- En
- 1 -
Sr.
Presidente (Massa).- Diputado Negri:
está cumplida la media hora. Le pregunto si va a pedir prórroga.
Sr.
Negri.- Diez minutos, o quince, nada más, señor presidente, si puede
dar.
Sr.
Presidente (Massa).- Diez minutos más.
Sr.
Negri.- Pedimos poco, así no los molestan a ustedes en su despacho.
Sr.
Presidente (Massa).- Está muy bien. Es una buena medida.
(Risas.) Diez minutos de prórroga.
Sr.
Zottos.- Señor presidente...
Sr.
Presidente (Massa).- Sí, diputado Zottos. Dígame...
Sr.
Zottos.- Señor presidente: se ha cumplido la media hora de espera. Yo
estoy acá, tal como nos habíamos comprometido, para tratar este tema tan importante
que, desde mi punto de vista, constituye una política de Estado, pero observo
que lamentablemente hay legisladores a los que les gusta más el protagonismo, a
través de los medios, que la actividad de los productores.
Me preocupa que los que estamos acá no
logremos quórum. Por ejemplo, de Cambiemos están faltando alrededor de 23 o 24
diputados, y lo mismo sucede en el caso de nuestro bloque; fíjense los números.
Lamentablemente, veo más protagonismo político en los medios que interés de solucionar
este problema, señor presidente.
Habiéndose cumplido más de media hora
de espera sentado en mi banca, voy a proceder a retirarme del recinto.
Sr.
Presidente (Massa).- De todos modos, se ha prorrogado por
diez minutos el llamado a sesión.
- - Varios señores diputados hablan a la vez.
Sr.
Presidente (Massa).- ¿Para qué vamos a empezar a hablar si
en diez minutos comenzarán los discursos, Alvarito?
- -
Varios señores diputados hablan a la vez.
Sr.
Presidente (Massa).- Diputado Waldo Wolff: ¿no quiere
esperar los diez minutos de prórroga que pidió tu presidente de interbloque?
Sr. Wolff.-
Si me permite, señor presidente...
Sr.
Presidente (Massa).- Yo le permito todo lo que quiera,
pero ni el micrófono manejo. ¿Pueden habilitar el micrófono al diputado Wolff?
Sr.
Wolff.- Señor presidente: ya que tenemos tiempo, en el día de ayer
le envié una carta pidiéndole explicaciones en relación al motivo por el cual se
convoca a sesión el día sábado, teniendo en cuenta que se celebra la Pascua
Judía.
Sr.
Presidente (Massa).- Ya le fue remitida la respuesta a
través de la Secretaría Legislativa en el día de hoy, señor diputado.
Sr.
Wolff.- No me ha llegado. Si puede dármela ahora, ya que están todos
los diputados acá...
Sr.
Presidente (Massa).- Por Secretaría Legislativa le van a mandar
la respuesta.
Sr.
Wolff.- ...y me responde públicamente por qué hacemos la sesión el
día que se le celebra la Pascua Judía.
Sr.
Presidente (Massa).- Por Secretaría Legislativa le van a enviar
la respuesta.
- - Se
continúa llamando.
-
Luego de unos instantes:
Sr.
Presidente (Massa).- Con la presencia de 103 señoras y señores
diputados, en forma presencial y remota, y no habiéndose conformado el quórum
reglamentario,...
Sr. Ritondo.- Son 108 señoras y señores
diputados, señor presidente.
Sr. Presidente (Massa).- Señor diputado: en el momento en que empecé a hablar la pantalla
indicaba que había 103 señoras y señores diputados. Le pido que no me complique
la vida, ya que es lo mismo.
Con
la presencia de 108 señoras y señores diputados –así le gusta más al señor
diputado Ritondo-, en forma presencial y remota, y no habiéndose conformado el
quórum reglamentario, declaro fracasada la sesión especial convocada para el
día de la fecha, solicitada por los interbloques de Juntos por el Cambio y de
Córdoba Federal.
A
fin de realizar manifestaciones en minoría conforme al artículo 36 bis del
reglamento, tiene la palabra el señor diputado Negri, por Córdoba.
Sr. Negri.-
Señor presidente: seré breve, pero primero quiero dar una explicación. Nosotros
éramos conscientes de que era muy difícil lograr el quórum, independientemente
de la situación de algunos legisladores –en particular nuestros- que están
esperando el resultado negativo de sus estudios. Hay tres señores diputados que
no han ingresado, no están en el CISA, se encuentran en sus despachos y no han
podido loguearse. A ellos deben sumarse otros tres señores legisladores.
Independientemente de eso, este pedido de sesión
especial tiene una característica muy particular. En 2006, durante el gobierno
del presidente Néstor Kirchner, se impulsó la ley de biocombustibles, que
significaba nada más y nada menos que a partir de ese momento, en el caso de
los combustibles fósiles, debían incorporarse en cuanto a su procesamiento y
comercialización los biocombustibles.
Obviamente, eso significaba un cambio
sustancial, en el sentido de ingresar en el cambio de la matriz energética y
diversificar la situación, lo que constituye un desafío en el mundo.
La Argentina estuvo entre los primeros
países que comenzaron con esto. Entre 2006 y 2015 fue creciendo aceleradamente
en esta materia.
Actualmente, hay 54 plantas en la
Argentina. Particularmente, en las zonas agrícolas o agroindustriales y
productivas que comprenden a diez provincias del país, esto se ha convertido en
un motor del desarrollo económico, del empleo y fundamentalmente del valor
agregado a los productos primarios, que en materia de biocombustibles
significan un agregado a la tasa de corte que se establece para los
combustibles fósiles. Esta es una demanda que se verifica en el mundo.
Han transcurrido quince años y esto se
vencía. Entonces, el Honorable Senado, como pocas veces ha ocurrido desde el
mandato de este gobierno, por unanimidad prorrogó la vigencia de esta ley de
biocombustibles. Esa prórroga tuvo lugar en octubre del año pasado.
Han pasado cinco meses. Obviamente, en
aquel debate que tuvo lugar en el Honorable Senado también se advirtió, por parte
de algunos que votaron afirmativamente, la necesidad de actualizar esa ley,
tema sobre el cual estamos todos de acuerdo. También significaba ver cómo se
había ido conformando no solo la comercialización y la exportación, sino
también el desarrollo de las pequeñas industrias dedicadas a los
biocombustibles.
En
el caso particular de las 54 plantas de biocombustibles, para los cordobeses se
trata de algo significativo. En la provincia a la que represento hay
veinticuatro de esas 54 plantas. De esas veinticuatro, diecinueve son de
biocombustibles y el resto corresponden a bioetanol. Solo en la provincia de
Córdoba esto ha significado, en los últimos tiempos, una inversión de 500
millones de dólares. En 2019 el gobierno de Córdoba sancionó una ley provincial
alentando fiscalmente el desarrollo de estas plantas.
