de aumentar por decreto, pero siendo usted de una provincia puntana sabe que hoy se bajaron las retenciones a las mineras del 12 al 8 por ciento. Le pedimos ajuste a la mitad de los jubilados cuando le permitimos a las mineras retirar las ganancias en dólares que, además, lógicamente y está bien lo que están haciendo, no le vamos a permitir al resto de la ciudadanía. Digo esto para resaltar las contradicciones que tenemos.

          Para no ser hipócrita y ponernos a la altura de las circunstancias, nosotros coincidimos en que hay que hacer un esfuerzo. Coincidimos en que no hemos dejado al país en las condiciones que nosotros hubiésemos querido dejarlo. También coincidimos en que no es responsabilidad nuestra sola, que es responsabilidad de toda la clase política a lo largo del tiempo, porque el diputado Pastori también dio cifras promedio de lo que ha ocurrido acá desde que comenzó la democracia en el año 1983.

          Quiero proponer que la política también haga el ajuste. Si decimos a los jubilados que les vamos a congelar los salarios, que les vamos a congelar las jubilaciones y que a título de emperador el presidente va a decir cuánto les va aumentar, según el criterio que él decida, entonces quiero proponerle, señor presidente ‑para ello voy a acercarle una carpeta con tres proyectos que fueron hablados en mi bloque-, que hagamos un congelamiento de todas las dietas y los sueldos de todos los políticos de la Argentina. (Aplausos.)  

          Hagamos un congelamiento durante el año 2020 de nuestra dieta, de los sueldos de los ministros, de los sueldos de los secretarios, de los sueldos de los directores y estemos a la altura de las circunstancias. No nos aumentemos nosotros durante el año 2020. (Aplausos.)  

          Quiero proponerle también al presidente, que ha mostrado ser dialoguista, mayoritariamente ‑no conmigo que, más allá de la sorna, me tiene bloqueado en Twitter y tiene derecho a hacerlo‑, ya que habla con el Poder Judicial, que hable con los ministros de la Corte y les pida que paguen ganancias de una vez por todas. (Aplausos.)  

          Le pedimos a todo el pueblo argentino que pague ganancias y seguimos aplaudiendo al Poder Judicial, que no paga ganancias. Queremos que estén a la altura de las circunstancias.

            Por último, quiero proponer al presidente que plantea esta ley, que va a tener el poder absoluto que nos pide, que presente por decreto la extinción de dominio para que los políticos que robaron devuelvan la plata al pueblo argentino. (Aplausos.)  

          ¡Dejemos nosotros de pedir el ajuste al pueblo del que todos somos parte y estemos a la altura de las circunstancias! (Aplausos.)  

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra la señora diputada Cerruti, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Cerruti.- Señor presidente: me parece que no tiene mucho sentido a esta altura de la tarde dialogar entre nosotros, aunque a todos nos entran las ganas de contestar lo que vamos diciendo y sostener lo que pensamos.

          Considero que sería hora, a esta altura del debate, de empezar a hablar del cambio de paradigma que constituye este proyecto. No estamos debatiendo una ley, sino algo mucho más profundo, estamos debatiendo las bases del futuro gobierno y un cambio de paradigma, tal como expresó el presidente cuando hizo su discurso inaugural aquí mismo, hace una semana atrás, e incluso el gobernador en la provincia de Buenos Aires.

           Venimos de los últimos cuatro años, donde los proyectos que se han enfrentado tienen que ver con si íbamos a construir una sociedad equitativa, de iguales, solidaria, recíproca y comunitaria o si íbamos a construir la sociedad del egoísmo y la meritocracia.

          En los últimos cuatro años esto se puso en palabras, se puso en dichos, lo dijeron los ministros, lo plantearon como forma de gobierno. Sálvese quien pueda. Esto es la meritocracia, el egoísmo.

          Entonces, vienen acá a decir que queremos achatar la pirámide. ¡Sí, queremos achatar la pirámide! ¡Claro que queremos achatar la pirámide! Hoy mismo el INDEC acaba de informar que la desigualdad de la Argentina pasó de 19 a 23, por lo que el 10 por ciento de la Argentina más rica gana 23 veces más que el 10 por ciento de la Argentina más pobre. ¡Queremos achatar la pirámide!

          ¿Cómo tienen la indecencia de venir a oponerse a que se le den 5.000 pesos este mes y 5.000 pesos el mes que viene y se ajusten más y más rápido las jubilaciones mínimas? Dejaron al 85 por ciento de los jubilados de la Argentina bajo la línea de pobreza. ¡Cómo tienen la indecencia de venir a cuestionar que estemos preocupados por los jubilados que cobran la mínima y que queramos sacarlos de ahí!

          Venimos a construir un paradigma entre todos y todas y no solamente los que formamos parte de un gobierno, ni siquiera todos y todas entre el gobierno y la oposición, sino todos y todas en la comunidad, donde podamos empezar a pensar que una comunidad no se construye dejando de lado las miradas recíprocas.

          En las sociedades hay cosas que tienen precio, hay cosas que tienen valor, las puedo comprar si tengo más plata o si tengo menos plata, viajo si tengo más plata o si tengo menos, puedo comer rúcula en Palermo o un choripán en la Plaza de Mayo. Pero hay cosas que no tienen precio ni valor, porque son aquellas cosas por las que daríamos todo.

          Que alguien me diga cuál es el precio o el valor del hambre de un pibe. Que alguien me diga cuál es el precio o el valor de la vida de una anciana o de un anciano. Piénsenlo, si fuera alguien que ustedes conocen. Ustedes, que se movilizan para llevar una donación el día de una inundación y no son capaces de pensar que lo único que se les está pidiendo es que ganen un poco menos, no que no ganen, no que no sean millonarios, sino que contribuyan un poco más a lo colectivo.

          Tenemos que ser capaces de empezar a pensar en una sociedad en donde sepamos que damos y se nos devuelve, y volvemos a dar y agradecemos, así nos vamos organizando y así seguimos creciendo. No hay manera de pensar en una sociedad donde se incumplan los derechos de todas y todos si todos y todas no cumplimos con los deberes.

          El Siglo XX se consagró como el siglo de los derechos humanos, con mucho orgullo, pero también es cierto que fue el siglo de los derechos humanos porque hubo que escribir en un papel que la vida era un derecho humano por la cantidad de veces que se había violado ese derecho, de tantas masacres que se habían vivido durante ese siglo.

          Es tiempo ya de que entendamos que para que se cumplan los derechos hay que cumplir los deberes y que quienes tienen más poder ‑por lo tanto, tienen más facilidad para ejercer sus derechos- también tienen más deberes y deben aportar más a lo colectivo. Cuando hablo de tener más poder no me refiero solamente a quien tiene más dinero, sino también, obviamente, al Estado, a quien tiene más poder en la comunicación, a quien tiene más poder en el conocimiento de esta sociedad.

          Quienes tienen más facilidades para ejercer sus derechos, porque les han sido dadas las condiciones, porque se las ganaron, porque las construyeron, porque las heredaron, tienen que ser capaces de saber que los derechos de uno constituyen los deberes del otro y que los deberes de uno constituyen los derechos del otro. Es un entrelazamiento de miradas reciprocas, como dice el pueblo aymará.

          Nuestro presidente se refiere a la ética de la solidaridad y yo estuve presente en aquel discurso de Alfonsín del 1° de noviembre. Los aymarás hablan de la ética de la reciprocidad, todo va y vuelve y nos vamos construyendo como comunidad en una ética de la reciprocidad.

          No nos vamos a pasar los próximos cuatro años hablando de los cuatro años que pasaron. Tampoco nos vamos a pasar los próximos cuatro años hablando de los cuatro años futuros porque es una trampa de la política hablar del pasado y del futuro para no hablar del presente.

          Nosotros tenemos memoria, pero la memoria en el presente se llama compromiso, se llama convicción, se llama lucha, se llama llevar adelante las lecciones que aprendimos en estos cuatro años. Tampoco nos la vamos a pasar prometiéndonos utopías en el futuro, porque las utopías en el futuro significan que hoy, en el presente, esos pibes a los que les prometemos una buena vida están pasando hambre y no tienen futuro. Esto es mentira. Si hoy pasan hambre, no tienen educación ni salud, no tienen futuro. Traigamos la utopía al presente. Vayamos paso a paso, día a día y medida a medida hacia una sociedad en la que podamos sentir que formamos parte de una comunidad que sabe la felicidad no existe si no es conjunta.

          A las feministas nos gusta hablar de una sociedad de hermanas, de hermanos, de hermanes, pero siempre una sociedad donde sepamos que la emancipación individual tiene que ver con la emancipación colectiva y que la felicidad individual tiene que ver con la felicidad colectiva. No me refiero a que sea un mandato, sino a que es la mejor manera de construir una sociedad y una comunidad donde todos y todas tengamos derecho a cumplir en el presente los sueños que tantas veces nos planteamos para el futuro. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra la señora diputada Vigo, por Córdoba.

          No hallándose presente la señora diputada Vigo, tiene la palabra el señor diputado Moreau, por Buenos Aires.

 

Sr. Moreau.- Señor presidente: cuando se pide la sanción de una ley de emergencia, obviamente hay que justificarla.

          Todas las emergencias son importantes, pero no debe haber ninguna más importante que la atravesada por los jubilados y el sistema previsional argentino.

          Daré algunas cifras que exceden la retórica. Ella podrá servir para otro debate que habrá que dar más adelante. Ahora tenemos que manejarnos con los números.

          En 2015 el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES tenía aproximadamente 68.000 millones de dólares; mientras que hoy tiene 28.000 millones de dólares. Disminuyó casi un 70 por ciento. Esta es simplemente una fotografía del saqueo generalizado del gobierno de Macri en todos los órdenes.

          Como todos saben, los medicamentos son esenciales para los jubilados. Mientras sus precios crecieron un 475 por ciento durante los últimos cuatro años, el haber jubilatorio creció un 290 y pico por ciento. Los medicamentos representan el 20 por ciento del gasto del jubilado.

          Tenemos cifras más contundentes. En 2016 los jubilados perdieron un 10 por ciento de la capacidad adquisitiva; en 2017 recuperaron un 4 por ciento; en 2018 volvieron a perder un 20 por ciento durante el año de las megadevaluaciones; y este año perdieron otro 4 por ciento. Esto ocurrió porque el aumento con la famosa fórmula terminó con un 51 por ciento contra un índice general de precios del 55 por ciento. Sin embargo, la canasta básica de los jubilados creció un 60 por ciento porque básicamente compran alimentos y medicamentos.

          Tenemos situaciones más graves, ya que casi dos millones de jubilados perdieron el beneficio de los descuentos en medicamentos. La cantidad de fármacos provistos gratuitamente se redujo de diez a cinco. Entonces, la pérdida no es solamente salarial, sino que incluye ítems no salariales. 

          ¿Cuál es la pretensión de este proyecto de ley? Además de reordenar los números catastróficos del sistema de jubilaciones y pensiones a partir de la disminución del Fondo de Garantías, pretende restituir los derechos que fueron perdiendo. Por eso estamos sesionando en el Parlamento a nueve días de haber asumido, a diferencia del gobierno que asumió en 2015, durante dos meses gobernó a través de decretos de necesidad y urgencia, y por primera vez se reunió en esta Cámara el 15 de marzo para discutir el pago a los fondos buitre.

          Nosotros nos reunimos a los nueve días de haber asumido para pagar las deudas del gobierno de Macri a la sociedad argentina. (Aplausos.) Mire la diferencia, señor presidente.

          Ahora bien, ¿cómo vamos a restituir los derechos? En primer lugar, otorgando medicamentos gratuitos a los jubilados que cobran la jubilación mínima. Ellos recuperarán el 20 por ciento a partir de un ingreso no dinerario ya que no tendrán que gastar el 20 por ciento de sus ingresos en medicamentos y lo tendrán en el bolsillo para destinarlo a otras necesidades.

          Vamos a restituir a los jubilados el derecho que Macri les sacó. Me refiero específicamente a la devolución del IVA, con un tope de 700 pesos.

          Efectivamente, con los 5.000 pesos de diciembre y los 5.000 pesos de enero, que representan un 35 por ciento en el caso de las jubilaciones mínimas de 14.000 pesos, los jubilados tendrán una entrada que les permitirá recuperar el ingreso quitado por la fórmula anterior.

          Es cierto que se trata de un ingreso puente para ver cómo se reordena el sistema jubilatorio en la Argentina. Pero no los dejamos en la intemperie porque les devolvemos el IVA, la gratuidad de los medicamentos y un porcentaje importante en los haberes.

          ¿Saben lo que significa para alguien que cobra 14.000 pesos recibir 5.000 pesos adicionales en diciembre? En el Congreso hay mucha retórica, pero hay que ver la realidad. Para los jubilados es importante recibir 5.000 pesos en enero, mientras la Argentina reordena sus números. Es cierto que no es justicia social.

          En este debate podemos llegar al absurdo de que nos digan que en la Argentina hay que dejar todo como está. Ellos no quieren tocar nada. Pero, si dejamos todo como está, terminamos hundidos porque ellos nos llevaron a este abismo. ¿Cómo no vamos a tocar nada?

          Algunos diputados dijeron que el gran logro del gobierno anterior fue bajar el impuesto a los bienes personales o suprimir las retenciones. Esos nos fueron logros, sino errores del gobierno que hizo pagar el ajuste a los sectores de menores recursos.

          Estamos en una discusión absurda. Pido que dejen gobernar y permitan poner en marcha las medidas que ‑equivocados o no‑ creemos son necesarias para recuperar la Argentina. Entendemos que los responsables de las sociedades rurales y de las CRA no deberían haber llevado a los productores al engaño de que además de la baja de las retenciones, había libertad de movimiento de capitales e importaciones indiscriminadas y no existían plazos para devolver divisas. Ellos provocaron la situación de que los productores sean los que ahora tienen que pagar. Ellos dejaron sin dólares a la Argentina por jugar a la timba financiera. Entonces, ahora deben pagar los productores y otras personas que realizan actividades primarias, porque son los únicos que recaudan dólares en la Argentina.

          Los productores no fueron protegidos, sino que fueron instrumento de la aplicación de políticas neoliberales. Si los hubieran protegido, les hubieran dicho a Macri que no podía haber libertad de capitales ni entrar y salir capitales golondrina. Tendrían que haberle pedido un límite. No puede haber timba financiera. Después de todo ese destrozo, es natural que los ojos de la sociedad se posen en los pocos que pueden recuperarse a través de los dólares ganados mientras el grueso de la sociedad argentina ganaba en pesos devaluados.

          Debemos hablar con claridad. ¿Quieren que sigamos con esa política? Dennos la oportunidad a nosotros y a sus propios votantes. Los votantes de ustedes también quieren que la Argentina se recupere, aunque hayan votado contra nuestra fórmula por odio. Ellos también están en la pobreza.

          Si en el futuro quieren hacer un debate sobre calidad institucional, no tenemos problema. Pero eso no debemos hacerlo hoy. Muchos de ustedes se avergonzarán a medida que se conozca la realidad de la llamada calidad institucional. Lo de Stornelli es el principio, no el fin. La reapertura de la causa de Santiago Maldonado es el principio, no el fin. (Aplausos.) No hay impunidad para siempre. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Cassinerio, por Córdoba.

 

Sr. Cassinerio.- Señor presidente: la realidad en la que nos encontramos los argentinos es de tal fragilidad que resultaría absurdo negar que estamos en una situación de emergencia económica, tema que hoy debatimos.

          Según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, el índice actual de pobreza alcanza un 40,8 por ciento. Si el indicador se concentra en niñas, niños y adolescentes menores de 14 años asciende al 58 por ciento.  El nivel de desempleo de acuerdo al INDEC es del 9,7 por ciento mientras que el subempleo es del 12,8 por ciento.  Desde diciembre de 2015 a la fecha la inflación acumulada alcanza el 395 por ciento, el peso se ha devaluado en relación al dólar el 546 por ciento, los combustibles líquidos aumentaron el 310 por ciento, la tarifa de electricidad subió casi el 900 por ciento y puedo continuar dando ejemplos. Lo preocupante es que los compromisos de deuda pública nacional con vencimiento en 2020 representan 63.700 millones de dólares, de los cuales solo en el primer trimestre se deben pagar 25.000 millones de dólares. En este contexto la capacidad de pago ciertamente es preocupante, más bien imposible.

          Esos números reflejan la triste realidad en la que hoy nos encontramos y la necesidad de respuesta urgente, porque el hambre no espera. Millones de argentinos no acceden a las condiciones mínimas, básicas y dignas para poder vivir. Es necesario e imperioso contar con un Estado presente que tome acciones inmediatas y que se haga presente ante esta situación. Creo que quien no vea esta realidad, es porque no vive en el país.

          Por estos motivos es que aportamos el quórum necesario a esta sesión entendiendo que se debe brindar al Poder Ejecutivo nacional las herramientas y los instrumentos ineludibles para la gobernabilidad. Acompañaremos el proyecto en la votación en general porque consideramos que es un acto de responsabilidad política. No obstante, en el tratamiento en particular propondré la modificación de algunos artículos que creemos que promueven desigualdad entre los argentinos. Mi compañero de bancada mencionará algunos artículos sobre los que pediremos una modificación. Yo me ocuparé sobre los alcances del Capítulo III que hace alusión a la seguridad social y las contribuciones patronales y la eliminación de los efectos de la ley 27.506 sobre régimen de promoción de la economía del conocimiento. Esta ley fue sancionada el 22 de mayo pasado luego de ser votada por unanimidad en el Senado. Por medio de la iniciativa en consideración se retrotraen los efectos virtuosos de una norma que apenas tiene seis meses de vigencia, lo que significaría una pésima señal para la dinámica del sector. Este sector es clave para la generación de empleos y divisas y como recurso estratégico para el posicionamiento de la Argentina en el marco de las nuevas tecnologías y el paradigma de la generación de valor.

          Ratifico mi acompañamiento en general al proyecto de ley, pero dejo constancia que por Secretaría propondré modificaciones al artículo 24 durante el tratamiento en particular.

 

Sr. Presidente (Gioja).-  Tiene la palabra el señor diputado Estévez, por Santa Fe.

 

Sr. Estévez.- Señor presidente: la Argentina hoy nos está mirando. Nuestro pueblo necesita de una actitud diferente de la política y dejar la confrontación estéril de lado, porque la triste realidad de nuestro país es la responsabilidad de muchos actores en todos estos años de democracia. Tenemos que trabajar para construir consensos.

          Acá escucho hablar de los sueños frustrados de los pibes y pibas del país. En estos más de 30 años de democracia cuántos sueños y cuántas generaciones se han visto frustrados.

          Hoy la pobreza en la Argentina es del 40 por ciento mientras que en 2015 era del 30 por ciento, pero no escuchamos ninguna autocrítica. Sigue habiendo soberbia y poca humildad en los responsables de la situación del país.

          Argentina tiene problemas estructurales que no se van a resolver con una sola ley. Estos problemas estructurales son deudas de nuestra democracia. Las instituciones por sí solas no hacen magia. Tiene que haber una actitud por parte de los que integramos las instituciones para funcionar en base al diálogo y al consenso. La política no está por encima de todo, sino que debe respetar los principios de la democracia que, como decía hace un momento, son el diálogo y los consensos.

          A nosotros no nos corre la grieta, porque tomamos nuestras posiciones en base a la coherencia de nuestra historia, que por suerte para el socialismo es una historia larga en el marco de este recinto.

          Estamos en contra de los superpoderes en general y así siempre lo planteamos. Para gobernar no se necesitan superpoderes, se necesita dialogar. No nos parece solidario como dice este proyecto de ley que el ajuste lo paguen los jubilados que ganan menos de 20.000 pesos y que se elimine el impuesto a la renta financiera. No nos parece solidario que los pequeños productores hagan un esfuerzo y que no lo hagan las mineras ni los bancos. Creemos que hay que agregar una emergencia ocupacional para que en nuestro país no haya un solo desocupado más.

          Reconocemos desde el Interbloque Federal que el oficialismo abrió el proyecto, que se generaron correcciones, pero no hay nada que festejar, porque esto es lo que corresponde en el difícil momento que vive nuestro país y nuestro pueblo. Esperamos seguir trabajando en lo que resta de esta sesión para que la aprobación de esta iniciativa no cometa más injusticias en el país y se pueda brindar la posibilidad de que la Argentina emprenda un rumbo para resolver las grandes dificultades que tenemos que, como dije hace un momento, ya son problemas y deudas de nuestra democracia. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).-  Tiene la palabra la señora diputada Russo, por Buenos Aires.

 

Sra. Russo.- Señor presidente: quiero manifestar el dolor que siento por estar debatiendo este proyecto de ley de emergencia. Parece mentira escuchar distintos argumentos para reflejar la situación crítica que están atravesando millones de argentinos. Me pregunto qué nos pasa como compatriotas que algunos ven crecimiento donde otros vemos hambre. ¿Ese es el famoso crecimiento invisible al que hacían referencia en la gestión anterior? A todos los que dudan de este proyecto los invito a recorrer la provincia de Buenos Aires. Estoy segura de que mis compañeros de todas las provincias del país les harían la misma invitación, porque si hay algo que es federal en la Argentina de hoy es el hambre, los chicos descalzos, los papás sin empleo, los comercios vacíos, cerrando y bajando sus persianas.

          Nos han dicho que el aumento de tarifas se debió al chasco que se comió el presidente anterior. A nosotros jamás se nos ocurriría describir la situación de esa manera. Para nosotros el hambre y el desempleo no son chascos sino una tragedia que todos nos debemos comprometer a solucionar.

          El gobierno anterior dejó una nueva categoría de pobres: el pobre trabajador; es el trabajador que, aun con un empleo formal, no llega a fin de mes y se endeuda sobre su sueldo para pagar su tarjeta de crédito.

          Si una persona con trabajo formal en la Argentina está ahogada, imaginémonos qué pasa con los sectores más vulnerables.

          Hoy nos acompañaron intendentes de mi provincia, la provincia de Buenos Aires. Ellos son los que sostuvieron los medicamentos y los alimentos, las necesidades más básicas de nuestros vecinos, y quiero repetir unas cifras que no admiten discusión: uno de cada seis niños en la Argentina es pobre; uno de cada seis pibes no come.

          Una lata de leche maternizada para niños con dificultades de salud cuesta en mi provincia 4.200 pesos. Y si se consume una lata cada dos días, se necesitan 63.000 pesos por mes. ¿Cómo puede enfrentar ese gasto una familia si no hay un Estado presente, que asista y que brinde protección?

          Hoy, señor presidente, le pedimos a la oposición que acompañe esta ley, debatiendo los puntos críticos, pero con el corazón y el esfuerzo puestos en encontrar consensos; que seamos solidarios y que tendamos una mano.

          Yo no sé si es justo tener que pagar un impuesto por sacar pasajes para viajar al exterior, pero sé que es un deber moral cuando seis de cada diez niños no comen.

          Quizás esta ley, que apela a la solidaridad frente al descalabro que enriqueció a unos pocos, sea el inicio de la unidad nacional que todos anhelamos.

          A pocos días de celebrarse la Navidad, abrazo a cada mujer de mi distrito, el maravilloso pueblo de Escobar, de mi provincia y de mi país, y le pido disculpas como dirigente y como madre por tener que mirar a sus hijos con ojitos de hambre. Asimismo, me comprometo y le transmito el compromiso de todos mis compañeros de que vamos a hacer el esfuerzo necesario y todo lo que esté a nuestro alcance para que esta noche este proyecto sea ley y para que pongamos a la Argentina de pie. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el diputado Yacobitti, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Yacobitti.- Señor presidente: escuchamos ya muchos números y muchos datos de las injusticias que se viven en la Argentina; debatimos también quiénes eran los responsables, y me parece que entre todos llegamos a la conclusión de que los responsables éramos nosotros, los que durante muchos años la sociedad argentina nos eligió para gobernar; a veces a unos, a veces a otros.

          No todos los que la sociedad eligió para gobernar pudieron llevar adelante los programas y los objetivos que tenían y que teníamos. El 30 o el 40 por ciento de pobreza, en cualquiera de los casos, me parece que es suficiente como para decir que a quién le tocó gobernar le quedó mucho por hacer.

          Quiero hacer énfasis en que me parece que la solución la vamos a encontrar de otra manera. Con mi bloque vamos a votar en general en contra de este proyecto de ley porque creemos que tiene muchas injusticias. Muchos diputados que hablaron antes que yo mencionaron varias. Podemos resumir en el ajuste que se hace sobre los jubilados al suspender una fórmula que les permitía indexar su sueldo. ¿Quién va a decir que un jubilado que gana 20.000 pesos es un privilegiado? Por supuesto que el bono que se les da a los que menos ganan está bien, pero en la Argentina siguen estando esas injusticias y sigue habiendo muchos privilegios.

          Otra de las injusticias que mantiene esta ley, y que creo que si la discutimos más la vamos a poder resolver, tiene que ver con a quiénes les cobramos los impuestos en la Argentina. Por ejemplo, el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias sigue sin actualizarse. Es un impuesto que tendría que aplicarse a los que obtienen ganancias con sus haberes, pero todos sabemos que es un impuesto que lo pagan los trabajadores y que sigue habiendo en la Argentina privilegiados que no pagan el impuesto a las ganancias. ¿Por qué tiene que pagar impuesto a las ganancias un padre o una madre que todos los días se rompe el lomo trabajando y no puede deducir lo que gasta para que sus hijos se puedan educar, puedan ir a la escuela, a la universidad pública o privada? Esas son algunas de las injusticias que tiene esta ley en los aspectos económicos.

          Pero me parece que lo peor -y de lo que tenemos que aprender- es el procedimiento que no tenemos que repetir, porque arrancamos mal, mejoramos, y creo que podemos mejorar mucho más. Arrancamos mal porque arrancamos con una trampa. La trampa tenía que ver con juntar dos sesiones en esta jornada, y la primera no tenía nada que ver con esta ley; tenía que ver con que asuman los diputados que el pueblo había elegido. Pero atrás de eso se escondía una terrible vulneración y avasallamiento de la voluntad popular. Por ejemplo, en el artículo 85 del proyecto -que gracias a que muchos dijimos que no, fue eliminado- se permitía ni más ni menos que dar de baja, modificar o intervenir, por ejemplo, el ente que regula las comunicaciones, el de la ciencia y la técnica o el que nos ayuda a definir cómo se gasta en la Argentina, que es la Sindicatura General de la Nación. Algunas de esas cosas se querían meter abajo de la alfombra, presionándonos a los diputados con el hecho de que, si no bajábamos a dar quórum, estábamos en contra de la voluntad popular.

          Lo discutimos y se mejoró, y se puede mejorar mucho más, porque seguimos discutiendo y ahora ya hay algunos jubilados que no van a tener un ajuste en sus jubilaciones. Me parece que está bien; pero nadie tiene que verlos como privilegiados, porque también quedan muchos jubilados que se merecen que sus jubilaciones no se ajusten. ¿Acaso por haber trabajado en la educación pública o en la ciencia y la técnica se merecen que no se les reconozca su trabajo?

          Seguramente vamos a discutir si la emergencia está bien o está mal. Yo creo que de esta manera está mal. Pero seguramente todos los que reivindicamos a Raúl Alfonsín no podemos discutir que los superpoderes están mal, y menos que menos pretender que –como dijo el diputado Buryaile- esta ley se discuta en 48 horas. Porque es cierto que a muchos de los que no tocó asumir nos votó un 41 por ciento de la sociedad, y es cierto que muchos nos votaron porque no querían votar al otro. Pero también al que ganó lo votaron muchos a quienes les hubiese gustado votar por nuestro espacio. ¿Por qué? Porque tenían la duda de si en la Argentina iba a volver el avasallamiento o iban a primar el diálogo y el consenso.

          Cuando el presidente asumió en esta Cámara me llenó de expectativa; ahora, de preocupación. Quiero que hagamos el esfuerzo todos, cada uno en su bloque, porque así como discutimos esta ley y mejoró, no podemos pedirle al Senado de la Nación que trate de manera exprés, en 48 horas, una ley de emergencia que incluye la reestructuración del Estado y que todavía ni siquiera sabemos cómo va a terminar.

          Muchos de los que estamos acá vamos a debatir, vamos a discutir y seguramente nos pondremos de acuerdo para seguir mejorando esta ley.

          A todos nos gusta recordar que Raúl Alfonsín decía que con la democracia se come y se educa, pero la verdad es que también decía que la democracia se construye con diálogo y consenso. Todos sabemos también que Raúl Alfonsín decía que los superpoderes eran ni más ni menos que pasar por encima de la voluntad popular. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Hagman, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Hagman.- Señor presidente: estamos discutiendo un proyecto de emergencia que obviamente nos remite a los fundamentos de esta emergencia. Deberíamos estar debatiendo sobre el diagnóstico y las razones que justifican el proyecto de ley en tratamiento y, obviamente, sus disposiciones particulares.

          Luego de escuchar las intervenciones de los diputados y de las diputadas que rechazan enfáticamente esta iniciativa, llama mi atención la ausencia de un diagnóstico alternativo, de datos y de argumentos contrapuestos para que podamos discutir si efectivamente el estado económico y social de la Argentina es el que ha originado este proyecto de ley.

          Sospecho que muchos piensan que quizás, si acompañan su sanción, de alguna manera estarán avalando determinado diagnóstico. Entonces, prefieren hablar sobre cuestiones institucionales y poner la atención en la delegación de facultades legislativas, en lugar de analizar el sentido de esta iniciativa.

          ¿Por qué afirmamos que hay tierra arrasada y una situación de emergencia?

          El proyecto de ley en consideración ataca todos los frentes críticos que atraviesa la realidad económica y social de la Argentina. Por ejemplo, el frente externo. En los últimos cuatro años, la deuda duplicó su peso en el producto bruto interno; en 2015, de cien pesos del presupuesto, cinco eran destinados al pago de los intereses de la deuda externa. Este año, veinte pesos; o sea que se cuadruplicó.

          En cuanto a los compromisos externos que nuestro país tiene para los próximos cuatro años, el 87 por ciento de los que son en moneda extranjera corresponden a deuda emitida bajo el gobierno de Mauricio Macri.

          Esta iniciativa también encara el frente productivo; sobre todo, la situación de las pymes, cuya producción decreció un 11 por ciento los últimos cuatro años. O sea, mucho más que la media del producto bruto nacional. Afrontan una deuda de casi 800.000 millones de pesos, razón por la cual requieren una medida urgente que alivie la situación por la que atraviesan y frene el aumento de la desocupación. Solo en el último trimestre, las pymes despidieron a alrededor de treinta mil trabajadores.

          Por otro lado, este proyecto ataca el frente social. En 2015, el peso de las tarifas de luz y de gas, considerando el ingreso principal promedio de un hogar, era de 1,9. Hoy es de 13,3; o sea, se multiplicó por siete.

          Podemos discutir sobre si el anterior esquema de subsidios era correcto o no e incluso de distintas maneras de encarar la cuestión; pero resulta indiscutible que, si una familia tiene que gastar el 15 por ciento de sus ingresos para pagar las tarifas de luz y de gas, la situación es inviable.

          Este proyecto de ley también encara el frente fiscal. Como consecuencia de la reforma en el impuesto sobre los bienes personales efectuada durante el gobierno anterior, dejaron de recaudarse las tres cuartas partes de dicho gravamen.

          Obviamente, el tema de los jubilados indigna. Después de haberles reducido el poder adquisitivo un 15 por ciento, honestamente hay que tener la cara bastante dura para presentarse como sus adalides o defensores.

          La brecha entre los haberes jubilatorios máximo y mínimo en la Argentina es de las más grandes del mundo. Invito a los señores diputados a que revisen datos de países desarrollados y de la región.

          Lo que hicieron con los jubilados durante los últimos cuatro años es una analogía perfecta de lo que hicieron con la sociedad toda. Sacaron del bolsillo de los que menos tienen, y enriquecieron y beneficiaron a unos pocos privilegiados. Este proyecto de ley propone invertir esa injusticia social. Por eso pedimos un esfuerzo a los que más tienen, para tratar de privilegiar a quienes peor la están pasando.

          Aquí se ha dicho que no hay que delegar facultades legislativas. Sin embargo, diputados y diputadas hicieron silencio cuando el gobierno anterior, violando la Constitución Nacional y a espaldas del Congreso, celebró un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por 57.000 millones de dólares e hizo un ajuste brutal. ¡Hicieron silencio! Fíjense la diferencia: Macri gobernó a espaldas del Congreso y del pueblo, mientras que la actual gestión, lo primero que hace es pedir permiso al Poder Legislativo para declarar la situación de emergencia y sacar a la Argentina de este desastre.

          En suma, en esta sesión no estamos discutiendo sobre las instituciones y el funcionamiento republicano. Estamos discutiendo sobre si el Estado argentino seguirá legislando y gobernando contra los de abajo, y defendiendo los intereses de unos privilegiados, o si se centrará en una política para todos poniendo la atención en quienes peor la están pasando, aquellos que más sufren las consecuencias del desastre económico y social que vivió la Argentina durante los últimos cuatro años. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Ansaloni, por Buenos Aires.

          Dado que no se halla presente, tiene la palabra el señor diputado García, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. García.- Señor presidente: creo que el debate venía bien hasta hace unos minutos. Antes, se habló de indecentes; ahora, de caraduras.

          Debemos ser muy cuidadosos a la hora de utilizar un calificativo. Primero, es preciso mirarse en el espejo de la historia; esto me parece importante, para no arriesgarse ni hablar con tanta liviandad.

          Si los señores diputados quieren hablar de caraduras e indecentes –lo cual me parece bien‑, les propongo un ejercicio práctico; ya que hablamos de los jubilados, lo primero que pueden hacer es devolverles la fórmula de actualización de sus haberes. Hagan eso y después discutimos sobre caraduras e indecentes, señores diputados. (Aplausos.)

          Hasta hace unos instantes, no se habían utilizado calificativos personales. Me parece que así se empieza mal.

          En verdad, se empezaron mal muchas cosas. Por ejemplo, no hacía falta recurrir a este instrumento. Todos sabemos que el oficialismo y sus aliados lograron una mayoría parlamentaria que permitirá, en definitiva, implementar las herramientas propuestas. No obstante, lo están haciendo en un contexto absolutamente alocado.

          El proyecto de ley ingresó a la Cámara de Diputados el martes a la tarde. Hoy, jueves, estamos en este recinto para resolver, nada más ni nada menos, que una emergencia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social. Créanme que pongo mucho empeño al leer el texto y, aunque me considero una persona con una inteligencia normal, me resulta muy difícil abordar todas esas cuestiones en 48 horas.

          Han construido una mayoría y me parece bien; no lo discuto, ya que forma parte del juego parlamentario. Es cierto que eliminaron el artículo 85, que nos hacía bastante ruido. Sin embargo, me preocupa esta delegación administrativa que no está sujeta a límite alguno. Mejor dicho, está sujeta a un compendio muy laxo respecto de la base sobre la cual meritar.

          Invito a los señores diputados a que lean esos artículos; con la sanción de este proyecto de ley, la calificación de emergencia per se será efectuada por el Poder Ejecutivo. No hay limitaciones ni contextos.

          Es más; como dijeron otros señores diputados, podríamos haber avanzado en acuerdos sobre otras emergencias, como la sanitaria y la alimentaria; esta última, aprobada por este Congreso hace aproximadamente quince días.

          Llegué a este debate con una expectativa porque pensé que era cierto aquello de que volvían mejores. En verdad, creo que han vuelto perfeccionados, que no es lo mismo que volver mejores, ya que han perfeccionado algunas metodologías.

          No me rasgo las vestiduras por si debatimos o no sobre republicanismo, pero pido a los señores diputados que sean conscientes de lo que nos están pidiendo: sancionar una delegación de facultades que deja afuera pocas de las materias previstas en la Constitución Nacional.

          Están pidiéndonos que entreguemos las llaves del Congreso. En todo caso, si alguien quiere suicidarse parlamentariamente, que busque su propia metodología; me parece bien. Pero no pueden pedir a los miembros de este interbloque que salgamos corriendo contra el cuchillo y se produzca así el suicidio parlamentario que pretenden llevar adelante. El Parlamento va a estar cerrado por lo menos un año, y a nosotros nos están pidiendo las herramientas para no tener que pasar por este Congreso.

          Me preocupa la implicancia de la delegación administrativa por lo siguiente. La delegación administrativa es transversal al resto de las materias. De ahora en más, con esta emergencia administrativa la discusión de contratos, de precios, de condiciones, de prestaciones de servicios, se discutirán ‑si así se dispone‑ en el marco de una oficina, escritorio de por medio.

          ¡Se terminan los procedimientos administrativos! ¡Olvídense de las licitaciones! ¡Se va a seleccionar a dedo! ¡La ejecución presupuestaria del día a día que llevan adelante los ministros, los secretarios y el presidente se resuelve en ese ámbito!

          ¡Nos están pidiendo con este proyecto que renunciemos a los controles! ¡Les ponen plazo! ¡No vamos a poder controlar por un año la gestión de gobierno, y es una materia que tampoco podemos delegar! ¡¿Qué es lo que nos están pidiendo, señor presidente?!

          Escuchaba a algún colega de Santa Fe y trataba de hacer la disquisición entre blanco y negro, entre antiguos oficialismos y opositores.

          Luis: no nos podés pedir eso; nos conocemos desde que éramos chicos; trabajamos juntos. No nos podés pedir eso. Vos sabés muy bien que hay límites, y vos entendés mejor que nadie la gravedad de la delegación que nos están pidiendo.

          Si en las épocas en que ustedes detentaban la mayoría parlamentaria buscaban superpoderes, a esta altura no debería asombrarme el hecho de que los pidan una vez y por casi todos los temas contenidos en la Constitución; no debiera ser sorpresa. Lo que les pido es que no nos hagan cómplices de la entrega, de un histórico renunciamiento parlamentario que se va a plasmar en el seno del recinto.

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra la señora diputada Pertile, por Chaco.

 

Sra. Pertile.- Señor presidente: estamos ante un marco de emergencia que este proyecto de ley contempla, por lo cual es importante ver cuál es la normativa que nos avala y nos respalda para avanzar en este sentido.

          Nuestra Constitución Nacional dispone, en su artículo 29, que el Congreso no puede conceder facultades extraordinarias ni la suma del poder público.

          El artículo 76 también menciona que se prohíbe la delegación, pero ¿qué pasa desde la oposición? No hacen hincapié y no se detienen en analizar las verdaderas excepciones que avalan nuestro proyecto y la decisión del Poder Ejecutivo Nacional. Dicho artículo también dispone con suma claridad “…salvo en materias determinadas de administración…” –que no es lo que planteamos‑ “…o de emergencia pública…” –que sí es lo que venimos planteando‑ “… con plazo fijado…” –que sí está detallado‑ “…para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca”, y aquí se respetan nuestras facultades originarias como Parlamento de la Argentina. Luego agrega dicho artículo: “La caducidad resultante del transcurso del plazo previsto en el párrafo anterior no importará revisión de las relaciones jurídicas dictadas en consecuencia de la delegación legislativa”.

          Quiere decir que, además de legítimas y legales, no pueden revisar si se tienen que dar por tales las decisiones legislativas que aquí se tomen en tal sentido, bajo la salvedad que establece el artículo 76 de nuestra Constitución Nacional, por la cual todos los que estamos aquí juramos.

-   Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Sergio Massa.

 

Sra. Pertile.- Nuestro presidente no buscó el camino del decreto de necesidad y Urgencia, y eso que estamos en período extraordinario de sesiones. ¡El anterior presidente ha hecho uso de los DNU en períodos ordinarios, subrogándose las facultades del Congreso, y también en periodos extraordinarios!

          ¿Qué prefirió nuestro actual presidente? Enviar el proyecto y que sus funcionarios realizaran su exposición y respondieran las distintas preguntas que pudiera haber; y eso se hizo en el día de ayer. Y los funcionarios quedaron a disposición para evacuar dudas y respetaron nuestro debate, nuestra condición de representantes del pueblo y nuestro derecho a realizar sesiones extraordinarias, como lo estamos haciendo, sin subrogarse las facultades que tiene el Congreso Nacional y escuchando las voces de los representantes del pueblo de las provincias, tal como, en su momento, lo hará el Senado respecto de los Estados provinciales.

          Desconocer la emergencia pública que nosotros aludimos en el proyecto de ley que estamos defendiendo implica haberse mudado a otro espacio territorial y desconocer la realidad de nuestra patria, de nuestra Argentina, de nuestro pueblo.

          No solo las estadísticas oficiales dan a conocer los resultantes de esta emergencia, sino también distintas instituciones y observatorios, que manifiestan que hay una emergencia en diversas materias: en medicamentos, en vacunas, en alimentos, en salarios, y ni hablar de las tarifas.

          Muchos diputados durante el período anterior propusimos el aumento de las tarifas a valor de bolsillo, no de dólar, y ni siquiera fuimos escuchados; hoy estamos planteando la misma emergencia en el seno de este Congreso.

          Este proyecto de ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, en el marco de emergencia pública, espera que el abrazo que se han estrechado los dos presidentes, tanto el saliente como el entrante, se materialice en una realidad que instrumentamos con normas legislativas imprescindibles para abordar las necesidades de nuestro pueblo, sin negarlas ni dar vuelta el rostro para ignorarlas. Es un llamado a todos los argentinos.

          Por último, quiero decir que escuché a muchos hablar de una ley de plenos poderes, de la eliminación del Congreso, de los superpoderes, del suicidio parlamentario, de la suma del poder público y de la anomalía constitucional. ¡Por favor! ¿Qué queremos? ¿Asustar al pueblo, amedrentarlo, atemorizarlo? ¿Para qué? Es un pueblo sufriente que está pidiendo respuestas, no miedos. No está pidiendo que lo asusten, sino que lo representen, y que los diputados respetemos haber jurado por la Constitución y conozcamos el artículo 76, que se refiere a la salvedad que se debe dar en cuanto a la emergencia económica.

          Entonces, debemos brindarle esta ley al gobierno nacional, al Poder Ejecutivo, para que pueda manejar nuestro país en el desastre que estamos viviendo y que está padeciendo nuestro pueblo. Nada más, señor presidente. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Márquez, por Córdoba.

          Dado que no se halla presente, tiene la palabra el señor diputado Karim Alume Sbodio, por San Luis.

 

Sr. Alume Sbodio.- Señor presidente: ayer ya discutimos, creo que ampliamente, este proyecto de ley en comisión, y surgieron algunas claridades con respecto a las posiciones que tiene cada bloque político.

          Lo que preocupa ‑y sigue preocupando‑ es cómo se relativiza la emergencia en algunos discursos, en las posiciones de algunos espacios políticos. Preocupa, entre otras cosas, porque las materias sobre las cuales se declara la emergencia pública ‑económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social‑ todas tienen un común denominador, que es la pobreza en la Argentina. Extraña que no lo vean. Estuvieron cuatro años sin ver las consecuencias que generaron sus políticas económicas, ¿por qué no van a estar los próximos ocho o nueve días con la misma visión?

          Creo que parte de esa relativización de la emergencia se explica en la apatía que tienen ciertos sectores de la política argentina con respecto a la pobreza de nuestro país. Fue la misma apatía con la que gobernaron y con esa apatía que tristemente los sigue hacia el rol que ocupan, que es el rol de oposición. Ayer lo decíamos y creo que esa apatía también se ha manifestado no solamente en la defensa que hacen del régimen de tarifas que ha destruido muchos sectores sociales en la Argentina, no solamente en la defensa de la reforma previsional de año 2017, que destruyó la economía de una gran parte de los jubilados de la Argentina, sino que también se ha manifestado en el pedido prácticamente desesperado de seis meses más para tratar estos temas que son urgentes. Creo que eso es apatía con respecto a lo que está pasando en la sociedad argentina.

          Ayer decíamos que este proyecto es un primer paso para reconstruir muchos sectores en la Argentina. Y en ese primer paso veíamos la diferencia entre esta solidaridad social y la reactivación productiva. Aquí ayer citábamos al Tapir respecto de la diferencia entre estabilizar un país con producción y expansión económica y estabilizarlo a cualquier costo; pero cuando hoy se amplían los fundamentos de la oposición con respecto a este proyecto citando números que hablan de una supuesta estabilización, creo que vale la pena repetir nuevamente las palabras del Tapir, del viejo Frigerio, de la década del 60. El Tapir decía que nadie puede hablar de estabilización del país cuando para ello hay que hundir en la miseria a las masas populares. La estabilización sólo se logra con la expansión productiva y económica.

          Esto lo comprende y lo integra este proyecto y no lo comprendió un gobierno de 4 años que dejó el poder el 10 de diciembre. Creo que eso plantea una clara diferencia entre el gobierno de todos y el gobierno que acaba de dejar el poder.

          Yo creo que este proyecto, como decía recién, es un primer paso para reconstruir sectores que han sufrido muchísimo en la Argentina, pero también para reconstruir tenemos que deconstruir algunas ideas que se pretendieron instalar en la Argentina en diferentes sectores. Este proyecto habla de reactivación productiva y de solidaridad social. Si nosotros queremos reconstruir la reactivación productiva tenemos que deconstruir esa idea que se expresaba cada vez que venía el jefe de Gabinete a este Congreso a dar informes, cuando el diputado de Mendiguren le planteaba una y otra vez la situación de la industria y principalmente la situación de las pymes en nuestro país y él explicaba una idea resumida que le hemos escuchado muchas veces sobre que para ser competitivos en el mundo prácticamente debemos olvidarnos de la historia de la industria nacional.

          Esto se expresaba en palabras, pero también se expresó en políticas del gobierno anterior, en políticas que tienen que ver con una apertura indiscriminada de las importaciones, en la política de las tarifas, en una política inexistente con respecto a los créditos para las pymes y las industrias, ni hablar de la actitud de la AFIP con respecto a estos sectores productivos sobre los cuales en este proyecto de ley se da un giro de 180 grados.

          Para la reactivación productiva tenemos que reconstruir la industria nacional y para eso tenemos que reconstruir el lazo entre las empresas y los trabajadores, que son los que cuidan las fuentes de trabajo de los argentinos; tenemos que reconstruir también un sector muy importante, que es el de los centros de desarrollo científico y tecnológico que prácticamente se destruyeron en estos cuatro años.

          Este proyecto habla de solidaridad social. La solidaridad social implica reconstruir los tejidos sociales destruidos. Para eso también tenemos que deconstruir. Me refiero a deconstruir una idea que se plasma y se sigue escuchando en los distintos sectores del entonces oficialismo y ahora oposición, que se resumía en un criterio que tiene que ver con que la miseria de hoy es la semilla de un futuro extraordinario para los argentinos. Es maravilloso creer en esto cuando a uno no le toca la miseria. Esto se resume y es parte del fundamento de todos los ajustes de la defensa del régimen tarifario y del régimen previsional.

          Señor presidente: en la historia del mundo ningún país se paró erguido frente al concierto de las naciones pisando sobre la miseria de su pueblo, y esta no fue una excepción. Reconstruir los tejidos sociales es el destino que tienen todas las medidas…

 

Sr. Presidente (Massa).-  Vaya cerrando, señor diputado.

 

Sr. Alume Sbodio.- Ese es el desafío.

          En estos días la democracia argentina nos permitió elegir un rumbo distinto al de los últimos cuatro años. Los contrastes entre quienes gobernaban hace nueve días y quienes comienzan a gobernar la Argentina ahora nos muestran dos modelos distintos de país. Ojalá triunfe para la historia argentina el modelo del desarrollo nacional, de la justicia social, de la soberanía política y de la independencia económica. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Bazzi, por Buenos Aires.

          Dado que no se halla presente, tiene la palabra el señor diputado Zottos, por Salta.

 

Sr. Zottos.- Señor presidente: hay que reconocer una cosa del gobierno. Ante situaciones difíciles o de crisis es bueno ver que actúa en forma urgente. Es como con un enfermo: si está grave hay que actuar en forma urgente. Por eso digo que celebro esto. Pero también me preocupa que acá, en el Congreso, la mayoría de los diputados hemos presentado varios proyectos referidos tanto a las pymes como a los créditos UVA. Lamentablemente, como dijo mi compañero preopinante, venía el jefe de Gabinete, le planteábamos infinidad de cuestiones, como el tema de las pymes o de los créditos UVA, pero esperaron a después de la PASO para tomar algunas medidas. Esto lo hicieron después del mensaje de la gente en la urna.

          Como político y como ciudadano argentino me preocupa lo que vemos en la Argentina. Yo estuve acá en el año 2001, así que puedo hablar. Siempre tenemos políticas de reacción, nunca tenemos políticas de prevención. Si hubiéramos tratado los proyectos con antelación, hoy no estaría sucediendo esto.

          Quien habla tiene presentados un montón de proyectos referidos a las pymes y a los créditos UVA, que hemos trabajado con las familias, para buscar una solución. Esto lo sabemos todos los que estamos acá. Tendríamos que haber tratado esos proyectos. Hay que reconocer que lamentablemente el Congreso estuvo paralizado, así que todos nos tenemos que hacer cargo. Debemos terminar con esta grieta. La grieta se termina con menos pobreza, con más trabajo, con producción, con justicia social, y no discutiendo nosotros sin buscar las soluciones.

          Señor presidente: me gustaría tocar muchos temas, pero no dispongo del tiempo suficiente. Celebro que hayan eliminado el artículo 85. Me preocupa el tema de la suspensión de la movilidad en el sistema previsional. También celebro que hayan sacado a los docentes universitarios y científicos. Me parece bien. Pero debemos ver algunas cuestiones para no repetir errores. Sabemos muy bien lo que ocurrió con el juicio de Adolfo Badaro, que nos obligó a tratar una movilidad única de actualización para que esto no sea una industria del juicio, como ocurre en nuestro país. Debemos encontrar la forma de incluir esas modificaciones en el artículo que corresponde. Sería bueno agregar eso.

          Agradezco la buena predisposición del bloque mayoritario de permitir dialogar. Me estuvieron informando que se va a crear una comisión que va a ser mixta, en la que vamos a participar los legisladores, a efectos de crear la movilidad. Pero también sería bueno aclarar que el ajuste que se establezca no sea menor que lo que significaba la movilidad que estamos suspendiendo, es decir, garantizar esto a nuestros jubilados que están esperando y que por primera vez desde hace mucho tiempo van tener un buen porcentaje de ajuste.

          Otro de los temas que quiero abordar, para ir redondeando, tiene que ver con las retenciones, el derecho de exportación. En este sentido, celebro lo que estuve leyendo. Me parece bien que se tomen medidas y que las podamos incluir durante el tratamiento en particular, pero quiero sugerir una cosa. Voy a contarles algo que me dicen amigos que son productores. Ellos me dicen: “Mirá, Andrés, no es solamente el pequeño y el grande. Nosotros, que estamos en Salta, ‑aclaro que soy diputado nacional por Salta y pertenezco al bloque Federal‑ tenemos un grave problema y el presidente lo sabe.” He hablado con el ministro, quien también conoce este problema porque es de Formosa. Me refiero a la gran asimetría existente con respecto al flete, por el combustible que es diferente. Eso nos hace menos competitivos. No puede ser que un flete de Salta hasta acá cueste más caro que de Buenos Aires a Francia. Estas son las cosas que tenemos que revisar y modificar para que se haga por kilómetro desde el puerto, o sea que si la distancia es de más de 300 o 400 kilómetros, estos productores puedan tener alguna ventaja y no diferenciarlos entre pequeños, medianos y grandes.

          Por último, señor presidente, quiero destacar también el tema de la tarjeta alimentaria. Tal como se lo he dicho al ministro, en el Chaco, en Formosa, en Tucumán, en Jujuy o en mi provincia hay lugares que son inhóspitos.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Se agotó su tiempo, señor diputado.

 

Sr. Zottos.- Ya termino, señor presidente. En esos lugares esa tarjeta no va a servir porque no hay comercios o porque no está el Banco Nación. Entonces, sería bueno que junto con las provincias y los municipios se implemente una solución para que esas familias, que también son argentinas, puedan tener estos beneficios. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Jetter, por Corrientes.

 

Sra. Jetter.- Señor presidente: como diputada que entró hace muy poquito, me gustaría hablar con la verdad, con sencillez y sin tanta vehemencia.

          Por un lado, es bueno que la oposición valore el equilibrio fiscal porque creo que eso es lo que están buscando. Lo que no me parece bueno es que sea a costa de los jubilados y de los chacareros. Soy muy franca: me gustaría que muchos más de nosotros ratifiquemos y apoyemos la propuesta que hizo el diputado Wolff y que mencionamos ayer en el plenario de comisiones. Me refiero a que el esfuerzo lo hagamos nosotros, el Estado. Hace muchísimo que la población está esperando ese ejemplo, que nosotros, los diputados, los senadores, los intendentes y los concejales, nos congelemos los sueldos, que hagamos que los jueces paguen ganancias y que se bajen los sueldos, así como también los dirigentes gremiales. Hay muchísimas cosas por hacer desde el Estado como ejemplo y en forma solidaria, que creo que a la gente le gustaría mucho.

          Soy constructiva y me gusta mucho trabajar. Por eso, no estoy de acuerdo con entregar las atribuciones que tenemos como diputados. Hubiera querido que nosotros discutamos la reforma previsional, por ejemplo.

          Adhiero al compañero de la bancada oficialista que dijo que todavía hay muchos privilegios. Sin duda que los hay, pero no podemos poner en la misma bolsa a un diputado que gana 14.000 pesos con otro que gana 600.000 pesos.

 

Sr. Presidente (Massa).- Pido a los señores diputados que guarden silencio. Parte del respeto a esta Cámara es que nos escuchemos entre nosotros.

 

Sra. Jetter.- Muchas gracias, señor presidente.

          Decía que me encantaría discutir una reforma previsional para terminar con los privilegios. Eso sería un logro muy importante que la sociedad está esperando hace mucho.

          Veo que este proyecto se va a sancionar porque cuentan con los votos suficientes. Me hubiera gustado discutirlo más y trabajar en este Congreso sobre cada una de las emergencias.

          Quiero hacer cuatro propuestas: a nivel país, esto que decía el diputado Wolff en cuanto a involucrarnos nosotros desde el Estado en hacer el sacrificio solidario.

          En segundo lugar, pido que se revea el artículo 22 pensando en los jóvenes que están empezando con pequeñas empresas de software y de ley del conocimiento, ya que la ley de emergencia modifica el régimen de promoción de los servicios basados en el conocimiento. Esa ley, la número 27.506, fue aprobada recientemente. El proyecto que estamos considerando ahora reduce sensiblemente los beneficios otorgados por dicha norma. En ese sentido, quisiera que revisemos eso e incluyamos una alternativa que diga que el mínimo no imponible que la ley de emergencia prevé para determinadas actividades, en el último párrafo del artículo 22, sea el mismo que se utilice como base para la ley de economía del conocimiento y además actualice su valor.

          Esas dos cuestiones van en beneficio de los argentinos.

          Ahora, como diputada correntina, quiero pedir también que se revea el artículo 48 en dos materias específicas porque son dos productos que los correntinos tenemos y dan trabajo a nuestra gente, que es lo que nos interesa. Me refiero a la carne y al arroz.

          Con respecto a la carne quiero contarles que ‑a lo mejor ustedes lo desconocen‑ que por la mala política llevada adelante en esta materia se cerraron 130 frigoríficos y quedaron 17.000 personas en la calle. Por suerte algunos están reabriendo; el año pasado se empezaron a reabrir frigoríficos que trabajan para exportación. En el pueblo donde fui intendente se abrió uno hace tres meses y no quisiera que se vuelva a cerrar.

          Este proyecto otorga al Ejecutivo la posibilidad de aplicar un 15 por ciento de retenciones a la carne. En este sentido, pido que revean esto y que ese porcentaje se baje o se elimine.

          Con respecto al arroz, es otro producto muy importante para nuestra provincia, es el que mayores divisas genera. Es una actividad que mueve el 70 o el 90 por ciento de algunas ciudades pequeñas o medianas de Corrientes, de Santa Fe, de Entre Ríos, de Chaco y de Formosa. Quiero pedirles que el arroz sea incluido dentro de lo que se denomina economías regionales, que no sé por qué no está denominado como tal. Si lo estuviera, según este proyecto tendría un tope del 5 por ciento. De no ser así, iríamos a un 15 por ciento, y realmente la actividad sería inviable. Se hace inviable para los pequeños y medianos, no para los grandes.

 

Sr. Presidente (Massa).- Vaya terminando, señora diputada.

 

Sra. Jetter.- Ya termino, señor presidente.

          En Corrientes, en los últimos quince años, de 300 productores arroceros pasamos a 60, porque los grandes tienen espalda.

          Creo que estas contribuciones que hago son positivas. Espero que la próxima vez podamos ser nosotros los que seriamente discutamos cada uno de los temas que los argentinos esperan para que nuestro país sea mejor y que podamos demostrar que estamos superando esta grieta. (Aplausos.)   

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Uceda, por Mendoza.

 

Sra. Uceda.- Señor presidente: he escuchado que los señores diputados de la bancada opositora están muy preocupados porque no entienden o dudan de que haya una emergencia. La Corte Suprema de Justicia definió a la emergencia como una situación extraordinaria que gravita sobre el orden económico social, con su carga de perturbación acumulada en variables de escasez, pobreza, penuria o indigencia, todos indicadores de la triste realidad que vive casi el 40 por ciento de nuestro pueblo argentino.

          Legislar la emergencia no está fuera de la Constitución, todo lo contrario. Es nuestra Constitución la que exige al Estado bregar por el bienestar general.

          Vengo de la provincia de Mendoza, donde en los últimos cuatro años cerraron trecientas pymes y mil quinientos comercios, quinientos kioscos en el último año; cuarenta y dos mil mendocinos están desempleados. Créanme que una ley que reactive la producción de las verdaderas generadoras de empleo genuino, como son las pymes nacionales, va a ser muy bienvenida en nuestra provincia, pese a que algún diputado distraído piense que es una isla, un oasis. Bueno, no, vivimos los mismos coletazos de la crisis que nos dejó las malas políticas o desaciertos de política económica del gobierno que se fue.

          Este sistema viene a rescatar a aquellas pymes que sobrevivieron, que están ahogadas con las tarifas, con la falta de crédito y con las pocas facilidades de pago para poder cumplir con sus obligaciones tributarias.

          Yo vengo del mundo del trabajo, como se dice, porque soy abogada laboralista y celebro que esta ley apunte a la reactivación del empleo, porque más pymes significa más puestos de trabajo.

          Me sorprende que algunos diputados de mi provincia se alerten o espanten por la emergencia. En el 2015 nosotros éramos gobierno y se adelantaron las elecciones, ganando el hoy diputado Alfredo Cornejo. Antes de asumir instó al Senado y a la Cámara de Diputados de mi provincia a que declararan la emergencia administrativa, fiscal y financiera, y un año después, la del sistema sanitario y del de seguridad, adhiriendo sistemáticamente a cada una de las emergencias que desde el macrismo, desde el gobierno nacional, se iban instando.

          Un poco me preocupa esta desmemoria, pero más me indigna que no adviertan que la situación del país amerita que hoy el gobierno nacional tenga una herramienta que le permita poner las cosas en su lugar.

          Miren, yo creo que lo que más les molesta es que la política argentina se vuelva a gestionar desde la solidaridad, y lamento decirles que es lo que la mayoría del pueblo eligió; quiere una Argentina inclusiva y con equidad, y eso es lo que esta ley está buscando, dar herramientas al Poder Ejecutivo para que la redistribución de los ingresos sea de manera justa, como lo decía la diputada Cerruti.

          Queremos aplanar la pirámide, claro que sí; no pueden existir las brechas que existen en nuestro país entre los que más ganan y los que pasan hambre. Hemos venido para poner a la Argentina de pie, y esta ley que propone el Poder Ejecutivo es la presentación de la nueva Argentina productiva que se viene. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Bucca, por Buenos Aires.

          Dado que no se halla presente el señor diputado Bucca, tiene la palabra el señor diputado Suárez Lastra, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Suárez Lastra.- Señor presidente: a través de su intermedio me gustaría dialogar con una de las exposiciones de hoy del oficialismo, la del diputado Valdés, porque fue una invitación a que en este Congreso, al enfrentar los temas, tomáramos el espíritu y las ideas centrales como las había expresado el presidente de la Nación al dar su primer mensaje en este recinto: colaboración, cooperación y trabajar juntos por los temas. Y no solamente en la exposición del presidente acá sino en la idea de hacer un Consejo Económico y Social, con todos los actores sociales y políticos, con una relación directa con el Congreso de la Nación, pareciera que se generan espacios para una deliberación colectiva que apunte a enfrentar los problemas del país y nos permita encarar soluciones que no hemos venido encontrando en los últimos años.

          Lamentablemente, pareciera que este proyecto de ley va a contramano de esa inspiración, y esto es muy lamentable. Tengo muchos años en política pero pocos en el Congreso, y debo decir que ayer tuve la mejor experiencia parlamentaria desde que soy diputado en la reunión conjunta de las comisiones que analizaban este proyecto, por la franqueza en las exposiciones de los ministros, por la actitud de la oposición, que fue totalmente distinta al circo romano que encontrábamos hace un tiempo cuando venían los ministros del Poder Ejecutivo nacional. Hubo discusiones moderadas y posiciones firmes en los contenidos, correctas en los modales. El tema de los modos y de cómo nos adjudicamos intenciones no es menor en la política para encontrar solución a los problemas.

          Para aclarar cosas y ser sinceros, se ha hablado mucho acá de la intencionalidad. Creo que hay un enfoque en general en las primeras manifestaciones de este gobierno que marcan un sentido correcto: se procura el equilibrio fiscal y atender los compromisos de nuestro país, buscando la mejor renegociación que permita liberar fondos para estimular la producción y el crecimiento. Esto está muy bien inspirado y bien orientado.

          El enfoque en general del ministro de Desarrollo Productivo Kulfas me pareció sumamente interesante. Ahora, llamemos a las cosas por su nombre. Cuando hablamos de este proyecto de solidaridad y reactivación productiva en el marco de la emergencia... Si ladra y tiene cuatro patas, es un perro. Si es un ajuste generalizado, si se imponen impuestos a la clase media y se ahorra con los jubilados, es un ajuste. Puede ser necesario, lo podemos discutir, pero discutámoslo en serio y no pongamos una emergencia que saque del Congreso la posibilidad de discutir y que dé al Ejecutivo facultades que no le debemos dar quienes somos legisladores y queremos que sea el Congreso el espacio del acuerdo y del encuentro para encontrar las soluciones.

          ¿Por qué digo esto? Si algo está desajustado lo ajustaremos con corrección, y está bien inspirado. Solidaridad está bien. Este asunto de que sacamos a los ricos para dar a los que más sufren, estaría perfecto, pero si uno analiza el proyecto ve que hay imposiciones muy chicas a manifestaciones de riqueza, como el impuesto a los bienes personales que se restituye. Las demás son imposiciones a los sectores productivos que hace diez años que no crecen, que están agobiados, exhaustos por su esfuerzo por poner a trabajar a la Argentina, que tienen dificultades y este paquete de leyes va a profundizarlas, siendo que son los que podrían generar empleo y desarrollo, que es lo que va a terminar con el hambre en la Argentina.

          Entonces, me parece que el proyecto está bien inspirado, pero viene mal el camino. Nos gustaría mucho que esto no hubiera sido así, que hubieran sacado el artículo primero por el que conferimos facultades, para discutir punto por punto y encontrar una solución.

          Quiero hacer una última referencia al debate que tuvimos acá sobre si había o no quórum, lo dábamos o no lo dábamos. Es responsabilidad de la oposición facilitar la acción del gobierno, controlarlo con firmeza, no impedirlo, pero también es responsabilidad del gobierno no provocar el aislamiento de la oposición y ponerla en el brete de tener que entrar en el recinto para eliminar su propia posibilidad de desarrollar política en la Argentina, porque eso jamás lo vamos a poder hacer.

          Quiero terminar con una cita de un politólogo italiano que admiro mucho. Italia es un país difícil, políticamente muy complicado. Se trata de Gianfranco Pasquino, que ha trabajado mucho sobre el tema de los partidos políticos. Gianfranco Pasquino dice que la calidad de la democracia depende no solo de las virtudes del gobierno sino también de la interacción del gobierno con la oposición, pero, fundamentalmente, de la calidad de la oposición.

          Señor presidente, estimados diputados: estamos en un momento central de la Argentina, con dificultades enormes. Si el gobierno tiene racionalidad, responsabilidad, convocatoria y apertura, en lugar de sectarismo, encontrará una oposición responsable como jamás hubo en la Argentina, y esa puede ser la base sobre la cual podamos superar los problemas que tenemos. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Con las disculpas del caso, porque me lo salteé, tiene la palabra el señor diputado De Marchi, por Mendoza.

 

Sr. De Marchi.- Señor presidente: estamos volviendo a esta casa, con gusto y con ganas de hacer un aporte ‑desde nuestro rol‑ al fortalecimiento institucional, poniendo énfasis en nuestro rol de oposición porque creemos que de esa manera se generan equilibrios.

          Lo felicito, señor presidente, por la importante de responsabilidad que asume. Usted tiene una tarea central en este tiempo.

          El sistema político argentino, como todos saben, se sostiene en dos principios básicos. Uno es el principio democrático que está garantizado y consolidado desde 1983 a la fecha. El otro es el principio republicano, que creo -sin ser alarmista- que aún no está consolidado. Todos los días hay que trabajar para consolidarlo.

          Un sistema republicano consolidado significa tener un Poder Ejecutivo sensato, normal; significa tener un Poder Judicial que imparta justicia con legitimidad, aplicando el derecho, que no es lo mismo que justicia legítima; y tener un Poder Legislativo maduro, responsable, que tenga opinión propia sobre las ideas y los proyectos que plantea el Poder Ejecutivo.

          Al respecto quiero manifestar ‑como ya se ha dicho en este recinto‑, que para una primera presentación no hay una segunda oportunidad, y creo que esta primera presentación del Poder Ejecutivo no ha sido buena en el sostenimiento del sistema republicano, es decir, la división de poderes.

          Creo que no ha sido buena porque, en primer lugar, descreo de los nombres pomposos incluidos en este proyecto. Cuando hay nombres lindos, hay gato encerrado, y empezar hablando de proyecto de solidaridad y no sé cuánta otra cosa, ya no me gusta.

          En segundo lugar, tampoco hay emergencia claramente delimitada. Por lo tanto, en la segunda parte del nombre, cuando habla de leyes de emergencia, en el fondo ni siquiera existe esto tampoco, porque hay una maraña de cosas raras sin especificar en forma detenida y concreta cuáles son las emergencias y cuáles son los procedimientos que requieren que eliminemos ciertos procesos normales de compra o de controles, porque si no suceden los trámites dentro de los tiempos parlamentarios, ocurre algo grave. Por lo tanto, en esta primera presentación tampoco han especificado dónde está la emergencia.

          Con todo respeto, presidente, creo que el nombre justo y concreto para este proyecto es “ley de arrebato institucional”. Creo que eso dibuja de cuerpo entero lo que este proyecto de ley persigue.

          Muchos dirán: bueno, pero ¿entonces qué? ¿El Poder Ejecutivo trabajó sobre un proyecto para la nada? No. Creo que con este proyecto que nos tiene a todos entretenidos están escondiendo algo que es mucho más grave: no hay plan económico a la vista. No hay integralidad en lo que quieren hacer.

          Por otro lado, es razonable que así suceda, porque no ha habido nadie que condujera el plan en estos últimos cuatro meses. El actual ministro de Economía -que me parece un tipo razonable, sensato, prudente- dormía en Nueva York hasta hace algunas horas; no en Caracas ni en La Habana. Entonces, ¡claro que no armó equipo! Por eso se están tomando todo este tiempo para ver qué hacen con el tema principal por el cual ganaron las elecciones, que fue el económico.

          Pero “el mientras tanto”, que es este proyecto de ley, contiene tres aspectos centrales. El primero es un apriete concreto a los sectores medios de la sociedad argentina. El segundo, implica meter la mano de manera indiscriminada en el sistema jubilatorio argentino. Obviamente, impacta en el 65 por ciento de la masa presupuestaria nacional. Es evidente que lo que están haciendo es ajustar a costa del sistema previsional. Y el tercero, el que más les gusta, consiste en eliminar controles. Estas son las tres patas de este proyecto.

          Señor presidente: quiero decirle algo casi a título personal, querido Sergio Tomás. Hablando con algunos amigos hace algunos días, teníamos una muy buena impresión del discurso del presidente ante la Asamblea Legislativa, y apostaba ‑en serio‑ algunas fichas a que vinieran mejores, como usted mismo lo ha declarado en alguna oportunidad: venimos mejores.

          No solo creo que no vienen mejores -y se ha dicho también aquí- sino que vienen con los mismos vicios, pero con más experiencia, lo cual creo que los transforma, en el fondo, en que vienen peores.

          Todo esto que digo no es una provocación; es pararme en el otro extremo para dar equilibrio a la institucionalidad que este país finalmente necesita, y para que este Congreso, desde el minuto cero en que estamos arrancando este nuevo ciclo, no vuelva a ser la escribanía que fue durante muchos años, años atrás.

          Finalizo, señor presidente, diciéndole lo siguiente: no hay tierra arrasada. Tierra arrasada había en 2015, con un Banco Central quebrado, con un Poder Judicial adormecido, con organismos públicos colonizados por chicos que cobraban cien lucas todos los meses y, finalmente, caídos del mundo. (Aplausos y manifestaciones en las bancas.)

          Los sectores medios de la Argentina están atentos. No tiremos de la cuerda. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Voy a hacer de cuenta que no hizo alusiones personales para que siga adelante la sesión, entendiendo que las alusiones personales no corresponden. Lo que corresponde es tratar el tema del día. (Aplausos.)

          Tiene la palabra el señor diputado Martiarena, por Jujuy.

 

Sr. Martiarena.- Señor presidente: nuestro gobierno del Frente de Todos asumió la conducción del país hace escasamente nueve días, un país azotado por la desocupación, la pobreza, la indigencia y el hambre. Esto se agravó por el impacto de las políticas neoliberales. Si no, acudamos a ver qué dice el Papa Francisco sobre el neoliberalismo.

          Estamos frente a una grave situación de emergencia, social, sanitaria, económica, y desde el peronismo, como lo hemos hecho siempre, no podemos ser insensibles ni indiferentes.

          Este proyecto, que nos remite desde el Poder Ejecutivo nacional nuestro compañero presidente, contiene una serie de acciones, primero para estabilizar la economía. No podemos permitir que siga cayendo la economía, pero también debemos estabilizar la crisis social y salir paralelamente en ayuda de millones de argentinos, la gran mayoría niños, adolescentes y ancianos, que hoy están sufriendo y mucho.

          Como nos acercamos a Navidad, quiero decir a los jujeños y a todos los argentinos que hemos renovado la esperanza. Hay esperanza en la Argentina porque este proyecto sienta las bases de un cambio de rumbo profundo para nuestro país y para el futuro. Estamos dejando de lado un modelo perverso de especulación financiera y fuga de capitales.

          Quiero que me digan qué está pasando en los bancos de esta ciudad capital. Con este modelo los banqueros ricos se han hecho muchísimo más ricos, pero lo triste para nosotros los provincianos es que cuando venimos acá y recorremos en microcentro vemos a los pobres durmiendo en los cajeros automáticos de los bancos. Ese es el modelo neoliberal y de especulación financiera.

          Hay esperanza en la Argentina. Estamos sentando las bases de un nuevo modelo, un modelo que tiende a ir hacia un orden social justo. ¿Qué es el orden social justo? Un modelo que se sustente en el trabajo, en el esfuerzo, en la producción y en la educación. Hablar de orden social justo significa premiar al que trabaja, al que se esfuerza; no al sinvergüenza, al estafador, al usurero, que en mi provincia hay muchos -y quiero denunciarlo-, que se aprovechan de los empleados públicos y de los jubilados, a quienes hacen firmar pagarés en blanco. Esta es la inmoralidad a la que hemos llegado en esta Argentina injusta.

          Señor presidente: no puedo dejar pasar lo que dijo el expresidente de la Comisión de Presupuesto, el diputado rosarino, que lamento que no esté presente en este momento. Oportunamente yo le había hecho una propuesta, que la hice pública mediante una carta abierta a todos los argentinos y cumplí la formalidad de presentarla a la Comisión de Presupuesto y a la Comisión de Finanzas; tengo el recibido. Justamente yo le pedí que se tratara –porque él tenía todas las posibilidades, era el presidente y tenía la mayoría- el expediente número 633-S.-2016, que venía con sanción del Senado, justamente para recuperar las facultades delegadas. Entonces, ahora veo que tienen tanta preocupación por las facultades delegadas, sin embargo no hicieron nada y no quisieron recuperar las facultades ni cumplir con la Constitución.

          ¿Cuál es el final del cuento, cómo terminó esta historia de terror? Dos personas ‑el presidente y el ministro Dujovne‑ hipotecaron el futuro argentino decidiendo solitariamente y a espaldas del Congreso contraer una deuda de 44.400 millones de dólares.

 

Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado, vaya cerrando su discurso.

 

Sr. Martiarena.- Yo pregunto, señores legisladores de la oposición: ¿qué hicieron con los 44.400 millones de dólares? Porque no tenemos mejores caminos, no tenemos mejores hospitales, no se ha continuado la revolución industrial que hizo el peronismo en la Argentina, no ha mejorado la infraestructura educativa, los jóvenes no tienen cómo estudiar, no ha mejorado la dignidad y la condición de los niños y no han luchado ni erradicado la pobreza en la Argentina.

 

Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado, su tiempo ha concluido.

 

Sr. Martiarena.- Tuvieron todas las posibilidades y las despilfarraron. Las timbearon, en una palabra.

          Finalmente, señor presidente, quiero leerles...

 

Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado, su tiempo.

 

Sr. Martiarena.- Un minuto, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Ya se pasó un minuto.

 

Sr. Martiarena.- Está bien, señor presidente. Quiero leerles un cuento, porque Perón era magnífico, tenía una gran chispa...

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Martiarena.- Miren lo que decía Perón, escuchen, por favor...

 

Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado: ha finalizado su tiempo.

          Tiene la palabra el señor diputado Petri, por Mendoza.

 

Sr. Petri.- Señor presidente: hace exactamente dos años ‑el 19 de diciembre de 2017‑, este Congreso sancionó una reforma previsional que modificaba la fórmula para el cálculo de las jubilaciones, tomando como base los incrementos salariales y la inflación. Lo hacíamos en un Congreso sitiado, con manifestaciones violentas fuera de este recinto pero que también se hicieron propias dentro del recinto, en donde se impidió sesionar, habiendo quórum reglamentario, en una bochornosa sesión que quedará en la historia parlamentaria de este país.

          En aquel entonces, los que ahora son oficialismo decían que éramos inmorales y que les estábamos metiendo la mano en el bolsillo a los jubilados. Pues esa reforma, después de dos años, supuso un incremento del haber jubilatorio de más del 78 por ciento. De haberse aplicado la vieja fórmula que regía desde el 2015, ese incremento hubiese sido del 68 por ciento.

          Quiere decir que con nuestra fórmula los jubilados ganaron un 10 por ciento más respecto de lo que proponía la fórmula jubilatoria que ustedes votaron en el 2015.

          Nos trataron de inmorales. Y ahora, sin siquiera ponerse colorados, proponen un congelamiento de los haberes jubilatorios, retrotrayéndonos incluso a épocas anteriores al 2015, cuando no se decidían por ley los ajustes previsionales sino que era el presidente o la presidenta de la Nación quien definía cuándo, dónde y cómo cobraban los jubilados en este país.

          Por eso nosotros decimos que ustedes no solamente les están metiendo la mano; les están llevando la billetera a los jubilados en este país, señor presidente. (Aplausos.)

          Ni siquiera hemos escuchado del oficialismo un pedido de disculpas o un reconocimiento de aquella equivocación, y nos traen a los empujones a esta sesión, a una sesión exprés, en donde en 48 horas vamos a tratar más de 85 artículos que conceden once facultades extraordinarias, que supone la delegación de facultades y poderes que tiene este Congreso de la Nación.

          Tampoco se cumple con una ley que este Congreso votó, que dispone que esta ley de superpoderes vaya a la Oficina de Presupuesto para que haga las estimaciones respecto del costo presupuestario de la norma. ¿Sabe por qué no lo hacen, señor presidente? Porque cualquier estudio técnico hubiese desnudado y sincerado que esta ley se trata de un formidable ajuste fiscal y que tiene una clara finalidad recaudatoria. Por eso necesitan un tratamiento rápido y por eso la denominan con un título grandilocuente y épico: ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. Deberían llamarla por su nombre, deberían decir que es una ley de ajuste, devaluación y superpoderes para concretarlos.

          No empezaron bien, señor presidente. Empezaron esta gestión cerrando la puerta, apagando la luz y tirando la llave del Congreso de la Nación. Cuando asumió el señor presidente convocó al diálogo, a cerrar la grieta, a eliminar las divisiones. Pues mal se puede cerrar la grieta cuando se amordaza al Congreso de la Nación. Todos sabemos lo que sucede en la Argentina cuando se sancionan leyes de emergencia: se dictan por un año pero se van como mínimo cuando ya tienen edad para votar, como ocurrió con la última ley de emergencia, que duró 16 años en la República Argentina.

          Cuando nos tocaba ser oposición, allá por el 2013, 2014, decíamos que el Congreso de la Nación se había transformado en una escribanía del Poder Ejecutivo nacional, porque dábamos nuestros discursos apasionados, con vehemencia, pero no lográbamos modificar una sola coma de los proyectos oficiales. Pues ni siquiera eso va a hacer el Congreso de la Nación, señor presidente, porque de aprobarse

esta ley ni siquiera vamos a certificar las medidas que este Congreso le está concediendo como facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo.

          Voy a concluir diciendo que vamos a oponernos a cualquier intento de restablecer los superpoderes en la República Argentina. Las crisis en nuestro país parieron emergencias y ellas nos embarazaron de nuevas crisis porque añadieron debilidad institucional a la fragilidad económica.

          La emergencia es enemiga de la República porque concentra poder, se delegan facultades y se flexibilizan controles.

          No sé quién les reclama esta ley; si es algún organismo internacional, si es su electorado o si es parte del relato…

 

Sr. Presidente (Massa).- Su tiempo se ha agotado, señor diputado Petri. (Aplausos.)

 

Sr. Petri.- Termino, señor presidente. Le dio un minuto y medio al diputado preopinante. Pido que me dé el mismo tiempo.

          Lo que sí sé es que las personas que confiaron en nosotros -el 41 por ciento que confió en nosotros‑ nos reclaman que existan más instituciones, que haya más federalismo, que haya menos discrecionalidad, quieren más transparencia y más República, y le aseguro que esta ley no lo garantiza. (Aplausos.) 

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Moisés, por Jujuy.

 

Sra. Moisés.- Señor presidente: como manifesté ayer, es difícil no enojarse cuando se escuchan todas estas cosas, pero solamente tomando a los últimos interlocutores quiero decir al diputado De Marchi que el pueblo argentino nos exige la sanción de esta norma; la realidad que ustedes nos dejaron nos exige esta ley.

          Sinceramente creo que deberían tener la dignidad de asumir que son una minoría y permitir que la democracia funcione legítimamente, porque lo único que estamos haciendo hoy con este proyecto de ley es sentar las bases de nuestro plan económico y de nuestro proyecto de país, porque no entendemos un plan económico que no incluya a la totalidad de los argentinos y argentinas y no entendemos un proyecto de gobierno que deje afuera a la gente.

          Por eso es que es difícil no enojarse ya que parece que hablaran como si vinieran de Marte. Ya que le gusta tanto a la oposición ahora poner estos ejemplos, parece que vinieran de “Alicia en el País de las maravillas”. Parece que se fueron de viaje cuando en realidad gobernaron hasta la semana pasada, y la realidad que nosotros estamos afrontando es el fracaso del gobierno que ellos representaron hasta la semana pasada. Pero creo que tienen un problema porque no asumen el fracaso y, como no lo asumen, critican, cuestionan, exigen respuestas y explicaciones en relación con lo que estamos por hacer, y la verdad es que el pueblo de la Nación Argentina les exige silencio. Por favor, por lo menos cállense un tiempo; por lo menos por un tiempo déjennos hacernos cargo de los problemas que ustedes generaron.

          ¿Saben qué creo? Acá no hay un problema constitucional de delegación de facultades. Acá no hay un problema de que se destruya este Congreso Nacional. Los legisladores de la oposición tienen un problema de egos, porque pareciera que no saben qué van a poder hacer. Dicen que vamos a cerrar el Congreso, que las comisiones no van a funcionar, que no vamos a sesionar. Bueno, ¿saben qué? El trabajo de los legisladores nacionales no es solamente estar acá, en las comisiones, redactar proyectos o aprobar leyes; el trabajo de los legisladores nacionales también es estar con la gente, saber qué les pasa, buscarle soluciones concretas y no ficciones.

          Nos embarcaron a todos los argentinos y argentinas en ficciones durante cuatro años. No propusieron una sola solución y cada cosa que hicieron nos llevó al fracaso y al aislamiento.

          Un diputado preopinante dijo recién que nos caídos del mundo. ¿Saben qué? Miles de argentinos se cayeron de su propia economía y miles de argentinos se cayeron por culpa de su propio gobierno.

          Otro diputado dijo que vinimos peores. ¿Con qué autoridad moral pueden decirnos cómo vinimos? ¿Si somos mejores o peores?

          Otro dice que no nos miramos al espejo. Pues mírense al espejo, por favor. Hagan el ejercicio. ¿Quiénes gobernaron durante los últimos cuatro años? ¿Quiénes mintieron?

-   Varios señores diputados hablan a la vez.   

 

Sra. Moisés.- Señor presidente: me dirijo a usted si tanto les molesta que me dirija a ellos. De todos modos me van a escuchar.

          Se cansaron de mentirnos y sinceramente es una inmoralidad negar las decisiones que tomaron, negar las políticas que aplicarojn y negar que hicieron negocios durante cuatro años.

          Por lo tanto, ¿para qué hablar de que nosotros pretendemos apretar a la clase media cuando a la clase media la destruyeron? Ayer en la televisión decían que hay que ganar 37.000 pesos para no ser pobre en Argentina, cuando un sueldo promedio de un empleado público con antigüedad en Jujuy, Misiones, Chaco o Formosa no pasa los 30.000 pesos. Y si a eso le aplicamos la carga de la inflación de más de un 50 por ciento interanual, ¿de qué hablan? ¿Con qué autoridad moral?

          El diputado Petri habla de los jubilados. ¿Con qué autoridad moral dicen que le aumentaron un 10 por ciento más que el porcentaje que hubiese arrojado la aplicación de la vieja fórmula? ¡Por favor! Los dejaron sin pañales a los jubilados. Los dejaron sin cobertura. Vaciaron el PAMI. Les sacaron la cobertura a los enfermos terminales…

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

 

Sra. Moisés.- Y sí, siéntase aludido. No sé qué van a contestar, porque la verdad es que nosotros

 

Sr. Presidente (Massa).- Diputada Moisés: no haga referencias personales, por favor.

 

Sra. Moisés.-  Bien, que se haga cargo cada uno. Igualmente, hablo para todos, más allá de que planteaba el ejemplo concreto de uno.

          En la Argentina no tenemos tiempo para los problemas sicológicos de la oposición. Que resuelvan ellos sus propios problemas. Si no supieron cómo ser gobierno, problema de ellos si no saben cómo ser oposición.

          El peronismo sabe cómo gobernar. Se va a hacer cargo de los problemas que generaron y no le vamos a echar la culpa a ellos. (Aplausos.) 

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Campagnoli, por Buenos Aires.

 

Sr. De Marchi.- Señor presidente: pido la palabra por haber sido aludido.

 

Sr. Presidente (Massa).- Diputado De Marchi: anteriormente fui aludido por usted, y no pedí la palabra. Venimos sosteniendo un debate respetuoso. No entremos en el juego de chicanas.

          Tiene la palabra la señora diputada Campagnoli, por Buenos Aires.

 

Sra. Campagnoli.- Señor presidente: este extenso proyecto de 86 artículos tiene dos carillas de fundamentos. Allí se manifiestan muy nobles deseos y expresiones sobre la voluntad de desterrar el hambre, buscar la igualdad y garantizar el acceso a la vivienda y a la educación, pero no hay sola justificación seria sobre por qué es necesario declarar las emergencias que menciona para que el Poder Ejecutivo pueda cumplir sus funciones.

          En el 2002 se aprobó la ley que declaraba la emergencia pública en materia social, económica, administrativa, financiera y cambiaria por el plazo de 2 años. Con ella se buscó salir de la ley de convertibilidad para paliar la grave crisis social que dicho sistema provocó en los sectores productivos y en la sociedad.

          Pero recordemos que la caída del PBI per cápita en 2001 fue del 5,44 por ciento, y en el 2002, del 11,85 por ciento. Los fundamentos de este proyecto que pretenden votar en el día de hoy hablan de una contracción del 8 por ciento, pero en cuatro años.

          En 2002, con la liberación cambiaría, el tipo de cambio aumentó un 400 por ciento. Reitero: en el 2002. De nuevo, este proyecto argumenta una emergencia con un aumento del tipo de cambio de un 500 por ciento, pero en 4 años.

          En 2002 la tasa de desocupación alcanzó casi el 18 por ciento. Nuevamente aquí el presidente fundamenta la emergencia en una tasa de desempleo que hoy es de 9,7 por ciento Es decir, casi la mitad de lo que era en 2002.

          Entre 2000 y 2002 el Congreso dictó tres normas delegantes amplias y diversas, más sus prórrogas, consolidando así una democracia delegativa.

          Durante las presidencias de Cristina Fernández de Kirchner ‑que nunca votó delegaciones legislativas‑, las declaraciones de emergencia siguieron dictándose por el Congreso, pese a que veníamos de crecer a tasas chinas, prorrogándolas cada dos años. Sin embargo, luego de gobernar el kirchnerismo durante doce años con superpoderes, nos dejó más de un 30 por ciento de pobres. Considerando esto, a finales de 2017 se hizo pública la decisión del presidente Macri de no impulsar en el Congreso la prórroga de la emergencia pública sancionada el 6 de enero de 2002, porque nos dimos cuenta de que los superpoderes no servían para nada. 

          Entonces, señor presidente, no solo queda claro que el contexto social de hoy en día dista completamente del de 2002 sino que, aun cuando ese contexto fuera similar o peor, la historia nos ha demostrado que los superpoderes no sirvieron para resolver los graves conflictos que atravesaba el país. Por el contrario, fueron el sustento para que la administración de turno se apropiara de dicho instrumento, como hizo el actual presidente de la Nación y otrora jefe de Gabinete de Ministros, para prorrogarla indiscriminadamente. Entonces, vienen una vez más a querer tomar por asalto al Estado, declarando la emergencia pública en nueve materias: económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social.

          A los que les guste legislar en este Congreso les recomiendo la Comisión de Asuntos Municipales, porque si este proyecto se convierte en ley, los pocos temas que nos quedarán para trabajar desde esta Cámara son los que trata esa comisión.

          Debemos tener presente que la delegación legislativa, como principio general, está prohibida por nuestra Constitución Nacional. La delegación prevista en el artículo 76, en el que se funda el primer artículo de este proyecto de ley, establece tres requisitos claros: que se limiten a materias determinadas de administración o emergencia pública, que se dicten dentro del plazo fijado para su ejercicio, y que se mantengan dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca.

          La constitucionalista Angélica Gelli sostiene que la palabra “determinadas” está usada en la acepción de “precisadas”. Por lo tanto, la Constitución prohíbe una delegación legislativa genérica o ambigua. 

          Como lo sostiene la Corte en el fallo "Colegio Público de Abogados”, de 2008, al recordar el objetivo de la Convención Constituyente a la hora de sancionar el artículo 76 incluyendo precisiones, se busca la atenuación del presidencialismo y la mayor eficacia en el funcionamiento del gobierno federal

          La Corte resalta que un factor central de la validez de la delegación es la formulación por el Congreso de un patrón inteligible y claro a la cual debe sujetarse el Presidente.

 

          Los dos primeros artículos del presente proyecto, así como sus escuetos fundamentos, son sumamente amplios e imprecisos.

          Además, en los casos de excepción previstos solo cabe la delegación en el presidente de la Nación. Por lo tanto, no cabe la delegación que hace el artículo 61 al Ministro de Salud.

          Este Congreso ha estado y sigue estando predispuesto a sesionar y debatir aun en las circunstancias más difíciles. A lo que no está dispuesto es a ser mutilado y cercenado en sus facultades. 

          Como manifiesta el jurista Juan Carlos Luqui: “Las atribuciones que la Constitución confiere a cada órgano del gobierno son indelegables, irrenunciables e indivisibles, como lo es la parte del poder que ellas representan. Admitir la delegación, la renuncia o la división de esas atribuciones es desconocer, pues, la razón de su existencia y echar por tierra todo el sistema”.

          Señor presidente: usted percibió que la República estaba en peligro en 2013 y trabajó para impedir un Ejecutivo eterno. También recuerdo con satisfacción cómo muchos compañeros de esta Cámara se manifestaron en contra del injusto jury al que fue sometido el fiscal Campagnoli. Ahora hay un claro atropello a otro poder del Estado: a nosotros, a nuestra función legislativa. Tomemos nota. No olvidemos que muchos totalitarismos surgieron de elecciones democráticas. No permitamos que la democracia se fagocite a la República. No seamos cómplices. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Iglesias, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Iglesias.- Señor presidente: estamos tratando una iniciativa que fue presentada el martes, que en 84 artículos declara 9 emergencias y establece 11 delegaciones de facultades, y que pretenden convertir en ley el viernes. Si no me equivoco, de martes a viernes son 3 días, es decir, 72 horas. Si se declaran 9 emergencias en 3 días, estamos hablando de 3 emergencias por día. Si tratamos 84 artículos en 72 horas, estamos hablando de 52 minutos para considerar cada artículo, es decir, menos de una hora por artículo. Pretenden que tratemos y aprobemos en 72 horas una ley que lo cambia todo. ¿Se puede ser más improvisados?

          Además, presenta esta iniciativa un ministro que, dicho con todo respeto, carece de toda experiencia estatal y hasta hace pocas semanas era catedrático en Nueva York. ¿Se imagina, señor presidente, lo que nos estarían diciendo si lo hubiéramos hecho nosotros?

          Y la excusa de todo esto es el falso argumento de la “tierra arrasada”. Tierra arrasada era el 2015 con un 7 por ciento de déficit fiscal, como antes de la hiperinflación y antes del 2001. Tierra arrasada era el Banco Central con reservas negativas que nos dejaron. Tierra arrasada era el atraso cambiario de la convertibilidad y las tarifas que pagaban una séptima parte del costo de la energía, como antes del Rodrigazo. Tierra arrasada era la deuda de 240 mil millones de dólares pese a haber hecho un pagadiós de 60 mil millones de dólares.

          Tierra arrasada era la provincia de Buenos Aires inundada de agua y de droga. Tierra arrasada eran las masacres de La Plata y de Once. Tierra arrasada era el pacto con Irán y el asesinato de Nisman. (Aplausos.) Tierra arrasada era “el club del helicóptero” y la infraestructura destruida para que los funcionarios revolearan bolsos en los conventos de la patria.

          Tierra arrasada era la Plaza del Congreso hace dos años por la aprobación de una ley que se demostró que era mejor que la que había y que hoy quieren derogar; sin ninguna necesidad, porque no hace falta derogar las actualizaciones jubilatorias para subir las mínimas.

          Quiero preguntar al señor presidente de la Nación, Alberto Fernández: ¿es esto Sarmiento y Alberdi? ¿Era esto la moderación, la conciliación y el respeto de las instituciones: tres emergencias por día y menos de una hora por artículo? ¿Era esto ponerle plata en el bolsillo a la gente: cargarle un ajuste del 2 por ciento del producto a los jubilados y a la clase media para negociar con el FMI? ¿Era esto prender la economía: aumentar los impuestos a los sectores productivos, como los exportadores de servicios y el campo? ¿Era esto reactivar la producción y poner de pie al país? ¿O esto es el comienzo de otra duplicación de la carga impositiva como la que hicieron durante los doce años en que gobernaron, con la soja a 480 dólares promedio, para dejar un 30 por ciento de pobreza?

          Y a los diputados oficialistas les pregunto: ¿van a votar esto? ¿Van a votar la suspensión de las actualizaciones jubilatorias los que hace dos años nos decían “con los abuelitos, no”? ¿Van a votar esto los que se ofendían cuando yo les decía “frente reciclador”, y ahora metieron presidente de la Nación, canciller, presidente de la Cámara, director del INDEC y hoy fueron decisivos con el quórum?

          ¿Van a votar esto los que dicen representar al interior, con una delegación de facultades federales en el poder central? ¿Van a votar esto los que se ofendían cuando les decían “kirchneristas”? ¿Van a votar once delegaciones los que hoy, después de tantos años y tantas décadas, se dicen alfonsinistas? Háganlo. Pero vótenlo y háganse responsables, porque la gente nos está mirando. La gente también nos está mirando a nosotros, y nosotros vamos a representar a quienes nos votaron, porque la voluntad popular también es ese 40 por ciento y el respeto de la Constitución y de este Congreso. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Carro, por Córdoba.

 

Sr. Carro.- Señor presidente: hoy el Congreso no está discutiendo un paquete de medidas económicas ni la delegación de facultades del Poder Ejecutivo. Hoy el Congreso está discutiendo algo mucho más importante que eso: hoy estamos tratando las bases necesarias e indispensables para iniciar una recuperación económica, social y productiva de nuestro país.

          Hoy tenemos que hacernos cargo de los resultados de la aplicación, durante cuatro años, de un plan económico absolutamente irresponsable y dogmático. Debemos resolver la situación de pobreza y de desempleo en la que el gobierno anterior dejó a millones de compatriotas. Y hoy estamos acá para buscar una solución a la situación de los más vulnerables, tal como prometió nuestro presidente cuando juró aquí la semana pasada.

          El gobierno de Cambiemos nos dejó un espectacular crecimiento de la deuda, que no tuvo ningún fin productivo sino que sirvió para financiar la fuga de capitales de los amigos y de los socios, y a su vez liberó de modo absolutamente irresponsable el mercado cambiario.

          Hoy no tenemos los dólares para pagar esa deuda, ni financiamiento, ni generamos las divisas necesarias para cubrir los compromisos internacionales. Sin embargo, los que impulsaron, defendieron y aplaudieron esa política, que más que una política fue un saqueo y una estafa, hoy se hacen los indignados porque hay restricciones a la compra de moneda extranjera o se actualizan los valores de los derechos de exportación, licuados por la devaluación que ellos mismos generaron. Es increíble.

          Con su política de apertura comercial y aumento indiscriminado de las tarifas de los servicios públicos y el ajuste feroz que aplicaron, le metieron un palo en la rueda del crecimiento económico a nuestro país y ni siquiera así, con este tremendo costo social, pudieron contener la inflación que, por el contrario, la llevaron las cifras que no teníamos desde la hiperinflación. Todo mal; un desastre.

          Nosotros venimos a arreglar ese desastre y para arreglar este desastre hay que abandonar desde hoy el rumbo calamitoso que nos condena y hay que dar un giro de 180 grados, por eso estamos acá discutiendo estas medidas y por eso necesitamos aprobar esta emergencia, porque tenemos que sacarle el palo a la rueda del crecimiento y porque tenemos que reactivar el mercado interno de manera urgente. Además, debemos reactivar nuestras industrias y lograr que nuestros comercios vuelvan a generar trabajo.

          Quiero contar una brevísima anécdota. Hace poco tiempo estuve en Holmberg, una localidad del departamento de Río Cuarto, en Córdoba, conversando con representantes de distintos sectores sociales. Un empresario pyme se me acercó muy preocupado porque vencía en noviembre la moratoria de la AFIP y no podía pagar. Me dijo que tenía que elegir si pagaba el sueldo a sus empleados o pagaba la moratoria. Me decía: “¿Qué hago? No debo tanto, pero los intereses usurarios me están matando.” Le contesté: “En primer lugar, pagale a los trabajadores y, en segundo término, presentá una nota a la AFIP porque estoy seguro de que cuando Alberto asuma el gobierno va a tomar en cuenta todas estas demandas.”

          Por eso hoy estamos contentos aquí, cumpliendo las promesas de campaña. No como hizo Macri, que traicionó todas sus promesas. (Aplausos.)  

          Vamos hacerlo porque tenemos el desafío de hacer crecer nuestras exportaciones para consolidar el superávit comercial y generar las divisas que hoy no tenemos.

          Tenemos que potenciar la educación y el desarrollo científico y tecnológico porque sabemos que constituyen la piedra angular de un progreso estratégico y autónomo y potenciaremos todas nuestras capacidades. Estoy convencido de que lo vamos a lograr porque tenemos la fuerza y la capacidad, pero sobre todo porque tenemos la unidad que este desafío requiere.

          Pondremos nuevamente de pie a nuestro país y lo vamos a hacer, como decía Néstor, con la gente adentro, con más trabajo, con más derecho y con más igualdad. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Austin, por Córdoba.

 

Sra. Austin.- Señor presidente: no deja de asombrarme ‑lo decía ayer en la reunión de comisión- la capacidad que tiene el nuevo oficialismo de construir, otra vez, un relato que poco tiene que ver con la realidad de lo que estamos votando.

          Es realmente admirable desde las vallas que están afuera del Congreso, algo que demonizaron hasta el cansancio y que fue lo primero que hicieron en su primera sesión, hasta el nombre de la ley, porque hablan de una ley de solidaridad cuando de eso no tiene nada. Quizás lo único que tiene de solidario es que el costo de este ajuste, que recién se mencionaba de 2 puntos del PBI, lo van a pagar los jubilados, el campo, los productores y la clase media.

          Ustedes no quieren llamarla así porque en su campaña decían que venían a consagrar derechos. Sin embargo, lo primero que hicieron con el proyecto que enviaron a este Congreso fue congelar la inclusión de nuevos medicamentos en el Programa Médico Obligatorio. Esto es que los ciudadanos y ciudadanas perdamos el derecho a reclamar a las obras sociales la cobertura del acceso a la salud.

          Lo que también hizo su primer proyecto fue congelar la aplicación de la fórmula de movilidad jubilatoria, decirle a los jubilados, aquellos por los que algunos se rasgaron las vestiduras hace dos años, que esperen seis meses, que quizás después encuentren la fórmula que les permita recuperar lo perdido, pero por lo pronto los congelan.

          A cambio de eso, casi como si fuese un placebo, para compensar, les dieron un bono por dos meses ‑algo que también cuestionaron hasta el cansancio- a cambio del derecho constitucional a la movilidad. Vamos a abrir de nuevo –tal como se dijo ayer hasta el cansancio- una catarata de juicios laborales. De nuevo, el achatamiento de la pirámide.

          Por otro lado, se animaron a más. En su proyecto congelaban no solamente las jubilaciones en general sino también las de los investigadores, las de los docentes, las pensiones de quienes han sido víctimas de la última dictadura militar. Su proyecto congelaba a los niños y niñas que reciben una indemnización cuando sus madres fueron víctimas de femicidio. Eso es lo que mandaron al Congreso los que dicen que venían a consagrar derechos.

          También dijeron que venían a proteger al sistema científico y tecnológico, pero su proyecto contenía el artículo 85, que lo borraron porque finalmente les dio vergüenza. Se trataba de un artículo que los habilitaba a desguazar, eliminar, suprimir los organismos descentralizados del Estado, el INTA, el INTI, el Conicet, la SIGEN, todos.

          Recuerdo que en la última reunión de la Comisión de Ciencia y Tecnología algunos del actual oficialismo dijeron: “Preferimos no tocar la ley de ciencia porque queremos modificarla integralmente.” La verdad es que nunca nos imaginamos que lo querían hacer tan rápido y a espaldas de la comunidad científica y tecnológica.

          Además, algunos nos preguntábamos por qué tan rápido. Recién el diputado Iglesias hacía números de estos tres días en los que el Congreso va a terminar sancionado la ley. Todo está a la luz: cada hora que pasa los ciudadanos, la prensa y los que están analizando en profundidad este proyecto se dan cuenta de que detrás de esto hay una verdadera estafa al votante, una verdadera estafa al compromiso que ustedes asumieron.

          Así empezaron a recoger el hilo y a arrepentirse de muchas cosas que incluyeron en el proyecto. Esperamos que sigan así y que finalmente en el debate en particular alguna de estas vulneraciones de derechos no se terminen de consagrar.

          El tiempo para hacer uso de la palabra no va a ser suficiente para poder extenderme en profundidad sobre esta propuesta. Simplemente quiero decir que esto que ustedes están queriendo aprobar hoy es una ley de superpoderes; ni en 2001 se animaron a tanto: nueve delegaciones, nueve emergencias.

          Lo que hay que hacer es copiar todo lo que dice el artículo 75, donde se fijan las facultades del Congreso, y llevarlo al artículo 99, para dárselas al presidente. Eso es lo que ustedes están pretendiendo que votemos, que apaguemos la luz del Congreso, que lo cerremos y que depositemos en Alberto la confianza para que resuelva los problemas por la magia divina.

          Dijeron que vuelven mejores, demuéstrenlo. No es esta ley el camino.

          Para ir cerrando mi discurso quiero decir que me hubiera gustado muchísimo poder acompañar, por ejemplo, la iniciativa del plan de lucha contra el hambre. Nada de eso tiene este proyecto. Hay un solo artículo que lo único que hace es restringir la eliminación del IVA a los alimentos en lugar de prorrogarla.

          Deseo plantear dos cuestiones más. Hablaron mucho de la materia ambiental. Este proyecto está yendo para atrás con las energías renovables, habilitando la megaminería y  los hidrocarburos, volviendo al monocultivo de la soja.

          Hablaron de reactivación productiva. El diputado por la provincia de Córdoba, que dijo que había estado en Holmberg, le tiene que ir a decir a ese productor pyme que quizás sí le van a dar esta prórroga para que pague sus deudas, pero que con eso le van a aumentar las contribuciones  patronales, le van a aumentar impuestos y le van a aumentar los derechos de exportación.

          Finalizo con una última mención y un pedido: reconsideren lo que están haciendo con la ley de economía del conocimiento. Están borrando de un plumazo una ley que tuvo un enorme consenso en este Congreso, que era continuación de una política que ustedes implementaron, la ley de software, que hoy están modificando. Ni siquiera están considerándola en las excepciones respecto del capítulo de contribuciones patronales.

          Para no extenderme, adelanto que voy a proponer cambios durante la discusión en particular. Ojalá demuestren que realmente vinieron a reconstruir el país y no sean una nueva versión del “Vamos por todo”. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Acerca de la referencia realizada por la señora diputada Austin sobre la organización de esta sesión, como todos saben esa tarea es responsabilidad de la Presidencia.

          Para que no haya dudas, aclaro que aun contra la voluntad de este presidente, el vallado que se montó afuera del Congreso fue decisión del gobierno de la Ciudad. Reitero que no fue decisión de esta Presidencia. (Aplausos.)

          Tiene la palabra la señora diputada Ocaña, por Buenos Aires.

 

Sra. Ocaña.- Señor presidente: bajo el pomposo título “Ley de solidaridad social y reactivación productiva”, este proyecto de ley esconde, entre otras cosas, la suspensión de la cláusula de movilidad jubilatoria, un aumento sustancial de impuestos para los sectores productivos del campo y de la clase media y una relajación de los controles del Estado. Creo que esa es la síntesis de esta iniciativa.

          Quiero referirme a algunos aspectos en particular, entre ellos, a la emergencia sanitaria. Todos estamos de acuerdo en que la salud está en crisis. De todos modos, les recuerdo que la salud está en emergencia desde 2001. Las leyes de emergencia no cambiaron las crisis de la salud. Y, tal como manifestaron varios señores diputados preopinantes, sigue habiendo un enorme déficit en salud.

-   Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1º de la Honorable Cámara, doctor Álvaro Gustavo González.

 

Sra. Ocaña.- Uno hubiera esperado que el proyecto de ley más que declarar la emergencia sanitaria, incluyera medidas concretas que quienes estamos en salud sabemos que son necesarias para resolver el problema del sector. Me refiero específicamente a desgravaciones, prórrogas y medidas impulsadas por el gobierno anterior que mejoran la situación del sector. Por ejemplo, la compensación de cargas sociales con créditos fiscales.

          Vemos con preocupación que la emergencia apunta a los medicamentos. Valoramos la tarea del Observatorio de Precios porque todos sabemos cuánto aumentaron los medicamentos en los últimos dos años; prácticamente duplicando la inflación.

          Nos preocupa que la autorización general a las compras esté por encima de las normativas legales y en contra de los niveles de transparencia.

          Cuando tratamos el Plan de Inmunizaciones en el marco de la emergencia, el Estado firmó un convenio con los laboratorios para la compra de vacunas. Por ejemplo, desde 2010 a la fecha se compraron cerca de 78 millones de vacunas y lo cierto es que solamente se inmunizaron 48 millones de personas. Es decir que el 40 por ciento de las vacunas compradas bajo esa modalidad fueron destruidas, generándose un enorme negocio para algunos laboratorios. Entiendo que eso está muy lejos de la concepción de una emergencia.

          Por otro lado, me llamó mucho la atención que en el marco de esta emergencia y de mejorar el precio de los medicamentos, no se haya mencionado el tema central de los laboratorios públicos. Hay una red de laboratorios públicos que puede contribuir en gran medida a bajar los precios de los medicamentos. Sin embargo, creo que el proyecto de ley en tratamiento nada dice al respecto.

          También vemos con preocupación la cobertura de los medicamentos por parte del PAMI. Aquí se dijo que se va a garantizar la cobertura gratuita de los medicamentos a los jubilados que ganan la jubilación mínima. Con todo respeto sugiero al presidente de la Nación que ponga en vigencia la resolución 337 del PAMI por la cual se entregaban gratuitamente los medicamentos a quienes destinaban más del 5 por ciento de sus ingresos a adquirirlos. De no proceder de ese modo, pido que al menos mantenga vigente la norma actual por la cual se autoriza la cobertura gratuita de medicamentos gratuitos a aquellos jubilados que reciben un haber de hasta 21.100 pesos. No les bajemos esa cobertura a los viejos. Me parece que en ese punto se trata de otra falsa promesa.

          Por último, considero que el tema previsional es medular y central, ya que se busca reducir el déficit del Estado en dos puntos del PBI, y que ese costo lo paguen los jubilados. Entonces, para que todos lo entiendan, debo decir que la suspensión se debe a que la modalidad votada en 2017, de aplicarse en 2020, claramente los favorecería. El diputado Petri lo explicó anteriormente y traje un cuadro que muestra cuál sería el incremento de las jubilaciones aplicando la fórmula actual y la anterior. No hay bono que pueda justificar esta diferencia. Por ello, solicito a la bancada oficialista que garantice que los jubilados recibirán como mínimo lo que les correspondería por la movilidad.

          Me preocupó algo que ayer dijo el ministro al referirse a los jubilados de privilegio. A mi entender ellos no son los maestros ni los investigadores ni los ex combatientes ni los que cobran una pensión universal ni los jubilados que ganan más de 20.000 pesos. Los privilegiados son los que figuran dentro de determinados regímenes del Estado. Queremos discutir en serio sobre esas jubilaciones, tal como lo hicimos en la provincia de Buenos Aires, donde la gestión de María Eugenia Vidal eliminó las jubilaciones de privilegio que existían.

          Estamos dispuestos a discutir también la reducción del costo de la política en la Argentina. Pero bajo ningún punto de vista queremos que quienes construyeron la patria y aportaron durante treinta o cuarenta años sean considerados privilegiados o se los prive de sus derechos.

          Por todo lo expuesto, no vamos a acompañar este proyecto de ley.

          Pido autorización para insertar mi discurso en el Diario de Sesiones.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Bazze, por Buenos Aires.

 

Sr. Bazze.- Señor presidente: estamos considerando un proyecto que impone una delegación de facultades del Congreso al Poder Ejecutivo. Esto se contrapone con la letra y el espíritu de la Constitución Nacional, tal como fue planteado por varios señores diputados del interbloque Cambiemos.

          Nos preocupa que el flamante gobierno pretenda contar con facultades que no le corresponden. Nos preocupa la actitud del gobierno, sobre todo luego de haber escuchado el discurso del presidente de la República hace pocos días en este mismo recinto.

          Nos preocupa el contenido económico y las consecuencias sociales de este proyecto. Para mí está claro que este proyecto tiene dos objetivos. El primero es la pretensión del gobierno de resolver un problema de caja incrementando los recursos y disminuyendo los gastos. En principio eso no está mal en sí mismo. El problema son los instrumentos que se usan para alcanzar el objetivo.

          Nos preocupa que para incrementar los recursos se ejerza una mayor presión tributaria sobre la clase media y media baja de la sociedad.

          Tal como explicaron los diputados Laspina y Pastori, el aumento de los impuestos inexorablemente va a recaer sobre el esfuerzo de las clases media y media baja que, como todos sabemos, hace mucho vienen haciendo un esfuerzo que se incrementa año tras año.

          Por lo tanto, nos parece absolutamente injusto que ese sector de la sociedad deba hacerse cargo del aumento en la presión tributaria. Además, si realmente pretendemos lograr una reactivación de la economía en la Argentina que nos permita generar empleo y de esa manera avanzar para terminar con la pobreza, nos parece un error importante desde el punto de vista económico aumentar los impuestos justamente sobre el sector más dinámico de la economía. Por eso es que me parece que el gobierno desde este punto de vista comete un error importantísimo.

          La otra cuestión es lo que acaba de decir la diputada Ocaña. La verdad es que reducir los gastos del Estado nacional a partir de disminuir las jubilaciones, condenando a millones de jubilados en la Argentina a una jubilación inferior a la que les corresponde -a la que deberían tener si se actualizará el haber jubilatorio-, nos parece absolutamente injusto.

          Por eso digo que los instrumentos que se utilizan para solucionar este problema de caja que quiere resolver el gobierno a fin de equilibrar las cuentas, son injustos y equivocados.

          Además, el gobierno persigue otro objetivo, que es contar con un instrumento que le permita sentarse en el proceso de renegociación de la deuda externa. También desde este punto de vista nos parece un error importante. Por lo menos existe un cambio de discurso y de orientación. A lo largo de toda la campaña el actual presidente de la República manifestó claramente que haría comprender al Fondo Monetario Internacional que Argentina no podía pagar la deuda a partir de un nuevo ajuste y que necesariamente honraría esa deuda con el crecimiento de la economía. Por ende, apuntaba previamente al crecimiento de la economía.

          Claramente este no es el camino que se está siguiendo; lo único que tenemos acá es este proyecto que incorpora un ajuste realmente importante. Seguramente este instrumento se va a utilizar para la renegociación de la deuda.

          Lo que más me preocupa es que todo esto se hace ante la ausencia de un programa económico. El gobierno no ha explicitado el programa económico con el que piensa resolver la compleja situación de la economía argentina que todos ustedes advierten que existe y que nosotros reconocemos. Claramente la situación económica de Argentina es compleja y difícil y hay sectores que están pasando por una situación muy complicada, pero también está claro que el gobierno no alcanza a explicitar cuál es el programa económico que va a seguir.

          De hecho, lo único que han hecho los ministros en cada una de las reuniones es expresar títulos y hablar de generalidades y de buenas intenciones, pero el gobierno no ha explicitado en ningún momento cuál es el programa y el proyecto económico que tiene para resolver la compleja situación económica que atraviesa la República Argentina.

          Hasta el momento, lo único que tenemos es este proyecto que implica un ajuste muy importante. Por eso es fundamental que el gobierno rápidamente explicite y comunique a la sociedad argentina el programa a partir del cual piensa recuperar la economía. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).-  Tiene la palabra el diputado Larroque, por Buenos Aires.

 

Sr. Larroque.- Señor presidente: creo que este debate tenemos que llevarlo con mucha tranquilidad y responsabilidad. Quienes fueron oficialismo hasta el 10 de diciembre tienen que seguir ocupando un lugar en la política y aunque no compartamos, entendemos y comprendemos las peripecias discursivas que vienen realizando para disimular el estado catastrófico en el que dejaron el país.

          Por lo tanto, discutir si hay que declarar la emergencia ante una crisis tan profunda como la que vive el país –que se palpa simplemente saliendo a la calle- no tiene sentido. Nadie quiere discutir la emergencia; preferiríamos avanzar sobre cuestiones vinculadas al mediano y largo plazo y los planteos estratégicos que nos preocupan a todos, pero objetivamente necesitamos solucionar temas urgentes a fin de que el Poder Ejecutivo, que fue quien el pueblo ha definido que tiene que resolver este atolladero en el que dejaron el país, pueda contar con esos instrumentos.

          Subjetiva, metafórica o paradójicamente esta sesión se está desarrollando el 19 de diciembre. Hace 18 años, en esta fecha, el país volaba por el aire y se sumía en una de las crisis más profundas de su historia.

          El diputado Valdés dijo que tal vez un problema que tenemos en forma recurrente es que el país vuelve a caer en este tipo de crisis y no podemos encontrar cuál es el motivo.  El motivo creo que lo tenemos que buscar en el fracaso histórico del liberalismo. Digo “liberalismo” porque de “neo” no tiene nada. En 40 años el liberalismo años se puso el país de sombrero en tres oportunidades: con Martínez de Hoz, en los 90 con la experiencia que finalizó con la presidencia de la Alianza de Fernando de la Rúa y la que terminó recientemente. A diferencia del contexto del 19 y 20 de 2001 ‑si bien podemos encontrar coincidencias en el plano de la crisis económica y social‑, hoy existe una notoria confianza de la sociedad en la política. Nosotros y el Poder Ejecutivo tenemos esa responsabilidad.

          A partir de la confianza que nos ha delegado la sociedad debemos resolver lo urgente y encarar el debate de fondo que tiene que ver con encontrar un modelo, una política nacional y una ideología nacional que estabilice nuestro país en el tiempo, que permita generar un modelo de desarrollo con justicia social acorde a la dignidad que merece nuestro pueblo. Este debate es apasionante.

          Objetivamente, el liberalismo que pregona la falta de intervención del Estado en la economía nos lleva a la catástrofe; lo contrario a esto, es la necesaria intervención estatal y del gobierno elegido para conducir el Estado. Este ámbito y muchos otros fuera de aquí sirven para discutir cómo se dosifica esa intervención. Sabemos que la intervención absoluta fracasó a lo largo de la historia en las experiencias que podemos estudiar a nivel mundial. Entonces, el debate apasionante que nos convoca para reconstruir la Argentina es de qué manera el Estado –la institución que tiene la capacidad de regular el proceso económico‑ interviene y genera las mejores condiciones de vida para el conjunto del pueblo.

          Sin estridencias, sin volvernos locos y sin  dramatismo, tenemos que encarar ese debate profundo que también es filosófico, porque al entrar en tensión los derechos del individuo y de la comunidad debemos apuntar al equilibrio. Este es el gran desafío. El que ha sido elegido para conducir ese desafío es el presidente Alberto Fernández. Entonces, tenemos que darle las herramientas para salir de la emergencia y así permitirle cristalizar la convocatoria que hizo el día de su asunción para que el pueblo pueda construir los instrumentos, los ámbitos y las ideas políticas que estabilicen un modelo de justicia social para todos los tiempos en la República Argentina. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).-  Tiene la palabra el diputado Hein, por Entre Ríos.

 

Sr. Hein.- Señor presidente: con la responsabilidad que uno tiene como diputado nacional y después de ocho horas de debate, llego a la conclusión de lo poco que nos escuchamos. Este es el problema de los argentinos.

          En un momento clave, tan complicado y de tanta división nos ven muy sordos a los representantes del pueblo de la Nación. Luego de ocho horas de estar aquí sentado veo que hay más de 140 diputados ausentes. Esto me hace pensar en que o bien ya está todo hecho y no vale la pena estar, o no vale la pena decir las cosas porque no nos van a escuchar. Ahí es donde cabe la responsabilidad de nosotros, los que somos representantes de una nación, que venimos de provincias del interior, que venimos batallando el día a día, que venimos de la parte privada, contratistas rurales, productores agropecuarios; no oligarquía. Lo de “oligarquía” cae en el facilismo de que, cuando no se tiene argumentos, lo más fácil es descalificar a las personas.

          Lo digo con conocimiento de causa, porque sinceramente somos representantes y estamos ante la gran posibilidad de que se nos escuche; estamos ante la gran posibilidad de no volver a cometer los errores que se cometen con el atropello, de tocar siempre a los más mansos, que son los gringos del campo, pero no la oligarquía. Porque ahí radica el problema: cuando nivelamos al productor de 100 hectáreas con el de 1.000 o el de 5.000.

          Ahí es donde cabe la responsabilidad de trazar nuevos lineamientos sobre lo que se está por hacer. Pero para ello tenemos que escucharnos, caminar y conocer la realidad del interior.

          Pero hace un par de horas también se nos trató de caraduras; en un momento se nos pidió que hablemos de realidades. Hablemos de realidades, sí, pero también hablemos de autocrítica. Vengo de una provincia en la que desde hace 36 años gobierna el mismo color político. Estoy en política desde hace cuatro años, nada más, pero hace 36 años que nos gobierna el mismo color político. ¿Y saben qué? Tenemos la ciudad más pobre del país. Sin embargo, no escucho demasiada autocrítica. Puedo caminar por el Norte y mirar las provincias donde nos gobiernan ciertos colores políticos y donde radica también la pobreza extrema. Hagamos autocrítica.

          Nosotros en este momento somos oposición, sí, pero yo quiero que a mi presidente le vaya bien, porque mis hijos están acá, porque yo estoy acá, y porque mi familia, mis amigos y todos somos argentinos. Yo quiero que a mi presidente le vaya bien, pero tenemos que escucharnos; no tenemos que usar el poder sobre las personas sino para las personas.

          El tema radica en escucharnos, una palabra tan difícil en estos tiempos en la Argentina. Y no se trata de partido oficialista o partido opositor; se trata de autocrítica. Es lo que no tenemos los argentinos.

          Miro el articulado, lo leo, y si bien no soy un avezado, aprendo rápido. Sin embargo, no puedo aprender algo en 48 horas. Por más que me esfuerce, por más que quiera, me resulta difícil interpretar. En efecto, es imposible interpretar todo lo que nos están queriendo decir.

          En una cuestión hasta de respeto. Nosotros no ponemos trabas ni palos en el camino para que las cosas no funcionen. Venimos, damos quórum, pero tienen que escucharnos. No es el sí de los locos. Nos tienen que escuchar. Hoy veo una gran posibilidad en el oficialismo de empezar a cerrar eso que nos divide, porque sinceramente los cargos pasan, las gestiones pasan, pero tenemos que empezar a dejar legados. Está en nosotros, en nuestra responsabilidad. Yo no sé si no somos demasiado caros para el Estado; yo me planteo si no somos demasiado caros cuando no honramos el lugar que representamos, cuando no vemos la responsabilidad que tenemos sobre los argentinos. Debemos tener autocrítica; es una palabra que voy a repetir hasta el hartazgo, porque no se trata de cuatro, ocho o doce años; son décadas de habernos quebrado culturalmente, y los responsables somos la clase política. No echemos la culpa a nadie; hay de todos los sectores.

          Entonces, empiezo diciendo que es un momento clave para que se revea cierto articulado. Me llama la atención que por ahí se vea el tema de las jubilaciones como un cierto privilegio, o como que  las maestras, los científicos y los jueces sí tienen que estar exentos. Ahora, ¿cuándo nos vamos a acordar de nuestros combatientes de Malvinas? Ahí no hay colores políticos. ¿Cuándo, de verdad, vamos a reivindicar a nuestros combatientes de Malvinas? Ahí está nuestra historia. Los mandaron y ellos no quisieron ir. La verdad es que yo tenía 10 años cuando nuestros combatientes fueron a pelear. Entonces, empecemos a unirnos sobre cosas que de verdad nos han quebrado como sociedad, porque eso es la memoria.

          Entiendo que son momentos complicados, pero tiremos todos del mismo carro. Nosotros seremos una oposición sólida, seremos una oposición firme y estaremos para ayudar a nuestro presidente. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Brawer, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Brawer.- Señor presidente: supongo que ninguno de los aquí presentes estamos contentos de discutir un proyecto de ley en el marco de la emergencia. A todos los argentinos de bien nos hubiera gustado que cumplieran con las promesas de campaña, que sostuvieran lo que nosotros hicimos bien y que mejorasen lo que nosotros hicimos mal. Pero hicieron todo al revés.

          Evita decía que, donde hay una necesidad, nace un derecho. En cambio, adonde había un derecho, ustedes crearon una necesidad. Y así nos encontramos en esta situación de emergencia: volvió el sarampión a la Argentina, volvió el hambre, nuestros tataranietos están endeudados, estamos en situación de emergencia y ustedes hoy no dieron quórum. Casi no nos permiten jurar a los diputados entrantes, violando el derecho constitucional a la representación.

          Ustedes, que devaluaron el 537 por ciento, afectando así toda la economía, se quejan por el 30 por ciento que se impone a aquellos que tenemos la suerte de poder viajar al extranjero.

          Ustedes, que generaron un aumento del 400 por ciento en los medicamentos, haciendo que nuestros jubilados tuvieran que pensar qué medicamentos compraban u obligándolos a endeudarse para poder pagarlos, no dieron quórum para una ley que permite el Ministerio de Salud monitorear que los precios de los medicamentos sean justos y que nuestros jubilados tengan la medicación gratis.

          Generaron cuatro millones de nuevos desocupados, pero no votan una ley que implica una de las moratorias más grandes para la República Argentina: 120 cuotas van a tener nuestras micro, pequeñas y medianas empresas para poder reactivar la economía argentina.

          Esta ley busca reducir las cargas tarifarias para que las empresas y las familias puedan tener una vida digna en lugar de fundirse como consecuencia de que ustedes aumentaron las tarifas en un 3.800 por ciento.

          Aquellos que hicieron perder 20 puntos el poder adquisitivo de nuestros jubilados le tienen miedo una ley que pone 10.000 pesos en el bolsillo de los que menos tienen. Lo que se busca es reorganizar nuestro sistema jubilatorio para hacerlo sustentable y equitativo. Eso es lo que necesitamos en nuestro país: equidad.

          Esta ley busca mejorar la situación de todos aquellos que tuvieron el sueño de una vivienda propia a través de los créditos UVA, a quienes ustedes les destruyeron la vida.

          Ante esta tragedia y esta situación que estamos viviendo, es obvio que el Poder Ejecutivo necesita las herramientas necesarias para tomar decisiones y para llevarlas adelante con la celeridad que las circunstancias requieren.

          Necesitamos reordenar las prioridades; necesitamos derechos para todas y todos, no privilegios para algunos; necesitamos proteger los intereses comunes del conjunto de la sociedad.

          A la política del “sálvese quien pueda” nosotros le oponemos la lógica de la solidaridad. Como dice nuestro presidente, tenemos por delante un enorme desafío: poner a la Argentina de pie. Eso es lo que estamos intentando hacer con esta ley, y espero que nos acompañen. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Leiva, por Chaco.

 

Sr. Leiva.- Señor presidente: ante todo, pido por favor a los diputados de la oposición que, cuando hablan de los veteranos de Malvinas, se abstengan de defendernos porque, en realidad, jamás hicieron algo por nosotros. (Aplausos.)

          En la historia reciente hubo un presidente, llamado Néstor Kirchner, que nos reconoció y nos otorgó la pensión para veteranos de guerra. Antes, teníamos una pensión graciable. (Aplausos.)

          No puedo dejar de reflexionar acerca de que el mentiroso actúa como mentiroso y el caradura, como caradura. Si ahora estamos debatiendo sobre estas cuestiones, es simplemente porque no quieren hacerse cargo de la tierra arrasada que dejaron. ¡No quieren hacerse cargo de los niños y de las niñas de nuestra patria que no tienen para comer! ¡No se quieren hacer cargo de los miles de desocupados que dejaron!

          Soy de los que creen que no es que se equivocaron, sino que vinieron a hacer lo que finalmente hicieron: sacar la plata a la clase media, al humilde y al que tiene muy poco, para transferir esos recursos a sus patrones. (Aplausos.)

          Hoy estamos en este recinto para debatir y defender aquello que prometimos al pueblo de la Nación Argentina. ¡Por eso queremos decir orgullosos al señor presidente, Alberto Fernández, que tendrá esta ley para poner al país de pie, para llevar un poco de justicia a tantos hogares argentinos! (Aplausos.)

          Algunos han preguntado de qué emergencia estamos hablando. La madre que no tiene dinero para comprar leche a su hijo, ¿no está en emergencia? La madre que debe comprar un solo pañal en el kiosco de la esquina, ¿no está en emergencia? El trabajador desocupado que fue expulsado y se encuentra en situación de calle, ¿no está en emergencia? El hombre o la mujer que trabajó durante toda su vida y que, como producto de la política del gobierno anterior, tuvo que bajar la persiana, ¿no está en emergencia?

          Pensemos también cuando faltan remedios en los hospitales u observamos el saqueo que tuvo lugar durante los últimos cuatro años. Hace instantes escuché los cálculos que hacía un señor diputado. Pero olvidó decir dónde fueron los 47.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional y también olvidó dividir esa cifra por cuatro para saber por cuánto nos endeudaron en cada año de ese gobierno o cuánto le corresponderá pagar a cada argentino.

          ¿No es estar en emergencia que a nuestros pibes les hayan sacado las computadoras o que a los discapacitados les quitaran su pensión? ¿Eso no es ser caradura? ¿Acaso no es faltar el respeto a la gente? (Aplausos.)

          Vengo de General José de San Martín, un pueblo del interior de la provincia del Chaco. Durante los cuatro años de mi mandato inaugurábamos cien o ciento cincuenta viviendas por año. ¿Saben los señores diputados cuántas se inauguraron en el gobierno de Macri? Cero. En Paraje Buena Vista, donde cursé la escuela primaria, los chicos pedían netbooks; hoy, piden para comer. ¡Eso es lo que dejó Macri! ¡Eso es lo que dejaron los defensores de la República y quienes ahora se llenan la boca hablando de la Constitución Nacional!

          Estamos en este recinto para llevar a la práctica lo que prometimos al pueblo. ¿Dónde está la “pobreza cero”? ¿Dónde están los tres mil jardines de infantes? ¿Dónde está el respeto a las instituciones?

          Volvimos, es cierto, como siempre lo hicimos. Volvimos después del golpe de 1955; volvimos después del golpe de 1976 y de los treinta mil desaparecidos. Ahora, hemos vuelto simplemente para corregir tanta inequidad, tanta injusticia y tantas barbaridades que se hicieron en nombre de la democracia y las instituciones.

          Como he dicho tantas veces en el Chaco y principalmente en mi ciudad, como peronistas hemos aprendido de Perón. La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el de la gente. ¡Ese es el interés que hoy venimos a defender! (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Benedetti, por Entre Ríos.

 

Sr. Benedetti.- Señor presidente: adhiero, en general, a los fundamentos desarrollados con muchísima claridad por los expositores de mi bloque, y anticipo que no acompañaré esta formidable y fenomenal delegación de facultades.

          No lo haré porque realmente no se justifica. Hay muchas dificultades, pero las instituciones de la democracia están funcionando plenamente. Lo que ocurrió ayer en el Congreso de la Nación y lo que está ocurriendo ahora habla a las claras de la velocidad que el Parlamento puede imprimir al tratamiento de distintas cuestiones que son propias de la división de poderes.

          Hechas estas consideraciones, dado el escaso tiempo de que dispongo quiero abocarme a un tema en particular. Me refiero a la contradicción que existe respecto de uno de los gravámenes que aumentarán de sancionarse este proyecto.

          El miembro informante del oficialismo sostuvo que esta ley es una definición en sí misma, ya que es de solidaridad social y reactivación productiva. No obstante, el incremento aplicado a las retenciones tendrá un efecto absolutamente contrario a lo que significa una reactivación productiva.

          Quiero referirme especialmente a las retenciones agropecuarias.

          Las retenciones son, en general, un mal impuesto; pero las agropecuarias son, además, inequitativas, dado que no se distingue entre ganancia y pérdida, y tampoco se consideran las dificultades climáticas que pueden afectar a las producciones que contribuyen al desarrollo de los pueblos del interior del país.

          Estamos de acuerdo con que, en situaciones especiales, pueden reinstalarse las retenciones agropecuarias. Nuestro propio gobierno debió hacerlo, luego de haberlas derogado. Ahora, no hay razón para que estas retenciones, que ya fueron actualizadas, sean aumentadas.

          De sancionarse este proyecto de ley, asistiremos por cinco años a un desdoblamiento cambiario en el que habrá dos tipos de dólar: el de los productores y aquel que rija los precios de la economía, o sea, el que resulte de aplicar el 30 por ciento al valor del dólar. Quienes produzcan trigo y maíz, cobrarán un dólar de 50 pesos, pero tendrán que referenciar muchos insumos con un dólar equivalente a 80 pesos. Para quienes produzca soja, serán 40 pesos versus 80.

          Lo más grave es que la situación es absolutamente inequitativa, dado que no se discrimina por tamaño y lugar de producción; entonces, solamente ganan aquellos que se encuentran en zonas de privilegio o manejan grandes volúmenes de producción.

          Podemos discutir si hay que aumentar la alícuota de ganancias cinco o diez puntos, o como está planteado en este proyecto de ley, el impuesto a los bienes personales, pero en este incremento de las retenciones no hay justicia, porque para una actividad productiva que da vida a los distintos pueblos del interior se pide un aumento por encima de la actualización, mientras que para actividades que están en manos de empresas concentradas, como son las mineras o las productoras de hidrocarburos, las retenciones agropecuarias se reducen a la mitad.

          Quiero terminar haciendo una reflexión dirigida a los distintos diputados que representamos al interior del país, esto es, a aquellos que están en vinculación con los pueblos, que viven de las distintas producciones agropecuarias y que no son terratenientes ni tienen que ver con los poderes concentrados. Por el contrario, son aquellos ciudadanos que dan vida a las economías regionales y que, de aprobarse una desproporción en el aumento de las retenciones, van a sufrir más pobreza, menos trabajo, menos producción y menos generación de divisas, que es lo que tanto necesita el país. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Schlereth, por Neuquén.

 

Sr. Schlereth.- Señor presidente: para hacer un uso apropiado y efectivo del poco tiempo que tenemos, y no redundar en detalles que dieron de manera acabada y muy precisa muchos compañeros del interbloque al que pertenezco, simplemente voy a destacar en cuatro o cinco renglones lo que creo que este proyecto de ley está pretendiendo establecer.

          En primer lugar, lo que se quiere implementar es un gran impuestazo a vastos sectores de las clases media y media baja de nuestra población, es decir, a pequeños productores, a comerciantes y a cuentapropistas. Se trata de un ajuste que representa algo más del 2 por ciento del PBI. De eso estamos hablando.

          Aunque incomode decirlo, este proyecto pretende una suspensión o congelamiento de la actualización que se consagró por ley para que los jubilados que cobran más de la mínima gocen de la movilidad de sus haberes. Como se dijo anteriormente, una cosa no quita la otra. Si la vocación del presidente es mejorar el haber de los que cobran la mínima, nosotros estamos de acuerdo. ¿Quién puede estar en contra de eso? Nadie. Lo que no nos parece bueno es que mientras tanto se le niegue al resto de los jubilados la posibilidad de seguir gozando de lo que la ley de movilidad jubilatoria consagró hace dos años.

          Me preocupa también la afectación que la concesión de superpoderes al Poder Ejecutivo puede generar en el sistema energético de nuestro país. Lo digo como representante del pueblo de una provincia que produce  gran parte de la energía de todo el país. Yo vengo de la provincia de Neuquén. Y si bien debo reconocer el gesto que significa la reducción de las retenciones a las exportaciones de hidrocarburos, lo cierto es que venimos de un pasado reciente donde los superpoderes y la discrecionalidad del gobierno central destruyeron el proceso de inversión en el sector, provocando que muchos argentinos se quedaran sin energía, incluso la necesaria para vivir.

          Podemos discutir, y de hecho creo que hubo un reconocimiento expreso del presidente Macri de la situación al suspender el proceso de actualización tarifaria, pero volver al escenario de unos años atrás nos va a poner en un brete muy grande.

          También me preocupa la gran discrecionalidad que este proyecto otorga al Poder Ejecutivo para establecer, quitar y modificar cuestiones vinculadas con la realidad de nuestro pueblo, en el sentido económico, social y administrativo, como dice uno de los primeros artículos de este proyecto de ley. Y lo que es peor, la delegación de facultades que este Congreso confiere al Poder Ejecutivo para que, entre otras cosas, se puedan hacer contrataciones sin procesos de licitación pública, se omita el accionar de organismos de control y se atente contra el sistema republicano.

          Frente a la situación de crisis que golpea a muchos sectores de la realidad argentina, que no desconocemos y, más aún, que asumimos que nuestro gobierno no pudo resolver ‑al menos en la medida de lo esperado‑, queremos decir con absoluta convicción que las soluciones más efectivas y duraderas que permitan a los argentinos superar esta realidad en el tiempo son las que deben surgir necesariamente de una interacción republicana e institucional, consensuada con gran amplitud. Eso es lo que este proyecto está rechazando.

          El proyecto enviado por el gobierno a este Congreso plantea un escenario de múltiples crisis, pero estoy convencido de que este instrumento no es la solución, aun cuando compartamos algunos de sus puntos. Si hay algo que no tenemos en la Argentina ‑y en esto creo que coincidimos, porque hubo diputados del oficialismo que lo han planteado‑ es una crisis institucional. No hay en la Argentina una crisis institucional que fundamente semejante delegación de concesiones y discrecionalidades de este Congreso al Poder Ejecutivo.

          Algunos diputados han señalado en reiteradas oportunidades la secuencia de crisis que hubo en las últimas décadas, y las soluciones a esas crisis muchas veces han tenido que ver con instrumentos como éste. La historia reciente nos muestra que así no se han resuelto los problemas, mucho menos si consideramos que son problemas de origen estructural.

          Proponemos generar soluciones desde el funcionamiento de las instituciones y desde el funcionamiento pleno de este Congreso, tanto de la Cámara de Diputados como de la Cámara de Senadores.

          No intentamos sacarle espacio de representatividad al presidente que asumió hace unas semanas y que el pueblo argentino votó. Pero este mismo pueblo también votó una representación popular en esta Cámara, así como la representación de los Estados provinciales en la Cámara de Senadores. Eso también votó el pueblo argentino. Votó una representación popular que no implica un cheque en blanco para el Poder Ejecutivo. Si algo tenemos claro desde nuestro espacio es que debemos respetar fielmente esa representación popular que salió a las calles y a las plazas.

 

Sr. Presidente (González).- Diputado Schlereth: vaya redondeando por favor.

 

Sr. Schlereth.- Ya termino, señor presidente.

          Ese pueblo es el que comprometió a los diputados y senadores a defender este régimen republicano e institucional, a partir del cual podemos encontrar las soluciones estructurales de nuestro país. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Correa, por Buenos Aires.

 

Sr. Correa.- Señor presidente: no puedo ni quiero escapar a mi condición de trabajador industrial, así que pretendo manifestar algunas cuestiones que me parecen relevantes.

          Es importante destacar que en la redacción de su renuncia el ministro Etchevehere liberó, como no se hace desde el Virreinato, dos millones de cueros sin producir. Esto es lo que pretendía el gobierno de Cambiemos: volvernos un país agroexportador, para ser los patrones de estancia y nosotros -los trabajadores‑ la peonada sin conquistas ni derechos. Esto lo tengo que manifestar y es preocupante, porque se está liberando sin producir casi el 20 por ciento de la faena del año entrante.

          También como trabajador quiero destacar la emergencia laboral para los muchos trabajadores y trabajadoras que durante cuatro años pelearon en los Concejos Deliberantes, en las Cámaras de Diputados y en la calle. Esta ley también se pudo conquistar desde la lucha de los compañeros y compañeras, pero el ex presidente la vetó. Por eso es tan importante que nuestro gobierno devuelva esos 180 días de tranquilidad para muchos trabajadores y trabajadoras que tienen que sostener su casa, familia e hijos. Es muy importante que uno sepa que no va a ser despedido antes de fichar tarjeta. Tengamos en cuenta que hay miles y miles de compañeros despedidos.

          Respecto de esta ley también quiero hacer alusión a las pymes, esas miles de empresas que cerraron en el Conurbano Bonaerense. Doy fe de esto, y quiero hacer mención a una curtiembre de Lanús, La Teresa, en la cual el dueño de la empresa literalmente entregó la llave a los trabajadores porque no podía afrontar la baja del mercado interno y los tarifazos del gobierno anterior.

          También quiero destacar a los trabajadores que han formado esas cooperativas de trabajo y empresas recuperadas. Quiero que se tenga en cuenta en la situación de emergencia a estos trabajadores y trabajadoras cooperativizados. Yo he recorrido mucho la provincia de Buenos Aires y han cerrado muchas pymes, han cerrados muchas medianas y grandes compañías, pero sinceramente no conozco una sola cooperativa conducida por los trabajadores y las trabajadoras que haya cerrado en estos cuatro años. Por eso quiero destacar esta situación de estos compañeros y estas compañeras. (Aplausos.) La condición de trabajador no la da el patrón sino el trabajo digno, y estos nobles compañeros y compañeras trabajadores y trabajadoras hoy siguen luchando por mantener sus unidades productivas y sus fuentes de trabajo.

          Durante los doce años de Néstor y Cristina tuvimos trabajo, buenos salarios y un avance social, pero no nos alcanzó. Luego sufrimos y padecimos cuatro años de macrismo. Pero considero que volvimos mejores, y por eso también les pido a mis compañeros y compañeras que tomemos conciencia de estas medidas y de lo que significan.

          Sinceramente, desde el marco institucional hemos participado y escuchado en los Concejos Deliberantes, regiones, provincias, colegios, universidades y hospitales miles y miles de declaraciones, exclamaciones y manifiestos respecto de la emergencia. Nosotros estamos dando una herramienta a Alberto y a Cristina para que hagan lo que tengan que hacer para que la emergencia deje de ser algo abstracto y que se consolide en una mejora para nuestro pueblo. Eso es lo que estamos haciendo aquí.    

          Con mucha humildad, quiero decir que se llenan la boca hablando de los poderes. Tuvieron el poder del Fondo Monetario Internacional bancándole una campaña, tuvieron el poder de la monarquía judicial y el de los medios, pero no les alcanzó. Nosotros no tenemos superpoderes, sino el poder que le dio el pueblo en las urnas a Alberto y a Cristina para cambiar esta historia. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Sand, por Corrientes.

 

Sra. Sand.- Señor presidente: durante todas estas horas he escuchado con mucha atención los argumentos de los diputados que no quieren acompañar este proyecto que hoy nos convoca. Muchos de ellos hablaron de preocupación por ciertos sectores y economías regionales mediante algunas chicanas y temores con normas que quieren imponer y generar a través de los medios de comunicación. Pero nosotros sabemos qué estamos haciendo bien y lo que estamos tratando de generar: una herramienta para que nuestro gobierno democráticamente constituido pueda priorizar a ciertos sectores. Las prioridades en este momento son el hambre, la pobreza, la indigencia y la desocupación, que no las generamos nosotros. Pero no vamos a echar culpas sino que queremos transmitir a la sociedad argentina que aquellos que nos votaron -como yo, que lo hice por una Argentina más justa- sepan que vamos a defender esas prioridades, porque con esta herramienta vamos a acompañar a nuestros hermanos argentinos que verdaderamente están pasándola mal. No es un relato o una ficción, señor presidente; en las grandes urbes como Buenos Aires, pero también en Corrientes, se ve muchísima pobreza, indigencia y desocupación. No me preocupan solamente los frigoríficos, Massalin Particulares en Goya, Alpargatas en Bella Vista, los grandes arroceros, los forestales, sino también el quiosco de la esquina, el comercio, los supermercados y todos aquellos que generan la economía diaria. Por eso creo que no podemos estar ausentes ante estos fundamentos que podemos llegar a dialogar y a consensuar. Esta ley es prioritaria para empezar a transitar y aprender la economía, como dice nuestro presidente. Seguramente, tenemos muchas cosas por consensuar, pero no se nieguen a aprobarnos esta emergencia a pocos días de estar gobernando, porque seguramente comenzando así podremos desarrollar las herramientas necesarias para tener una Argentina más justa e inclusiva. Por eso les pido que recapacitemos y reflexionemos, que no seamos indiferentes, que tengamos empatía,


una palabra que encierra muchísimas cosas que hoy acá no veo, no percibo, no siento. Entonces, eso me lleva a pensar que nuestras prioridades son diferentes. Sin embargo, en el medio de esas prioridades hay algo sobre lo que no debemos dejar de reflexionar: hay seres humanos, personas que sufren y que nos piden a gritos que dejemos de pelearnos entre nosotros y miremos a esa sociedad que hoy necesita que el sector político acompañe con prioridades. Primero, el hambre, seguramente después el desarrollo y, por último, los grandes sectores económicos que hoy pueden ofrecer esa solidaridad que nos pide nuestro presidente.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Banfi, por Buenos Aires.