Pero
¿qué paso durante estos cinco meses? Se recuerdan pocos casos como este, es
decir, de una ley que, en su momento, durante un gobierno del mismo signo
político que el actual, fue reivindicada y acertada. Esta ley fue apoyada
recientemente en el Senado de la Nación, que es presidido por la señora
vicepresidenta de la Nación, viuda de quien era el presidente de la Argentina
que, en su momento, impulsó la necesidad de todo esto.
En la Cámara de Diputados solo se escucharon las voces
de las provincias productoras que se fueron levantando en cuanto a la necesidad
de que esto no se venza. Se debe tener en cuenta que en Tucumán la zafra comienza
el 1° de mayo. Esta ley vence el 12 de mayo.
Reitero
mi pregunta: ¿qué pasó en estos cinco meses, con este silencio que aturde y
cuando nadie se puso a trabajar y discutir sin que se pudiera arribar a un
acuerdo?
Entonces,
nuestra primera decisión no solo estuvo dada por los reclamos y pedidos de
apartamiento del reglamento que hubo en su momento, sino también por la
búsqueda de acuerdos con otros bloques -como el Interbloque Federal- y otros
colegas de distintas provincias, en el sentido de unificar este pedido de
sesión especial. Ya no importaba si íbamos a lograr el quórum o no.
Lo
que pusimos en evidencia fue el retraso que se verificaba en la Argentina para
discutir el desarrollo estratégico de una política de Estado en materia de
biocombustibles, por supuesto que con las correcciones que naturalmente hubiera
que hacer. Lo mismo ocurre en el caso del agregado del biogás.
Para
quienes dicen que esto ha sido una pérdida enorme, quiero señalar que nosotros
importamos el 30 por ciento del gasoil y que desde que estamos con el tema del
desarrollo de los biocombustibles esto ha significado para la Argentina un
ahorro total, en materia de etanol, de más de 10.000 millones de dólares. Exactamente,
lo mismo ocurre en el caso de las naftas: se han evitado importaciones por más
de 3.600 millones de dólares.
Entonces,
¿frente a qué estamos? En los últimos días, a toda velocidad, se celebró una
reunión informativa donde, con sana intención, algunos buscaban lograr una
modificación y elaborar un proyecto de ley en menos de veinticuatro horas. Es
cierto que hay diferencias, aun entre pequeños, medianos y grandes productores.
Asimismo, hay que conciliar con la exportación de combustibles fósiles. Pero de
ninguna manera podemos decir que vamos a esperar hasta último momento, como en
un juego de trampas, sin previsibilidad.
Por
otra parte, ahora vence también la prórroga de la ley ovina y de nuevo
volveremos a encontrarnos en la misma situación, es decir, la de una Argentina
que no brinda certidumbre y confianza a un sector que genera valor agregado y lleva
a cabo la diversificación de la materia energética en el mundo. En lugar de
eso, habiendo sido uno de los primeros países en esta materia y teniendo el 50
por ciento de nuestra capacidad instalada ociosa, terminamos celebrando una
sesión en minoría en nombre de las provincias productoras, por encima de las
diferencias políticas y reclamando a viva voz que esto tenga una respuesta
inmediata. Por supuesto que sabíamos que era difícil alcanzar el quórum, que de
por sí no tenemos.
Independientemente
de eso, quiero decir al gobierno que hay un enorme interrogante que todavía no
ha tenido respuesta y que se relaciona con la unanimidad que esta ley alcanzó
en el Honorable Senado, tratándose de una norma legal que desde 2006 fue
reivindicada por el kirchnerismo.
En
otras palabras, la pregunta es cuál es el silencio en cuanto a la tardanza para
poner en esta situación de inestabilidad a las provincias productoras de cuyo
desarrollo dependen, en gran medida, el empleo y la economía. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado
Carlos Mario Gutiérrez, por Córdoba.
Sr.
Gutiérrez (C.M.).- Señor
presidente: lo primero que quiero manifestar en representación de los diez
diputados que hemos sido parte de uno de los pedidos de sesión especial -que
luego se unificaron- es que nosotros no venimos a sumar a los biocombustibles a
la pelea de la grieta. Demasiado tiene ya la grieta -sobre la cual también
venimos reclamando su abandono definitivo en pos de lograr realmente una política
de unidad nacional- como para sumarle este asunto.
Respecto
de lo que antes del inicio formal de la sesión manifestaba mi querido amigo, el
diputado Zottos, nosotros hemos cumplido cabalmente, desde el Interbloque
Federal, con el compromiso de venir a defender lo que hemos venido a defender,
que es la ley de biocombustibles.
Cada uno
sabrá cuál es su compromiso frente a esta cuestión, así como las razones -algunas
de las cuales se han explicitado- que concretamente impidieron asistir a
distintos diputados.
Pero vayamos
directamente al tema, señor presidente. En el marco de la ley 26.093, por cada
100 litros de combustible existe hoy la obligación de que sean cortados con 12
litros de bioetanol, cualquiera sea su origen, o 10 litros de biodiesel. El
recorte de hasta de un 50 por ciento o más del que se habla es lisa y
llanamente un atentado contra los intereses de las provincias productoras y
contra mi Córdoba, donde -como aquí se ha manifestado- se han invertido casi
600 millones de dólares al amparo de los beneficios de esta ley, y más de 6.000
puestos de trabajo están hoy en ascuas producto de esta seguidilla de
indefiniciones y de improvisación.
Nosotros
no tenemos ninguna duda respecto de algo que aquí también hemos oído hablar. No
tenemos nada contra las “provincias petroleras”, como se autodefinen o se las define;
no es ese el problema, señor presidente. Les reconocemos el derecho
constitucional a sus regalías. Lo que no aceptamos es que se acuse en términos
de “esa rica Pampa Húmeda”, como si supusiera más una acusación que un
veredicto definitivo, por tomar el ejemplo de ciertos esquemas productivos. ¡Y
vaya si son progresistas en serio!
Señor
presidente: Córdoba este año vuelve a poner en las arcas nacionales 3.000
millones de dólares en concepto de retenciones agropecuarias. Y se nos viene a
decir, por parte del lobby petrolero y de aquellos que no tienen la vergüenza
de enfrentarlo, que la industria petrolera subsidia los biocombustibles. ¿No
será exactamente al revés, señor presidente?
Ni hablar
de lo que se está vulnerando aquí, los principios más elementales del
ambientalismo, que ese progresismo también supuestamente dice defender. ¿Cómo alguien
me puede explicar que defiende los principios del ambientalismo cuando
precisamente se atenta de esta manera contra aquello que garantiza el avance
progresivo -no de un día para el otro- de la matriz verde respecto de la matriz
fósil?
Nosotros
no nos negamos en absoluto a una nueva ley; es más, somos autores de una ley
que no ha hecho otra cosa que interpretar dos años de trabajo de la liga de
gobernadores de las provincias productoras. A lo que nos negamos es a este
atropello. Nos negamos a que, entre gallos y medianoche, lo que tardó dos años en
aquel caso que menciono para lograr los consensos, se pretenda conseguir en treinta
o cuarenta días.