 

Sra. Banfi.- Señor presidente: arrancar la gestión con una “megaley” de emergencia que regula nueve áreas, cuatro más de las cinco que se aprobaron en 2001, indica un marco de gravedad y anormalidad propio de una crisis institucional como la de 2001 o como la de la “hiper” del 89. Así que sin duda arrancamos exagerando.

          Sustituir el derecho normal de las cosas por un derecho de excepción, que en nuestro país se ha vuelto permanente, es abusar de la excepción como parte de la realidad cotidiana que demuestra el fracaso de la política y que la emergencia es endémica. Lo que permite sobrevivir a una Constitución es el respeto de la división de poderes, y este proyecto se atreve a violar la Constitución en el artículo 76 y en el artículo 99 inciso 3) en cuanto faculta al Poder Ejecutivo nacional a legislar sobre obligaciones tributarias.

          También se anima violar el artículo 9° y el artículo 75 inciso 1) para legislar sobre materia aduanera o derechos de exportación. Por lo tanto, esto merece al menos que miremos con cuidado este proyecto y su contexto. Para legislar está el Congreso; eso lo dice la Constitución. Sobre esto no hay ningún cambio de paradigma ni de época. La emergencia de 2001 se extendió por dieciséis años: incluso sobrevivió a la época de mayor auge económico. La extensión de los plazos se hizo una forma de gobernar. Suponer que los problemas de los argentinos se resolverán con una norma de emergencia después de haber recorrido un camino cuyos resultados sabemos que no fueron positivos, es simplemente querer tener esta ley para meterle la mano en el bolsillo a la gente, a los chacareros que viven de su producción, a los jubilados, a los inmigrantes, a los que reciben la AUH, a todos los que viven de su laburo. Acá no veo ningún privilegio.

          Otra de las consecuencias graves que trae aparejado gobernar en excepción es la corrupción. He escuchado decir al señor presidente que él quería combatir la corrupción. Ahora, en este texto se ve claramente la discrecionalidad y la falta de control que surge de esta propia norma, lo cual explica una forma de gobernar, incluso una ideología. De no ser así, este Congreso habría sancionado la ley de extinción de dominio o ustedes habrían dado quórum para tratar el proyecto de “ficha limpia”. (Aplausos.)   

          Si creemos que todos los problemas se resuelven con la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, entonces debemos reconocer que el sistema político y jurídico de nuestra Nación está liquidado y no sirve, especialmente porque transforma al Poder Ejecutivo en el principal legislador y al Congreso de la Nación en una escribanía del gobierno. ¿Les suena eso? ¿Eso quieren ustedes para este Congreso? ¿Eso quiere usted, señor presidente, para este Congreso?

          Voy a votar el rechazo de este proyecto de ley porque viola la Constitución Nacional, porque nos faltó tiempo de reflexión consensuada y porque nos vamos a perder la posibilidad de encauzar a la Argentina hacia el desarrollo y el fortalecimiento institucional.

          Hace nada más que seis meses votamos por unanimidad la ley de economía del conocimiento y ahora estamos borrando todos los beneficios que nos llenamos la boca diciendo que iba a tener esa ley.

          Señor presidente: voto en contra porque el remedio es peor que la enfermedad. (Aplausos.)   

 

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Tailhade, por Buenos Aires.

 

Sr. Tailhade.- Señor presidente: estamos hablando de emergencia, de dólares, de reactivación. Yo también me voy a referir a algo de eso. Voy a hablar de uno que no está en emergencia, que es Macri. Está en un avión a Qatar, se fue a ver la final de la Copa Mundial de Clubes. Se tomó el vuelo hace un par de horas, después de haber operado contra esta sesión y contra la jura de los compañeros que tenían que asumir la representación popular. En realidad, hace cuatro meses que está de viaje: desde el 12 de agosto de este año, cuando se levantó sin dormir y nos retó porque habíamos votado a Alberto. Después de eso siguió de viaje, tal como había sido en cierto modo su vida antes de ser presidente.

          Como decía, hoy está viajando a Qatar mientras nosotros estamos discutiendo la emergencia pública en nuestro país. Ese es el nivel de responsabilidad que tiene como oposición y que tuvo como presidente.

          Macri no está en emergencia, pero hay quienes lo estarán pronto. Me refiero a los exministros Dietrich y Aranguren. Sus emergencias se van a agravar. No sé si pudieron ver esta semana dos programas de televisión, uno en el canal 26 y otro en Crónica TV, en los que nos contaron que Guillermo Dietrich cobró 5,7 millones de dólares en coimas para habilitar el aeropuerto de Flybondi, para habilitar las operaciones de esa low cost. Nos cuenta esta investigación periodística que los pagos de 5,7 millones de dólares se hicieron en 75 giros de menos de 80.000 dólares para evadir los controles de lavado de dinero, disfrazados de gastos de alquiler de vehículos de la compañía Movilaut S.A. y Dietrich S.A. Group, con cuentas en Europa, en donde depositaban este dinero.

          La misma investigación dice que la SEC de Estados Unidos afirma que ese dinero fue girado a dos bancos ubicados en paraísos fiscales: el Banco del Caribe, en las Antillas, y el United Overseas, en Brunei. Nunca un Credicoop de Lomas Zamora, ¿no, Heller?

          Idéntica operatoria se atribuye a Juan José Aranguren en la misma investigación, en los dos canales de televisión, con dos periodistas prestigiosos, aunque con valores un poco menores: creo que hablaban de un millón y medio de dólares en coimas.

          Entonces, el discurso de la diputada preopinante y de algunos otros sobre que este proyecto va a generar corrupción, me parece que queda neutralizado por la fuerza de las evidencias.

          Hablando de evidencias, para cerrar, voy a hablar de la reactivación, pero no de la que dice este proyecto, la que busca Alberto y todos los que estamos acá, sino la reactivación de AUSOL, que tiene la concesión del peaje del Acceso Norte, empresa a la cual el presidente de la Nación, el exministro de Transporte Guillermo Dietrich y el extitular de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, regalaron 500 millones de dólares hace dos años o un año y medio, supuestamente porque había perdido muchísima plata en estos veinte años de concesión. Le regalaron 500 millones de dólares. Es una investigación penal que impulsé con otros diputados. ¿Pero de qué me acabo de enterar, señor presidente, que por supuesto vamos a aportar a la causa?


Resulta que estos 500 millones de dólares provienen de un acuerdo transaccional entre el Estado argentino y AUSOL, porque AUSOL había reclamado 1.000 millones de dólares en el CIADI en función del atraso tarifario, de las pérdidas, juanetes, etcétera; de todo pedía AUSOL, y estimó el perjuicio que le provocó el populismo en 1.000 millones de dólares.

          El presidente de la Nación dijo: “Vamos a arreglar esto en 500 millones de dólares”, sin preocuparse si lo que decía la empresa era efectivamente verdad, si no había ganado plata, si no había evadido, fugado. Bueno, resulta que no era nada cierto lo que decía la empresa, y acá tengo un fallo de la doctora Sandra Arroyo Salgado del 13 de junio de 2017, que declara extinguida la acción penal respecto de AUSOL en una causa por evasión agravada que le iniciaron funcionarios del anterior gobierno, de Vialidad y más concretamente del Órgano de Control de Concesiones Viales, el OCCOVI.

          ¿Qué dijo la denuncia?, y ya cierro. La denuncia dijo que había evadido cientos de millones de dólares. Se hizo la denuncia en el Juzgado Federal de San Isidro y la causa le tocó a la doctora Sandra Arroyo Salgado, que el 13 de junio de 2017, reitero, declaró extinguida la acción porque los muchachos de AUSOL habían entrado en el blanqueo de capitales que sancionó esta Cámara.

          Habían ingresado en el blanqueo que sancionó esta Cámara, deben de recordarlo. Habíamos prohibido a los funcionarios blanquear como también a los familiares, y lo primero que hizo el presidente fue autorizar el blanqueo para los familiares. Así su hermano metió 600 millones de dólares en el blanqueo, pero la empresa AUSOL también blanqueó toda la cantidad de dólares que se le acusaba de evasión.

          Lo más grave es que al 13 de junio de 2017, fecha de la extinción, no del blanqueo, porque el blanqueo fue antes, el presidente de la Nación era accionista de esta empresa. Entonces, no solamente blanqueó AUSOL como persona jurídica, y sabemos que están todas las teorías –soy abogado y no me vengan con que son personas distintas-, sino que también lo hizo el presidente de la Nación, que blanqueó dinero a través de la empresa…

 

Sr. Presidente (González).- Vaya redondeando, señor diputado.

 

Sr. Tailhade.- Cierro mi discurso y le agradezco el tiempo que me dispensó. Les pido por favor que vayan a hablar de transparencia, de institucionalidad y de República a otro lado. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Oliveto Lago, por la ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Oliveto Lago.- Sepa usted, señor diputado Tailhade, que si hay algo que se tiene que investigar, nosotros vamos a estar acompañándolo porque el compromiso con la transparencia no tiene que ver con los partidos, y esto nos debería unir a todos los que creemos que la transparencia en el ejercicio de la función pública nos define como dirigentes políticos pero sobre todo nos define como seres humanos.

          Dicho esto, voy a hablar del proyecto de ley en términos jurídicos. Montesquieu, en un libro maravilloso que se llama El Espíritu de las Leyes, dice que es necesario que el poder detenga al poder, y la base de la Constitución es la división de poderes, con los pesos y contrapesos que se tienen que dar en la República para evitar que una persona, una facción o un partido político se crea con derecho a ir sobre nuestros bienes, sobre nuestras libertades y sobre nuestro futuro.

          No es algo menor que la estructura de una Nación, de una República, se funde en una Constitución, y no es algo que se declama de pico, es algo que se vive, y los pueblos cuando se apartan de sus normas y de la Constitución terminan sufriendo mucho, porque el apartamiento de las reglas tiene consecuencias económicas, y hay que mirar las estadísticas. El golpe del ‘30 comenzó con la decadencia económica de la Argentina, y cada vez que hubo un golpe, como en el 76, eso también pasó.

          El artículo 1º declara nueve emergencias, y ya se dijo mucho de esto. Acá se festejó que se haya retirado el artículo 85, pero si nosotros dejamos en el artículo 1º la emergencia administrativa, se faculta de manera absoluta al Poder Ejecutivo a modificar estructuras, manuales de normas y procedimientos, designaciones y, sobre todo, se lo faculta a poder contratar por fuera de las normas de la administración pública.

          Eso también queda establecido específicamente respecto del tema de los medicamentos. ¿Díganme cómo se enfrenta a la industria farmacéutica y a los poderes concentrados si no tenemos licitaciones abiertas y transparentes para los medicamentos? (Aplausos.) Explíqueme cómo se hace. Porque si esto no es parte de un acuerdo de todos los sectores políticos, vamos a ver a Sigman manejando los remedios de la Argentina. (Aplausos.)

          Ustedes saben que respecto de la delegación de facultades, la regla general es que está prohibida, y las normas establecen de manera taxativa en qué casos puede haber delegación. Para esto las normas tienen que estar motivadas, tienen que tener plazo y alcance, y esto no se da en el proyecto de ley que hoy nos proponen para votar. En algunos casos no hay plazos, y en otros hay un plazo indefinido. Sobre todo, no se establece el alcance y en muchos casos no está la base.

          Díganme qué piensan ustedes sobre cuál sector se encuentra vulnerado. Lo tiene que definir la ley, porque lo que es un sector vulnerado para uno tal vez no lo es para otro. Las leyes se escriben, se motivan y tienen bien en claro cuál es el alcance. Si dejamos todo en manos de una persona, después no nos podemos quejar, se llame como se llame, de las consecuencias de ese acto.

          Finalmente, el artículo 38 habla de la absoluta delegación de facultades en materia impositiva, y esto también está prohibido por la Constitución desde 1819. ¿Y saben por qué el constituyente prohibió taxativamente la delegación en materia tributaria? Para evitar los lobbies, para evitar que una persona decida a quién se le pone impuestos y a quién se le saca, para evitar que un gobierno decida perjudicar una provincia en desmedro de otra. Tiene un sentido esa prohibición, y por eso pido que revisen el proyecto.

          Es cierto que hay circunstancias graves y nadie lo puede negar. Ahora, el presidente de la República puede decidir gobernar con las leyes y con la Constitución. Hoy estamos acá en vísperas de las Fiestas, en extraordinarias, considerando un proyecto de ley y por lo tanto no hay problema. Podemos venir todas las veces que quieran; existe en este Congreso la voluntad de dar respuesta rápida a los problemas de la Argentina.

          La situación económica de hoy es la que tenía Macri hace seis meses, pero no quiso traer a este Congreso nueve delegaciones, y eso define a un proyecto político.

          Finalmente, les quiero comentar algo que escribió un maestro, Guillermo O’Donnell, sobre los riesgos de tener un líder que gobierna bajo facultades delegativas. Decía O’Donnell: “Por momentos, el líder delegativo parece todopoderoso. Pero choca con poderes económicos y sociales con los que, ya que ha renunciado en todos los planos a tratamientos institucionalizados, se maneja con relaciones informales. Ellas producen una aguda falta de transparencia, recurrente discrecionalidad y abundantes sospechas de corrupción.”


De corazón, esperamos que esto no defina al gobierno de Alberto Fernández. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Carrizo, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Carrizo (A.C.).- Señor presidente: como parte integrante del radicalismo en esta Cámara, voy a votar en contra de este proyecto, pero quería hacer cuatro reflexiones que me parece que, después de tantas horas de debate, tienen que ver con el rol que los diputados tenemos en esta Cámara.

          Primera cuestión: no es que voy a votar en contra ‑y esto me parece interesante- el debate sobre superpoderes sí o superpoderes no. Me parece que es muy interesante no demoniza dos instrumentos de gobernabilidad presidencial que son fruto de uno de los pactos democráticos más interesantes de la historia argentina: el pacto de Olivos y la consecuente Reforma Constitucional de 1994.

          No es fácil gobernar en la Argentina. Por eso lo usaron todos los gobiernos constitucionales, y lo usaron porque la verdad es que el costo de la estabilidad política en la Argentina es altísimo.

          Entonces, la primera cuestión es que no se trata de demonizar los recursos legales de gobernabilidad presidencial en el país. El punto es el contenido, la duración y la política de jubilaciones.

          Esto me parece importante, porque también debemos transmitir una tranquilidad a los ciudadanos argentinos. Si hoy se vota a favor, no es que es ilegal. En todo caso, habrá una mayoría que se ha equivocado, y si hay cuestiones inconstitucionales, iremos a la Justicia, pero no es que en el Congreso empieza y termina la democracia. Es un sistema de controles que empieza pero no termina en el Congreso Nacional. También está la Justicia argentina. Debemos reivindicar esos riesgos de decisión, pero no demonizar los instrumentos de los pactos constitucionales.

          La segunda cuestión tiene tres puntos. Uno es la magnitud: nueve emergencias, algunas en el vacío. Es decir que lo que preocupa no es solamente lo que dice la propuesta, sino también lo que omite.

          El punto dos es la duración. No es verdad que la emergencia, o las nueve emergencias, son de un año. Algunas, y todas las delegaciones impositivas, son de cuatro y dos años.

          El punto tres es el tema de la equidad. Se ha hablado aquí de las jubilaciones y las pensiones, y este asunto me preocupa. Debemos sincerarnos; ningún ajuste fiscal tiene épica, y mucho menos -esto está dicho en los fundamentos que envió el Ejecutivo- existe una épica de la ética de la responsabilidad.

          La única ética que hay en este paquete de estabilización y ajuste que estamos trabajando en esta sesión es la ética de la presión sectorial. En los ajustes fiscales pierden, pero hay ganadores, ¿y quiénes son los que ganan? Los que tienen capacidad de incidir para blindarse. Por eso, acá hay ganadores y perdedores. Entonces, no es verdad que esto es con todos y, sobre todo, es por ellas.

          Las más perjudicadas de este ajuste fiscal son las mujeres pobres de la Argentina. A ellas les quitamos la movilidad. El 96 por ciento de esas mujeres pobres reciben la Asignación Universal por Hijo. A ellas les quitamos la movilidad, la certidumbre, la capacidad de compra, y le damos bonos. Transformamos la política social en caridad. ¡Todo mal! No es verdad que las protegemos más. Para ellas, arbitrariedad y bonos, es decir, una terrible involución. Ese Ministerio de la Mujer, la Diversidad y la Igualdad, que está creando el Ejecutivo tendrá muchísimo trabajo.

          Tercera cuestión: se dice que Cambiemos usó los recursos extraordinarios de gobernabilidad; y lo hizo, pero no fue ninguna virtud. Produjo un ajuste y estuvo mal, y me lamento que el radicalismo que integró esa coalición no haya dicho “no” en este espacio legislativo, porque hay que evitar males. El punto es que hay que aprender. Los presidencialismos de coalición no funcionan con presidentes que imponen. No funcionó con Cambiemos, y la pregunta es por qué va a funcionar con el Frente de Todos.

          Mi mensaje es para el presidente de la Nación, doctor Alberto Fernández: ¿por qué va a privar a su propia coalición de la representación de un “no” cuando hay que decirlo acá en el Congreso? ¿Y por qué va a privar a la oposición de minimizar los daños? Acá no representamos a los gobernadores, que también son los que se blinda; acá construimos país.

          Por ello, me lamento -creo que es un error-; los presidencialismos de coalición no funcionan con la lógica de imposición. Hay que aprender, más que decir: “Como ellos lo hicieron, lo vamos a hacer nosotros también”. ¡No funcionó! ¿Creen que va a funcionar?

          Les voy a decir una cosa. Creo que el señor presidente de la Nación se priva de que su propia camada de diputados le pueda evitar los errores que desde la coalición Cambiemos no pudimos evitar.

          Por eso tengo alguna esperanza con el Senado; necesitan dos tercios. Si bien lo dudo, porque el Senado argentino es el más conservador de todas las democracias federales del mundo, tal vez esas mayorías, que no pudieron influir porque no están organizadas para minimizar daños y blindarse, puedan estar representadas ahí. Tal vez sí, tal vez no.

          Espero que quienes tienen que reunir los dos tercios mañana piensen en esas mayorías que hoy en esta Cámara de Diputados no estuvieron representadas. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Gaillard, por Entre Ríos.

 

Sra. Gaillard.- Señor presidente: en primer término, quiero decirle a la diputada preopinante que la veo muy preocupada por la institucionalidad, pero fue su gobierno el que nombró a los jueces de la Corte Suprema de Justicia por decreto. (Aplausos.) Fue su gobierno el que endeudó a este país, sin pasar por el Congreso y por decreto del presidente Mauricio Macri.

          Hace cuatro años, cuando Macri empezaba a gobernar, éramos respetuosos de la mayoría popular que lo había elegido, creíamos que iban a respetar todo lo que se había hecho bien, y que iban a cambiar lo que habíamos hecho mal, pero no sucedió así. Se ocuparon de destruir el Estado; se ocuparon de destruirlo todo.

          Y nosotros estamos muy orgullosos, diputada preopinante, de tener un presidente que se ponga los pantalones y tome las riendas del asunto para buscar una solución a todo el desastre que ustedes dejaron.

          Los plenos poderes que veo que tanto les asusta son necesarios porque son la herramienta que necesita hoy nuestro Poder Ejecutivo nacional para llevar adelante un conjunto de medidas que reactiven la economía y asistan a los sectores más postergados.

          No fueron respetuosos de la institucionalidad. Nosotros consideramos que el hambre del pueblo no admite la menor demora; que la reactivación de las pymes no admite la menor demora, y que hay que tomar cartas en este asunto. Por eso no nos vamos a dedicar a buscar responsables y a echar las culpas sobre ustedes y los cuatro años en que destruyeron el Estado y lo endeudaron en 200.000 millones de dólares que tenemos que pagar en los cuatro años, y dejaron al 40 por ciento de argentinos por debajo de la línea de pobreza. Vamos a buscar soluciones porque la sociedad hoy está esperando que demos respuestas.

          Por eso el conjunto de medidas que hoy estamos votando tiene que ver con eso; con suspender el aumento de las tarifas porque las pymes no soportan un aumento más; y tampoco lo soporta el pueblo argentino.

          Se trata de un conjunto de medidas que están pensadas integralmente para reactivar la economía y asistir a los sectores más postergados.

          Soy de una provincia y ¿sabe qué, señora diputada? En estos cuatro años, los gobernadores de la mayoría de las provincias argentinas tuvieron que salir a bancar, con política social y recursos propios, la desaparición y el retiro del Estado.

          No tuvimos reactivos para el VIH; dejaron de mandar medicamentos oncológicos; desjerarquizaron el Ministerio de Salud, convirtiéndolo en Secretaría, vaciándolo y dejando de lado el Programa Remediar, que nos permitía la asistencia de todos los centros de salud, entre tantas otras cosas. Por eso hoy hablamos de la emergencia sanitaria.

          Pero me quiero abocar aquí a hablar del turismo. Mucho se habla de este impuesto especial sobre el gasto que se hace en el exterior del país.

          Por haber sido secretaria de Turismo en mi provincia, me consta lo que significa el turismo y cómo dinamiza a las economías regionales.

          Hoy necesitamos tomar medidas para crear ahorro genuino. Se intenta promover el turismo interno para que se desarrollen nuestros destinos y, de esa forma, generar recursos económicos. Solo el último fin de semana largo, en Entre Ríos hubo más de 130.000 turistas, que gastaron 100 millones de pesos. Y así en cada destino turístico.

          Queremos que los argentinos veraneen en el país; queremos promocionar el turismo interno y por eso destaco una medida que se lleva adelante en mi provincia. Hoy tuvimos la visita del ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, con quien estamos trabajando junto con el sector privado para que haya un acuerdo de precios para que los argentinos, todas las familias, puedan tener vacaciones a tarifas razonables y que seamos competitivos.

          Quiero decirles que en los últimos años la balanza de argentinos que viajaron al exterior fue mucho mayor que la de los turistas extranjeros que ingresaron. Eso ha generado un balance negativo en dólares, y nosotros tenemos que lograr revertir esa situación. Si bien se ha ido disminuyendo, las fuertes devaluaciones que ha sufrido nuestro país no han hecho que se restringiera el consumo en el exterior, que ha sido siempre mayor que el del turista extranjero en nuestro país.

          Por eso, esta es una medida que pretende venir a salvar el déficit en la balanza negativa del turismo, promover el turismo interno y generar el desarrollo de nuestras comunidades.

          Lo digo porque en nuestra provincia el turismo es la tercera actividad económica más importante. Nosotros no pretendemos impedir que se viaje al exterior. Bienvenido sea quienes puedan viajar. Simplemente, esta suma fija intenta desalentar la salida de divisas y promover el desarrollo de nuestras economías.

          Por último, me parece que como nuestro presidente nos ha convocado al diálogo y a la unidad tenemos que hacer un esfuerzo entre todos los sectores para poner un poco de cada uno y sacar este país adelante; en ese sentido el apremio y el apuro por sancionar esta ley.

          Los superpoderes están contemplados dentro del artículo 76 de la Constitución, que claramente enuncia que si bien está prohibida la delegación, se permite siempre que haya bases y plazos, y esto se respeta perfectamente en el proyecto de ley que ha enviado el Poder Ejecutivo a este Congreso de la Nación.

          Tanto se habla de ética y responsabilidad que quiero pedirles que tengan la responsabilidad de permitirnos contar hoy con la herramienta que les dé soluciones a las pymes y a los millones de argentinos que están bajo la línea de pobreza. Es una herramienta fundamental para empezar a poner este país de pie. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Angelini, por Santa Fe.

 

Sr. Angelini.- Señor presidente: este proyecto de ley tiene por objetivo la declaración de nueve emergencias. Claramente, esto es asignarles a Alberto Fernández y a Cristina Fernández de Kirchner el poder total. Tiene como objetivo darle la suma del poder público al Poder Ejecutivo. También tiene como objetivo obviamente cerrar el Congreso de la Nación durante todo el año que viene.

          Se busca instalar el concepto o relato de “tierra arrasada” y que de esa forma se pueda gestionar todo el año 2020 sin ningún tipo de control por parte del Congreso Nacional. En definitiva, vuelve el “vamos por todo”.

          Desde el bloque de Juntos por el Cambio no lo vamos a permitir. Conocemos las dificultades. Obviamente estas dificultades no las tiene nuestro país hace dos o cuatro años. Lamentablemente, la Argentina tiene problemas estructurales desde hace treinta años, de los cuales veinticuatro gobernó el partido político que hoy quiere decir que hay una tierra arrasada.

          Pero vamos a los datos. Hoy encontramos un Estado que puede brindar un mejor servicio a los ciudadanos; un Estado que tiene mejores circuitos administrativos que los que nosotros recibimos. Porque sí, nosotros recibimos tierra arrasada cuando no había ningún procedimiento administrativo en ningún área de gobierno el 10 de diciembre de 2015.

          Gracias a que recuperamos el INDEC hoy podemos decir que la desocupación está por debajo del promedio de los últimos treinta años. También podemos decir que hemos reducido el déficit fiscal, tanto el primario como el total; que el stock de deuda que hoy tenemos está en alrededor del 50 por ciento del PBI, algo normal para países con nuestras características, y que gracias a un enorme esfuerzo del presidente Macri y de toda su gestión hoy tenemos superávit comercial, que es una manera bien genuina de lograr divisas y que de esa forma nuestro país pueda salir adelante en términos comerciales. Esto es gracias a que se abrieron más de doscientos mercados en todo el mundo que pueden comprar nuestros productos. Gracias a eso, mi provincia ‑Santa Fe‑ puede exportar productos y desarrollar las economías regionales.

          El 27 de octubre los argentinos votaron equilibrio. Por eso le decimos que no a los superpoderes.

          Pero hablemos un poco del proyecto. El proyecto declara la emergencia ‑como dije antes‑ en nueve áreas clave del Estado. ¿Por qué se giró solamente a dos comisiones? ¿Por qué se quiere un tratamiento exprés?

          Más absurdo aún es que hay distintos puntos, por ejemplo, el de las retenciones; se ha determinado que se mantengan durante dos años. Si la emergencia tiene un año, ¿por qué se fija que se van a conservar durante dos años?

          Más absurdo aún es que el impuesto ‑o devaluación encubierta‑ del 30 por ciento para compras en el exterior está previsto por cinco años, un año más que el plazo de gestión que tiene el Frente de Todos. Vuelve el “vamos por todo”; y se creen que van a vivir gobernando este país.

          Bajo el título de la emergencia en realidad se está escondiendo un brutal congelamiento a los jubilados, un impuestazo a la clase media y se está atacando una vez más al campo, que es uno de los sectores y motores que reactivan la economía argentina.

          Para terminar, señor presidente, quiero que sepan que quienes acompañen este proyecto no solamente van a atacar a los jubilados, a los veteranos de Malvinas, a quienes cobran la asignación universal por hijo, a las personas con discapacidad, a la clase media, a los sectores productivos ‑como el campo‑, sino que también atacan a la Constitución argentina, que es muy clara en el artículo 29. Dice: “El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional (...) facultades extraordinarias, ni la suma del poder público”. Quienes hagan eso llevarán “la responsabilidad y la pena de los infames traidores a la patria”.

          ¡No a los superpoderes y no al “vamos por todo”! (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Torello, por Buenos Aires.

 

Sr. Torello.- Señor presidente: lamento que este proyecto haya entrado como lo hizo, a los atropellos y con un apuro enorme por ser tratado. Tanto es así que si se aprueba hoy, mañana mismo lo tratarán en el Senado.

          Lo lamento porque podríamos haber trabajado juntos y haber empezado ‑como dijo el presidente de la Nación, Fernández‑ con el diálogo al que tanto llamó pero que no lo estamos viendo.

          Quiero hablar un poco sobre este gobierno, que está proponiendo una reactivación productiva, pero es una reactivación productiva bastante particular porque la verdad que empieza metiéndoles un impuestazo brutal a los sectores productivos. Por lo tanto, si alguno en una próxima alocución lo puede explicar, yo se lo agradecería. Y vuelven a atropellar a un sector que es responsable del 60 por ciento del ingreso por exportaciones. Recién estaban hablando de la cantidad de dólares que necesitamos, y este sector es el que los produce; y los produce en muy buena forma. Habiéndoles sacado impuestos cuando nosotros fuimos gobierno, demostraron la reacción: generaron producción y trabajo, y hoy tenemos 16.000 millones de balanza comercial favorable justamente porque están creciendo las exportaciones.

          Este nuevo gobierno parece tener una especie de ensañamiento con el sector al tomar medidas que ya fracasaron. Lo sabemos todos. Tuvimos un evento en el 2008 -que se lo podrán acordar- que duró casi 6 meses.

           La realidad es que el sector está dispuesto a hacer un esfuerzo, pero no de esta manera. Se pide un esfuerzo solidario a los que producen y arriesgan, a los jubilados y a la clase media, pero la política vuelve a demostrar ‑el sector público y la justicia también‑ que no está dispuesta a hacer su propio ajuste solidario, como ellos siempre lo llaman. Hay que hacer un ajuste pero siempre con la ajena; no con la propia.

          Tiene que quedar claro que el centro de estas medidas es un impuestazo que implica un aumento impositivo del 2 por ciento del PIB. Cuando uno dice 2 por ciento del PIB no sabemos si son 9 mil millones de dólares por lo menos. Esto constituye una exacción pocas veces vista a la gente que trabaja, que invierte y que tiene algún bien. Mientras tanto, este gobierno dijo que venía a defender a la gente, que le iba a llenar la heladera y aumentar los sueldos.

          El campo respondió con más trabajo y producción. Hoy tenemos una presión impositiva de alrededor del 55 por ciento. En diciembre de 2015 teníamos una presión impositiva del 95 por ciento, pero con estas medidas vamos a estar muy cerca del 80 por ciento otra vez.

          Señores del oficialismo: no queremos tener un problema.  El sector agropecuario quiere trabajar; no quiere que lo expolien, como lo quieren hacer ustedes ahora nuevamente.

          También se pretende instalar que el sector no quiere  pagar impuestos, lo cual no es cierto. Lo que discutimos es el estrangulamiento financiero que se genera con estas medidas. Hoy el sector aporta 6.000 millones de dólares y ahora quieren recaudar 1.500 millones de dólares más, pero ni siquiera están teniendo en cuenta que este impuesto que están poniendo prácticamente no va a servir para esta campaña que viene ya que el trigo está vendido, al igual que más del 70 por ciento del maíz y el 20 por ciento de la soja.

           El gobierno incumplió porque le prometió a la Mesa de Enlace que frente a cualquier medida que iba a tomar hablaría antes con ellos, pero se enteraron por los diarios de estas novedades.

          Otra cosa es que se están cambiando las reglas de juego en el medio de la campaña. Tampoco se está contemplando que tuvimos un invierno y una primavera extremadamente secos, que los pronósticos son malos y que probablemente tengamos nuevamente una sequía enorme.

          Los efectos de estas medidas sobre la producción ya los sabemos, porque ya los vivimos. Volvemos al monocultivo de soja, la falta de rotación y la destrucción de nuestros suelos debido al impacto de dichas medidas. Ellas desalientan la producción de los cultivos que más dólares generan, como el maíz y el trigo, y volvemos al monocultivo de soja.   

          El caso de la carne es más o menos lo mismo: tenemos tres o cuatro años de planificación hacia adelante. Por lo tanto, poniendo retenciones y derechos de exportación no vamos a ir a ningún lado.

          Ni hablar del tema ambiental, del que habla todo el mundo: también volvemos con recursos escasos a destruir nuevamente nuestros suelos.

          Lo que quisiera pedir a los diputados de las provincias productoras es que tengan en cuenta a su gente, a la que vive en el campo que genera arraigo y vida en los pueblos. Así que les pido por favor que nos acompañen, no digo rechazar, pero sí para dejar los derechos de exportación tal como estaban con el gobierno anterior. Así que vamos a pedir su colaboración con eso.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Reyes, por Santa Cruz.

 

Sra. Reyes.- Señor presidente: a través de este proyecto indudablemente el gobierno está buscando dos cosas. Por un lado, claramente está haciendo un ajuste terrible sobre los jubilados, sobre el sector productivo y sobre la clase media argentina, pero además está tratando de dejar contento al Fondo Monetario Internacional, y está claro que es así cuando leemos las declaraciones que aparecen en los diarios de estos últimos días, donde el Fondo manifiesta su beneplácito no solamente ante la suma del poder público que está tratando de obtener el presidente, sino ante la pérdida de la movilidad jubilatoria.

          Aquí nos encontramos con el doble discurso, con la hipocresía de los que estaban antes acá y ahora están allá, que decían que nosotros éramos quienes le metíamos la mano en el bolsillo a los jubilados cuando dictábamos una ley que fijaba una actualización a la jubilación para que no perdiera el poder adquisitivo por efecto de la inflación.  O sea que los que estaban acá que ahora están allá, que decían que nosotros éramos el gobierno del ajuste y el gobierno neoliberal, ahora se han convertido en el ejemplo de ajuste y neoliberalismo. Esto es neoliberalismo y esto es ajuste.

          Entonces, el gobierno anterior había conseguido hacer efectiva esta movilidad jubilatoria e incluso había soportado las presiones del Fondo Monetario Internacional para eliminarlo. Así, viene este gobierno ‑el gobierno nacional y popular‑ y acaba con la movilidad jubilatoria de un plumazo, hace pasar el ajuste y el precio de la estabilidad fiscal a través de los jubilados, de la clase productiva del país, del motor del país, de la clase media y de los sectores más vulnerables.

          Entonces, llega el momento de hacer una advertencia. Quienes venimos de Santa Cruz ya hemos hecho la advertencia porque sabemos muy bien cómo gobierna el kirchnerismo: lo hace con superpoderes, con la suma del poder público, con el apriete de la billetera, eliminando la voz de la oposición, persiguiendo a los opositores políticos, cooptando la justicia y las instituciones; de modo tal que el presidente Alberto Fernández no ha sido original. La verdad es que no ha sido original. Sí ha sido consecuente con su discurso de querer gobernar como Néstor Kirchner, quien apenas asumió la gobernación de mi provincia dictó el decreto 309/92. No lo busquen en muchas plataformas porque no tenemos ley de acceso a la información pública ni plataformas donde se pueda investigar cuáles son las leyes que rigen en la provincia de Santa Cruz. Pero, bueno, dictó el decreto 309/92 ‑que dejo a disposición de quien lo quiera consultar‑, que estableció la emergencia pública. O sea que no es muy original estar ahora a esta altura, en 2019, hablando de algo que Kirchner ya hizo en 1992.

          ¿Y qué significaba la emergencia pública en Santa Cruz? No se podían pagar los sueldos, no se pagaban los sueldos de diciembre, no se pagaba el aguinaldo y además se bajaban los salarios en un 15 por ciento según se ganara más o menos de 500 pesos. Además, establecía regímenes de retiro e invitaba a las municipalidades atentamente a que se sometieran al mismo régimen. 

          Kirchner gobernó con el decreto 309/92, de emergencia, y así lo hizo durante todo el tiempo hasta el 2015: bajo la emergencia, aun cuando habían recibido los 600 millones de dólares de las regalías mal liquidadas que se fumaron. Gobernaban en emergencia.

           Sabemos lo que es vivir en emergencia porque cuando pudimos salir de la emergencia, ¿con qué nos encontramos? Con  el resultado que tienen las emergencias: se llevan por delante la República, la división de poderes, la independencia de los medios de comunicación, la Justicia.

          Eso es lo que nos encontramos cuando pudimos salir de la emergencia. Por eso tenemos el deber de evitar que se dicten leyes de emergencia que avancen sobre los poderes del Congreso de la Nación. Somos los guardianes de que ello no suceda. No podemos permitir que se replique en la Nación el modelo que venimos sufriendo en Santa Cruz desde hace tantos años. En dicha provincia no solo no se ajustan las jubilaciones sino que directamente no se les paga a los jubilados. Estuvieron cien días acampando frente a la Casa de Gobierno y ahora están siendo perseguidos y demandados porque se judicializó la protesta, como se ha judicializado la protesta de la gente del campo.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado González, por Santa Cruz.

 

Sr. González (P.G.).- Señor presidente: me siento aludido porque se ha nombrado a mi jurisdicción, que es la provincia de Santa Cruz. Basta con mencionar un dato reciente: en la provincia que actualmente gobierna mi amiga y compañera Alicia Kirchner –además, tuve el honor de ser su vicegobernador‑, el 11 de agosto nuestro espacio político obtuvo el 60 por ciento de los votos, la fórmula de Alberto y Cristina Fernández obtuvo el 60 por ciento de los votos, Juntos por el Cambio obtuvo el 28 por ciento de los votos, y la lista de candidatos a diputado nacional, que integré con mi compañera Paola Vessvessián, obtuvo el 60 por ciento de los votos.

          Es decir que nuestro modelo ‑de trabajo, producción y empleo‑ ha sido convalidado por la gente, salvo que se crea que la gente está equivocada o que debe existir una mayoría calificada, anterior a la ley Sáenz Peña. Estos son datos objetivos de la realidad. La gente votó así, y votó a pesar de haber sufrido durante cuatro años obstáculos por parte del gobierno republicano del señor Mauricio Macri.

          Yo le vengo a decir, señor presidente, que sí se puede. Sí se puede gobernar. Nosotros pudimos gobernar sin despedir empleados públicos y sin entregar la caja de jubilaciones. Nosotros pudimos gobernar subsidiando a los trabajadores de la construcción que el modelo anterior dejó sin empleo. (Aplausos.) Nosotros pudimos gobernar contra el modelo político del tristemente célebre ex ministro de Energía, Juan Aranguren, que de 11 mil trabajadores del petróleo dejó 8 mil; es decir que solo en el sector petrolero perdimos 3 mil puestos de trabajo.

          De los 3 mil trabajadores de la usina, del carbón y de la mina, perdimos mil. El gobierno de Mauricio Macri despidió a mil trabajadores que todos los días se sumergían seis kilómetros bajo tierra ‑que no se llamaban ni Cristina, ni Pablo, ni Alicia‑, y la única solución que encontró para esos trabajadores fue el envío de la Gendarmería para reprimir.

          De modo que sí se puede. Sí se puede a pesar de que para este ejercicio fiscal el gobierno nacional nos bajó un 19 por ciento el presupuesto. Y ya que estoy en esta Cámara de Diputados me gustaría que el gobierno democrático y federal de Mauricio Macri me explique por qué Santa Cruz fue la única provincia a la cual se le rebajó el presupuesto: un 19 por ciento. Fue la única. En siete provincias, se aumentó entre el 20 y el 30 por ciento, y en las otras dieciséis, entre el 30 y el 40 por ciento.

          Por eso digo que sí se puede. Sí se puede a pesar de que durante este año nos sacaron 1.500 millones como consecuencia del decreto 566, publicado en el Boletín Oficial el 16 de agosto; esta fue una medida demagógica que pagaron las provincias productoras de petróleo. Además, con los decretos 561 y 567 nos sacaron otros 483 millones.

          Sí se puede gobernar, como lo hemos hecho en Santa Cruz, que pese a que el gobierno nacional nos mintió y como consecuencia del consenso fiscal no giró a las provincias ‑en nuestra provincia, por ejemplo, después de ser aprobado el Fondo Federal Solidario‑ 800 millones por año, es decir, 1.600 millones en dos años.  Pudimos gobernar sin despedir empleados públicos, conteniendo a nuestra gente y, de paso, haciéndonos cargo de la cuestión sanitaria y de los medicamentos que el gobierno nacional no nos giró.

          De manera que sí se puede gobernar a pesar de que el gobierno nacional, también como consecuencia del consenso fiscal, no cumplió con el envío a la provincia de Santa Cruz de 70 millones por mes, 840 millones por año o 1.600 millones en dos años, de los que nosotros nos hicimos cargo para sostener a nuestros jubilados.

          Así que sí se puede gobernar. La verdad es que no pensaba hablar de mi jurisdicción, porque me parece que el Congreso de la Nación está para debatir otras cosas y no las cuestiones internas de cada jurisdicción.

          Reitero: sí se puede gobernar y lo hemos hecho. El gobierno de Alicia lo ha hecho, y quienes hemos sido funcionarios y colaboradores de Néstor Kirchner estamos orgullosos de haber gobernado durante todos esos años. La gente nos acompañó y cada cuatro años nos votó hasta que Néstor fue presidente de la Nación. (Aplausos.)

          Se me fue el tiempo, señor presidente. Para finalizar, quiero decir lo siguiente. ¿Estamos en emergencia? Por supuesto que sí. Si no, lean lo que dijo el ministro Daniel Arroyo y los cinco puntos de la emergencia social: hay hambre en la Argentina. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Fernández, por Córdoba.

 

Sr. Fernández (E.).- Señor presidente: soy diputado por Córdoba pero también soy dirigente empresario pyme, tarea que vengo desarrollando desde hace treinta y siete años.

          Es la primera vez que hablo en este recinto, pero anteriormente he concurrido a distintas reuniones de comisión –por lo que muchos diputados ya me conocen‑ para plantear los reclamos de la pequeña y mediana empresa.

          Durante el año pasado las pymes hemos pedido la emergencia reiteradamente. Algunos diputados recordarán que varios centenares vinimos a reclamar la emergencia pyme. Luego nos manifestamos frente al Congreso bajo la consigna “Ni una pyme menos”.

          Oficialmente desaparecieron 25 mil pymes. Solamente este año dejaron de existir 7.500. ¿Qué le decimos a esos empresarios sobre lo que estamos discutiendo? A la anterior administración le hemos pedido una ley de emergencia. Le trajimos propuestas pero no escuchó ni una.

          Hablamos de las tarifas. ¿Saben cuántas empresas cerraron por no poder pagarlas? Me tocó ver cerrar empresas de dos o tres generaciones que no podían producir más cerámica, por ejemplo, por el precio del gas. Pedimos recursos de amparo pero se hizo oídos sordos.

          Entonces, ¿cómo hoy, como diputado del Frente de Todos, no voy a estar orgulloso de pedir el apoyo a esta norma, en un gobierno que desde el principio nos considera parte de la solución? Durante cuatro años, en el discurso de apertura del período de sesiones no se habló de industria, ni de pyme, ni de trabajo, ni de cooperativa, ni de economía social. Pero ahora las cosas han cambiado.

          Claro que a lo mejor no lo comprenden, pero esta noche nosotros queremos pedir a los señores diputados que no piensen en los argumentos teóricos sino que salgan a las calles de su pueblo y a las zonas industriales. Yo, en mi Córdoba de la leche, veo los tambos cerrados y las fábricas de queso cerradas. También veo cerradas las fábricas de zapatos. En mi Córdoba industrial, veo la industria automotriz paralizada. ¡Miren si no hay emergencia! (Aplausos.)

          Cuando un gobierno viene a pedir para cumplir con lo que le ha propuesto al pueblo argentino, no se pueden poner trabas, porque estamos hablando de la producción y del trabajo.

          Es cierto que hubo toneladas: hubo toneladas de papel por los telegramas de despidos ‑más de 200 mil en estos cuatro años‑, hubo toneladas de reclamos de las pequeñas y medianas empresas, y hubo toneladas de procesos que han significado cierres y concursos preventivos.

          Quiero aclarar que la cifra de 25 mil pymes menos es la oficial. Les puedo asegurar que son muchísimas más.

          Hay un montón de pymes que están esperando –junto a sus trabajadores- que nosotros decidamos dar las herramientas necesarias al Poder Ejecutivo para cambiar esta historia a fin de que todos los argentinos podamos poner a la Argentina de pie. Esto lo tenemos que hacer entre todos, los llamo a ser responsables. El trabajo y la producción son los ejes de la salvación de la Argentina. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Frizza, por Córdoba.

 

Sr. Frizza.- Señor presidente: tengo un sentimiento de frustración importante. Soy de los que creen que a todo gobierno que comienza hay que darle un tiempo de rodaje, hay que darle la oportunidad de demostrar su plan y sus intenciones.

          Desde que este proyecto se comenzó a dar a conocer lo leí muchas veces para buscar el sentido por el cual intentar acompañarlo y la primera contradicción que encuentro está entre el título y el contenido. Se dice que es una ley solidaria y productiva y la verdad es que no encuentro dónde está la solidaridad y tampoco de qué forma se quiere reactivar la producción.

           Es cierto que hay acciones concretas para una porción de la sociedad que obviamente la está pasando mal y es correcto que acompañemos; nadie se va a oponer a dos bonos de 5.000 pesos, pero está claro que no es la solución de fondo. Este proyecto no establece ni siquiera las condiciones mínimas de cómo vamos a seguir el proceso de esos seis meses que se estipulan en el caso de las jubilaciones, por ejemplo.

          Creemos que la emergencia solo es para aquellos que ganan la jubilación mínima, pero me pregunto una vez más, porque también hay que repetirlo para ver si se entiende el concepto, si el que gana más de 14.000 pesos no es pobre en la Argentina; también está en emergencia.

          No vamos a dejar de reconocer el momento difícil, tenemos que hacer el mea culpa de eso. Como decía un diputado preopinante, arrancamos con un 30 por ciento de pobreza, estamos pasando esa cifra, pero claramente no veo dónde está la solidaridad.

          El proyecto no dice cuál es la solución para los créditos UVA. Yo creo que tal vez no hay ideas, quizás en este poco tiempo no han podido diseñar nada, pero me puse a buscar y resulta que dos diputados del oficialismo –el 6 de diciembre ya eran un gobierno a punto de asumir- presentaron un proyecto de ley sobre los créditos UVA para suspender los procesos de ejecución y hasta hablaron del reperfilamiento de la deuda. Nada de eso encontré en la ley.

          También se refirieron a los créditos prendarios del automotor, pero el proyecto ni los nombra. Entonces, me pregunto dónde está la solidaridad de esta ley. La verdad es que no lo pude encontrar. Tanto escuché hablar sobre la vulneración de derechos a la bancada opositora en aquel momento y hoy veo que caen en la misma contradicción: una presión terrible hacia la clase media.

          También hablan del sector productivo y de que se quiere recaudar 2 puntos del PBI, pero no sabemos de dónde saldrá. ¿Cómo se reactiva la economía si le seguimos sacando recursos al sector privado? La verdad es que no lo entiendo.

          El presidente expresó en esta casa que primero había que crecer para después poder pagar y resulta que lo único que suben son los bonos, porque los acreedores se dieron cuenta de que va haber una extracción de dinero para pagarles. Nuevamente digo que aquí hay una contradicción terrible.

          Es tan grande la delegación de facultades que hasta le vamos a permitir al Poder Ejecutivo decir qué son las economías regionales; no lo puedo entender. ¡El Ejecutivo va a definir qué son las economías regionales! Eso lo fija un artículo. Es una aberración y me parece que estamos llegando muy lejos.

          Se habló de la industria automotriz de mi provincia ‑también soy de Córdoba-, le vamos a agregar un 20 por ciento de impuestos y creemos que se va a reactivar la industria. Hay miles de autopartistas que hoy están expresando su preocupación. Entonces, nuevamente me parece que hay contradicciones y no veo dónde está la posibilidad de reactivación.

          En el sector agropecuario, lo han dicho infinidad de veces, y no voy a hablar del 33 por ciento porque veo que es cosa juzgada, tal vez alguna federación se va a beneficiar con ese porcentaje. Me preocupa enormemente cómo se ve reflejado en esta ley el lobby de las grandes empresas que se benefician con el agregado de valor como el pallet de soja o el aceite de soja. Hace rato que vienen bregando por quedarse con 600 millones de dólares. Otra contradicción más: ahogamos al pequeño productor para darle la plata a los que más tienen. Esto no es lo que escuché en mis dos años como diputado, cuando me tocó ser oficialismo y oía las objeciones de la oposición.

          Insisto: tenemos mucho para agregar. Creo que hay muchas posibilidades de trabajar. Me parece que no hemos sido escuchados, no quiero ahondar en el tema de la ganadería, vamos a destruir a los pequeños productores de cabezas de ganado del norte de Córdoba. De nuevo hay que decirles que vendan. Hace un año que venimos tratando de recuperarnos y la verdad es que la historia se repite, señor presidente, y si esta historia se repite ya sabemos el final.

          No puedo volver a Córdoba a decir a los jubilados que les han metido la mano del bolsillo; no puedo volver a Córdoba a decir a los pequeños productores que vendan todo; no puedo volver a Córdoba a decir que otra vez los subsidios a la energía vuelven en la provincia de Buenos Aires.

          Por eso, como la historia se repite y el final lo conocemos, no podemos acompañar el proyecto en tratamiento. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Najul, por Mendoza.

 

Sra. Najul.- Señor presidente: duró poco ese tono conciliador y abierto al diálogo que mostró el presidente, o por lo menos muchos escuchamos, cuando estuvo acá en oportunidad de su discurso inaugural.

          Quienes creímos y todavía creemos que no hay otro camino más que una convocatoria seria, responsable y coherente a la unidad de todos los argentinos y argentinas para que podamos vivir mejor, nos duele aún más lo que estamos viviendo en estas últimas horas, me refiero a la subestimación y al desprecio por el rol del Congreso y, por lo tanto, a cada diputado y diputada, a cada senador y senadora. No lo podemos decir de otra manera: esto nos hace retroceder diez o doce años.

          Creo que comenzando una nueva gestión, con todo el arco político expectante para poder debatir medidas que son necesarias a fin de sacar al país de la crisis social y económica en que está inmerso, muchos de nuestros compatriotas eligen confrontar y sentimos que están midiendo hasta dónde podemos tolerar.

          Analizando el proyecto que nos ha remitido el Poder Ejecutivo, por momentos pienso en que en lugar de una ley de solidaridad social estamos ante una ley de recaudación Estatal y que no estamos discutiendo cómo reactivar la producción sino cómo entorpecer aún más el mundo del trabajo.

          Mis compañeros, diputados y diputadas, hablaron mucho sobre las jubilaciones, de cómo los que ganan más de 14.068 pesos tienen una gran incertidumbre sobre lo que va a pasar con la movilidad.

          Se va a aprobar una ley que crea un nuevo impuesto vinculado al dólar y todavía no tenemos muy claro sus alcances.

          Se está poniendo la soga al cuello a los emprendedores, a los desarrolladores web, a los realizadores de prótesis y a la ciencia ya que ellos tienen prácticamente todos los insumos dolarizados. Estamos ahogando al sector del conocimiento y de la innovación, precisamente dos palabras fundamentales para la Argentina de hoy y del futuro.

          No nos alcanza con escuchar que habrá algunas excepciones. Ojalá durante el tratamiento en particular podamos modificar algunos artículos.

          Más allá de las buenas intenciones, la doble indemnización nunca ha dado buenos resultados. Debemos fomentar condiciones de contratación que favorezcan a los trabajadores, a los sindicatos y a las empresas.

          Necesitamos las políticas diferenciales que siempre pedimos para cada región. No es lo mismo la Pampa Húmeda que otros sitios del interior.

          Un párrafo aparte merece la emergencia sanitaria, que también nos deja un manto de dudas. Hace veinte años que venimos prorrogando la emergencia sanitaria. Evidentemente eso no alcanza. Este tema lo discutimos ayer con el ministro de Salud, Ginés González García, a quien reconocemos su capacidad. Celebro que volvamos a contar con un Ministerio de Salud y que el doctor Ginés González García esté a cargo. Pero la verdad es que no alcanza con las buenas intenciones y con volver a declarar la emergencia. Tenemos que buscar soluciones de fondo al sistema de salud. Me refiero a contar con una agencia reguladora de tecnología y un seguro para enfermedades catastróficas ya que todo el mundo se plantea los altos costos y no hay sistema que aguante. Pero eso ya lo sabemos. En el Congreso debemos debatir qué sistema de salud podemos soportar los argentinos y las argentinas.

          Quiero leer el último informe sobre sarampión, contenido en el boletín de la Organización Panamericana de la Salud, publicado el 12 de diciembre de 2019. Hasta esa fecha se notificaron 15.800 casos de sarampión en toda América. En la Argentina hubo 85 casos; en Bahamas, 3; en Brasil, 13.500; en Canadá, 113; en Chile, 11; en Colombia, 230; en Costa Rica, 10; en Cuba, 1; en Curazao, 1; en Estados Unidos, 1.276; en México, 20; en Perú, 2; en Uruguay, 9; y en la República Bolivariana de Venezuela, 552. Macri no trajo el sarampión a la Argentina. Está en toda América y Europa. Por más llenemos de vacunas al Ministerio de Salud, la salud es compartida y es fundamental la prestación directa y la responsabilidad de las provincias. El vacunador y el agente sanitario dependen de los ministerios provinciales y en algunas provincias de los municipios. Por ejemplo, en mi provincia está vacunada el 99 por ciento de la población y no registramos ningún caso de sarampión. (Aplausos.) Lo digo para sacar el mito de que la emergencia es por el sarampión. Lamentablemente, al menos por ahora, el sarampión vino al mundo para quedarse.

          Por otra parte, el sistema de salud se mide por la mortalidad infantil. Ese es el índice más sensible. Por suerte en la Argentina el porcentaje sigue bajando. Tenemos la menor mortalidad infantil, que se ubica en el 8.8 por ciento, lo que es muy bueno para los países de América del Sur.

          Gracias al plan ENIA, entre 2015 y 2018 bajó la tasa de fecundidad en nuestras niñas y adolescentes más de 7 puntos. Esto significa que cientos de adolescentes no se han embarazado involuntariamente. Eso es muy bueno, sobre todo en las provincias del norte y en el conurbano donde el plan se puso en marcha.

          Para concluir, tanto para salud como para todas las reformas que se nos proponen, ya sean previsionales o productivas, no vamos a aceptar la reasignación de roles con la consigna de agilizar procedimientos. No van a hacernos creer ni a nosotros ni a mucha gente que está expectante de estas medidas, que la única manera de enderezar el barco es que la tripulación lo abandone y solo quede el capitán.

          Estaremos presentes para controlar, fiscalizar, proponer y velar por la transparencia de la administración nacional. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- La Presidencia nuevamente hace un llamado a todos los señores diputados que hagan uso de la palabra. Falta hacer uso de la palabra a setenta y tres oradores. Si cada orador toma dos minutos más del tiempo asignado…

 

Sra. Cerruti.- ¡A los del PRO los deja hablar!

 

Sr. Presidente (González).- Señora diputada, si me deja terminar.

          Ustedes le hicieron un homenaje a Monzó por las todas las veces que les permitía hablar. Estoy tratando de no ser autoritario y de trasladar la responsabilidad a todos y cada uno de ustedes cuando tienen que hacer uso de la palabra.

 

Sra. Cerruti.- Señor presidente: entiendo que tenga interés en emular al diputado Monzó, pero son diferentes.

 

Sr. Presidente (González).- Ustedes lo homenajearon.

 

Sra. Cerruti.- Digo que si se quiere parecer a Monzó, siga participando.

 

Sr. Presidente (González).- Yo soy Álvaro González.

 

Sra. Cerruti.- Simplemente quiero decir que en el último tiempo permitió hablar dos minutos más a cada diputado de Juntos por el Cambio.

 

Sr. Presidente (González).- ¿El diputado Tailhade es de Juntos por el Cambio?

 

Sra. Cerruti.- No sé cuánto habló el diputado Tailhade.

 

Sr. Presidente (González).- Simplemente le recuerdo. Mire el reloj. Ya está. No perdamos más tiempo. Vuelvo a pedir a los señores diputados que cumplan con los 5 minutos asignados.

          Tiene la palabra el señor diputado Torres, por Chubut.

 

Sr. Torres.- Señor presidente: atento a su pedido, trataré de ser lo más breve posible. Iba a realizar una serie de consideraciones técnicas sobre el proyecto, pero dejaré de lado el machete ya que coincido plenamente con las opiniones vertidas por los señores diputados de mi bloque.

          Aprovecharé el tiempo haciendo propias muchas consideraciones y preocupaciones que varios comprovincianos me hicieron llegar por mensaje.

          La preocupación inicial tiene que ver con una contradicción del discurso del oficialismo. Si hacemos un paralelismo entre el discurso pronunciado por el presidente Alberto Fernández hace poco más de una semana ‑que hablaba de una república en la que pudiera debatirse en un ámbito de tolerancia y respeto, que llamó al diálogo, a generar consensos, a terminar con la maldita grieta y a unir a todos los argentinos‑ y lo que ocurre ahora en este recinto, donde se nos pide votar un proyecto de ley que básicamente propone cerrar con llave el Congreso y ceder los superpoderes al Poder Ejecutivo nacional, terminamos preguntándonos cuál es el modelo de país que profesa Frente de Todos. ¿Es el discurso republicano y dialoguista de Alberto Fernández o el atropello para votar este proyecto de ley en el recinto?

          La primera premisa a tener en cuenta para levantar la vara institucional del país es contar con la capacidad de mirarnos a la cara y decirnos la verdad. Esa premisa tiene que ver con hacernos cargo de lo que estamos dispuestos a votar hoy.

          Por más grandilocuentes y pomposos que parezcan los títulos de este proyecto de ley, la realidad es que la iniciativa no es solidaria, no es equitativa, no es federal. No hay una agenda de desarrollo inteligente detrás de este proyecto de ley, sino una voracidad recaudatoria.

          Lamentablemente una de las principales variables de ajuste son los jubilados. Hoy presté atención a los discursos de muchos señores diputados que se rasgaban las vestiduras hablando de la defensa de los trabajadores y de los jubilados. ¿Cómo van a mirar a la cara a los jubilados al volver a sus distritos y explicarles que es positivo el congelamiento por 180 días de sus haberes jubilatorios?

          Existe la concepción de que un bono extraordinario ideado por un presidente de turno es justicia social. Pero eso no es justicia social sino populismo capitalista. Justicia social es poder garantizarles a los jubilados que están cubiertos y cuidados de cualquier guarismo inflacionario.  Esa garantía y ese derecho hoy se los están negando. Hay que hacerse cargo de esto. Esta película la conozco muy bien, porque es la misma metodología que utilizaron en mi provincia, donde son oficialismo y gobierno desde hace más de 10 años.

          Siempre es la misma película: sancionan una ley de emergencia, un aumento generalizado en los impuestos y generan cada vez más presión fiscal sobre los que quieren emprender y producir para que básicamente nuestro país funcione. La realidad hoy da cuenta de que esto en algún punto pudo haber sido efectivo porque mi provincia de Chubut es una de las más ricas de todo el país y tiene uno de los presupuestos per cápita más alto.

          Sin embargo, en este mismo momento, con semejante presupuesto en sus arcas, el Estado provincial no llega a pagar los sueldos en tiempo y forma, tiene, lamentablemente, el récord de días sin clase de los alumnos de escuela primaria y secundaria, porque en paralelo a ese aumento sistemático en la carga fiscal hubo un incremento mayor del gasto superficial.

          Prácticamente se duplicó el gasto corriente en política superflua como, por ejemplo, los sueldos. El problema en mi provincia nunca fueron los ingresos, sino que se debió al malgasto público y a la ineficiencia de los manejos de los recursos de todos los chubutenses. No quiero que ese mismo esquema populista-capitalista se aplique en el país.

          Por eso esta iniciativa es imposible de votar, porque no es solidaria, no es equitativa, no es federal y, en realidad, atenta contra las economías regionales y, lamentablemente, vuelve a usar como variable de ajuste a uno de los sectores más vulnerables de nuestro país, que siempre son los que pagan el pato: los jubilados.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el diputado Yasky,  por Buenos Aires.

 

Sr. Yasky.- Señor presidente: hace varias horas que estamos escuchando a los diputados y diputadas de la oposición, quienes hoy verdaderamente han protagonizado un verdadero papelón en la primera sesión de este Congreso ‑luego de ocho días de la asunción del nuevo gobierno‑, porque intentaron no dar quórum.

          Ahora hablan todos y todas y realmente estamos haciendo un esfuerzo para sostener la capacidad de escuchar una y otra vez la repetición de mentiras y de frases llenas de soberbia.

           Ellos, que se autoproclaman guardianes de la democracia, dicen que no van a permitir que este Congreso se convierta en un ámbito que convalide las políticas del gobierno elegido por el pueblo y hablan en nombre de la clase media, porque son los que tienen la sartén por el mango. O sea, los verdaderos representantes de la opulencia, de la codicia y de los sectores concentrados de la economía hablan en nombre de la clase media. Pero cuando un diputado que proviene de su clase media o del frente empresario de las pymes hace uso de la palabra, las palabras le entran por un oído y le salen por el otro.

           Ellos hablan de las pymes y de los pequeños productores. ¿A qué pequeño productor representan ustedes? El 88 por ciento de la producción del complejo agrario ‑no del campo, como dicen ustedes, miren que no nos chupamos más el dedo‑, o sea, del complejo agrario argentino que se encargó de despoblar el campo en la mayoría de las provincias, está concentrado en el 12 por ciento de las empresas.

          Ustedes hablan acá de los pequeños productores y le acarician la cabecita a los “pobres jubilados”. Los jubilados que protestaron cuando ustedes quisieron meterle la mano en el bolsillo –como, efectivamente, lo hicieron con la reforma jubilatoria y previsional, que era la antesala de la privatización- eran unos energúmenos, tal como los caracterizó el diputado Laspina. Es decir, cuando los piquetes los hacen los señores feudales del campo son el canto a la democracia y cuando un hambriento que perdió el trabajo hace un reclamo lo apalean porque es una barbarie.

          Ustedes son la civilización y la democracia puesta de pie. (Aplausos.) Ya que ustedes son la democracia puesta de pie, quiero preguntarles por qué no terminan de aceptar que este Congreso existe para generar un debate que permita frente a nuestro pueblo encontrar salidas para solucionar el problema que tiene la Argentina.

          Una diputada dijo que es peor el remedio que la enfermedad cuando se refería a esta iniciativa. ¿Cuál es la enfermedad? ¿El hambre, la desigualdad? ¿En la Argentina todos estamos hambrientos? Un sector muy reducido se benefició con la apertura de la economía, con la liberación del dólar y con la deuda externa, pero cuando se suponía que todo eso serviría para que la copa se llenara, se llenaron los paraísos fiscales. El mismo monto que entró por deuda, salió por fuga de capitales, pero ahora todos tenemos que pagar la deuda. ¡Ustedes socializan las pérdidas y se llevan las ganancias! Esa es la democracia que defienden ustedes.

          Nosotros apoyamos esta iniciativa, porque tal como lo dijo el empresario pyme, como lo dijimos hoy en la reunión que tuvimos todas las centrales sindicales con el ministro de Economía, queremos que en este país empiece a haber trabajo y producción. ¡Basta de hambre, basta de especulación financiera, basta de enrostrarle a los pobres que son ignorantes y energúmenos! ¡Ustedes son ignorantes y energúmenos, aunque tengan título! ¡Ustedes tienen cuenta en los paraísos fiscales, aunque se la den de guardianes de la palabra! (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Martínez Villada, por Córdoba.

 

Sra. Martínez Villada.- Señor presidente: cambiaré algo de lo que iba a decir para hacer mención a los dichos del diputado, porque se ha referido a la generación de un diálogo a fin de poner al país en marcha. Esto es lo que esperábamos, pero no lo que sucedió, porque enviaron un proyecto de ley de emergencia en nueve materias y pusieron en marcha la emergencia en 24 horas. Esto no es dialogo, no podemos entablar un modelo o una discusión de un proyecto de ley de esta manera.

          Personalmente y en la Coalición Cívica creemos que acá hay un ataque a la República, pese a que les moleste a muchos. La República está en juego; vivimos en un país democrático y republicano. El Poder Legislativo tiene, sin ninguna duda, un rol de colaboración con el Poder Ejecutivo, pero debe ejercer el control. Guste o no guste, aquí existen los controles entre los poderes. Este título de “Solidaridad Social y Reactivación Productiva” esconde la trampa de la anulación del Congreso de la Nación. Nosotros no estamos dispuestos a dejarnos avasallar dándole estos superpoderes al Ejecutivo. Representamos en la Cámara de Diputados al ciento por ciento de la ciudadanía y vamos a otorgar un poder al 47 por ciento que votó al presidente. Estamos dispuestos a dialogar; estamos dispuestos a conversar leyes, pero no con leyes de emergencia. Esta ley de emergencia no tiene sustento bajo ningún punto de vista.

          Desde el comienzo de la campaña electoral se instaló el tema de la tierra arrasada. Luego, en estos últimos cuatro años, explotó el hambre en la Argentina. Le voy a decir que, después de las PASO, en que la inflación comenzó a ascender, este Congreso y la actual oposición aprobamos la ley de emergencia alimentaria. El presidente tiene ahí los recursos y las herramientas para actuar contra el hambre de los argentinos.

          Quiero advertirles que el hambre y la pobreza nos duelen a todos; no son propiedad de ningún sector político en particular. No tiene mayor sensibilidad un sector político que otro. Todos tratamos de sacar adelante al país y nos hacemos cargo de la pobreza, que se incrementó en estos cuatro años. La medimos, pero no consideramos que sea estigmatizar a los pobres contarlos, medirlos y reconocerlos, como se hizo en el gobierno anterior. (Aplausos.)

          Disculpen si estoy así, pero realmente aceptamos la institucionalidad o no la aceptamos. Y aclaro que no estoy demonizando entre dos modelos.

          Quiero decirles que, según el artículo 76 de la Constitución Nacional, que se incorporó en la reforma de 1994, a nuestro entender no se reúnen los requisitos para declarar una emergencia. Tiene que ser para un caso específico y puntual, no ambiguo, genérico o poco específico. No consideramos que exista un motivo para declarar la emergencia en nueve materias.

          En ese sentido, quisiera saber en base a qué se declara la emergencia energética, cuando se ha recuperado la energía. No hablamos de tarifas, sino de la energía que se recuperó en estos años. Llegamos a tener superávit de energía cuando antes la importábamos en barcos a un costo altísimo. Les pido que no echemos en este momento por la borda el esfuerzo que hicimos todos los argentinos pagando las tarifas que tuvimos que pagar durante estos años, que en las provincias eran muchísimo más altas que en la ciudad de Buenos Aires.

 

Sr. Presidente (González).- Se ha cumplido su tiempo, señora diputada.

 

Sra. Martínez Villada.- Les quiero decir que desde la Coalición Cívica jamás en la vida hemos votado superpoderes ni lo vamos a hacer en este caso, y desde aquí defenderemos la república y la democracia. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Orrego, por San Juan.

 

Sr. Orrego.- Señor presidente: en principio quisiera hacer una pequeña reflexión. Este debate comenzó de manera respetuosa y educada, pero a medida que fue pasando el tiempo se fueron haciendo muchísimas descalificaciones.

          Voy a decir algo que tal vez sea una verdad de Perogrullo, pero honestamente es lo que siento. Hoy la gente no está esperando de nosotros una pelea rabiosa entre un River y un Boca; lo que está esperando de nosotros es que llevemos respuestas y soluciones a sus problemas.

          Lo cierto es que, para ser sincero, hace apenas 48 horas nos encontramos con que iban a declararse tres tipos de emergencia: la económica, la social y la sanitaria. Sin embargo, como decía la diputada preopinante, ahora nos encontramos con nueve.

          Para ser sincero, hasta para poner una inyección primero te dan un chirlo, es decir, te avisan. En 48 horas es imposible estudiar y analizar esta iniciativa.

          Por supuesto, quiero reconocer a aquellos ministros que se acercaron con buenas intenciones y trataron de hacer lo posible para que realmente comprendiéramos el proyecto, pero honestamente considero que, en definitiva, esta ley lo que hace es desunir a los argentinos.

          En efecto, cuando estuvo el señor presidente de la Nación en este recinto fue muy claro al sostener que uno de los primeros preceptos y de los ejes centrales de su política era unir a los argentinos. Yo creo que esta iniciativa de alguna manera nos desune, porque realmente no nos ayuda a consensuar, a participar, a acercarnos o a debatir. Permanentemente escuchamos agresiones y descalificaciones.

          Por otro lado, para ser sincero -y cumplir con mi tiempo-, advierto que todos quieren hablar y hasta el momento lo han hecho claramente. Pero es importante destacar dos cuestiones centrales; la primera tiene que ver con algunos puntos de esta ley de emergencia que, por supuesto, son importantes e interesantes, y si bien algunos de ellos hay que acompañarlo, hacerlo en general es imposible.

          Uno de los puntos fundamentales y centrales es el vinculado con las pymes y la moratoria que se propone, en cuanto les otorga facilidades para que realmente puedan producir.

          En cuanto al tema de las jubilaciones, es importante decir que nadie puede estar en contra de los bonos, que mucha gente los necesita porque el país está en una situación delicada. Por supuesto que debemos estar donde se encuentran quienes más precisan, pero vaya también toda mi solidaridad hacia mucha gente que tiene muchísimos aportes y que hoy no tiene la posibilidad de prever cuánto va a cobrar.

          Por último, en cuanto a los derechos de exportación, mal llamadas retenciones, debo decir que nunca estuve a favor de establecer ese impuesto. Considero que debería ser una retención a la ganancia, para que realmente forme parte de la masa coparticipable a las provincias. Considero que en un futuro se puede dar esa discusión en el Parlamento.

          Agradezco que me haya dado el uso de la palabra, señor presidente, y solamente voy a decir esto para hacer un aporte en cuanto al tiempo de exposición.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Riccardo, por San Luis.

 

Sr. Riccardo.- Señor presidente: empiezo por el final para anticipar que no vamos a apoyar esta ley porque es invotable. No se puede votar ni aun con la mejor predisposición. No porque la Argentina –y los argentinos- carezca de problemas, algo que todos sabemos y reconocemos, sino porque esta ley contiene, en medio de dos o tres buenas intenciones, varias trampas.

          La primera de esas trampas a la que me quiero referir es el intento de hacerse de los poderes del Congreso sin ninguna garantía de que eso vaya a servir para solucionar los problemas que tenemos.

          La segunda trampa es la de meter la mano en el bolsillo de los jubilados –lo pongan con las palabras que quieran- para pagar el ajuste de las cuentas fiscales. Eso tiene un nombre, y si alguien lo usó antes, le voy a reconocer la autoría. Se llama recorte jubilatorio, y no precisamente de las jubilaciones de mayor envergadura.

          El 50 por ciento de este ajuste lo van a pagar los jubilados, pero no quienes acceden a una jubilación de privilegio. Votaría con las dos manos un proyecto que trajera a este Congreso una propuesta para limitar la actualización de las jubilaciones de privilegio; pero con este proyecto se hace exactamente al revés, a partir de una artimaña que es por todos conocida: meten 5.000 pesos en el bolsillo de la izquierda y sacan 10.000 del de la derecha. Además, esos 5.000 que ponen en el bolsillo de la izquierda son en negro. En el corto plazo, esto puede parecer una solución; pero, en el largo plazo, terminan pagándolo los jubilados.

          En la Argentina, los jubilados –sobre todo, aquellos que perciben el haber mínimo‑ lo saben muy bien: en un proceso inflacionario, la única garantía constitucional para mantener el valor de sus haberes –que, por supuesto, deberían ser mejores‑ es la fórmula de movilidad jubilatoria que existe actualmente.

          El oficialismo trata de explicar que cualquier actualización que no siga la inflación es mejor, lo cual es absurdo. Hoy escuché a un diputado afirmar que la futura fórmula será mejor que ésta; si es así, dejémosla vigente hasta que se elabore otra.

          Además, la ley que se pretende sancionar no es un plan económico. Los argentinos, tanto quienes nos votaron como los que no, están preocupados porque se va a meter la mano en el bolsillo de los jubilados. O sea, muchos más que los que votaron a Juntos por el Cambio. ¿Creen los señores diputados que nos votaron para que deleguemos en el presidente de la Nación la facultad de fijar impuestos?

          No hay plan económico. Hace seis meses que ganaron virtualmente las elecciones; pero necesitan seis meses más. O sea, un año para empezar a pensar en un plan económico. Entiendo que el señor Alberto Fernández, a quien aprecio mucho, no esperaba transformarse en presidente. También entiendo que las internas del poder oficialista hayan llevado a que no pueda armar su propio gabinete ni un plan económico.

          Como bien dijeron otros señores diputados, estamos dispuesto a debatir proyectos de ley vinculados con cada una de las temáticas que hoy nos ocupan; no la delegación de facultades legislativas.

 

Sr. Presidente (González).- La Presidencia informa al señor diputado que se ha cumplido el término de cinco minutos para hacer uso de la palabra.

 

Sr. Riccardo.- En pocos segundos finalizo mi exposición, señor presidente.

          Ninguna política pública es legítima si no es avalada por el Congreso. Siempre que otorgamos superpoderes nos fue mal, dado que se produjo la mayor discrecionalidad en materia de asignación de recursos del Poder Ejecutivo a las provincias.

          Puedo dar un ejemplo citando a mi provincia. El actual gobernador, de quien soy opositor desde hace más de treinta y seis años, era ultraantikirchnerista y denunciador serial de los atropellos del Poder Ejecutivo hacia las provincias –San Luis era una de las víctimas‑ a partir de los superpoderes otorgados en 2009.

          Entonces, no es la emergencia la que los lleva a pedir superpoderes. En 2009 gobernaban teniendo mayoría y, a pesar de ello, los querían.

          No acompañaremos con nuestro voto en el entendimiento de que es jurídica y moralmente inaceptable que el ajuste tenga que ser pagado por los jubilados.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Enriquez, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Enriquez.- Señor presidente: cuando el 27 de octubre perdimos las elecciones, nos impusimos como meta llevar adelante una oposición seria, razonable, responsable y constructiva.

          Ahora bien, ocurre que el primer proyecto de ley enviado por el oficialismo tiene por objeto declarar la emergencia. No una emergencia común, sino nueve emergencias que pretenden que aprobemos atropelladamente, en menos de veinticuatro horas y sin la más mínima posibilidad de debatir en las comisiones respectivas. Han escamoteado la participación de las comisiones que deberían haber formado parte de la discusión.

          Han puesto a esta iniciativa un título edulcorado y pomposo: Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública. Nueve emergencias, reitero, que suceden a otras declaradas a lo largo de nuestra historia. Pensemos en que la primera tuvo lugar en 1936; ante cada necesidad, una emergencia. Hace pocos días, este Congreso ya había declaró una emergencia. Es como si fuera un talismán a cuyo conjuro se solucionan todos los males.

          Sin embargo, los males se agravan porque los problemas no son enfrentados. Como venimos diciendo desde hace años, estamos escamoteando tres leyes básicas: las reformas tributaria, laboral y previsional.

          Ahora bien, para justificar la emergencia dicen “tierra arrasada”. Desde la noche del 27 de octubre emplean esa frase que durante muchos años vengo escuchando. También los militares hablaban de “tierra arrasada” cuando querían tomar el gobierno. Todos los gobiernos, cuando quieren denostar al anterior, dicen lo mismo.

          Me pregunto si esta situación es peor a la de 2015. En aquella ocasión no apelamos a la emergencia pese a haber encontrado tierra arrasada: un Banco Central con reservas negativas –menos de 6.000 millones de dólares‑ y un aparato productivo destrozado. Cuando en el mundo entero crecía la producción de petróleo y gas, la Argentina gastaba 150.000 millones de dólares para importar gas de Bolivia y petróleo de Venezuela. Éramos un país que hasta hace poco tiempo se jactaba de tener autoabastecimiento energético.

          Tanto la matriz energética como la vial estaban destruidas. Esto no lo digo yo, sino que lo han afirmado reconocidos economistas. Entonces, ¿hemos dejado tierra arrasada?

          El doctor Roberto Frenkel ‑un economista que, por cierto, no regala elogios‑ sostuvo hace pocos días que la situación que nosotros dejamos es superlativa en relación con la que hemos recibido: superávit comercial de 15.000 millones de dólares. ¿O acaso es un dato discutible? Los números son claros como el agua.

          El presidente del Banco Central, licenciado Miguel Ángel Pesce –con quien trabajé en algún momento de mi trayectoria pública‑, afirma que hay reservas suficientes para más de seis meses. Entonces, ¿dónde está la tierra arrasada? ¿En la integración al mundo? ¿En las estadísticas confiables que logramos recuperar? ¿En la apertura de más de dos mil mercados? ¿En tener, como dice el doctor Frenkel, superávit? ¿En contar con un tipo de cambio competitivo? ¿O tal vez en haber comenzado con la reducción del déficit fiscal?

          Como el tiempo es breve y advirtieron que era muy difícil que pasara un artículo realmente bochornoso –me refiero al 85‑, decidieron eliminarlo. Se dieron cuenta de que no iba a pasar ni disfrazado de Colombina. ¿Cómo podía hacerlo, si implicaba directamente arrasar con organismos de control como la UIF o la Oficina Anticorrupción, que tienen autarquía financiera y autonomía funcional, y son denunciantes en las principales causas de corrupción que alcanzan al gobierno que dirigió los destinos del país durante doce años?

          Dado que el tiempo apremia, iré al fondo de la cuestión. Lo más doloroso es que, más allá de las buenas intenciones que el señor presidente, Alberto Fernández, mostró al convocar al diálogo, hay situaciones que no se están dando. Así lo demuestran estos superpoderes que se pretenden otorgar y el hecho de que se quiera arrasar el artículo 76 de la Constitución Nacional.

          Dicen que ese artículo permite la delegación de facultades legislativas. ¡Por Dios, léanlo, señores diputados!

 

Sr.  Presidente (González).- La Presidencia informa al señor diputado que ha vencido el término para hacer uso de la palabra.

 

Sr. Enriquez.- Pido un minuto más, señor presidente.

 

Sr. Presidente (González).- Todos piden un minuto más, señor diputado. Nosotros hacemos las leyes; entonces, ¿por qué no las cumplimos? Dispone solo de cinco minutos, señor diputado. (Aplausos.)

 

Sr. Enríquez.- Ya termino, señor presidente.

          Simplemente quiero agregar que estamos castigando a los jubilados, a la clase media y al campo. Pero, lo peor de todo, es que estamos castigando a la república y violando la Constitución Nacional; sobre todo, el artículo 29. Ya lo dijo un diputado preopinante: estamos avasallando las instituciones republicanas.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Fernández, por Buenos Aires.

 

Sr. Fernández (C.A.).- Señor presidente: Raúl Baglini, diputado nacional mandato cumplido, radical de Mendoza, en oportunidad del debate sobre la deuda externa hace ya unos cuantos años, elaboró una brillante intervención donde expuso sobre el teorema que después se llamó “teorema de Baglini”. Allí habló sobre las posturas políticas frente a cualquier situación. La idea era que a mayor lejanía del poder, más extremas eran las posiciones, mientras que a mayor cercanía, las posiciones se volvían más responsables. Pareciera que ese es el juego que se da en esta casa, según uno se siente en un lado o en el otro.

          Cuando venía a la sesión, tomé la calle Riobamba y me paró una valla con policías. Después de identificarme me dejaron entrar. Cuando vine desde el Anexo hasta el recinto, me encontré con todo el Congreso vallado y militarizado. Y hace unos pocos meses se decía que siempre que el Congreso está vallado es porque se viene una ley contra la gente. Si el Congreso tiene que sesionar de esta manera, vallado, es porque lo que se está debatiendo adentro va en contra de los intereses de las mayorías. Esto no lo decía cualquiera. Lo decía quién era el presidente del bloque oficialista, Agustín Rossi. Lo decía también la hoy vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. (Aplausos.)

          Digo esto para evitar los extremos. Seguramente la verdad está en la mitad.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (González).- Les pido por favor que hagan silencio y escuchen al diputado que está hablando.

 

Sr. Fernández (C.A.).- Lo que estamos tratando hoy no es una Ley DE Solidaridad Social y de Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Económica. Si la tuviera que definir, lo haría mediante tres puntos: se trata de una ley de delegación de facultades, de impuestazo equivalente a dos puntos del PBI ‑a la actividad productiva se le sacan más de 9.000 millones de dólares‑ y de congelamiento de las jubilaciones.

          Lo cierto es que a la Argentina no le ha ido bien cada vez que delegó facultades. Este Congreso lo ha hecho en reiteradas oportunidades, aunque tampoco quiero demonizarlo, como hoy se planteaba aquí. Cuando vemos los resultados por haber delegado las facultades del Congreso al Poder Ejecutivo –y estoy dispuesto a analizarlo‑, nos damos cuenta de que no nos ha ido bien como país, ya que no se resolvieron los problemas estructurales. La prueba más evidente es la prórroga permanente que ha transformado la emergencia en una constante. Pareciera que la solución a los problemas no está por el lado de las emergencias. Y esto no quiere decir que no estemos en un problema. Ni tierra arrasada ni paraíso. Seguramente la cuestión está en la mitad.

          Cuando hablo de impuestazo, más allá de la delegación de facultades, estoy hablando de una verdadera reforma tributaria, porque nos metemos con las contribuciones patronales, con el ajuste por inflación, con los bienes personales, con el impuesto cedular, con una alícuota del 30 por ciento para compras con moneda extranjera, compras en el exterior, servicios, transportes, etcétera. Todo lo cual termina generando una devaluación encubierta a partir de un cambio múltiple en la Argentina, debido a un nuevo término de referencia que afecta a los sectores productivos, ya que ese dólar de referencia termina siendo un parámetro utilizado por la producción.

          También nos metemos con los impuestos sobre los créditos y débitos en cuentas bancarias, y con los impuestos a las ganancias, ya que modificamos deducciones personales. Tocamos la tasa de estadísticas, los impuestos internos y los derechos de importación. No voy a abundar. Ya ha sido demasiado explicado.

          Un tema central es el del congelamiento de las jubilaciones. La realidad es que hay 2.799.952 jubilados que cobran la mínima, y 2.932.806 que cobran por encima de la mínima. En este punto apelo a algo que ha sido dicho durante toda la noche: a la solidaridad. Dos millones de esos jubilados que cobran por encima de la mínima están por debajo de las dos jubilaciones mínimas.

 

Sr. Presidente (González).- Diputado Fernández: se han cumplido sus cinco minutos.

 

Sr. Fernández (C.A.).- Ya termino, señor presidente.

          Apelo a la solidaridad. Cuando tratemos el tema en particular, voy a pedir que se incluya una cláusula que les garantice algún tipo de ajuste y movilidad a esos dos millones de jubilados que cobran entre una y dos jubilaciones. También voy a pedir que tengamos en cuenta que estamos afectando a los docentes universitarios, a los guardaparques nacionales, a los pensionados combatientes de Malvinas y a los militares que no van a cobrar de acuerdo con los ajustes del salario en actividad. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada Ginocchio, por Catamarca.

 

Sra. Ginocchio.- Señor presidente: dada la hora y la cantidad de oradores que quedan pendientes, invito a los señores diputados a que consideren insertar lo que quieran expresar, a los efectos de que podamos llegar en tiempo y forma a la votación en general del proyecto de ley. Luego queda la votación en particular. Muchos de nosotros somos del interior y tenemos vuelos programados durante el transcurso de la mañana de este viernes. Tenemos también el tremendo problema de no contar con más aviones para regresar. En este sentido, creo que puede considerarse la inserción, cosa que ya hemos utilizado en otras oportunidades.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Aicega, por Buenos Aires.

 

Sr. Aicega.- Señor presidente: evidentemente, muchas de las cosas que tenía pensadas decir, ya se han dicho. En razón de abreviar, dada la hora, y para ser solidarios con el resto de los colegas diputados, voy a hablar de dos o tres cuestiones en particular. Básicamente, me voy a referir a la cuestión institucional, que volvemos a ver como muy importante dentro de la vida republicana.

          La delegación de facultades es un tema casi histórico en la Argentina. Revisando los libros hacia atrás, se puede observar que no ha habido una etapa del país en la que no haya sido utilizada. Por eso se ha transformado en un vicio en la forma de gobernar. La delegación de facultades es una vulneración al sistema republicano. Debilita a las instituciones y transforma a este Congreso, ya no en una escribanía, sino en una mera institución sin ninguna razón para su funcionamiento.

          Para llegar a la necesidad de la delegación de facultades, tenemos que encontrarnos ante verdaderas emergencias. Estas emergencias deben ser bien identificadas, así como deben fijarse los mecanismos para que sean verdaderamente removidas, poniéndoles un plazo de duración bien establecido.

          Reconocemos que nuestro gobierno ha dejado algunas cuestiones que deben ser solucionadas. Pero también debemos ser muy considerados y reconocer que hay cuestiones de infraestructura que han sido verdaderamente afrontadas con seriedad. La matriz energética que estaba destruida ha sido restablecida. Las reservas del Banco Central también son de importancia, y muchos aspectos de la vida institucional han sido verdaderamente mejorados.

          Voy a hacer un llamamiento a todos los señores diputados presentes. Tenemos la necesidad de encontrar una posición mesurada frente a estas cuestiones. La sociedad ya no acepta posturas extremas que nos lleven a una pelea constante por cualquier tema. El asunto en tratamiento atraviesa todas las cuestiones de la vida de los argentinos.

          La delegación de facultades de nueve emergencias es una desmesura legislativa. Considero que no estamos en condiciones de darnos ese gusto en este momento.

          En cuanto al tema particular de las retenciones al campo, que afecta sobre todo a la zona bonaerense, que es donde yo provengo, el esfuerzo que ya está haciendo el sector es muy importante. No podemos hablar de sectores oligárquicos, sino de sectores muy atomizados de la producción que hoy se encuentran en plena inversión y recuperando lo que han sembrado. Modificarles las reglas de juego los llevaría a una situación de verdadero desgaste institucional. También ocurre con las exportaciones de agroservicios y agroproductos, que dan valor agregado a la producción agropecuaria y a las que se le añade una importante cuestión impositiva que provoca que no haya mayor producción.

-     - Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Sergio Tomás Massa.

 

Sr. Aicega.- Respecto de las pymes, como decían algunos señores diputados preopinantes, sabemos de la crisis que están atravesando, pero la solución estructural pasa por la reforma tributaria y laboral, temas trascendentales y de fondo de nuestra sociedad.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Santa Fe.

 

Sr. Martínez (G.P.).- Señor presidente: doy números para el planteo que hizo el señor diputado Yasky: si los datos de nuestra eficiente Secretaría Parlamentaria no fallan, han hablado hasta el momento 36 diputados del interbloque opositor, y 21 veces hablaron de meter la mano en el bolsillo de los jubilados, que es falso; 16 veces dijeron que estamos haciendo un ajuste de 2 puntos del PBI, que también es falso; 14 veces dijeron que acá no hay tierra arrasada; 18 veces dijeron que estamos entregando las llaves del Congreso al Ejecutivo; 18 dijeron que hay congelamiento de jubilaciones, cuando no lo hay; 9 veces dijeron que a Alberto le duró poco el tono conciliador, y 11 veces repitieron el cuestionamiento al título de esta ley. Me parece que en esto están un poco “coacheados”, compañeros. (Aplausos.) Daría toda la sensación de que lo han contratado al CEO del año para que les haga los discursos.

          Hemos escuchado muchas veces al ex presidente Macri hablar de que “este es el camino” y que “es por acá”. Hace mucho decimos que hay un camino alternativo.  Nuestro bloque varias veces bajó al recinto con carteles que decían que había otro camino. Nuestro compañero Daniel Scioli escribió un libro que se llama El otro camino, y nuestro ex presidente de bloque escribió un libro titulado Hay otro camino.

          Realmente, lo hemos empezado a construir desde el 10 de diciembre sobre dos cimientos: la solidaridad y la reactivación. No es habitual que estos dos elementos vengan juntos, y nosotros creemos que no hay reactivación sin solidaridad y viceversa. Pero tenemos un problema cuando hablamos de reactivación porque existe una recesión terrible, asfixiante e insoportable.

           También la solidaridad está en crisis en nuestro país. Hay demasiados lazos rotos entre los argentinos, demasiado “sálvese quien pueda” y demasiada meritocracia. Recomiendo este libro, el de la socióloga Paula Canelo, que nos recuerda un spot publicitario de una empresa de automóviles que decía: “Imagínate vivir en una meritocracia, donde el poder para que las cosas funcionen esté en tus manos, donde destacarte no tenga nada que ver con tu nombre, sino con lo que sos, donde se celebre a los que pueden mantenerse firmes en el camino, para los que saben hacerse su propio lugar y saben que cuánto más trabajen, más suerte tienen.”

          El plan ha sido instalar esta meritocracia y este “sálvese quien pueda”, pero nosotros proponemos otro camino. Sabemos no hay igualdad en la Argentina si no trabajamos fuertemente sobre estos lazos de solidaridad que hoy están muy debilitados.

          Pero para empezar a reconstruirlo, también necesitamos darle una vuelta de tuerca a la cuestión de la grieta porque es un lugar común, un cliché. Venimos hablando de que la grieta es tal cosa y tal otra, pero no es ni K ni anti-K, ni entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. La verdadera grieta en la Argentina es que hay un poquito de argentinos que tienen mucho y una enorme mayoría del pueblo argentino que tiene poco. Entonces, la verdadera grieta que nos separa a todos es la lucha por un país para todos, un país con igualdad, y en eso me parece que todos tenemos que hacer un esfuerzo. 

          Si se pidiera a los que estamos acá sentados que en lugar de estar sentados por bancada nos sentemos a favor de un país para muchos o en pos de un país para pocos, seguramente no alcanzarían las bancas para apoyar la idea de un país para todos. Pero entre ese acto de declamación por una Argentina igualitaria y solidaria y la construcción concreta hay una enorme distancia.

          Señor presidente: nosotros estamos llegando a este recinto para hacer lo que efectivamente dijimos que íbamos a hacer a lo largo de la campaña electoral. En la provincia de Santa Fe nos tocó recorrer muchos lugares y nos pedían parar los tarifazos, reactivar la economía, aliviar a las pymes, solucionar los créditos UVA y que quienes tuvieran un poquito hicieran una contribución hacia los que pueden menos. Me parece que ese es el camino.

          Hace doce años había otra campaña electoral con un spot sobre el FMI, por el cual se preguntaba a una serie de chicos qué era eso. Uno decía que era un pato, otro que era un superhéroe que iba a la Luna, pero ninguno sabía qué era en realidad. El spot terminaba diciendo: "Trabajamos para que tus hijos y los hijos de tus hijos no sepan lo que es el Fondo Monetario." Mi hijo de siete años, lamentablemente, ya sabe lo que es el Fondo Monetario Internacional. Tenemos que trabajar incansablemente, señor presidente, para que los hijos de nuestros hijos se olviden definitivamente de lo que es el FMI en la Argentina. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Nanni, por Salta.

 

Sr. Nanni.- Señor presidente: la persona que recién ocupaba su silla nos retó bastante, así que voy a cumplir estrictamente con el tiempo asignado.

          El nuevo gobierno está dando sus primeros pasos en la gestión y tiene todo el derecho que le da la legitimidad de los votos para plantear su propio plan económico. Nosotros tenemos la vocación de colaborar, porque somos republicanos y colaborativos, y de ello nos jactamos. Pero que se entienda bien que ayudar muchas veces significa poner límites.

          Voy a usar una metáfora futbolera. La táctica económica que propone el presidente tiene el derecho de plantearla como quiera en la cancha; lo que no puede hacer es sacar la pelota de la cancha, y es justamente lo que ha hecho el gobierno, y cuando vuelve a meterla, comete infracción de penal.

          ¿Por qué digo esto? El gobierno nos trae una ley que es mala en su forma y en su contenido. Es mala en su forma porque tiene muchos artículos inconstitucionales. Lo que más se ha hecho en el día de hoy es recalcar que el presidente pretende que nos despojemos de facultades que nos son propias e irrenunciables, como es el caso de los tributos. Nosotros, en todo caso, podríamos delegar algunas facultades, pero no específicamente las constitucionales, que queremos que rijan plenamente. Una cosa es obstruir un plan de gobierno y otra muy distinta es pedirnos que claudiquemos en nuestro rol legislativo.

          Si obviáramos la inconstitucionalidad de esta ley, en su contenido también es una ley muy mala porque el espíritu del proyecto no va a traer menos inflación, más trabajo, desarrollo y crecimiento económico, sino todo lo contrario. Bajo este simpático título de solidaridad y reactivación primero se esconde un impuestazo cuando gravamos la compra o el pago con divisa extranjera, cuando sumamos alícuotas y cuando gravamos todavía más al campo.

          En segundo lugar, hay un ajuste ante esta necesidad fiscal que tiene el Estado, pues lamentablemente la van a pagar los jubilados. Hace exactamente dos años en este Congreso sancionamos una ley que permitía la actualización del haber jubilatorio -que ya venía muy atrasado- cuatro veces al año. Derogábamos una vieja ley que ustedes dejaban cuando eran oposición ‑y también cuando les tocó ser oficialismo‑, que permitía solamente dos actualizaciones al año.

          En aquel momento, aprovechando el clima social que vivía el país, salieron a desinformar, a decir cosas que lo único que hacían era despertar demagogia dañina y buscar el aplauso fácil. Pero el verdadero efecto de la ley lo vimos ahora que la inflación se disparó y que los jubilados estarían más protegidos que con la ley anterior. Incluso, antes de ayer los propios ministros que se presentaron en el plenario de comisiones dijeron que era muy gravoso para el gobierno mantener esta ecuación con esta fórmula de actualización de las jubilaciones.

          Digamos las cosas como son. Este es un ajuste que pagan los jubilados; es un impuestazo que van a sufrir las clases medias de la Argentina, los productores y los pocos que pudieron ahorrar. Hemos tenido transiciones muy duras, por ejemplo, la del año 2001, que en once días se “comió” cinco presidentes. Aun así, nadie se había atrevido a mandar semejante paquete de medidas, a declarar semejantes emergencias y, además, proponernos estos gravosos impuestos.

          No me gusta el rumbo por el que nos conduce esta iniciativa; no me gusta la calidad institucional que nos propone; no me gusta el camino que va a tomar el país si aprobamos este proyecto. Por eso lo vamos a rechazar. Lo mejor que le puede pasar a la Argentina en su versión 2020 es que tengamos un buen oficialismo. Nosotros queremos ser una buena oposición. (Aplausos.)   

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Cornejo, por Salta.

 

Sra. Cornejo.- Señor presidente: voy a continuar de la manera en que lo hizo el señor diputado por Salta que me precedió en el uso de la palabra y también haré referencia a una de las sesiones que tuvimos hoy, en la que prestaron juramento los diputados reemplazantes de aquellos que se fueron al Poder Ejecutivo.

          Permítanme leer dos textos estrictamente legales. La Constitución de la Nación Argentina, en su artículo 29, dice: “El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas provinciales a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la Patria.”

          Por otra parte, nuestro Código Penal, en su artículo 227, establece lo siguiente: “Serán reprimidos con las penas establecidas en el artículo 215 para los traidores a la patria, los miembros del Congreso que concedieren al Poder Ejecutivo Nacional y los miembros de las legislaturas provinciales que concedieren a los Gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, la suma del poder público o sumisiones o supremacías, por las que la vida, el honor o la fortuna de los argentinos queden a merced de algún gobierno o de alguna persona.”

          Esto dice la ley. Esto es lo que hemos jurado nosotros y lo que acaban de jurar los nuevos diputados que se incorporaron hoy. Hemos jurado por la Constitución, que nos está dando una orden precisa. En este Congreso no tenemos facultades para otorgar superpoderes a ningún gobernante, ni nacional ni provincial, y es eso lo que está haciendo este proyecto.

          Señor presidente: nunca nadie se atrevió a tanto. Es infame querer obtener la concesión de superpoderes en los que los derechos de los argentinos queden solo a disposición del Poder Ejecutivo, anulando lisa y llanamente la participación del Poder Legislativo. Todo esto es para llegar a un concepto de tierra arrasada, cuando en realidad lo que estamos buscando es tierra liberada. ¿Es así como pretendemos gobernar?

          Aquí se han nombrado todo tipo de crisis; se han mencionado nueve. Pero yo voy a citar una nueva: la crisis institucional en la que que colocaremos a nuestro país si sancionamos leyes de esta naturaleza y no defendemos lo que significa la división de poderes.

          Es mucho lo que hay para decir; podría reiterar varias cosas que escuchamos y que compartimos. Pero voy a traer a la mesa algo que no se dijo: en este país que queremos que crezca, en este país en el que queremos que haya igualdad entre nosotros, en este país donde no queremos que nadie sufra esto que hoy se llama hambre, en este país donde queremos que nuestros jubilados reciban lo que se merece, no era posible crecer. ¿Por qué no era posible crecer? Porque ni siquiera estaba dada la infraestructura para que esto sucediese. ¿Quién crece si no tiene realmente en condiciones la actividad privada, la casa y, en esta oportunidad, la Argentina? Hay informes sobre este tema. Voy a hacer breves menciones.

          Se han construido autopistas con trasparencia y sin sobreprecios. Se han recuperado los trenes de carga. En materia de salud, se ha reducido la mortalidad infantil. Se amplió la cobertura de agua potable y cloacas, de lo que doy fe. En Salta, en lugares como nuestra Rivadavia Banda Sur, específicamente en La Unión y muchos otros lugares aledaños, nuestra gente tomaba agua totalmente contaminada. Tuvo que llegar el presidente Macri con nuestras políticas nacionales para dar agua potable y cloacas a los salteños y mejorar sus barrios. Esto no sucedía. Se cuadruplicaron las exportaciones de carne. Se aumentó sensiblemente la producción de energía no renovable.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Se agotó su tiempo, señora diputada.

Sra. Cornejo.- Hay mucho más por decir, señor presidente, pero por último voy a mencionar que debemos seguir trabajando para aprovechar el país de pie que les dejamos. ¡Por favor, no lo destruyan! ¡No a los superpoderes! ¡Sí a la democracia y a la división de poderes! (Aplausos.)   

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Cantard, por Santa Fe.

 

Sr. Cantard.- Señor presidente: lo primero que nos debemos preguntar y recordar es cómo llegamos al tratamiento de este proyecto en esta sesión. No hace mucho tiempo –diez o quince días atrás‑ nos comunicaban que el jueves pasado, el 12 de diciembre, inmediatamente después de la jura de los nuevos diputados, ingresaría a este cuerpo el proyecto de presupuesto que iba a enviar el presidente electo, porque como es lógico y así lo entendíamos, aquel que había enviado el presidente saliente no lo satisfacía.

          Sin embargo, vimos que esto no ocurrió. Después se nos dijo que entrarían tres proyectos diferentes referidos a emergencias distintas: la sanitaria, la alimentaria y la económica. Sin embargo, esto tampoco ocurrió y nos encontramos hace poco más de 48 horas, el martes pasado a las 5 de la tarde, más precisamente a las 16 y 55, con el ingreso de este proyecto que establece nueve emergencias y todo lo que se ha hablado acá. Para no darle a mi coterráneo de Santa Fe la posibilidad de seguir enumerando, voy a evitar nombrar todas las que se mencionaron aquí.

          Lo cierto es que tenemos una diferencia con respecto a las leyes de emergencia y a la entrega de superpoderes, y la tenemos los radicales no solo por lo que bien señalaba el diputado Yacobitti de las enseñanzas que nos dejó Raúl Alfonsín, sino porque las llevamos a la práctica.

          La última emergencia fue declarada en el año 2002, totalmente justificada por el momento que estaba atravesando el país, pero tuvo catorce años de prórroga, y este período abarcó, incluso, años en que crecíamos a tasas chinas, años de la soja a 600 dólares la tonelada y del petróleo a bajo precio. Logramos en este cuerpo dejarla sin efecto hace dos años y por eso nos duele tanto que volvamos a caer en este mismo error.

          Pero este proyecto de ley, además, tiene algunas incongruencias y es muy importante señalarlas, porque en su artículo 1º habla sobre una emergencia de un año, pero después para las retenciones son dos años y para el PAIS son cinco. También genera una gran inseguridad jurídica porque hay una delegación en materia tributaria que todos sabemos que es claramente inconstitucional. Con respecto a la suspensión de la movilidad vale recordar el fallo Badaro y la inmensa cantidad de juicios que el Estado tuvo que soportar atento a esta situación.

          Nos decía un diputado del hoy oficialismo hace unos minutos que habíamos cometido el papelón de no dar quórum. Es un llamativo planteo del diputado del actual oficialismo, que en los dos últimos años perteneció al bloque del Frente para la Victoria, que no una vez o unas cuantas veces, sino que nunca, jamás, facilitó el quórum en las sesiones en este Congreso. (Aplausos.)

          Hay que ser muy claro porque también se habló de la sesión que tuvimos hoy a las 14, de jura de los diputados, consecuencia de las renuncias que hubo; se iba a hacer hace siete días y no se hizo por las razones que fueran, pero indudablemente no somos los diputados de la oposición los responsables de que esa sesión no se haya llevado a cabo una semana atrás. (Aplausos.)

          Como muchos saben, pertenezco y he participado activamente, tanto como rector como secretario, en la vida universitaria, y no puedo dejar de ver con agrado que la suspensión de lo que costó tanta lucha a los docentes universitarios, que fue alcanzar el 82 por ciento móvil, fue retirada del despacho de la mayoría.

          Pero sí nos preocupa, y anticipo que vamos a hacer una propuesta de modificación al momento del tratamiento en particular, si el proyecto de ley se aprueba en general, que en lo referente al impuesto PAIS se incluya a las universidades en la excepción del artículo 33.

          Cuando tuvimos una situación similar en el segundo gobierno de la hoy vicepresidenta de la Nación, que recordarán ustedes que fue de un 35 por ciento de los gastos en el exterior, el impuesto podía ser tomado por las universidades a cuenta de ganancias. Esto no se da con la actual redacción, y al momento de tratarlo en particular vamos a pedir expresamente que se sumen a las universidades nacionales y provinciales a las excepciones del artículo 33. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Godoy, por Salta.

 

Sr. Godoy.- señor presidente: la verdad es que se ha manifestado un discurso constante desde la oposición, que analiza mucho la emergencia desde el punto de vista de los principios constitucionales, desde marcos conceptuales constitucionales, que por supuesto deben ser cumplidos. Y esta ley lo hace en términos temporales, encuadrando materialmente la emergencia.

          Pero me parece que esta emergencia debe analizarse primordialmente desde la realidad, y desde este punto de vista no hay nueve, sino millones de emergencias, porque son millones los argentinos que hoy están en una situación de emergencia.

          Hay un verdadero descalabro, un deterioro que se ha producido durante estos últimos cuatro años, que es alarmante. En términos económicos y financieros hay un 42 por ciento de pobreza, y estoy hablando de Salta y de la región del NOA. Esto lo he planteado ayer en la reunión del plenario de las comisiones. En Salta tenemos un 42 por ciento de pobreza y en el NOA es similar.

          En un año hay cien mil nuevos pobres, y eso que el estudio del INDEC se hace sobre la capital de mi provincia y no sobre el interior, que es todavía más pobre, con mayores índices de NBI. Hay un 8 por ciento de indigencia, y esto pasó en el primer semestre. Hoy claramente estamos arriba de esas cifras alarmantes.

          Hemos repetido el tema del crecimiento exponencial de la deuda, más de 190.000 millones de dólares destinados a esa fabulosa bicicleta financiera, no a generar condiciones de repago, a inversión o a infraestructura. El gobierno de mi propia provincia se ha endeudado en dólares porque en ese momento le plantearon que la salida era endeudarse y que la Nación le garantizaba el endeudamiento. Fue perjudicada en 35 millones de dólares, porque en el momento en que se endeudó el dólar estaba a menos de la mitad de lo que hoy está luego de la devaluación.

          Invirtieron en Letes, las reperfilaron y hubo una inflación del 55 por ciento. Eso es lo que ha provocado que hoy tengamos que discutir esta emergencia y es lo que ha provocado daño a los sectores más vulnerables.

          Son imprescindibles las medidas que se van a tomar para las pymes, una oxigenación, como la posibilidad de entrar en una moratoria y de poder volver a crecer; ni hablar de los beneficios tarifarios.

          En las provincias del NOA el valor de los servicios es aún mayor que aquí. Una familia humilde paga entre 3.000 y 4.000 pesos de luz, y muchas veces son cuentapropistas o tienen un trabajo informal, y deben decidir entre comer o pagar los servicios.

          Respecto de la cuestión sanitaria, vaya si estamos en emergencia. Faltan medicamentos, insumos e infraestructura. El Hospital de Tartagal, una ciudad de cien mil habitantes, no tiene cobertura, y es el único hospital con guardia pediátrica. Hay falta de vacunas y de medicamentos. Llegaban a los hospitales unas cajas cada vez más chicas o las mismas cajas con menos medicamentos y notas que decían que ciertos medicamentos no iban a llegar.

          En materia previsional debemos ser claros: no se congelan las jubilaciones. El Poder Ejecutivo debe incrementarlas trimestralmente, atendiendo primordialmente a los sectores de más bajos ingresos. Debemos insistir con eso: no se congelan las jubilaciones, y respecto de la parte social –ya que veo que el tiempo se me está acabando- quiero contar una pequeña anécdota.

          En los años 2001, 2002 y 2003 yo estudiaba en Tucumán abogacía y en ese período vi cómo muchos chicos del interior –yo soy de Salta y estudiaba en Tucumán-, de las provincias aledañas, tenían que volverse a sus casas porque no podían seguir estudiando. Se frustraron sueños, esperanzas y proyectos de vida. Pero también vi cómo a partir del 2003 esos mismos chicos pudieron volver a estudiar y cumplir sus sueños. También en estos años hemos visto cómo tuvieron que dejar de estudiar, y a partir de ahora vamos a ver cómo van a volver esos chicos a cumplir sus sueños. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Baldassi, por Córdoba.

 

Sr. Baldassi.- Señor presidente: aprovecho para saludarlo y desearle lo mejor en el ejercicio de la Presidencia, ya que no he tenido oportunidad de hacerlo.

          Voy a tratar de no repetir los conceptos ya expresados así no quedo en la estadística de la Secretaría Parlamentaria del oficialismo.

          Adhiero a todo lo que dijeron el señor diputado Luciano Laspina, miembro informante de nuestro bloque, y el señor diputado Luis Pastori; además coincido con lo expresado por muchos de los diputados que me han antecedido en el uso de la palabra.

          También coincido con las palabras del diputado Waldo Wolff. Me parece que es importante recapacitar y ponernos la meta de ser solidarios, de trabajar pensando en los otros desde acá adentro.

          En cuanto al proyecto de ley en consideración, sería necio de mi parte desconocer que estamos ante una situación de crisis generalizada, pero también sería necio que me hagan creer que estamos ante una situación de emergencia generalizada.

          Creo que no hay que demonizar al que termina para justificar una decisión política, sino que se debe justificar con argumentos sólidos y objetivos trasparentes. Tampoco hay que condenar a quienes representan al 40 por ciento del electorado, que pueden colaborar a construir una alternativa superadora.

          El tiempo se encargará de poner las cosas en su lugar, y seguramente allí primarán los valores y las responsabilidades que correspondan a cada uno de los que estamos acá o a aquellos que están cumpliendo funciones en el Ejecutivo.

          No hace falta suprimir facultades de ningún poder del Estado, porque en la Argentina hemos vivido muchas crisis, y ¿saben cómo hemos salido? Con mayor institucionalidad. Eso es lo que debemos hacer.

          La Argentina hoy necesita aprovechar toda la energía de este gobierno que inicia su gestión, en lugar de aferrarse a reafirmar que los errores del pasado no fueron tales.

          ¿Qué sentido tiene reclamar poderes extraordinarios cuando están gobernando en veinte provincias y tienen la mayoría en el Senado? Lo pregunto desde el sentido común. ¿Por qué delegar facultades legislativas en el presidente si tenemos un Congreso en funcionamiento?

          Cuando el presidente Mauricio Macri asumió, en 2015, había una crisis energética; sin embargo, no declaró la emergencia. Diseñó un plan de infraestructura para superar esa crisis, y lo hizo. Nadie va a mentir en eso, porque están las estadísticas y los números que muestran que se invirtió en energía, que hay mayor capacidad de generación eléctrica y que también se han incrementado las energías renovables. Por eso, declarar el país en emergencia y delegar facultades en el presidente quita certeza y seguridad jurídica a la Argentina.

          Las políticas públicas de fondo deben ser discutidas en el Congreso, y es el Ejecutivo el que después debe llevarlas adelante. Nuestro esquema institucional permite que el gobierno pueda tomar decisiones en materia económica, financiera, previsional o tarifaria. Y pregunto: ¿no le basta al señor presidente de la Nación con las atribuciones que le otorga la Constitución Nacional? ¿No le resulta suficiente la posibilidad de dictar decretos reglamentarios, y que los ministros de su Gabinete establezcan resoluciones para poner en marcha la política pública?

          Para cerrar, sabiendo que, obviamente, no voy a acompañar el proyecto de ley, salvo algunas cuestiones que plantearemos en el debate en particular, manifiesto que quiero cuidar a este gobierno. Quiero cuidarlo para que no caiga en la tentación de anular el diálogo y suprimir los consensos. Debemos ayudarlo comprendiendo que la realidad exige, hoy más que nunca, una salida de la mano de la verdad. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Scaglia, por Santa Fe.

 

Sra. Scaglia.- Señor presidente: seré muy breve. Intentaré no repetirme, pero si a veces repetimos algunas cosas tiene que ver con que estamos convencidos de lo que estamos diciendo. Estamos convencidos de que esta iniciativa, que se enmascara en la reactivación económica y la solidaridad, es un impuestazo para los argentinos, un ajuste que recae en los privados, que ya no aguantan más y no pueden pagar más impuestos, y luego el ajuste más inmoral, hacia los jubilados.

          Con este paquete de delegación de facultades al Poder Ejecutivo, están proponiendo que las jubilaciones se congelen por seis meses, en lugar de aumentar de acuerdo con la fórmula jubilatoria hoy vigente. Si de verdad ustedes no quieren eso, lo que deberíamos hacer -esta es mi propuesta- es incorporar, al momento del tratamiento en particular, un artículo que establezca que ningún ajuste que se otorgue sobre las jubilaciones pueda estar por debajo del índice de inflación. Ningún jubilado en la Argentina tiene que cobrar en 2020 menos de lo que le correspondería cobrar con la fórmula actualmente vigente.

          Dicho esto, como soy de la provincia de Santa Fe y quiero usar el tiempo del que dispongo para hablar también de lo que enmascara esta norma, que es el aumento de retenciones, que no se animan a proponer de otra manera y con otra ley porque saben que las 125 es una amenaza para el oficialismo, tengo que decir que el campo no da más. El campo no aguanta más impuestos. Y es mentira que el campo está gestionado por una oligarquía de productores agropecuarios de más de 50.000 hectáreas.

          Soy del interior de la provincia de Santa Fe. El campo en mi provincia está compuesto por productores de menos de 100, de 200 y ‑algunos‑ de 300 hectáreas. Se trata de economías familiares que no soportan más un impuesto, pero que cuando el país los necesitó, se arremangaron, se pusieron la economía al hombro, aun con la sequía o las inundaciones, salieron a reactivarla y trajeron los dólares que hacían falta.

          En Santa Fe, si ponemos retenciones, se termina la agroindustria, se cae la industria frigorífica, finaliza la posibilidad de seguir exportando carne al mundo y se pierden los mercados que supimos conquistar en estos cuatro años. Lo cierto es que, si queremos hablar de solidaridad y reactivación, debemos permitir a nuestros productores agropecuarios y ganaderos que puedan seguir trabajando.

          Por eso solicito que, al momento del tratamiento en particular, tengamos la consideración de no aumentar las retenciones al agro, de sacar impuestos a las cooperativas y, sobre todas las cosas, de no congelar los haberes a los jubilados. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Manzi, por Catamarca.

 

Sr. Manzi.- Señor presidente: debo expresar que el fundamento de esta ley me lleva a rechazarla porque la declaración de una emergencia significa tomar un camino frente a una situación excepcionalmente grave de colapso, de desplome o de catástrofe de un sistema. Nosotros estamos en problemas, en problemas graves, pero no estamos en la situación que el concepto de emergencia requiere para que tomemos ese camino.

          Ese camino muchas veces se ha tomado en nombre de las mayorías, y se ha terminado perjudicando a las mayorías. Se ha tomado en nombre de la democracia, y se termina lacerando a la República.

          Alberto Bianchi definía la emergencia económica como un estado de sitio económico. Pero nosotros estamos tratando un proyecto en tres días que prevé nueve emergencias, como en una especie de hilo de Twitter, una detrás de otra y sin mayor análisis, y sin que las comisiones que deberían haberse reunido para tratarlas se hubiesen podido reunir, salvo dos de esas comisiones.

          Señor presidente: en virtud del tiempo, me quiero centralizar en la emergencia sanitaria. Yo he tratado de despojarme de prejuicios y de salir de mi mirada, que evidentemente es una mirada parcial, para tratar de buscar causas para la emergencia sanitaria.

          Hay muchos prestadores privados que se han fundido, muchos prestadores privados que están en situación difícil, pero hay muchos otros que se robustecieron, que crecieron y que reinvirtieron. Es verdad que muchos de los prestadores privados hace muchos años que le deben al fisco, pero eso no amerita ni justifica que tomemos un camino extremo ni dramaticemos la situación.

          También es cierto que la red estatal de prestadores tiene problemas; los tiene desde hace muchos años. Pero en esto creo que hay que ver la otra cara de la moneda.

          Señores: durante la presidencia de Macri hubo diecisiete provincias gobernadas por lo que hoy es el oficialismo nacional, y en el tema salud en particular, el gobierno lo ejercen los gobernadores. O sea que, en realidad, ustedes han cogobernado con Cambiemos, y el mayor peso de decisión y de cómo administraron, para bien o para mal, cae en la mayoría de los gobernadores.

          En mi provincia, –Catamarca‑ mientras yo ejercía mi mandato como diputado provincial, muchas veces alerté de los problemas que tenía la red estatal de asistencia, sobre todo en el interior. Fueron alertas que sonaron como campana de palo. Nunca se prestó atención a eso porque teóricamente todo estaba bien; pero resulta que, en cuatro, cinco o diez días, todo se puso mal.

          Escuché en medios de difusión, pero también en esta Cámara, que el sarampión era una de las causas. Esa causa no se sostiene; se cae sola. Los casos que tenemos de sarampión en la Argentina son los mismos casos que proporcionalmente hay en otros países de toda América.

          Creo que lo central, que es la desarticulación de los subsistemas de salud, es lo que esta ley no aborda, y sobre todo el rescate de la atención primaria de salud, que es lo que no están haciendo los gobiernos provinciales. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Zamarbide, por Mendoza.

 

Sr. Zamarbide.- Señor presidente: nadie niega que la situación económica en la Argentina sea muy difícil, porque estamos claramente en una crisis económica, pero quiero hacer un poco de memoria ‑lo dijo recién el diputado “Niky” Cantard‑ respecto a cómo llegamos a esta sesión.

          Se habló mucho del quórum de esta sesión; los que querían que diéramos quórum, con la excusa de poner el Congreso a funcionar, en realidad lo hacían con la intención de cerrarlo. Fíjese qué ironía: poner el Congreso a funcionar para después ponerle un candado.

          Estuvimos esperando que -como dijeron- el 12 de diciembre enviaran el presupuesto nacional, que es la ley de leyes, la ley que le da principal sentido a esta casa, y después anunciaron que lo iban a hacer en marzo o abril. Sumado a esta ley que declara nueve emergencias y que le da facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo, la verdad que lo que creemos es que, en definitiva, van a gobernar con esta ley de emergencia más que con el presupuesto nacional, como correspondería.

          Además, van a gobernar con el presupuesto del 2019 con una inflación del 50 por ciento. Es decir que un presupuesto de 4 billones de pesos -para que la gente lo entienda, son cuatro millones de millones‑, como es el presupuesto de 2019, y con una inflación de 50 por ciento, estamos en una recaudación de 6 billones de pesos. Sobre esa diferencia el Poder Ejecutivo va a tener facultades para asignar partidas en forma arbitraria.

          Casi todos los indicadores económicos –insisto, nadie niega la grave situación que tenemos‑ están en el promedio de los últimos 36 años: el desempleo, por ejemplo, está actualmente en un 10,6 por ciento y el promedio de los últimos 36 años es del 11 por ciento.

          La situación del año 2002 era mucho más dura que ahora en todos los indicadores socioeconómicos; sin embargo, la ley de emergencia que se sancionó en ese momento fue mucho más restringida.

          Entonces, la verdad que llama poderosamente la atención que pretendan que demos facultades extraordinarias de esta forma al Poder Ejecutivo Nacional, y pretenden que todo el trabajo que hacen la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores lo deleguemos en una sola persona, que es el presidente de la Nación.

          Muchos de nosotros creemos que la salida de este país pasa por fortalecer el parlamentarismo y no por seguir haciendo hincapié en un régimen hiperpresidencialista, como el que tenemos.

          Me llama la atención que esta noche en este recinto no se esté hablando de la tremenda devaluación que estamos pasando hoy en la Argentina. En 2002 el gobierno de Eduardo Duhalde generó una devaluación de 300 por ciento en pocos días; el dólar pasó de 1 peso a 3 pesos. Fíjense: esto valía el dólar antes de las primarias de este año, antes del 11 de agosto -46,35 pesos- y este es el valor del dólar hoy: 81,90 pesos. Me dirán que parte de esto fue en el gobierno de Macri, pero la verdad es que los mercados tomaron que a partir de las PASO las elecciones las había ganado el actual presidente Alberto Fernández y reaccionaron en consecuencia.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Zamarbide.- Esta devaluación brutal de casi 100 por ciento en cuatro meses –reitero, casi 100 por ciento en cuatro meses‑ implica que muchísimos argentinos hayan perforado el umbral de pobreza.

          Hace dos años votamos una reforma impositiva con una tendencia a la baja de los aportes patronales para favorecer la generación de empleo en la Argentina. Lamentablemente, este proyecto que presentan frena esa reducción de aportes patronales que buscaba fomentar el empleo en blanco, que muchísimos argentinos pudieran acceder a un empleo genuino y estable, y la verdad que es una pena retroceder en lo que muchos consideramos que es una clave para la salida de Argentina: la reducción de la presión fiscal.

          Lo más triste ‑se ha hablado mucho hoy de esto‑ es el congelamiento de jubilaciones que este proyecto plantea. Si este proyecto lo presentara un gobierno no peronista seguramente lo estarían acusando diciendo que es un gobierno neoliberal. Sinceramente, creo que muchos diputados del oficialismo no votan este proyecto convencidos; lo votan por una cuestión de disciplina partidaria.

          Muchos hace dos años se llenaron la boca hablando de proteger a los jubilados ‑diecisiete toneladas de piedra tiraron en el Congreso; ¡diecisiete toneladas de piedra!- por una fórmula que venía a compensar a los jubilados por la inflación prevista. La anterior fórmula, basada en una sentencia judicial, lo hacía en base al crecimiento económico. No digo que necesariamente fuera mala; digo que en un contexto de inflación alta esta fórmula protege mejor a los jubilados. Tanto es así que muchos están reclamando y muchos gremios ‑entre ellos los docentes‑ pidieron estar eximidos del congelamiento de jubilaciones por 180 días. Aclaro que no tengo nada contra los docentes; es más, mi pareja es docente.

          Ahora, el tipo que es cuentapropista, el tipo que está fuera de ese régimen, ¿que se joda? ¿Qué hacemos con ese jubilado? ¿Le decimos al jubilado que cobra 20.000 pesos: “Vos podés aguantar”? 

          Tenemos la mejor predisposición para ayudar, pero seguramente este proyecto de ley no es la forma, del cual claramente estoy en contra en lo general. Voy a hacer algunos aportes en la discusión en particular. Este proyecto de ley no llena la heladera de nadie ni mucho menos pone plata en el bolsillo de los argentinos. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (Massa).- Me voy a permitir una broma: tenemos que conseguir la balanza que pesó las piedras, señor diputado. (Risas.)

          Tiene la palabra el señor diputado Stefani, por Tierra del Fuego.

 

Sr. Stefani.- Señor presidente: en primer lugar, quiero desearle éxitos a usted en el ejercicio de la Presidencia en esta casa atendiendo al diálogo que todos los legisladores necesitamos.

          Incluir en un solo proyecto de ley nueve emergencias debería poner en alerta al Poder Legislativo porque avasalla las instituciones del Estado, delega facultades que son propias del Poder Legislativo en el Poder Ejecutivo y además le da un alto grado de discrecionalidad al Poder Ejecutivo mientras vemos cómo se viene debilitando el Poder Legislativo a lo largo de estas últimas décadas.

          Cada vez más el presidencialismo o el hiperpresidencialismo necesita que le deleguemos facultades y tenemos muy poca incumbencia. El Congreso debería ser un poder independiente para debatir y construir un proyecto mejor y superador y para que los gobiernos de turno puedan conducirse de otra manera. En una situación de crisis como la que vive la Argentina la política es muy dinámica, y en nuestro país es más dinámica todavía porque nosotros hace dos años estábamos sentados en el lugar del oficialismo y hoy lo hacemos en el lugar de la oposición. Entonces, esto perjudica al Poder Legislativo más allá del lugar que ocupemos y nos tiene que dar una alerta certera.

          Esta emergencia no es solidaridad social, no es solidaria socialmente ni es de reactivación productiva. La verdad es que hace dos años nosotros votamos una reforma previsional con algunos parámetros, ya que había que cambiar la fórmula. Decíamos que en el mediano y en el largo plazo iba a ser mejor para los jubilados. De hecho eso pasó porque si calculáramos hoy los haberes de un jubilado con la fórmula anterior daría un 68,2 por ciento de aumento mientras que si los calculáramos con la fórmula que nosotros votamos hace dos años da un 78,5, con lo cual evidentemente constituía una mejora para los jubilados.  Además, actualizaba trimestralmente y también actualizaba en un nivel superior al índice inflacionario.

          Ahora este ajuste, que es como se debe llamar a este proyecto de ley con las nuevas emergencias, implica fundamentalmente el congelamiento de los salarios de los jubilados y se aplica sobre la actividad productiva y sobre el campo. Parte de los que están en este recinto consideran que el campo es la oligarquía, pero no tenemos en cuenta que son pequeños y medianos productores que generan empleo y actividad genuina. Asimismo consideran que todos los empresarios son grandes y oligarcas, pero la verdad es que hay un montón de empresas pymes y micropymes que le ponen el hombro todos los días para que la actividad económica de la Argentina se supere y podamos tener una mejor economía.

          Ese ajuste es para afuera; no es para adentro. No veo el ajuste en el Estado ni tampoco, como dijo el diputado Wolff –y lo comparto‑, veo el ajuste en la clase política ni en los tres poderes del Estado. No lo veo en el Poder Ejecutivo, no lo veo en el Poder Judicial y no lo veo en el Poder Legislativo.

          Nosotros tenemos un problema, señor presidente, que ya resolvieron otros países vecinos y que les solucionó el camino hacia adelante. No nos podemos poner de acuerdo acerca de qué produce este país para estar adentro de una economía global. No puede ser que para parte de la clase dirigente no podemos ir a ningún lado con el campo mientras que para otra parte sí.

          Tenemos que saber con qué actividad productiva este país va a salir adelante para poder establecer políticas de Estado de largo plazo que sustenten a la Argentina para que pueda tener un crecimiento sostenido. Pero claro: eso parece utópico. Si no podemos sostener una ley que votamos hace 2 años que le da seguridad jurídica a una cantidad de jubilados, que son un sector vulnerable, ¿cómo vamos a hacer para construir una política de Estado a largo plazo? Este es uno de los puntos sobre el que tenemos que tratar de ponernos de acuerdo todos los legisladores de esta Cámara de Diputados.

          Señor presidente: yo vengo de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, que tiene un potencial de crecimiento fantástico. Se trata de una provincia que tiene hidrocarburos, pesca, energía, servicio logístico a la Antártida, turismo, etcétera, pero su economía es altamente estatal. Necesitamos inversión y desarrollo genuino, no solo Tierra del Fuego sino toda la Patagonia, y no veo en todo este paquete de leyes ninguna medida que nos vaya a favorecer.

          Cierro diciendo que las personas que nos votaron nos pidieron que seamos una oposición responsable y constructiva pero firme también, y como somos una posición firme, no podemos aprobar este proyecto. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Fregonese, por Entre Ríos.

 

Sra. Fregonese.- Señor presidente: nos encontramos debatiendo un proyecto de ley complejo debido a la multiplicidad de temas que se pretenden abarcar y a la enorme cantidad de facultades que el Poder Ejecutivo le pide este Parlamento que le delegue.

          Desde nuestro bloque e interbloque estamos dispuestos a colaborar con el nuevo gobierno para dotarlo de las herramientas necesarias para enfrentar los problemas que hace décadas nos aquejan en el país, pero de ninguna manera eso debe implicar la delegación de facultades propias de este Parlamento y menos aún en la magnitud pretendida.

          Queremos acompañar la gestión del nuevo presidente de la Nación que dijo en su discurso de asunción: “La situación de las pymes requiere de un alivio fiscal y estímulos apropiados”. Pero eso es imposible desde el ajuste que propone este proyecto a toda la actividad económica: más impuestos no pueden constituir nunca alivio fiscal.

          Al aumento de la presión fiscal sobre toda la economía se suman al caso de las producciones agropecuarias y las economías regionales el aumento específico de los derechos de exportación. Nos dijeron que era sólo una actualización, pero en este proyecto de ley ya los aumentos se hacen explícitos. Bastaron solo dos días para que se termine el relato de la actualización.

          Pero quiero referirme a otro aspecto menos comentado de este proyecto que paradójicamente atenta contra esa reactivación productiva que se pretende, particularmente el Capítulo III, de contribuciones patronales, artículos 19 a 24.  Allí se frena un proceso que venía siendo muy beneficioso para la formalización, generación de empleo y mejora de la competitividad de la industria textil, la curtiembre y todas las economías regionales.

          Nosotros, los que vivimos en los pueblos de interior, sabemos bien lo que son las pymes y lo difícil que les resulta pagar todas las contribuciones que se les demanda.

           Los decretos 1067 de 2018 y 128 de 2019 permitían a esas actividades una disminución del monto sobre el que se calculan las cargas patronales favoreciendo el empleo formal en actividades de alta ocupación de mano de obra. No actualizar la base imponible como establece el artículo 22 es frenar la mejora de competitividad del empleo formal de las economías regionales del interior profundo, algo tan deseado.

          Los beneficios de este régimen que ahora se suspende fueron numerosos. Permítanme citar un ejemplo muy claro y contundente: en la avicultura, específicamente en la producción de huevos, durante los primeros seis meses de vigencia del régimen se incorporó al empleo formal un 15 por ciento de trabajadores sobre la plantilla existente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Perdón, señora diputada.

          Ruego a los señores diputados que guarden silencio.

 

Sra. Fregonese.- Nuestro país necesita divisas con urgencia, y las economías regionales de las que estamos hablando son exportadoras en su gran mayoría. La industria arrocera, actividad que conozco bien en mi provincia, exporta el 70 por ciento de su producción. La industria del arándano ‑también de Entre Ríos‑ exporta el 90 por ciento de su producción, y dentro de la fruticultura es la actividad con mayor participación de mano de obra en sus costos.

          El daño contra la formalización del empleo que genera este régimen se generaliza en todo el territorio. La industria del maní, de Córdoba, exporta el 90 por ciento de su producción y genera más de 12.000 puestos de trabajo.

          Estamos hablando del interior, del interior profundo y de las economías regionales.

 

Sr. Presidente (Massa).- Perdón, señora diputada. Para que sus colegas se sienten tranquilos en sus bancas, aclaro que no voy a habilitar la votación de cierre del debate. De manera que se pueden sentar. (Aplausos.)

 

Sra. Fregonese.- Con esta medida, Misiones se verá afectada en sus principales actividades. El 75 por ciento del tabaco y el 80 por ciento del té producidos en nuestro país se exportan; incluso la yerba se exporta en un 20 por ciento. Y estoy hablando probablemente de todas las provincias de las cuales provienen estos diputados.

          Si hablamos de la olivicultura de Catamarca, La Rioja y San Juan, somos los sextos exportadores mundiales: más del 80 por ciento de nuestra producción llega a los mercados del mundo.

          Congelar este régimen afectará las actividades de las frutas tropicales de Formosa, de las peras y manzanas del Valle de Río Negro, de los cítricos del litoral y del NOA, de la caña de azúcar de Tucumán y Jujuy, del algodón del Chaco y de la lechería de la provincia de Santa Fe.

          En todas las economías regionales afectadas las pymes son las grandes generadoras de empleo local y de agregado de valor en origen. Si nosotros queremos aliviar a las pymes de la presión impositiva, este aumento en los impuestos va en el sentido contrario.

          Quiero ser clara en este punto: las modificaciones de este Capítulo…

 

Sr. Presidente (Massa).- Ha concluido su tiempo, señora diputada.

 

Sra. Fregonese.- Ya termino, señor presidente.

          En consecuencia, este régimen ‑que fue sancionado luego de un trabajo conjunto con la CAME, los gremios y las cámaras‑ fue algo superador.

          Si se fomenta el diálogo, como dice el presidente, es una pena que no hayamos podido trabajar en este tema y tengamos que ir a un proyecto inconsulto y con un apuro absolutamente incomprensible.

 

Sr. Presidente (Massa).- Señora diputada: le reitero que ha terminado su tiempo. Además, usted está leyendo y eso no lo permite el reglamento.

 

Sra. Fregonese.- De acuerdo, señor presidente.

          Adelanto mi voto negativo en general; y en particular, mi voto negativo a todos los aumentos de la carga fiscal y a las delegaciones que distorsionan la división de poderes. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Fagioli, por Buenos Aires.

 

Sr. Fagioli.- Señor presidente: en primer lugar, quiero contarles que soy un vecino de un barrio popular del Conurbano bonaerense, de esos barrios que no tienen agua ni luz ni cloacas. Son esos barrios donde los vecinos sufrieron en carne propia los últimos cuatro años de gobierno.

          Soy un trabajador de la economía popular que no ha visto futuro. Solo he visto cómo las propuestas del gobierno de Macri nos han arrebatado las oportunidades, han arrebatado las oportunidades de nuestros niños y han arrebatado todo tipo de esperanza que teníamos como sector.

          Me preocupa y me parece una falta de respeto que muchos hablen del país maravilloso que han dejado. Creo que es una falta de respeto que se escuden en los jubilados y en mi sector para decir que no están de acuerdo con este proyecto de ley. Les pido por favor que no le falten más el respeto a nuestro sector. Ya vivimos y sufrimos cuatro años de su gobierno de hambre, pobreza, saqueo y miseria. (Aplausos.)

          Es muy triste tener que estar discutiendo una ley de emergencia en estos tiempos, pero no es más que el reflejo de lo que han dejado y de lo que han generado. Durante cuatro años generaron que el mejor negocio para unos pocos sea la deuda externa y la fuga de capitales, mientras otros nos moríamos de hambre, no teníamos trabajo y teníamos que ver cómo nuestros niños no podían comer y no tenían las oportunidades para crecer o para estar acá, como hoy me toca a mí; somos muy pocos los que tenemos esta oportunidad. Ahí está mi compañero Alderete, que también viene del sector.

          La verdad es que no siento más que angustia y pena por lo que han generado, y es momento de que se hagan cargo. Me preocupa mucho que se opongan cuando un gobierno es consecuente con lo que propuso en su campaña ‑a diferencia de lo que hizo Macri en 2015, que nos prometió pobreza cero y terminó siendo del 40 por ciento‑ y plantea una ley que redistribuya las riquezas y ayude a los sectores más humildes de la Argentina.

          Me parece raro que se opongan. ¿No será que los que se oponen a este proyecto de ley quieren seguir concentrando las riquezas en manos de unos pocos? ¿No será que les preocupan muy poco la pobreza y la miseria? ¿No será que les preocupa muy poco la tierra arrasada que han dejado y les preocupa muy poco trabajar todas y todos juntos para levantar este país, para ponerlo de pie, para volver a hacerlo productivo, para volver a generar trabajo y para que ningún pibe más en nuestra Argentina esté sin comer o sin tomar un vaso de leche?

          La verdad es que estoy indignado, señor presidente. Pido disculpas si estas no son las formas, pero es la primera vez que estoy en este recinto. No siento más que angustia. Lo único que tengo para decir es que nosotros ‑los sectores populares, los movimientos, los jóvenes‑ vamos a trabajar codo a codo con el presidente, vamos a empujar y vamos a trabajar para que la Argentina se ponga de pie. Nosotros vamos a aportar todo lo que sea necesario para que en nuestro país nunca más haya una persona con hambre, una persona sin salario o un jubilado que tenga que elegir entre comprar un remedio, comer o pagar la factura de la luz.

          Vamos a trabajar entre todos y todas para reactivar la Argentina, y estamos convencidos de que este proyecto de ley es el comienzo de ese camino. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Voy a pedir al diputado González que me reemplace en la Presidencia, así sus compañeros se pueden sentar en sus bancas, ya que están dudando. (Risas.)

          Tiene la palabra la señora diputada Matzen, por Río Negro.

-   Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, Álvaro Gustavo González.

 

Sra. Matzen.- Señor presidente: nuestra joven democracia, en forma cíclica, una vez más está en riesgo. Hoy estamos aquí para discutir y debatir un proyecto que pretende delegar facultades extraordinarias en uno de los poderes del Estado. Parece que en la Argentina esto es algo crónico. Se quieren volver a aplicar recetas que ya han fracasado.

          Pero lo que más preocupa es que con esta emergencia que se pretende declarar en el día de hoy se vuelve a ejercitar el intervencionismo como ejercicio de la política pública. Volver a ejercitar el intervencionismo del Estado implica ni más ni menos que la deformación de la actuación del gobierno por sobre la sociedad. El intento de meterse con el bolsillo de los argentinos y con la libertad de los ciudadanos, haciendo uso y abuso del ejercicio del poder, no es el saludable y necesario rol del Estado cuando algo está distorsionado en lo institucional, en lo económico o en lo social, sino la pretensión de la unificación o la suma del poder público en manos de uno solo de los poderes. Esto representa ni más ni menos que dejar de lado la supremacía que implica la pluralidad de ideas, lo que significa que podamos pensar diferente, debatir y discutir para llegar a los consensos. En cambio, elegir por el unicato es dejar el federalismo, dar rienda suelta de nuevo al unitarismo, poner a los gobernadores de rodillas, adoctrinarlos en pos del trabajo que tienen que hacer para llevar obras y gestiones hacia los ciudadanos de sus provincias. No queremos volver a ese pasado.

          Una vez más nos encontramos frente a esa tendencia de la idea única, del avasallamiento de los derechos adquiridos. Diputados del interbloque han manifestado varias veces el perjuicio que ocasiona este proyecto para nuestros jubilados.

          He escuchado también decir a diputados del oficialismo que no se toca la movilidad, cuando claramente está expresado en el artículo 51 del proyecto que estamos tratando en el recinto.

          Con las medidas que se pretenden aplicar a partir de este proyecto los jubilados sí pierden; los jubilados que se esforzaron y los que se esfuerzan, pierden. Nuestra Constitución Nacional es clara: se traiciona la patria si se delegan facultades extraordinarias, si se otorgan sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o la fortuna de los argentinos queden a merced de un gobierno o de persona alguna. Juré por esa Constitución y la quiero defender.

          Los argentinos tenemos malas experiencias de cuando se intentó volver una escribanía a este Congreso, cuando se delegaron facultades extraordinarias que eran reservadas al Poder Legislativo y que están marcadas en nuestra Constitución.

          Si solo miramos el título del proyecto estamos todos de acuerdo. Sin embargo, cuando leemos y analizamos cada uno de sus artículos vemos que lo que se encuentra encubierto es un impuestazo disfrazado de buenas intenciones. Nos llevan al terreno de la discrecionalidad política, económica e institucional, al manejo de la economía a gusto y antojo del poder de turno que va en desmedro de la inmensa mayoría de los argentinos.

           Menos mal que se quitó el artículo 85 que pretendía, bajo la excusa del rediseño organizacional, suprimir, modificar, crear, fusionar organismos descentralizados. Este artículo permitía que se pudieran cambiar sus autoridades superiores, objetivos, funciones, atribuciones y competencias. ¿Hasta dónde se pensaba llegar? ¿Qué se escondía detrás de este artículo distraído, aparentemente?

          De nuevo nos encontramos con el inevitable paso del intervencionismo económico al intervencionismo institucional; parece de manual, uno termina siendo consecuencia del otro.

          Pareciera que sin el manejo de las instituciones y las cajas públicas el oficialismo no puede gobernar.

          Voy a acortar mi discurso, pero quiero finalizar pidiéndole al oficialismo que cumpla lo que prometió en campaña. La democracia la construimos entre todos con diálogo y consenso, no atropellando las instituciones. Es con todos, como decían ustedes en la campaña, y no contra todos. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado López, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. López.- Señor presidente: se llenó el recinto, parece que vamos a tener una sesión no tan fácil. Espero que no se llene para picardías, porque vamos a terminar rompiendo los códigos básicos con los que convivimos.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

 Sr. López.- Estos cuatro años convivimos con códigos que hicieron de este Parlamento un lugar respetado por todos, incluso por ustedes y por los bloques que están integrados por ustedes, reconociendo un Congreso distinto. Son códigos sanos que tenemos que perseguir.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. López.- Me voy a dirigir al presidente, como corresponde.

          Señor presidente: el gobierno empezó muy mal la relación con el Parlamento. Hace ocho días vino el presidente, dijo que quería diálogo, que quería consenso. Hace dos días expresó que no quería decidir solo y empezamos a tener que discutir una ley de superpoderes con nueve emergencias en tres días. Además, pareciera que mañana a la hora 14 va a sesionar el Senado. No recuerdo un antecedente tan rápido en la sanción de una ley.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (González).- Silencio, señores diputados. Por favor les pido que nos escuchemos.

 

Sr. López.- Empezaron mal ustedes con nosotros porque no van a dialogar con el principal bloque de la oposición que tiene  116 diputados sentados en sus bancas; quieren comenzar sin diálogo, sin consenso, sin nada. La verdad es que no es una linda manera de empezar nuestra relación parlamentaria, que además debemos mantener por los próximos cuatro años.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (González).- Por favor, señores diputados, no dialoguen.

 

Sr. López.- Señor presidente: el debate tiene dos ejes, uno económico, sobre el que se refirieron muy bien varios de mis compañeros. En este punto tengo que decir que evidentemente vienen acá sin épica a hacer un ajuste. Nosotros estamos dando un debate institucional y me gustaría contextualizarlo desde mi modo de ver las cosas, que es el modo de ver de muchos de nosotros.

          Ese debate institucional debe darse sobre la delegación de facultades. ¿Qué se entiende por delegación de facultades? Que nosotros le cedamos una parte de nuestro poder, una parte muy importante, al Poder Ejecutivo.

          Imaginemos que hoy aprobamos una ley en la que le delegamos al presidente Alberto Fernández, o a cualquier otro presidente, facultades judiciales. Entonces, el presidente de la Nación puede decretar un embargo, una quiebra, un procesamiento o establecer una detención. Evidentemente esto nos parecería una locura, pero decidimos que el Congreso sí puede delegar facultades. ¿Por qué? ¿La política desprestigia al Congreso? ¿La sociedad critica al Congreso? ¿No valoramos nuestras propias facultades? Yo creo que las tenemos que valorar y las tenemos que ejercer. Vamos a ejercer nuestras facultades, las tenemos que ejercer y vamos a custodiar que se ejerzan.

          Es cierto que la Constitución plantea algunas excepciones donde podríamos ceder facultades, la delegación legislativa que tiene base en la Constitución, que debe tener no solo un plazo sino bases, es decir, condicionamientos al poder de turno.

          La ley que nos están proponiendo no tiene bases claras, posee un plazo bastante difícil de conocer. Si bien el artículo 1° establece un plazo concreto, hay algunos artículos que tienen otro plazo y otros que no tienen ningún plazo; la Corte ya definió esta situación. Hay dos fallos, uno es “Colegio Público de Abogados de la Capital Federal”, que establece cómo tienen que ser las bases de la delegación, y otro es “Camaronera Patagónica”, que habla sobre cómo tiene que ser la delegación de materia tributaria. Vamos a ceder un poder muy importante si votamos esta ley.

          Este proyecto que tiene, insisto, bases ambiguas y poco precisas, como prohíbe la Constitución, tiene además la posibilidad de que el Poder Ejecutivo decida el hecho imponible. ¿Qué es el hecho imponible? Sobre qué cosas, hechos o conductas pagamos los impuestos los ciudadanos; es el equivalente al hecho penal, a la conducta penal por la que puede ir detenida o ser condenada una persona.

          No podemos delegar la facultad del hecho imponible, se llama principio de legalidad y tiene que ver con el origen del constitucionalismo; no lo podemos hacer. Además, no fija un plazo determinado ‑como les decía-, la base de delegación es amplia y ambigua. En el caso de los artículos 3°, 5°, 6°, 28, 38, 48, 49, 52, 54 inciso a), 57 y 80 la base es absolutamente ambigua y amplia. Me parece que es importante decir esto para el futuro control de constitucionalidad.