Yo también
me pregunto qué pasó desde aquel octubre –hace escasos meses, no hace un siglo-
en que el Senado, integrado por los representantes directos de los intereses de
las provincias, trató este tema. ¿Qué pasó desde entonces hasta ahora? Seguramente,
por el escaso tiempo de que disponemos, no será este el momento para
discutirlo, pero también nosotros tenemos bastante que decir para dar esa explicación.
Por otra
parte, mencionando lo que usted, señor presidente, ha dicho al dar por
fracasada esta reunión, nosotros humildemente decimos que el fracaso de hoy es
el éxito. ¿Sabe por qué? Porque no es ni será el éxito de quienes
circunstancialmente hoy estamos aquí, en este recinto. El éxito está
garantizado porque es exitoso el sistema productivo que abarca los
biocombustibles como una de las alternativas más fuertes que tiene la Argentina
para apostar al desarrollo. (Aplausos.)
Sr.
Presidente (Massa).- La Presidencia desea
hacer una pequeña aclaración al señor diputado Gutiérrez. La declaración de
fracasada es una cuestión de forma, y se utiliza en todas las sesiones, sea
para declararla abierta o fracasada. Lo digo para que no hagamos del “fracaso”,
expresado en términos del reglamento, una cuestión política.
Tiene la
palabra el señor diputado De Marchi, por Mendoza.
Sr. De
Machi.-
Señor presidente: lamento, como lo han hecho los diputados preopinantes, el
fracaso de la sesión, y también lamento que algunos hayan puesto foco en ciertas
ausencias circunstanciales, cuando el 95 por ciento de nuestro interbloque está
presente, y no hayan hecho hincapié en el ciento por ciento de la ausencia del Frente
de Todos. (Aplausos.)
El próximo
12 de mayo la ley 26.093 cumple quince años y vence el régimen. Se trata de una
muy buena ley que permitió más de 3.000 millones de dólares de inversiones en los
últimos quince años, con el desarrollo de más de 50 plantas de biocombustibles
a lo largo y ancho del país, y la generación de cientos o miles de nuevos
puestos de trabajo.
Como también
se ha dicho aquí, esta ley recibió el año pasado, en forma unánime, una
prórroga en el Senado conducido por la vicepresidenta de la Nación, Cristina
Fernández de Kirchner. Repito que esa sanción fue unánime.
El 13 de
febrero, hace poco más de un mes -me lo recordaba recién el diputado Cano-, en
la provincia de Tucumán, el presidente de la Nación garantizó a los
industriales del sector la prórroga de la ley 26.093, y de repente nos
encontramos con que empiezan a aparecer dudas en torno de esta prórroga.
En este
mismo recinto nos comprometimos a que en la primera sesión de este año iba a
introducirse el tratamiento del proyecto del Senado para darle sanción
definitiva. Luego empiezan a aparecer dudas, comentarios y proyectos fantasmas.
Entre ellos, hay uno que se adjudica a un diputado equis, pero como no tiene
firma, no lo menciono. Se trata de un proyecto muy malo, no solamente por el
proyecto en sí, sino porque deja en el aire algo que también se ha mencionado
aquí, que es un valor fundamental para la construcción de confianza. Me refiero
a la certidumbre y a la seguridad jurídica.
Quiero
mencionar esto porque ayuda a entender todo este entramado oscuro que impregna
las discusiones de estos días en torno de este tema. El artículo 5° de ese borrador o proyecto fantasma que
circula señala, por ejemplo, que sólo podrán producir biocombustibles las
plantas habilitadas hasta el 31/12/2020. O sea, quien no se escondió, se jodió.
Todas las plantas habilitadas hasta el 31 de diciembre del año pasado pueden
continuar; sin embargo, a partir de ahora no se habilita ninguna más. Esta es la
tendencia al monopolio porque las empresas que caen por diferentes motivos van
acumulando cuota en otras. Consecuentemente, señor presidente, esto genera
dudas.
Es más,
el artículo 10 se refiere a cuáles son las empresas consideradas pyme, porque el
proyecto discrimina al considerar que solamente podrán desarrollarse las pymes,
haciendo uso de un nombre genérico y global.
Entonces,
¿quiénes definen las características? Explícitamente, el artículo 10 establece
que serán consideras pymes aquellas empresas que tengan una producción anual de
50.000 toneladas de biodiesel o de 90.000 metros cúbicos de bioetanol de maíz.
Hoy
tenemos empresas partidas en cuatro o cinco. Puntualmente, hay una que está partida
en seis pequeñas empresas que producen 50.000 toneladas cada una. Entonces, aquí
también hay oscuridad. Casualmente, se trata de algunos empresarios que
expusieron a favor de este proyecto en una reunión celebrada esta semana en la Comisión
de Energía y Combustibles.
Aún más
grave es que el mismo artículo 10 señala que se trata de las pymes que cumplan
los requisitos y los parámetros que dicte, al efecto, la Secretaría de la Pequeña
y Mediana Empresa y los Emprendedores el día de mañana.
Entonces,
puede ocurrir que mañana la secretaría dicte una resolución por la cual se
consideran pymes, por ejemplo, las que producen menos de 30.000 toneladas. Esto
es discrecionalidad. Reitero que esto es oscuridad y no tiene que ver con los
lobbies que se mencionan, sino con la seriedad de país.
Quiero
agregar que vengo de la provincia de Mendoza, donde no hay una sola hectárea de
soja o de yuyo. Sin embargo, Mendoza tiene el 30 por ciento de Vaca Muerta y
aquí estamos, no defendiendo a un sector o a otro, sino defendiendo la
seguridad jurídica que la Argentina necesita. (Aplausos.)
Para
terminar, y siendo bien pensado, creo que en el fondo esta improvisación
esconde la falta de un rumbo claro en materia de biocombustibles en la Argentina.
Asimismo, claramente esconde la falta de un plan energético. Entiendo que no hay
un plan energético nacional a la vista. Confío en la buena fe de nuestro excolega
Darío Martínez, quien es conocedor del sector y espero que rápidamente nos diga
hacia dónde va la energía en la Argentina.
Reitero
que no hay plan energético porque no hay plan económico, y no hay plan
económico porque no hay plan de país; no hay rumbo. El gobierno del Frente de Todos
es cada vez más el gobierno del “Frente de pocos”, de los pocos privilegiados
que siguen existiendo en la Argentina. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Massa).- Tiene la palabra el señor diputado Rodríguez, por Buenos Aires.
Sr. Rodríguez.- Señor presidente: después de haberse
aprobado el 30 de octubre la prórroga del régimen de promoción de los
biocombustibles, el 14 de diciembre la nueva autoridad de la Comisión de Energía
y Combustibles, un hombre del oficialismo, predijo lo que iba a suceder,
señalando que la ley que aprobaron por unanimidad todos los senadores y
senadoras del oficialismo y de la oposición, y que festejaron como una de las
pocas políticas de Estado, permite y permitió lograr uno de los postulados que
abundan, pero se concretan poco: el agregado de valor. Ese día, la máxima
autoridad de la Comisión de Energía y Combustibles dijo que era una mala ley la
norma aprobada por unanimidad en el Senado. Sin embargo, ayer los senadores del
gobierno seguían insistiendo en que debe ser ratificada por la Cámara de Diputados.