          Las delegaciones en materia tributaria ya sabemos que son absolutamente inconstitucionales.

          Para no extenderme –sé que me queda muy poco tiempo para hacer uso de la palabra- quiero hablar de un punto que adelantó la señora diputada Oliveto Lago y que me parece fundamental.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (González).- La Presidencia solicita silencio, señores diputados.

 

Sr. López.- Me refiero al tema del lobby. Creo que es bueno saber que cuando un presidente necesita una facultad y tiene que renegociar contratos, el lobby va a estar a la vuelta de la esquina, por él o por los funcionarios de su gobierno que pueden venir. Creo que es mejor que protejamos esta situación.

          El presidente ‑tal como lo dijo‑, fue asesor de YPF, de Repsol YPF y del Grupo Indalo. Me parece que es bueno que cuidemos esa situación y le demos bases claras al presidente. La vicepresidenta le delegó un poco de poder al presidente y tal vez nos está pidiendo tantas facultades para exagerar su poder, porque ella sí le puso bases a la delegación de poder al presidente de la Nación.

          Cuidemos nuestro poder, nuestra base y no cedamos un poder que nos corresponde a nosotros.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra la señora diputada El Sukaria, por Córdoba.

 

Sra. El Sukaria.- Señor presidente: en realidad estamos considerando un proyecto de ley por el que ni más ni menos le otorgamos facultades al Poder Ejecutivo para influir discrecionalmente en la estructura económica de nuestro país. Podemos disfrazarlo con distintos términos y situarlo en distintos contextos, pero la realidad es que se trata de una carta en blanco para que el Poder Ejecutivo en manos del presidente de la Nación disponga discrecionalmente de la estructura económica del país.

          ¿Por qué lo considero un atropello institucional? Simplemente porque nuestra estructura está basada en tres pilares del Estado: el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. Lisa y llanamente con este avasallamiento se quitan las principales potestades del Poder Legislativo en lo concerniente a legislar sobre creación y la modificación de impuestos, contraer empréstitos con crédito nacional, aprobar el pago de la deuda, legislar en materia aduanera y fijar el presupuesto nacional. A diez días o menos de haber asumido el gobierno, este es el primer proyecto de ley a considerar en este Congreso.

          ¿Por qué decimos que se lo disfraza con términos que no reflejan la verdadera intención del proyecto? Porque la excusa es proteger a los sectores más vulnerables. Sin embargo, simplemente hay que hablar con la verdad.

          Habiendo escuchado a distintos oradores durante la tarde y noche, me atrevo a decir con mucho respeto que los sectores populares existen en la Argentina desde 2001. No los creó ni intensificó el gobierno de Mauricio Macri, sino todo lo contrario. Los sectores populares arribaron a un acuerdo y tuvieron un trato cordial con el gobierno que acaba de terminar. Digamos las cosas como son.

          Por otro lado, respecto de los jubilados, avanzamos en muchas medidas, por ejemplo, la reparación histórica. Esos juicios no se iniciaron durante el gobierno de Mauricio Macri, sino diez a quince años antes. Entonces, si hacemos las cuentas, sabemos de qué gobierno viene el retraso y los derechos endilgados a los pobres jubilados.

          Asimismo, tenemos que desenmascarar la idea de que el gobierno del expresidente Macri generó la pobreza. Como perdimos las elecciones nacionales, ahora somos oposición, pero algunos gobiernos provinciales gobiernan desde hace más de una década. (Aplausos.) Y no pertenecen a nuestra coalición de gobierno. (Aplausos.)

          La pobreza, la indigencia y todos los problemas que nos duelen y que tenemos que resolver todos juntos aplicando una política pública a largo plazo, no tienen color ni dueño. Reitero: los pobres no tienen dueño, pero todos somos responsables. Además, no se generaron en cuatro años de gobierno. Esto lo reflejamos en las estadísticas utilizadas para aplicar las políticas públicas.

          Probablemente lo realizado no alcanzó, pero no mentimos. Nosotros siempre hablamos con la verdad, que es un valor que escasea en estos tiempos.

          Por otro lado, apuntando directamente a cómo afecta este proyecto de ley a mi provincia, Córdoba, lo hace de lleno en dos fuentes estructurales de la economía regional. Una es la agroindustria, donde el derecho de exportación repercute gravemente en lo más fuerte que tenemos en la provincia que son los granos: la soja, el aceite, la harina, etcétera, productos que tributarán más del 30 por ciento. El trigo y el maíz tributarán el 12 por ciento. La carne, la leche en polvo, la harina y las legumbres tributarán más del 12 por ciento. Y el maní, el 9 por ciento. Este es el producto regional por excelencia de nuestra provincia que exporta el 95 por ciento. Entonces, la aplicación de estas nuevas alícuotas implicará una recaudación extra de 1.800 millones de dólares, de los cuales 260 millones de dólares provendrán de Córdoba, de acuerdo con los cálculos realizados por la Bolsa de Cereales de Córdoba.

          Por último, llama la atención que el mismo día que ingresaba el proyecto a esta Cámara, el presidente de la Nación anunciaba un plan de reactivación del sector automotriz y la aplicación de un 15 por ciento de gravamen a partir de los nuevos tributos. Esta es una incoherencia. Por ende, no vamos a acompañar el presente proyecto de ley. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Herrera, por Santiago del Estero.

 

Sr. Herrera.- Señor presidente: iba a hacer una apreciación y una consideración respecto del proyecto de ley, pero dado que nos acusaron de infames traidores a la patria y nos amenazaron con la aplicación del Código Penal, me referiré precisamente a la cuestión legal.

          Ciertos legisladores hablaron de abuso, atropello, y afectación al Estado de derecho y al equilibrio de poderes. Todo ello es ajeno a la realidad.

          Precisamente el Poder Ejecutivo nacional respeta al Congreso de la Nación cumpliendo los requisitos necesarios al enviar el proyecto para pedir la delegación de facultades.

          Bien decía el diputado Larroque que con peripecias discursivas querían llevarnos a otro lado. Querían que encuadrásemos esta norma en el artículo 29 de la Constitución Nacional. No tiene nada que ver. No estamos hablando de prerrogativas extraordinarias ni de delegación del poder del Congreso. Únicamente estamos hablando de delegación de facultades. El Congreso sigue tiene teniendo poder para legislar y en esta instancia, o más adelante, puede derogar o modificar la ley. Es decir que de ninguna manera el Congreso cede su poder al Poder Ejecutivo nacional.

          Señor presidente: tenemos una emergencia y el Congreso es el que sienta el plazo, los requisitos y las bases. Al aplicarse esos requisitos, la norma no es inconstitucional.

          Ahora me pregunto: ¿todavía dudamos de la emergencia? Los legisladores que participamos del plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Legislación General escuchamos el informe sobre el estado en que está el país y la crisis que atravesamos. Esos datos no son ajenos ni a la realidad ni al conocimiento de los legisladores. ¿O acaso vamos a desconocer que tenemos un 60 por ciento de niños pobres, o el 40 por ciento de la población sumida en la pobreza, o un millón y medio de jóvenes que no trabajan, o una sociedad endeudada o, más bien, sobreendeudada? No podemos negar que hay una emergencia y que este Congreso limita la actuación del Poder Ejecutivo nacional en lo relativo a la aplicación de esta norma. El Congreso es el que establece las bases. ¿Cómo me van a decir que las bases son algo que no tiene sentido? Cuando hablamos de la sostenibilidad de la deuda pública, nos referimos a compatibilizar el crecimiento económico y a mejorar los indicadores sociales. Cuando hablamos de la reestructuración tarifaria, también tomamos en cuenta la distribución equitativa, la producción y la inversión.

          Señor presidente: estas son las condiciones que pone el Congreso. Damos cumplimiento a esos requisitos. No decimos que la norma es inconstitucional.

          Hace 4 años empezó el gobierno de Macri; durante tres o cuatro meses gobernó con decretos de necesidad y urgencia, hasta se animó a nombrar a dos jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El primer proyecto de ley que trajo al Congreso de la Nación fue para endeudar al país en 15.000 millones de dólares para pagar a los fondos buitres. (Aplausos.)

          Necesitamos una ley para pagar la deuda social que generó el gobierno de Macri. He escuchado a muchos diputados de Cambiemos decir que se hacen cargo de los errores; hacerse cargo de los errores es también legislar con responsabilidad, pero necesitamos que nos acompañen para que le demos una herramienta al Poder Ejecutivo nacional a fin de que una vez por todas frene la economía la caída de la economía en la Argentina y ponga al país de pie así, de una vez por todas, saldemos la deuda social que tenemos con todos los excluidos del régimen de Macri. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Fernández Langan, por Buenos Aires.

 

Sr. Fernández Langan.- Señor presidente: en atención a la hora, a lo extendido que ha sido debate y habiendo sido fijada la posición del interbloque por los dos miembros informantes, los diputados Laspina y Pastori, solicito la inserción de mi discurso en el Diario de Sesiones. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (González).- Muchas gracias por su contribución a la convivencia señor diputado.

          Tiene la palabra el señor diputado Martín, por Santa Fe.

 

Sr. Martín.- Señor presidente: formo parte de una generación que vivió toda la vida en democracia gracias al liderazgo y al impulso cívico de Raúl Alfonsín pero además gracias a todas las fuerzas políticas, de hombres y mujeres que con gran convicción democrática pusieron de lado sus diferencias políticas para apostar a poner en valor a la Constitución, a las instituciones democráticas y al Parlamento.

          Hoy nos encontramos en momentos complejos, de dificultades, con un mundo convulsionado y con una América Latina convulsionada en la que la concentración del poder ha derivado en profundas crisis económicas, sociales, institucionales y humanitarias que nos interpelan hoy con profundo dolor.

          Los ejemplos de Bolivia y Venezuela son gráficos, porque ahí donde se desoyen los referéndums y se violenta la Constitución los ciudadanos pagan las consecuencias. Allí donde se eliminan los frenos y contrapesos y se concentra el poder, los ciudadanos pagan las consecuencias.

          Hoy estamos en este Congreso Nacional discutiendo un proyecto de ley de emergencia en nueve áreas –como la económica, social, financiera y sanitaria‑ que pone justamente en el debate esta cuestión de fondo: si como generación y como representantes del pueblo en el Congreso de la Nación Argentina estamos a la altura de las circunstancias para defender esas mismas instituciones democráticas y sus principios republicanos.

          La verdad que el Poder Ejecutivo nacional remitió este proyecto de ley y comenzó dando un paso oscuro que por el contrario puso de manifiesto esa vocación por concentrar poder como no se había registrado en la historia política y constitucional argentina. Nunca antes un presidente había pretendido concentrar tantas atribuciones y competencias que son propias del Congreso Nacional.

          Todos escuchamos aquí al presidente de la Nación ‑doctor Alberto Fernández‑ en la Asamblea Legislativa cuando dijo que venía a cerrar la grieta y a pedir que todos los argentinos juntos pongamos a la Argentina de pie. Claramente los hechos tiraron por la borda esa declamación que quedó vacía de contenido, porque con esta iniciativa vemos que el accionar va en sentido contrario. Esta iniciativa es un acto de venganza y revanchismo justamente contra aquellos sectores, contra aquellos argentinos que optaron por otra alternativa política que no acompañó al Frente de Todos en las últimas elecciones.

          La consecuencia de pensar diferente está a la vista: un ajuste brutal del 2 por ciento del PBI que se expresa en la eliminación de la movilidad jubilatoria. Los jubilados ahora no tienen derecho a indexar sus haberes por ley y, por el contrario, dependen de la liberalidad y la buena voluntad del presidente de turno.

          También están ahí los emprendedores que todos los días se dedican a innovar, a vincularse con el mundo, a incorporar tecnologías y que encuentran hoy en el Estado un enemigo que los obstaculiza y no a un aliado que trata de potenciarlos.

          También ahí está el interior del país. Provengo de la provincia de Santa Fe donde miles de hombres y mujeres, pymes y productores agropecuarios se levantan todos los días con mucho esfuerzo a sacar a la provincia y al país adelante, pero encuentran únicamente un Estado que les pone la pata encima y no los ayuda a crecer. Con los derechos de exportación, con las retenciones que se están imponiendo de manera ilegítima, terminan avasallando el federalismo. De alguna forma con esta medida se concentran nuevamente los recursos en el poder central.

- Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Sergio Tomás Massa.

 

Sr. Martín.- Como bloque de Juntos por el Cambio, entendemos que no tenemos forma de acompañar esta iniciativa que propone el gobierno nacional, porque realmente implica un avasallamiento y un ajuste tal que no estamos convencidos de seguir.

          Sabemos que el Frente de Todos ganó las elecciones y estaremos presentes en el Congreso de la Nación para debatir cualquier iniciativa que quiera llevar adelante el presidente porque estamos dispuestos a consensuar. Sabemos que si al presidente le va bien, le irá bien a todos los argentinos.

          No obstante, los argentinos no le dieron un cheque en blanco a nadie; no lo hizo el 41 por ciento del electorado que nos acompañó a nosotros ni el 52 por ciento que no votó al Frente de Todos. Inclusive estoy convencido de que un porcentaje del 48 por ciento que votó al Frente de Todos y que acompañó el cambio propuesto por Alberto Fernández en el país, no está convencido del avasallamiento institucional que se quiere llevar adelante en el Congreso de la Nación.

          Hoy estamos debatiendo si como generación nuevamente estamos a la altura de las circunstancias. Claramente en esta primera iniciativa estamos dejando mucho más en el debe que en el haber.

          Queremos que sepan los argentinos que quieren preservar las instituciones, la democracia y la República, que cuentan con nosotros para garantizar la supervivencia del Estado de derecho. Acá estamos para defenderlos. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).-  Tiene la palabra el diputado Héctor Bárbaro, por Misiones.

 

Sr. Bárbaro.- Señor presidente: es mi primera vez en la Cámara. Durante 19 años fui maestro en la escuela primaria. Siempre los niños me pedían que les contara un cuento.

          Uno de los cuentos que me gustaba contarles era el de Pinocho. Todos sabemos que a Pinocho le crecía la nariz porque mentía mucho. La verdad que hoy cuando venía a la Cámara, le compré unos lentes a un senegalés porque había perdido los míos. Cuando miro hacia la bancada opositora, veo algunos compañeros que mienten mucho, y lo han hecho durante toda la sesión.

          No entiendo cómo los compañeros de Cambiemos siguen mintiendo tanto; mintieron en 2015 cuando el rey Pinocho les mintió a los argentinos diciéndoles que venía la solución del país. Ustedes recordarán todas las mentiras que le dijo a los argentinos. Es más, puedo darles un minuto de tiempo para que cuenten alguna mentira si se acuerdan.

          Después nos siguieron mintiendo. ¿Se acuerdan de los brotes verdes? ¿Se acuerdan del bosque verde que venía en el fondo? ¿Se acuerdan del avión que despegaba y ya estaba listo? ¿Se acuerdan cuando la diputada Carrió junto con el presidente Macri decía que había que cruzar el río porque del otro lado estaba el paraíso? Por suerte no cruzaron el río y llegamos nosotros. La verdad, nos siguen mintiendo. Pareciera ser que el rey de los Pinochos les dice “Vayan al recinto y digan que esta ley que mandó el Ejecutivo es un impuestazo, es cerrar el Congreso, es ajustar, es injusta”. Dicen que el gobierno del Frente de Todos no tiene un plan económico. Dijeron de todo.

          Sin embargo, tienen que hacerse responsables del país que nos entregaron, y eso no lo veo. Niegan siempre. Cuando los compañeros les dan los datos estadísticos –no soy economista pero todos los que vamos al barrio vemos el hambre, la gente que no tiene vivienda, el pequeño productor que sufre-, la verdad es que no se puede entender cómo lo niegan. Uno dice “Mirá que fue el mayor endeudamiento externo de la Argentina en los últimos años” y te dicen que no. Cuando uno dice que aumentaron las tarifas, te dicen que no, que las “readecuaron”; cuando decimos que destruyeron el trabajo y las pymes, dicen que no. Buscan una excusa diciendo cualquier cosa, pero siempre niegan. Mienten y niegan, las dos cosas. Algún día tienen que parar de mentir. Miren que Pinocho anda cerca.

          Les digo a todos que el gobierno del Frente de Todos asumió para ayudar a los jubilados. Acá se habla de ajuste, pero son los caraduras los que hablan de ajuste. (Aplausos.) Venimos a ayudar a los jubilados, no como ustedes, que les sacaron el 25 por ciento, que los llevaron a la pobreza, que hicieron que haya jubilados que hoy no tienen qué comer.

          Le decimos también a la gente del campo que vamos a tener en cuenta a los pequeños productores, pero los grandes, los que se llevaron la plata con pala de la Argentina, sí tienen que pagar.

          Así que, señor presidente, sé que mi tiempo está terminando, pero la verdad es que escuchar tantas mentiras en el primer día, en una sesión, duele en el corazón. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Villa, por Buenos Aires.

 

Sra. Villa.- ¡Qué ternura, señor presidente! ¡Le duele en el corazón!

          Hoy es 20 de diciembre y sinceramente debemos reconocer que estamos frente a un nuevo gobierno, que asumió hace apenas diez días. Sinceramente, felicitaciones. Es la primera vez que hablo y me parece que es parte del sistema democrático reconocerlo.

          También coincido un poco con los colegas que aquí hablaron, como Juan Manuel, en cuanto a que la presencia del presidente de la Nación en el Congreso de la Nación -y su discurso- fue muy importante en cuanto a hablar de la unidad, de la importancia que tiene saldar esta grieta y trabajar todos para construir una Argentina distinta.

          Pero sinceramente este proyecto no habla de nada de eso; no expresa el diálogo y el consenso. Al contrario, lo que este proyecto nos dice es que la historia pasa por otro lado, que los funcionarios que asumieron en el gobierno no quieren el diálogo. Simplemente nos traen un proyecto que es lo más parecido a un cachetazo.

          La verdad es que hoy se está considerando en esta Cámara un proyecto de ley que fue llevado adelante de una manera exprés y que se votará a libro cerrado.

          Quiero ser sincera, señor presidente. La verdad es que el hecho de que voten a libro cerrado y de una manera exprés no me sorprende. Entiendo que el kirchnerismo siga haciendo lo mismo. Siempre ha considerado a este Congreso de la Nación como una escribanía. No es algo que nos sorprenda a nosotros. Lo que sí me sorprende es que muchos crean que volvieron distintos.

          Dentro de este mismo proyecto y de este relato que habla de solidaridad se esconde la manera en la que quieren gobernar, que es la del “vamos por todo”. Y dentro de este marco del “vamos por todo” presentaron un proyecto que, en su primer artículo, sí que va por todo. Se trata de un artículo que habla de la emergencia económica, pero junto con ella agrega una emergencia financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, social y sanitaria. La verdad es que el proyecto que nos presentan implica un gran ajuste, que lo van a pagar los sectores más vulnerables.

          Recuerdo que hace dos años tratamos en esta Cámara una ley previsional, que sujetaba la tarifa a la inflación para garantizar a nuestros jubilados el poder adquisitivo. Lo que hoy nos proponen es un ajuste brutal que lo van a tener que pagar los jubilados.

          Quiero preguntar dónde están los diputados que hace dos años se golpeaban el pecho. ¿Dónde están esos diputados que se autoproclamaban como defensores de los derechos de los jubilados? ¿Dónde están esos diputados que se llenaban la boca hablando de derechos humanos y de justicia social?

          Después de aprobar este ajuste brutal, que recaerá sobre los sectores más vulnerables, les va a ser muy difícil cantar la Marcha Peronista.

          Sinceramente, no soy diputada de la Nación para entregarle un cheque en blanco al Poder Ejecutivo. Mis compañeros y yo somos diputados de la Nación porque representamos a un porcentaje del pueblo argentino que nos dio la posibilidad de estar acá sentados teniendo voz, expresándonos y representando a una parte de la población que no está de acuerdo con este proyecto. Espero que sepan entender que vivimos en democracia y que esto es parte de la democracia. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado De Lamadrid, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. De Lamadrid.- Señor presidente: hoy deberíamos estar discutiendo, como Cámara de origen, el presupuesto, la planificación del nuevo gobierno y su política económica. No lo estamos haciendo porque no hubo voluntad política y se optó por otra situación.

          Bajo la excusa de que las variables macroeconómicas no eran reales, bajo la excusa de que los diagnósticos y las estimaciones del presupuesto presentado en septiembre hacían imposible que lo tratáramos, pasamos de un plumazo de hacer lo que la sociedad esperaba que hiciéramos a tratar una emergencia económica exprés, infundada, que no persigue otra cosa que la discrecionalidad para hacerse de los recursos de los argentinos sin control. Esta es la verdad. Vuelve la burra al trigo.

          Después de 16 años habíamos recuperado las atribuciones que le corresponden al Congreso de la Nación; habíamos dejado de lado presupuestos ficticios y emergencias discrecionales que hacían que todos los años, desde 2002 en adelante, el Ejecutivo pudiera disponer de entre el 20 y el 35 por ciento del presupuesto a través de otro paralelo. En todos esos años se nos fueron 150.000 millones de dólares a manos de la discrecionalidad.

          Esta emergencia económica que estamos tratando es la clave de bóveda de la discrecionalidad y el poder absoluto, a través de superpoderes que intentan desmantelar el funcionamiento del Congreso.

          No hay emergencia económica. Si votamos esta ley, lo único que vamos a estar haciendo es decretar la emergencia de la República.

          Se presenta una delegación de facultades en el Poder Ejecutivo cuando en realidad es un rapto político de las atribuciones y facultades propias del Congreso.

          El señor presidente de la Nación manifestó que quería abandonar la grieta y todos estuvimos de acuerdo. Ya cumplió, porque con el primer proyecto de ley que envió al Parlamento cerró la grieta y abrió un zanjón. No tendremos más grieta; dada la realidad que acontece, parecería que la nueva palabra que tendremos que usar es “zanjón”.

          ¿Qué se juega en la Argentina? ¿Qué mira el mundo como primera característica de la transición? Que siempre volvemos a discutir de manera precaria y hacemos que el debate político se empobrezca. Una vez más, en la Argentina dirimimos si el poder estará en las personas o en las instituciones. Se juega si tendremos democracia o nos tentaremos con el regreso a algo parecido a la autocracia; si el Congreso defenderá las facultades que le son propias o si eso pasará a ser una formalidad; si cumplimos con la Constitución Nacional o si se transforma en un texto escrito sobre el agua; si el gobierno podrá ser controlado o si volverá la política del poder bruto a la Argentina; si habrá transparencia y rendición de cuentas o abuso de poder; si volveremos a los tiempos de la imposición o si salvamos y defendemos la deliberación.

          El poder absoluto es el fracaso de la política porque siempre oprime, conculca derechos y libertades.

          En 1908, Figueroa Alcorta cerró el Congreso porque no le habían aprobado el presupuesto. Tenía miedo del manejo que hacía Roca en el Senado. No vaya a ser que ahora pase lo mismo y que, sin llegar a cerrar el Congreso con candado como aquella vez, por miedo a la vicepresidenta se intente generar, a partir de esta emergencia, un mecanismo para desmantelarlo. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Maquieyra, por La Pampa.

 

Sr. Maquieyra.- Señor presidente: agradezco su amabilidad al permitir que, cuando compañeros exceden el término para exponer, puedan utilizar algunos segundos más. Es algo que quizás hace un tiempo no pasaba y que el presidente anterior también consideraba. Me parece que así se permite que esta casa siga funcionando.

          Tal vez, su “gestito de idea” genera algunos memes, pero es bueno que cada diputado pueda terminar de hacer uso de la palabra.

          En el marco de esta discusión sobre la emergencia económica, me parece que el discurso del señor presidente electo acerca de la conciliación y la búsqueda de diálogo no se condice con la manera como se está tratando este proyecto. Somos conscientes de que la situación de la Argentina es difícil, y estamos aquí para acompañar y hacer una oposición responsable. No obstante, ello se torna difícil cuando del otro lado no encontramos responsabilidad, cuando esta iniciativa es tratada de forma exprés después de dos o tres días de la visita de los ministros y cuando se pretende que mañana sea considerada en el Senado.

          Estamos hablando de la delegación de facultades legislativas en el Poder Ejecutivo en nueve materias diferentes. Incluso, con este proyecto se cruzan algunos límites vinculados con los principios republicanos. Esto no podemos acompañarlo.

          Estamos convencidos de que debemos seguir por el camino de la transparencia y del achicamiento del gasto público para, de alguna manera, zanjar el déficit fiscal; pero no podemos hacerlo a costa de los productores –digo esto pensando, sobre todo, en mi provincia‑, de los jubilados y de los emprendedores, y sin pensar en qué puede hacer el Estado para sumarse a este esfuerzo en pos de la reducción del déficit fiscal.

          En lo que se refiere a los productores –sobre todo, los de mi provincia‑, no es lo mismo la zona núcleo que otras que se encuentran a 600 kilómetros del puerto o a 1.000, ya que los costos son mayores. El aumento de las retenciones no generará un incremento de las exportaciones. Ya lo vivimos en 2008 y en 2009: medidas de esta naturaleza no contribuyen al desarrollo del país sino que, por el contrario, traen aparejados un aumento del déficit y una merma en la producción.

          Lo mismo ocurre con la ganadería. En mi provincia perdimos un millón de cabezas de ganado a partir del cierre de las exportaciones y, en su momento, del incremento de las retenciones. Situaciones de este tipo perjudican no solo al productor, sino también a los frigoríficos, que generan mucha mano de obra tanto en mi ciudad, General Pico, como en otras ciudades de La Pampa y de otras provincias. Si la producción ganadera empieza a mermar, se verá perjudicado no solo el productor sino también el trabajador.

          No es a través de la presión impositiva, que ya es alta, que podremos lograr mayores exportaciones y disminuir el déficit fiscal.

          En cuanto a los jubilados, durante nuestro gobierno se hicieron dos reformas. Primero, la reparación histórica, cuyo objetivo fue poner un punto final a los juicios y reconocer a cada jubilado el monto que merecía percibir. Segundo, la fórmula de movilidad jubilatoria. Se ha hablado mucho sobre ella y seguramente es susceptible de una modificación; pero no es barriéndola o congelándola como vamos a solucionar el problema.

          Por primera vez, en marzo y junio del año próximo iba a ser posible emparejar los haberes con la inflación; ahora, borrando esa fórmula o congelándola, lo único que lograremos es perjudicar a los jubilados. Bienvenidos sean los bonos, pero ¿por qué no en el marco de aquella ley que disponía aumentar los haberes considerando la marcha de la inflación?

          Hace instantes hablé sobre el esfuerzo que debía hacer el Estado. Como bien dijo el señor diputado Wolff más temprano, no hay un artículo que especifique qué esfuerzo hará el Estado para acompañar esta declaración de emergencia y contribuir a la salida de la crisis.

          Así como durante nuestro gobierno se congelaron salarios, actualmente hay diversas iniciativas tendientes a congelar los que perciben diputados, senadores, ministros, miembros de la Corte y gobernadores, aunque estos últimos podrían decidirlo en sus respectivas provincias dado que no es potestad del Congreso hacerlo.

          Podemos estar de acuerdo con algunas disposiciones del proyecto de ley en tratamiento. Por ejemplo, aquellas vinculadas con la moratoria para las pymes o con la elaboración de programas para reforzar la ayuda alimentaria; pero no podemos coincidir con las que implican una mayor presión impositiva, porque entendemos que no contribuyen a superar la recesión.

          Por las razones expuestas –veo que el señor presidente cambió el gestito‑, no podemos acompañar esta iniciativa. Queremos hacer una oposición responsable, pero el límite para nosotros es el otorgamiento de “superpoderes”. No podemos dar nuestro voto a una iniciativa con la que se pretenden delegar todas las facultades legislativas al presidente de la Nación, porque ello va en contra de los principios republicanos. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Cambié el gestito así puede hacer otro meme, señor diputado.

          Tiene la palabra la señora diputada López, por Buenos Aires.

 

Sra. López.- Señor presidente: en primer lugar, hablaré sobre algunos conceptos que vienen repitiendo desde el inicio de la sesión diputados de Juntos por el Cambio: impuestazo, jubilados, ajuste, “superpoderes”, etcétera. Todos y todas vienen reiterándolos sistemáticamente, lo que demuestra que es un bloque que acuerda los conceptos centrales sobre los que verterá su discurso. Esto es sumamente interesante, porque también tiene que ver con la posibilidad de generar confusión hacia afuera de la Cámara de Diputados.

          El doctor Alberto Fernández, electo por la voluntad popular, comenzó su gobierno hace ocho días. Me gustaría que los legisladores de Juntos por el Cambio, cuando hablan de impuestazo, recordaran que las tarifas de luz y de gas se vieron afectadas en más de un 3.000 por ciento durante sus cuatro años de gobierno.

          Provengo de una localidad del interior donde hemos pedido sistemáticamente la implementación de una tarifa de gas para zona fría. No lo logramos durante el anterior gobierno, lo que trajo como consecuencia que trabajadores y trabajadoras del Estado, como yo, viésemos cómo nos quitaban el medidor de gas de nuestras viviendas. Esto también es clase media, la misma que dicen defender pero que durante los últimos cuatro años se encontró sumamente endeudada.

          Por eso me parece bastante complejo que hablen sobre otorgamiento de “superpoderes”, de impuestazo y de jubilados.

          Claramente, el discurso de los legisladores y las legisladoras de Juntos por el Cambio obvia las cuestiones de género y de edad como variables.

          Es cierto que la tasa de desempleo ronda el 11 por ciento y que puede ser leída como una tasa histórica; pero no es menos cierto que, si cruzamos ese indicador con variables tales como el género y la edad, llegamos a valores históricos de desempleo. La uberización de la economía impacta en nuestros jóvenes. Esto es algo de lo que no han hablado en toda la sesión, porque seguramente es lo más doloroso de la cara social que han dejado como modelo.

          Hay una deuda social enorme que ninguno de ustedes ha mencionado en este recinto. No han entendido que acá el problema es el endeudamiento que sufre la ciudadanía, generado como una política pública promovida por un Estado neoliberal. Es eso lo que tenemos que poner en tensión en este discurso y en esta ley: a quiénes vamos a proteger.

          Cuando nosotros hablamos de la pirámide, elegimos la base de la pirámide: los más vulnerables y, sobre todo, las más vulnerables. Si algo tuvo la lógica de Cambiemos ‑una lógica meritocrática e individualista‑ fue afectar a las mujeres. A las mujeres de todos los sectores, porque hay una amplia gama de mujeres que ejerce la jefatura de sus familias. Esto no lo han podido ver. El endeudamiento que contrajimos las mujeres tiene que ver con que utilizamos esos créditos para pagar vida cotidiana, lo cual ha afectado severamente el desarrollo y proyección que tenemos como familias.

          No me quiero extender mucho, pero me parece que hay cosas que hay que llamar por su nombre, sin inventar cuestiones discursivas para confundir a la ciudadanía, en un show mediático dado puertas afuera del Congreso.

          En el plenario de comisiones, el mismo bloque también mencionó como un logro la ampliación de la AUH. Es un logro que celebro, aunque la AUH es un derecho que se generó antes de ese gobierno para la generación de los recursos al interior de los grupos más vulnerables de la población. El 81 por ciento de las beneficiarias de la AUH tiene un crédito con el ANSES. Un crédito que es usurario, porque sacan 6.000 pesos y tienen que pagar 9.000, generando un endeudamiento nuevamente al interior de su grupo para poder reproducir cotidianeidad. La AUH terminó convertida en estos últimos años en un camino de endeudamiento de los más vulnerables cuyo acreedor es el Estado, que a las claras debería tener que protegerlas. Son paradojas que ustedes han planteado a la hora de ejercer la política pública a nivel social.

          De los créditos que tomaron los beneficiarios de la AUH ‑porque en un discurso de un diputado también se mencionó a los emprendedores y emprendedoras‑ solamente el 2 por ciento se utilizó para generar emprendimientos. Les aseguro que las filas de los endeudados y endeudadas son mucho más largas que las de los emprendedores.

          Hay casi 16 millones de argentinos que están por debajo de la línea de pobreza. Seguramente el hambre nos duele a todos, pero nos duele de forma diferencial, porque particularmente los sectores populares son los que necesitan reparar lo que han perdido en estos años: derechos, posibilidades de consumo y posibilidades de reproducir la lógica de su vida cotidiana, que no es poco.

          No me quiero pasar con el tiempo, porque venimos con mucho atraso en la sesión. Simplemente, quiero concluir diciendo que no confundan a la ciudadanía, que no inventen vueltas discursivas. No estamos pidiendo superpoderes. No es un impuestazo. El impuestazo fue dado por su gestión. Háganse cargo y por favor acompañen las herramientas necesarias para generar una democracia más sólida e inclusiva. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Burgos, por Jujuy.

 

Sra. Burgos.- Señor presidente: en primer lugar, quiero felicitarlo por el cargo que ha obtenido.

          La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa, republicana y federal. La no delegación de las facultades del Congreso está sustentada justamente en esa forma tripartita de gobierno y en la división de poderes.

          El gobierno constitucional es un gobierno de poderes limitados. “Dadme un gobierno popular cuyos poderes no sean limitados y divididos –decía Estrada‑ y tendréis el despotismo de las muchedumbres que las fascinan”. “Ahora no satisface al hombre una simetría inconsistente ni un derecho nominal; ni la multiplicidad de los opresores legales, ni la participación ilusoria en una soberanía desarreglada que le absorbe”.

          En pocas palabras, podemos decir que se trata del equilibrio del poder. Frenarlo, por un lado, y regenerarlo, por el otro. Los términos se simplificarían en dignificarlo. Y el poder no es grande en cuanto es justo y fecundo.

          Esta declaración de emergencia me recuerda a lo que pasó desde 2002, cuando se aprobó una emergencia que se fue prorrogando hasta 2017. Esta emergencia habilitaba a ampliar facultades porque lo que se había desatado en ese momento en el país era una crisis política y de representación que implicaba utilizar mecanismos excepcionales de acción de gobierno, orientados a resolver esa multiplicidad de situaciones.

          Señor presidente: esa no es la situación que tenemos hoy en día, bajo ningún aspecto. No hay crisis tal que no pueda resolverse a través del diálogo y de un debate profundo. No pasó en el día de ayer, señor presidente. No sucedió eso en el plenario de comisiones.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- Les pido silencio, por favor.

 

Sra. Burgos.- Vinieron funcionarios y ministros, muchos de los cuales expresaron voluntades que no figuran en este texto que seguramente se va a aprobar, y muchos de nosotros no vamos a acompañar.

          Si bien el artículo 76 expresa que las facultades no se delegan, hace algunas excepciones. Pero esas excepciones tienen que estar perfectamente esclarecidas y fundadas. Acá hay generalidades y vaguedades, y nada más.

          Midón dice que la Constitución organiza los poderes y a cada uno de ellos se les da sus atributos. Al Poder Ejecutivo, la facultad de gobernar y administrar; al Legislativo, de legislar y controlar; y al Judicial, de resolver los conflictos y de controlar la constitucionalidad de las leyes y de los actos.

          Para ser respetuosa con el tiempo, concluyo diciendo que no creo que vaya a hacer falta un presupuesto después de semejante delegación de facultades. Si bien se va a gobernar sin presupuesto durante unos cuantos meses, con semejante delegación de facultades al Ejecutivo, no sé si va a ser necesario.

          Por último, quiero destacar que cuando se hizo la Asamblea Legislativa el presidente Fernández dijo que quería ser recordado como el presidente que uniría a los argentinos en la mesa, dándoles la posibilidad de retomar el diálogo aún en las diferencias. Al presidente le diría que esta es la peor forma de iniciar ese deseo que expresó en la Asamblea a todos los argentinos. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Lehmann, por Santa Fe.

 

Sra. Lehmann.- Señor presidente: siendo las 3 y 15 de la mañana, después de una sesión muy larga en la que estamos muy cansados y mucho se ha dicho, quiero pedir permiso para insertar mi discurso. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Muchas gracias, señora diputada.

          Tiene la palabra el señor diputado Vivero, por Neuquén.

 

Sr. Vivero.- Señor presidente: en honor a un republicanismo berreta me atrevo a destacar la actitud del gobernador de Jujuy que hizo un llamado para que se ejerza una posición antidemocrática de no permitirnos votar a los diputados que hoy juramos. Es un gobernador que ha utilizado el Poder Judicial para sostener presos políticos. En este contexto tuvimos la oportunidad de jurar y asumir como diputados, luego de la extorsión de ayer.

          ¿Por qué llegamos a esta discusión? Básicamente, llegamos porque no recibimos la Argentina que nosotros entregamos, sino que recibimos una Argentina con innumerable cantidad de problemas y dificultades, lo que ha hecho necesariamente que nuestro presidente tenga que enviar un proyecto de ley integral para abordar la diversidad de problemáticas que hoy constituyen una deuda social y en materia de incentivo a la industria y la economía.

          Existe una deuda en materia de reconstrucción de los vínculos sociales entre el Estado Argentino y nuestro pueblo. El 10 de diciembre pasado el pueblo en las calles le dio un respaldo masivo a nuestro gobierno, y nosotros como bloque del Frente de Todos venimos a respaldar y a ratificar esa posición que sostiene la mayoría del pueblo argentino. Hemos tratado de construir los consensos necesarios para llevar adelante una propuesta que sin dudas es profunda, pero que viene a reordenar el sistema económico en la Argentina, que durante estos años tanto se ha dañado y perjudicado.

          Hacía referencia recién a la cuestión del republicanismo y la delegación de facultades. Claramente, lo expresa la Constitución Nacional, que asigna facultades a esta Cámara para otorgar ese poder de decisión al presidente en situaciones de emergencia. Lo bueno es que lo hacemos en un marco de constitucionalismo y de respeto por las instituciones, y no como hizo Cambiemos durante toda su etapa, en que delegaba facultades sin pasar por este Congreso. También gobernaron con emergencia económica hasta enero de 2018.

          Pero haciendo algunas referencias muy puntuales, tengamos claro que la política energética se la delegó a Aranguren y a Caputo para que hicieran los negocios que les parecían, mientras perjudicaban a miles de consumidores y de industrias de la Argentina. Caputo y Sturzenegger se encargaron nuevamente de dejarnos una deuda que representa el 80 por ciento del producto bruto interno en la Argentina, cercana a los 100.000 millones de dólares, y que implica casi 45.000 millones de dólares solamente con el Fondo Monetario Internacional. Le delegaron facultades de gobierno al principal grupo mediático de la Argentina para que pueda poner un juez de la Corte Suprema por decreto, y delegaron la administración de la Agencia Federal de Inteligencia a D'Alessio y a muchos secuaces que están sentados hoy en algunas bancas.

          Desde ese lugar estamos legislando esta noche, señor presidente, y creo que es importante tener claro de dónde venimos. En materia de deuda, lo que nos han dejado es un desastre tarifario y en materia de jubilaciones, porque hablan solamente de los salarios, pero no del vaciamiento del PAMI y de sus prestaciones, y lo digo porque era empleado de esa institución. Hay un bolsón alimentario de solo siete productos, y parece que se olvidan.

          Nosotros asumimos un compromiso y un contrato social con nuestro electorado de comprometer el respaldo de nuestro bloque para que nuestro gobierno tenga herramientas para poner de pie a la Argentina, para incentivar el consumo, para poner en marcha la industria y para tener una Argentina en paz, con inclusión social y trabajo. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Schiavoni, por Misiones.

 

Sr. Schiavoni.- Señor presidente: también soy de Misiones, también es mi primera vez en el recinto, y conozco por supuesto el cuento de Pinocho y también leí “El pastorcito mentiroso”. Lamento realmente que el primer proyecto en el que me toca participar y debatir sea este. Las palabras del presidente de la Nación en la Asamblea Legislativa nos entusiasmaron a todos, y eso fue hace apenas ocho días. Yo quedé convencido de que la cosa iba a ser distinta, pero lamentablemente se da de esta manera.

          Nosotros, como es bien sabido, queremos que a la Argentina le vaya bien. Nosotros nunca nos asociamos al club del helicóptero ni al “cuanto peor, mejor”. Tenemos buenas intenciones para ayudarlos y es una lástima, porque el tratamiento de esta ley -con el aporte de todos, con el tiempo suficiente y con un tratamiento responsable- se podría realmente haber enriquecido. Siento que están subestimando al Poder Legislativo, y eso significa subestimar la representación popular. Los que no pertenecemos al oficialismo estamos representando al 52 por ciento de los argentinos, y no es poca cosa.                  

          No voy a hablar puntualmente del articulado de la ley porque creo que ya lo han hecho todos los colegas pertenecientes a mi espacio político, y por cierto lo han hecho muy bien. Pero sí me gustaría puntualizar algunas cosas, y lo digo como hombre del interior profundo de la Argentina. Como dije antes, soy de la provincia de Misiones. Cada vez que desde el interior del país observamos la concentración del poder –que es lo que busca este proyecto de ley–, ella se pelea con el federalismo. Eso no vamos a consentirlo con el voto en este recinto.

          La discrecionalidad en el manejo del poder es claramente enemiga de la República, así que por esto y por todo lo que los compañeros argumentaron, adelanto mi voto negativo a este proyecto de ley, porque no quiero que la delegación de poderes que se pretende consagrar con esta ley convierta a este Congreso en una escribanía. No quiero pensar que la concentración del poder vuelva a poner a las provincias de rodillas y que vuelva a imperar en la Argentina la política del látigo y de la chequera para alinear gobernadores que tanto daño ha hecho.

          Así que por todo esto le decimos no al impuestazo, no al centralismo y no a los superpoderes. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Vara, por Corrientes.

 

Sr. Vara.- Señor presidente: no le voy a decir que seré original después de 150 discursos, porque eso es imposible. Pero trataré de no ser tan reiterativo en honor a lo que decía creo que el diputado Yasky.

De manera que no voy a hablar de los superpoderes, de la cesión de poderes y tampoco del trámite exprés con el cual se está discutiendo un tema tan complejo en tan poco tiempo, que seguramente obedece a técnicas propias que consisten en sacar rápido la mayor cantidad posible de cosas, aprovechando las circunstancias. No voy a hablar sobre eso. Tampoco me referiré a la ley de desindexación de las jubilaciones. Aunque ese no es el nombre, creo que es tan evidente que a mi entender lo es; pero dejemos eso ahí nomás.

El diputado Martínez ya expresó que tal cosa se mencionó 18 veces y que tal otra se dijo 32 veces. No voy a repetir eso. Eso sí: voy a apoyar completamente todo lo que dijeron, explicaron y argumentaron los diputados de nuestro interbloque porque estoy enteramente convencido de que eso es así.

Sí quiero hacer dos reflexiones acerca de algunas cuestiones que están afectando este proyecto ley. La primera de ellas tiene que ver con lo que se dijo en este recinto en cuanto a que el 80 por ciento de la producción de granos está concentrada en un 25 por ciento de los operadores. Eso es un error. No digo una falacia porque sería un término agresivo, pero sí es un error. En realidad, ese término se explica simplemente porque los vendedores finales y los que cargan a barcos son pocos, pero no podemos desconocer toda una pirámide, una cadena inmensa de productores que está por debajo. Ellos no solamente son los que producen, que tienen algunos esquemas de integración vertical, como muchas empresas, incluyendo a una gran cooperativa que es una de las grandes exportadoras y uno de esos agentes ‑no una empresa, es una cooperativa‑, sino además todas las cadenas de servicios que están ligadas a esas cadenas. Son millones de productores. Solo en ganadería, si la incorporamos y salimos de la agricultura, hay más de 300.000 productores en la Argentina. En mi provincia, Corrientes, son 26.000 los productores de la producción más importante. 

Si hablamos de lechería y de tambo, también son miles porque son productores muy chicos. También tenemos grandes cooperativas y grandes empresas. Si ponemos el número en cabeza de empresa, obviamente que hay una concentración fenomenal, pero nos estamos olvidando de todo lo que hay debajo de eso. Eso es innegable.

Lo mismo ocurre en con la yerba y con los cítricos. En el caso de mi provincia, podemos decir que nomina el 50 por ciento de la producción industrial de yerba de la República Argentina. A pesar de que producimos solamente el 22 por ciento de la yerba, nominamos el 50 por ciento. Son dos empresas: una familiar y una cooperativa que integra a más de mil productores. Pero también tenemos un montón de cooperativas asociadas, como las misioneras. O sea, son cadenas complejas que integran mecanismos complejos. No subestimemos eso porque no le hace bien al resultado final de la Argentina. Ya lo hemos comprobado porque hemos subestimado la potencia de esa fenomenal cadena productiva.

Me quedo tranquilo: no creo que se equivoquen dado que pusieron en el área a una persona que sabe, que no se va a equivocar. Después podemos coincidir o no. Me refiero a Luis Basterra, quien juró con nosotros el día 4 y que hasta hace poco fue diputado junto con nosotros.  Podemos coincidir o no con las políticas que se lleven adelante; las discutiremos. Pero es obvio que sabe, que conoce y que no puede cometer los errores que se cometieron en este recinto en el transcurso de este debate.

También quiero mencionar un daño severo. El artículo 22, concretamente el de las detracciones, afecta a una ley que se votó en el mes de mayo en este recinto, que se reglamentó en el mes de octubre y que empezará a tener vigencia a partir del 1° de enero. Me refiero a la Ley de Estímulo de la Economía del Conocimiento. Básicamente, la industria del software –que no es la única, pero sí la más fuerte– y otras van a ser afectadas. Directamente, las matan antes de nacer. Con una embriogénesis casi completa y lista para nacer –le quedaría solamente 15 días a partir de la promulgación de esta ley–, ya está cayendo antes de nacer. Es una industria fenomenal. Hoy la Argentina exporta 1.000 millones de dólares y, según la evolución de la ley, para 2029 estaría exportando 15.000 millones de dólares y daría trabajo a 200.000 personas. Además, implica una inversión de capital de casi cero porque utiliza la cabeza, el capital humano. Deberíamos dejarla funcionar y crecer por lo menos otros tres o cuatro años.

Pero, ¿saben cuál es el criterio general? Con esto cierro y pido disculpas el tiempo que me excedí. Pareciera que el criterio general fuera que en donde somos más competitivos, que es el agro y la industria del software –donde somos súper competitivos, y eso está demostrado– pusiéramos limitaciones y dijéramos: “Estos tienen que pagar la fiesta”.

     Esto ocurre con la producción granaria en la región central, que es una de las unidades productivas más competitivas del mundo, por lo menos en lo que respecta a la agricultura. La estamos castigando, al igual que a la industria del software.

     A mi entender, esto es un peligro y una falta de visión estratégica. Se pueden tener resultados a corto plazo con el plan, aunque hasta ahora no lo vemos. Para mí hay dos planes y este es de corto plazo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se agotó su tiempo, señor diputado.

 

Sr. Vara.- En el largo plazo seguro que no vamos a crecer como país. Este es un problema que venimos teniendo en los últimos veinte o treinta años en la Argentina. (Aplausos.)   

    

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el diputado Rodríguez Saá, por Buenos Aires.

 

Sr. Rodríguez Saá.- Señor presidente: paradójicamente, hoy es 20 de diciembre. Esta sesión transcurrió entre los días 19 y 20 de diciembre. En el año 2001, yo tenía dieciséis años y el compañero de Salta que asumió hoy junto conmigo, ocho. Sin embargo, nos responsabilizan a nosotros por setenta años de peronismo.

     Hoy, desde el bloque radical, se mencionó muchas veces a los jubilados. Tengo entendido que hubo un gobierno radical que redujo en un 13 por ciento los haberes jubilatorios y que un día como hoy, hace dieciocho años, asesinó a 39 argentinos –entre ellos nueve menores de edad‑, a quienes con este humilde discurso trato de homenajear.

     No sé si la vuelta es mejor o peor. Solo sé que estamos llegando y que somos una generación.

Milito en un distrito muy humilde que se llama José C. Paz, que queda en el noroeste del conurbano bonaerense y donde la realidad que vivimos no es como la que ustedes describieron. Lo mismo les debe ocurrir a los compañeros de Moreno, de Merlo, de Lomas de Zamora, de Quilmes y de La Matanza.

Ustedes dicen que hoy el pobre es más digno porque tiene cloacas. Yo les quiero decir que durante el gobierno de Macri en José C. Paz no han hecho ninguna obra de cloacas ni de agua corriente. Mírense y analicen esto por la computadora porque ustedes no conocen nuestra realidad; no conocen el territorio. Por eso quiero celebrar la decisión política de nuestro intendente Mario Ishii, quien en 2009 decidió crear una universidad nacional con el apoyo de Néstor y de Cristina. (Aplausos.)

En José C. Paz hemos logrado que en estos cuatro años de macrismo, durante los cuales las obras no llegaron, haya aumentado la apertura de comedores y de merenderos. ¡Nombren a Macri! No les gusta la expresión “tierra arrasada” y menos les gusta la palabra “solidaridad”, pero a quien es su jefe político, que se está yendo a Qatar a ver la final de la Copa Mundial de Clubes, no lo mencionaron en toda la noche. Mauricio Macri se llama su jefe político, háganse cargo. (Aplausos.)

Ustedes saben que en los sectores más humildes no nos tienen que imponer la solidaridad por ley. Con este proyecto de ley nos vemos beneficiados directamente como vecinos del conurbano. Siempre fuimos ninguneados y tratados como ciudadanos de cuarta. Si muere un vecino mío de Cuartel Quinto, de Barrio Frino o de Sol y Verde, eso no sale en las noticias. En cambio, si muere un vecino de Recoleta nos enteramos por todas las tapas de los diarios. Esto no quiere decir que ese vecino de Recoleta no sea importante, sino que hay que atender a los más necesitados.

Ustedes le pidieron a nuestro pueblo un esfuerzo de dos pizzas. ¿Se acuerdan? Un esfuerzo de dos pizzas para hacer frente al aumento de tarifas. No solo fueron dos pizzas sino que fue el trabajo, fue la dignidad y nos quisieron ver de rodillas.

Es verdad que hoy no tenemos el mismo escenario que en 2001 porque en la Universidad Nacional de José C. Paz tenemos 10.000 alumnos hijos de no profesionales. Gracias al apoyo y a la contención de nuestros intendentes y a la solidaridad de nuestro pueblo no se rompió el tejido social y ustedes pudieron terminar el gobierno. Terminaron como debían: con el 11 de agosto lleno de gente yendo a votar y con el 27 de octubre depositando sus sueños en las urnas. La discusión no es de quién es la responsabilidad por los pobres. Por eso comencé hablando de la generación.

Llegamos como la generación que se apoyó en Néstor y Cristina, que cree en los sueños. Demos a la Argentina la posibilidad de salir adelante.

La exgobernadora Vidal decía que los pobres no podían llegar a las universidades, pero yo le digo que venga a José C. Paz y vea los diez mil alumnos que hay, la decencia, la esperanza y la autoestima del pueblo que tenemos. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Monaldi, por Jujuy.

 

Sr. Monaldi.- Señor presidente: me quiero detener específicamente en el tema retenciones del proyecto de ley que estamos considerando. Más allá de mi representación de la provincia de Jujuy, me voy a permitir hablar también por todo el NOA y el NEA.

          La producción del NOA y del NEA tiene tres puntos básicos de sustentabilidad: la tecnología, la situación de los fletes y la rotación de cultivos. Respecto de la tecnología, lo normal del clima en el norte es la irregularidad. Es por eso que la producción agrícola sustentable en el norte va de la mano de la utilización de tecnología, acorde a situaciones ambientales específicas. Por eso creo que la ley de semillas es importante en este contexto y espero que en poco tiempo podamos llevar adelante el debate correspondiente.

          La distancia al puerto de los productores del norte siempre fue un gran problema por la situación de los fletes, debido a que el transporte –al igual que en muchas otras regiones- se hace a través de carreteras. Para que comprender ciertos números sobre la base de las alícuotas que hoy tenemos, les comento que transportar una tonelada de soja equivale al 30 por ciento de su valor, y si consideramos el maíz, el flete es de entre 42 y el 50 por ciento del valor de la tonelada.

          Más allá de los esfuerzos que se están haciendo en el tema ferroviario, que sin duda alguna nos va a brindar una suerte de alivio, estas alícuotas hacen que de cada tres camiones que los productores del norte envían al puerto de Rosario, uno quede para el Estado en concepto de retenciones, y lo más grave de eso es que por la lejanía que tenemos el flete está a cargo del productor.

          Esto nos da una disparidad muy grande con respecto a los productores que están más cerca del puerto por su situación geográfica.

          En el NOA y en el NEA el punto crucial es la rotación de cultivos porque otorga una visibilidad productiva y contribuye al cuidado del suelo. Necesitamos imperiosamente de sistemas que permitan una rotación, y sin duda en esto el maíz juega un papel central.

          Bajo esta normativa de retenciones, la situación del maíz hace que los agricultores de esas zonas no tengan las herramientas necesarias para cuidar su situación económica y financiera si no es en desmedro de su bien más preciado, que es el suelo.

          Respecto al saldo técnico de IVA, el aumento de costos de la producción y la merma del ingreso hace que año tras año los productores del norte aumenten inexorablemente ese saldo técnico que ingresa a la AFIP, no teniendo forma de achicarlo. Esto pasa a ser un problema económico que desafía a los productores.

          Como conclusión, es necesario que los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol sean considerados dentro del marco de economías regionales para el NOA y el NEA, y tener las alícuotas de retenciones que permitan la sustentabilidad tanto financiera como ambiental.

          Por eso creo que nuestras zonas no son marginales productivamente, sino que somos marginalizados por estas medidas. Por todo lo expuesto no voy a acompañar este proyecto. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra la señora diputada Lena, por Entre Ríos.

 

Sra. Lena.- Señor presidente: pido autorización para leer un párrafo. “Esto es lo que pido, señora presidenta, que analicemos atenta y particularmente las cosas que se resuelven aquí adentro. Repito, tenemos una responsabilidad y un contrato electoral.

          “Ustedes que dijeron que no iban a hacer nada de lo que están diciendo, y nosotros que dijimos que no íbamos a permitir eso. También tenemos que tener esta responsabilidad.” Esto lo manifestó la actual vicepresidenta de la Nación el 27 de diciembre de 2017.

          Vemos que el gobierno nacional, que durante toda la campaña anunció un programa de reactivación económica, de aumento del consumo y de protección a los más vulnerables y en particular a los jubilados, en su primera medida manda un programa de ajuste que pomposamente lo llamó Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública.

          Esto no es más que un ajuste fiscal, es un programa tributario recesivo y de ajuste sobre todo a los sectores productivos más pequeños y medios. No es verdad que los que más tienen son los que van a contribuir. Los que más tienen seguirán haciendo la diferencia, están dolarizados, y esta devaluación con este impuesto del 30 por ciento los va a beneficiar.

          Este impuesto del 30 por ciento va a incrementar la espiral inflacionaria, particularmente sobre aquellos bienes e insumos importados, que pueden ser para la salud, y producirá la caída de ingresos reales de los trabajadores.

          Esto de que se va a incentivar el turismo interno ha sido desestimado por la misma Cámara Argentina de Turismo y la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo, que han manifestado la disconformidad con este impuesto y la gravedad de sus consecuencias.

          Como legisladora del interior, como entrerriana, veo que otra vez vuelven a atacar a los sectores productivos. Los insumos van a estar dolarizados al dólar blue, y esto aumenta los costos de producción, los esquemas de retenciones y produce una crisis no solo en el precio y en la superficie sembrada, sino también –como lo dice el sector arrocero- en la situación de quebranto de varias empresas.

          Estas materias tributarias son claramente inconstitucionales, y están reguladas por el artículo 76 de la Constitución Nacional, que prohíbe la delegación legislativa al Poder Ejecutivo, excluyendo específicamente las facultades institucionales, políticas y de control.

          La potestad que se otorga al Congreso tiene su fundamento en la imparcialidad que el órgano deliberativo tiene para la resolución de conflictos.

          Nosotros en el Congreso ejercemos el ciento por ciento de la voluntad de los ciudadanos que nos eligieron a través del voto popular. Centralizar exclusivamente en el Poder Ejecutivo todo esto hace que realmente se vulneren y se quebrante la división de poderes en la que se sustenta todo el andamiaje constitucional argentino.

          Claramente en la Constitución de 1994 se establece este límite a las facultades en el artículo 99, inciso 3.

          En materia previsional avanzan sobre los beneficios jubilatorios destrozando la ley de recursos previsionales y su fórmula de actualización, para cambiarla por un incierto bono que parece más una dádiva, mientras se les niegan derechos.

          Esta no es una ley solamente de emergencia económica. Es más, es una ley con decisiones presupuestarias sobre ingresos, y que establece la disposición de dichos ingresos.

          Es cierto que la pobreza y el hambre nos duele a todos, pero justamente esta tarjeta social las promueve, las publicita y las imponen por primera vez en mi provincia, en la ciudad de Concordia, que recuerdo que siempre fue gobernada por el mismo color político. Es una provincia en la que los gobernadores fueron del mismo color político. La pobreza y el hambre también son responsabilidad de todos, no solo de un partido.

          Para finalizar, creemos que esta iniciativa realmente vuelve a pegar a los más débiles: a las economías regionales, a los sectores medios y a los jubilados, y que no es una ley destinada a generar justicia social sino que aumentará y profundizará la crisis por la que atraviesa este país. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Asseff, por Buenos Aires.

 

Sr. Asseff.- Señor presidente: solicito autorización para insertar mi discurso.

 

Sr. Presidente (Gioja).- Su discurso será insertado en el Diario de Sesiones, señor diputado.

          Tiene la palabra el señor diputado Ponce, por San Luis.

 

Sr. Ponce.- Señor presidente: como muchos compañeros que hoy han hablado por primera vez en este recinto, también a mí me toca ese rol. La verdad es que a esta hora se ha hecho reiterativo mucho de lo que se ha dicho aquí.

          Ante este proyecto de ley de solidaridad social y reactivación productiva en el marco de la emergencia pública, muchos nos preguntamos si realmente tiene los fundamentos suficientes para poder aprobarlo.

          Creo que no hay duda de que están los fundamentos, justamente porque el gobierno de Mauricio Macri ha fracasado en todas las medidas que ha tomado, y realmente ‑como venimos reiterando hace rato‑ ha dejado tierra arrasada en todo el territorio de la República Argentina. Y cuando decimos tierra arrasada no estamos hablando de un pedazo de tierra, sino que nos estamos refiriendo -por lo menos es lo que yo interpreto‑ a que cuando salimos de este Palacio vemos a muchos de nuestros hermanos durmiendo en las calles. Nos referimos a los trabajadores están en la puerta de los establecimientos para que se reabran las empresas, pidiendo por sus fuentes de trabajo. O a los jubilados, que tienen que decidir si van a comer o comprar los medicamentos, porque las medidas que ha tomado el gobierno han hecho desastres con los jubilados, con los trabajadores y con todo el pueblo argentino. A todo eso llamamos tierra arrasada.

          Por eso, cuando recién muchos de la oposición decían que iban a salir corriendo y no iban a votar este proyecto de ley, recuerdo que salieron corriendo en 2016 justamente para dar la herramienta a Mauricio Macri para pagar a todos los fondos buitre y abrir la puerta al Fondo Monetario Internacional para endeudar al país.

          Por lo tanto, me parece que el pueblo argentino nos está mirando y tiene la esperanza que de aquí podamos sancionar un proyecto ley que pueda satisfacer y resolver el problema de todos los argentinos. Porque tener hambre en la Argentina realmente nos duele a todos.

          Por eso hoy debemos ponernos la mano en el corazón y pedir a la posición que nos acompañe para resolver el problema que ellos mismos provocaron. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra la señora diputada Stilman, por Buenos Aires.

 

Sra. Stilman.- Señor presidente: solicito autorización para insertar mi discurso en el Diario de Sesiones.

 

Sr. Presidente (Gioja).- Queda autorizada, señora diputada.

          Tiene la palabra el señor diputado Quetglas, por Buenos Aires.

 

Sr. Quetglas.- Señor presidente: me libero de los planteos en torno a los riesgos que la delegación de facultades genera en un sistema democrático, y las restricciones que los impuestos generan a la producción porque fueron suficientemente expresados por mis compañeros, lo mismo que la sensibilidad a los diferentes grupos afectados por esta norma ‑chacareros, jubilados, clase media, etcétera­‑, y no creo que contribuya a la deliberación pública hacer expresiones sobreabundantes de sensibilidad. Es más, creo que uno de los problemas que tenemos es pensar que este recinto se divide en buenos y malos, sensibles e insensibles, probos y no probos, atribuyéndose unos a otros la quintaesencia de todos los males. Quiero recordar que ese es el rasgo característico de las autocracias, tanto lo hagamos nosotros como que lo hagan con nosotros.

          Esencialmente, una democracia se basa en el pluralismo. Podemos tener preferencias diversas y no por eso ser unos mejores que otros.

          Personalmente, tengo mis preferencias y prefiero la normalidad a la emergencia. No es una preferencia antojadiza; creo que es la enseñanza de la historia, en el caso argentino, más en un momento como el actual, donde la fuerza política que pide la emergencia prácticamente domina una Cámara y es primera minoría en la otra, y no tiene enfrente un bloque que simplemente quiera obstaculizar. O sea que creo en la normalidad y creo que la Argentina necesita construir normalidad.

          En segundo lugar, me parece muy bien que el gobierno quiera atacar el déficit. Puedo estar en contra de cómo lo hace, pero hablemos claro y digámosle en serio a la población que no es que cuando otra fuerza gobierna y ataca el déficit es ajuste, y cuando lo hago yo es solidaridad. El país precisa resolver sus cuentas públicas para generar credibilidad, para generar crédito, porque la inversión tiene esos requisitos, y sin inversión no hay empleo, y si no hay empleo no hay cohesión social.

          Entonces, hablemos con claridad. Tenemos una necesidad, damos vueltas a esta roldana y no enfrentamos el problema: este paquete que nos envían, esencialmente, es un ajuste fiscal.

          Por lo demás, casi siempre nuestras cuentas públicas se desbordan por un problema que replica este mismo proyecto de ley. Si no sabemos priorizar, nunca nos van a alcanzar los recursos. Y este proyecto de ley tampoco sabe priorizar, porque poner nueve sectores en emergencia es como no poner ninguno. La política pública tiene que poder discriminar. Es tan abusivo como adjetivar.

          Creo que hay un error central, que es que no seremos más justos si no somos más prósperos, y no seremos ni más prósperos ni más justos si tenemos una semántica y política que van contra el ahorro, contra la riqueza ‑si no discriminamos si es legítima o ilegítima‑, contra el trabajo, contra la inversión e incluso contra la meritocracia. Creo que el mérito no sirve para ordenar toda la vida social porque hay desigualdades, pero tener un discurso antimeritocrático me parece decididamente reaccionario.

          Hay algo que nos atenaza, que terminamos creyendo ‑como quien cree en un placebo‑ en las cosas que decimos, en medio de una ensoñación. Entonces, creemos que hay una Argentina rica que hay que develar para distribuir en el país un poder salvífico, y no hemos descubierto que esa riqueza que supuestamente está oculta en algún lado, en realidad está en nuestro potencial.

          Nuestra obligación no es pegar ningún manotazo sino crear marcos institucionales para que la riqueza se genere, y esos marcos institucionales requieren de mucho esfuerzo y de pocas simplificaciones. Rápidamente, debemos jerarquizar políticas públicas, jerarquizar bienes públicos, tener un Estado de calidad, por supuesto, buscar sostenibilidad fiscal a largo plazo, generar marcos regulatorios razonables y no ir contra el imaginario de movilidad social que hizo grande a este país. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Grosso, por Buenos Aires.

 


Sr. Grosso.- Señor presidente: arrancamos esta sesión ayer ‑19 de diciembre‑, pasaron varias horas, continuamos hoy ‑20 de diciembre‑ sesionando aquí, en este Congreso, donde hace 18 años la Argentina estallaba en pedazos. En la puerta de este Congreso había miles de personas protestando, se prendían fuego las ventanas, había gente muriendo en las escalinatas del mismo Congreso.

          Hace diez días ‑hoy es 20 de diciembre‑ terminó el gobierno de Mauricio Macri. Ahora mismo, 6 de cada 10 niños, niñas o adolescentes en la Argentina están por debajo de la línea de pobreza. Hoy en este país, el 20 de diciembre del 2019, 6 de cada 10 niños, niñas o adolescentes se van a dormir con hambre.

          Ese quizás es el resultado más trágico del gobierno de Cambiemos. Por eso estamos acá, por eso decidimos traer este proyecto de ley, por eso decidimos ponernos a construir otra Argentina.

          Venimos diciendo hace un tiempo ‑y es parte del análisis político que todos compartimos‑ que esta es la primera vez que la Argentina le da una salida política a una de las peores crisis económicas y sociales que tuvo. Vemos el contexto latinoamericano y también nos sorprendemos. En la Argentina, hace dieciocho años, la crisis económica y social terminaba con un gran estallido. En la Argentina en el 89, la crisis económica y social terminaba con hiperinflación y salida adelantada del gobierno. En la Argentina del 2019 la crisis económica y social termina con alternancia de gobierno a través de elecciones democráticas.

          Eso quiere decir que la sociedad argentina maduró. Eso quiere decir que todos, como sociedad, hemos evolucionado y hemos construido una salida ordenada de esta crisis.

          Pero me parece que no todos maduramos, señor presidente. Hay sectores que todavía no maduran, y esos son los que hasta ayer gobernaban y hoy son la oposición. Los que no maduraron son los de Cambiemos, que durante cuatro años nos pidieron a nosotros ser oposición responsable y a diez días de nuestra asunción, cuando mandamos la primera ley del gobierno, intentan no darnos quórum y que esta sesión se caiga. Le duró poco la oposición responsable a Cambiemos.

          Nosotros venimos diciendo hace cuatro años que el gobierno de Cambiemos significó el gobierno de la transferencia: a través de la inflación que nunca resolvieron, a través del endeudamiento, de la devaluación, de los tarifazos, les metieron la mano en el bolsillo a los millones de argentinos para concentrar los ingresos en un puñado de empresas amigas del presidente; y eso también hay que decirlo.

          Y eso también es lo que venimos a cambiar hoy con esta ley. Venimos a cambiar la lógica de la política del Estado. La semana que viene es Navidad y nosotros queremos que en nuestras Navidades brinden todos. En las Navidades de Cambiemos brindaban Mindlin, Caputo, los amigos del presidente y los directivos del Fondo Monetario Internacional. En la Navidad que viene van a brindar los jubilados y las jubiladas, los trabajadores y las trabajadoras, los sectores populares. Esa es la construcción que nosotros queremos hacer.

          Veo que los diputados de la oposición se indignan cuando hablamos de tierra arrasada, se enojan, casi como que les duele. Y les duele porque es verdad, porque esta es una Argentina arrasada por ustedes.

          La única verdad es la realidad, decía el presidente Perón, y tengo algunos datos que quiero transcribir rápidamente.

          En la Argentina de 2019 ‑ya lo dijeron muchos diputados y diputadas‑ el 40,8 por ciento de las personas son pobres; el 9 por ciento indigente; el 22 por ciento de nuestro pueblo tiene inseguridad alimentaria. En la Argentina, en el último año cayó 2,5 por ciento la economía, 2,3 por ciento la industria manufacturera, 9 por ciento la construcción, 43 por ciento la venta de autos. Han dejado la industria con el 40 por ciento de la capacidad ociosa. En la Argentina la inflación ‑que ustedes venían a resolver‑ llegó al 60 por ciento en un año y 300 por ciento en cuatro años. En la Argentina el esquema tarifario que ustedes proponen ‑y ahora hablan de tarifazo e impuestazo‑ implicó un 1.900 por ciento de aumento del gas; de la luz, el 1.200 por ciento; las prepagas, el 217 por ciento; la nafta, 320 por ciento; el dólar, 514 por ciento.

          En la Argentina el salario real cayó un 21 por ciento; el desempleo llegó por primera vez después del 2006 a dos dígitos y es del 10,6 por ciento. Tenemos un endeudamiento que alcanza al 90 por ciento de nuestro PBI.

          Con respecto a la salud, se dice: “no hay crisis sanitaria”. Volvió el sarampión. Había pibes de 20 años que no sabían ni siquiera lo que era el sarampión y hoy hay sarampión en la Argentina. Les sacaron los medicamentos a nuestros abuelos. A los jubilados ‑que dicen defender‑ les hicieron perder el 30 por ciento de sus recursos. ¡Ni López Murphy se animó a tanto cuando hizo la quita del 13 por ciento a los jubilados y a los estatales!

          Y de la educación ni hablar: no sólo no invirtieron y se enfrentaron a los docentes, sino que en este país, en la provincia de Buenos Aires, voló una escuela y murió una docente y murió un auxiliar, durante el gobierno de María Eugenia Vidal.

          Hoy es 20 de diciembre y tendrían que acordarse, los diputados y las diputadas de Cambiemos. Es una fecha muy triste para el pueblo argentino: 39 muertos, mucho sufrimiento, interrupción institucional en la Argentina. Nuestro pueblo aprendió y salió adelante. Nuestro pueblo aprendió y salió adelante.

          Pero le quiero decir a la gente que se quede tranquila, que por suerte ganamos; que por suerte ahora gobierna Alberto y Cristina; que por suerte nosotros vamos a reconstruir la economía, la vamos a encender ‑como dijo Alberto‑ desde abajo para arriba, aprendiendo de nuestro pueblo.

          A ustedes ‑esa oposición que decía ser responsable y en su primer acto opositor mostraron tamaña irresponsabilidad‑ les pedimos que aprendan del pueblo, que sean responsables, que acompañen. Quizás es la mejor manera de hacerse cargo del desastre que hicieron en estos cuatro años.

          ¡Argentina es tierra arrasada y la culpa es de ustedes! (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Selva, por Buenos Aires.

 

Sr. Selva.- Señor presidente: primero que nada quiero plantear que para la defensa propiamente de la ley me siento más que identificado y orgulloso de pertenecer a un bloque que ha sabido fundamentar artículo por artículo la defensa de lo que está hoy en discusión, que tiene que ver con un modelo de país.

          Particularmente me quiero referir a algo sobre lo que realmente nos han apabullado con los artículos de la Constitución: la institucionalidad.

          No somos de generación espontánea. Pasan cosas, por eso estamos acá, por eso tenemos la situación que tenemos, con visiones distintas de lo que ha acontecido en la Argentina. Pero tenemos que comenzar ‑para ver la actitud de la oposición‑ por cómo llegamos a esta sesión, señor presidente, en la que se trata el primer proyecto de ley de un gobierno que tiene nueve días en el poder.