La verdad es que todos los diputados y las diputadas tenemos el máximo derecho
de opinar, incluso, en contra de las leyes del propio gobierno.
El detalle
de la justificación de por qué se trataba de una mala ley, era que supuestamente
perjudicaba a la industria petrolera, ya que la industria y las empresas
petroleras estaban subsidiando al resto del país. De manera que, consolidando
un esfuerzo positivo y destacable, ciento doce diputadas y diputados de distintas
fuerzas políticas pedimos al oficialismo que no siga avanzando en la línea postulada
el 14 de diciembre por un miembro importante de esa fuerza política. Me
refiero, específicamente, a frenar el texto aprobado por unanimidad por los
senadores y las senadoras, solo porque eventualmente afecta a un sector
económico en particular. Este es un paso más en un camino que terminará por
aprobar, tarde o temprano, la prórroga de la ley que promueve el desarrollo de
los biocombustibles en la Argentina. Antes del 12 de mayo vamos a tener la prórroga
sí o sí.
- Ocupa la presidencia el señor
vicepresidente 1° de la Honorable Cámara, doctor Omar De Marchi.
Sr. Rodríguez.- Simplemente, quiero hacer una mención
especial a la posición de mi provincia, Buenos Aires, en torno al régimen de los
biocombustibles. La posición oficial de la provincia de Buenos Aires ha sido el
silencio y no hacer nada, no porque ignore el tema, sino porque así lo decidió.
No es
ni un secreto ni una infidencia que la provincia de Buenos Aires, por decisión
de la conducción política del Estado provincial, quiere formar parte de la
Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos, es decir, de las
provincias petroleras en la Argentina, con el argumento de que en la provincia
de Buenos Aires hay una importante actividad de industrialización del petróleo.
Consecuentemente,
estoy preparado para que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reclame ya mismo ser
un territorio triguero por su contribución a la elaboración de pastas,
medialunas y tortas. (Aplausos.) Además,
que la provincia de Buenos Aires no defienda la industrialización de la
ruralidad, el agregado de valor y el arraigo.
¿Sabe el
gobernador de la provincia de Buenos Aires en cuántos pueblos, como en
Daireaux, de la nada, casi atado con alambre, se construyó una planta de biocombustible
que da trabajo a cincuenta y dos jóvenes de la zona? (Aplausos.) Son chicos que fueron a estudiar a Buenos Aires, a La
Plata y a otras provincias, y volvieron a su pueblo a trabajar como ingenieros.
Ese es el sueño de un modelo de desarrollo alternativo en la Argentina que
surgió a partir de una iniciativa de Néstor Kirchner, aprobada por unanimidad en
el Senado que preside Cristina Fernández de Kirchner, a pesar de ser una ley a
la cual hoy se oponen de manera virulenta.
Yo sé,
así como también ustedes saben, que mandaron a decir en los diarios: “Si logran
quórum, vamos a ir a votar en contra.” Es decir que la amenaza es votar en
contra de la ley mediante la cual sus propios senadores y Néstor Kirchner pusieran
en funcionamiento a la Argentina. (Aplausos.)
¿A dónde
van? No hay un rumbo en esta materia. Estén seguros de que nosotros vamos a
poner la serenidad, la concordia, la inteligencia y el equilibrio para retomar y
encontrar un rumbo en esta materia.
A continuación,
quiero hacer algunos comentarios respecto del impacto estratégico que tendría
para la Argentina bajar el nivel de mezcla o de corte de biocombustibles con
combustibles fósiles. Primero, hay que avisar a Guzmán y al presidente del
Banco Central de la República Argentina que habrá una fuerte presión sobre las divisas
en un país que tiene 1.500 puntos o más de riesgo país, porque si hoy
importamos 2.300.000 metros cúbicos de gasoil y 500.000 metros cúbicos de nafta,
la presión sobre las divisas se multiplica en un contexto macroeconómico que lo
último que necesita es que metamos más presión porque queremos importar más
combustibles.
En segundo
lugar, hay que avisar al canciller Felipe Solá lo que significa en un mundo ferozmente
más proteccionista después de la pandemia, que estemos dando en bandeja a los
buitres del comercio internacional la justificación de las cláusulas ambientales.
¿Por qué no avanza el convenio comercial entre la Unión Europea y el Mercosur?
Por cláusulas ambientales.
¿La Argentina
y el Congreso de la Nación darán a los buitres del comercio internacional ‑que
tienen derecho a hacerlo‑ la posibilidad de fijar barreras ambientales al
comercio argentino? El fundamento es que hemos bajado a la mitad la producción
y el uso de biocombustibles que generan el 75 menos de impacto en la producción
de gases de efecto invernadero.
También
hay que avisar a los ministros de Agricultura, Ganadería y Pesca y de Desarrollo
Productivo lo que ocurre, porque de esta manera se reprimariza la actividad
agropecuaria, lo que significa que se venderá más maíz y más soja en grano sin agregar
valor.
Finalmente,
creo que estamos en un mundo que empieza a presenciar la recuperación y el respeto
hacia el Acuerdo de París, porque lo que Trump borró con el codo Biden lo vuelve
a escribir con la mano. Además, en términos comerciales, se abre la posibilidad
de renegociar los aranceles con los Estados Unidos sin que nos impongan un canon
del 130 por ciento para que
nuestro biocombustible ingrese al mercado norteamericano. Me parece una muy mala señal que la Argentina
no respete y retroceda en materia ambiental.
En cualquier
caso, igualmente me parece que hoy no hemos logrado el objetivo, pero lo
lograremos antes del 12 de mayo. (Aplausos.)
Sr. Presidente (De Marchi).-
Tiene la palabra el señor diputado López, por la Ciudad Autónoma por Buenos
Aires.
Sr. López.- Señor presidente: seré breve porque espero que
podamos debatir la cuestión de fondo en una sesión con quórum antes de que
venza el régimen que rige hasta dentro de unos pocos días.
También
lamento que haya fracasado la sesión. De los 150 diputados faltantes, 120 son
del bloque de Frente de Todos. Es extraño que no quieran dar este debate.
Si soy
generoso, diría que la política de este gobierno es errática, pero si subo un
poco el tono debería decir que es escandalosa. Si alguien acá quiere hablar de
lobby, podemos hacerlo. ¿Saben dónde está el lobby más escandaloso de este
gobierno o de la República Argentina? En la Secretaría de Energía de la Nación,
en el Ente Regulador de Servicios Público de la Nación que está intervenido.
Mientras,
las personas, los empresarios que apostaron a desplegar la actividad de los
biocombustibles en la Argentina invirtiendo bastante hace 15 años, están a ciegas,
navegan a ciegas entre la discrecionalidad estatal ‑obviamente‑, la
improvisación y la incertidumbre. Hay algunos que en esa Secretaría de Energía tienen
tráfico de influencias, abuso de información privilegiada y pueden comprar una
distribuidora de electricidad a precio vil, como Edenor, que se llaman Mauricio
Filiberti, José Luis Manzano y Daniel Vila. ¿Qué pasa? ¿Hay dos estándares en la
Argentina en materia energética? Algunos hacen lo que quieren y compran
empresas con información privilegiada y a otros los tenemos sin saber qué hacer
desde octubre del año pasado cuando se votó por unanimidad un proyecto de ley
en el Senado de la Nación.
¿Por
qué? Porque algo pasa. Tal vez, hay algún lobby, alguna razón estratégica, cambió
el contexto económico o los términos del intercambio, o por otro motivo que queremos
que lo digan, que lo pongan sobre la mesa. El secretario de Energía se hizo
presente en esta casa hace tres o cuatro días ‑perdón por el tono‑ y
no dijo nada; no dijo cuál es la propuesta, ni cuál es el problema ni qué cambió
de octubre a la fecha.
No voy
a hablar de delito, porque estos ‑como dijo bien alguien con lucidez hace
algunos años‑ no tienen que tapar la pésima gestión. Hay que hablar de la pésima gestión, y que de
los delitos se ocupe la Justicia, porque seguro que los hay.
Frente a
la alarmante ausencia de rumbo sin agenda estratégica, frente a la falta de diagnóstico
total ‑no sabemos qué pasa ni por qué están ocurriendo estas cosas‑,
frente a que la Comisión Nacional Asesora para la Promoción y Uso Sustentable
de Biocombustibles que prevé la ley y que no se reunió nunca ‑si se reunió
no sabemos qué produjo‑, queremos discutir este régimen, el que nos
propongan o el que haya que cambiar con datos, con diagnósticos y pronto. No vamos
a dejar a los empresarios que invirtieron durante quince años sueltos ‑iba
a decir alguna barbaridad‑, sin rumbo y bastante muertos de frío porque no
saben qué es lo que viene.
Para terminar,
quiero decir algo que no tiene que ver con la cuestión de fondo sino con un tema político.
Los lobbies existen y hasta que no haya una Argentina con todo sobre la mesa,
no vamos a poder salir adelante. Los intereses existen, no nos tienen que
asustar, tienen que estar a la vista.
El presidente
de la Nación, que no decide nada, trabajó de lobista o de asesor en materia
energética. Fue un lobista escandaloso de Cristóbal López y Fabián de Souza. Hay
una causa, Oil Combustibles, que no sabemos qué rumbo tomará. También trabajó
de asesor de Repsol, y está bien. Los lobistas llevan y traen, toman y dan,
pagan y reciben. En fin, van tramitando algunos intereses, pero los lobistas no
deciden, sino que manejan intereses.
El presidente
de la Nación se quedó en esa situación: es un lobista que no decide, que no le
eche la culpa a la vicepresidenta de la Nación y que alguien decida, de una vez
por todas, qué vamos a hacer con este tema. Acá estaremos para debatirlo. (Aplausos.)
Sr. Presidente (De Marchi).-
Tiene la palabra el señor diputado Contigiani, por Santa Fe.
Sr. Contigiani.- Señor presidente: tenía pensado plantear
el tema desde otro lugar, pero la posición del diputado preopinante me obliga a
remarcar con mucha fortaleza y convicción personal por qué estoy acá desde el
punto de vista político.
Creo
que la democracia necesita de una oposición con altura y sincera. La democracia
se merece una oposición que con la autocrítica sea cada vez mejor y dispute el
liderazgo del pueblo argentino.
No se
puede hablar de lobby cuando tenían a Aranguren en la Secretaría de Energía y
dolarizaban las tarifas. La dolarización de las tarifas la pagó la clase media
argentina, por supuesto se invirtió en Vaca Muerta, pero también se engrosaron los
balances en la Comisión Nacional de Valores de las principales empresas de gas.
¿De qué
lobby me hablan? Hay que ser sincero. Claramente, critico la ausencia del
bloque oficialista. Pero por favor, no me arropen, no me lleven a lugares donde
no quiero estar.
Hablaron
de brotes verdes, pero qué hicieron por las pymes y las bio. El presidente
Macri iba a la provincia de Santa Fe, hablaba de brotes verdes, y las
principales pymes de biocombustibles de Santa Fe estaban quebradas porque
estaba intervenido el precio; les daban mercado, pero no les daban precio. Eso también
es necesario decirlo, Juan Manuel. Hay que ser autocrítico, hay que buscar un
punto de sinceridad en esto. No se lo digo a todos porque tengo respeto por muchos.
Tampoco se lo digo a la Unión Cívica Radical que tuvo la valentía ‑dado que
hizo consultas a sus especialistas en energía‑, en pleno gobierno de Macri,
de cuestionar las tarifas y la política energética del gobierno anterior.
- - Varios señores diputados hablan a la
vez.
Sr. Presidente (De Marchi).-
Señor diputado: por favor, diríjase a la Presidencia.
Sr. Contingiani.- Perdón, señor presidente.
Para hablar
de desarrollo, hay que mostrar hechos y ser conducente.
Quería hablar
desde otro lugar sobre este tema tan estratégico para el país y no llevarlo a la
grieta, al blanco y negro o a la división. Lo que está en juego es algo extraordinario,
es una oportunidad que no podemos perder en la Argentina. No está en juego solo en términos de producción de bioetanol
y de biodiésel, sino en términos de burlanda para el sistema ganadero y
lechero, para la producción de glicerina y de la vitacilina para la industria
farmacéutica, así como también para la industria de alimentos.
Las que están en juego son las pymes, en
un esquema asociativo no integrado para aparecer en todo el interior de la
Argentina y dar trabajo mediante marcos asociativos. No creo en el divorcio
entre la producción petrolera y la producción de biocombustibles.
Necesitamos que, de manera
equilibrada, la Argentina vaya hacia un esquema de integración con la industria
petrolera, con los biocombustibles, porque tenemos todas las condiciones
objetivas para ser una potencia en producción de energía, y mucho más en
energía renovable. No lo digo solo por el Acuerdo de París, el balance verde,
la transición energética verde o por las cuestiones federales, sino porque
podemos ser de manera equilibrada una potencia energética en el mundo, para la exportación,
y para reducir los gases del efecto invernadero si pensamos en el medio
ambiente.
Por estos motivos, tenemos que sentarnos a
discutir la mejor ley posible, ponernos de acuerdo y avanzar antes del 12 de
mayo. Lo más lógico hubiera sido la implementación de una prórroga hasta diciembre
y la discusión de esta iniciativa con más tranquilidad.
Lamento la ausencia del oficialismo,
pero no agrietemos un tema estratégico para el desarrollo de los biocombustibles.
Lo menciono para oficialistas y para opositores, porque recién tenían esta diferencia.