          Para que se pudiera llegar a plasmar esta sesión, la “oposición constructiva” llegó al extremo de pretender no dar quórum para la jura que permitiera conformar constitucionalmente este Congreso. Lo dibujaron con que si era una sesión o eran dos sesiones. Priorizaron la discusión de un proyecto, que ahora están sentados discutiendo con su posición ‑respetable, por cierto, pero no compartida‑, por sobre la constitución de este Congreso. No les permitían jurar a los diputados que habían sido electos. Y hablan de institucionalidad.

          Cuando empezó la sesión, ¿qué era lo que uno esperaba de los institucionalistas, queriendo nosotros plantear que la discusión fuera lo más pacífica posible? Lo mínimo que nos merecíamos era que el bloque de Cambiemos planteara un repudio a las manifestaciones de la exministra Bullrich. Han contado cuatro veces las toneladas ‑que como dijo el presidente Massa, un poco irónicamente, necesitamos ver la balanza‑, pero no han dicho una palabra de que una funcionaria instaba a que vinieran en la misma actitud. Esa es la institucionalidad que supuestamente representan quienes están sentados del otro lado.

          Esa institucionalidad no hizo un solo posicionamiento cuando modificaron las leyes de este Congreso para favorecer a familiares. No hubo una sola posición para decir que se había avasallado la potestad del Congreso de dictar una ley cuando fue modificada por decreto.

          La misma situación ‑con algo tan cuestionable que por algunas situaciones se dirimirá en el ámbito de la Justicia‑ se planteó por lo que significó, respecto de la Oficina Anticorrupción, la modificación por decreto de lo que la ley había establecido. No estuvo la institucionalidad de ese lado.


           Acá se hablado de mentiras y de muchas cosas que han acontecido, y me vino a la mente una sola de las casi nutridas ‑podríamos decir‑ visitas que justificaban la presencia del señor jefe de Gabinete, de quien nunca tuvimos una respuesta definida ‑por lo menos en mi caso‑. No me olvido más que le reclamábamos al jefe de Gabinete que dejaran de retenerle la plata a los bomberos voluntarios de la Argentina porque no era un fondo del Estado sino solamente el articulador. Al mismo tiempo, el jefe de Gabinete nos decía que estaban al día, pero alguien le tuvo que decir que el Congreso estaba rodeado de bomberos que repudiaban la retención del dinero. Mientras tanto, el jefe de Gabinete, sentado ahí, nos decía que estaban al día, pero el Congreso estaba rodeado de bomberos que reclamaban la plata que era de ellos.

           Entonces, cuando hablamos de institucionalidad realmente existen un montón de situaciones mucho más graves todavía. Por ejemplo, la deuda con el Fondo Monetario Internacional nunca pasó por acá. Lo han dicho fundamentadamente los compañeros.

           Pero solamente para definirme en una cuestión que tiene que ver con la emergencia, se ha hablado muy fuertemente de la valoración de los índices. ¿Qué es estar en una emergencia? Si uno lee el índice de inflación, el índice de desempleo, el índice de pobreza y el índice de endeudamiento nos daremos cuenta de que estamos en una emergencia. Si eso no es estar en una emergencia realmente tendrán que explicarnos de nuevo cómo es la valoración de los índices.

           Algunos diputados de la oposición nos querían cuestionar esta medida y descalificaban nuestra posición ante una clara definición de lo que va a ser nuestro gobierno en el sentido de por qué seis meses después de las PASO todavía no habíamos tenido tiempo para armar un plan económico.

           Se olvida del cinismo del presidente de dejar explotar el valor del dólar cuando llevaron a cabo la intervención cuatro horas después de echarle la culpa al pueblo porque se había equivocado al votar. De eso no dicen nada. Armaron claramente un plan económico con esas posiciones dichas públicamente por quien conducía los destinos del país en el sentido de que la culpa era del pueblo. ¿Qué plan económico te vas a plantear si no sabes lo que te van a dejar?

           Posteriormente pasó esa situación y tuvimos nada más ni nada menos que definiciones de devaluaciones en forma permanente.

           Pido disculpas, señor presidente, pero con esto quiero cerrar: si no votan en esta ley ‑obviamente que la intención era no votarla‑ serán coherentes en no cuidar a las pymes.

           La ley abarca muchos actores más y tiene que ver con algo que bien mencionaron mis compañeros: ninguna vez el presidente mencionó a las pymes, ninguna vez mencionó a la industria y ninguna vez mencionó el empleo. Para eso hay que tener en claro que sin duda hay una diferencia de concepción en lo que significa un modelo de país. Para nosotros el que ordena todo no es el mercado, es el Estado; y el Estado es lo que estamos definiendo en una ley, es decir, el rol del Estado del que nos vamos a hacer cargo para cambiar esta realidad del país. (Aplausos.)  

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Cacace, por San Luis.

 

Sr. Cacace.- Señor presidente: hace apenas diez días nos reunimos en este recinto en Asamblea Legislativa para la asunción del presidente de la Nación, a quien presentaron ‑y se presentó a sí mismo‑ como el presidente de la unidad.

           También el presidente de esta Cámara había anunciado que el primer proyecto a tratar sería el del presupuesto 2020, pero la primera decisión que se tomó fue la de prorrogar el presupuesto y de esa manera vaciaron la primera facultad del Congreso, que es la de fijar la política de gasto y de recursos de la administración nacional. Así, el primer proyecto que se envió fue esta ley, que debemos denominar como de delegación de superpoderes y aumento de impuestos.

           Esta iniciativa amplía la facultad de reasignaciones presupuestarias y declara -como se ha dicho‑ la emergencia pública en nueve materias. Además hace una muy extensa delegación de potestades tributarias de nuestro Congreso.

           La Constitución originaria de 1853 en su artículo 4°, al formar el tesoro de la Nación, hablaba de los derechos de importación y exportación y de las contribuciones, pero el artículo 17 de nuestra Constitución establece que es solo el Congreso de la Nación el que fija esas contribuciones, honrando un antiguo principio de nuestras democracias constitucionales en el sentido de que no hay imposición sin representación.

           Pero vemos que esta ley aumenta impuestos: aumenta las contribuciones a la seguridad social e impuestos al trabajo, aumenta el impuesto a los bienes personales y establece una delegación de alícuotas al Poder Ejecutivo. Asimismo crea este impuesto país, que es un desdoblamiento cambiario, y le otorga la facultad por cinco años.

           También aumenta la tasa de estadística, los impuestos internos y los derechos de exportación. Da facultades para establecer alícuotas al Ejecutivo por dos años, excediendo el plazo de la emergencia.

           Entonces, vinieron a hablar de progresividad en los impuestos pero, salvo el caso de bienes personales ‑que podemos discutirlo‑, el resto son todos una masiva distorsión del sistema de precios de la producción y del comercio de nuestro país.

           El proyecto habla también de la deuda. Se ha hecho una crítica a la gestión de la deuda por parte de todos los gobiernos anteriores pero acá volvemos a delegar facultades sobre la gestión de la deuda cuando de hecho ya la ley de administración financiera tiene autorizaciones al Ejecutivo para reestructurar, pero ahora lo hace sin límites, sin más que la obligación de sólo posteriormente informar a este Congreso, a pesar de que también nuestra constitución en su artículo 75, inciso 7, establece que es este Congreso el que arregla el pago de la deuda exterior e interior de la Nación.

           Un solo punto más, señor presidente, y posiblemente el más sensible. Me refiero a los haberes previsionales. Nuestra Constitución establece en el artículo 14 bis histórico que la ley establecerá jubilaciones y pensiones móviles.

           Esta decisión de suspender por 180 días la movilidad jubilatoria no es más que la suspensión de un derecho constitucional, con el agravante de que ese artículo 51 de la ley delega en el propio Ejecutivo para que a través de la reglamentación establezca qué otras leyes suspende, lo que constituye una verdadera barbaridad.

           Por eso, y para concluir, hago un llamado para que, como diputados de la Nación, defendamos las atribuciones de este Congreso, nuestra forma republicana de gobierno y la Constitución por la que ‑sobre todo nosotros‑ hemos jurado.

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Alderete, por Buenos Aires.

 

Sr. Alderete.- Señor presidente: llegamos a esta sesión con muchas necesidades en una gran porción de nuestro pueblo y es deber de todos dar respuesta a las urgencias que viven millones de argentinos y de argentinas. En nuestro país hay millones de personas que no cuentan con la posibilidad de tener ni siquiera un pan dulce y una sidra para pasar las fiestas. 


Hay que atender las urgencias y dar una respuesta a los millones de hambreados. En esta Argentina, uno de cada dos pibes pasa hambre, y nosotros tenemos que trabajar para poner un plato de comida en su mesa e iniciar un camino de lucha contra el hambre.

          Seguramente todos los diputados que están acá conocen la realidad, pero pido a la oposición que deje de negar la realidad y reconozca que hay hambre en nuestro país. Nuestras compañeras de las distintas organizaciones, que están presentes desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego, se están quemando la vista por cocinar con leña porque no tienen otra forma de cocinar, ya que si compran el gas no pueden comprar dos kilos más de arroz.

          Muchos chicos y adolescentes se van a dormir con el estómago vacío, y esto duele. Por supuesto que duele. Esas compañeras me han pedido que cuente esa realidad en este recinto para que no se siga negando más.

          Por supuesto que no somos ilusos y sabemos que habrá que poner en discusión cómo se reparte la torta en nuestro país y qué política de desarrollo industrial y soberano vamos a tener. Muchos dicen que hay que poner el hombro. Sin duda, los trabajadores, las pymes y todo el pueblo ponen el hombro todos los días para levantar la patria. Pero hay que decir que en estos cuatro años hubo grandes ganadores y millones de perdedores. Entonces, es momento de que algunos de esos ganadores pongan algo para empezar a resolver las urgencias de la mayoría.

          Está claro que no todos pensamos igual, pero empecemos por poner un plato de comida en la mesa de nuestros compatriotas y tratemos de que tengan un pan dulce y una sidra para brindar en estas fiestas.

          Claro que dejaron tierra arrasada, y también dejaron muchas bombas en todo el país. Muchos sectores están golpeados, como las economías regionales, los campesinos, los pueblos originarios y los de los cordones verdes. A éstos hay que darles rentabilidad, porque no es como dicen algunos. No existe un solo campo, sino que en este último hay distintos sectores, como ocurre en la ciudad. Incluso, por ejemplo, no todos los productos de soja tienen la misma escala. Por eso hay que segmentar las retenciones.

          Debemos cuidar a los pequeños y medianos productores. Tenemos que defender a las pymes, que han cerrado de a miles. También debemos defender la industria nacional y generar las condiciones para dar créditos blandos y poner la producción en marcha.

          En materia de inversión tecnológica, podemos apoyarnos en el gran potencial científico de nuestro país, en las universidades públicas.

          Durante todos estos años, esos sectores de distinta manera han estado en la calle reclamando y peleando para sobrevivir. Y esas peleas de nuestro pueblo están aumentando.

          La situación actual es peor que la de 2001. Hago mal en hablar en forma personal porque pertenezco al bloque del Frente de Todos, pero quiero decir que en 2001 fui uno de los protagonistas. Por allí anda un fiscal que detiene a los opositores del gobierno anterior, llamado Stornelli. En 2001 ese fiscal me denunció como responsable de la caída de de la Rúa.

          Por eso no puedo dejar pasar las descalificaciones que en este recinto han hecho algunos diputados. Estamos acostumbrados a que nos descalifiquen permanentemente. Por ejemplo, ¿cómo pueden comparar este proyecto de ley de solidaridad con la dictadura? Aquellos que hemos sufrido la persecución o la cárcel sabemos que no se pueden comparar.

          Por otro lado, algunos han dicho que los diputados que vamos a votar a favor de esta iniciativa somos traidores a la patria. No podemos aceptar mansamente que se diga esto. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Grande Durand, por Salta.

 

Sr. Grande Durand.- Señor presidente: estoy totalmente de acuerdo con lo expresado por el diputado preopinante en el sentido de que no todos los productores de soja son iguales. Con esta norma, Salta queda fuera del esquema productivo nacional. No son mil kilómetros sino 1.400 los que tenemos hasta el puerto. Por lo tanto, si dentro de esta ley no hay un esquema que prevea la producción del interior, esta última va a desaparecer. Esto no es ayudar a los más pobres, sino que, por el contrario, hará que haya más pobres. Si desaparece la producción, ¿quién va a dar trabajo?

          En esta Cámara hemos escuchado constantemente hablar de este manotazo que estamos dando a la clase media y a los jubilados. Dígame, señor presidente, qué frase de este proyecto habla del esfuerzo que debe hacer la clase política. Pedimos a toda la sociedad que haga el esfuerzo. ¿Y nosotros qué esfuerzo estamos haciendo?

          En esta norma, que tiene un montón de artículos, cedemos todo al señor presidente. ¿Y nosotros qué estamos haciendo? Ni siquiera un gesto, como podría ser congelar por ciento ochenta días los salarios de los diputados y senadores, de los jueces y de los miembros del Poder Ejecutivo. ¿No nos damos cuenta de que el dinero que insume el Estado viene de los privados y de los que pagan impuestos todos los días? ¿Nosotros solamente nos dedicamos a gastarlos? No, señores. Si estamos pidiendo un esfuerzo a la República, hagamos nosotros el esfuerzo antes que cualquiera. Me parece que es lo lógico. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Campos, por Buenos Aires.

 

Sr. Campos.- Señor presidente: en primer lugar quiero decir lo siguiente. Acá escucho hablar mucho de pobreza y de crisis económica, pero esto lo vengo escuchando desde mi tierna infancia. Desde que era chico vengo escuchando hablar de crisis económica, de inflación, de default, del Rodrigazo, etcétera.

          Con respecto a esta iniciativa, voy a ahorrar palabras porque ya mis compañeros de bloque han explicado por qué es invotable para nosotros.

          Pero sí quiero hablar un poco de pobreza. En este sentido, la verdad es que estos primeros días de gobierno me tienen un poco confundido. Cuando el presidente vino a este recinto dijo que su alianza principal es con el trabajo y que quiere trabajo en blanco, registrado y digno. Sin embargo, su primera medida de gobierno es la doble indemnización. Yo le pregunto a cualquiera que tenga una pyme qué es esperable al instalar la doble indemnización. ¿Es lógico que haya más trabajo? ¿Alguien cree que esto va a generar más trabajo? Seguramente que no.

          Desde el actual gobierno dijeron que su alianza también es con la producción. Sin embargo, aquí claramente estamos votando un aumento de las retenciones. ¿Alguien cree que va a aumentar la producción si se aumentan las retenciones? Nadie que sepa algo de economía puede creer que aumentará la producción si se aumentan las retenciones.

          En estos primeros días de gobierno también se habló de una alianza fundamental con la producción, el trabajo y, por supuesto, la inversión. ¿Pero qué hace esta iniciativa? Pone impuestos al ahorro, que es la base de la inversión.

          De manera que todas las cosas que se plantean van a hacer crecer la pobreza en este país.

          Pero para no echar la culpa a este gobierno que acaba de empezar, me quiero retrotraer y hablar de la pobreza en serio. Y si hablamos de la pobreza en serio tenemos que decir que, de los últimos 107 años, la Argentina tuvo déficit fiscal en cien de ellos. Cuando neteamos el déficit fiscal con los pequeños superávit que hubo, en los últimos cien años nos da que en promedio el déficit fue del 4 por ciento, o sea que en ese período la Argentina se devoró 400 por ciento de su PBI. Repito: cuatro PBI completos en cien años.

          Entonces, si Argentina hubiese tenido equilibrio fiscal ‑aunque haya existido un mini déficit- el ingreso per cápita sería por lo menos cuatro veces más grande, que es la diferencia que tenemos, por ejemplo, con Australia, Nueva Zelanda o Irlanda. Nosotros tenemos un ingreso per cápita de 12.000 dólares por habitante, mientras que en esos países es de 50.000 dólares, es decir, exactamente cuatro veces más. Este es el déficit que se ha comido la Argentina en estos cien años.

          Ahora bien, si queremos hablar de pobreza en serio, ¿qué debemos decir? ¿Qué tenemos un problema económico? ¿Qué tenemos una crisis económica que dura cien años? Ninguna organización humana tiene una crisis económica que dure cien años; eso no existe. Si una organización humana tiene ese problema durante cien años, no tiene una crisis económica; lo que tiene es una crisis de administración. Claramente posee una crisis de mala administración. Esto es lo que está pasando en el país.

          En el fondo, Argentina tiene una crisis de conducta política que viene padeciendo hace muchos años; la mayoría de los presentes lo sabe. El problema que tenemos es que no hemos solucionado la administración política, vivimos en déficit permanente y esto nos está convirtiendo en un país totalmente resentido. ¿Quién no tiene un pariente que ha perdido su negocio? ¿Quién no tiene un pariente que ha perdido sus sueños, sus proyectos? Esto nos ha vuelto terriblemente resentidos, además de crear más pobreza.

          Si vamos a hablar de pobreza en serio y queremos solucionarla, le pido a este gobierno ‑tomo las palabras del diputado preopinante en cuanto a la clase política- que se meta con la administración política de este país. No hay un solo incentivo a la buena administración política en la Argentina; todos los incentivos son al gasto y al déficit y después nos sorprendemos de lo que nos pasa. No hay un solo incentivo político ni un premio político a quien administra bien. Todos los premios son a quien administra con déficit; los premios políticos están ahí.

          Agradezco su tolerancia, señor presidente, pero realmente quiero dejar este mensaje para que el gobierno ponga el foco en este tema que es recurrente en Argentina desde hace cien años. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra la señora diputada Lospennato, por Buenos Aires.

 

Sra. Lospennato.- Señor presidente: estamos tratando un proyecto de ley que básicamente busca prescindir del Congreso durante un año. Por eso declara una emergencia múltiple, más grande aún que la que se declaró después de la crisis de 2001. Una crisis que, como hoy recordamos, tenemos todos muy fresca. Vaya si recordamos la crisis del 19 y 20 de diciembre. Es muy fácil comparar. ¿Alguien me puede decir que hoy estamos peor que en aquel 19 y 20 de diciembre? Claro que no pueden decir eso; todos nos damos cuenta de que no estamos peor que en aquel momento. Entonces, ¿por qué pretenden una delegación que es aún más grande que la que en aquel momento el Congreso hizo para salir de esa situación absolutamente lamentable y excepcional de la Argentina?

          Durante la noche de hoy escuché a alguno de mis compañeros, representantes del pueblo, decir que porque habían ganado una elección debíamos dejarlos gobernar, como si ésta fuera la única manera en la que saben gobernar, avasallando al Congreso. ¿No conocen la forma de gobernar con un Congreso? Ni Congreso escribanía ni Congreso cerrado. Eso no es lo que votaron los argentinos hace menos de dos meses. Los argentinos eligieron un nuevo presidente, pero también un Congreso equilibrado para que fuéramos el contrapeso institucional y nos dieron a nosotros, los diputados y las diputadas de Cambiemos y de otras bancadas opositoras, ese mandato y esa responsabilidad. No podríamos honrarlo votando esta ley.

          Aunque esa ya fuera una razón suficiente para no votar este proyecto, hay razones más profundas por las que no vamos a acompañarlo. Creemos que esta es una ley contra la clase media argentina, una ley que afecta a los que producen, a los que generan empleo, a los que ahorran, pero sobre todo a los que ya hicieron todo eso y que hoy se merecerían que se les respetara y no se pusiera nuevamente en entredicho los derechos que ellos mismos se procuraron.

          Con orgullo se señalaba en este debate que estaba bien aplanar la pirámide previsional, como si no fuera una enorme injusticia para el que trabajó 30 o 40 años, aportó lo que la ley le imponía y ahora, ya mayor, no tuviera derecho a disponer de su haber jubilatorio. ¡Como si quienes cobran 25.000, 30.000 o 50.000 pesos no fueran argentinos solidarios! (Aplausos.)  

          Lo que estamos tratando es una ley para congelar jubilaciones por seis meses. Por supuesto que estamos de acuerdo con el bono para aumentar la jubilación mínima y con cualquier otro aumento del haber mínimo que no fuera por bono.

          ¿Cómo podríamos estar de acuerdo con vulnerar el derecho a la movilidad y a una actualización justa y equitativa de los haberes de los que ya hicieron su trabajo y contribuyeron a este país? Este es el capítulo más oscuro del proyecto, que tiene otras partes que son muy buenas, pero este capítulo la convierte en “invotable”.

          Esta ley ajusta a la clase media y a la clase media baja que cobran apenas una jubilación por encima de la mínima. Hablamos del ex enfermero, del ex policía, del ex bombero y del ex comerciante que no tienen la suerte, como otros sectores, de haber sido excluidos del congelamiento. Digo esto porque a la injusticia de vulnerar el derecho a la movilidad, a la injusticia del achatamiento de las jubilaciones que significa un empobrecimiento generalizado, se suma la triple injusticia de que para algunos regímenes sí se aplica el congelamiento pero para otros no. (Aplausos.)  

          A los piedrazos defendían una fórmula que ya está probado hubiera protegido menos los haberes jubilatorios en contextos de alta inflación que la que nosotros propusimos. Me pregunto qué hubiera pasado si dos años atrás hubiéramos venido nosotros a decirles: “Vamos a suspender por seis meses la movilidad jubilatoria que ustedes decidieron mientras pensamos en otra fórmula”. ¿Qué hubieran hecho si nos tiraron 14 toneladas de piedra por una fórmula que hoy se demostró que protegió mejor los haberes de los jubilados? (Aplausos.)  

          Alguno de ustedes puede decir a quién se le ocurre que pisando jubilaciones, suprimiendo la actualización trimestral y entregando al Ejecutivo un cheque en blanco con la facultad para fijar algún aumento están garantizando la mejora de la condición de los adultos mayores. Esta es una ley de ajuste y así hay que llamarla.

          Algunos se desgarraban las vestiduras hace dos años y hoy nos traen como otro camino, como una propuesta superadora, repetir la triste historia de congelar jubilaciones para mejorar las cuentas fiscales. Estamos en presencia, entonces, de una injusticia mayúscula aunque se la trate de esconder atrás del pomposo nombre de solidaridad social y reactivación productiva.

-   Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Sergio Tomás Massa.

 

Sra. Lospennato.- No voy a referirme al impuesto a la clase media del que ya se habló bastante, pero algo que a mí me preocupa muchísimo, y es el hecho de ponerle un impuesto al ahorro, como si ahorrar no fuera una forma de construir futuro.

          Para una familia, una persona, un país, el ahorro es una conducta que debe ser incentivada y esta ley va en el sentido absolutamente contrario. En la Argentina hemos violado todas las formas de ahorro posibles. Poner un impuesto al ahorro es lo más incorrecto que podemos hacer para la economía que todos queremos mejorar. Ojalá también reflexionen sobre este punto. (Aplausos.)  

 

 Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Soria, por Río Negro.

 

Sr. Soria.- Señor presidente: a pocos días de iniciado nuestro gobierno estamos reunidos tratando este proyecto de ley de emergencia que es la piedra angular de la gestión.

          La iniciativa busca empezar a resolver rápidamente la terrible situación económica y social en la que irresponsablemente han sumergido una vez más a la Argentina.

          Este proyecto de ley es el resultado de la gestión de un gobierno que desde sus primeras horas en el poder asumió la urgencia de los que hoy no pueden esperar. Entendimos y asumimos la emergencia que ustedes generaron y de la que no quieren hacerse cargo. Me refiero a la emergencia de las pequeñas y medianas empresas. En los últimos cuatro años 25.000 pymes apagaron la luz, cerraron las persianas y echaron a sus trabajadores. Por eso, este proyecto de ley contempla medidas excepcionales, entre ellas, una amplia moratoria con exenciones impositivas. La idea es detener la caída libre del aparato productivo para volver a encender la economía argentina.

          Nosotros entendimos y asumimos la emergencia que ustedes generaron, de la que tampoco se quieren hacer cargo; la emergencia que desataron en millones y millones de hogares con los descomunales tarifazos en los servicios públicos. Millones de argentinos no pueden pagar la luz ni el gas ni el agua. Hay otros que tampoco pueden pagar el precio de la nafta o el boleto del colectivo.

          Por eso este proyecto de ley también contempla congelar los aumentos de las tarifas por 180 días y faculta al Poder Ejecutivo a renegociar el cuadro tarifario.

          Debemos asumir la emergencia de los que más sufren hoy en Argentina, la emergencia del hambre, la pobreza y la desigualdad que ustedes generaron y de la que tampoco quieren hacerse cargo. Ustedes llegaron prometiendo la revolución de la alegría y la pobreza cero. Sin embargo, se fueron con un 40 por ciento de argentinos viviendo en la pobreza. Una vez más inundaron la Patria con merenderos y comedores.

          Actualmente seis de cada diez chicos viven en la pobreza. Por eso este proyecto de ley, que ustedes no quieren acompañar, considera otorgar un bono extra a más de 4 millones de beneficiarios de la asignación universal por hijo. Paralelamente, lanzamos el plan Alimentar, para llevar un plato de comida a cada hogar que hoy no lo tiene.

          También nos toca asumir la situación de emergencia que ustedes generaron cambiando la fórmula de actualización de las jubilaciones de nuestros abuelos. Durante los dos últimos años los jubilados perdieron un 25 por ciento de su poder adquisitivo. Ustedes metieron la mano en el bolsillo de nuestros abuelos. Concretamente, 50.000 millones de pesos fueron transferidos del bolsillo de los jubilados a la timba y a la usura financiera.

          Asimismo, nos toca asumir la emergencia del irresponsable endeudamiento externo que ustedes generaron y del que tampoco parece que quieren hacerse cargo. Ayer mismo vencieron compromisos de pago por 16.000 millones de pesos y 172 millones de dólares. Además, en los próximos días vencerán compromisos por 68.000 millones de pesos más. En síntesis, en cuatro años tomaron más deuda que nunca antes en la Argentina, ascendiendo la suma a 167.000 millones de dólares, de los cuales la mitad se fugó.

          Todo el día estuvimos discutiendo este proyecto de ley y escuchando todo tipo de excusas y de sobreactuaciones para continuar sin hacerse cargo de la tremenda crisis desatada. Alguien dijo que pasamos de la grieta al zanjón, otros diputados dijeron que no tuvieron tiempo de analizar este proyecto de ley y algunos hasta nos trataron de infames traidores a la Patria. También hubo un diputado que habló de “dictadura” y algún loco que señaló que es el nacimiento del chavismo en la Argentina. Escuchamos cualquier cosa durante el día y la madrugada. Pero a ustedes no se les mueve un pelo. Ni siquiera se asustan por el daño hecho a la Argentina.

          Seamos sinceros y reconozcan que lo que más les molesta del proyecto de ley en tratamiento es el cambio en las prioridades en nuestra gestión de gobierno. Las prioridades que tenemos son las mismas que vienen desde el inicio de nuestra historia: luchar por los que menos tienen, los desposeídos, y no por las corporaciones, los bancos y la timba financiera. Esas prioridades son nuestras banderas: una Argentina con soberanía política, independencia económica y justicia social. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Caliva, por Salta.

 

Sra. Caliva.- Señor presidente: es un honor y un orgullo estar en esta primera sesión. Realmente estamos viviendo una extraordinaria emergencia en el país.

          Es cierto que las emergencias son muchas, pero las más graves son la sanitaria, la alimentaria y la ocupacional.

          Ayer el ministro Arroyo señaló en el plenario de comisiones que el 50 por ciento de nuestras niñas y niños están por debajo de la línea de pobreza, aunque yo diría de la indigencia. Además, hizo referencia a los datos brindados por el Observatorio de la UCA para el primer semestre. Consecuentemente, la proyección al 31 de diciembre es del 60 por ciento.

          En Salta, mi provincia, los bolsones de pobreza llegan al 80 o 90 por ciento. Ahí están las niñas y los niños wichis y aba/guaraníes que mueren desnutridos.

          Sé que las diputadas y los diputados del bloque de Cambiemos –a quienes antes miraba por televisión‑ no pueden comprenderlo, no están de acuerdo, no conocen ni entienden lo que significa la solidaridad. Sin embargo, miles y miles de argentinas, sobre todo las mujeres de las organizaciones sociales a las que representamos, de los gremios y de los sindicatos de las trabajadoras y los trabajadores, sí saben lo que es la solidaridad, porque son las que les dieron de comer a esas niñas y niños durante estos últimos cuatro años. Esas personas ayudaron a que los merenderos y los comedores funcionaran. Por suerte el presidente Alberto Fernández viene con un plan contra el hambre como nunca existió en nuestro país. De eso se trata la solidaridad, de que quienes piensan en sus rentabilidades, también piensen en que hay niñas y niños argentinos que dependen de las leyes y de las políticas que ustedes y nosotros tenemos que construir para que puedan comer, comprar un medicamento, un par de zapatillas o un abrigo en el invierno.

          Espero que piensen en eso los diputados comprovincianos de Cambiemos que dijeron que el ex presidente Macri llevó agua a la región, porque esa es otra mentira. No sólo no llevó agua potable ni cloacas, sino que sacó la poca comida que había en Salta. No podemos permitir que se siga mintiendo en este Congreso que está integrado de manera muy diversa. Aquí estamos presentes quienes conocemos el rostro de la pobreza y del hambre, para permitirles mentir. No tienen derecho. No se rían. La muerte de mis niñas y niños salteños no merece la sonrisa de algunas diputadas de Cambiemos que tengo enfrente. Pido respeto al dolor de millones de argentinas que, como decía recién un compañero, no tendrán el pan dulce ni la sidra en la mesa y pasarán una Navidad amarga sumidas en la miseria.

          Por eso el proyecto de ley en consideración se llama de solidaridad y de reactivación productiva, porque hay que generar empleo para esos millones de padres y madres de los chicos que no tienen trabajo. Hay generaciones enteras que no tuvieron la posibilidad de tener empleo, de llevar dignidad a sus casas, de cocinar a sus hijos la comida que querían o pretendían darles.

          Celebro que estemos considerando esta iniciativa y también que en este recinto se haya votado la conformación de la Comisión de Mujeres y Diversidad para que empecemos a abordar las problemáticas de las mujeres y las niñas pobres que también estamos en emergencia por violencia, porque nos morimos en esos hospitales desmantelados que seguramente el ministro Ginés González comenzará a reconstruir. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Latorre, por Mendoza.

 

Sra. Latorre.- Señor presidente: luego de poco más de 48 horas de haber ingresado la iniciativa presentada por el Poder Ejecutivo a la Cámara, estamos discutiendo este proyecto de ley que espero que sea el primero y no el último durante este año.

          Espero que en este Congreso tengamos más oportunidades de generar consensos y de discutir consciente y responsablemente las leyes que necesitan los argentinos.

          Tal como se ha dicho el proyecto en consideración se presentó con un título rimbombante. Nadie podría oponerse a priori a esta iniciativa de solidaridad y reactivación productiva. Esta norma está seguida por un oxímoron, una contradicción como es la emergencia pública; porque la emergencia significa excepción y, la excepción, es lo contrario a lo permanente. Lamentablemente y por mucho que nos duela a todos, tenemos que ocuparnos de que esta permanencia tenga una solución de fondo, pero la permanencia hace que la excepción sea la regla.

          Nos han atacado y criticado en el sentido de que durante este debate hemos sido reiterativos. No hemos sido reiterativos porque estemos “coacheados”, “caseteados” o hayamos preacordado los discursos, sino porque estamos de acuerdo en que hay bases y cimientos que no se pueden resignar, como son las bases constitucionales y los cimientos de una democracia republicana que sólo habilita los procedimientos de excepción en casos excepcionales.

          No negamos la constitucionalidad de los decretos de necesidad de urgencia o de las leyes de emergencia. Pero cuando la emergencia tiene interpretaciones laxas demasiado extensivas para incluir a la regla dentro de la excepción y para delegar poderes de este Congreso de la Nación a un Poder Ejecutivo que tendrá superpoderes con una discrecionalidad absoluta para reglar en materias que están solamente reservadas al Poder Legislativo, creemos que se cometen abusos, excesos y que se roza la inconstitucionalidad.

          No es lo mismo la aplicación del artículo 76 de la Constitución Nacional que caer en el artículo 29 de esta norma con el otorgamiento de la suma del poder público al Poder Ejecutivo.

          El artículo 76 alude a los requisitos para habilitar el procedimiento de delegación legislativa en base a una situación fáctica que no es necesario que nos describan con discursos que intentan sensibilizarlos. No tenemos carencia de sensibilidad ni de empatía con la realidad; conocemos la realidad a lo largo y a lo ancho de nuestro país. También conocemos que hay métodos, formas y distintos poderes que tienen que ocuparse de las facultades que constitucionalmente le corresponden a cada uno y gestionar con las herramientas que les competen.

          Las leyes de emergencia ‑como ya dije‑ están habilitadas constitucionalmente y de hecho tenemos vigente una de emergencia sanitaria y otra de emergencia alimentaria. No hubiéramos tenido ningún tipo de reparo en seguir discutiendo la iniciativa en este recinto y en el Senado de la Nación. Esto no significa habilitar una ley de emergencia ómnibus que da lugar a nueve emergencias con más de once facultades delegadas, que tal vez no sean once, porque el proyecto contiene cláusulas abstractas con términos sumamente vagos que habilitan el desprendimiento de más facultades delegadas al Poder Ejecutivo, que podrá utilizarlas con absoluta discrecionalidad.

          La discrecionalidad es lo contrario al control y el control es necesario en una República democrática donde existe una división de poderes que tienen que funcionar con contrapesos y justamente controles democráticos.

          Antes de terminar –dado que el tiempo corre‑ quiero hacer una pequeña referencia a la emergencia energética. Hasta este momento he sido presidente de un ente regulador eléctrico como el que hoy se pretende intervenir a nivel nacional. Creo que esto es un avasallamiento más respecto de la división de poderes. Si bien dijeron que eliminarían el artículo 85 que permitía al Poder Ejecutivo desarticular, desarmar y desguazar los órganos descentralizados y autárquicos, se conservó el Título III que habilita lo mismo respecto de los organismos de control.

          Los organismos de control son autárquicos. El marco regulatorio existe y las leyes se cambian por otras leyes y para eso estamos nosotros acá.

          Respetemos el mandato constitucional y el voto de quienes nos han puesto en este lugar, hagámonos responsables, comprometámonos a dar las discusiones y a generar los consensos, no subestimemos nuestras capacidades ni tampoco la capacidad de los votantes que entendieron que somos sus legisladores y que el Poder Ejecutivo tiene otras funciones y las herramientas suficientes para hacerse cargo de las obligaciones que le competen. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el diputado Lacoste, por Entre Ríos.

 

Sr. Lacoste.– Señor presidente: solidaridad e institucionalidad no son incompatibles, no sé por qué las discusiones se plantean en estos términos.

          No llevo un registro de las palabras repetidas, como contabilizó el colega del oficialismo. Pero de este lado del recinto me retumban las palabras “solidaridad” y que “esto no se trata de un ajuste fiscal”.

          Quiero proponer a los amigos del oficialismo que salgamos del discurso y pongamos las palabras en hechos concretos: eliminen los artículos 51 y 52 del proyecto de ley así mantenemos la movilidad. Mientras tanto, pueden tomarse todo el tiempo necesario para establecer cuál será la nueva fórmula. No hay nada que impida hacer ambas cosas en forma paralela y tampoco es incompatible. Por favor, realmente los invitamos a mostrar cuán solidarios son con los que menos tienen.

          Pretendo centrar mi participación en torno al aporte negativo que este proyecto viene a generar en la búsqueda de la calidad democrática que aspira a lograr hace tiempo la sociedad argentina.

          Sinceramente creo que este proyecto ahonda un poco más esa brecha entre lo que nos demandan los ciudadanos y lo que le devolvemos los representantes.

          Muchos compramos el discurso del presidente Fernández frente a la Asamblea Legislativa cuando dijo que nos encaminábamos a transitar hacia la República, pero eso duró poco. Hoy estamos dilapidando esa oportunidad con un proyecto que lejos de buscar eso, pretende que el Poder Legislativo delegue en el Ejecutivo casi la totalidad de sus facultades.

          No hay elementos razonables para suponer que este Parlamento no está en condiciones de discutir las normas o que sus integrantes han hecho manifestaciones de falta de colaboración que puedan llegar a entorpecer la discusión de los proyectos que el Ejecutivo entiende que necesita como para intentar tomar este atajo de la delegación de facultades que están solicitando.

          Voy a recordar algunas de las expresiones que ponen de manifiesto la voluntad de este Congreso en el sentido positivo del debate y del trabajo político. El presidente de nuestro interbloque, el diputado Mario Negri, en la sesión preparatoria dejó expresamente aclarado que iban a encontrar en nosotros una oposición responsable. Casi en la misma sintonía se expresaron los demás bloques de la oposición y descuento de hecho el aporte del oficialismo para el funcionamiento de esta Cámara.

          A eso debo sumar que en su discurso de asunción, el presidente de la Cámara enunció objetivos interesantes, se podría decir de alta política, al hablar del diseño institucional que incluía una Cámara de puertas abiertas, de un Parlamento de prestigio y de empezar a respetarnos, de abrir la institución y motorizar los proyectos para que tenga lugar el debate y entre todos trabajar para recuperar el prestigio de esta institución. Entonces, cabe preguntarse dónde ve usted, señor presidente, alguna razón que amerite la delegación de facultades si estamos todos dispuestos a trabajar con un sentido responsable de la representación política. ¿O el problema será, por el contrario, que no saben gobernar si no es con ley de emergencia y sin controles?

          Este debe haber sido el año en el que más veces los candidatos de distintas fuerzas políticas resaltaron la figura de Raúl Alfonsín para referenciarse sus cualidades democráticas, su apego a la institucionalidad y a la república; el propio presidente de la Nación lo ha hecho en varias oportunidades, antes y después de ser electo, destacando esas virtudes en la búsqueda de dejar implícito de alguna manera que aspiraba a poder expresarlas en su presidencia. Creo que arrancaron mal.

          Y a propósito del expresidente Raúl Alfonsín, aprovecho la oportunidad para expresar mi preocupación porque, mientras al presidente Fernández reconoce la figura del expresidente Alfonsín, paralelamente acompañado con un silencio que dice mucho, los agravios del actual secretario de Derechos Humanos, Pietragalla, a la lucha por los derechos humanos de Raúl Alfonsín y por conocer la verdad son una muestra más de esa clara posición pendular que ha instalado este gobierno en estos pocos días.

          Por último, quiero decirle que hoy lanzaron la tarjeta social en Entre Ríos, mi provincia, y tienen sus razones. A título informativo, para quienes no conocen nuestra realidad política, les cuento que al 31 de diciembre de 2015 teníamos una deuda consolidada de 12.556 millones y, al 30 septiembre, de 49.904 millones, es decir, un 400 por ciento más. Cada entrerriano debe 40.376 pesos.

          Concordia fue la ciudad elegida; tiene la rara contradicción de estar enclavada en una de las zonas más ricas de la provincia y ser a su vez la segunda ciudad más pobre del país. Ha sido gobernada desde 1983 por el mismo partido político y ha dado siete gobernaciones -entre ellas, la del actual gobernador- y un vicegobernador, en la única vez que pusieron un candidato que era de la ciudad de Paraná, todos los cuales, a su vez, han sido intendentes de esa ciudad. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Gioja, por San Juan.

 

Sr. Gioja.- Señor presidente: después de escuchar todo lo que se dijo hoy, quiero pedir autorización -en función del tiempo- para insertar el texto de mi discurso en el Diario de Sesiones. Creo que es lo más lógico y es un homenaje a todos los que se han quedado esta noche en este recinto. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Berhongaray, por La Pampa.

 

Sr. Berhongaray.- Señor presidente: sin perjuicio de adelantar que comparto muchas de las expresiones que han vertido los diputados de mi bancada, me veo en la necesidad de manifestar mi preocupación por la falta de límites concretos y objetivos con que se propone dotar de facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo.

          La exigencia de base, contenida en el artículo 76 de la Constitución Nacional, hace imprescindible que toda delegación de atribuciones de parte del Congreso exprese de un modo cierto y concreto los objetivos a alcanzar, pero que también indique con precisión los caminos que se deben recorrer para materializar esos objetivos.

          Esa exigencia constitucional no se encuentra satisfecha por la norma en tratamiento, que se limita a introducir descripciones de propósitos, como se dijo, más bien genéricas, amplias y, en algunos casos, ambiguas.

          La carencia que señalo se patentiza en los incisos a) y d) del artículo 2°, que expresa los objetivos generales del proyecto.

          Como legisladores, tenemos la obligación de garantizar la efectiva vigencia del estado de derecho, y como se dijo, la Constitución prohíbe todo lo que se parezca a entregar un cheque en blanco.

          No voy a abundar en ninguna de las cláusulas de la iniciativa porque no cuento con el tiempo suficiente, pero sí quiero aprovechar para señalar algunas disfuncionalidades que entiendo deben ser corregidas.

          Ayer se anunció la eliminación del artículo 85, que refiere a las facultades de rediseño organizacional de la administración pública nacional descentralizada. Pues bien, el dictamen de mayoría ya no contiene esa cláusula; sin embargo, subsiste la referencia a la emergencia administrativa en el artículo 1°, que desde mi óptica carece de razón y de contenido material y funcional. Si no se la suprime, se corre el riesgo de que por vía interpretativa el Poder Ejecutivo se considere con atribuciones para adoptar medidas que afecten el ámbito administrativo, en especial en orden a la estabilidad del personal que, como todos sabemos, es una garantía reconocida por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional. Ese riesgo no debe quedar latente.

          Por eso, y a fin de que se respete la legalidad y que se establezca una certeza jurídica, voy a mocionar para que, durante el tratamiento en particular de la iniciativa, la declaración de emergencia administrativa sea expresamente eliminada de la cláusula 1°.

          Dentro de las certezas de esta iniciativa está, como se dijo, la eliminación de la movilidad del haber jubilatorio, derecho reconocido por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional; a la vigencia de esa movilidad también ordena y obliga la doctrina sentada por nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación en los casos “Badaro”, “Elliff” y otros.

          Esta doctrina judicial establece con claridad que el requisito no se encontrará satisfecho si se deja librada al arbitrio del Poder Ejecutivo la determinación del mecanismo de ajuste del haber jubilatorio, cuestión que a la fecha, como sabemos, no se encuentra evaluada ni definida.

          No quiero terminar esta intervención sin dejar de mencionar mi preocupación por una carencia, por una omisión que entiendo inaceptable. Se propone dotar de facultades al Poder Ejecutivo para generar regulaciones excepcionales en orden a nueve aspectos de la vida pública que se plantean como materia de emergencia, pero nada se ha dicho de la emergencia en la que se encuentra nuestra educación, que es un componente crucial de la crisis argentina.

          El deterioro de la calidad educativa debe merecer la atención de nuestros gobernantes. No podemos desatender esa realidad, donde hay niveles de acceso y de calidad que son cada vez peores. Eso termina potenciando la desigualdad de oportunidades y gravita negativamente en el futuro escolar y extraescolar.

          Por eso, invito a este Congreso a poner manos a la obra para generar una profunda reforma de la educación que, más allá de toda emergencia, vuelva a colocar a nuestro país en un lugar de privilegio en la materia entre las naciones del mundo. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Mestre, por Córdoba.

 

Sr. Mestre.- Señor presidente: lo primero que debemos preguntarnos al analizar este proyecto de ley de emergencia es si están dados los requisitos que establece el artículo 76 de la Constitución Nacional, y la verdad es que, luego de leer semejante delegación de facultades que estamos haciendo en el Poder Ejecutivo, con un proyecto de emergencia inclusive mayor que el del año 2002, en relación a esta delegación de facultades, llegamos a la conclusión de que no están dados esos requisitos, sobre todo en relación con una de las partes del artículo 76, que determina que el Congreso debe establecer las bases de la delegación.

          Como aquí se dijo recientemente, en el artículo 2° eso no está precisado. No lo está porque, casualmente, intentan hacernos creer que hay tierra arrasada.

          Hoy se utilizó mucho esa expresión. Así como nosotros reconocemos que el índice de pobreza se elevó, el oficialismo debería reconocer que el desempleo, que durante los últimos treinta y seis años fue del 11 por ciento, actualmente es del 10,6 por ciento; que el stock de deuda en relación con el PBI es del 50 por ciento; que el déficit fiscal pasó de 6 puntos en 2015 a un punto este año; que el superávit comercial es de 15.000 millones de dólares, ya que se exportó más que lo que se importó, y que se abrieron más de doscientos mercados.

          Dificultades económicas, sí; problemas sociales, sí; pero tierra arrasada que justifique semejante delegación de facultades en el Poder Ejecutivo, absolutamente no.

          Luego de analizar esta iniciativa con la que supuestamente querían declararse tres emergencias, pero, en realidad, son nueve –o sea, es un proyecto de ley “multiemergencia”‑, la pregunta más importante que me hago es por qué buscan que el Congreso otorgue “superpoderes”. Tienen mayoría en esta Cámara –han alcanzado el quórum y se encaminan hacia la sanción del asunto en discusión‑ y en el Senado se acercan a una mayoría de dos tercios; además, estamos dando el debate en forma democrática. Entonces, ¿será que hay razones políticas y no económicas que justifiquen semejante delegación de facultades en el presidente de la Nación?

          En verdad, lo que deberíamos estar considerando es la ley de leyes, la norma más importante que los legisladores tratamos durante el año porque es un auténtico plan de gobierno. Me refiero al presupuesto para el año 2020, y entiendo que el oficialismo ha tenido mucho tiempo para prepararlo.

          Lamentablemente, en vez de analizar esa norma importantísima no solo para nosotros sino también para las provincias, los municipios y el país en su conjunto, estamos debatiendo sobre una delegación de facultades legislativas.

          La historia nos demuestra que, en la Argentina, cuando una medida se presenta como temporaria, termina siendo permanente. El impuesto a las ganancias, por ejemplo, data de 1933; la ley por la que se creó establecía su vigencia por un año, y ya van ochenta y seis. El proyecto en tratamiento modifica algunas de sus disposiciones.

          En cuanto al impuesto a los bienes personales, en 1991 se dispuso que sería temporario por nueve períodos fiscales; sin embargo, van casi treinta. A partir de esta iniciativa impulsada por el oficialismo, como se elevan las alícuotas y no se actualiza la base imponible, la gente terminará pagando más por este concepto.

          Otro ejemplo es el llamado impuesto al cheque; establecido en 2001 por noventa días, después de casi veinte años continúa vigente. Ahora, se duplica la alícuota al igual que para las extracciones en efectivo.

          El impuesto al valor agregado, fijado en 1973 por noventa días, ya tiene casi cincuenta años. Luego, en la década del 90, un gobierno justicialista elevó la alícuota de este gravamen al 21 por ciento.

          Resulta claro que la ley de emergencia que se pretende sancionar, poco tiene que ver con la justificación dada para semejante delegación de facultades legislativas.

          Como si todo esto fuera poco, se crean nuevos impuestos. El llamado PAIS grava con una alícuota del 30 por ciento la compra de dólares y todo gasto en esa moneda efectuado con tarjeta de crédito.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia solicita al señor diputado que redondee su exposición.

 

Sr. Mestre.- Ya termino, señor presidente.

          Evidentemente, aquí hay un “ajustazo”, un impuestazo a la clase media, al sector productivo y a los jubilados. Si se me permite, quiero detenerme muy brevemente en este punto. Como es sabido, provengo de una provincia ‑Córdoba‑ que aporta miles de millones de dólares de su sector productivo, que es el campo. El campo está asfixiado; no soporta más que sigan aumentándose los impuestos.

          Por las razones expuestas, y porque avasalla a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad –los jubilados‑, votaremos negativamente el proyecto de ley en consideración. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Filmus, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Filmus.- Señor presidente: pido permiso a mi bloque para felicitar a la bancada que ahora es oposición por el reconocimiento que ha hecho de la función y la labor que tiene el Congreso. Lamento que dicho reconocimiento haya comenzado a las 15 y 5 de ayer, y no antes; si lo hubieran hecho, habrían dado quórum para el debate que merecía este Parlamento en lugar de boicotearlo. (Aplausos.)

          Asimismo, lamento que tal reivindicación no se haya producido durante los últimos cuatro años. Me hubiera gustado escuchar a algún diputado o a alguna diputada hacer una autocrítica respecto de lo pasó en ese tiempo. ¿Hay alguna responsabilidad en el anterior oficialismo o en los bloques que contribuyeron a la sanción de las leyes que permitieron llegar a los actuales niveles de pobreza, de desocupación, de desindustrialización y de endeudamiento? Esta primera sesión del nuevo gobierno era el momento para plantear qué se hizo mal o se pudo hacer mejor.

          De la misma manera, lamento que durante los últimos cuatro años el Congreso no haya tenido la actitud que debió tener. Por ejemplo, el gobierno que acaba de terminar comenzó su gestión no con una ley, sino con un decreto de necesidad y urgencia por el que se nombraban dos miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. ¿Hay algún antecedente de esto en el país? ¿No hay una autocrítica?

          ¿Tampoco hay autocríticas porque no pasaron por el Parlamento el endeudamiento en 50.000 millones de dólares, el pacto Foradori‑Duncan, que permitió que se regalen recursos naturales de las islas Malvinas, o cuestiones básicas vinculadas con la Unión Europea y el Mercosur?

          Tampoco se dijo algo cuando se vetó ley de emergencia laboral o cuando, días después de aprobado el llamado “blanqueo”, se permitió por decreto que ingresaran familiares de funcionarios al régimen de sinceramiento fiscal. No era eso lo que había decidido el Congreso; sin embargo, no hubo autocrítica alguna.

          Como probablemente ésta sea mi última sesión, no quiero dejar de decir que este año hubo una sola sesión ordinaria. ¿Hay alguna autocrítica al respecto? Quizás se debió a que fue un año electoral; pero en 2018, que fue mi primer año como diputado, hubo dos sesiones ordinarias.

          El papel del Congreso no puede ser reivindicado solo en el discurso, máxime cuando en la práctica se hizo todo lo contrario. Planteo esto con mucha fuerza mirando hacia adelante, porque quiero que construyamos un país cuyo Parlamento tenga un rol importante.

          En el transcurso de esta sesión, una diputada dijo que nos golpeábamos el pecho cuando votamos negativamente aquella ley previsional que hizo perder un 25 por ciento a los jubilados. No nos golpeamos el pecho, sino que nos golpearon el pecho. Esta foto que estoy mostrando es de un diario de aquel día en que fuimos golpeados legisladores que tratábamos justamente que no golpearan a nuestro pueblo. ¡Este era el Congreso cercado que permitió que se sancionara aquel proyecto de ley! (Aplausos.)

          Por otro lado, con mucho dolor debo decir que las comisiones nunca pudieron avanzar en el análisis de los proyectos. En mi caso, me tocó presidir la Comisión de Cultura. Si no se pudo avanzar, fue porque algunas comisiones hacían de filtro y nunca se reunían; hubo casos en los que no se reunieron en todo el año. Entonces, aunque no fuera necesario pasar por la Comisión de Presupuesto y Hacienda porque los proyectos no implicaban recursos ‑por ejemplo, iniciativas destinadas a los discapacitados y a los sectores más necesitados‑, era imposible avanzar, no solo porque no había sesiones ordinarias sino también porque las comisiones no se reunían.

          Se ha dicho que el Congreso se comportó como una escribanía, pero durante estos últimos tiempos yo lo vi como un teatro porque han venido a plantearnos situaciones que, en verdad, no ocurrían. Este Parlamento fue usado para que el presidente de la Nación o el jefe de Gabinete de Ministros dijeran que lo peor ya pasó, que venía una lluvia de inversiones, que había un crecimiento invisible –esto nunca lo entendí‑ o que la prioridad eran los pobres.

          También recuerdo que un día se aprobó un presupuesto –nosotros, por supuesto, votamos negativamente‑ y que, a la mañana siguiente, nos enteramos que era un chiste, que ya no servía porque, como la inflación se había duplicado, el valor del dólar se iría mucho más arriba. ¿Hay una manera de burlarse más del Congreso?

          Lo único bueno que tiene que el Parlamento funcione hasta tan tarde es que podemos ver el Boletín Oficial del día siguiente. Como dije antes, éste es mi discurso de despedida; me voy con el orgullo de pertenecer a un bloque que nunca votó ninguna ley que afectara a los sectores más humildes, a los sectores trabajadores, a los sectores medios y a los que más necesitan. (Aplausos.)

          Pero inesperadamente me voy también con el orgullo de votar esta primera ley, que es la ley que va a permitir comenzar a recuperar el país. Hice la experiencia de ser diputado en 2003. No teníamos bloque. Teníamos el 22 por ciento de los votos, es decir, más desocupados que votos. Sin embargo, muchos diputados que eran de la oposición, cuando vieron que realmente se empezaba a recuperar el país, nos empezaron a acompañar. Y tuvimos un bloque ampliamente mayoritario no votado por nuestra fuerza.

          Colegas diputadas y diputados de la oposición: espero que cuando el país empiece a arrancar a partir de la sanción de esta ley, y de las muchas que vienen, nos acompañen seriamente. Esa es la forma de demostrar que honestamente quieren lo mejor para la Argentina. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Víctor Hugo Romero, por Córdoba.

 

Sr. Romero (V. H.).- Señor presidente: en primer lugar, quiero plantear el reconocimiento de la situación económica y social que hoy vive el país. Lo hago de manera personal, haciéndome cargo de las responsabilidades del gobierno al cual pertenecimos. También quiero decir que acompaño toda medida que esté relacionada con ayudar a aquellas familias que hoy la están pasando mal.

          También quiero plantear que por supuesto los acompañaría si fueran leyes que tratan específicamente estos temas. La moratoria a las pymes, que también están sufriendo la situación económica. Pero, señor presidente, permítame decirle que estamos equivocando el camino. La solución de la crisis social no se soluciona delegando facultades al Poder Ejecutivo, con atribuciones que son propias de este Congreso. Sería distinto si hoy estuviéramos analizando el presupuesto de la Nación, donde fijamos claramente cuál será la política económica, monetaria y de endeudamiento para 2020. Eso nos daría mucho más certeza y fortaleza como país. También sería mucho más fácil pedirles un sacrificio mayor a los argentinos sabiendo dónde va a ir el dinero que cada uno aporta. Nos pondría en mejores condiciones para renegociar nuestra deuda, mostrando la responsabilidad en el manejo de los fondos públicos a través de una ley.

          Debo decir que no puedo acompañar una ley que incrementa impuestos. No puedo acompañar una ley que incrementa las contribuciones patronales, y que genera un incremento de la tasa de exportación que afecta la competitividad de los sectores productivos, quitándole la posibilidad a muchas pymes y empresas de convertirse en exportadoras. Eso además generaría el incremento del costo de nuestros precios internos.

          En definitiva, lejos de ser una reactivación productiva, lo que se está planteando es afectar a los sectores productivos, sobre todo a los sectores del campo y a los pequeños productores, muchos de los cuales están en nuestra provincia.

          Les pido que reflexionemos y hagamos una modificación para contemplar esas situaciones. De lo contrario, lo que se genere a través del esfuerzo del trabajo de la agricultura se pagará al valor del dólar oficial menos el 33 por ciento.

          En relación con el tema jubilatorio, quiero decir que no puedo acompañar la suspensión de la movilidad porque es inconstitucional. Sí voy a acompañar el bono, a pesar de que no estoy de acuerdo con que sea un bono. Más bien querría que fuera un incremento permanente para las jubilaciones de menos recursos. No obstante, no puedo acompañar que el costo del incremento en las jubilaciones sea soportado mediante el congelamiento del resto de las jubilaciones.

          En este punto quisiera hacer una mención especial. La falta de movilidad va a afectar el financiamiento de las cajas de jubilaciones de las provincias que no se transfirieron a la Nación. De acuerdo con los convenios, la actualización cubre el déficit en función de la movilidad. Ojalá que no sea así y me equivoque, porque en definitiva le estaría dando un mal mensaje a quienes me votaron para defender los intereses de los jubilados nacionales y provinciales.

          Señor presidente: gracias por darme la palabra. Quiero decirle que he venido a contribuir con este gobierno, pero lamentablemente no estoy de acuerdo con votar esta delegación de facultades. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Cano, por Tucumán.

 

Sr. Cano.- Señor presidente: despedimos con mucho afecto al diputado Filmus. Lo digo sinceramente. Con él –así como con otros diputados que hoy están en el recinto y antes eran senadores‑ trabajamos leyes importantes en el Senado de la Nación. Entre ellas están la ley de fertilización asistida, la ley de prepagas y la ley de glaciares. Eso lo hicimos en un momento en el que la denominada grieta estaba más profunda que nunca. Me parece que ese es el desafío que tenemos hacia el futuro.

          No obstante, no puedo dejar de reflexionar sobre algunas de las cosas que dijo el diputado. Claramente nos hacemos cargo de que no pudimos con la inflación. Y nos hacemos cargo en un país donde las estadísticas existen, así como ustedes se tienen que hacer cargo de que destrozaron las estadísticas y el INDEC. Nos hacemos cargo de que no pudimos con la pobreza. Pero ustedes también se tienen que hacer cargo de lo mismo, diputados. El actual presidente dijo que el memorándum que votó el Congreso era un pacto de impunidad. La actual vicepresidenta vetó la ley del 82 por ciento móvil, diputado Filmus. Y así como usted enumeró una serie de errores que nosotros cometimos ‑varios de los cuales son ciertos, pero otros no‑, me parece que ustedes también se tienen que hacer cargo de los suyos.

          Entonces, cuando escucho el discurso del presidente Fernández convocando a los gobernadores ‑primero a los de nuestro espacio político y después a todos los gobernadores‑, me genera la expectativa de que podemos construir algo distinto.

          Todavía recuerdo cuando estaba en el Senado el exgobernador de Santa Cruz Peralta y, durante un año y medio, la expresidenta no le dio audiencia. Por eso me parece bueno que hoy los gobernadores tengan la centralidad necesaria para participar en lo que se va a construir de acá al futuro.

          También me pareció muy buena la presencia de los ministros, así como la manera en que se desarrolló el debate en la comisión. Asimismo, me complace escuchar que el ministro de Producción y Trabajo no trata como un yuyo verde a la soja, y que plantea con sinceridad brutal que el sector agroexportador permite que ingresen al país más de 30.000 millones de dólares. Claramente es por eso que se pone el foco en las retenciones.

          Gracias al INDEC que recuperamos, hoy el gobierno cuenta con el último Censo Nacional Agropecuario. Este censo muestra que hay 182.000 productores en la Argentina que tienen menos de 500 hectáreas. El 84 por ciento de esos productores son pymes familiares. El ejercicio es mirar hacia el futuro y no plantear la idea de la tierra arrasada.

          En el plenario de comisiones escuchamos a Daniel Arroyo, a quien respeto y es una persona idónea para desempeñar el cargo para el cual ha sido designado, quien plantea la emergencia social. Cuando analizo la ley ómnibus que envió el Poder Ejecutivo, no veo ningún artículo del Plan Nacional contra el Hambre.

          Nosotros votamos la ley de emergencia alimentaria con 25.000 millones de pesos. Es interesante analizar los presupuestos provinciales y ver qué se hizo con el 15 por ciento que nuestra gestión le devolvió a las provincias. Lo digo con la autoridad moral de haber acompañado el 22 de diciembre de 2009 como senador de la Nación solamente a tres gobernadores que tuvieron lo que hay que tener en política y que fueron a la Corte a reclamar esos fondos federales que el resto de los gobernadores no mencionó y que el expresidente Mauricio Macri les devolvió a las provincias. Son casi 600.000 millones de pesos que hoy administran las provincias.

           Cuando hablamos de emergencia social con provincias que destinan el 2, 3 o 5 por ciento de sus presupuestos al área social, algo no funciona bien. Desde que se reformó la Constitución en 1994, ¿a quién le echamos la culpa si no hay medicamentos en un hospital de Salta, Tucumán o Catamarca?

          Claramente, estamos de acuerdo con muchas de las cosas que plantearon los ministros y que acompañaríamos debatiendo y discutiendo un proyecto de ley, pero ¿cuál es la justificación, por ejemplo, para decretar la emergencia energética? Entre 2013 y 2015 el Estado nacional destinó 30.000 millones de dólares para importar energía. Por primera vez tenemos un saldo positivo en la balanza comercial energética. Destrozaron la matriz energética en la Argentina, pero ojalá sigan con la política que el gobierno desarrolló, con 11,5 por ciento de energía renovable y 18.000 millones de dólares de subsidios. Hoy sería ingobernable el país si no hubiéramos bajado los subsidios a 5.000 millones de dólares.

          Me parece que tenemos que aprender a mirar hacia adelante. El problema de la pobreza es transversal a todas las dirigencias políticas y nos tenemos que hacer cargo de lo que nos toca. No se trata de venir a achacarnos culpas.

          Finalmente, le diría que en el proyecto que enviaron donde declaran las emergencias sanitaria, energética, social y tarifaria, agregaría la emergencia de representación parlamentaria y un artículo que faculte al presidente, a los ministros, a los secretarios de Estado y a los directores del Poder Ejecutivo nacional a cumplir con la tarea legislativa que le corresponde a los senadores y diputados de la Nación. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Núñez, por Santa Fe.

 

Sr. Núñez.- Señor presidente: me sorprende este largo debate. Parece que nos hubieran elegido para echarnos culpas, y veo a dirigentes de muchísimos años en esta Cámara, muchos con responsabilidades de gobernador o de ministros. Yo los llevaría a mi pueblo para mostrarles a los pobres y les demostraría que no son pobres hace cuatro años, sino que hay tres generaciones de pobres. ¡Háganse cargo, muchachos! ¡No mientan más! ¡Se han robado un PBI en la Argentina! (Aplausos.)

          Les prometí a los santafesinos que si nos tocaba ser oposición, íbamos a ser constructivos, serios y responsables, que íbamos a acompañar a este presidente para hacer las cosas que deben hacerse en la Argentina. Así que cuentan con nosotros. No hace falta hacer un megaproyecto donde tengamos que delegar superpoderes a un presidente. Para eso estamos nosotros acá, para discutir todo lo que sea necesario, y vamos a trabajar por el bien de la Argentina.

          Si nosotros hubiéramos congelado las jubilaciones, no habría 14, sino 300 toneladas de piedras. Ustedes movilizan bien, pero les digo:  basta de ponerles la mano en el bolsillo a la clase media y al campo.

          Es mentira que el campo no colabora con el país; es el motor productivo de la Argentina. El campo siempre está aportando, y es mentira que queda en bolsillo de algunos pocos: derrama y mucho, en la agroindustria, en la metalmecánica, en la construcción y en los comercios de cada una de nuestras localidades. Lo sé porque vivo en una localidad chica; a mí no me la van a contar. Yo no digo que abrazo a los pobres y vivo en Puerto Madero o en barrios privados, ni mando a mis hijos a colegios privados cuando digo que amo la educación pública. Seamos serios, la Argentina nos necesita a todos.

          Los invito a que trabajemos todos juntos. Despojémonos de nuestras ideologías y de nuestros discursos grandilocuentes. Pongámonos a trabajar porque estamos muy cerca de que esto se vaya de las manos, como ha pasado en otros países, como Chile, Bolivia, Venezuela y Ecuador. Los argentinos queremos vivir en democracia, y la democracia es respetar la división de poderes.

          La gente nos votó para que estemos acá dando las discusiones. Cuando íbamos recorriendo los pueblos, la gente nos pedía que garantizáramos la división de poderes, la libertad de expresión y el derecho a la propiedad privada. Ese 41 por ciento que nos votó -43 por ciento en Santa Fe- tampoco llega a fin de mes, y también se le hace difícil el día a día. Sin embargo, vieron que nosotros representábamos esos valores y que se sentían identificados con nosotros.

          Basta de discursos, pongámonos a trabajar. No les metamos la mano en el bolsillo a los jubilados. La actualización que se votó garantizaba a los jubilados que no pierdan contra la inflación. No es poca cosa. Busquemos de otra manera reducir el gasto público. Esto es un impuestazo, como dijeron mis compañeros, más allá de cómo lo quieran dibujar.

 

Sr. Presidente (Gioja).- Tiene la palabra el señor diputado Gutiérrez, por Córdoba.

 

Sr. Gutiérrez (C.M.).- Señor presidente: tengo la sensación clara de que, más allá de varias sobreactuaciones respecto de las caracterizaciones de la emergencia, tenemos tres certezas objetivas. La primera es que se terminaron las elecciones; la segunda, que hay un presidente electo por el voto popular y la tercera, que más allá de las sobreactuaciones y de los títulos, esta es una de las crisis más profundas de los últimos tiempos de la Argentina.

          Esas son las tres certezas que nos llevan a tomar la decisión que hemos tomado no solamente de dar quórum, sino de apoyar en general este proyecto de ley. Hay que darle al presidente las herramientas para que intente y lleve adelante esto que expresaba el diputado Filmus y que ojalá se concrete muy rápidamente.

          Parece mentira que algunos que reclamaron y obtuvieron estas herramientas de gobernabilidad cuando les tocó ser gobierno, hoy critiquen que nosotros lo estemos haciendo y que mantengamos la coherencia para con el nuevo gobierno.

          Nosotros no nos vamos a mover de esa coherencia. un colega diputado me decía: “¡Qué difícil debe ser para ustedes, que están sentados en el medio, no tener una referencia identitaria!” No se equivoquen: la tenemos. No solamente quienes pertenecemos al bloque Córdoba Federal, con la provincia de Córdoba gobernada por veinte años y por cuatro años más por un gobernador peronista que acaba de rehabilitar sus títulos con casi el 60 por ciento de los votos, sino que los demás integrantes de este interbloque compartimos no la idea de convertirnos en el cardenal Samoré de esta grieta, que por allí se expresa con tanta profundidad y preocupación para nosotros, sino la mejor propuesta que tengamos en el mismo sentido.

          Entonces, vuelvo a decir lo que el diputado Filmus planteaba. Esta es nuestra convicción, nuestra coherencia y nuestra práctica de siempre. Fíjese, señor presidente, ayer en la Unicameral cordobesa, diciendo y haciendo, se aprobó la disolución de un pacto fiscal que, de continuar, más allá de las buenas intenciones que tuvo en este nuevo contexto, constituiría una flagrante inequidad para la situación de las provincias. Córdoba fue la primera provincia que aprobó eso.

          Sin embargo, como bloque Córdoba Federal dentro del interbloque, nosotros no podemos acompañar el artículo 48. No lo podemos hacer porque el producto bruto geográfico de Córdoba, a un promedio de 47,89 por dólar, da la cifra aproximada de 33.000 millones de dólares. Ese el PBG cordobés. El equivalente de ese PBG es lo que los cordobeses en materia de retenciones hemos aportado en los últimos doce años: un PBI o un PBG completo. Eso exime de cualquier otra explicación el aporte que Córdoba ha hecho a las arcas nacionales.

          Nosotros no tenemos una alianza corporativa con el complejo agroalimentario cordobés. Tenemos muy claro que quien conduce ese proceso es un gobierno habitante de este Estado cordobés que, precisamente, promueve a uno de los sectores más dinámicos, a la vez que convencido de que el mercado nunca derrama nada, sino que es el Estado el que lo hace, mediante algunas de las políticas sociales más progresistas de la República Argentina. Por eso no podemos acompañar este artículo 48, como tampoco el artículo 7.

          Le pido, señor presidente, que, así como se concedió un minuto y medio al diputado Cano, me dé a mí treinta segundos más. La provincia de Córdoba, que cuenta con las universidades más antiguas de América, reúne a 250.000 estudiantes provenientes de las distintas provincias argentinas, muchos de los cuales se quedan a vivir felizmente y a desarrollar su futuro allí.

          El artículo 7° se refiere a la suspensión del traspaso a empresas como Edenor y Edesur, con todo lo inequitativo que esto supone.

          Voy a hacer una última apelación, precisamente, a lo que me refería recién: los 250.000 estudiantes y el complejo del conocimiento. Apelamos a que el artículo 54, inciso c), de la ley 27.506, que faculta al Poder Ejecutivo a efectuar las reducciones de los aportes patronales pueda realmente constituir un cambio en este proyecto.

 

Sr. Presidente (Massa).- Con la aclaración de que es el último orador individual y partir de allí, de acuerdo con lo resuelto en la Comisión de Labor Parlamentaria, se procederá a los cierres, tiene la palabra el señor diputado de Mendiguren, por Buenos Aires.

 

Sr. de Mendiguren.- Señor presidente: hoy me parece un día de reflexión importante, pero sobre todo de acción.

          Acompaño prácticamente en su totalidad las palabras del señor diputado Filmus porque creo que lo primero que nos merecemos para tratar situaciones de esta naturaleza es sinceridad. Cuando escuché los ataques que se hacían a esta sesión en forma principista por parte de la oposición en el sentido de que no se había convocado, realmente me preocupé mucho. 

          Hoy estamos tratando un proyecto de ley. Recuerdo el comportamiento de la actual oposición. Ni qué hablar del comportamiento del Congreso en los últimos años porque ya lo explicó muy bien el señor diputado Filmus: fue vergonzoso. Cerraron el Congreso.

          Pero, además, recuerdo que en 2018 iniciamos el año legislativo con tres decretos de necesidad y urgencia que fueron una vergüenza, sin antecedentes. Por esa vía se trató de derogar 18 leyes y de modificar otras 120. Nunca se había visto semejante cosa y falta de institucionalidad.

          Además, voy a relatar una anécdota. No sé si ustedes recuerdan que después hubo un acuerdo en el sentido de que esos tres decretos los tratáramos por ley, porque eso era lo que correspondía, y así se hizo.

          Si alguno tiene memoria se acordará de que en esa noche vergonzosa la Comisión de Labor Parlamentaria había determinado que primero se iban a derogar los decretos y después se iban a tratar los proyectos de ley. Ese era el acuerdo que firmó la actual oposición. Pero en el recinto pidió que se alterara porque lo iba a cumplir. Sin embargo, cuando llegó el momento de cumplir lo prometido, que era derogar los decretos, la actual oposición se levantó y se fue del recinto, un hecho que mejor olvidemos.

          También escuché hablar de presupuestos fictios, como recordó en su momento el diputado Filmus. Eran presupuestos a los que en diez días cambiaban completamente la tasa de inflación pronosticada. Más que fictios, eran presupuestos vergonzosos.

          También se mencionaron promesas que hizo el presidente Fernández en el recinto.  Ahora, me acuerdo de “lo peor ya pasó”, después de dos años de gobernar. Pero a los quince días el país explotaba y teníamos una corrida cambiaria que casi nos dejó a todos fundidos.