No convirtamos todo esto en posicionamientos políticos que no nos van a llevar
a ningún lado.
¡La Argentina se merece una política
de biocombustibles y de energía a la altura de nuestro país, es decir, con la
posibilidad de ser una potencia en el mundo! (Aplausos.)
Sr.
Presidente (De Marchi).- Tiene la palabra la señora diputada Ávila,
por la provincia de Tucumán.
Sra.
Ávila.- Señor presidente: lamento el fracaso de esta sesión, que es
central, no solamente para la provincia de Tucumán, sino también para todo el
Noroeste.
No repetiré lo que dijeron los señores
diputados preopinantes, pero quiero recordar que cuando la Cámara de Senadores aprobó
este proyecto fue para dar tranquilidad a las industrias de biodiésel y
bioetanol, cuyo parque industrial realizó inversiones cercanas a los 3.000
millones de dólares y comprende 54 plantas, pero hoy vive una situación de
incertidumbre.
Una vez que la iniciativa ingresó a la
Cámara de Diputados, luego de la sanción del Senado, todos creíamos, ‑sobre
todo, los diputados que representamos a provincias que tienen esta norma‑
que su aprobación iba a ser de manera inmediata y rápida. Sin embargo, hasta el
día de hoy, hemos visto que existe un freno. Tal como dice el refrán, acá se
vio claramente que el diablo metió la cola y se frustró este objetivo.
También llama la atención el olvido
del Poder Ejecutivo Nacional, pues no incluyó este tema, siendo que lo había manifestado
en el período de sesiones extraordinarias, tal como esperábamos las provincias
productoras.
Volvimos a ilusionarnos con la promesa
del presidente de la Cámara de Diputados, doctor Sergio Massa, quien había
anunciado que íbamos a celebrar una sesión especial en enero, para tratar esta iniciativa,
pero no prosperó.
¿Qué sucedió en el medio, desde que
entró en la Cámara de Diputados hasta el día de hoy que no se trató? Nos
enteramos lo que pasó por la franqueza del presidente de la Comisión de Energía
y Combustibles de la Cámara de Diputados, el diputado Félix, por la provincia de
Mendoza.
Se develó ese misterio porque el señor
diputado Félix dijo textualmente que “...el petróleo se encuentra subsidiando a
La Pampa Húmeda”. Además, agregó que hay que apostar fuerte a los
biocombustibles, pero que es necesario discutir una nueva normativa que regule al
sector sin que afecte a la industria del petróleo. Asimismo, señaló que la
actual ley es una mala ley. De esta manera, supimos los motivos por los cuales
esta norma está paralizada en el Congreso de la Nación y enfrenta los intereses
de las provincias argentinas.
Esto explica los motivos por los
cuales, en los cuatro meses del 2020, las petroleras incumplieron con los
porcentajes de corte que la ley establecía, mezclaron solamente el 7 por ciento
del biodiésel en lugar del 10 por ciento y menos del 11 por ciento del
bioetanol en lugar del 12 por ciento.
Entonces, vemos que hay una solapada
campaña en contra de esta ley de biocombustibles, y ya sabemos quiénes la están
promocionando. La incertidumbre, generada por este lobby petrolero en
contra de la ley de promoción de biocombustibles pone en vilo no solamente a la
provincia de Tucumán sino también a todo el Noroeste y a todas las provincias
que están involucradas en esta temática.
Voy a mencionar un ejemplo. En el caso
de Tucumán, la producción de azúcar y de alcohol es la principal actividad
económica. En el Noroeste argentino existe el desarrollo de un complejo azúcar-alcoholero
integrado por veinte fábricas, dieciséis destilerías de alcohol, trece
deshidratadoras, 8.100 productores cañeros independientes, 61.000 trabajadores
empleados en forma directa y aproximadamente 155.000 en todo el Noroeste
argentino.
Vale la pena recordar que en Tucumán ya
se hizo un planteo respeto de la energía cuando se trató el Plan Nacional de Alconafta
durante el gobierno de Alfonsín, pero lamentablemente no prosperó.
Para que todos entiendan la cuestión quiero
precisar que Tucumán es energía, y cuando se carga combustible en un auto, el 88
por ciento es nafta y el 12 por ciento es biocombustible, de los cuales el 4
por ciento es por Tucumán.
Para finalizar, quiero puntualizar que
la posición de mi espacio, del partido por la Justicia Social, es estar al lado
de la ley de biocombustibles y de que esto sea una realidad, dado que es un
tema central para el desarrollo de Tucumán y de todo el Noroeste.
Lamento también que cuando el
presidente Alberto Fernández vino a Tucumán generó una gran expectativa en toda
la región y se esperaban sus anuncios. Ahora entendemos que se develó el misterio,
pues atrás está todo el lobby petrolero.
En estos momentos, la Legislatura de
Tucumán está tratando este tema para emitir una resolución política, a fin de que
la cuestión sea tratada en la Cámara de Diputados. Es necesario llevar certidumbre
al sector y que demos una prórroga a esta ley, que es tan importante para la
provincia de Tucumán.
Lamento que en esta sesión no estén
sentados todos los diputados nacionales por la provincia de Tucumán. Se llenaron
la boca hablando en favor de esta norma, pero hoy no están en sus bancas
defendiendo lo que hay que defender, que es el interés de todos los tucumanos y
el interés de nuestra región.
Considero que no hay motivos ni
argumentos por los cuales no podamos prorrogar este régimen, que es el impulsor
de inversiones de muchas provincias y, en especial, para el Noroeste argentino.
Sr.
Presidente (De Marchi).- Tiene la palabra el señor diputado
Estévez, por la provincia de Santa Fe.
Sr.
Estévez.- Señor presidente: lamentablemente, nos encontramos una vez
más en nuestro país tratando un tema de absoluta importancia, que entendemos
estratégico, pero en el cual vemos una absoluta improvisación y falta de los
consensos necesarios para la construcción de cualquier política de Estado.
Tal como fue señalado por las
participaciones de las y los diputados preopinantes, pienso que esta ley trajo
muchos beneficios absolutamente palpables, que veníamos reclamando para nuestro
país desde hace décadas. Hablamos de economías regionales, de valor agregado y,
en este caso, también de cuidado del ambiente. Sin embargo, faltan pocos días
para que esta ley caiga desuso. La
Cámara de senadoras y senadores de la Nación sancionó la prórroga de manera
unánime y, como pasa con otros temas estratégicos, todavía estamos en veremos. Pero
no solamente estamos en veremos, sino que lamentablemente damos señales
absolutamente contradictorias y vamos de banquina en banquina.
Fíjese,
señor presidente, que en este mismo recinto, pasado mañana ‑el sábado‑,
uno de los temas que se tratará tiene que ver con la Ley de Educación Ambiental
Integral. Yo pensaba que los jóvenes, las futuras generaciones que queremos que
tengan un pensamiento crítico respecto del cuidado del ambiente, de nuestro
vínculo con el ambiente, con todo lo que nos cuesta a nosotros mismos, porque obviamente
estamos formados y criados con otra lógica, van a ver lo que suceda acá. De
golpe, los biocombustibles ya no son tan copados, no es algo tan interesante
con perspectiva de futuro, sino que vienen a frustrar evidentemente algunos
negocios, y borramos con el codo lo que, de casualidad, fue casi una política
de Estado en nuestro país.
No quiero
hablar de los beneficios porque ya mucho se dijo en esta sesión. Vengo de la
provincia de Santa Fe donde la industria de los biocombustibles es muy
importante, y nuestra provincia trabajó para potenciarla. Tenemos el ejemplo de
algo muy importante que es el incremento de la utilización de biocombustibles
en el transporte público, en algunos casos, llegando hasta el ciento por
ciento. Pero también ‑y quiero hacer hincapié en esto‑, fíjense la
contradicción con los compromisos que tomamos como país, porque ustedes saben
que la utilización del biocombustible genera un ahorro superior al 75 por
ciento en la emisión de gases de efecto invernadero.
Repito:
¿cómo explicaremos que nosotros no estamos trabajando en profundizar los
objetivos de esta ley en lugar de achicar los cortes, cuando ello va en
absoluta contradicción con compromisos internacionales? Recién se mencionaba el
Acuerdo de París, y podría mencionar también lo que sucede con uno de los
principios fundamentales que está establecido en la Ley General de Ambiente,
que es el principio de progresividad.
El presidente
de la Nación en la apertura de sesiones ordinarias habló de un futuro verde; no
entiendo muy bien a qué verde se refiere, y no entendemos muy bien cómo piensa
que en la Argentina vamos a tener políticas públicas que cuiden el ambiente;
por ejemplo, cómo vamos a transformar nuestra matriz energética. Claramente, esto
no lo lograremos de un día para el otro.
Otro acuerdo
que también ratificamos en esta Cámara es el Acuerdo Escazú, que plantea el
principio de no regresión, algo que si se sigue adelante con la propuesta que
se hace desde el oficialismo estamos violando. Es decir, el mundo tiene planes
estratégicos para repensar los problemas o los desafíos estructurales, y en nuestro
país lamentablemente una vez más estamos asistiendo a la improvisación y a la
nula capacidad de entender que debemos construir confianza para concretar
acuerdos, no solamente dentro de la política, sino obviamente con sectores productivos
y sociales. Hay un antecedente porque hubo una liga que hizo una propuesta de
ley para mejorar la norma vigente, y sin embargo de eso no se habla.
Señor
presidente: para terminar, lamento muchísimo que estemos asistiendo nuevamente
a una frustración y a una oportunidad perdida en uno de los temas estratégicos
de nuestro país.
Sr. Presidente (De Marchi).- Antes de dar la palabra al siguiente orador, quiero hacer una aclaración,
porque hay muchos diputados anotados.
El
artículo 36 bis del Reglamento de la Cámara es taxativo cuando establece que “Fracasada
la sesión especial convocada en los términos del artículo 35, el presidente
autorizará expresiones en minoría,...” “...quienes podrán hacer uso de la
palabra por un lapso de cinco minutos por cada uno de los bloques representados
en la reunión.” Por lo tanto, según el reglamento, no podría hablar otro
diputado perteneciente a un bloque que ya se ha expresado.
Tiene
la palabra el señor diputado del Caño, por Buenos Aires.
Sr. del Caño.- Señor presidente: se ha convocado a esta
sesión en el marco de una situación que realmente es muy compleja en el país y
en el mundo producto de la pandemia. Todos los datos indican que por el
crecimiento de los contagios estamos entrando en la segunda ola de la pandemia.
Además, como escuchamos al propio presidente, no hay muchas vacunas. Estamos a merced
de los grandes laboratorios y de la guerra de las vacunas de los países más
ricos del planeta.
La caída
de los salarios, de las jubilaciones, el aumento de la desocupación, es decir, los
grandes padecimientos que sufren las mayorías populares, no se van a discutir
acá, así como tampoco la emergencia social ni la emergencia sanitaria. Nos traen
a discutir los beneficios para las empresas vinculadas con los biocombustibles,
y se desató una puja feroz: de un lado, desde Juntos por el Cambio, los
diputados de Schiaretti y de otros bloques defendiendo y haciendo lobby para las empresas vinculadas con el
agronegocio; y del otro, muchos del Frente de Todos haciendo lobby a favor de las grandes petroleras.
Esa es
la realidad de lo que tenemos hoy en esta Cámara. Ninguno de los problemas
principales que sufren las mayorías populares se está poniendo en debate. Obviamente,
los convidados de piedra en esta disputa son los sectores populares, porque
también quienes hoy no están aquí dicen que van a presentar otro proyecto, que es
justamente para repartir esas tajadas entre estas grandes corporaciones.
Hay varios
fundamentos que se han planteado a favor de esta ley. Se dice que se avanzó en
la diversificación de la matriz energética, que favoreció el desarrollo de
economías regionales y la preservación del medio ambiente, pero veamos cómo ha
sido la cuestión realmente. En términos de diversificación, no ha jugado un
papel realmente importante. Algunos estudios dicen que el desarrollo de los
cultivos tiene algunos problemas, por ejemplo, balances energéticos
ineficientes, negativos, escaso ahorro de emisiones ‑se calcula alrededor
del 1 por ciento de las emisiones que tiene la Argentina‑; sistemas
productivos intensivos que agotan el suelo, que afectan la biodiversidad, la
sustentabilidad y comprometen la seguridad alimentaria; y no se mejoró la
situación de las economías regionales. Miren los reclamos, por ejemplo, de los
pequeños productores cañeros en Tucumán que están a merced de las maniobras de
los grandes ingenios en los pagos de las materias primas, como es el caso del
sistema de maquila del azúcar que, obviamente, sufren las y los trabajadores.
Los beneficios
de la producción han quedado concentrados en tres grandes ingenios: uno es Ledesma,
de la familia Blaquier, en Jujuy; otro, de la familia tucumana Rocchia Ferro y,
en Salta, la empresa Alconoa perteneciente a San Martín del Tabacal, que está en
manos de una empresa norteamericana. El 60 por ciento de los cupos se lo llevan
esas tres empresas, así que, no digan que se ha avanzado para favorecer a
pequeñas empresas.
En el
caso del biodiésel de la soja tienen predominancia en la venta del cupo algunas
empresas que se denominan pyme, pero que en realidad tienen facturaciones
millonarias. Respecto del bioetanol proveniente del maíz, se concentra en seis empresas,
entre las que se encuentra Vicentin, por ejemplo.
Podríamos
hablar de otro de los fundamentos como es la reducción de los precios; sin
embargo, vemos concretamente ‑y no tendría el tiempo para enumerarlos‑,
todos los aumentos de las naftas, de los combustibles, que hemos tenido en este
último período.