          Todavía estamos pendientes de que nos expliquen a quién le vendieron 12.000 millones de dólares a 20 pesos para después recomprarlos a 25. Se lo preguntamos acá al jefe de Gabinete y no lo pudo responder.

          Nosotros hoy estamos trayendo el proyecto al Congreso para debatirlo y corregirlo; no lo hacemos por decreto de necesidad y urgencia.

          Tengo un gran aprecio por el partido radical, que es centenario y ojalá se recupere de algunas cosas que para mí no responden a lo que históricamente conocí. Vi sufrir a don Raúl Alfonsín en el año 2001 cuando tenía que soportar a Cavallo y a todo el equipo económico que no era radical aprobando el megacanje, el blindaje y quitando el 13 por ciento a los jubilados. Lo vi sufrir, como también a otros dirigentes radicales auténticos, porque era lo que nunca habían vivido.

          Sin embargo, en los últimos cuatro años no los vi sufrir tanto, y se aprobaron cosas que creo que nunca se hubieran aprobado estando don Raúl. En aquel momento cuando estalló la crisis, la actitud de don Raúl fue sentarse y colaborar porque también sentía responsabilidad de que eso había que sacarlo en conjunto. Yo era ministro de Producción y todos los viernes venía a mi despacho y me preguntaba qué era lo que necesitábamos para salir.

          Pero vamos a lo que hoy estamos tratando. Lo que estamos considerando no es solamente la ley de solidaridad social, que ya de por sí es mucho; estamos tratando el tema de la reactivación productiva, y estas dos cosas van juntas porque es un modelo económico distinto. No estamos planteando el modelo que se instauró en el 2016, de la alianza con la especulación financiera, retrasando el tipo de cambio, con ingreso y egreso irrestricto de capitales y generando la mayor fuga de capitales. Se rifaron 11.000 millones de dólares que no teníamos para que algunos argentinos viajaran más barato al exterior.

          Así terminamos en esto. ¿Qué es lo que estamos planteando? Un modelo distinto, que va a tener como eje la producción. Además, ¿con quién lo tratamos? Lo hemos dicho, con los trabajadores y las fuerzas de la producción.

          Quiero hablar de los jubilados y termino. No se trata solamente de la ley. El gobierno anterior los saqueó con las tarifas, con las tasas de interés que les cobraba la ANSES y sacándoles los remedios; esto también es poder adquisitivo de los jubilados. (Aplausos.)

          Lo que hoy estamos planteando al Fondo Monetario Internacional es que primero nos dejen crecer para que después nos podamos sentar a dialogar. A las pymes les estamos diciendo lo mismo: no nos paguen por ahora, crezcan y después van a pagar. Y a los jubilados también les estamos diciendo que vamos a controlar las tarifas, vamos a bajar las tasas de interés y vamos a devolverles los remedios, todo lo cual también hace a una mejora espectacular en su poder adquisitivo. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Vamos a empezar con los cierres, de acuerdo con lo dispuesto en la Comisión de Labor Parlamentaria.

          Tiene la palabra el señor diputado Bucca, por Buenos Aires, en representación del Bloque Justicialista Federal. 

 

Sr. Bucca.- Señor presidente: con seis de cada diez niños que viven en la pobreza no hay tiempo que perder ni lugar para mezquindades.

          He escuchado distintos tipos de indicadores y diagnósticos que tratan de fundamentar el proyecto que ha enviado el Poder Ejecutivo a este Congreso. Simplemente diciendo que hoy en la Argentina el 17 por ciento de los niños tienen inseguridad alimentaria, malnutrición, no necesitamos profundizar mucho más para entender que la situación de la Argentina es dramática, que vivimos una crisis que es social y económica, a la cual nos debe convocar y unir a todos para construir los consensos y los acuerdos necesarios para poder salir de esta situación.

          Cuando digo que no hay lugar para mezquindades quiero recordar algo a cada una de las diputadas y diputados. Hace solo diez días ha asumido un nuevo presidente en la Argentina y lo recibimos aquí, en este Congreso. Ese mismo día dirigentes de distintos partidos políticos manifestaban y festejaban la alternancia en la política. Creo que no hay mejor tiempo para cultivar la democracia que los primeros días de una gestión, donde no solamente se renuevan la esperanza y las expectativas para aquellos que votaron al partido ganador, sino que todos aquellos que tenemos un espíritu profundamente democrático no dejamos de pensar que podemos estar mejor de lo que estamos.

          Solo han pasado diez días y pasamos de los abrazos a no querer participar de una sesión para discutir un proyecto de emergencia que ha sido enviado por quien ha sido elegido legítimamente por el pueblo argentino, siendo que verdaderamente queremos construir los acuerdos sociales y económicos y verdaderas políticas de Estado para el mediano y largo plazo, como tanto nos gusta decir.

          Hace pocos meses, aquí mismo, se aprobó por unanimidad la emergencia alimentaria y hoy queremos decir que no estamos en emergencia económica, en emergencia social. Les mostramos la contradicción en la cara a los argentinos y después nos preguntamos por qué la política está cada vez más lejos de la sociedad.

          Pido a todos los diputados, y esto es lo que nos hemos propuesto desde el Interbloque Federal, que es un bloque chico integrado por once diputados y diputadas que representamos a distintas provincias, que combatamos lo más difícil que tenemos que combatir en la Argentina, que es eliminar la grieta.

          ¿Cuántas generaciones más se va a llevar puesta la grieta? Esta es la tarea que nos vamos a dar porque si no, no habrá posibilidades de construir verdaderas políticas que pongan en marcha la economía para generar empleo y reactivar las industrias a fin de combatir verdaderamente la pobreza y el hambre.

          Estamos en una situación de emergencia, pero al hambre la vamos a combatir cuando se ponga en marcha la economía y todas las familias tengan la posibilidad de tener un trabajo digno. Esto es lo que queremos trabajar desde el Interbloque Federal.

          Queremos trabajar fuertemente y lo veíamos cuando se planteaba la emergencia sanitaria. Es emergencia el hecho de que tengamos un rebrote de sarampión en la Argentina y de que haya aumentado la morbimortalidad de los jubilados por falta de medicación. Esto es emergencia y urgencia desde lo médico.

          Estamos convencidos de que podemos revertir esa situación con políticas claras, y esta es la responsabilidad del gobierno. Este proyecto tendrá impacto sobre muchos sectores y tiene un costo enorme porque ajusta, sin lugar a dudas.

          También es cierto que hace pocos meses se le dijo al Fondo Monetario Internacional que no nos mandara 10.000 millones de dólares más.

          Una de las modificaciones que hemos hecho es para tener el seguimiento de cómo va la negociación de la deuda. Esperemos que sean así de duros también con la negociación con el Fondo Monetario Internacional y que se logre una verdadera reestructuración de la deuda para que no solo paguen los argentinos.

          Por supuesto que también levantamos la voz y lo planteamos contundentemente, sobre algo que no compartimos. Me refiero al artículo 52, que afecta y no cuida a nuestros jubilados, y festejamos que hayamos logrado la constitución de la comisión de la cual vamos a participar los legisladores para poder analizar la fórmula que en los próximos 180 días tiene que volver a este Congreso para ser aprobada y para garantizar la sustentabilidad de las jubilaciones.

          Tenemos muchas cosas para decir. Para terminar, simplemente agrego: basta de arrogarse el porcentaje de representación correlacionado con los votos que sacaron y, definitivamente, intentemos mirar desde la perspectiva de este Congreso, y de expresar la representación del ciento por ciento de los argentinos. Solo de esa forma empezaremos a tener mejores leyes. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Solicito a los diputados que se vayan identificando para el momento de la votación.

          Tiene la palabra el señor diputado Negri, por Córdoba.

 

Sr. Negri.- Señor presidente: seguramente seré muy reiterativo. Voy a procurar que no sea así.

          No acostumbro a hacer hablar a los muertos. Solamente quiero dar un testimonio de la obsesión que tuvo Raúl Alfonsín como un ser humano con errores y aciertos, pero una lo empujó siempre, que fue llegar a la reforma constitucional del 94. Y el secreto, el nudo de su obsesión, era equilibrar el poder; era, esencialmente, el libre juego de las instituciones; era, esencialmente, no vivir en el país de la excepción.

          No tengo ninguna duda de que, así como ha tenido enormes diferencias ideológicas, políticas, aun con el gobierno que finalizó, si estuviera esta noche acá le estaría diciendo: “Es mal camino concentrar el poder y transferir las facultades del Congreso.” Por eso fue a Santa Fe para que eso no ocurriera.

          No me resigno -llevo muchos años en el Parlamento- a que cada cambio de gobierno comience por hechos fundacionales, como cuándo comienza la historia, porque será recurrente el error que vamos a cometer.

          Esta es la tercera generación de argentinos que va a observar las perspectivas de progreso y desarrollo de sus hijos más abajo que la que tuvieron sus padres y sus abuelos.

          Hay argentinos que vivieron toda su existencia contemplando la decadencia de la Argentina, el aumento de la pobreza, la desocupación, la caída del ingreso per cápita, la productividad global, que no vieron la innovación tecnológica. Es decir que esto no empezó hace cinco, diez, veinte ni treinta años, sino mucho antes. Por eso estamos así.

          Es la espiral de la eterna emergencia que ha vivido la Argentina, que nos ha llevado siempre a la excepcionalidad como estado permanente, a la imprevisibilidad como rasgo dominante de nuestra conducta.

          Es lo que de buena fe queremos evitar, pero estamos nuevamente con el corsi e ricorsi, y discutimos una nueva ley de emergencia. Otra vez delegación de facultades. Otra vez poderes excepcionales. Otra vez tropezar con la misma piedra; es un error. Cada vez que se acumuló poder discrecionalmente terminamos mal. Se perdieron los controles y a veces terminó en corrupción.

          En 2002, después de la profunda crisis de 2001, aquella emergencia fue por dos años, y terminó dieciséis años después. Ya se habían perdido hasta las bases mínimas de las delegaciones que se habían otorgado, en tal magnitud que teníamos emergencia económica con tasas de crecimiento del 7 u 8 por ciento. En realidad, no era la economía. La emergencia era la concentración de poder en el Ejecutivo para usarla con discrecionalidad.

          Es un enorme retroceso imaginar que la crisis solo se resuelve con facultades extraordinarias y acumulando poder. Hay otros caminos, que son los que nos cuestan a los argentinos: buscar consenso, discutir, hacernos cargo cada uno del pedazo del pasado que llevamos. Nos hemos tirado con pobreza, uno pensando que porque llegó al 40 tiene más, y el otro con la del 30. Y no me resigno a entrar en esa discusión.

          Miren, no existen extremos parecidos al 2002, ni siquiera con la crisis y los números negativos con que terminó nuestro gobierno, como para semejante proyecto, con once delegaciones de facultades y con un vergonzoso artículo 85, que a tiempo se dieron cuenta de retirarlo en la comisión, porque eso sí era un desguace enorme.

          El problema acá está en decir las cosas como son. No es un pecado. Hay necesidad de hacer un ajuste, y se hace por vía de ingresos. Ahora bien, ¿por dónde van los ingresos para llegar a los 9000 millones de dólares? Para responder a esa pregunta, han elegido tres vectores que afectan a la dinámica de la economía de la Argentina.

          No habrá salida en este país -ojalá le vaya bien al gobierno-  si no reconocemos dónde están los motores de la economía; además del conocimiento, hay dos motores básicos: uno, obviamente, está vinculado a la producción de alimentos y al valor agregado; y el otro, a la energía. Sabemos lo que ha significado la disyuntiva de no haber tenido un proceso de inversión sostenido en el campo de la energía. Si nosotros no reconocemos esto, por más que pongamos parches en la coyuntura, no tendremos futuro.

          Y les digo una cosa: tenemos una ventaja. No hay una coalición de intereses entre la producción de alimentos y Vaca Muerta. Es más, tenemos una oportunidad: hay un mundo que demanda alimentos, al que hay que ponerle valor agregado. Lo que no hay que hacer es volver a ponerle la pata encima para buscar los ingresos en los mismos sectores a los que todos les pusimos la pata encima, hasta que nos dimos cuenta de que, si los liberábamos, íbamos hacia adelante, crecíamos y ganábamos el mercado.

          No podemos ignorar -aunque nos gritemos- que sin inversión y sin tecnología no hay posibilidad de futuro. Tenemos tierra feroz en la superficie, y tenemos riqueza dormida en el subsuelo. Dejémonos de macanear y busquemos una política de Estado que podamos sostener en esa dirección, por encima de los resultados electorales.

          ¿Se justifica una nueva emergencia? Para nosotros, no; ya quedó claro. Lo han expresado todos los colegas. Nos han dicho que no nos hacemos autocrítica. Miren, todos tenemos que aprender. Somos grandes. El gobierno perdió la elección y mucha causa han sido sus errores; error en una política de shock para salir de los subsidios que ustedes con el progresismo los clavaron en 130.000 millones de dólares, pero que no iba solo para los pobres, sino para Barrio Norte también. Y el gobierno aplicó una política de shock a una velocidad que la gente no podía pagar, y mientras tanto iba con una política fiscal gradual, que otros le reclamaban que fuera de shock. Nosotros adentro tuvimos diferencias, y se pagó un costo porque llegó un momento en que la gente estaba ahogada.

          Ahora, también se nos disparó la inflación, como se les disparó a ustedes en otro momento, lo que pasa es que tenían un ministro que decía: “No me pregunten eso”. Pero también la inflación les hizo goles a todos: a nosotros, a ustedes, al último gobierno, y si no levantamos la vista, va a seguir haciéndoles goles a todos.

          Hoy han traído un proyecto, además de la emergencia, que busca recaudar por vía de ingresos, pero no hay una palabra sobre el gasto improductivo. Vamos mal, muchachos, por ese lado, si no nos sinceramos entre nosotros y buscamos un consenso y un diálogo para poder bajarlo.

          Pero también es cierto que los números fueron para atrás, que cayó la actividad económica y que tuvimos dos disparadas y corridas. Y de la deuda pública no quiero hablar mucho, pero no armen relato, muchachos: dejaron 254.000 millones de dólares de deuda y nosotros 333.000, pero hubo que pagar 40.000 millones de intereses también, y hubo 20.000 millones que los gastamos para financiarnos, porque se gasta más de lo que se recauda. Está mal que sea así, pero no hay que decir “nosotros nos desendeudamos”. Néstor Kirchner se desendeudó con el Fondo, pero después aumentaron 110.000 millones de dólares la deuda y se financiaron por otro lado. (Aplausos.)

          Tenemos que ser sinceros si queremos salir adelante.

          Pero, objetivamente, no estamos en las mismas condiciones. El costo lo pagamos nosotros, pero miren: hay menos déficit fiscal que en el 2015; no hay déficit energético hoy ‑no hay que enojarse‑; hay superávit comercial ‑alguno dirá “por la recesión”, pero hay superávit comercial‑; hay el doble de reservas en el Banco Central; son pocas, pero es el doble de las que quedaron en 2015. El propio ministro y el presidente del Banco Central lo han reconocido.

          Pagamos el costo de las tarifas atrasadas; algunos de nosotros queríamos que fuera a otra velocidad, pero a ustedes les queda una recuperación en las tarifas.

 

Sr. Presidente (Massa).- Diputado Negri...

 

Sr. Negri.- Perdóneme, señor presidente, fueron dieciséis horas, y hablo en nombre de toda la oposición, que nos corresponde a nuestro bloque.

 

Sr. Presidente (Massa).- Pero está pasado un minuto y medio, diputado.

 

Sr. Negri.- Sí, perdóneme, deme cinco minutos.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Negri.- Cuando nosotros gobernábamos y ustedes eran minoría, se cerraba con 20 minutos.

          Hoy Vaca Muerta produce el triple que en el 2015. Hoy ya no se importan barcos de gas. Se fue el último. Pagaban 250.000 dólares por día por ese gasífero. Ya no hay cortes permanentes en los hogares. Hay más jubilados y pensionados. Aumentaron las AUH.

          ¡No quiero nombrar más! No es una carrera de propaganda. Quiero decirles que objetivamente no son las mismas condiciones. ¡No traten de vender en una película un pedazo de una historia que no existe y esconder la parte de la película en que actuaron ustedes! (Aplausos.)

          Quiero decirle, señor presidente, dos palabras más. Las delegaciones son excesivas: once delegaciones. Llámennos por la deuda externa, porque es cierto que hay que negociar con el Fondo; es cierto que los vencimientos son muy cortos, y es cierto que le iba a tocar a cualquiera que ganara. Estamos dispuestos a ayudar, pero llamen al diálogo, conversemos sobre eso.

          También quiero decir que no hacía falta ponerlo en el proyecto. El gobierno tiene facultades para renegociar la deuda. Está la Ley de Administración Financiera, artículo 67. Búsquenlo. No sólo para renegociar; tiene autorización para congelar tarifas. Este gobierno que terminó congeló las tarifas del gas hasta enero y las de electricidad hasta abril. Podrían haber seguido si quieren. Ahora les digo: si congelan todo el tiempo, el proceso de inversión va a ir hacia abajo, y el verano de ahora lo vamos a pagar después.

          Y con esto termino, señor presidente. Hubo un colega que hizo una referencia al artículo 58, que en buena hora lo sacaron. Pero eliminen del artículo 1° la emergencia administrativa, porque abre la puerta a las grandes tentaciones.

          Señor presidente, Honorable Cámara: sobre la ley de movilidad les quiero decir esto. Desde el fallo Badaro se exigió que hubiera un índice, y ustedes vienen por la suspensión. Hubieran traído otro índice, aunque nosotros no lo compartiéramos. Podría haber sido distinto. Lo podrían haber preparado antes. O hubiesen dejado esta ley hasta que tuvieron otro índice. No, hay que decir la verdad. Cuando tuvimos aquel hecho tan desgraciado, que casi se incendiaba la ciudad ‑yo no quiero buscar las declaraciones‑ nos decían: “Les roban un trimestre a los jubilados”. Ustedes, muchachos, les llevan un semestre a los jubilados, no un trimestre. (Aplausos.) ¿Saben cuánto es eso? Tres mil millones de dólares. Esa es la verdad, para llegar a los 9.000.

          Entonces, acá hay un impuestazo para buscar recursos por ingresos, sin bajar gastos, asentado en tres partes: sobre el campo, sobre la clase media y sobre los jubilados. No cambien por títulos grandes. Lo que hay que hacer es decir la verdad. Ayer el ministro de Economía fue más sincero que muchos de ustedes, lo reconoció en un programa de televisión. Lo que creemos nosotros es que es injusto que se pretenda insultar y no reconocer cuál es el camino que han elegido.

          Ojalá tengan suerte. Yo soy escéptico. Y les digo una cosa: asumiendo todos los errores del pasado, yo no creo que nadie vuelva para ser peor; creo que todos los que vuelven pueden ser mejores. Ahora, perdónenme, tengo un temor: que vuelvan pensando que pueden ser los mismos que el 2015, y eso es imposible. No hay un mundo igual al 2015; no hay “yuyo” a 600 dólares como en el 2015; no hay tolerancia social para juntar tanta discrecionalidad como en el 2015. Es absolutamente imposible. (Aplausos.)

          Es más, el resultado electoral, de buena fe les ha hecho pensar que ganaron, pero, además, que lo hicieron con el 60 por ciento y que eso les da mayoría absoluta. No. Ganaron legítimamente; ojalá le vaya bien al país para que le vaya bien al gobierno y que después compitamos. Pero no confundan. No hay prepotencia ni mayoría absoluta ni concentración de poder. Nos podrán ganar a nosotros, pero no van a poder detener a la sociedad. (Aplausos prolongados.)

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia solicita a los señores diputados que procedan a identificarse.

          En el cierre de los bloques, tiene la palabra el señor diputado Kirchner, por Buenos Aires.

 

Sr. Kirchner.- Señor presidente: tiene razón el diputado preopinante. Sería imposible pensar que estamos en el 2015. Realmente esto se parece más al 25 de mayo de 2003 que al 9 de diciembre de 2015. La propia situación económica en la que han dejado al país se asemeja más a ese 2003. Basta recordar  solamente el cuasidefault de Lacunza en medio de las elecciones. Pero más allá de la verborragia, de los tonos y de la enjundia, los números son números.

           Luego de las PASO siempre recordé una frase del expresidente cuando dijo que la elección no había sucedido. A veces cuando uno escucha ‑con mucho respeto, obviamente‑ voces del hoy bloque opositor pareciera que el gobierno de Macri no hubiera sucedido. Pareciera que hubiéramos saltado del 2015 al 2019 y que nadie hubiera gobernado. Fueron sucediendo cosas. Fueron pasando cosas.

           Recuerdo los inicios en relación con esto que recién decían, es decir, las cuestiones fundantes, la construcción de mayorías y, por ejemplo, yo voy a recordar algunas frases del primer ministro de Economía de Mauricio Macri, Prat Gay, para entender por qué fue pasando lo que fue pasando. Algunas son célebres, aunque tal vez no estén en el orden cronológico adecuado: “La deuda se paga con deuda”. Esa fue la lógica constante a la hora de administrar la Argentina, pensando que se podía tomar deuda para pagar deuda y que después serviría para tomar más deuda y para pagar más deuda.

           Otra gran frase fue: “Dos pizzas”, queriendo bajarle la magnitud al tremendo ajuste que se empezaba a dar en la Argentina.

           Otras más despectivas y más amenazantes a la hora de despedir empleados públicos: “Grasa militante”, o también al sector privado y a los gremios: “Cada gremio sabrá hasta qué punto puede arriesgar salarios a cambio de empleos”. Así le hablaba el ministro de Economía a las trabajadoras y los trabajadores argentinos. Y vaya que cumplieron: perdieron el poder adquisitivo y perdieron el empleo también.

           Este tipo de cosas, más allá de los tonos que usemos, son las que nos tienen que llevar a reflexionar. Uno escuchaba que no había argumentos serios, que no había argumentos sólidos. Esto lo decía –creo‑ el diputado que era miembro informante cuando hablaba de la desocupación en Argentina y su crecimiento de 5,6 en relación con esta última medición, 9,7, como decía también el otro miembro informante, olvidando decir que en la medición interanual ‑la anterior al 9,7‑ era 9, es decir, un crecimiento entre el 8 y 10 por ciento de la desocupación interanual. Pero no sólo concluye ahí porque a veces, en parte, ese discurso, cuando no hay ideas económicas que hayan plasmado crecimiento en Argentina, apelamos a cuestiones más subjetivas y se ha tornado una cuestión casi metódica el tener discursos discriminadores.

           Por ejemplo: los planes sociales y tratar de construir consensos a través de la crítica a la gente que recibe una ayuda del Estado.

           Cuando uno mira el 2015 -estos son datos que trajo Marcos Peña acá y calculo que es muy confiable‑ hubo 200.708 planes en ese año. En el 2019, 517.043. Es decir, hubo una diferencia de 316.000 planes más. Resulta que a los que siempre se nos acusa ‑al peronismo, a los humildes, a los choriplaneros‑ de que tenemos que construir mayoría y que tenemos que gobernar de esa manera, teníamos menos de la mitad de los planes que generó el macrismo al final de su gestión. Pero, además, si uno hiciera un ejercicio y sacáramos a estos beneficiarios, en el 2015 la desocupación hubiera sido de 7,5, es decir, la que existía más los planes sociales. La de 2019, ¿saben cuánto sería con este 9,7 más los planes sociales? 13.6, pero con un problema aparte: no sólo se han destruido puestos de trabajo, sino que muchos han sido precarizados y han perdido derechos, y otros ‑a pesar de tener un trabajo formal‑ no sobrepasan la línea de la pobreza.

           Ese trabajador formal alguna vez se acercó respetuosamente al presidente para decirle que ya no podía más. Imagínense las condiciones en que están viviendo aquellos que están por fuera de la formalidad y a qué tienen que hacer frente.

           Por eso, cuando decimos que no hay argumentos sólidos tendríamos que fijarnos bien, porque así caímos en el Fondo, y estas cosas tienen algunas grandes explicaciones.

           Por ejemplo, el diputado preopinante allá, por el 24 de noviembre del 2004, decía que se hablaba de una quijoteada, que alguien tenía intenciones de pagar 9.800 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional. Tenía razón: fue una quijoteada. Realmente poder cancelar la deuda con el Fondo en dos años y medio fue una quijoteada. Habría que ver cuál es el nombre que le ponemos al haber endeudado al país con el Fondo Monetario Internacional en 44.000 millones de dólares en solo dos años. (Aplausos.)  

           Pero esto nace en otro lado: cuando discutimos el tema de los fondos buitre en este Congreso a mí me tocó hacer uso de la palabra ‑la primera vez‑ y pedí que negocien mejor, porque nos habían puesto en una posición en la que parecía que nosotros decíamos que no había que pagar. Esa deuda defaulteada que habíamos recibido había sido negociada en un 93 por ciento y solo quedaba el 7 por ciento restante de los fondos buitres.

           El actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof ‑esto sí es ser una oposición constructiva, es decir, anticiparle al que está gobernando lo que puede ocurrir‑, dijo: “¿No será que después nos van a decir: para que le preste, primero necesito un programa del Fondo Monetario Internacional? ¿No es esta la vuelta al Fondo Monetario Internacional encubierta? ¿No es este el camino del reendeudamiento y sobreendeudamiento de la Argentina?” Y fue lo que pasó, y no porque vea el futuro o sea Nostradamus. Análisis y experiencia.

           Muchas veces nos quisieron ubicar en un lugar donde parece que somos muy ideológicos, pero no ha habido nadie más ideológico a la hora de implementar políticas económicas que el gobierno que se fue. Esto es lo que hay que tener claro. Así terminamos en el Fondo Monetario Internacional: 44 mil millones de dólares.

           He escuchado a varios señores diputados en esta sesión, y respeto su opinión, pero este Congreso no pudo decir ni “mu”: 44 mil millones de dólares.  Ni “mu”. Nadie pidió que esa deuda viniera acá. (Aplausos.)  

           Esta cuestión institucionalista a veces es como un traje que nos ponemos cuando nos conviene pero, cuando no nos conviene, lo dejamos. Depende lo que esté pasando, la defensa de las instituciones es un traje.

           Toto Caputo, el Messi -lamentablemente para los argentinos no fue el Messi del Barcelona‑, ni Guido Sandleris, quien lo sucedió hasta el final ‑el 10 de diciembre‑, nunca tuvieron acuerdo del Senado. Estamos hablando de dos presidentes del Banco Central de la República Argentina que rifaron las reservas y que nunca tuvieron acuerdo del Senado. Ya que hoy estamos hablando tanto de lo que pasa y lo que no pasa por el Congreso, quiero aclarar que el nombramiento de esas dos personas nunca pasó por el Senado, y dilapidaron años de futuro de la Argentina. Esto es solo un ejemplo de este tipo de cosas que fueron sucediendo.

          Recién el diputado preopinante decía: miremos la Argentina y sus vencimientos de deuda. Y yo digo: mirémosla desde el 10 de diciembre de 2015 y desde el 10 de diciembre de 2019. Es decir, miremos cuánto debía la Argentina al 10 de diciembre de 2015 para los cuatro años que tiene por delante el presidente Fernández y qué deuda le deja Macri.

          Las cifras son asombrosas: en 2015 había vencimientos para el año que viene por 10.000 millones de dólares; ahora se le han sumado 48.000 millones de dólares. Para 2021 se suman 17.000 millones de 2015 y 23.000 millones de 2016. Pregunto: ¿quién diseñó esto? ¿Quién pensó los perfiles de vencimiento en el gobierno anterior? ¿Quién pensó que la Argentina realmente podía afrontar este tipo de deuda? Alguien lo tiene que haber pensado.

          Esta construcción de vencimientos para 2019 y 2023 es la que provoca, por ejemplo, que hoy el gobierno, mediante un DNU, haya tenido que reperfilar 9.000 millones de dólares para agosto de 2020, con bancos y fondos privados.

 

Sr. Presidente (Massa).- Vaya redondeando, señor diputado. Ya se excedió dos minutos.

 

Sr. Kirchner.- Señor presidente: le pido el mismo trato que tuvo con el diputado preopinante. (Risas y aplausos.)

          Voy a ir terminando, aunque tendría mucho más para decir.

          También podemos ver el tema de la deuda desde otro lugar. Deuda en moneda extranjera versus exportaciones: 212 por ciento en 2015 y 335,10 por ciento ahora. Aclaro que estos son datos de la Secretaría de Hacienda. Deuda externa de la administración central versus PBI: en 2015, el peso era 13,90, y hoy es del 40,10; es decir, tres veces más. Intereses pagados en relación con el PBI: de 2 puntos a 5 puntos. Intereses pagados contra los recursos tributarios: de 7,90 a 21. Y así podría seguir citando datos.

          Toda la política económica fue un desaguisado: un día contraían la política monetaria y otro día la expandían. Nadie sabía muy bien de qué se trataba. La peor parte es cuando en marzo de este año el presidente dijo: si ganamos, iremos en la misma dirección, pero lo más rápido posible.

          Pasan los días. El 8 de abril de 2019 la Argentina tenía 66.000 millones de reservas. El 9 de abril entra uno de los préstamos del Fondo Monetario Internacional y el país pasa a tener 77.000 millones de dólares de reservas. El 15 de julio tenía 63.000 millones, es decir que ya se habían ido 14.000 millones. El 16 de julio entran otra vez. En cuatro meses se comieron más de 35.000 millones de dólares de reservas para bancar una campaña electoral, y encima terminaron perdiendo las elecciones. (Aplausos.)

          Para completar todo eso, un día después de las elecciones el expresidente se levanta y pone a la Argentina de cabeza, actuando irracionalmente en una conferencia de prensa. Y a los dos días nos dice: “Quiero pedirles disculpas por lo que dije en la conferencia del lunes”. ¡Cuánta irresponsabilidad, cuando muchas veces acá se pide tanta responsabilidad! Nos dijo: “Dudé en hacerla porque todavía estaba muy afectado por los resultados del lunes”. Si un presidente estaba afectado de esa manera, ¡imagínense cómo estará afectada la gente todos los días por no poder darle de comer a sus hijos o no poder mejorar la calidad de vida de su familia! (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Por favor vaya cerrando su discurso, señor diputado.

 

Sr. Kirchner.- Ya concluyo, señor presidente.

          ¿Saben lo que es un superpoder? Es pensar que la inflación se resolvía con un chasquido de dedos. Esos son los que creen que tienen superpoderes: las personas que se creen designadas por alguien para poder solucionar los problemas de los argentinos. (Aplausos.)

          ¿Y ahora nos vienen a decir que las medidas para las pymes, por ejemplo, no son necesarias? ¡Cómo no van a ser necesarias si les abrieron las importaciones, les subieron las tarifas, no tienen a quién venderle y la tasa de crédito pasó de un promedio del 33 por ciento al 66 por ciento!

          Estoy de acuerdo con que debe haber políticas públicas. Argentina es importantísima. Pero miren lo que pasó con la reforma previsional de 2017: tuvieron que sacar un bono de 750 pesos para poder sentar a los diputados para sacarle –según sus propias palabras‑ más de 100.000 millones de pesos a los jubilados, y un bono de 375 pesos para aquellos que habían accedido a la jubilación vía moratoria. Ese fue un claro ejemplo de que había jubilados de primera y de segunda.

          Como dije, coincido con que debe haber políticas públicas. ¿Pero saben qué importancia tiene el Estado? Un ex canciller decía que es como el océano: si el Estado no está y todo es libre, nada le prohíbe al krill comerse a la ballena, pero siempre es la ballena la que se come al krill. El Estado tiene que estar siempre para regular las fuerzas económicas, sociales y de convivencia entre los más fuertes y los más débiles. Ese tiene que ser el primer acuerdo para que no vuelvan esas políticas que desprotegieron a las argentinas y a los argentinos y nos endeudaron por años. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente en general el dictamen de mayoría de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y otra recaído en el proyecto de ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública (Orden del Día N° 2).

 

-   Se practica la votación nominal.

-     Conforme al tablero electrónico, sobre 245 señores diputados presentes, 134 han votado por la afirmativa y 110 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 134 votos afirmativos y 110 negativos. No se han registrado abstenciones.[5]

 

Sr. Presidente (Massa).- Queda aprobado en general. (Aplausos.)

          Antes de pasar al tratamiento en particular, de acuerdo con lo establecido por el miembro informante del dictamen de mayoría y los miembros informantes del dictamen de minoría, el miembro informante del dictamen de mayoría irá leyendo cada uno de los artículos para dar cuenta de las observaciones y agregados que eventualmente acepte la mayoría.

          En consideración en particular el artículo 1°.

          Tiene la palabra el señor miembro informante.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: aclaro al cuerpo que habrá modificaciones con respecto al dictamen. En función de eso, pediría que por Presidencia se haga un ordenamiento del articulado, si bien iré leyendo cómo quedará redactado cada artículo en particular. Creo que eso sería importante para que se puedan orientar los señores diputados.

          También quiero proponerle, señor presidente, que en el caso de aquellos artículos que no han sufrido modificaciones, directamente los ponga en consideración, salvo que algún diputado desee hacer observaciones o modificaciones. Propongo esto dado lo extenso de esta sesión.

          En el artículo 1° no hay modificaciones. Simplemente se refiere a la declaración de emergencia que es de público conocimiento.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Zottos, por Salta.

 

Sr. Zottos.- Señor presidente: queremos proponer una modificación. En el artículo 1° se agregaría lo siguiente: “…las facultades que le son expresamente asignadas en la presente ley…”.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- La comisión no acepta la modificación, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- El dictamen no tiene modificaciones.

          El diputado acaba de pedir una modificación del dictamen, pero el artículo 1° no tiene modificaciones.

 

Sr. Martínez (D.).- Si quiere lo leo, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Buryaile, por Formosa.

 

Sr. Buryaile.- Señor presidente: sugiero que quien propone una modificación lea cómo quedaría la modificación y no solamente la inserción, para poder seguirlo en el texto.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Zottos, por Salta.

 

Sr. Zottos.- Señor presidente: el artículo 1° quedaría redactado de la siguiente forma: “Declárase la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social, y deléganse en el Poder Ejecutivo Nacional, las facultades que le son expresamente asignadas en la presente ley, en los términos del artículo 76 de la Constitución Nacional, con arreglo a las bases de delegación establecidas en el artículo 2º, hasta el 31 de diciembre de 2020.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no aceptamos la modificación propuesta.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: solicito la votación nominal en este artículo para ver si tiene mayoría, y si no votaríamos afirmativamente la propuesta del diputado Zottos.

 

Sr. Presidente (Massa).- Sin modificaciones, se va a votar nominalmente el artículo 1° del dictamen.

-    Se practica la votación nominal.

-    Conforme al tablero electrónico, sobre 238 señores diputados presentes, 131 han votado por la afirmativa y 106 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 131 señores diputados por la afirmativa y 106 por la negativa.[6]

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 2°.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: este artículo no tiene modificaciones con respecto al dictamen.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Sapag, por Neuquén.

 

Sra. Sapag.- Señor presidente: propongo eliminar la frase:  “…como un sistema único…”. Los sistemas previsionales de las provincias son trece y no hay un sistema previsional único. La nueva redacción sería la siguiente: “Fortalecer el carácter redistributivo y solidario de los haberes previsionales considerando los distintos regímenes que lo integran, con la finalidad de mejorar el poder adquisitivo de aquellos que perciben los menores ingresos.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no aceptamos la modificación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Sin modificaciones se va a votar nominalmente el artículo 2°.

-    Se practica la votación nominal.

-    Conforme al tablero electrónico, sobre 240 señores diputados presentes, 129 han votado por la afirmativa y 110 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 129 señores diputados por la afirmativa y 110 por la negativa.[7]

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 3°.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: este artículo tampoco tiene modificaciones.

 

Sr. Presidente (Massa).- Sin modificaciones, se va a votar el artículo 3°.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 4°.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D).- Señor presidente: este artículo tampoco tiene modificaciones.

 

Sr. Presidente (Massa).- Si ningún diputado desea hacer uso de la palabra, se va a votar el artículo 4° sin modificaciones.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 5°.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: en este caso se incorpora un párrafo al final del artículo invitando a las provincias a adherir a las políticas de mantenimiento de los cuadros tarifarios enunciados en este artículo. Quedaría redactado de la siguiente manera: “Facúltase al Poder Ejecutivo Nacional a mantener las tarifas de electricidad y gas natural que estén bajo jurisdicción federal, y a iniciar un proceso de renegociación de la Revisión Tarifaria Integral vigente o iniciar una revisión de carácter extraordinario, en los términos de las leyes números 24.065, 24.076 y demás normas concordantes, a partir de la vigencia de la presente ley y por un plazo máximo de hasta ciento ochenta (180) días, propendiendo a una reducción de la carga tarifaria real sobre los hogares, comercios e industrias, para el año 2020.” Y se agrega lo siguiente: “Invítase a las provincias a adherir a estas políticas de mantenimiento de los cuadros tarifarios y renegociación o revisión de carácter extraordinario de las tarifas de las jurisdicciones provinciales.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Si ningún diputado desea hacer uso de la palabra, se va a votar el artículo 5° con las  modificaciones propuestas.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 6°.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: este artículo no tiene modificaciones con respecto al dictamen.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Álvaro González, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. González (A.G.).- Señor presidente: tomando un poco lo expresado hoy por el diputado Eduardo Valdés con respecto a acercar posiciones, me parece que estamos interviniendo organismos de contralor que tienen todos sus directorios elegidos por concurso. A mí me tocó, en calidad de representante de esta Cámara, participar del concurso de antecedentes y oposición como jurado, con todos los exsecretarios de energía, y fueron elegidos entre ocho o nueve postulantes. La verdad me parece que no tiene ningún sentido. No hay ninguna observación de la SIGEN ni de la AGN tanto sobre el funcionamiento del Enargas como del ENRE.

          Propongo que el artículo sea eliminado y solicito que la votación sea nominal.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no aceptamos la modificación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 6°, sin modificaciones.

- Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 238 señores diputados presentes, 133 han votado por la afirmativa y 104 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 133 señores diputados por la afirmativa y 104 por la negativa.[8]

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 7°.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: el artículo no tiene modificaciones.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado González, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. González (A.G.).- Señor presidente: proponemos una nueva redacción al artículo 7°. Dice así: “Derógase el artículo 124 de la Ley Nº 27.467 y déjese sin efecto el traspaso de las facultades de regulación del sector eléctrico a las jurisdicciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no se acepta la modificación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Gutiérrez, por Córdoba.

 

Sr. Gutiérrez (C.M.).- Señor presidente: de acuerdo a lo expuesto en la consideración en general, solicitamos la supresión del artículo y que la votación sea nominal.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no aceptamos la supresión.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 7°, sin modificaciones.

- Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 236 señores diputados presentes, 123 han votado por la afirmativa y 112 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 123 señores diputados por la afirmativa y 112 por la negativa.[9]

 

Sr. Presidente (Massa).- Corresponde pasar al tratamiento del Título IV, Obligaciones Tributarias.

          En consideración el artículo 8° del Capítulo I.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: en este caso se modifica el inciso a) a fin de excluir al régimen de regularización de deudas, no solo de aquellas originadas en cuotas con destino al régimen de riesgo de trabajo, sino también a los aportes y contribuciones con destino a las obras sociales. Asimismo, se invita a las obras sociales y a las aseguradoras de riesgos de trabajo a establecer programas de regularizaciones similares.

          Solamente leeré la parte pertinente al texto modificado. Dice así: “Se excluyen de lo dispuesto en el párrafo anterior las deudas originadas en: a) Cuotas con destino al régimen de riesgos del trabajo y los aportes y contribuciones con destino a las obras sociales. Invítase a las obras sociales y a las aseguradoras de riesgos del trabajo a establecer programas de regularización de deudas en condiciones similares a las previstas en el presente Capítulo.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: adelanto que el interbloque Juntos por el Cambio votará afirmativamente el Capítulo I del Título IV, regularización de obligaciones tributarias, de la seguridad social y aduaneras para mipymes porque estamos de acuerdo en que la moratoria es importante para las empresas micro, pequeñas y medianas.

          Sin embargo, tenemos dos propuestas de modificación: una al artículo 8° y otra al artículo 13, que solicitamos sean votados nominalmente. Los demás artículos, si no hay otras propuestas, podrán votarse a mano alzada.

          En el artículo 8° se excluye, creo que involuntariamente, a las empresas que cesaron su actividad con anterioridad a la fecha de hoy y que quedaron endeudadas con la AFIP. A las empresas se las obliga a presentar un certificado mipyme emitido por la Sepyme, pero como ya no están en actividad, no podrán hacerlo. Entonces, con la redacción original se dejará de lado a las empresas que tienen la oportunidad de regularizar su situación y aportar al fisco. 

          Concretamente, leeré la parte pertinente del artículo 8°que proponemos modificar. A continuación de: “A tal fin, deberán acreditar su inscripción con el certificado Mipyme, vigente al momento de presentación al régimen que se aprueba por la presente ley, conforme lo establecido por la Secretaría de Emprendedores Y de la Pequeña y Mediana Empresa del actual Ministerio de Desarrollo Productivo,…” proponemos agregar: “…salvo quienes hubieran cesado en sus actividades con anterioridad a la fecha de sanción de la presente ley.” Luego el texto del artículo sigue como está redactado. De este modo, estaríamos incorporando a los que cesaron en su actividad, quedaron con deuda y quieren regularizar su situación. Pero de aprobarse el texto original del artículo, no podrán hacerlo.

          Luego, al considerarse el artículo 13, haré la respectiva propuesta de modificación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no aceptamos la modificación porque registrar a alguien que no está incluido en el registro Mipyme distorsionaría el resto de los puntos.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 8° sin modificaciones.

- Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 239 señores diputados presentes, 236 han votado por la afirmativa y 1 por la negativa. No se ha computado el voto de un señor diputado.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 236 señores diputados por la afirmativa y 1 por la negativa.[10]

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 9°.

          Se va a votar.

-   Resulta afirmativa.

-   Sin observaciones, se votan y aprueban los artículos 10 a 12.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 13.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no tenemos modificaciones a ningún artículo de este Capítulo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: proponemos modificar el inciso c) punto 4 en lo atinente a la tasa de interés en los primeros doce meses. En el proyecto original se propone que sea del 3 por ciento y que se aplique la tasa BADLAR, que actualmente está en el 3 y pico por ciento. Entonces, si se quiere incentivar la incorporación a la moratoria en los primeros doce meses con una tasa menor, proponemos que donde dice “tres por ciento (3%)” diga “dos por ciento (2%)”. El resto sigue como está.



Sr. Presidente (Massa).- ¿El diputado Martínez acepta la modificación?

 

Sr. Martinez (D.).- No, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- No habiéndose aceptado las modificaciones, se va a votar el artículo 13 del Título IV, Capítulo 1.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- No habiendo propuestas de modificación de los artículos 14 al 17, la Presidencia propone votarlos de manera conjunta.

          Si hay asentimiento, así se hará.

-   Asentimiento.

 

Sr. Presidente (Massa).- Sin observaciones, se van a votar los artículos 14, 15, 16 y 17 del Capítulo 1 del Título IV.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 18 del Capítulo 1.

          Tiene la palabra el diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no proponemos ninguna modificación para este artículo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: solicitamos que se especifiquen los beneficiarios del reintegro de IVA. Por otro lado, solicitamos que en el artículo 19 se fije un monto de presupuestado específico para este programa de modo tal de no dejar abierta la discrecionalidad del Poder Ejecutivo tanto para los beneficiarios que no se establecen en el artículo 18 como para el monto que no se fija en el artículo 19.

          Si el miembro informante acepta la propuesta pasaría a leer los cambios.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- No se acepta la modificación, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- No habiendo aceptado las modificaciones el miembro informante, se va a votar el artículo 18 del Capítulo 2. 

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 19, Capítulo 3.

          Tiene la palabra el diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no vamos a proponer ninguna modificación en todo el Capítulo 3, que comprende los artículos 19 al 26.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el diputado Pastori, por  Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: proponemos una modificación al artículo 19 que establece dos alícuotas para las contribuciones patronales, una para el sector comercio y servicios del 20,4 por ciento ‑actualmente es del 19,5 por ciento‑ y otra para el resto de los sectores del 18 por ciento. Proponemos la alícuota del 20,4 por ciento ‑la mayor‑ y el agregado es el siguiente: “…siempre que sus ventas totales anuales superen en todos los casos los límites para la categorización como empresa mediana tramo 2 efectuado por el órgano de aplicación pertinente.”

          El proyecto de ley actualmente fija en 48 millones de pesos de venta total anual el tope para que una empresa sea categorizada como pyme, límite que fue establecido en 2001, pero estamos en 2019 y han pasado muchas cosas en este tiempo. Por lo tanto, queremos que ese monto no sea fijo tal como establece el proyecto, sino que sea el límite hasta el cual una empresa se puede categorizar como mipyme antes de pasar a ser una empresa grande. Esta es la propuesta que ponemos a consideración del cuerpo.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Tiene la palabra la señora diputada Jetter, por Corrientes.

 

Sra. Jetter.- Señor presidente: con respecto al artículo 22 habíamos sugerido no dejar afuera…

 

Sr. Presidente (Massa).-  La Presidencia informa que estamos considerando el artículo 19.

 

Sra. Jetter.- Señor presidente: había dicho que votaríamos los artículos 19 a 23.

 

Sr. Presidente (Massa).-  No, consideraríamos todos juntos si no había propuestas de modificación, pero esto no es así. Por lo tanto, estamos considerando el artículo 19.

          Tiene la palabra el diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: la comisión acepta la modificación propuesta por el diputado Pastori. (Aplausos.)

          Entendemos que la propuesta formulada es indistinta en el proyecto habida cuenta de que esos 48 millones están fijados por la Sepyme para esa categoría y en todo caso sólo se modificarían en el caso de que la Sepyme modificara el monto. Por lo tanto, no cambia la apreciación global de los alcances de la medida y por eso nos parece que se puede aceptar la propuesta.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar el artículo 19 del dictamen de mayoría con las modificaciones propuestas y aceptadas por la comisión.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).-  En consideración el artículo 20.

          Tiene la palabra el diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martinez (D.).- Señor presidente: no proponemos ninguna modificación al artículo en tratamiento.

 

Sr. Presidente (Massa).- Sin observaciones, se va a votar el artículo 20 del dictamen de mayoría.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 21.

          Tiene la palabra el diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martinez (D.).- Señor presidente: no proponemos ninguna modificación al artículo en tratamiento.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Tiene la palabra la diputada Sapag, por Neuquén.

 

Sra. Sapag.- Señor presidente: el artículo 21 trata el cómputo como crédito fiscal de las contribuciones patronales. Propongo incluir en el Anexo 1 a la localidad de Añelo con el mismo tratamiento que las ciudades de Plaza Huincul y Cutral-Có con una tasa del 6,5 por ciento.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el diputado Heller, por la ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: no vamos a aceptar la modificación propuesta.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Sin modificaciones, se va a votar el artículo 21.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).-  En consideración el artículo 22.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no proponemos ninguna modificación para el artículo en tratamiento.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Tiene la palabra la señora diputada Jetter, por Corrientes.

 

Sra. Jetter.- Señor presidente: sugerimos no dejar afuera a la industria del software o a los pequeños emprendedores de la industria del conocimiento. Para no leer todo el artículo 22, que es bastante largo, propongo agregar al final lo siguiente: “A los fines dispuestos en los artículos 8° y 9° de la ley 27.506 se utilizará el importe indicado en el párrafo anterior $ 17.509,20 que se actualizará desde enero de 2019 sobre la base de las variaciones del índice de precio al consumidor (IPC) que suministra el Instituto Nacional de Estadística y Censos considerando las variaciones acumuladas de dicho índice correspondiente al mes de octubre del año anterior al del ajuste respecto al mismo mes del año anterior.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr.Martínez (D.).- Señor presidente: la comisión no acepta la modificación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Sin modificaciones se va a votar el artículo 22.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).-  En consideración el artículo 23, Capitulo 3.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no tiene modificaciones.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Sin observaciones se va a votar el artículo 23.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 24.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez.

 

Sr. Martínez (D.).- No se proponen modificaciones, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: en la misma línea que la diputada Jetter, queremos hacer una incorporación a los beneficios de la actualización al régimen de promoción de la economía del conocimiento, sancionado hace poco tiempo por la unanimidad de esta Cámara.

          En este sentido, queremos incorporar dos párrafos muy simples al artículo 24. Al principio dice: “Las disposiciones del presente Capítulo no serán de aplicación para los beneficiarios alcanzados por el régimen de promoción de la economía del conocimiento, ley 27.506, durante el plazo de vigencia de la misma…”, y continúa “…ni para los empleadores titulares de establecimiento…”, etcétera, y sigue el artículo 24 tal como está redactado.

          Y al final del artículo proponemos agregar lo siguiente: “A los efectos de preservar los derechos de los beneficiarios de la ley 27.506, el Poder Ejecutivo nacional deberá actualizar anualmente los componentes de la detracción a la que se refieren los artículos 8° y 9° de dicha ley.”

          Pido votación nominal, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez.

 

Sr. Martínez (D.).- No se acepta la modificación, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- A solicitud del miembro informante del dictamen de minoría, se va a votar nominalmente el artículo 24 del proyecto de ley aprobado en general, sin modificaciones.

-   Se practica la votación nominal.

-   Conforme al tablero electrónico, sobre 234 señores diputados presentes, 131 han votado por la afirmativa y 101 por la negativa. No se ha computado el voto de un señor diputado.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 131 señores diputados por la afirmativa y 101 por la negativa.[11]

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Petri, por Mendoza.

 

Sr. Petri.- Solicito que conste mi voto negativo, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Así se hará, señor diputado.

          Se deja también constancia del voto negativo de los señores diputados López y Buryaile.

          En consideración el artículo 25.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez.

 

Sr. Martínez (D.).- No hay modificaciones, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: lo que pedimos en este caso es subir el mínimo no imponible, de 2 millones a 3 millones de pesos.

 

Sr. Presidente (Massa).- Estamos en el artículo 25, señor diputado. Les vamos a pedir a los mozos que le lleven un café bien cargado al diputado Laspina y a todos los diputados. (Risas y aplausos.)

 

Sr. Laspina.- Lo que estamos pidiendo en esta ocasión, en relación con los superpoderes para aumentar en el ciento por ciento la alícuota del impuesto sobre los bienes personales cuando estén ubicados en el extranjero…

 

Sr. Heller.- No estamos en ese punto, señor diputado.

 

Sr. Presidente (Massa).- El artículo en tratamiento se refiere a la autoridad de aplicación.

          Solicito al señor diputado Heller que por favor lea el artículo 25 para conocimiento del diputado Laspina y del resto de los señores diputados.

 

Sr. Heller.- Sí, señor presidente.

          El artículo 25 es muy breve y dice así: “El Ministerio de Economía y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social en lo que fuere materia de su competencia, serán las Autoridades de Aplicación de la presente ley, quedando facultados para dictar las normas interpretativas y complementarias correspondientes.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar el artículo 25 del dictamen aprobado en general, sin modificaciones.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 26.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez.

 

Sr. Martínez (D.).- Sin modificaciones, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Pastori.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: nosotros vamos a votar en contra de este artículo, pero pedimos la votación nominal por entender que se trata de un artículo trascendente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Menna, por Chubut.

 

Sr. Menna.- Señor presidente: quiero hacer notar que, entre otras normas, aquí se está derogando el decreto 1.009/01, que ya está derogado por el artículo 168 de la ley 27.430. Quería hacérselo notar al señor miembro informante de mayoría.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Heller.

 

Sr. Heller.- Si es así, señor presidente, no tiene ninguna importancia que figure; se corregirá en la práctica.

 

Sr. Negri.- Lo que abunda no daña.

 

Sr. Presidente (Massa).- Por pedido del miembro informante del dictamen de minoría, se va a votar en forma nominal el artículo 26.

-   Se practica la votación nominal.

-   Conforme al tablero electrónico, sobre 238 señores diputados presentes, 131 han votado por la afirmativa y 105 por la negativa. No se ha computado el voto de un señor diputado.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 131 señores diputados por la afirmativa y 105 por la negativa.[12]

          En consideración el artículo 27 del Capítulo 4 del dictamen aprobado, que no tiene modificaciones ni observaciones realizadas por los señores diputados.

          Se va a votar.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 28, Capítulo 5.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez.

 

Sr. Martínez (D.).- Sin modificaciones, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Pastori. Me parece que los tengo anotados al revés.

 

Sr. Pastori.- No hay problema, señor presidente.

 

Sr. Laspina.- Somos un equipo.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: vamos a proponer un artículo 28 diferente al del proyecto de ley en tratamiento, por lo que el artículo que lleva ese número en el dictamen de mayoría que fue aprobado debería ser renumerado.

          El artículo 28 que proponemos dice así: “Modifícase con efecto a partir del período fiscal 2020 inclusive el artículo 24 de la Ley 23.966, de impuesto sobre los bienes personales (T.O. en 1997 y sus modificatorias), que quedará redactado de la siguiente manera: ‘Artículo 24.- No estarán alcanzados por el impuesto a los bienes gravados, excepto los comprendidos en el artículo sin número incorporado a continuación del artículo 25 de esta ley, perteneciente a los sujetos indicados en el inciso a) del artículo 17…’ –esto es tal cual como está ahora- ‘…cuando su valor en conjunto, determinado de acuerdo con las normas de esta ley, resulten iguales o inferiores…’ –y aquí está la modificación- ‘…a 3 millones de pesos.” Actualmente el mínimo no imponible del impuesto a los bienes personales es de 2 millones de pesos, pero ha pasado un año, ha habido inflación, y por eso proponemos que pase de 2 a 3 millones de pesos.

          Y sigue así: “De tratarse de inmuebles destinados a casa habitación del contribuyente, o del causante, en el caso de sucesiones indivisas, no estarán alcanzados por el impuesto cuando su valor, determinado de acuerdo con las normas de esta ley, resulten iguales o inferiores…” –y aquí viene la modificación- “…a 25 millones de pesos.” Actualmente son 18 millones de pesos; pero, como esto era para el corriente año, pedimos que el monto se modifique y que, para el año próximo, para casa habitación sea de 25 millones de pesos.

          En cuanto al mínimo no imponible, proponemos que en general pase de 2 millones a 3 millones de pesos.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: con el último equipo que nos propuso ese sector no nos fue muy bien; entonces, para curarnos en salud, no aceptamos la modificación propuesta.

 

Sr. Presidente (Massa).- No habiendo sido aceptada la modificación propuesta por el miembro informante del dictamen de minoría, se va a votar en forma nominal el artículo 28 del dictamen de mayoría.

-   Se practica la votación nominal.

-   Conforme al tablero electrónico, sobre 237 señores diputados presentes, 132 han votado por la afirmativa y 104, por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 132 votos afirmativos y 104, negativos.[13]

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 29.

          Tiene la palabra el señor diputado Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: a efectos de evitar complicaciones, quiero aclarar que mi propuesta consistió en incorporar un artículo 28 diferente al del proyecto de ley contenido en el dictamen de mayoría. Por lo tanto, correspondería someter a votación ese artículo 28.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia aclara al señor diputado que ha sido votado sin modificaciones el artículo 28 del dictamen de mayoría.

          Si, en algún caso, hubiere algún cambio en el texto del articulado, la Presidencia lo hará notar y el señor diputado Darío Martínez o el señor diputado Heller procederán a darle lectura. Ese es el acuerdo al que se llegó con los presidentes de bloque y con el miembro informante.

          Hecha la aclaración, se va a votar el artículo 29 del dictamen de mayoría.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 30.

          La Presidencia entiende que en este caso se trata de un nuevo artículo agregado al dictamen de mayoría.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: como bien acaba de señalar, se agrega un nuevo artículo por el que se incorpora el criterio de residencia de ganancias para bienes personales. De esa manera, el sujeto argentino que pretenda evitar el pago de dicho gravamen por bienes en el exterior con un mero cambio de domicilio, no podrá hacerlo a partir de esta reforma porque el concepto de residencia de ganancias es más estricto y requiere mayores condiciones para perderla.

          El nuevo artículo 30 quedaría redactado de la siguiente manera: “Artículo 30.- Modifícase el título VI de la ley 23.966 y sus modificatorias del impuesto sobre los bienes personales, con relación a la condición de los contribuyentes, con efecto para los períodos fiscales 2019 y siguientes, de la siguiente manera:

          “El sujeto del impuesto se regirá por el criterio de residencia en los términos y condiciones establecidos en el artículo 119 y siguientes de la Ley de Impuesto a las Ganancias (t.o. en 2019) quedando sin efecto el criterio de domicilio.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar en forma nominal el nuevo artículo 30 del dictamen de mayoría.

-   Se practica la votación nominal.

-   Conforme al tablero electrónico, sobre 235 señores diputados presentes, 128 han votado por la afirmativa y 106, por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 128 votos afirmativos y 106, negativos.[14]

         

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Najul, por Mendoza.

 

Sra. Najul.- Señor presidente: solicito que quede constancia de mi voto negativo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Así se hará, señora diputada.

          En consideración el artículo 30 del dictamen de mayoría, que pasa a ser artículo 31.

          Se va a votar.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 31 del dictamen de mayoría, que pasa a ser artículo 32.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: por una cuestión de forma, este artículo queda dividido en tres. El primero de ellos, quedará redactado de la siguiente manera: “Artículo 32.- Derógase el artículo 95 y el artículo 96 en la parte correspondiente a las ganancias que encuadren en el capítulo II del título IV, de la Ley de Impuesto a las Ganancias (t.o. en 2019) a partir del período fiscal 2020.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: el segundo, que pasa a ser el artículo 33, queda redactado así: “Artículo 33.- Sustitúyese el inciso h) del artículo 26 de la Ley de Impuesto a las Ganancias (t.o. en 2019) con aplicación a partir del período fiscal 2020, por el siguiente:

          “h) Los intereses originados por los siguientes depósitos efectuados en instituciones sujetas al régimen legal de entidades financieras normado por la ley N° 21.526 y sus modificaciones: en caja de ahorro, cuentas especiales de ahorro, a plazo fijo en moneda nacional y los depósitos de terceros u otras formas de captación de fondos del público, conforme lo determine el Banco Central de la República Argentina en virtud de lo que establece la legislación respectiva. A efectos de la presente exención, se restablece la vigencia de las normas derogadas por los incisos b), c) y d) del artículo 81 de la ley N° 27.430, sin que resulte de aplicación lo dispuesto en el artículo 109 de la ley del impuesto para las personas humanas y sucesiones indivisas residentes en el país.

          “Quedan excluidos de esta exención los intereses provenientes de depósitos con cláusula de ajuste.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Diputada Lospennato: el diputado Martínez explicó que dividía el artículo en tres artículos, por una cuestión de redacción y de forma. Eso fue solicitado por uno de los bloques de este Cuerpo.

          Se va a votar el artículo 33, sin modificaciones.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ritondo, por Buenos Aires.

 

Sr. Ritondo.- Señor presidente: solicito que cuando se mencione un artículo se haga referencia a si se trata del número nuevo o del que estaba en el dictamen.

 

Sr. Presidente (Massa).- Lo aclaré al principio, diputado. Este artículo fue dividido en tres a pedido de uno de los bloques de este Cuerpo, por una cuestión de forma en materia legislativa. Está en tratamiento el artículo 34, que en realidad es la tercera división del artículo.

 

Sr. Ritondo.- Del artículo 31, originalmente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: la nueva redacción quedaría con el número 34, pero era parte de un inciso que estaba en el artículo 31, que se subdividió.

 

Sr. Presidente (Massa).- Diputado Ritondo: a pedido de uno de los bloques de este Cuerpo, y por una cuestión de redacción y de orden legislativo, el artículo 31 fue dividido en tres artículos. Este es el tercer artículo emergente del artículo 31.

          Si ningún diputado tiene consideraciones para hacer, se va a votar el artículo 34 de la nueva redacción.

-   Resulta afirmativa.

Sr. Presidente (Massa).- Para referirse al artículo 32 del dictamen ‑ahora 35‑, tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: este artículo solo queda renumerado, porque no tenemos modificaciones. Estoy hablando del artículo 32 del dictamen, que ahora quedaría con el número 35.

 

Sr. Presidente (Massa).- Para que se entienda, este es el artículo 32 del dictamen de la mayoría que queda numerado como artículo 35. La minoría pide votación nominal.

          Tiene la palabra el señor diputado Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: quiero proponer para el artículo 32 la redacción “por el término de un año”, que es el plazo de vigencia de esta ley de emergencia, porque acá dice “por el término de cinco períodos fiscales”. Esto tiene un problema. “Período fiscal” en abstracto no significa nada, ya que puede ser mensual, como en el caso del IVA, o anual, como en el caso del impuesto a las ganancias, o bien, como en este caso, que no es mensual ni anual.

          Este es un impuesto que en técnica legislativa se denomina “hecho imponible que se perfecciona en forma instantánea”. Cada vez que se compran divisas, por ejemplo, se perfecciona, sin que sea mensual o anual.

          O sea que la expresión “cinco períodos fiscales” es incorrecta. En su reemplazo, proponemos que rija solamente por el año 2020, que es el mismo plazo de vigencia de la ley de emergencia.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón, por Mendoza.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: quiero proponer una modificación a este artículo para mantener fuera del impuesto al transporte internacional que se abone en moneda nacional. Propongo incorporar, al final del inciso e), una aclaración con el objeto de despejar las dudas respecto de si ciertas operaciones abonadas en pesos están o no alcanzadas por el impuesto. Esto obedece a una realidad, sobre todo en los lugares fronterizos, donde muchas personas, sobre todo de bajos recursos, tienen que cruzar y efectuar un transporte internacional pero pagado en moneda nacional.

          La propuesta que nosotros hacemos es que el inciso e) quede redactado de la siguiente manera: “Adquisición de servicios de transporte terrestre, aéreo y por vía acuática, de pasajeros con destino fuera del país”. Esto en la medida en que para la cancelación de la operación deba accederse al mercado único y libre de cambios, a los efectos de la adquisición de las divisas correspondientes en los términos que fije la reglamentación.

         

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: entiendo la idea, pero tiene un inconveniente, porque si se paga con tarjeta de crédito y es un servicio del exterior, en definitiva el Estado tiene que hacerse cargo de los dólares. Recibe pesos y tiene que hacerse cargo de los dólares. Por eso está planteado de esta manera.

          El objetivo de esta medida es justamente que las financiaciones de cosas que se consumen y se pagan en pesos, pero que significan uso de divisas, estén alcanzadas por el gravamen.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Menna, por Chubut.

 

Sr. Menna.- Señor presidente: era para señalar lo mismo que señaló el diputado Pastori.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: no sé si se entendió bien la propuesta del diputado Ramón, con la cual estamos de acuerdo. La redacción del inciso e) dice así: “Adquisición de servicios de transporte terrestre, aéreo y por vía acuática, de pasajeros con destino fuera del país”. Un ejemplo está en la ciudad de Posadas, en Misiones. Allí hay un servicio internacional que cruza un puente entre Posadas y Encarnación, que es utilizado por la gente que visita familiares o empleados que trabajan en uno u otro lado. Les estaríamos encareciendo un 30 por ciento el costo del pasaje del transporte terrestre en colectivo por cruzar el puente de Posadas‑Encarnación. O también puede ocurrir que alguien vaya en colectivo argentino a visitar a una persona en Paraguay, con un pasaje comprado en la terminal de Retiro en pesos a una empresa argentina. En ese caso tendría que pagar un 30 por ciento más cuando en realidad no está usando dólares.

          Por estas razones, consideramos que el inciso e) está mal planteado, ya que no sigue el espíritu del impuesto que se está creando. En todo caso proponemos directamente la derogación del inciso e), si es que no se quiere hacer la modificación que propone el diputado Ramón.

          Por último, pido que se vote en forma nominal.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón, por Mendoza.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: quiero hacerle una aclaración al miembro informante.

          Estamos hablando de lugares donde las personas no tienen tarjeta de crédito. Se trata de lugares fronterizos. Los bajos recursos son totales. Las personas van con efectivo, y a veces ni siquiera tienen efectivo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: primero quisiera decirle al diputado Laspina que llegó el café. Se ve que de este lado siempre se servía antes, y quedó la costumbre (Risas.). Pero ya va a llegar porque tenemos que incluir a todos, y este es el espíritu de la ley que estamos tratando: la inclusión de todos. Así que por favor acérquenle un café al compañero Laspina. De esa manera vamos a poder terminar mejor esta sesión.

          El planteo y la modificación que propone el diputado Ramón tiene una relación clara con esos servicios, sobre todo los terrestres, que son muy demandados por nuestros países fronterizos, donde tenemos vecinos que van y vienen. Estos viven regionalizados. Nos pasa también en mi provincia, y posiblemente en la provincia del diputado Ramón ocurra lo mismo. En nuestro caso esto sucede con el país vecino de Chile, con transportes interurbanos entre la Argentina y Chile.

          Si bien lo que decía mi compañero Carlos Heller es correcto, la aclaración que hace el diputado respecto del artículo en tratamiento merece ser tenida en cuenta. Le pido que por favor me vuelva a leer cómo trata el tipo de cambio, así puedo decidir si lo puedo acompañar.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón, por Mendoza.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: el agregado propuesto dice así: “Inciso e): Adquisición de servicios de transporte terrestre, aéreo y por vía acuática de pasajeros con destino fuera del país, en la medida en que para la cancelación de la operación deba accederse al mercado único y libre de cambios al efecto de la adquisición de las divisas correspondientes en los términos que fije la reglamentación.”  Planteamos que se trata de una excepción.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: creo que es pertinente la aclaración, y se entiende la particularidad. Estamos de acuerdo con que se trata de limitar el acceso al uso de dólares.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Aceptamos la incorporación sugerida por el diputado Ramón, que ha sido muy acertada.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: faltó aclarar por parte del miembro informante de la mayoría si se acepta la propuesta del cambio de período fiscal, porque dice mal “cinco períodos fiscales” a una fecha que es hasta el 31 de diciembre de 2020.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- No, señor presidente. Solo aceptamos la modificación pedida por el señor diputado Ramón.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 32, renumerado 35, con las modificaciones propuestas por el señor diputado Ramón.

-         - Se practica la votación nominal.

-         - Conforme al tablero electrónico, sobre 234 señores diputados presentes, 131 han votado por la afirmativa y 101 por la negativa. No se ha registrado el voto de un señor diputado.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 131 señores diputados por la afirmativa y 101 por la negativa.[15]

 

Sr. Presidente (Massa).- Corresponde pasar al tratamiento del artículo 33, renumerado como artículo 36.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: además de la renumeración, se incorpora el inciso b) del artículo 8° de la ley 24.156. En el original está solo el inciso a), y se incorpora el inciso b).

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: se entiende la corrección, pero queremos hacer dos agregados. Una es la posibilidad de establecer un máximo o un límite de adquisición de divisas para ayuda familiar, que es parte de una convención internacional, que incluso regía en el cepo cambiario anterior. Hasta 2015 eran 1.500 dólares mensuales para transferencias por ayuda familiar.

          Además, queremos agregar a las universidades al final párrafo del artículo 33 ‑ahora artículo 36‑ para que quede redactado de la siguiente manera: “...la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios, así como las universidades y asociaciones integrantes del sistema universitario argentino. Tampoco se encuentran alcanzadas las compras efectuadas en las zonas francas habilitadas en el territorio argentino.” Por su parte, en el inciso c) proponemos agregar: “Los gastos asociados a la participación de estudiantes, docentes e investigadores por su participación en congresos y eventos de estudio, formación y capacitación en el exterior.” Asimismo, en el inciso d) proponemos agregar: “Las suscripciones digitales de revistas, diarios y periódicos del exterior.” Es obvio lo que estamos pidiendo: ayuda familiar, universidades y viajes por capacitación docente e investigación en el exterior.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- No se aceptan las modificaciones, señor presidente. El inciso b) quedaría igual a como estaba redactado, con el agregado de la letra b) en la parte del párrafo, y quedaría así: “Los gastos asociados a proyectos de investigación efectuados por investigadores que se desempeñan en el ámbito del Estado nacional, Estados provinciales, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Bucca, por Buenos Aires.

 

Sr. Bucca.- Señor presidente: nosotros queremos agregar un inciso c) al artículo 33, referido a la adquisición en el exterior de materiales de equipamiento y demás bienes destinados a la lucha contra el fuego y la protección civil de la población por parte de las entidades reconocidas en la ley 25.054, y sus modificatorias. Esto reconocería el sistema nacional de bomberos.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: aceptamos incluir universidades en el inciso b), y la creación del inciso c), planteado por el señor diputado Bucca.

 

Sr. Presidente (Massa).- Con las incorporaciones propuestas, se va a votar el artículo 33, modificado y renumerado como artículo 36.

– Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 34, renumerado como artículo 37.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- No hay modificaciones, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Di Giacomo, por Río Negro.

 

Sr. Di Giacomo.- Señor presidente: pretendía hablar en el artículo anterior pero por mi impericia no fue advertida mi solicitud. Nosotros pedíamos un agregado a este régimen, que se incluyera a las sociedades del Estado en el artículo 33, inciso b). Este pedido era en función, por ejemplo, de nuestra sociedad INVAP.

 

Sr. Presidente (Massa).- Desgraciadamente ya se votó, señor diputado. Tomamos la sugerencia para proponerla eventualmente para la reglamentación.

          Tiene la palabra el señor diputado Darío Martínez para referirse al artículo 34, renumerado en 37.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: debido a lo que planteó el señor diputado preopinante, consulté al ministro y en función de las atribuciones que le da el artículo 54 inciso c), va a recibir tanto a la gente del INVAP ‑que es a lo que se refería el señor diputado‑ como a la de un organismo de la provincia de Córdoba, que no recuerdo en este momento el nombre pero que tiene fines parecidos. Si está el señor diputado Cassinerio me lo podrá decir, pero el lunes tiene una reunión con el ministro Kulfas para resolver este tema. El artículo 54 inciso c) le da la atribución para poder observar este tipo de instituciones como la que se mencionó recién.

 

Sr. Presidente (Massa).- A los efectos de ordenar el tratamiento del proyecto de ley, corresponde considerar la propuesta del artículo 34, renumerado en 37.

          Tiene la palabra el señor diputado Darío Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (N.D.).- No tiene modificaciones.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ritondo, por Buenos Aires.

 

Sr. Ritondo.- Señor presidente: todo lo que quede del Capítulo VI queremos que sea votado en forma nominal. Si no hay ningún cambio, se puede agrupar todo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: aceptamos las modificaciones informadas por el miembro informante respecto de los artículos 37, 38, 39 y 40 de la nueva numeración, y pedimos que se voten en forma conjunta en forma nominal.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Menna, por Chubut.

 

Sr. Menna.- Señor presidente: con la numeración del Orden del Día, ¿esta propuesta incluye el viejo artículo 38?

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Darío Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (N.D.).- No escuché la consulta.

 

Sr. Menna.- Como se están refiriendo alternativamente por la numeración del Orden del Día o por la renumeración, consulto si esta moción incluye el viejo artículo 38, porque si así fuera quiero hacer una observación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ritondo, por Buenos Aires.

 

Sr. Ritondo.- Señor presidente: numérelos después por Secretaría y trabajemos con los viejos números que están registrados porque va a ser más fácil para todos. Por Secretaría se le dará después una nueva numeración.

 

Sr. Presidente (Massa).- Si el cuerpo me habilita a hacer la renumeración, así se hará.

-   Asentimiento.

 

Sr. Presidente (Massa).- Entonces, seguimos trabajando con la numeración vieja.

          Según lo que se acaba de proponer, se van a votar en forma conjunta y de manera nominal los artículos 34 a 37 del dictamen original de la mayoría.

-   Se practica la votación nominal.

-   Conforme al tablero electrónico, sobre 233 señores diputados presentes, 134 han votado por la afirmativa y 97, por la negativa. No se ha computado el voto de un señor diputado.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 134 votos por la afirmativa y 97 por la negativa.[16]

 

Sr. Presidente (Massa).- Quedan aprobados los artículos 34 a 37.

          Corresponde considerar el artículo 38 del dictamen original de la mayoría.

          Tiene la palabra el señor diputado Darío Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (N.D.).- Este artículo no tiene modificaciones.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Menna, por Chubut.

 

Sr. Menna.- Señor presidente: si bien en el tratamiento en general dijimos que las delegaciones en materia tributaria están prohibidas por el artículo 76 de la Constitución Nacional, en consonancia con el artículo 99, inciso 3, y además con los precedentes de la Corte, especialmente en el fallo de la causa Camaronera Patagónica, en el que ha dicho claramente que estas delegaciones son inconstitucionales, quiero hacer notar que este artículo 38 delega expresamente atribuciones del Congreso hacia el Poder Ejecutivo para, entre otras cosas, incorporar nuevos obligados de este tributo, crear nuevos hechos imponibles, porque habla de agregar operaciones, y para establecer y modificar alícuotas. Esto está en consonancia, más allá de la inconstitucionalidad de origen y de fondo que señalé al principio, con la declaración de emergencia fiscal, de las nueve que menciona el artículo 1º. Una de estas es fiscal, es decir que está estrechamente relacionada con esta del viejo artículo 38.

          Esto tiene otra inconsistencia más: la emergencia del artículo 1º está enunciada, y ahora sancionada, hasta el 31 de diciembre de 2020, y el artículo 38 está ligado al 32, en el que se establecen –como decía hoy el señor diputado Pastori- cinco ejercicios. Esto además de la inespecificidad de esos cinco ejercicios, porque va a tener el problema de que no va a empezar a regir desde mañana sino probablemente a partir del 1º de enero.

          Pero más allá de eso, queda descolocado el artículo 38 respecto del 32 y del artículo 1º. Hago este señalamiento porque me parece que los miembros informantes de la mayoría deberían tenerlo en cuenta.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: en el mismo sentido que lo planteó el señor diputado Menna, resalto la necesidad de anular la posibilidad de agregar nuevos hechos imponibles, porque está expresamente prohibida por la Constitución Nacional la delegación abierta en materia tributaria.

 

Sr. Presidente (Massa).- Corresponde la aclaración de que en la votación anterior la diputada Zuvic votó en forma negativa y el sistema no lo registró.

          Tiene la palabra el señor diputado Darío Martínez para ver si acepta modificaciones.

 

Sr. Martínez (N.D.).- No, no aceptamos, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar el artículo 38 del dictamen original de la mayoría de forma nominal a pedido de los miembros informantes del dictamen de minoría.

-   Se practica la votación nominal.

-         Conforme al tablero electrónico, sobre 235 señores diputados presentes, 128 han votado por la afirmativa y 104 por la negativa. No se ha computado el voto de 2 señores diputados.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 128 votos afirmativos y 104 por la negativa.[17]

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia aclara y consigna el voto por la afirmativa de la diputada Hernández, y el voto por la negativa del diputado Benedetti.

          En consideración el artículo 39 del dictamen original de la mayoría.

          Tiene la palabra el diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: este artículo tiene modificaciones y remisiones internas, en función de la modificación de otros artículos.

          Se corrige el inciso a), agregando al Instituto Nacional de Servicios Sociales para jubilados y Pensionados junto con la Administración Nacional de la Seguridad Social, ya que había sido omitido, y quedará redactado de la siguiente manera: “Artículo 39.- El producido del impuesto establecido en el artículo 35 será distribuido por el Poder Ejecutivo Nacional conforme a las siguientes prioridades:

“a) Financiamiento de los programas a cargo de la Administración Nacional de la Seguridad Social y de las prestaciones del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados: setenta por ciento (70%).

“b) Financiamiento de obras de vivienda social del fideicomiso fondo de integración sociourbana creado por ley 27.453 y el decreto N° 819/2019; obras de infraestructura económica y fomento del turismo nacional: treinta por ciento (30%).”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Sapag, por Neuquén.

 

Sra. Sapag.- Señor presidente: voy con fe de federalismo. La propuesta es incluir en el inciso a) a los organismos provinciales de seguridad social y no solamente a la ANSES.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón, por Mendoza.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: quisiera pedir una modificación en este artículo, porque se trata de la distribución del producido del artículo 32 y, en la Argentina, la realidad es que hay un faltante de 7 millones de casas.

          Hace muy poco votamos por unanimidad de todas las fuerzas políticas la creación del RENABAP. Sin embargo, en la distribución de este 30 por ciento se establece que la autoridad podrá distribuirlo para la seguridad social, para el RENABAP y para el desarrollo del turismo local.

          En la Argentina tenemos un faltante de habitación de 7 millones, y este sería el primer aporte que se hace al RENABAP, de una suma que es muy importante.

          Ahora bien, ¿está en el orden de las prioridades que ese porcentaje tan importante vaya al desarrollo del turismo local y no vaya a la construcción de casas, habitaciones y urbanización de barrios, de acuerdo con cómo se votó de manera unánime en esta Cámara?

-   Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, doctor Álvaro Gustavo González.

 

Sr. Ramón.- Mi propuesta es que el inciso b) quede redactado de la siguiente manera: “b) Financiamiento de obras de vivienda social del fideicomiso Fondo de Integración Sociourbana creado por ley 27.453 y el decreto N° 819/2019: treinta por ciento (30%).”, es decir, que el aporte de este dinero se destine solo al RENABAP.

 

Sr. Presidente (González).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: entiendo el espíritu de la modificación propuesta por el diputado Ramón, y seguramente en el Poder Ejecutivo nacional, al igual que muchos de los que están sentados acá, tienen la mejor intención y una preocupación muy importante en relación con el problema de vivienda y acceso de servicios. Creo que a eso obedece el planteo del diputado Ramón.

          Sabemos que es una de las problemáticas más grandes por las cuales está atravesando el pueblo argentino. Sabemos de la necesidad de conseguir recursos para resolver el problema de infraestructura al cual se refiere el diputado Ramón. Compartimos el espíritu, y justamente si está en este articulado y hay una asignación específica que ocupa un porcentual de lo que se recauda es porque entendemos esta necesidad.

-   Ocupa la Presidencia el señor presidente de la Honorable Cámara, doctor Sergio Massa.

 

Sr. Martínez (D.).- Ahora bien, también el espíritu de la norma en este capítulo tiene que ver con la promoción del turismo puertas adentro de nuestro país, por decirlo de alguna manera.

          En esta situación de emergencia y de crisis en la cual están los argentinos, no nos alcanzaría la cantidad de particiones que deberíamos hacer con esta asignación. De hecho, no alcanza el recurso que se recauda, pero tengo que decir que no, aun compartiendo el espíritu, y ojalá la reactivación de este país ayude a que prontamente tengamos los recursos necesarios para lo que está planteando el diputado.

          Por las razones expuestas, no vamos a aceptar esa modificación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Sapag, por Neuquén.

 

Sra. Sapag.- Señor presidente: había propuesto incluir en el inciso a) a los organismos provinciales de seguridad social y no solamente a la ANSES. Vuelvo a plantearlo con fe.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: lo que sucede es que este es un impuesto de recaudación para la caja nacional, que hace la distribución. Ojalá alguna de esas obras que se harán con parte de ese 30 por ciento también vaya mi querida provincia, y junto con la diputada Sapag gestionaremos que así sea cuando tratemos el presupuesto. No tengo dudas de que los diputados Vivero y Schlereth acompañarán la propuesta, pero en este caso, si bien la recaudación es importante, no alcanza para todas estas obras. Por lo tanto, también tengo que rechazar la propuesta.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón, por Mendoza.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: quiero que me disculpen con la insistencia, y no se molesten, porque recuerdo los discursos que hemos escuchado en esta Cámara cuando se trató la ley que crea el RENABAP, la urbanización de los barrios populares. Solamente en mi provincia hay 305 barrios que no tienen urbanización, y necesitamos de muchos fondos para que el 12 por ciento de las personas que habitan en mi provincia -que es lo que conozco- puedan tener acceso a la urbanización y la posibilidad de acceso a una casa. No es un tema menor.

          Por eso, quiero que esta votación sea nominal, porque en este Congreso nosotros debemos plantear nuestros discursos, y que desde la sociedad se sepa qué es lo que queremos y si realmente lo hacemos. Estamos hablando del primer fondo que se va a entregar al RENABAP para que haga casas, para que urbanice.

          En la Argentina, el problema social muy grave, y todos los discursos que escuché en el transcurso del tratamiento en comisión y en el recinto, al momento de considerar esa norma…

 

Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado: formule su propuesta, por favor.

 

Sr. Ramón.- La propuesta es que la votación sea nominal.

 

Sr. Presidente (Massa).- Entendiendo que, por su carácter,  se trata de un artículo que requiere una mayoría especial, corresponde que la votación sea nominal.

          Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Teniendo en cuenta la importancia del tema, creo que merece que lo pensemos, justamente porque requiere una mayoría especial.

          Le diría al señor diputado Ramón dos o tres cosas. En primer lugar, lo que se está haciendo es darle una facultad al Poder Ejecutivo, con una indicación de destino y, en definitiva, como se está diciendo, es “conforme a las siguientes prioridades”. Es decir, se está estableciendo un conjunto de destinos posibles, pero de alguna manera se está haciendo una enumeración que marca claramente dónde estarían las prioridades. Estamos hablando siempre del inciso b), porque el otro está clarísimo. Entonces, claramente, en esa prioridad lo principal es el financiamiento de obras de vivienda social y el fideicomiso Fondo de Integración Socio Urbana, y luego se agregan dos objetos más, que yo creo que son de interés de todos –pensémoslo, realmente-, porque, ¿por qué no va a estar incluido que una parte vaya a obras de infraestructura? Y el fomento del turismo nacional es una prioridad. Nosotros estamos pensando que el turismo nacional es una fuente de trabajo, genera empleo...

 

Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado Heller: llevamos dieciséis horas de debate; este artículo fue largamente explicado. (Aplausos.)

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado: ya le di la palabra varias veces alrededor de este tema.

 

Sr. Ramón.- Pido la palabra.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: yo sé lo que le digo, tenemos un problema con esto. Por eso entiendo la explicación que acaba de darme el diputado Heller.

          Diputado Heller: le voy a pedir que trabajemos sobre este tema.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 39.

- Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 235 señores diputados presentes, 132 han votado por la afirmativa y 101, por la negativa. No se ha computado el voto de un señor diputado.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 132 votos afirmativos, 101 negativos.[18]

 

Sr. Presidente (Massa).- Diputado: le pido que mantenga el respeto que venimos trayendo en la sesión, por favor. Sin chicanas. Le pido que mantenga el respeto que venimos trayendo a lo largo de la sesión.

          En consideración el artículo 39 bis del orden del día, sin modificaciones.

          Tiene la palabra el señor diputado Riccardo, por San Luis.

 

Sr. Riccardo.- Señor presidente: usted mencionó que el artículo anterior necesitaba una mayoría especial.

 

Sr. Presidente (Massa).- Sí, señor diputado. De 129, y fue aprobado por 132 votos. Precisamente los datos del tablero electrónico y la identificación de los diputados sirven para ello.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no tenemos modificaciones al artículo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar el artículo 39 bis del dictamen de mayoría original, sin modificaciones.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 40 del dictamen de mayoría original.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no tenemos modificaciones al artículo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: con ánimo constructivo, a pesar de que todo este capítulo lo hemos votado negativamente, quiero advertir al miembro informante de la mayoría una contradicción que existe entre el artículo 32, ya votado, que dice “Establécese con carácter de emergencia, por el término de CINCO (5) períodos fiscales a partir del día de entrada en vigencia de la presente ley”, y el artículo 40 en consideración, que dice “El impuesto que se establece por el artículo 32 de la presente ley será de aplicación a las operaciones, liquidaciones y pagos efectuados a partir del día siguiente a la entrada en vigencia de la presente ley”. Es decir que por un lado se dice que es a partir del día de vigencia de la ley, y por otro lado que es a partir del día siguiente. Esto va a originar una confusión en el momento que tenga que empezar a aplicarse el impuesto, por lo que queremos pedir que se nos aclare cuál es la fecha de entrada en vigencia, porque hay dos artículos con dos fechas diferentes.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Heller.

 

Sr. Heller.- En este caso tenemos que pedir unos minutos para revisarlo, porque lo que está diciendo el señor diputado Pastori es que en un artículo anterior dice que la vigencia es a partir del día de entrada en vigor de la ley, y en otro, a partir del día siguiente. Entonces, pido unos minutos para revisarlo.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia invita a los señores diputados a pasar a un cuarto intermedio en las bancas para revisar el texto del artículo 40.

 

-   Se pasa a cuarto intermedio.

-   Luego de unos instantes:

Sr. Laspina.- Pido la palabra.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: quiero pedir un aplauso para el diputado Facundo Suárez Lastra, que está celebrando su noche de bodas pero de todos modos ha venido aquí a votar. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Luego de este pequeño recreo en el que todos han podido cumplir con sus necesidades y obligaciones, tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: estábamos en la consideración del tema de compatibilizar fechas y teníamos el problema de que el artículo 32, que ya votamos, dice: “A partir del día de la entrada en vigencia”, y este artículo que estamos por votar dice: “A partir del día siguiente”.

          Entonces, propongo que la redacción diga: “Pagos efectuados de acuerdo al cronograma establecido en el artículo 32”, con lo cual se resuelve el tema ya que lo hacemos compatible y no hay ningún problema.

 

Sr. Presidente (Massa).- Con la modificación propuesta por el diputado Pastori, se va a votar el artículo 40.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 41 contenido en el Capítulo 7 del Orden del Día original. No tiene modificaciones.

          Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: estamos hablando del artículo 41 de la vieja numeración. No hay ninguna modificación propuesta de nuestra parte.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el diputado Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: en realidad, antes de ingresar al Capítulo 7, queremos proponer la incorporación de un artículo, que sería el 40 bis, dentro del capítulo del impuesto PAIS. Dicho artículo sería el 40 bis, pero la Presidencia sabrá ordenarlo en el momento de la renumeración. Simplemente lo planteo ahora porque iría a continuación del artículo 40 que acabamos de votar.

          La propuesta es que este impuesto pueda ser computado como pago a cuenta contra el impuesto a las ganancias y/o a los bienes personales que se debieran abonar en el período fiscal en que se hubiera efectivizado el pago del impuesto denominado PAIS, así como también en sus respectivos anticipos.

          Si la mayoría acepta esta propuesta, voy a proceder a leer cómo quedaría redactado el artículo. La idea es que quien paga este impuesto pueda computarlo después como un pago a cuenta del impuesto a las ganancias o del impuesto a los bienes personales, como fue en la época anterior en que estuvo vigente, o algo similar, como sucedió durante el gobierno de Cristina Fernández, cuando existía este cómputo como pago a cuenta de otros impuestos.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: lo que acaba de proponer el señor diputado preopinante modifica el sentido de lo que aprobamos, dado que convierte un tributo en un anticipo.  Por lo tanto, no es aceptable la propuesta de parte nuestra.

 

Sr. Presidente (Massa).-  No habiendo sido aceptada la propuesta del señor diputado Pastori, se va votar el artículo 41 del del dictamen de mayoría. A pedido del miembro informante de la minoría, se votará en forma nominal.

-  Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 235 señores diputados presentes, 129 han votado por la afirmativa y 105, por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 129 votos por la afirmativa y 105 por la negativa.[19]

 

Sr. Presidente (Massa).-  En consideración el artículo 42, Capítulo 8 del dictamen original.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- El artículo no tiene modificaciones, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 42 del dictamen de mayoría original.

-  Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 237 señores diputados presentes, 134 han votado por la afirmativa y 102, por la negativa.

 

 

Sr. Secretario (Cergnul).-  Se han registrado 134 votos por la afirmativa y 102 por la negativa.[20]

 

Sr. Presidente (Massa).-  En consideración el artículo 43 del dictamen original de mayoría.

Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: el artículo no tiene modificaciones.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Buryaile, por Formosa.

 

Sr. Buryaile.-  Señor presidente: si el texto del dictamen de mayoría no va a recibir modificaciones en los artículos 43 a 47, propongo que los votemos nominalmente en forma conjuntamente.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: como en el artículo 45 vamos a proponer modificaciones, solicito que se voten en forma conjunta los artículos 43 y 44.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Si hay asentimiento, se procederá de la forma indicada.

-   - Asentimiento.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Se va a votar nominalmente los artículos 43 y 44 del dictamen de mayoría original.

-  Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 237 señores diputados presentes, 132 han votado por la afirmativa y 104, por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).-  Se han registrado 132 votos por la afirmativa y 104 por la negativa. [21]

 

Sr. Presidente (Massa).-  En consideración el artículo 45 del dictamen original.

Como el señor diputado Heller adelanto que en este artículo la comisión va a proponer modificaciones, tiene la palabra el señor diputado Martínez a efectos de indicar cómo quedaría redactado este artículo.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: el artículo diría así: “Establécese hasta el 31 de diciembre de 2020, en un 3 por ciento la alícuota de la tasa de estadística contemplada en el artículo 762 de la Ley N° 22.415 (Código Aduanero) y sus modificatorias, la cual resultará aplicable a las destinaciones definitivas de importación para consumo, con excepción de aquellas destinaciones registradas en el marco de Acuerdos Preferenciales suscriptos por la República Argentina, que específicamente contemplen una exención…” y aquí viene el agregado “… o aquellos que incluyan mercadería originaria y de los Estados parte del Mercosur.” Y luego el artículo continúa tal como figura en el dictamen.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: voy a ser muy breve. Solicitamos la eliminación del último párrafo, que otorga al Poder Ejecutivo discrecionalidad para realizar exenciones. Nos parece que es una delegación excesiva que podría generar alguna arbitrariedad en la selección de los sectores afectados.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: la comisión no se acepta la modificación.

 

Sr. Presidente (Massa).-       Tiene la palabra el señor diputado por Formosa.

 

Sr. Buryaile.- Señor presidente: teniendo en cuenta que la comisión no aceptó la propuesta de la minoría, si el miembro informante está de acuerdo, sugiero que se voten nominalmente en forma conjunta los artículos 45, 46 y 47.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Si hay asentimiento, se procederá en la forma indicada.

-   Asentimiento.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Se va a votar en forma nominal los artículos 45, 46 y 47 del dictamen de mayoría, con las modificaciones introducidas en el artículo 45. 

 

-  Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 237 señores diputados presentes, 134 han votado por la afirmativa y 102, por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).-  Se han registrado 134 votos por la afirmativa y 102 por la negativa.[22]

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 48 del dictamen original.

          Tiene la palabra el señor miembro informante.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: en este capítulo proponemos unificar los artículos 48 y 49 del dictamen. El nuevo artículo –que con la renumeración pasaría a ser el 52- quedaría redactado de la siguiente manera: “TÍTULO V. Derechos de exportación. Artículo 52.– Establécese que, en el marco de las facultades acordadas al Poder Ejecutivo nacional mediante los artículos 755 y concordantes de la ley 22.415 (Código Aduanero) y sus modificatorias, se podrán fijar derechos de exportación cuya alícuota no podrá superar en ningún caso el treinta y tres por ciento (33 %) del valor imponible o del precio oficial FOB. Se prohíbe que la alícuota de los derechos de exportación supere el treinta y tres por ciento (33 %) del valor imponible o del precio oficial FOB para las habas (porotos) de soja. Se prohíbe superar el quince por ciento (15 %) para aquellas mercancías que no estaban sujetas a derechos de exportación al 2 de septiembre de 2018 o que tenían una alícuota de cero por ciento (0 %) a esa fecha. Se prohíbe superar el cinco por ciento (5 %) de alícuota para los productos agroindustriales de las economías regionales definidas por el Poder Ejecutivo nacional. Las alícuotas de los derechos de exportación para bienes industriales y para servicios no podrán superar el cinco por ciento (5 %) del valor imponible o del precio oficial FOB. Las alícuotas de los derechos de exportación para hidrocarburos y minería no podrán superar el ocho por ciento (8 %) del valor imponible o del precio oficial FOB. El sesenta y siete por ciento (67 %) del valor incremental de los derechos de exportación previstos en esta ley, será destinado al financiamiento de los programas a cargo de la Administración Nacional de la Seguridad Social y a las prestaciones del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados. El tres por ciento (3 %) se destinará a la creación de un fondo solidario de competitividad agroindustrial para estimular la actividad de pequeños productores y cooperativas a través de créditos para la producción, innovación, agregado de valor y costos logísticos. Este fondo será administrado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Exceptúase del pago de los derechos que gravan la exportación para consumo a las empresas del Estado regidas por la ley 13.653 y las sociedades del Estado regidas por la ley 20.705 que tengan por objeto desarrollar actividades de ciencia, tecnología e innovación. El Poder Ejecutivo nacional podrá utilizar la facultad prevista en el artículo 755, apartado b), de la ley 22.415 (Código Aduanero) respecto de entidades estatales o con participación estatal que tengan como finalidad principal desarrollar actividades de ciencia, tecnología e innovación. El Poder Ejecutivo nacional podrá ejercer estas facultades hasta el 31 de diciembre de 2021.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Buryaile, por Formosa.

 

Sr. Buryaile.- Señor presidente: advierto que el espíritu de esta iniciativa y de este artículo es integrar todo lo que son derechos de exportación, y veo con beneplácito que se bajen tributos para los hidrocarburos y la minería mediante el decreto 37.

          A fin de reactivarlas, ya que en un 90 por ciento se trata de las producciones agropecuarias de pequeños y medianos productores ‑como habíamos establecido acá‑, me permito plantear al miembro informante la posibilidad de modificar las alícuotas que propone el dictamen. En este sentido, propongo fijar como tope una alícuota del 30 por ciento para los derechos de exportación –a los que hacía referencia el artículo 48 del dictamen‑; fijar un tope del 30 por ciento para las habas o porotos de soja –que se mencionaban en el artículo 49‑, y fijar un tope del 12 por ciento para las otras producciones que no estaban sujetas a derechos de exportación al 2 de septiembre de 2018 o que tenían una alícuota de cero por ciento a esa fecha.

          Entendemos que de esa manera se estaría privilegiando a la pequeña y mediana empresa agropecuaria. Realmente no me parece justo desgravar en cuatro puntos a la minería y al petróleo y gravar con más puntos a la producción agropecuaria. Creo que esto sería un contrasentido cuando estamos hablando de explotaciones agropecuarias.

          Por lo tanto, para simplificar, lo que propongo al miembro informante es fijar como tope una alícuota del 30 por ciento para las habas o porotos de soja, una alícuota del 12 por ciento para el resto de los cultivos que no estuvieran gravados al 2 de septiembre de 2018, una alícuota del 5 por ciento para los bienes industrializados y dejar como está lo que es minería e hidrocarburos.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Menna, por Chubut.

 

Sr. Menna.- Señor presidente: quiero plantear algunas cuestiones. Por un lado, para que no se genere confusión, quiero aclarar lo siguiente. El miembro informante aludió al artículo 52. Entiendo que, de acuerdo con lo convenido, de referirnos a la nomenclatura del Orden del Día sería el artículo 48. ¿Es así?

 

Sr. Martínez (D.).- Sí, señor diputado.

 

Sr. Menna.- De acuerdo.

          La otra cuestión es la siguiente. El decreto 37/19, utilizando la nomenclatura Mercosur, estableció dos alícuotas de retenciones o derechos de exportación: del 12 por ciento para algunos productos y del 9 por ciento para otros. La distinción que hace en general es entre materias primas y manufacturas.

          La otra consulta que quiero hacer al miembro informante es la siguiente. Dado que acá se alude a productos agroindustriales, ¿se abandona esa distinción que se hace en el decreto 37? En ese caso, quisiéramos que se nos aclare qué ocurre, por ejemplo, con un producto de la economía regional patagónica como la lana, que en el decreto 37 está gravada con el 12 por ciento o con el 9 por ciento, según se trate de lana sucia y demás.

          Por otro lado, quiero saber si esto es un adicional o implica que la alícuota final no podrá superar el 5 por ciento. Es decir, ¿se adiciona a las existentes u opera como un nuevo límite, con lo cual quedan sin efecto las del decreto 37?

 

Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado Martínez: ¿va a responder ahora o prefiere escuchar primero todas las propuestas?

 

Sr. Martínez (D.).- Prefiero escuchar primero las distintas propuestas, señor presidente.

 

Sr. Presidente (Massa).- De acuerdo, señor diputado.

          Tiene la palabra el señor diputado Frigerio, por Tierra del Fuego.

 

Sr. Frigerio.- Señor presidente: como fueguino, para mí es muy importante velar por la no afectación de la recaudación de regalías de mi provincia y de todas las provincias hidrocarburíferas del país. Es por ello que propongo agregar el siguiente texto al final del cuarto párrafo del artículo 49 ‑o 48, porque se han unificado‑: “En ningún caso, el derecho a la exportación de hidrocarburos podrá disminuir el valor boca de pozo para el cálculo y pago de regalías a las provincias productoras”.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Carrió, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Carrió.- Señor presidente: quiero sugerir una modificación. En realidad, acá está el modelo económico del gobierno. Lo que se llama “la gran oferta argentina” para los que saquean el país desde afuera es la minería, que si además saca su producción por un puerto patagónico, le hacen un reintegro. En consecuencia, esta Cámara tuvo la oportunidad de aprobar la ley de glaciares, con una mayoría transversal porque el autor era del Frente para la Victoria. Me refiero a mi amigo Miguel Bonasso. A su vez el diputado Filmus –que no sé si ahora se encuentra en este recinto‑ también consiguió sancionar el proyecto en el Senado.

          En el libro de Miguel Bonasso se explica bien la participación que me tocó, ayudando a estos dos diputados y a Fernanda Reyes para sacar la ley de glaciares en contra de la Barrick Gold y de todas las otras mineras de la Argentina.

          Esto supone cambiar el criterio, o sea, supone decir que vamos a privilegiar la extracción y el saqueo ‑que se fija y se cuenta fuera de la Argentina‑ de los materiales de mayor valor hoy en el mundo con la inestabilidad de la moneda, como son el oro, el litio, etcétera. Esto baja al 8 por ciento, pero resulta que suben al 30 por ciento la única economía productiva del país por donde entran dólares.

          ¿En qué quedamos? ¿El campo va a financiar a las corporaciones que saquean a través de la minería y dejan sin agua a toda la Cordillera de los Andes? (Aplausos.)

          Vamos a ver porque si esto es de izquierda, prefiero estar a la derecha. Por eso propongo que baje al tope del 8 por ciento las retenciones al campo para mejorar los pueblos y el federalismo y que suban el 30 por ciento las retenciones a los hidrocarburos y a la minería. (Aplausos.)  

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Carlos Gutiérrez, por Córdoba.

 

Sr. Gutiérrez (C.M.).- Señor presidente: por las mismas razones expuestas en mi intervención durante el tratamiento en general, en nombre del bloque Córdoba Federal solicito que se elimine el artículo 48 y pido que mi moción se vote en forma nominal.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Sarghini, por Buenos Aires.

 

 Sr. Sarghini.- Señor presidente: nosotros hemos estado trabajando largamente durante la tarde sobre el capítulo referido a derechos de exportación y lo que estamos solicitando es votar todo el capítulo junto. Es decir, que se lean los tres artículos que componen el capítulo, según el dictamen de mayoría no modificado –me refiero a los artículos 48, 49 y 50‑ y que se vote íntegramente el Título V.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no tenemos inconvenientes en votar todo el capítulo y si quieren paso a leer los artículos siguientes porque ha habido aportes importantes e interesantes, como venimos sosteniendo desde que empezó esta sesión ‑quizás la diputada Carrió no está al tanto porque llegó mucho más tarde-…

 

Sra. Carrió.- Hace veinticinco años que estoy peleando contra la dictadura de las mayorías.

 

Sr. Martínez (D.).- En este marco de diálogo venimos planteando observaciones y la verdad es que ha habido varios aportes interesantes, que quizás fueron incorporados en el artículo siguiente. Por eso sería conveniente leer todo el capítulo…

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

 Sr. Presidente (Massa).- Por favor, diputada Carrió, pido que respete al miembro informante. Usted tuvo derecho a hacer uso de la palabra y el miembro informante está respondiendo a todos los diputados.

 

Sr. Martínez (D.).- En ese sentido creo que también ha habido un aporte del diputado Frigerio, del bloque Juntos por el Cambio. En este sentido, si no entendí mal, propuso incorporar un párrafo que diría lo siguiente: “Las alícuotas de derecho de exportación para hidrocarburos y minería no podrán superar el 8 por ciento del valor imponible o del precio oficial FOB. En ningún caso el derecho a la exportación de hidrocarburos podrá disminuir el valor de boca de pozo para el cálculo y pago de regalías a las provincias productoras.”

          Quiero manifestar que aceptamos la propuesta porque queremos incluir la opinión de absolutamente todos los sectores puesto que esta ley es de todos y para todos. (Aplausos.)

          En el mismo sentido, si me permiten, paso a leer el artículo siguiente para que se entienda por qué queremos votarlo en forma conjunta.

          El artículo siguiente quedaría redactado de este modo: “El Poder Ejecutivo nacional deberá establecer mecanismos de segmentación y estímulo tendientes a mejorar la rentabilidad y competitividad de los pequeños productores y cooperativas cuyas actividades se encuentren alcanzadas por el eventual aumento de la alícuota de los derechos de exportación, y establecerá criterios que estimulen la competitividad de la producción federal en función de las distancias entre los centros de producción y los de efectiva comercialización. Las modificaciones de las alícuotas en el marco de las facultades acordadas en el presente artículo deberán ser informadas por el Poder Ejecutivo nacional ante una comisión integrada por miembros del Poder Legislativo, del Consejo Federal Agropecuario y representantes de las entidades y organizaciones representativas del sector agropecuario para que se expidan al respecto. Las alícuotas que sean aumentadas en el marco de las facultades acordadas en el presente artículo, no serán aplicadas a los distritos que sean declarados en emergencia agropecuaria de conformidad con la ley 26.509, Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios.” Esto ha sido en función de escuchar aportes de muchos diputados.

          El artículo siguiente de este Título no tiene modificaciones; es muy cortito y dice así: “Sin perjuicio de lo previsto en el artículo anterior, mantendrán su validez y vigencia los decretos número 1.126, del 29 diciembre de 2017 y sus modificatorias; 486 del 24 de mayo de 2018 y sus modificatorias; 487 del 24 de mayo de 2018 y sus modificaciones; 793 del 3 de septiembre de 2018 y sus modificaciones y el decreto número 37 del 14 de diciembre de 2019.” Ese sería todo el capítulo y agradezco los aportes realizados.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Vigo, por Córdoba.

 

Sra. Vigo.- Señor presidente: por lo que acaba de decir el miembro informante entiendo que se pretenden votar los tres artículos juntos.

          Nosotros estamos solicitando la supresión del artículo 48. Por lo tanto, me parece que no podemos votar en conjunto los artículos porque nosotros ya adelantamos nuestra posición en contra del artículo 48.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Buryaile, por Formosa.

 

Sr. Buryaile.- Señor presidente: sin perjuicio de lo que ya hemos señalado, estamos de acuerdo con lo expresado por la diputada preopinante y pedimos unificar, pero permítame hacer una reflexión sobre el último artículo que leyó el miembro informante.

          Por medio de ese artículo estamos otorgando facultades amplísimas con criterios que desconoce esta Cámara. No sabemos qué criterios se van a adoptar, cuáles son los criterios de segmentación y cuál es el costo fiscal de cualquiera de esas medidas.

          Creo que el Poder Ejecutivo no necesita autorización de esta Cámara para reunirse en el marco del Consejo Federal Agropecuario, que es potestad del ministerio, y mucho menos para reunirse con las entidades agropecuarias.

 

Sr. Presidente (Massa).- ¿Cuál es su propuesta, señor diputado?

 

Sr. Buryaile.- Estoy haciendo un comentario basado en la propuesta de un artículo que no teníamos presente.

 

Sr. Presidente (Massa).- No estamos en etapa de debate sino que estamos discutiendo artículo por artículo.

 

Sr. Buryaile.- Rechazaremos la moción y acompañaremos la propuesta del bloque Córdoba Federal.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Carrió, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Carrió.- Señor presidente: voy a tratar de demostrar de qué manera la articulación de este tipo de retenciones favorece exclusivamente a otros países. El problema del derecho de exportación, por ejemplo en materia de soja, es la soja en negro. Cuando usted compara ‑no tengo acá los datos- lo que llega a los puertos de otros países con lo que exporta y registra la Aduana, se va a dar cuenta de que exporta mucho menos de lo que se registra como importado en los países de destino. Esto significa que la alícuota del 33 por ciento que paga la soja es casi un neto porque no incluye ganancias. Ese porcentaje se lo aplican a los productores. Ahora bien, las grandes cerealeras que tanto aportan a todos los gobiernos ‑no excluyo a ninguno‑, sacan todo por Nueva Palmira, cuando en realidad el cereal sale por los puertos de Rosario y San Lorenzo. Además, junto con el cereal sale la droga. Esto es así de simple. El resultado de todo esto es el crecimiento de las exportaciones de argentinos en Uruguay y Paraguay.

          ¿Quiénes manejan las famosas barcazas paraguayas? Los argentinos. Entonces, están fomentando el contrabando.

 

Sr. Presidente (Massa).- ¿Cuál es la propuesta, señora diputada?

 

Sra. Carrió.- La propuesta es que cambiemos la alícuota, tema que aún no me respondió el señor miembro informante, pasando a tributar 8 por ciento el campo y 30 por ciento la minería.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Contigiani, por Santa Fe.

 

Sr. Contigiani.- Señor presidente: quiero aclarar el motivo por el cual mi bloque no acompañará estos artículos. Reconozco que se hizo un gran esfuerzo, pero los artículos no contemplan la solicitud de los pequeños y medianos productores de mi provincia.

          Adhiero a la propuesta del bloque Córdoba Federal de unificar todo en un único artículo –que sería el 48‑ o, en su defecto, votar nominalmente los artículos 48 y 49.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Estévez, por Santa Fe.

 

Sr. Estévez.- Señor presidente: quiero dejar constancia de que el bloque del Partido Socialista no acompañará estos artículos.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Menna, por Chubut.

 

Sr. Menna.- Señor presidente: agradezco la aclaración del señor diputado Martínez, pero queda la duda de si cuando el artículo se refiere a la alícuota para los productos agroindustriales, abarca solamente a los productos elaborados o también incluye a la materia prima. Concretamente, consulto si la lana está incluida en el tope del 5 por ciento porque en la Patagonia hay una gran preocupación por este tema.

          Por otro lado, si el artículo efectivamente pone un tope del 5 por ciento, esto se contradice con lo que recién nos respondieron en el sentido de mantener vigente del decreto 37/2019. Si hicieran eso el tope no podría ser del 5 por ciento, sino del 14 por ciento en el caso de las actividades que ya tributan el 9 por ciento y del 17 por ciento a las que ya les retienen el 12 por ciento. Creo que en este punto la norma resulta contradictoria.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: rechazamos las modificaciones propuestas porque se trata de topes.

          Por otra parte, aceptamos la incorporación del párrafo sugerido por el señor diputado Frigerio.

          Además, acompañamos el planteo del señor diputado Sarghini de votar el título completo en una sola votación y no por artículo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Sarghini, por Buenos Aires.

 

Sr. Sarghini.- Señor presidente: simplemente quiero aclarar que no se trata de falta de confianza, pero como el acuerdo abarcaba los tres artículos, me pareció que era más sencillo votar el título completo, incluyendo los tres artículos. Igualmente, no tenemos problemas en que se vote por artículo. No quiero complicarlos con esta votación.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia aclara que el problema no es el tratamiento del título sino que el texto leído por el diputado Martínez unifica los artículos 48 y 49 en uno solo. Ese artículo comprende todos los derechos aduaneros y las cuestiones económicas.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no tenemos problemas en votar el título en una sola votación. Sin embargo, si retiran la propuesta, podemos votar artículo por artículo. Son tres artículos distintos y ya hemos contestado a los pedidos de modificación.

          Por lo expuesto, pido que votemos los tres artículos, uno a continuación de otro, porque ya dijimos cuáles son las propuestas de modificación que aceptamos y cuáles no.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: quiero hacer un agregado a lo recientemente señalado. Era importante incluir el texto del artículo 50 porque recoge el espíritu de lo conversado en cuanto a que el Poder Ejecutivo asuma la responsabilidad de crear mecanismos de segmentación y estímulo atendiendo los problemas de la distancia al puerto, el tamaño de la producción, etcétera. Entonces, aunque los artículos se voten por separado, no podemos dejar de tener en cuenta el contenido del artículo 50 que hace al título en su conjunto.

          Aclarado ese punto, podemos votar como quieran.

 

Sr. Presidente (Massa).- Considerando el planteo de los distintos bloques, se va a votar artículo por artículo.

          Se va a votar nominalmente el artículo 48, con las modificaciones propuestas al dictamen original.

- Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 237 señores diputados presentes, 129 han votado por la afirmativa y 107 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 129 señores diputados por la afirmativa y 107 por la negativa.[23] (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 49 del dictamen de mayoría, con las modificaciones propuestas y aceptadas por la comisión.

- Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 235 señores diputados presentes, 132 han votado por la afirmativa y 102 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 132 señores diputados por la afirmativa y 102 por la negativa.[24] 

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 50 del dictamen de mayoría, con las modificaciones propuestas y aceptadas por la comisión.

- Se practica la votación nominal.

- Conforme al tablero electrónico, sobre 236 señores diputados presentes, 130 han votado por la afirmativa y 105 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 130 señores diputados por la afirmativa y 105 por la negativa.[25] 

 

Sr. Presidente (Massa).- En realidad la votación ha resulta afirmativa por 129 votos a 106, por la rectificación del voto del señor diputado Wolff.

          Tiene la palabra el señor diputado Campos, por Buenos Aires.

 

Sr. Campos.- Señor presidente: acabamos de legislar sobre casi toda la producción argentina escuchando un texto leído por el diputado Martínez, que nosotros no tenemos en nuestro poder.

          Lo remarco teniendo en cuenta que después de la extensa reunión de comisión que tuvimos en el día de ayer, llevamos 24 horas sesionando sin dormir. Si fuéramos un chofer de ómnibus, hace 8 horas que no podríamos manejar porque no sería legal, pero estamos legislando sobre 44 millones de personas. Tomemos conciencia que una coma mal puesta en el texto del dictamen puede afectar bienes y haciendas de un montón de gente.

          Por lo tanto, pido que usted sea el último presidente de esta Cámara que se maneje con este Reglamento. (Aplausos.) Me parece muy poco serio que estemos trabajando 24 horas seguidas. Espero que usted sea el último presidente que se maneje de esta manera y que se ocupe de cambiar el reglamento. Esta sesión, por ejemplo, podría haberse subdividido en dos o en tres reuniones.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia informa al señor diputado preopinante que en la primera reunión que tuvimos con todos los presidentes de bloque e interbloque una de las cuestiones que se planteó fue la de levantar la sesión a las 10 u 11 de la noche para continuar a la mañana del día siguiente. También se trataron temas de funcionamiento. Por ello, se sugirió conformar un grupo de diputados para que en enero y febrero ‑aprovechando el receso más allá de que va a haber sesiones extraordinarias‑ trabajen en una propuesta de nuevo Reglamento. Seguramente el señor diputado será invitado a trabajar sobre el tema. (Aplausos.)

          En consideración el artículo 51 del dictamen original de mayoría, Título VI.

          Tiene la palabra el diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: proponemos que el artículo 51 del texto original contenido en el dictamen de mayoría –que pasaría a ser el 55 con la nueva numeración‑ diga así: “Título VI. Haberes previsionales y aumentos salariales. Artículo 55: A los fines de atender en forma prioritaria y en el corto plazo a los sectores de más bajos ingresos, suspéndase por el plazo de 180 días la aplicación del artículo 32 de la ley 24.241, sus complementarias y modificatorias.

          “Durante el plazo previsto en el párrafo anterior el Poder Ejecutivo nacional deberá fijar trimestralmente el incremento de los haberes previsionales correspondiente al régimen general de la ley 24.241 atendiendo prioritariamente a los beneficiarios de más bajos ingresos. El Poder Ejecutivo nacional convocará a una comisión integrada por representantes de los Ministerios de Economía y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y miembros de las comisiones competentes en la materia del Congreso de la Nación que durante el plazo previsto en el primer párrafo proponga un proyecto de ley de movilidad de los haberes previsionales que garantice una adecuada participación de los ingresos de los beneficiarios del sistema en la riqueza de la Nación de acuerdo con los principios de solidaridad y redistribución.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la diputada Terada, por el Chaco.

 

Sra. Terada.- Señor presidente: este artículo, por lo que implica, es terrible. Digo esto porque estamos condenando con el congelamiento de sus haberes a quienes con más razón deberíamos defender, es decir, a los jubilados y pensionados.

          A su vez, no puede ser que recién ahora se agreguen un montón de cosas al artículo 51 que no estaban contempladas en el texto original y que tampoco se analizaron en el plenario de comisiones. Esto amerita el planteo de inconstitucionalidad y también la violación de los derechos de los jubilados.

 

Sr. Presidente (Massa).- Corresponde que haga la propuesta sobre el artículo.

 

Sra. Terrada.- Señor presidente: la propuesta es que el artículo en consideración sea eliminado.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Tiene la palabra la señora diputada Regidor Belledonne, por Corrientes.

 

Sra. Regidor Belledonne.- Señor presidente: haré una propuesta para el supuesto caso de que no se acepte la modificación propuesta por la diputada preopinante.

          Durante el debate han dicho que este artículo no es un achatamiento o congelamiento de los haberes. Como acepto esta posición, solicito incluir una cláusula simple y similar a la que teníamos antes que indique que la movilidad que van a percibir todos los pasivos ‑ya sean jubilados, pensionados, beneficiarios de AUH, pensiones no contributivas y excombatientes‑ será similar al índice inflacionario o superior. Si pudiéramos agregar esto, a mí modesto entender quedaría salvada la cuestión.

 

Sr. Presidente (Massa).-   Tiene la palabra el señor diputado Ritondo, por Buenos Aires.

 

Sr. Ritondo.- Señor presidente: retomando la propuesta que hizo en su discurso de cierre del debate el presidente del interbloque al que pertenezco, el diputado Mario Negri, solicito que dejen la movilidad tal como está en la actualidad y que traigan una nueva propuesta para ser discutida. Esto puede hacerlo cualquier comisión, pero solicitamos que no quiten la movilidad tal como figura para que se garantice a los jubilados y pensionados seguir la escala en que de la inflación. Cuando tengan definida la fórmula, la discutiremos en el Parlamento ya que, como han dicho desde el oficialismo, quieren beneficiar a los jubilados y pensionados. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).-  Tiene la palabra el diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no aceptamos la modificación propuesta.

          Estamos convencidos de que en la situación por la cual está pasando la Argentina hace falta rescatar a los que peor la están pasando. Este artículo sostiene la posición de este espacio político. Estamos convencidos de que con esta herramienta que vamos sancionar en el día de hoy, pondremos nuevamente de pie la Argentina. Este es el compromiso que debemos tener como clase política con todos los argentinos pero sobre todo con todos y todas las que hoy no la están pasando bien, independientemente de quién sea la culpa.

          La realidad es que el país está en emergencia y el presidente Alberto Fernández necesita contar con herramientas para poner en marcha nuestro país.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Tiene la palabra la señora diputada Lospennato, por  Buenos Aires.

 

Sra. Lospennato.- Señor presidente: solicito al diputado Martínez si puede repetir cómo quedaría el artículo 51 del dictamen. Por lo que entendí, la modificación propuesta empezaba en el artículo 32 con la ley 24.241. A partir de allí, comenzaron a hacer mención a un texto que no tenemos. 

 

Sr. Presidente (Massa).- El diputado Laspina tiene ese texto.

 

Sra. Lospennato.- ¿Con esta modificación están eliminado toda la descripción de los regímenes especiales?

 

Sr. Presidente (Massa).- Dividieron el artículo.

 

Sra. Lospennato.- Señor presidente: por esto solicito que expliquen cómo quedo el artículo. Es muy complicado seguirlo porque no lo tengo en mi poder.

 

Sr. Presidente (Massa).-  Habíamos acordado con el presidente del interbloque que los dos miembros informantes del dictamen de minoría ‑los diputados Laspina y Pastori‑ tendrían toda la información y que se ocuparían de llevar adelante la discusión. De esta manera podríamos lograr tener orden en la sesión. (Aplausos.)

          Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: solicito al miembro informante que aclare qué regímenes quedan explícitamente excluidos del congelamiento de la movilidad. Entiendo que se agregaron algunos regímenes más a los que se incluyeron originalmente en el dictamen. Es muy difícil seguir el detalle de la lectura porque se hace mención a leyes, decretos y artículos. Por favor, solicito tenga a bien mencionar en forma taxativa si los jueces o los diplomáticos han sido excluidos del congelamiento.

 

Sr. Presidente (Massa).-   El artículo al que hace mención el diputado Laspina es el que sigue a continuación.

          Se va a votar nominalmente el artículo 51 con las modificaciones propuestas por la comisión.

-   Se practica la votación nominal.


-   Conforme al tablero electrónico, sobre 232 señores diputados presentes, 132 han votado por la afirmativa y 99 por la negativa.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 132 señores diputados por la afirmativa y 99 por la negativa.[26]

 

Sr. Presidente (Massa).- Para una aclaración, tiene la palabra la señora diputada Carrió, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Carrió.- Señor presidente: solo quiero aclarar el sentido de mi voto.

          Todas estas normas violan los artículos 14, 16 y 29 de la Constitución Nacional y los artículos pertinentes de la Convención Interamericana y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, a los que les asignamos rango constitucional en el año 1994.

          Solo lo digo a los efectos de la interpretación de la postura que la oposición tiene y que es interpretación de esta Cámara, en cuanto a la clara nulidad y discriminación entre regímenes especiales y aportantes de cuarenta años, que van a tener congelados sus salarios. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 52 del dictamen original.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: en este artículo se abordan los regímenes especiales, y para esto se propone la conformación de una comisión entre el Ministerio de Economía, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y el Congreso de la Nación, para que se revise la sustentabilidad económica, financiera y actuarial, y proponga las modificaciones pertinentes.

          El artículo 52 ‑que sería el 56 del texto actualizado‑, dice así: “El Poder Ejecutivo nacional convocará a una Comisión integrada por representantes de los ministerios de Economía y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y miembros de las comisiones competentes en la materia del Congreso de la Nación para que en el plazo de 180 días revise la sustentabilidad económica, financiera y actuarial y proponga al Congreso de la Nación las modificaciones que considere pertinentes relativas a la movilidad o actualización de los regímenes especiales previstos en el artículo 2° del decreto 137/2005; el artículo 1°, incisos b) y c) de la ley 26.508; el artículo 1° del decreto 1.199/2004, en el marco de las resoluciones MTEySS Nros. 268/09, 824/09 y 170/10 y Resolución SSS N° 9/10, de la Ley N° 26.913 según Decreto N° 1058/14, del artículo 3° de la Ley 27.452, del artículo 5 punto II y artículo 14 de la Ley 27.260, texto según ley N° 27.467, del artículo 2° de la Ley N° 23.848, del artículo 3° de la Ley N° 27.329, del artículo 7° de la ley 22.929, conforme decreto 160/2005, del artículo 27 de la Ley 24.018, del artículo 6° de la Ley N° 22.731, de los artículos 75, 94 y concordantes de la Ley N° 19.101, de los artículos  5° a 10 de la Ley N° 13.018 y 107 y siguientes de la Ley N° 20.416, y de los artículos 4° a 6° y 13 de la Ley N° 23.794, y de toda otra norma análoga que corresponda a un régimen especial, contributivo o no contributivo, de acuerdo a lo que establezca la reglamentación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: por favor, dado que a esta hora de la madrugada nos resulta imposible buscar todos estos incisos, leyes y decretos que acaba de mencionar, le pido al señor miembro informante que simplemente nos enumere los regímenes especiales. Como en el dictamen de mayoría se incluyeron algunos regímenes –docentes, científicos y alguno más-, queremos saber qué otro régimen se incorporó al régimen de excepción al congelamiento de la movilidad.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: son todos y cada uno de los que estaban expuestos en el dictamen que se trató, y que en forma detallada y con tanta paciencia explicó el ministro en el plenario de comisiones al que asistimos. Así que están absolutamente detallados en el dictamen.

 

Sr. Presidente (Massa).- Corresponde someter a votación el artículo 52.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Negri, por Córdoba.

 

Sr. Negri.- Señor presidente: quisiera solicitarle al señor miembro informante algo muy sencillo. Lo mismo que acaba de decir como jeroglífico, le pido si lo puede traducir para conocer cuáles son los regímenes que en el plenario de las comisiones o fuera de él han sido exceptuados.

 

Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado: los regímenes están listados en el artículo 51 del dictamen. Le pido por favor que, en lugar de seguir chicaneándonos…

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- Le pido al señor diputado Martínez que vuelva a leer la nómina de leyes y decretos.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: reitero que son los mismos que están en el dictamen que cada uno tiene en su banca, del lado derecho, y que en la discusión en el plenario pudo describir el ministro con tanta paciencia y detalle.

          De todos modos, vuelvo a leer el artículo. Si algún diputado está interesado en saber para votar a favor, encantado de hacerlo. No tengo problema en volver a leerlo.

          Dice así: “El Poder Ejecutivo nacional convocará a una Comisión integrada por representantes de los ministerios de Economía y de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y miembros de las comisiones competentes en la materia del Congreso de la Nación para que en el plazo de 180 días revise la sustentabilidad económica, financiera y actuarial y proponga al Congreso de la Nación las modificaciones que considere pertinentes relativas a la movilidad o actualización de los regímenes especiales previstos en el artículo 2° del decreto 137/2005, el artículo 1°, incisos b) y c) de la ley 26.508, el artículo 1° del decreto 1.199/2004, en el marco de las resoluciones MTEySS Nros. 268/09, 824/09 y 170/10 y Resolución SSS N° 9/10, de la Ley N° 26.913 según Decreto N° 1058/14, del artículo 3° de la Ley 27.452, del artículo 5 punto II y artículo 14 de la Ley 27.260, texto según ley N° 27.467, del artículo 2° de la Ley N° 23.848, del artículo 3° de la Ley N° 27.329, del artículo 7° de la ley 22.929, conforme decreto 160/2005, del artículo 27 de la Ley 24.018, del artículo 6° de la Ley N° 22.731, de los artículos 75, 94 y concordantes de la Ley N° 19.101, de los artículos 5° a 10 de la Ley N° 13.018 y 107 y siguientes de la Ley N° 20.416, y de los artículos 4° a 6° y 13 de la Ley N° 23.794, y de toda otra norma análoga que corresponda a un régimen especial, contributivo o no contributivo, de acuerdo a lo que establezca la reglamentación.

          Son exactamente los mismos regímenes especiales que figuran en el dictamen que ustedes tienen.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: entonces, el señor diputado Martínez confirma que no hubo cambios en el texto del dictamen de mayoría.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: nunca dije eso. A veces, les gusta decir lo que yo no dije o ponen en mi boca palabras que no pronuncié.

          El señor diputado preguntó cuáles eran los regímenes especiales, a lo que respondí que eran los mismos que figuran en el dictamen. Ahora bien, el artículo está modificado porque fue dividido en dos. Por el que ahora se encuentra en consideración, se crea una comisión para que el Poder Ejecutivo, junto con los señores diputados, pueda analizar exhaustivamente, en función del criterio que el cuerpo considere mejor, estos regímenes especiales. Pero son exactamente los mismos que contempla el dictamen, señor diputado.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: a efectos de llevar tranquilidad a los miembros de mi bancada, Juntos por el Cambio, quiero aclarar que no hay cambios respecto del dictamen de mayoría que emitieron las comisiones, tal como lo acaba de confirmar el señor diputado Darío Martínez.

          En ese caso, considerando el proyecto de ley original, quedan excluidos de la suspensión del cálculo de movilidad jubilatoria la llamada ley Brisa, los docentes y los científicos. Es lo que teníamos esta mañana…

 

Sra. Lospennato.- ¿Los jueces están excluidos?

 

Sr. Laspina.- Entiendo que los jueces no han sido excluidos.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia hace notar que en este recinto hay 257 diputados y que mucha gente que está mirándonos desde su casa o su trabajo supone que, más allá de las chicanas, cada norma que estamos considerando es conocida por el legislador. (Aplausos.)

          Por lo tanto, corresponde que se someta a votación el artículo 52 con sus modificaciones.

 

Sr. Wolff.- ¡No son conocidas!

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- La Presidencia recuerda al señor diputado Laspina que el compromiso de trabajo asumido en la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria fue que, junto con el señor diputado Pastori, llevasen adelante este tema. Entonces, pido que formule su propuesta en relación con el artículo 52.

          Tiene la palabra el señor diputado Laspina, por Santa Fe.

 

Sr. Laspina.- Señor presidente: solo quiero aclarar que no hay cambios respecto del dictamen de mayoría y que, según entiendo, quedan excluidos del congelamiento de la fórmula de movilidad jubilatoria la llamada ley Brisa, los docentes y los científicos.

          En el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo, el congelamiento de dicha fórmula era para todos los regímenes. Ahora, reitero, quedan excluidos la ley Brisa, los docentes y los científicos.

          Como ya hemos planteado, estamos en desacuerdo con que haya distintas categorías de jubilados. Dicho esto, llevo tranquilidad a los miembros de mi bloque en el sentido de que no se introdujeron cambios y que podemos pasar a la votación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: los regímenes especiales son los mismos que figuraban en el proyecto de ley original; es decir, en el enviado por el Poder Ejecutivo, como bien dijo el señor diputado.

          Luego del trabajo de las comisiones y de los aportes recibidos, se fueron modificando; pero son los mismos que contiene el texto que ingresó por Mesa de Entradas y que tienen los señores diputados. Ahí se detallan todos los regímenes especiales y, como ya los leí dos veces, entiendo que podemos pasar a la votación.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Negri, por Córdoba.

 

Sr. Negri.- Señor presidente: creo que el miembro informante ahora fue más claro.

          Cuando se mencionaron los regímenes contemplados en el texto original –la ley Brisa, los científicos y los docentes‑, volvió a pedir el uso de la palabra y dijo que después se siguió trabajando. También manifestó que, luego de las conversaciones, se excluyeron otros, de los cuales leyó los números de norma. La cuestión es que desconocemos a cuáles se refieren; eso es lo que queremos saber.

 

Sra.  Lospennato.- ¿Se excluyó a los jueces?

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Cano, por Tucumán.

 

Sr. Cano.- Señor presidente: quiero formular una moción.

          Queda claro que el miembro informante no sabe cuáles son los regímenes excluidos; pido que se vote. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).- De acuerdo con la moción formulada por el señor diputado Cano, corresponde someter a votación el artículo 52, con las modificaciones propuestas.

 

Sr. Iglesias.- Primero hay que votar la moción.

-   Varios señores diputados hablan a la vez.

 

Sr. Presidente (Massa).- Con las modificaciones propuestas, se va a votar nominalmente el artículo 52.

-   Se practica la votación nominal.

-   Conforme al tablero electrónico, sobre 231 señores diputados presentes, 132 han votado por la afirmativa y 97, por la negativa. No se ha computado el voto de 2 señores diputados.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 132 votos afirmativos y 97, negativos.[27]

 

Sr. Presidente (Massa).- Se deja constancia de que la señora diputada Frade y el señor diputado Laspina han votado por la negativa.

          Tiene la palabra el señor diputado Negri, por Córdoba.

 

Sr. Negri.- Señor presidente: transcurridas veinticuatro horas desde el inicio de esta sesión que está siendo transmitida a toda la sociedad, quiero decir a mis colegas que me parece poco serio que no se haya querido explicitar si fueron agregados a la exclusión nuevos regímenes especiales.

          Obviamente, en una hora lo sabremos. Si no se excluyó alguno más, no hay problema; en ese caso, lo habrían dicho. Ahora bien, no solo no dijeron algo, sino que además comentaron que siguieron trabajando. Entonces, no se hagan problema; si escondieron algo debajo de la alfombra, lo sacaremos a la luz antes de que cante el gallo. (Aplausos.)

 

                                                                                                          - 11 -       

cuestión de privilegio

Sr. Presidente (Massa).- Para plantear una cuestión de privilegio, tiene la palabra la señora diputada Carrió, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Carrió.- Señor presidente: no puedo irme de la Cámara sin plantearle esta cuestión de privilegio.

          Además de todo lo que dije sobre usted durante estos años, que ratifico, me veo en la necesidad de plantear esta cuestión de privilegio porque entiendo que todos tenemos derecho a saber la verdad. En esto tiene culpa el oficialismo, porque la responsabilidad es del presidente de la comisión. Quien no puede dejar de conocer los regímenes especiales es el titular de la comisión.

          Ahora bien, suponer que todos conocemos el derecho es una mentira, señor presidente. Se lo digo yo que tengo cuarenta años de ejercicio de la profesión, y vengo también de ser profesora titular de la universidad. No saben ni de qué ley están hablando. Estoy hace veinticinco años en esta Cámara y el 90 por ciento de estos diputados no sabe ni el 10 por ciento de las leyes que se sancionaron. Yo admito mi ignorancia, pero no sean soberbios diciendo que conocen la ley. (Aplausos.)

 

Sr. Presidente (Massa).-  La cuestión de privilegio planteada pasa a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

 

 

                                                                                                           - 12 -  

proyecto de ley de Solidaridad Previsional, Social y de Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública

 (CONTINUACIÓN)

 

Sr. Presidente (Massa).- Continúa la consideración en particular del dictamen aprobado en general.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: yo le puedo decir que la ley 27.260 es de reparación histórica, que la ley 23.848 está relacionada con los excombatientes de Malvinas, que la 27.329 tiene que ver con los veteranos. Puedo describirlas a todas.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 53.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).-  En el artículo 53 menciono cinco leyes y un decreto. No sé si también voy a tener que describirlas como he venido haciendo durante todo el tratamiento. Pero como no tiene modificaciones, y todas las veces que hemos votado sin modificaciones no he leído el artículo, en este caso tampoco voy a leerlo.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 53.

          Les pido a los diputados que se pararon que se vuelvan a identificar.

-   Se practica la votación nominal.

-   Conforme al tablero electrónico, sobre 225 señores diputados presentes, 131 han votado por la afirmativa y 92 por la negativa. No se ha computado el voto de un señor diputado.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 131 votos afirmativos y 92 negativos.[28]

 

Sr. Presidente (Massa).- El diputado Ferraro no llegó a identificarse. ¿Quiere aclarar el sentido de su voto?

 

Sr. Ferraro.- Señor presidente: quiero dejar asentado mi voto negativo.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 54.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no tiene modificaciones. En algún momento escuché un planteo, pero no recuerdo de qué diputado.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón, por Mendoza.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: esto va dirigido al miembro informante. Es un tema de forma, pero que intenta que no se dé por supuesto el plazo de vigencia.

          Entonces, la propuesta es… ¡Ah, no! Este es el artículo 55 y yo quería referirme al próximo. Esto me ocurre por el cambio de numeración.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el artículo 54, sin modificaciones.

          Los que se hayan puesto de pie, sírvanse identificarse.

-   Se practica la votación nominal.

-   Conforme al tablero electrónico, sobre 223 señores diputados presentes, 131 han votado por la afirmativa y 90 por la negativa. No se ha computado el voto de un señor diputado.

 

          Diputada Carrió, ¿se retira? Si no la veo, felicidades. (Risas.)

          Tiene la palabra el señor diputado Nuñez, por Santa Fe.

 

Sr. Núñez.- Mi voto es negativo.

 

Sr. Secretario (Cergnul).- Se han registrado 131 votos afirmativos y 91 negativos.[29]

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 55, contenido en Título VII.                   

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no presenta modificaciones.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón, por Mendoza.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: quiero plantear una modificación que hace a la vigencia temporal. Propongo que se agregue la siguiente redacción: “…hasta la finalización del plazo establecido en el artículo 1º de la presente ley”. Me refiero a la aplicación del inciso 5) de los artículos 94 y 206 de la Ley General de Sociedades, 19.550.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Heller.- Señor presidente: se acepta la modificación.

 

Sr. Presidente (Massa).- Queda aceptada la modificación propuesta por el diputado Ramón.

          Se va a votar el artículo 55.

-   Resulta afirmativa.

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 56, contenido en el Título VII.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Señor presidente: no presenta modificaciones.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Pastori, por Misiones.

 

Sr. Pastori.- Señor presidente: el artículo 56, que es el único del Título VII bajo el encabezado “Créditos UVA”, no tiene ningún sentido que esté incluido en la ley. No agrega ni quita absolutamente nada, porque lo único que hace es encomendar al Banco Central a que haga un estudio para ver cómo afectan los créditos UVA a los beneficiarios para la adquisición de viviendas, consecuencias, etcétera. Y no dice nada más. Eso se puede hacer sin necesidad de que esté expresado en la ley.

          Para darle un sentido a este artículo, lo que quisiera proponer es un segundo párrafo que diga lo siguiente: “Hasta tanto se resuelva el mecanismo precitado, se mantendrá sin variación el valor de las cuotas vigentes a la fecha de sanción de la presente ley”.

         

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Zottos, por Salta.

 

Sr. Zottos.- Señor presidente: tendríamos que mantener los créditos UVA hipotecarios y agregar los prendarios, porque estamos hablando de viviendas, pero hay también de compra de vehículos prendarios.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Ramón, por Mendoza.

 

Sr. Ramón.- Señor presidente: en el mismo sentido que lo expuesto por los señores diputados Pastori y Zottos, proponemos que la redacción incluya el siguiente agregado: “...y los sistemas de planes de ahorro para la adquisición de vehículos automotor.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Enríquez, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sr. Enríquez.- Señor presidente: comparto lo expuesto por el señor diputado Pastori, pero entiendo que sería correcto redactar que “hasta tanto no se adopten las medidas destinadas a mitigar dichos efectos, el valor no sufrirá ningún aumento”, para que guarde una armonía con el texto que ha aprobado la Comisión.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Heller, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires

 

Sr. Heller.- Señor presidente: hay que entender que este régimen es verdaderamente del Banco Central. En su momento el Parlamento sancionó otro régimen que nunca fue aplicado ‑el de los UVI‑, y el Banco Central impuso su criterio y puso en marcha este sistema de crédito hace varios años.

           Se lo puedo decir con conocimiento de causa porque yo he discutido personalmente con el presidente del Banco Central en el momento de su puesta en vigencia, y le señalé que era un disparate y que esto indefectiblemente terminaría mal, porque era imposible desarrollar un sistema en las condiciones planteadas.

          Me llama la atención que ahora los mismos que pusieron en marcha ese sistema que generó el problema le quieren transferir la responsabilidad a un gobierno que asumió hace una semana. El propio creador del régimen es el Banco Central de la República Argentina, y quiero recordarles que muchos de los que están haciendo este cuestionamiento viven pregonando su independencia y autonomía a partir de su Carta Orgánica. Por lo tanto, creo que no se puede hacer otra cosa más que plantear esto.

          Creo que está bien lo que propusieron los señores diputados Ramón y otros en el sentido de ampliar el término y no limitarlo a viviendas, para incluir a todos los regímenes alcanzados por los créditos UVA, porque tiene que ver con algo que el propio Banco Central debe resolver. Acá se está hablando de las consecuencias sociales y económicas, y de mecanismos para mitigar los efectos negativos, atendiendo al criterio del esfuerzo compartido entre acreedor y deudor. Creo que es lo máximo que se puede plantear en este capítulo, porque el resto tiene que ser materia de tratamiento por parte del Banco Central de la República Argentina.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.)- Señor presidente: tal cual lo ha planteado el señor diputado Heller, considerando los planteos de los señores diputados Ramón y Zottos, entendemos que es importante incluir a aquellos que están pasando por esta situación. Leo la redacción que incorpora el espíritu mencionado para que quede claro lo que se va a votar: “El Banco Central de la República Argentina realizará una evaluación sobre el desempeño y las consecuencias del sistema de préstamos UVA para la adquisición de bienes y los sistemas de planes de ahorro para la adquisición de viviendas y los sistemas de planes de ahorro para la adquisición de vehículos automotor, sus consecuencias sociales y económicas, y estudiará mecanismos para mitigar sus efectos negativos atendiendo el criterio del esfuerzo compartido entre acreedor y deudor.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar el artículo 56, con la modificación que acaba de leerse.

– Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar nominalmente el título IX, que incluye los artículos 57 a 59.

-         - Se practica la votación nominal.

-         - Conforme al tablero electrónico, sobre 223 señores diputados presentes, 131 han votado por la afirmativa y 91 por la negativa.

-    

Sr. Secretario (Cergnul).- Han votado 131 señores diputados por la afirmativa y 91 por la negativa.[30]

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 60.

          Tiene la palabra la señora diputada Polledo, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Polledo.- Señor presidente: junto con la señora diputada Najul acercamos algunas propuestas de cambio al señor diputado Martínez. Entiendo que no las va a aceptar así que, para no torturar a todos, le pido que votemos artículo por artículo a mano alzada.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar el artículo 60.

- Resulta afirmativa.

-    Sin observaciones, se votan y aprueban los artículos 61 a 63.

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Polledo, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Polledo.- Señor presidente: aclaro que este bloque no acompañará los artículos 63, 65, 67, 68, 72, 75, 77 y 80.  En los demás artículos votaremos por la afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- El 63 ya fue aprobado sin el voto de sus compañeros, señora diputada.

          Se a votar el artículo 64.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- En consideración el artículo 65.

          Tiene la palabra el señor diputado Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (D.).- Este artículo tiene modificaciones, y dice así: “Créase una Comisión Interministerial integrada por representantes de los ministerios de Salud; de Economía y de Desarrollo Productivo, del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados…” –este fue el agregado- “…y la Administración Federal de Ingresos Públicos, la que tendrá como misión analizar el impacto de la carga impositiva y tributaria sectorial con el objeto de favorecer el acceso a los bienes y servicios de salud.” O sea, agregamos el PAMI.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar el artículo 65, con la modificación propuesta.

-   Resulta afirmativa.

Sr. Presidente (Massa).- Corresponde considerar el artículo 66 del dictamen original con las modificaciones presentadas por el  miembro informante de la mayoría.

          Tiene la palabra el señor diputado Darío Martínez, por Neuquén.

 

Sr. Martínez (N.).- Leo solamente el agregado, que es nuevamente en el inciso a): “un acuerdo con el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, un listado de medicamentos e insumos a ser adquiridos por este organismo y por la Superintendencia de Servicios de Salud.”

 

Sr. Presidente (Massa).- Se va a votar el artículo 66, con las modificaciones que acaban de proponerse.

-   Resulta afirmativa.

 

Sr. Presidente (Massa).- Corresponde considerar el artículo 67, sin modificaciones.

          Se va a votar.

-   Resulta afirmativa.

-   Sin observaciones, se votan y aprueban los artículos 68 a 83.

 

Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra la señora diputada Polledo, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Sra. Polledo.- Señor presidente: dejamos constancia que nosotros no acompañamos los artículos 72, 75, 77 y 80.

 

Sr. Presidente (Massa).- El artículo 84 es de forma. (Aplausos.)

          Queda sancionado el proyecto de ley.[31]

          Se comunicará al Honorable Senado.

          La Presidencia solicita asentimiento de la Honorable Cámara para autorizar las inserciones solicitadas por los señores diputados.

-   Asentimiento.

 

Sr. Presidente (Massa).- Se procederá en consecuencia.

          Habiéndose cumplido con el objeto de la convocatoria, queda levantada la sesión.

-   Es la hora 10 y 19 del día 20.

 

 

 

 



[1] Véase el texto de la sanción en el Apéndice. (Pág.  )

[2] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[3] Véase el texto de la sanción en el Apéndice. (Pág.     )

[4] La señora diputada exhibe un gráfico.

[5] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

 

[6] Véase el Acta N°   de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[7] Véase el Acta N°   de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[8] Véase el Acta N° de la votación nominal en el Apéndice. (Pág.    )

[9] Véase el Acta N° de la votación nominal en el Apéndice. (Pág.    )

[10] Véase el Acta N° de la votación nominal en el Apéndice. (Pág.    )

[11] Véase el Acta N°   de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[12] Véase el Acta N°   de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[13] Véase el Acta N°    de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[14] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[15] Véase el Acta N° de la votación nominal en el Apéndice. (Pág.    )

[16] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.  )

[17] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[18] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[19] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

 

[20] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

 

[21] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

 

[22] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[23] Véase el Acta N° de la votación nominal en el Apéndice. (Pág.    )

[24] Véase el Acta N° de la votación nominal en el Apéndice. (Pág.    )

[25] Véase el Acta N° de la votación nominal en el Apéndice. (Pág.    )

[26] Véase el Acta N°   de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[27] Véase el Acta N°    de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[28] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[29] Véase el Acta N° de votación nominal en el Apéndice. (Pág.   )

[30] Véase el Acta N° de la votación nominal en el Apéndice. (Pág.    )

[31] Véase el texto de la sanción en el Apéndice. (Pág.  )