También
se ha hablado de que esto preserva el medio ambiente. Invito a los diputados y las
diputadas de Córdoba a leer una carta que han recibido de parte de los vecinos
de los barrios Inaudi y San Antonio, así como también a los del resto de las
provincias, donde plantean por qué hay que rechazar esta ley.
Ellos plantean que justamente el uso del glifosato y de otros
químicos contaminantes tiene consecuencias en las poblaciones cercanas, debido
al avance de las fronteras sojeras. Es un debate muy importante. Se trata de la
principal área extractiva del país. El agronegocio trae terribles consecuencias
por el uso del glifosato y por los desmontes, que favorecen los incendios y las
inundaciones.
Sin embargo, a los pueblos fumigados les
hablan del beneficio del cuidado ambiental.
Hay ingenios que no han
invertido en el tratamiento de los efluentes que surgen de la producción de alcohol
y que contaminan los ríos. Ahora también están haciendo distintas
experimentaciones con caña transgénica, lo que podría traer aparejado el uso de
glifosato y otros químicos contaminantes.
Voy finalizando, señor presidente.
Quienes se oponen a este proyecto de ley defienden al lobby
petrolero. También defienden a esas petroleras que llevan adelante el método
del fracking, que utiliza muchísima más agua que la explotación
convencional de los combustibles. El método del fracking trae consecuencias
enormes por el aumento de la actividad sísmica, entre muchas otras cosas sobre
las que no tengo tiempo de explayarme ahora.
Queda claro que acá estamos ante distintos lobbies
de los grandes grupos económicos. Desde nuestro punto de vista, hay que avanzar
en la transición de la matriz energética nacionalizando todo el sistema energético
y poniéndolo bajo la gestión de las trabajadoras y trabajadores y el control de
los usuarios populares. Esto hay que hacerlo de manera racional en beneficio de
las mayorías populares y no de la optimización del lucro de las empresas capitalistas.
Además, hay que hacerlo cuidando el medio ambiente, sin destruir el planeta.
La única manera de hacer todo eso es terminando
con lo que rige hoy, que es la explotación tanto de las petroleras como del
agronegocio. Hay que terminar con la ganancia capitalista y pensar en función
de las necesidades populares. Hay que terminar con estas falsas soluciones que
se nos ofrecen.
Sr. Presidente (De
Marchi).- Tiene la palabra el último
orador, el diputado Juan Carlos Giordano, por Buenos Aires.
Sr. Giordano.- Señor presidente:
en nombre de Izquierda Socialista y del Frente de Izquierda, quiero dar mi
postura sobre el tema de los biocombustibles.
Pero
antes quisiera hacer una reflexión. Voy a copiar a un periodista, que dijo que
este es un circo parlamentario. Ahora hay una sesión, después va a haber otro pedido
de sesión y, en un hecho inédito, se va a sesionar el sábado. Efectivamente, es
un circo parlamentario de Juntos por el Cambio y de sectores del peronismo, que
en nombre de las provincias y de las pymes están pidiendo la prórroga de una
ley que vence el 2 de mayo. Estamos en marzo y quedan abril y mayo. O sea que
trabajan para defender ciento por ciento las ganancias capitalistas.
Ahora vamos a ver quiénes son los que están
detrás de los biocombustibles, las multinacionales y los agronegocios, también apoyados
por el gobierno del Frente de Todos. Pero no solo por este gobierno, sino también
por Néstor Kirchner, ya que la ley es de 2006. El Senado, por unanimidad ‑esto
es, por todos los senadores del Frente de Todos, incluida Cristina Kirchner‑,
estuvo a favor. O sea que las diferencias no son muchas.
El sábado
va a haber una sesión por el tema del impuesto a las ganancias. Quieren que el
domingo salga la noticia de que estamos poniendo plata en el bolsillo de la
gente. Uno podría decir que, habiendo tantas sesiones, también se podría tratar,
por ejemplo, el proyecto de ley presentado por el Frente Socialista y el Frente
de Izquierda relacionado con el tema de las vacunas. Son 20 millones las dosis
que se van del Grupo Insud ‑que está en Garín y es amigo del gobierno‑
a Estados Unidos y acá no se vacuna ni a los adultos mayores. En efecto, la
prioridad de los partidos tradicionales y sus diputados es favorecer el lobby
del agronegocio y de las petroleras.
Pero vamos
a los datos que dan las propias patronales del agronegocio y los propios diputados.
Dicen que invirtieron 3.000 millones de dólares en todos estos años. Ahora
bien, el Estado ‑es decir, todos nosotros, el pueblo trabajador‑ dejó
de percibir 7.500 millones de dólares por las exenciones impositivas. La propia
Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno dice que en todo este tiempo
hubo una exportación de 13.000 millones de dólares, con el perdón estatal del
doble de lo que invirtieron. ¿Dónde están esos 13.000 millones de dólares? ¿Alguien
los vio? Mucho de eso se lo llevan afuera.
Lo
que no se dice ‑y lo vamos a decir nosotros‑ es que el negocio del
biodiesel lo concentran en un 80 por ciento Vicentin, Cargill, Bunge y Born, Molinos,
COFCO, Pan American Energy e YPF. Esta última está en los dos lados del
mostrador. Les perdonaron hasta el IVA. Esto lo dice la ley. ¿A qué trabajador
o jubilado le perdonan el IVA? A nadie. Estas empresas son las elaboradoras,
las mezcladoras y las comercializadoras de los biocombustibles.
Por otro lado, están las petroleras, que
siguen ganando. Vaca Muerta, por ejemplo. Este esquema lo diseñaron Cristina
Kirchner, Macri y el Frente de Todos. Se sacan fotos. “Vaca Muerta nos va a
salvar”, dicen. Ya flexibilizaron el convenio colectivo de los trabajadores. A
Vaca Muerta se le garantizaron grandes subsidios millonarios del Estado a cambio
de que Guillermo Pereyra cambiara el convenio colectivo a la baja de los
trabajadores para profundizar la flexibilización y la esclavitud laboral.
Entonces,
¿de qué estamos hablando, señor presidente? Está claro que este proyecto de ley
beneficia al agronegocio y a las grandes petroleras. Desde la izquierda no
estamos con ninguno de los dos.
Nuestra
propuesta es clara. Que las ganancias de esas multinacionales se queden en
nuestro país al servicio de un plan económico alternativo que combata los males
sociales y que esté dirigido y controlado por los trabajadores. Que se termine con
el saqueo y el negocio de los alimentos y de los recursos naturales por parte
de las multinacionales, grandes capitalistas y terratenientes. Que se termine con
la destrucción ambiental. Que se den puestos de trabajo. Que se nacionalicen el
comercio exterior, el petróleo y el gas. Por una YPF ciento por ciento estatal.
Esa
es la única forma de que no nos sigan saqueando y robando. En este caso en
particular, las patronales del biodiesel se llevaron del Estado 7.500 millones
de dólares.
Sr. Presidente (De
Marchi).- Con las palabras
pronunciadas por las señoras diputadas y los señores diputados, se dan por
concluidas las manifestaciones en minoría.
- Es la hora 13 y 23.